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29 abr 2017

Premios Libros y Literatura 2016-2017

7 comentarios:


Las webs Libros y Literatura, Cursos de Libros y Literatura y Autoedición Profesional son las convocantes de estos Premios. Sus destinatarios son cualquier persona residente en territorio español que tenga un blog cuya principal temática sea literaria. Dos son las modalidades de participación en esta convocatoria:

  1. Sólo en el Sorteo de libros: Para esto basta con hacer un post semejante a éste y publicitar la convocatoria en el blog del participante. Naturalmente, una vez cumplidos estos requisitos hay que comunicarlo a Libros y Literaturas a través de un correo electrónico.
  2. También en el Concurso de Reseñas: A lo ya hecho en la modalidad anterior hay que añadir la expresión en ese post de que se participa también en el Concurso de Reseñas y adjuntar, bien mediante el enlace correspondiente o íntegramente en el propio post, la Reseña con la que se concurre al Premio. Sólo se puede concursar con una reseña ya publicada durante 2016 y lo que va de 2017 o una reseña nueva que se comunique en ese momento.

➽ El período de inscripción en estos Premios se extiende desde el 21 de abril de 2017 hasta  el 14 de mayo de 2017 a las 23:59 h (hora peninsular española).


➽ Los premios consisten en 380 libros, 5 ejemplares de cada uno de los títulos que puedes ver en esta lista de premios (http://www.librosyliteratura.es/premios-libros-y-literatura-2016-2017-2.html)
  • Entre todos los participantes en los Premios Libros y Literatura 2016-2017 se sortearán 16 lotes de 20 libros de la lista de premios.
  • Los tres ganadores del concurso de reseñas serán premiados con un lote de 30 libros (primer premio), un lote de 20 libros (segundo premio) y un lote de 10 libros (tercer premio).  También participarán en el sorteo de los lotes de libros.
➽ El jurado lo forman miembros del equipo de Libros y Literatura que hará una primera selección, y un jurado experto e independiente formado por escritores y editores elegirá las tres mejores reseñas. 


➽ El fallo se publicará el 11 de junio de 2017.
(Bases completas de estos premios pueden –y deben- consultarse en http://bit.ly/premioslyl)

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➤ Yo participo en ambas modalidades. En el Sorteo de Libros a través de este post y en el Concurso de Reseñas presentando la titulada "Un abogado rebelde" de John Grisham. Tal reseña la publiqué en noviembre de 2016. El link para acceder a la misma es el siguiente:
http://bit.ly/2fNEJIZ

"Te vendo un perro" de Juan Pablo Villalobos

11 comentarios:
Parodia, metaliteratura, posmodernismo, carnavalismo bajtiniano, la "Teoría estética" de Adorno, teóricos de la recepción como Wolgang Iser, la utilidad de los textos, la postverdad, la vida real, la novela mexicana, los pintores muralistas mexicanos con Diego Rivera a la cabeza, los revolucionarios mexicanos que yacen bajo tierra, los perros -sí, muchos perros-; las siglas -sí, también muchas siglas de significados sorpresivos-..., y el humor -mucho, muchísimo humor-. Todo esto, y más, es lo que se puede degustar leyendo esta novela del mexicano Juan Pablo Villalobos.

Fiesta en la madriguera, Premio Herralde

El escritor
Juan Pablo Villalobos (Guadalajara, 1973 - ) es un escritor y empresario mexicano. Hasta la fecha ha escrito cinco libros:
·         Fiesta en la madriguera, 2010.
·         Quesadillas, 2012.
·         Si viviéramos en un lugar normal, 2012
·         Te vendo un perro, 2015.
·         No voy a pedirle a nadie que me crea, 2016, premio Herralde.

La novela que he leído es, pues, la cuarta de sus publicaciones.

La reseña
muralistas mexicanos, Arte mexicano, Revolución mexicanaTeo de setenta y ocho años es nuevo en el edificio. En cuanto llega, Francesca le invita a incorporarse a la Tertulia Literaria que el resto de inquilinos, ancianos todos ellos, mantienen y de la que ella es coordinadora y directora. Teo se excusa pero Francesca le insta a integrarse en el grupo aduciendo la condición de novelista de Teo, algo que él niega sistemáticamente.

A Teo sólo le mueven las cervezas que diariamente se toma y que debe de espaciar a fin de procurar que sus escasos recursos le cubran su adicción durante todo el mes. También Teo siente deseos sexuales que ya dada su edad no sabe bien si son reales o reminiscencias del Teo joven que un día fue. El objeto de sus filias actuales es Yuliet, la verdulera revolucionaria; igual que antaño, cuando joven, bebía los vientos por Hilaria (conocida como Marilín en el mundo artístico) y ansiaba entrar en la casa de Diego Rivera donde ella trabajaba de modelo. Ambas, Yuliet y Marilín, le aplazan el deseado ayuntamiento con argumentos diversos que dilatan y eternizan en el tiempo sus ansias:
➽“-No vamos a echar a perder la Revolución por un acostón” [dice ella]
-¿No era al revés, Yuliet?
-¿Cómo al revés?
- Que no vale la pena echar a perder un acostón por la Revolución
” [le dice Teo.]
➽"Finalmente se abría la puerta [de la casa de Diego Rivera] y Marilín atravesaba el umbral que la devolvía a la calle, al tranvía y a mis preguntas:
-¿Qué hiciste?
-Ya lo sabes. Posar.
-¿Desnuda?
-¿Tú qué crees? ¿Te pones caliente, Teo?
-¿Me vas a dejar dibujarte?
-Mañana.
"
Los dos Teo, el joven y el actual, topan durante su existencia con un variopinto grupo de seres que le irán marcando y de los que aprende al tiempo que se defiende. Durante su juventud entre los artistas mexicanos reunidos en torno a la figura del pintor Diego Rivera se encontraba otro menos famoso pero que a Teo le influirá más: es Manuel González Serrano, el Hechicero. Y en la edad adulta será con Willen, misionero mormón, con quien a través de sus diálogos interminables de los miércoles hablará de Juan O'Gorman, arquitecto y pintor mexicano que se suicidó en 1982 al no poder superar el de Frida Kalho acaecido en 1954. También con Güilen (Willen) hablará de la gratuidad e inutilidad del Arte, aunque siempre el mormón mantendrá que los textos (él siempre va con la Biblia bajo el brazo, al igual que Teo todo lo apoya en la "Teoría estética" de Adorno) tienen una gran utilidad. Este pragmatismo textual se evidencia cuando los dos emprenden su particular lucha contra las cucarachas que invaden la casa de Teo armados “Él, con la Biblia. Yo, con la Teoría estética”. 

Si algo caracteriza el estilo de esta novela es la mezcolanza de géneros novelescos, su hibridación. Todo en ella es parodia de diferentes tipos de novelas: Hay thriller en la lucha sorda entre Francesca y Teo que incluye el robo de materiales literarios (el "Palinuro en México" de Fernando del Paso que están leyendo en la Tertulia y las "Notas de Literatura" de Theodor Adorno. Ambos títulos alcanzan las 700 páginas cada uno de ellos), así como sigilosas violaciones de domicilo; ensayo en las disquisiciones sobre el Arte, en especial sobre Literatura, y también  sobre Religión; novela de aprendizaje en el desarrollo del Teo adolescente, de su hermana y su integración en el mundo laboral... [“Mi hermana y yo nos habíamos convertido en adultos, pero mamá no había dejado de ser mamá y sólo dejaría de serlo si la convertíamos en abuela, cosa que nunca sucedió”]; costumbrismo en la huída del padre de Teo del domicilio familiar; realismo mágico en la presentación de la realidad mexicana tantas veces inverosímil pero cierta; novela sentimental en los escarceos e inclinaciones amatorias del joven Teo...

También es esencial en este relato la presencia del Humor. Es un humor que arrampla con todo, que no se detiene ante nada, un humor irreverente que sirve para poner en solfa los fundamentos de la sociedad mexicana: en el mundo artístico, los popes del muralismo mexicano con Diego Rivera y Frida Kalho a la cabeza, pero también a los que abjurando de la figuración optaron por la abstracción. De ahí que el padre de Teo, pintor frustrado como él, en un momento dado reconsidere planteamientos anteriores y diga que a su muerte 
"ya no quiero que me incineren y mezclen mis cenizas con pintura, No quiero pasar a la posteridad en una manifestación anacrónica. Quiero que usen mi cuerpo en una performance. Dáselo a Jodorowsky a ver qué se le ocurre. [...] o a Felipe Ehrenberg [...] Si no es a Felipe dáselo a alguno de los grupos que hacen happening, hay un montón, pero antes investiga bien, no quiero acabar en una fumada frívola" (p. 186)
y en el mundo político, las humoradas referidas a los revolucionarios mexicanos:
"El suelo de la explanada del Monumento a la Revolución se estaba agrietando. [...] Eran los bigotes de los revolucionarios, que  no habían parado de crecer y se habían enredado en el sistema del alcantarillado. La culpa era de Villa y de Cárdenas, Madero, Calles y Carranza, absueltos" (p. 129)
Aspecto más que interesante de esta novela es el producto metaliterario que en realidad es. Estamos ante una novela haciéndose; una novela que no es novela y, precisamente, por no serlo tiene todas las papeletas de que al final lo acabe siendo. Una novela anárquica pero en realidad realizada bajo postulados muy ortodoxos. En especial postulados de Theodor Adorno cuya "Teoría estética" y sus "Notas de literatura" marcan la idiosincracia del texto; y de la Teoría de la Recepción de Wolgang Iser. Dos o tres frases, presentes en la novela, están sacadas de estos autores y sirven para marcar la estructura y forma de la narración:
➽“Un tono solemne condenaría al ridículo a las obras de arte, igual que el ademán de poder y magnificencia” ("Teoría estética", T. Adorno)
➽"Un análisis de la Hª literaria muestra el traslado de los espacios vacíos como elemento de economía narrativa o como productores de tensión y suspense -caracterizados en la figura de la elipsis- a su papel central en la literatura moderna" (Teoría de la Recepción, W. Iser)
Teoría de la recepción, Notas de Literatura, Teoría estética

 Pero la genialidad de esta novela de Juan Pablo Villalobos es que aspectos tan interesantes literariamente hablando como los anteriores los formula en texto, como casi todo lo referido a metaliteratura y tantas otras cosas, de manera paródica:
➽“Me acabó explicando, cuando yo, para variar, ya me había distraído, una manera de narrar, denominada 'estilo  indirecto libre', momento en el que yo ya no supe si estábamos hablando de literatura o de natación”.
➽[Francesca me]  “decía que a mis personajes les faltaba profundidad, como si fueran agujeros. Y que mi estilo necesitaba más textura, como si estuviera comprando telas para cortinas”.
 También conviene pararse y considerar la razón del título, "Te vendo un perro". Dejando a un lado la que va unida a la historia relatada: un joven con pretensiones de artista que ha de hacerse taquero por culpa de la supervivencia, y las leyendas urbanas unidas a estos vendedores, la imagen del perro/perros funciona en el texto como una clara metáfora animalesca propia del mundo carnavalesco, una de las tendencias literarias que se muestran en esta novela. El siguiente fragmento creo que es explicativo por sí mismo:
Los perros no importan. Los perros no importa que sean perros. Son perros porque sí, pero podrían ser cualquier otra cosa que sirviera como símbolo de la crueldad de la vida. Si no hubiera perros serían ratas o conejos”.
-Los perros son perros porque eso fue lo que pasó, los perros importan porque ésa es la realidad.- 'La realidad no importa'” (p. 182)
O sea que el autor nos está proponiendo una historia que toca la realidad pero sin importarle ésta. Estamos ante una realidad pero pasada por el filtro de la creación artística que  la transforma y convierte en otra cosa. El mismo escritor en entrevista concedida a la revista "Quimera" a propósito de su anterior novela, "Si viviéramos en un lugar normal" (2012), declaraba lo siguiente, que es totalmente aplicable a nuestra novela:
 "Un narrador, sea un niño o lo que sea, por más aspiraciones de “verosimilitud” que tenga, siempre es y debe ser literario. Esto es literatura y no tiene nada que ver con la realidad. Hay que trascender la realidad "
 Toda esta explicación sobre la realidad en literatura puede hacer pensar en una novela pesada y aburrida. Para nada. El escritor mexicano afincado en Barcelona envuelve tan profundas reflexiones en el vistoso y entretenido papel del tono humorístico -¡siguiendo los dictados de Adorno, sin duda alguna!-. Así cuando decide dar clases de teoría literaria a un personaje al que llamaban Cabeza de Papaya le pide a otro llamado Mao:

-Tráeme todo lo que puedas de teoría literaria.
- ¡Estructuralismo, hermenéutica, semiótica, teoría de la recepción? 
- Lo que sea, entre más mafufo { Fuera de la realidad, ilógico} mejor” 

Una novela y un novelista muy mexicanos. En cuanto a manejo de la lengua, si algo destaca en este relato es el apego a la lengua viva mexicana. El asunto que se trata igual que los personajes que toman parte en él son mexicanos por los cuatro costados. Y este mexicanismo queda patente -en especial para un español como yo- en el vocabulario lleno de términos vivos y muy coloquiales por allá:

Revolucionarios mexicanos, Pancho Villa, Emiliano Zapata
tianguis’ (Mercadillo), ‘Achichincles’ (Adulador, sumiso), Sábanas ‘percudidas’ (sábanas tan sucias que ya es imposible ponerlas completamente limpias aunque se laven), ‘Jitomatiza’ (Tomatina, pelea con jitomates [tomates]), ‘rascuaches’ (Pobre, miserable, de baja calidad), ‘merolico’: (Persona que es muy habladora. Vendedor callejero), ‘escuincle’ (Persona que está en el período de la niñez), ‘piloncillo’ [‘vender piloncillo’] (Azúcar moreno que se comercializa en forma de cono truncado), ‘gis’  (Arcilla blanca o de diversos colores que, en forma de barrita, se usa para escribir en los pizarrones), ‘mica’ (Sentidos diversos según el país [camisa, bacinilla, cosa, fiesta…])‘palapa’ (vivienda al aire libre con techo formado con palmas secas y soportes de madera de palma), ‘caguama’ (tortuga. Por extensión botella de cerveza), ‘cholla’ (tipo de cactus mexicano), ‘botana’ (Tapa), ‘alebrestar’ (Alborotar(se)), ‘chambear’ (Trabajar), La ‘cruda’ (Resaca), etc. 

Final
Durante la entretenida lectura de "Te vendo un perro" constantemente venían a mi cabeza las novelas escritas por Enrique Vila-Matas [leer aquí la reseña que hice en el blog sobre una de sus novelas]. No porque sean iguales, para nada, sino por esa mezcla realizada entre el hoy y el ayer, esa interacción entre personajes reales (históricos, al menos) y los puramente ficticios, el tono ensayístico que adquiere el relato en algunos momentos y también, claro, por qué no, ese humor tan iconoclasta con el que se lleva por delante todo lo que se pone ante él por muy reconocido oficialmente que sea éste.

Es principalmente en el juego realidad-ficción y en la hibridez de géneros que se percibe en esta novela en lo que, en mi opinión, estriba la semejanza con la literatura de Vila-Matas quien en sus novelas fusiona con sorprendentes resultados la novela, la crónica, el libro de viajes, el diario, el ensayo y la crítica literaria. En el fondo y en la forma, esto es lo que se conoce con el nombre de posmodernismo. Ahí es donde encontramos a este joven escritor mexicano.

¿Lo conocíais? ¿Habéis leído algo de él? 

25 abr 2017

"Reflexiones" es el nombre de mi otro blog

14 comentarios:
Un brevísimo post para comunicar el nombre, su finalidad y el porqué de abrir un segundo blog. 

Tenía en wordpress, desde hace ya varios años, un blog inoperativo. Lo utilizaba para poder comunicar mejor con otros blogueros wordpress; pero en tres años no había publicado nada en él.
Hace unos días decidí sacarlo a la luz. Lo primero que hice, naturalmente, fue darle un nombre:
"Reflexiones" lo he llamado; sí, ya sé que no es muy original pero es el que en mi opinión mejor identifica el destino que pienso darle y que explico en la primera entrada que escribí hace mucho tiempo ya, aunque sea de hace nada cuando la di a conocer: "en él ensayaré asuntos informáticos y expresaré opiniones de diversa índole (no literarias, fundamentalmente)."

Pues dicho y hecho. A esa primera entrada, descriptiva de la finalidad del blog, le ha seguido, hace muy pocos días, otra perteneciente a mi entorno profesional, sobre un hecho luctuoso en principio pero hermoso, ameno y agradable en su realización. Si queréis acceder al post, aquí os dejo el enlace.

No quisiera mezclar churras con merinas y al igual que hacen muchos de mis amig@s bloguer@s dedicaré cada uno de mis blogs a cosas distintas. Éste en el que estamos seguirá fiel a la descripción que luce en su cabecera: 
 "Blog sobre literatura (novela, poesía, teatro), cine y música que me gusta"
Salamanca, El blog de Juan Carlos, ReflexionesEl otro blog, "Reflexiones", que podría decirse que aún está en construcción (le faltan muchísimas cosas: una cabecera más de mi gusto, menú de páginas, widgets y gadgets diversos, activar plugins adecuadamente, etc.), lo dedicaré a lo ya señalado en la primera de sus entradas [ver aquí] y, además, a los escritos personales que poco a poco, por qué no, decida ir dando conocer.

A fin de que ambos blogs estén debidamente comunicados he colocado en cada uno de ellos, respectivamente, una página con el nombre del otro: "Reflexiones", en éste; "El blog de Juan Carlos" en el nuevo.

Un abrazo a todos

23 abr 2017

Mis recomendaciones literarias para el Día del Libro

12 comentarios:
Día del Libro, 23 de abril
Dibujo realizado por Gonzalo Martín "Taquen"  

El 23 de Abril se celebra el Día del Libro. Eso lo sabemos todos: Un 23 de abril de 1616 murió Cervantes y el mismo o semejante día del mismo año le sucedió otro tanto a Shakespeare. Es por esto que este día se celebra a la Literatura escrita en dos lenguas importantísimas en el mundo: el inglés y el español.

Yo, desde este humilde rincón, quiero contribuir al homenaje cervantino con algunas recomendaciones de lecturas -¡'literarias'!- contrastadas personalmente. Elijo solamente 10 títulos, cinco de autores contemporáneos o de libros aparecidos recientemente, y otros cinco de autores considerados por todos ya como clásicos. Son las siguientes:

➤ Autores contemporáneos


Recomendaciones literarias

➤ Autores considerados ya clásicos

20 abr 2017

Marguerite Duras: "El amante"

15 comentarios:
«Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. A los dieciocho años ya era demasiado tarde. Entre los dieciocho y los veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto. A los dieciocho años envejecí (…). Ese envejecimiento fue brutal (…). Tengo un rostro lacerado por arrugas secas, la piel resquebrajada. No se ha deshecho como algunos rostros de rasgos finos, ha conservado los mismos contornos, pero la materia está destruida. Tengo un rostro destruido. Diré más, tengo quince años y medio» (“El amante”, M. Duras)


Marguerite Duras, la autora. 
Tras leer "El motel del voyeur" de Gay Talese cayó en mis manos, por puro azar, un librito de la francesa Marguerite Duras titulado "El amante". De esta escritora, -nacida en Gia Dinh, cerca de Saigón, Vietnam, el 4 de abril de 1914-, sabía yo dos cosas: una, que siempre se la citaba como representante cualificada de la tendencia narrativa "Nouveau roman", corriente literaria y autora de las que yo guardaba buen recuerdo tras haber leído hacía ya bastantes años una de sus novelas titulada "Un dique contra el Pacífico"; la segunda cosa era que Duras había participado como guionista en el bellísimo film "Hiroshima, mon amour" que en 1960 dirigiera Alain Resnais. Yo había visto la película y había leído el guión, y guardaba un recuerdo fantástico de ambos.

El "nouveau roman"
Muchos años han pasado de esas lecturas y de mi cierta admiración por el movimiento "Nouveau Roman" que periclitó hará por lo menos una treintena de años, como poco. Esta tendencia narrativa iba contra la novela tradicional decimonónica tipo Balzac basada en el binomio espacio-tiempo (cronotopo). Los integrantes de ese movimiento renovador -francés fundamentalmente- de la novela querían adelgazar la anécdota y mostrar objetivamente ('objetivismo' o 'behaviorismo' son denominaciones que, entre otras, se le aplican) algo en un presente sin evolución temporal. No están por mostrar la aventura del personaje sino más bien la "aventura de la escritura", una búsqueda sin finalidad, una exploración del subconsciente, en la cual el asunto, los personajes, la intriga y las situaciones se diluyen. 

Lo anterior no era algo de obligado cumplimiento, sino que cada autor (Alain Robbe-Grillet, Michel Butor, Marguerite DurasNathalie Sarraute, Robert Pinget, Claude Simon entre otros) construía las novelas a su modo, acogidos todos ellos, eso sí, dentro de un evidente experimentalismo. La editorial francesa, Editions de Minuit, los lanzó en una clara operación comercial. Para entender este movimiento hay que echar mano del libro que en 1963 publicó Robbe-Grillet, "Por una nueva novela" ('Pour un nouveau roman'), una recopilación de artículos suyos escritos entre 1953 y 1963, en los que intentó aclarar en qué consistía ese movimiento que un crítico francés en 1957 había denominado así. Muy interesante es destacar que el escritor francés se opone a la consideración de antinovelas y de falta de anécdota en esas novelas diciendo que no se podía obviar que "Claude Simon venía de Faulkner, Michel Butor de Joyce y él mismo de Kafka". Según él "Proust y Kafka estaban llenos de historias. No es la anécdota lo que falta, sino su carácter de certeza, de tranquilidad, su inocencia.

El amante” de Marguerite Duras 

El librito en cuestión que he leído apenas tiene 150 páginas. La edición que he manejado, la del Círculo de Lectores, reproduce fielmente la que la editorial Tusquets sacó en 1984, el mismo año que editions de Minuit la publicó en Francia. El texto viene precedido de una magnífica introducción de Rafael Conte, cualificado crítico literario que dejó, hasta el momento de su muerte en 2009, muestras de su sabiduría literaria en las colaboraciones, reseñas y artículos publicados en revistas y diarios españoles de importancia (ABC, El País, Informaciones, Papeles de  Iria Flavia, Cuenta y Razón....). 

En esa introducción, Conte cuenta la peripecia vital de la escritora nacida en la colonia francesa de Indochina (futuro Vietnam); este hecho condicionó toda su escritura, que en cierta manera es una vuelta constante a los años en que vivió allá. Fueron años muy intensos, personal y familiarmente, que pese a finalizar en 1933, cuando Marguerite retornó definitivamente a la metrópoli, siempre los recordaría y formarían parte de no pocas de sus obras literarias. "El amante" es, quizás, junto a su tercera novela, "Un dique contra el Pacífico",donde más referencias auténticas a su vida aparecen, el texto más autobiográfico de toda su Obra. En "El amante", a diferencia de en "Un dique contra el Pacífico", no estamos ya ante una novela perteneciente al 'nouveau roman'; aquí la anécdota si que tiene importancia y aunque, evidentemente, hay recursos técnicos que cabe adscribir al 'objetivismo' , más se debe hablar de asumido experimentalismo que de otra cosa. 

La novela se construye a base de secuencias de distinta longuitud que contienen reflexiones, pensamientos, evocaciones. Nacen las mismas de imágenes (fotografías) que la escritora, cincuenta años después de haber dejado Indochina, contempla. Estas fotografías hacen surgir en su mente los momentos, también los anteriores y posteriores, contenidos en esas imágenes.  Aunque hay un aparente, e intencionado, desorden constructivo, dada la rapidez con que se efectúa la lectura, toda la anécdota se yergue magnífica en nuestra cabeza.

La historia es simple: Una mujer entrada ya en la ancianidad evoca a través de la contemplación de unas imágenes la historia de amor vivida entre ella, una muchacha de sólo quince años, y un joven y rico comerciante chino de Cholen de unos treinta años de edad.

La atracción física que ambos experimentan en el caso de la chica está contaminada (quizás sea sólo un a modo de disculpa personal) de una cierta necesidad material. Su madre, directora de la escuela femenina de Sadec, se ha arruinado al emprender una empresa que tenía más de ensueño que otra cosa: sacar adelante unos arrozales en una zona pantanosa en la que había empeñado todo el caudal familiar. La empresa es inviable pues cada seis meses las tierras son devastadas al quedar anegadas por el Océano Pacífico. Este asunto es el que se presentaba más pormenorizadamente en "Un dique contra el Pacífico" de la que, como ya he dicho, "El amante" viene a ser una especie de continuación.

"El amante", prostitución, IndochinaAsí pues, la relación amorosa entre ambos nace ya algo viciada de origen por esto. Pero, además, ambos amantes son conscientes del poco futuro de la misma por varias razones. En primer lugar, ella es una menor y el hombre que la ha seducido -o al revés, porque la seducción es mutua- puede verse abocado a la cárcel acusado de perversión y corrupción de menores ("Nuestro amor podía llevarnos a la cárcel", reflexiona la autora desde la altura de sus años). En segundo lugar, y no menos importante, este amor entre una blanca y un chino, contraviene las normas raciales presentes en la Colonia. Tanto él, obligado por su padre a contraer matrimonio con una mujer china ya seleccionada, como ella, mujer blanca, francesa, de la metrópoli de donde es toda su familia, saben que su amor es imposible. Sólo les queda por ello entregarse al disfrute presente de su relación. Una relación que en el caso de ella, su familia "da por sentado que no le amo, que estoy con él por dinero, que no puedo amarle, que es imposible, que podría soportarlo todo de mí sin llegar a hartarse de ese amor. Eso ocurre porque es chino, porque no es blanco." (pág. 70). Por ello ella se ve a sí misma desde un primer  momento como "la putita blanca del puerto de Sadec" e intentará que su familia no se entere. No obstante su familia no hace ascos al dinero del chino de Cholen y tanto su madre como sus dos hermanos estrujan al rico comerciante todo lo que pueden. En el fondo ellos son corresponsables de la prostitución de la hija y hermana que tanto dicen lamentar.

Sin embargo ella no se considera tal cosa. Ella experimenta junto a su amante chino unos momentos intensos jamás conocidos. Ella se ha entregado a él movida, inexplicablemente, por esos interminables avisos de la madre contra el acto en el que inevitablemente, casi mágicamente, caerá como ya antes le ocurrió también a la madre. Una madre que lejos de apartar a la hija del mal que ella denunciaba la disculpa delante de las encargadas de su educación cuando no aparece por clase o llega tarde, o no llega, al pensionado donde reside durante el periodo escolar. La madre, en un ejercicio de perversa estulticia o de inexcusable miopía, dice a la directora del internado que la dejen libre ya que "estando libre trabajaba bien en el instituto y que lo que le había sucedido con sus hijos era tan terrible, tan grave, que los estudios de la pequeña eran la única esperanza que le quedaba" (pág. 96)

Ambos, el chino y la chica blanca, se aman con una pasión desbordada. Los momentos amorosos son descritos por la Duras con un vocabulario hermoso, poético, lleno de lirismo y portador de un erotismo subido, excelso, cierto. No estamos ante la presentación del mero mecanismo material de la relación sexual (pornografía) sino ante la entrega sincera de dos amantes transportados por su deseo y su realización fuera del mundo ruidoso y lleno de normas absurdas que les rodean:
"El ruido de la ciudad resulta tan próximo, tan cercano, que se oye su roce contra la madera de la persiana. Se oye como si atravesaran la habitación. Acaricio su cuerpo en ese ruido, en ese paso. El mar, la inmensidad que se recoge, se aleja, vuelve.Le había pedido que lo hiciera otra vez y otra. Que me lo hiciera. Lo había hecho. Y, en efecto, había sido hasta morir. Y ha sido para morirse." (pág. 60)
Si algo destaca por encima de cualquier otra consideración es la belleza del lenguaje utilizado. Al tratarse de una traducción el mérito cabe atribuirlo al responsable de la misma; responsabilidad que recae en una escritora en prosa y verso, Ana María Moix, cuya obra en castellano y catalán destaca por la poeticidad de sus textos. El lirismo que destila la prosa de la Duras en la versión española debe mucho a la segura fidelidad con que Ana María ha vertido al español el texto francés.

 Poeticidad absoluta. El lirismo, la poesía baña toda la prosa de Marguerite Duras. Lo mismo cuando describe un lugar:
"En las avenidas del patio las sombras de los manzanos caneleros son de tinta china. El jardín está totalmente petrificado en una inmovilidad de mármol. La casa, igual, monumental, fúnebre. Y mi hermano menor que caminaba a mi lado y que ahora mira con insistencia hacia el pórtico abierto a la avenida desierta" (p. 111)
 que cuando piensa en sexo. Tanto si es hetero como si su pensamiento deriva hacia el lésbico en esa duda propia de la adolescencia de la que la chica de 15 años está intentando salir, buscar su propia definición sexual. Es lo que le acaece respecto a su compañera de pensionado Helène L. Legonelle, bella chica de 17 años que le ocupa sus sueños en los que desea tocarla, matarla, compartirla con él:
"Mi deseo de Helène Legonelle me extenúa. Mi deseo me extenúa.Quiero llevarme a Helène Legonelle, allí donde cada tarde, con los ojos entrecerrados, me hago dar el placer que hace gritar" (pág. 100)
Tony Leung Ka Fai, Jane March, Jean-Jacques Annaud
El momento en que ella fantasea con Helène haciendo el amor con su amante chino me ha hecho recordar una de las observaciones realizadas por Gerald Foos, el Voyeur de la novela de Gay Talese, "El motel del voyeur" [leer reseña aquí], en la que un marido acude al motel junto a su esposa y un gigoló para verles hacer el amor. Hay una diferencia radical entre ambas 'observaciones': mientras el marido de Talese persigue un fin meramente práctico, vencer su impotencia, la narradora de "El amante" sólo desea, en prueba absoluta de su amor a Helène, compartir con ella lo más valioso que en ese momento tiene, el amante chino.

Estilo
Todo, -asunto principal y otros secundarios, aunque no intrascendentes, que cito en el punto siguiente-, es presentado en un ordenado desorden, en una especie de puzzle de secuencias que se van completando unas a otras en un avance y retroceso a partir de las fotografías que la anciana de setenta años tiene en sus manos. La escritora-narradora juega con las imágenes de momentos y de personas que, al explicar lo que ocurrió o anticipar lo por venir, sumergen al texto en un ambiente mágico, casi irreal, pero muy, muy verosímil, muy auténtico a pesar de ello. Las fotografías que contempla en desorden provocan en su mente el recuerdo del pasado (flash-back) al que acude con imágenes recordadas cual destellos rápidos y momentáneos.

Estas evocaciones de momentos, lugares, personas y situaciones las plasma en el escrito a través de magníficas enumeraciones parcas en adjetivos que conforman descripciones impresionistas bellísimas.
"Nunca más haré el viaje en el autocar destinado a los indígenas. En lo sucesivo tendré a mi disposición una limusina para ir al instituto y para devolverme al pensionado. Cenaré en los locales más elegantes de la ciudad. Y seguiré ahí, lamentándome de todo lo que haga, de todo lo que tome, tanto de lo bueno como lo malo, el autocar, el chófer del autocar con quien me reía, las viejas mascadoras de tabaco de betel en los asientos traseros, los niños en elportaequipaje, la familia de Sadec, el horror de la familia de Sadec, su silencio genial." (pág. 48)
El narrador juega unas veces al distanciamiento objetivista, externo, lejano al hecho, propio de quien está explicando unas viejas fotografías:
"Chino. Pertenece a esa minoría financiera de origen chino que posee toda la inmobiliaria popular de la colonia. Él es quioen aquel día cruzaba el Mekong en dirección a Saigón." (pág. 47).
y otras veces, de manera casi imperceptible la autora-narradora-de-70-años-de-edad utiliza la 1ª persona narrativa y se transforma mágicamente en esa niña de 15 años y medio que durante un año y medio vivió una tórrida historia de amor que se sabía no tenía más alcance que el presente mismo.

En una escritora que proviene del "nouveau roman" y que ha escrito más de un guión cinematográfico no sorprende que introduzca en la propia narración novelesca recursos propios del teatro usados por los guionistas de cine como son la manera de introducir a veces los parlamentos de los personajes, y también las acotaciones propias del género dramático:
"Esperó mucho tiempo antes de volver a hablarme, después lo hizo, con mucho amor: ¿sabes que se ha acabado, que nunca podrás casarte aquí, en la colonia? Me encojo de hombros, río. Digo: puedo cassarme en todas partes cuando quiera. Mi madre hace un gesto negativo. No. Dice: aquí todo se sabe, aquí ya no podrás. Me mira y dice cosas inolvidables: ¿les gustas? Respondo: eso es, les gusto a pesar de todo. Entonces, dice: les gustas también porque tú eres tú." (pág. 125)
La relación entre los dos amantes es presentada, a veces, de manera muy objetivista, muy distanciada. Creo que esto no sólo es un tributo al 'nouveau roman' sino además la manera característica de los orientales de mostrar el sentimiento afectivo.

En la vorágine de recuerdos y evocaciones que es esta novela se percibe la imbricación de unas narraciones dentro de otras si bien nunca abandonando la principal. Esta 'mise en abîme' (así se denomina a este procedimiento narrativo) se utiliza como aportación de ejemplos prácticos que sirven para explicar mejor lo que sucederá a la historia principal. Una clara muestra es la historia entre la Dama de Savannakhet que mantiene una relación con un hombre mientras su marido está lejos, destinado en Vinhlong. La historia no tiene futuro y acaba trágicamente.

Otros asuntos
Muchos otros asuntos de ese mundo exterior que ellos olvidan recluidos en su nido de amor se cuelan en la narración: 
  • El colonialismo. La enorme distancia a la que se encuentra la metrópoli y el escaso interés que muestra por la colonia ("Francia existía en los paquebotes de línea que unían la metrópoli con Saigón donde hacían una escala de ocho días", p. 144)
  • El racismo ya citado al hablar del amor imposible en la Colonia entre una mujer blanca y un hombre chino.
  • La vida parisina se hace patente en la novela cuando la escritora de 70 años tiene en sus manos fotografías de personas, normalmente mujeres ("El recuerdo de los hombres nunca surge con esa deslumbrante luminosidad que acompaña al de las mujeres", p. 90) que le hacen evocar la vida en París durante los años de la ocupación ("Colaboracionistas, los Fernández. Y yo, dos años después de la guerra, miembro del P.C.F. [...] También ella, Betty Fernández, contemplaba Parós, las plazas de catleyas en flor como esa otra mujer, Marie-Claude Carpenter. También tenían en común esos días de recepción", p. 94)
  • El alcoholismo. Fue la auténtica bicha de Marguerite Duras. Al poco de iniciada la novela leemos los siguiente: "Ahora comprendo que muy joven, a los dieciocho, a los quince años, tenía ese rostro premonitorio del que se me puso luego con el alcohol, a la mitad de mi vida. El alcohol suplió la función que no tuvo Dios, también tuvo la de matarme, la de matar. Ese rostro del alcohol llegó antes que el alcohol", p. 14). Hay que decir que "El amante" es la primera novela escrita una vez que salió de la dependencia alcohólica tras una dura cura de desintoxicación etílica.
  • El mundo familiar. Las fotografías que contempla le muestran en su mente imágenes familiares: Su hermano pequeño muerto tempranamente de bronconeumonía; la madre, recluída en un falso castillo Luis XIV en Loire-et-Cher, enloquecida casi de tanto cuidar al "hijo mayor que no sabe, él, ese niño de casi cincuenta años, ganar dinero" (p. 41). Cuando escribe esta narración los tres están muertos: "No sé si los quise. Los abandoné. Ya no oigo la risa, ni la risa ni los gritos. Se acabó, ya no lo recuerdo. Por eso ahora escribo tan fácilmente sobre ella, tan largo, tan tendido, se ha convertido en escritura corriente"
  • El deseo, por encima del amor. el deseo que empuja a hacer algo que cuando se realiza no deja del todo satisfecho, que se retroalimenta a sí mismo en forma de una cierta adicción.
  • El dinero y su poder omnímodo. Su tenencia o no está constantemente presente no sólo entre los propios protagonistas, sino también en la relación con la familia de ella. Entre tanto disfrute físico el dinero y la dualidad carencia-tenencia del mismo se presenta a modo de paréntesis.

La película
Películas eróticas, sexo, sensualidad, oriente
En 1991 Jean-Jacques Annaud firma la adaptación al cine de la novela de 1984. Uno de los grandes aciertos del filme es la elección de los actores. Tony Leung Ka Fai, entre impasible y nervioso al verse seducido, y Jane March, una combinación de sensualidad y frialdad impresionante, sabedora de su poder.


Quizás la diferencia con la novela estriba exclusivamente en lo que distingue específicamente estos dos formatos: la imagen y la palabra. Las descripciones cargadas de lirismo y poeticidad se convierten en la sala oscura en visualizaciones muy sensuales. Tanto el sofocante ambiente de Saigón en pleno verano como esos encuentros amorosos de la pareja están fuertemente cargados de erotismo. Yo diría que hay más carga erótica en el film que en la novela, sin carecer ésta de ella.

La escritora quedó muy descontenta de la adaptación fílmica realizada.

Final
No se me ocurre mejor manera de cerrar la reseña de tan hermosa novela que echar mano de las atinadas palabras que Rafael Conte deja en su magnífica introducción a esta joya de la narrativa francesa. Un clásico imprescindible.
"Se trata, en realidad, de la historia de un aprendizaje, de una fábula donde un personaje de mujer -de una mujer que empieza a serlo- recorre un camino iniciático, un sendero donde amor y pecado se confunden minuciosa y exasperadamente para acceder al estadio final de una femineidad profunda, completa y que desafía al mundo" (Rafael Conte, Introducción a "El amante", pág, XXI)

16 abr 2017

"El motel del voyeur": Gay Talese hace memoria

5 comentarios:
”Los medios de comunicación son los mirones de la actualidad, y el mayor mirón de todos es el gobierno de los Estados Unidos, que controla nuestras vidas cotidianas a través del uso de cámaras de seguridad, internet, nuestras tarjetas de crédito, nuestras cuentas bancarias, nuestros teléfonos móviles, nuestros i-Phones, la información del GPS, nuestros billetes de avión, las escuchas telefónicas y todo lo demás.” (Gay Talese, ‘El motel del voyeur’)

Novela de No-ficción, Nuevo Periodismo

El autor 
Nació el 7 de febrero de 1932 en la pequeña isla de Ocean City, Nueva Jersey, una ciudad turística al sur de Atlantic City. Hijo de  italianos, Joseph Talese y Catherine De Paolo, que emigraron a Estados Unidos en el año 1922.

Estudió periodismo en la Universidad de Alabama tras no haber sido admitido en muchas otras. Desde los quince años escribía en el diario local las crónicas de su equipo de beisbol. El salto a la literatura le vino dado por el éxito que algunos reportajes suyos sobre gente sin historia (vigilantes nocturnos, porteros de hoteles, chóferes, transeúntes solitarios...) tuvieron entre los lectores de The New York Times donde desde 1956 escribía. Estos relatos los agrupó y publicó en 1961. 

A partir de este momento hace libros resultado de una profunda y larga investigación sobre asuntos de la realidad, muy controvertidos algunos de ellos. Quizás el aparecido en 1981, "La mujer de tu prójimo" [“The Neighbor's Wife” ], sobre la infidelidad y el sida, en el que reflexiona sobre la sexualidad en Estados Unidos, -en "El motel del voyeur" esta novela marca el inicio de la relación entre el escritor y el dueño del motel "La Riviera" en Aurora, Denver-, supuso el salto a la fama del escritor. Diez años antes había escrito "Honrarás a tu padre" [“Honor The Father”] que pasó más o menos inadvertida hasta que en 1999 David Chase la adaptó para televisión realizando "Los Soprano", una serie de culto que estuvo en antena durante seis temporadas.

Está considerado uno de los más cualificados representantes del Nuevo Periodismo y/o la Novela de No-ficción que habitualmente se considera fue fundado por Truman Capote en 1966 con su novela "A sangre fría". [Sobre esta tendencia literaria escribí en este blog. Pinchar aquí].

"El motel del voyeur"
Gay Talese, el 7 de enero de 1980, recibió una carta de un tal Gerald Foos, dueño de un motel en Aurora, Denver. En ella le decía que, sabedor del estudio que sobre el comportamiento sexual a lo largo y ancho del país el escritor pensaba incluir en su próximo libro "La mujer de tu prójimo", le gustaría compartir con él información y conocimientos sobre el asunto que cree podría ser de su interés. 

Así fue como el autor norteamericano entró en contacto con ese hombre cuya principal actividad, aparte de la profesional dedicada al mundo de la hostelería, era la de observar a sus huéspedes, sin ellos saberlo, en las habitaciones de su motel. Desde un principio Gay Talese manifestó su oposición al anonimato que Foos parecía exigirle a cambio de utilizar sus materiales de observación consistentes en una serie de diarios y notas tomadas durante las innumerables sesiones de voyeur practicadas desde el desván del motel que, con cuidado, él y su primera esposa, Donna, habían acondicionado para tal fin. Tan sólo, dado el empeño de Foos en ello, Talese se ofreció a leerlos si es que el motelero se los enviaba, pero no haría uso de la información hasta que Foos consintiese en que su nombre saliese a la luz.
"Yo no era un escritor de ficción que se inventara identidades y creara situaciones. Era un escritor de no ficción que no imaginaba nada y que obtenía todo su material hablando con la gente y siguiéndola mientras hacía su vida." (p. 133)
A instancias de Foos, Talese visita en su compañía el desván del motel desde donde observa la actividad de sus huéspedes. Tras ser testigo allí  de la práctica sexual de una pareja y otros comportamientos humanos, el mismo escritor comenta:
 "Para mí, sin las grandes expectativas de presenciar actividad erótica que siente el voyeur, aquello era un tedio interminable, lo que hace una pareja normal en un hotel cada día del año, durante toda la eternidad." (p. 30)
A partir de ese momento y durante varios años, Gerald Foos le hará llegar a Talese partes del manuscrito que contenía sus observaciones. Comenzaban éstas un 18 de noviembre de 1966 y se prolongaban durante casi 30 años, hasta los años 90, concretamente 1995, fecha en que él y su segunda esposa, Anita, decidieron vender los dos moteles que por entonces poseían, el Riviera y el Manor House. El motivo que aduce para tal venta en la carta que en 1996 le envió a Gay Talese era la edad, que ya le impedía disfrutar de sus observaciones, y el declive de estos establecimientos en los 90 debido a la extensión de la permisividad sexual:
"Manor House y otros pequeños moteles habían sido lugares de encuentro tradicionales para múltiples amantes cautelosos, huéspedes «de casquete rápido», intercambios de parejas, homosexuales, parejas interraciales, adúlteros, adúlteras, y otros que preferían encontrarse en lugares donde pudieran ir directamente del coche a la habitación sin tener que pasar por ningún vestíbulo ni utilizar el ascensor" (p. 142)

¿Por qué le interesó Gerald Foos a Gay Talese? La razón no es, en mi opinión, sólo la puramente derivada del voyeurismo ilegal de la actividad íntima de los clientes de su motel, Gay Talese queda profundamente tocado por la moralidad que Foos cree que existe en sus actos a los que sitúa en un nivel, incluso superior, al de las investigaciones de Master & Johnson o el informe Kinsey sobre comportamientos sexuales. Sus observaciones, argumentaba el Voyeur, él las realizaba sin que los protagonistas fuesen conscientes de ser observados, por lo que los datos aportados por ellas siempre serían más creíbles que cuando los humanos se saben conejillos de Indias:
"Tal como él lo veía, no era un simple mirón morboso, sino más bien un investigador pionero cuyos esfuerzos podían equipararse a los de los renombrados sexólogos del Instituto Kinsey o del Instituto Masters & Johnson." (p. 69)
Pero no acababa aquí el interés del autor de la novela, el asunto sube varios grados cuando en uno de los envíos que le llegan Talese lee que Foos fue testigo del asesinato de una mujer a manos de su amante en una de las habitaciones del motel. Habían pasado ya seis años desde que el suceso había ocurrido y el Voyeur no había comunicado nada a la policía; pero tampoco, durante los treinta años transcurridos desde que en 1986 lo supo el novelista, éste dio noticia del mismo. El asunto que se nos plantea -y creo yo que es el que está en la base del interés de este relato- es el de la Moralidad. ¿Obró bien el dueño del Motel guardando silencio sobre lo por él observado? ¿Y Gay Talese? ¿No son cómplices de un asesinato quienes conociéndolo no lo revelan? ¿La espera de 30 años hasta la publicación de la novela no ha buscado otra cosa que la prescripción del delito? 

Las preguntas anteriores son las que cualquier lector se hará cuando lea esta narración que, no lo olvidemos, es un relato de no-ficción. Y aquí es donde saltan a la palestra otra serie de cuestiones no menos interesantes, si bien mucho más de orden literario. Los referidos hechos y el comportamiento durante años de Gerald Foos es conocido por Gay Talese a través de los escritos de éste. Unos escritos que tienen veleidades literarias pues en ellos se percibe una clara voluntad de estilo:
"mi impresión era que se iba distanciando de sí mismo, pasando de un narrador en primera persona a un personaje acerca del que escribía en tercera persona. A veces utilizaba la palabra «yo», otras se refería a sí mismo como «el Voyeur y Gerald», y otras simplemente como «el Voyeur»
Observar cómo el sol se pone sobre las Montañas Rocosas es una especie de ritual para el Voyeur y Gerald. El sol se hunde tras el horizonte y envuelve las montañas en un velo de naranja y rojo." (p. 51) 
 Estamos pues en el terreno de la metaliteratura. Nos encontramos, cual lectores cervantinos, ante la lectura de la lectura de una lectura; o dicho con las palabras de uno de los críticos que aparecen en las solapas de la novela publicitándola: "La fuerza del libro consiste en que Talese nunca juzga a su confidente y nos convierte a nosotros, los lectores, en voyeur del voyeur". Vamos, que como si de una matrioska se tratase, la novela esconde otra novela que, a su vez, incluye otras muchas, eróticas la mayoría y con final terrible, una de ellas.

¿Ficción o Realidad?
Si entramos en terrenos propios de la literatura -como así parece- la veracidad absoluta se tambalea. Surge aquí, pues, otra cuestión de las muchas que el libro suscita: ¿Puede una creación literaria, por mucho apoyo que diga tener en el mundo de lo real, tomarse como testimonio fidedigno? Gay Talese vuelve a colársenos por la gatera cuando pone en duda algunos de los datos proporcionados por el autor del manuscrito (¡qué cervantina esta denominación!):

  • "A lo largo de los años, mientras iba escarbando en la historia de Foos, detecté varias incoherencias —sobre todo en cuestión de fechas— que me llevaron a poner en entredicho su fiabilidad." (p. 154)
  • "—Es el mismo apartamento de la tercera planta entre la Diecisiete y la calle Paris que alquilé hace unos años para mi hijo Mark —dijo Foos. Los documentos demuestran, sin embargo (en otra prueba de la poca fiabilidad de Foos), que Mark Foos en realidad vivió en el 1760 de la calle Paris, a una manzana del apartamento de James Holmes, situado en el 1690 de la misma calle—." (p. 147)
  • "Todo eso [se refiere a los miles de mujeres que desde su puesto de obsevación Foos ha contemplado a lo largo de los años] podría sugerir la prolongada fantasía de un harén por su parte, pero lo que resultaba fantástico para él era que todo había sido real, no extraído de su imaginación, sino presenciado por él mismo." (p. 145) 
Verdad, Mentira, No ficción, Talese, Periodismo impostado
Y es que el recuerdo de algo visto, a veces, es superior a una fantasia imaginada. Pero, ¿y cuándo pasado el tiempo se recuerda de nuevo? ¿Dónde acaban una y otra, realidad y fantasía?
La poca fiabilidad sobre lo afirmado se ve favorecida, además, por la personalidad del Mirón, un hombre de naturaleza inestable que quiere parangonarse con investigadores como Kinsey o Master & Johnson:
"Era un hombre de muchos estados de ánimo y actitudes, y a veces se presentaba como historiador social, un pionero de la investigación sexual, alguien que denunciaba la corrupción de la sociedad, un solitario, alguien con doble personalidad, y un crítico resuelto a sacar a la luz las hipocresías y apetitos ocultos de sus contemporáneos." (p. 168)
El mismísimo Gay Talese, a quien le gusta muchísimo jugar a la ambigüedad, salva al 'motelero' disculpando su ilegal actividad de voyeur que, comparada con algunos reality shows televisivos como "Gran Hermano", consiste esencialmente en observar aquello que los anteriores desprecian por tedioso y real ("gente defecando, haciendo zapping, roncando, afeitándose delante del espejo "[...]).Por si  esta salvedad fuera poca cosa, Talese apunta más hacia arriba y pone la observación en sintonía con otras más propiamente literarias. Así viene a verla semejante a "Mi vida secreta", la obra de "un sexualmente insaciable caballero ingles del s. XIX" que anotó y comentó sus experiencias amatorias en ella. Steven Marcus, profesor de Literatura de la Universidad de Columbia, hizo la exégesis de la misma en su obra "The Other Victorians". Marcus decía que del libro del sexualmente insaciable caballero inglés del s. XIX se sacaban notas sociales de lo más interesante. Así pues, a través de la coartada cultural, -investigación universitaria, histórica y sociológica- Talese nos viene a decir que eso mismo es lo que le movió a él a realizar una sesión de voyeur en compañía del dueño del motel y a leer luego las notas de Gerald Foos. Hemos bajado algo en la escala social, sin duda, pero tampoco estamos en la sociedad victoriana del siglo XIX, ¿no?, viene a decirnos el autor del Nuevo Periodismo.

Otros asuntos.
En esta breve novela (232 págimas en papel y unas 177 en la edición ebook que he leído en mi kindle) aparecen, en torno a la práctica de la sexualidad pura y dura, una serie de asuntos que tienen importancia en nuestro mundo:
➱ El paso del tiempo y lo que conlleva: la desaparición de un mundo y su sustitución por otro nuevo
"Gerald siente angustia en esta ciudad en expansión, y también piensa en su juventud desaparecida. Cuando se mira en el espejo colocado sobre el mueble del lavabo, observa la edad en sus ojos, y el gris de sus cabellos y su barba." (p. 148)
➯ La liberación de la mujer al alcanzar el control de su maternidad y lo que ello representa: "El hombre de su vida le preguntaba: '¿Has tomado la píldora, cariño?', y luego asumía que el tema estaba solucionado: que tenía luz verde para el sexo, un orgasmo rápido y a dormir. Las mujeres habían ganado el derecho legal a elegir, pero habían perdido el derecho a elegir el momento adecuado." (p. 126)
 Las vacaciones y su función en la sociedad del bienestar:
"Mis observaciones indican que la mayoría de la gente que va de vacaciones se pasa el día amargada. Discuten por dinero; por qué visitar; dónde comer; dónde alojarse; todas sus agresiones aumentan de manera inconmensurable, y es el momento en que descubren que no están hechos el uno para el otro." (p. 43)
➯ Las drogas, ante las que el Voyeur se cree investido de unas especiales prerrogativas:
"Después de que el varón abandonara la habitación, el Voyeur entró en ella. Sabía exactamente dónde estaban escondidas las drogas. El Voyeur, sin el menor sentimiento de culpa, arrojó las drogas y la marihuana que quedaban al váter." (p. 123)
 La moralidad, que en opinión del dueño del motel, es un bien individual que nada tiene que ver con lo colectivo. Lo esencial -dice- estriba en que la falta cometida no se haga pública:
"Contemplar a la gente es algo muy antiguo, pero si nadie se queja, no hay invasión de intimidad" (p. 22)
➯ Una sociedad enferma: Abusos sexuales, violaciones, incesto, proxenetismo...:
"Además de todos estos hechos, Gerald Foos se quejaba de haber sido testigo de otras instancias del comportamiento humano desagradables o aterradoras, entre las que se incluían el robo, el incesto, el bestialismo y la violación, e, incluso entre parejas que teóricamente consentían, ejemplos de explotación sexual. (p. 122)

Un perfecto ejemplo de lo que es el 'Nuevo Periodismo':
Asesinato en un motel, Gay Talese, Moral, Verdad o Mentira➧ Aparecen elementos propios del mundo del reporterismo, en este caso, sobre el mundo de los moteles. La veracidad que se quiere transmitir es tal que se incluyen en la novela fotografías del Voyeur y su esposa, de los moteles donde transcurre la historia, de las habitaciones, el desván, etc.
➧ El reportaje en concreto resulta de una documentación exhaustiva contenida en el Manuscrito que Gerald Foos le hace llegar al escritor.
➧ El novelista-periodista utiliza sobre todo la primera persona cuando le toca ejercer de narrador; en el resto de ocasiones se comporta como mero transmisor del documento escrito que reproduce sin modificación alguna.
➧ Hay una clara intención estética pero sin perder la pretendida dimensión de objetividad. De ahí que nunca se pierda el contacto con la realidad aunque ésta se realice a través de las numerosas referencias culturalistas que Talese incluye en la obra como elemento referenciador de la realidad que narra:

  • El tema "I can't stop loving you" de Ray Charles de 1962 que sitúa temporalmente el fracasado noviazgo de Foos con Barbara White, la chica hermosa y recatada que siempre tuvo en el recuerdo.
  • Las referencias a títulos de la propia obra de Talese que sirven para ubicar al autor y personaje a lo largo de los años de su relación. Cuatro son los títulos que la enmarcan: “Honor The Father”, 1971 (en español. Honrarás a tu padre); “The Neighbor's Wife”, 1981 (en español.  La mujer de tu prójimo); “Unto the Sons”, 1992 (en español.  Los hijos); y “A Writer's Life”, 2006 (en español. Vida de un escritor)
  • Referencias culturalistas al mundo de la televisión y de la literatura: películas televisivas, importantes escritores: 
"Tan recurrente era el tema de la alienación y el sufrimiento del Voyeur en su correspondencia y en sus comentarios, que acabé considerando que a lo mejor estaba al borde de una crisis nerviosa; a veces me lo imaginaba como el psicótico presentador de televisión de la película de 1976 «Network, un mundo implacable», que explota diciendo: «¡Estoy más que harto, y no quiero seguir soportándolo!». También me recordaba ciertas obras literarias de tiempo atrás: el relato de John Cheever publicado en el New Yorker en 1947 titulado «La monstruosa radio», [...]  y la novela de Nathanael West de 1933 «Miss Lonelyhearts», en la que un periodista que escribe un consultorio para los lectores se convierte en un alcohólico inestable e irascible debido a sus frustraciones" (pág. 130)
  • La colección de pelotas de beisbol de Foos firmadas por los grandes de ese deporte, que revela a un individuo mitómano, inestable, algo desequilibrado:
"Decenas de miles de cromos deportivos que Anita ha organizado por orden alfabético, y tenemos casi doscientas pelotas de béisbol firmadas por gente como Ruth, Gehrig, DiMaggio, Williams, Mantle, etcétera, incluyendo una muy poco común firmada por «J. Honus Wagner»." (p. 151)
Lo mejor
Sín lugar a dudas, aparte de aspectos ya señalados aquí, lo más destacable es mostrarnos la contradictoria constitución del ser humano que siente auténtica repulsión (cierta o aparente) ante comportamientos que al tiempo que le perturban ejercen una fuerte atracción sobre él. En este sentido, Gay Talese desarrolla un periodismo sin concesiones que muestra que el hombre, como el Rey del apólogo clásico, está desnudo aunque él sea el único que parece no saberlo.

Lo peor
Esa especie de catálogo de posturas, prácticas, violencias, y demás 'habilidades' de orden sexual contenidas en el susodicho manuscrito es cansino por repetitivo. En ocasiones,, varias veces en realidad, el texto roza lo escatológico, algo que, afortunadamente, Gay Talese logra conjurar mediante reflexiones de orden moral, ingredientes culturalistas, referencias a su propia obra, etc.