«AL ESCRITOR EMMANUEL CARRÈRE LA GUERRA LE PILLÓ EN MOSCÚ. Y ALLÍ YA NADA SERÁ IGUAL
Miedo a estar en manos de un loco, miedo a que te espíen, miedo a quedarse atrapado. Los encuentros del cronista francés con sus amigos moscovitas destilan miedo. Y vergüenza porque estén lanzando bombas sobre Ucrania en su nombre» (EPS, domingo 12 de marzo)
El pasado domingo la revista El país semanal incluyó en sus páginas centrales un estupendo, profundo, sincero, real y emotivo reportaje del escritor francés Emmanuel Carrère sobre la vida en Rusia en el momento actual, cuando el ejército ruso por orden de Putin ha invadido Ucrania. Carrére es un periodista, escritor, guionista y realizador francés. Sus padres son Louis Carrère d'Encausse, negociante de seguros, y Hélène Carrère d'Encausse, de soltera Hélène Zourabichvili.
Es precisamente por parte de la madre, nacida en París en 1929, sovietóloga y miembro de la Academia Francesa, que le viene su atracción como periodista y novelista por los asuntos de Rusia. Hélène Carrère d'Encausse es hija de aristócratas georgianos -Georges Zourabishvili y Nathalie von Pelken-, que hubieron de abandonar su país cuando Lenin decidió cambiar su doctrina de independencia para los pueblos que habían formado parte del imperio ruso. Durante sólo 3 años, de 1917 a 1920, Georgia fue soberana; a partir de 1921 el país perdió de nuevo su independencia siendo anexionado a la URSS. Desde siempre Hélène se sintió atraída por la Historia del país de sus ancestros y transmitió esta afición a su propio hijo.
Emmanuel Carrère en su faceta de novelista es fundamentalmente escritor de no ficción. El año 2000, según confesaba en el prólogo de su novela El Reino aparecida en 2015, abandonó la novela de ficción refugiándose desde ese mismo instante en la escritura de No-Ficción, ese género narrativo cuya invención algunos atribuyen a Truman Capote en 1966 con su novela A sangre fría. En septiembre del año 2015, precisamente el año en que con "El Reino" el escritor francés publiqué en este blog una entrada sobre esta tendencia narrativa también denominada Nuevo Periodismo en la que hago un breve recorrido por la misma desde USA hasta nuestro propio país. En esta hora de Rusia y de Ucrania, en que se dirime el futuro de Europa y de todo el mundo, cuando lo que creíamos ficción ha cruzado la línea que la separaba de la realidad creo que este post vuelve a tener interés.
Emmanuel Carrère Zourabichvili siempre se ha interesado por la historia de la antigua URSS, en especial de la Georgia de sus abuelos. Es por esto que sus visitas a Moscú, a Tiflis, a San Petersburgo y a otras localidades de la antigua URSS como Kiev u Odessa, han sido y son frecuentes. Precisamente fue la visita a una ciudad de la Rusia profunda, Kotilnech, para cubrir la noticia de la liberación tras 55 años de cautiverio de Andras Toma, un soldado húngaro detenido por los rusos al caer Budapest en 1944, dado por muerto en 1954 y que permaneció en un sanatorio psiquiátrico de esta localidad desde 1947 hasta 1999 lo que será un revulsivo para él que le llevará a indagar y a reflexionar sobre su biografía personal y familiar. Este proceso íntimo y parental lo presenta en Una novela rusa, obra de no ficción publicada en 2007 (en España la publicaría Anagrama en 2008). Fue precisamente este título la novela con la que yo entré en la literatura de Carrère y que en estos momentos tanto estoy recordando. Desde luego, -lo creo firmemente-, es una lectura más que pertinente para acercarse de otra manera al sentir de un país en guerra desde la caída del Telón de Acero consigo mismo.
Una novela rusa sirve para acercarse a la vida real en Rusia; el escritor en este libro realiza un recorrido en paralelo de la vida de su abuelo refugiado en Francia en 1921 y ese soldado húngaro, Andras Toma, detenido al caer Budapest bajo los tanques soviéticos en 1944, dado por muerto en 1954 a pesar de que permaneció en un sanatorio psiquiátrico de Kotilnech desde 1947 hasta 1999. [en mi blog tengo reseña hecha en septiembre de 2015 de esta interesante novela].
Pero ha sido la actuación del máximo dirigente de Rusia en la actualidad, Vladimir Putin, lo que me ha hecho recordar otra más que interesante novela del escritor francés. Me refiero a Limónov, novela aparecida en Francia en 2011 (en España, Anagrama la publicó el año siguiente) que Carrère escribió por la atracción que el personaje real de Eduard Limónov ejerció sobre él. Es Limónov un personaje atractivo por lo contradictorio que es en sí mismo y lo difícil que resulta encuadrarlo debidamente en un tipo de persona: «¿héroe o villano, seductor de bellas o seducido por ellas, fascista de nuevo cuño o demócrata sin fisuras, triunfador o derrotado en letras...?» -escribo yo en la reseña que hice tras leer esa estupenda novela-.
Este ser poliédrico, con tantas aristas, tan difícil de definir con solvencia atrae a Emmanuel Carrère en cuanto cruza unas palabras con él. Será a su través que el novelista y periodista francés indagará y profundizará en la evolución de la realidad de Rusia desde la época de Stalin hasta la de Putin. A propósito de la actual crisis bélica desatada en Ucrania es interesantísimo leer hoy todo lo que aparece en esta novela de No-Ficción escrita hace once años. La biografía de este Eduard Limónov viene a decir Carrère sólo es entendible teniendo presente las hambrunas de Stalin que diezmaron Ucrania y otras zonas de la URSS y la desordenada evolución experimentada por el país tras la caída de la URSS.
En la reseña que en abril de 2016 dediqué a esta excelente novela de Emmanuel Carrère escribí lo siquiente:
«Esta no-ficción se centra en esos años tumultuosos durante los que un sistema político y económico de 70 años de existencia se transmuta en el opuesto de una manera salvaje y sin control. Al respecto no diré más, pero sí mostraré una cita extraída de esta novela que considero muy significativa:
- "De los sesenta y cinco años de esperanza de vida en 1987, el ruso varón pasó a cincuenta y ocho en 1993." (pág. 225)»
Creo por todo lo dicho hasta aquí, recordado gracias a, como digo al principio de esta entrada, el buenísimo reportaje publicado por El País Semanal el pasado domingo seis de marzo, que volver los ojos al escritor, novelista, periodista y realizador cinematográfico que es Emmanuel Carrère no sólo merece la pena, sino que, me atrevería a decir, es poco menos que obligado.
Os dejo aquí los enlaces a las distintas entradas que sobre Carrère y Rusia tengo hechas en El blog de Juan Carlos:
- “Una novela rusa”: Novela de No ficción de Emmanuel Carrère (julio de 2015)
- La Novela de No-ficción o Nuevo Periodismo (septiembre de 2015)
- Emmanuel Carrère: "El Reino", una exégesis (diciembre de 2015)
- "Limónov" de Emmanuel Carrère (abril de 2016)
Del autor no he leído ninguna de las reseñadas, pero aprovecho para recomendarte las dos que he leído yo: De vidas ajenas y El adversario. Muy buenas ambas.
ResponderEliminarBesos.
"De vidas ajenas" es la novela de No-Ficción que escribió inmediatamente después de "Una novela rusa" y justo antes de "Limónov". No la he leído e igual me ocurre con "El adversario" de la que he oído y leído muy buenas opiniones (ahora mismito la tuya). Tengo previsto leer "El adversario" en algún momento, mejor antes que después, pero... (ja, ja...)
EliminarUn beso, Manuela
¡Hola querido Juan Carlos!
ResponderEliminarsi te soy sincera nunca me atrajo este escritor, aunque le conozco de sobra y sabía de sus novelas. Pero igual ahora con el conflicto de la guerra de por medio me atrae más
Besos
A Carrère le ocurre lo mismo que a Vila-Matas, Javier Marías y algún otro que o levantan pasiones o no atraen nada. Si no leíste el reportaje que apareció en El País Semanal creo que te gustaría hacerlo pues es muy periodístico y clarificador. En cuanto a las novelas que tengo reseñadas en el blog la de Limónov es muy buena. Te la recomiendo.
EliminarUn beso
Una entrada muy interesante y oportuna, Juan Carlos. Imaginaba el interés de Carrère por Rusia, dado el tema de algunos de sus libros, pero desconocía que dicho interés le viniera por parte de su madre y de su familia materna.
ResponderEliminarCuriosamente, y aunque es cierto que es un escritor que se mueve mucho en la no ficción, los dos únicos libros suyos que he leído (Una semana en la nieve y El bigote) son de ficción. Me gustaron mucho y me demostró en ambos que es un escritor magnífico, de esos a los que conviene volver de tanto en tanto. Llevo además tiempo con ganas de leer El adversario y Limónov, aunque Una novela rusa tiene también una pinta estupenda. Tal vez sea hora de volver a las letras de este francés de ascendencia georgiana.
Besos
Hola, Lorena:
EliminarCreo que es el momento oportuno. Desde luego "Limónov" da muchas pistas del porqué de la deriva de ese país que un día fuera un imperio y cómo los años de aislamiento que vivió durante la Guerra Fría le hicieron perder el paso e incorporarse definitivamente al mundo real. Que conste que no pienso que todas las culpas recaigan en Rusia; mucha también -creo- la tiene occidente que ha hecho lo posible por arrinconar al antiguo enemigo y dejarlo fuera de juego. Por ahora Occidente algo ha conseguido: despertar al enemigo antiguo que -tonto él- se está comportando de la peor manera para los ucranianos pero también para él. Veo que el Chino está frotándose las manos.
Por todas estas cosas y por lo bien que escribe este francés de origen familiar georgiano creo que es una oportunidad de oro para volver a sus novelas sobre Rusia o que se desarrollan allí.
Un beso
Solo he leído "El adversario" y me fascinó, pero no me preguntes porqué no he seguido leyendo nada más suyo 🙄
ResponderEliminarTomo buena nota.
Un beso.
El penoso y lamentable hecho de la invasión de Ucranía puede ser una buena justificación para volver a él, ¿no te parece?
EliminarBesos
Gracias por las reseñas . Me llevo anotado los libros se ven muy interesantes. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarGracias a ti, amiga mía, por comentar.
EliminarBesos
Me sorprende que haya sacado tantas novelas en tan poco tiempo. Yo me apunto cualquiera, porque me parece que en estos momentos conviene mucho entender la cultura y la idiosincracia del pueblo ruso, porque está mas que claro que hay una fractura entre los valores de los altos mandos y la voluntad (al menos de la mayoría) del pueblo. Y si, una cosa es el gobierno y otra su población ... no se pueden meter a todos en el mismo saco.
ResponderEliminarA mí , la invasion a Ucrania me ha recordado un libro que leí el año pasado sobre las batallas más sangrientas de la segunda guerra mundial desde el punto de vista de los generales del bloque de aliados y desde otro ángulo, los generales alemanes. Estos últimos reconocían que los soviéticos estaban curtidos del frío y su resistencia para la lucha cuerpo a cuerpo jugaba en contra del soldado alemán, un tipo de soldado más refinado, formal y sofisticado. En contraste, pienso en las historias que se escribirán al respecto de esta guerra y pese a que hay una diferencia enorme en tecnologías y ejército, siendo la desventaja de Ucrania, lo cierto es que su cultura es muy similar la una de la otra por la historia que comparten. Y voy más allá, las violaciones a derechos de libertad de expresión y de religión no son un secreto en ninguno de estos dos países.
Como siempre, termino agradeciéndote por tan interesante post. Siempre estoy de parte de la libertad y los derechos humanos. Lo que estamos viendo me parece tan increíble como trágico.
Hola, Panamá Liber:
EliminarMuy interesante tu comentario, que agradezco mucho. Es cierto lo que dices sobre la separación que intuimos que hay entre los dirigentes y el pueblo en Rusia; al menos ese mensaje es el que nos llega o nos lanzan por aquí. Leyendo el reportaje periodístico de Emmanuel Carrère aparecido el pasado domingo en El País Semanal la cosa ya no queda tan clara. Según él la balanza estaría ahora mismo entre un 70% a favor de la invasión de Ucrania y un 30% en contra, y si durase mucho la contienda la balanza se iría inclinando cada vez más del lado de los opuestos a la misma.
Es una invasión increíble para nosotros porque jamás -hablo por mí y desde España- hemos vivido una guerra. Las guerras las hemos estudiado en los libros de Historia y nada más, pensábamos que eran puro atrezzo escolar. No, los invasores, los vencedores y los vencidos, los armisticios, las bombas, los muertos... Todo lo que en series y películas vemos desde el sillón de nuestro salón existe. Es una lástima pero existe.
Penosamente el ser humano no aprende nada o tiene todo aprendido y de vez en cuando da un manotazo a la mesa para así luego tener que recoger del suelo los cacharros y hacer dinerito reponiendo los inservibles y reparando los que aún pueden servir. No sé, no sé..., estoy confuso.
Besos
Solo he leído El adversario de Carrére y aunque tengo alguna otra entre las pendientes nunca me he animado. Recuerdo que tras tu reseña de "Limónov" me entraron muchas ganas de leerla, pero se volvió a quedar en la intención ante todo lo que vino y lo que ya tenía. No prometo nada, pero a ver si me animo con cualquiera de las que tengo anotadas.
ResponderEliminarUn beso.
Lo mismo quisiera hacer yo con "El adversario" que llevo años queriéndola leer y por unas cosas u otras allí está, en el el cajón de los proyectos no realizados.
EliminarBesos
Otro autor al que tengo pendiente. Y cada vez que leo o escucho algo sobre él pienso lo mismo: tengo que remediarlo, tengo que remediarlo... A ver si esta vez cumplo.
ResponderEliminarLa Guerra en Ucrania puede ser un acicate perfecto para emprender estas lecturas, Rubén. A mí me ha pasado con "Guerra y Paz" de Tolstoi que la estoy leyendo empujado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
EliminarSaludos
Una entrada muy interesante y de la que me apunto las diferentes lecturas que recomiendas. No he leído aún nada del autor y lleva tiempo en mi lista de pendientes. El problema es que no tengo ningún libro suyo en la estantería y ahora mismo me estoy dedicando a los que sí tengo y todavía no he leído, que son muchos, pero tendré en cuenta tus recomendaciones para próximas compras.
ResponderEliminarBesotes!!!
De todos ellos yo te recomendaría Limónov. Creo que da muchos datos interesantes para entender la hora de Rusia, o sea, por qué los rusos -sus dirigentes, claro, pero con el apoyo de parte de la población- hacen y piensan lo que hacen y piensan.
EliminarUn beso
No he leído nada de este autor pero me ha encantado tu reseña, así que me los apunto para futuras lecturas... Voy a necesitar dos o tres vidas más para leer todo lo que quiero.
ResponderEliminarUn placer leerte, siempre.
Un abrazo, Juan Carlos.
No te preocupes, Rita, nos pasa a todos. No recuerdo quién fue aquel que cuando le comunicaron la enfermedad fatal que padecía y su próximo final exclamó: ¡Vaya por Dios con todo lo que me quedaba por leer!
EliminarEs imposible leer todo lo que nos gustaría. Pero animarnos los unos a los otros en esta sensación de impotencia ayuda, ¡claro que ayuda!
Un abrazo cariñoso, Rita
No he leído nada de este autor, pero me apunto esa novela de no ficción (y los otros títulos también) porque la visión de alguien con los antecedentes que nos cuentas puede ser de ayuda para entender lo que está pasando ahora mismo, si es que hay algo que entender en este disparate de Putin.
ResponderEliminarFantástica reseña(s), como siempre.
Un beso, Juan Carlos.
Carrère no es precisamente partidario de Putin; lo interesante en él es ver cómo sabe indagar en la evolución de esa sociedad rusa que pasó del socialismo real al más desaforado capitalismo produciendo unos tipos curiosísimos como este Limónov que bien pudiera haber ocupado el lugar que ostenta Putin. Y no sé qué habría sido peor. ¡Madre mía, vaya tropa!, que dijo aquél.
EliminarUn beso, Paloma
He leído muy pocas obras de no ficción, y las que he leído han tratado de temas científicos, pero esta serie de novelas que nos presentas de este autor bien merecen una atención especial. Si las novelas de ficción con un trasfondo histórico siempre me han gustado, las que describen una realidad incontestable sobre hechos hasta cierto punto recientes, como es la deriva soviética hasta la política actual rusa, y más si hay tintes biográficos, me resultan todavía más interesantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
La literatura de Carrère merece un detenerse en ella. Y pienso que el penoso momento actual puede ser una disculpa para hacerlo. De ahí la oportunidad de esta reseña.
EliminarUn fuerte abrazo, Josep
Hola Juan Carlos, no he leído nada del autor. Tu reseña, como siempre, es muy interesante. Y me apunto los títulos, casi más los demás que Una novela rusa. Muy apropiada tu reseña para los tiempos que corren. Besos
ResponderEliminarQuizás, Marisa, para conocer lo que hoy ha llegado a suceder en el mundo por culpa de Rusia sea Limónov la novela más adecuada. La titulada "Una novela rusa" sirve más para conocer la propia realidad de la familia del autor aunque evidentemente toca también la realidad anterior a la Rusia de hoy interesante para entender el país que ha invadido a Ucrania.
EliminarUn beso