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30 may 2022

"Rabia" de Stephen King, una novela maldita

22 comentarios:

«Soy un caso documentado, carnaza de rutina para las rotativas de los periódicos. Me han concedido cincuenta segundos en el noticiario de más audiencia y una columna y media en el Time. Y aquí me encuentro, ante vosotros (metafóricamente hablando, otra vez), y os aseguro que estoy totalmente cuerdo.»

Matanzas escolares en Estados Unidos, Psicópatas adolescentes
Como en su día dijera Pablo de Tarso "los caminos del Señor son inescrutables"; del mismo modo, y referido a la elección de lecturas, cabe decir que las mismas responden a motivos de lo más variopinto. No siempre las razones son de índole literaria. En el caso de la novela que hoy traigo aquí lo que me impulsó a leerla no fue otra cosa que la (in)sana curiosidad por aquello que es difícil de encontrar, que nos pretenden esconder o directamente prohibirnos. ¿Puede haber algo más tentador que infringir una prohibición?

Resulta que un día de hará dos o tres meses, estando yo zapeando por los canales televisivos recalé en Cuarto Milenio,  programa  que dirige y presenta desde hace ya diecisiete años Iker Jiménez; en ese momento dialogaba el presentador con uno de sus colaboradores o invitados habituales, Juan Soto Ivars. El asunto que estaban tocando me interesó vivamente, pues hablaban sobre un libro -La edad de la ira de Nando López- que algunos decían podía haber inspirado el horrendo crimen del adolescente asesino de sus padres ocurrido en febrero de este mismo años; el motivo que aducían era que un ejemplar del mismo se encontraba entre los objetos personales del parricida. Al hilo de esta idea sobre el influjo que ciertas obras pudieran tener en la comisión de delitos, Soto Ivars citó títulos a los que se atribuía esta nefasta influencia; entre estos nombró el caso de un libro inencontrable por decisión de su propio autor, Stephen King, quien al hilo de un tiroteo ocurrido en 1997 en una escuela secundaria de West Paducah, Kentucky, Estados Unidos, decidió prohibir su reimpresión por ser inspirador, en opinión de algunos, de esta y de otras matanzas semejantes protagonizadas por adolescentes. El libro era la novela de terror Rabia publicada por el escritor bajo seudónimo en 1977.


Richard Bachman
Con estos antecedentes busqué la novela que he despachado con gusto en sólo dos días. La publicó King bajo el nombre de Richard Bachman, seudónimo utilizado por él a instancias de su editor. el cual consideraba inconveniente a efectos mercantiles la aparición en un mismo año de dos títulos por parte del exitoso escritor. Siete han sido las novelas aparecidas bajo este sobrenombre cuyo vínculo con Stephen King fue descubierto a finales o principios de 1985 por Steve Brown, un empleado de una librería de Washington D.C., quien advirtió numerosas semejanzas de estilo entre ambos autores. Richard Bachman de quien Stephen King había ido desvelando su "biografía vital" en las 'notas sobre el autor' en las primeras cuatro novelas firmadas por éste (Rage, 1977; The Long Walk, 1979; Roadwork, 1981; The Running Man, 1982) murió repentinamente a fines de 1985, según confesión del propio King en la introducción que escribió a la republicación de los cuatro primeros títulos de Bachman (The Bachman Books: Four Early Novels by Stephen King, 1985), de «cáncer del seudónimo, una forma rara de esquizonomia». Gran sentido del humor demostró el autor de Portland al confesarse así propietario de este alias que, pese a haber sido ya desvelado, utilizaría aún en tres ocasiones más: Thinner (Maleficio), 1984; The Regulators (Posesión), 1996; y Blaze (Blaze), 2007). 


Rabia
Como ya he dicho esta novela, por deseo expreso del autor, desde 1997 no ha vuelto a reimprimirse. El motivo no fue otro que un tiroteo ocurrido en Heath High School ese mismo año. El causante del mismo fue Michael Carneal, un adolescente de sólo 14 años, en cuya taquilla se encontró un volumen de la novela, motivo por el que King decidió no volver a sacar a la venta más ejemplares.

"Los caminos del Señor son inescrutables" escribía yo al inicio de esta reseña tomando prestadas estas palabras a San Pablo. Qué gran verdad. Curiosa y penosamente mi lectura ha venido a coincidir con la tragedia desatada en una escuela de Texas por un joven de 18 años que ha acabado con la vida de 19 estudiantes y dos profesores. En esta ocasión, la novela de Stephen King, afortunadamente no ha tenido nada que ver. 

Venta libre de armas en USA, Iker Jiménez, Cuarto Milenio
Hechos como el antes citado hacen que nos formulemos la misma pregunta que se hacía Iker Jiménez en su programa hace dos meses: ¿Pueden algunas obras literarias tener una maléfica influencia en algunos de sus lectores? No es debate novedoso; ha habido ya otros casos en los que se ha esgrimido el influjo de lecturas como el detonador de tragedias. No sé, siempre será discutible que la literatura de crímenes o de terror pueda propiciar comportamientos malignos como el producido el 25 de mayo pasado. Más bien yo creo que una mente perturbada puede justificarse a sí misma con cualquier excusa, sea esta literaria, musical, cinematográfica, de amistades, etc., etc. Si hubiera una directa relación causa efecto entre lectura de ciertas obras y crimen habría -decía con criterio Soto Ivars en Cuarto Milenio- que prohibir muchísimos libros, los primeros el Corán y la Biblia.

Dejo, pues, a un lado estos daños colaterales en los que sinceramente creo poco y voy a lo que importa, o sea, a la literatura. Diré para empezar que a mí la lectura me ha agradado y me ha evocado las de otros grandes autores como Salinger o Philip Roth que tocaron el tema de la adolescencia y su perturbadora evolución en obras iniciales suyas. Me estoy refiriendo naturalmente a El guardián entre el centeno de J. D. Salinger escrita en 1951 y a El lamento de Portnoy de Philip Roth publicada en 1969. En mi opinión estas dos novelas son precedentes claros que seguramente King tuvo presentes a la hora de diseñar a Richard Decker, el adolescente protagonista de Rabia. Como el Caulfield rebelde de Salinger y el Portnoy de Roth, Richie (Richard Decker) está en la edad difícil, la adolescencia, en la que se desatan en la persona conflictos emocionales, desarrollo de la sexualidad, agresividad hacia los iguales, rebelión frente a la autoridad (padres y maestros), e incluso en algunas personas manifestaciones más o menos fuertes de posibles desarreglos mentales. Esto unido a un lenguaje directo y sin tapujos fue en estos tres títulos motivo de escándalo en una sociedad cuyos adultos se niegan a ver que sus retoños han crecido y ya no son niños, pero tampoco adultos hechos y derechos.


Sinopsis
Charles Decker es un adolescente de 18 años que sufre de esquizofrenia, al que quieren internar en un correccional por agredir a un profesor con una llave inglesa, provocándole un grave traumatismo craneal. Pistola en mano, y para que no lo encierren, secuestra a su clase toda una mañana. Para que la situación sea más llevadera Charles les cuenta parte de su infancia y su adolescencia; mientras, el ambiente empieza a caldearse entre los alumnos, y pronto comienzan a atacarse verbal y físicamente, contagiados de la demencia de Charles.


Mi comentario
Para los adolescentes, el espacio donde desarrollan su principal actividad es el Centro escolar. Es ahí donde los padres delegan en los profesores el principio de autoridad y la responsabilidad educativa que les compete. Y es contra estos profesores y contra el Centro, constituido por el edificio y sus dependencias y por los alumnos que a él acuden, contra quienes los chicos que se ven desbordados por la fuerza de un desarrollo intempestivo embisten. Richard Decker al inicio de la novela es llamado por el Señor Denver, director del Instituto, para hablar con él de la agresión que hace nada realizó contra John Carlson, el profesor de Física y Química, el cual tuvo que ingresar en el Hospital para ser sometido a una difícil operación que de milagro salvó su vida. Decker es frío y distante ante esta situación y en vez de sentirse compungido ataca al director con un lenguaje burdo y soez acusándolo -sin pruebas ni motivo alguno, sólo por desorientarle- de abusos sexuales sobre los alumnos y de estar obsesionado con las prendas íntimas de las alumnas. Tras esto, lógicamente, el director lo expulsa del Centro.

La acción desarrollada en la novela dura sólo unas cuatro horas, desde el inicio de las clases a las 9:00 hasta la resolución del conflicto desatado por Charlie a eso de las 13:00. Durante esas horas Charlie quema una taquilla, mata a dos profesores y secuestra a los alumnos de su clase, a quienes mantiene encerrados en el aula con él dentro amenazando a profesores y policías con empezar a matarlos si no siguen sus instrucciones. Su deseo no es otro que desahogarse ante sus compañeros, testigos y colegas de sus frustraciones y aspiraciones cotidianas. El diálogo que mantiene con ellos es bastante bien recibido por todos ellos excepto por Ted Jones, el antagonista de Charles Decker, y contra el que en definitiva va dirigida toda la performance que el adolescente arrastrado por un brote psicótico ha montado. 

Conoceremos el porqué de la actuación de Charlie a raíz de la familia en la que vive. Una excursión de cacería con su padre y los amigos de éste cuando él contaba sólo 9 años lo marcarán para el futuro. El consumo inmoderado de alcohol por parte de los adultos, la brutalidad con las piezas cazadas, los comentarios soeces, sexuales y misóginos del padre y sus amigos no los olvidará nunca. También el deseo materno de influir en sus gustos y en sus amistades será un peso que difícilmente logrará quitarse de encima. Luego vendrán sus decepciones con algunas chicas, sus deseos sexuales desatados, su inexperiencia en el sexo, etc., que él verá confirmadas por las vivencias semejantes que sus compañeros han tenido y que cuentan en voz alta en la clase. Charlie, en los relatos vitales que lanza a sus compañeros durante estas tres o cuatro horas, se muestra como un ser desvalido e inseguro que no aguanta a nadie ni siquiera a sí mismo. Sólo hay una persona que siempre estará junto a él, su amigo Joe, pero ni siquiera a él le consentirá que lo ayude.

Estamos ante una novela en la línea de aquellas que abordan el desarrollo psicológico del adolescente. Ese momento de la existencia tan complicado en cualquier persona tenida por normal, lo es mucho más en aquellas que tengan o manifiesten el menor desequilibrio. Es el caso de Charlie. Él mismo no se explica por qué hace lo que hace, pero tampoco manifiesta ningún tipo de arrepentimiento ante sus actos; estamos ante un psicópata, un ser frío e insensible, del que en momentos muy aislados percibimos ciertos fulgores del buen chico que pudo ser pero que él mismo y sobre todo la sociedad en que vive (sus padres, el vecindario, la escuela, los profesores, los compañeros insensibles a su problemática, las chicas y la atracción sentida hacia ellas con los primeros desengaños y decepciones pseudoamorosas, etc.) llevaron al traste. Todo está y ha actuado en su contra.

Richard Bachman, seudónimos literarios
Como ya he dicho, he leído Rabia con gusto y en poco tiempo. La escritura de Stephen King abduce y capta al lector desde el primer momento. Tiene una manera de escribir que resulta adictiva para quien se acerca a ella. Esa cualidad es la que ha hecho del autor un productor de best sellers como pocos. A su estilo directo, con pocas distracciones tipo extensas descripciones preciosistas, se unen los efectos de suspense que maneja y sabe dosificar como nadie. Además, su conexión con los lectores se ve aumentada merced a la introducción de elementos propios de la cultura pop:
  • Utilización de títulos de películas, nombres de actores o actrices de cine (Raquel Welch, Richard Widmark, James Cagney, John Carradine, y otros)  como términos reales de algunas imágenes o simplemente como elementos de comparación:
    •  «No me sentía en absoluto como un hesiano, sino más bien como un Wild Bill Hickok» (Will Bill Hickok fue un pistolero norteamericano real del siglo XIX que dio título a películas muy populares tanto en cine mudo como sonoro rodadas en los años y décadas anteriores al momento en que sucede la narración)
    • «Era como ver Bonnie and Clyde, en el cine, salvo que Charlie se había vuelto majara y no había palomitas de maíz» (Bonnie and Clyde es un film de 1967 que tuvo un enorme éxito popular).
  •  Referencias a la música popular del momento que quienes tienen el libro en sus manos conocen sobradamente: The Beatles, The Rolling Stones, Mungo Jerry, Bobby Sherman, y muchos otros más. Personalmente he disfrutado mucho con las referencias musicales que aparecen en la novela. Las he buscado en Spotify y dejo aquí el enlace a las mismas -trece temas- pues entiendo que a muchos que os pasáis por aquí os gustarán: 


  • Alusiones literarias. Si en cuanto al culturalismo presente en la novela abunda lo señalado hasta aquí -cultura pop de masas-, es evidente que, tratándose de una obra literaria, las menciones culturales al mundo que le es propio, la literatura, también son profusas. Hay una diferencia importante entre las alusiones que se hacen a libros y/o escritores y las musicales o cinematográficas ya señaladas: las literarias están referidas a obras y autores que, aunque populares, son menos conocidos dado que con ellas viene a significarse el elevado coeficiente intelectual de Charlie, «el hijo psicópata de Carl Decker, el tipo que casi había matado al profesor de física y química», un chico que junto a su antagonista y elemento desencadenante de su violento proceder, Ted Jones, está por encima del común de sus compañeros de clase: 
    • «yo me encontraba escuchando a la señora Underwood, que repasaba los conceptos fundamentales del álgebra en el día siguiente a un examen terrible que, al parecer, sólo habíamos aprobado Ted Jones y yo» 
    • «La mayoría de los chicos no concede ningún valor al cerebro; un tipo con un cociente intelectual alto que no sabe jugar al béisbol, o al menos acabar tercero en una paja en grupo, es un cero a la izquierda.»


Mediante las alusiones a libros y escritores, en la novela se viene a marcar la diferencia generacional: padres adocenados y de poco nivel intelectual versus jóvenes más interesados por literatura de mayor calidad:

  • «Fui hijo único, pues mi madre no quiso tener más. Es una mujer muy intelectual; lee novelas inglesas de misterio, pero nunca de Agatha Christie —prefiere las de Víctor Canning y Hammond Innes—, además de revistas como The Manchester Guardián, Monocle y The New York Review of Books.»
  • «Dana sacó una gran pipa de agua adornada con arabescos de una estantería baja, llena de libros de Hesse y Tolkien, así como ejemplares del Reader’s Digest, que, sospeché, pertenecían a sus padres.»



Para finalizar
Pienso que Rabia en su momento pudo producir escándalo en la sociedad bien pensante norteamericana por varios motivos:
  • La manera de hablar del sexo sin pelos en la lengua:
    •  («—El tipo no olía muy bien —continuó Sandra—. Pero era fuerte, más corpulento que Ted. Además, no estaba circuncidado. Eso lo recuerdo muy bien. Cuando echó hacia atrás el... el prepucio, ya sabéis, su glande me pareció una ciruela. Pensé que me dolería, aunque ya no era virgen»)
  • El empleo de expresiones con sentido ofensivo y discriminatorio hacia colectivos sociales, que hoy no tendrían un pase:
    • En alguna parte había leído que no se precisa haber tenido ninguna experiencia homosexual para ser un afeminado. Uno podía serlo sin tener conciencia de ello, hasta que el marica oculto en el armario se abalanzaba sobre uno como la madre de Norman Bates en Psicosis» o
    • «había allí un campamento de auténticos indios de las reservas, la mayoría de los cuales te miraba como preguntándose cuánto pelo te habría salido ya en el culo y si merecería la pena arrancártelo como si de una cabellera se tratara»)
  • Mostración sin tapujos de la rebelión adolescente contra la brutalidad y adocenamiento alcohólico y pastillero medicamentoso de muchos padres:
    • «—Apestas —repuse—. Has jodido tu matrimonio y también a tu único hijo. Ven e intenta pegarme si te atreves. Me han expulsado de la escuela. Tu esposa está convirtiéndose en una adicta a las pastillas. Y tú no eres más que un bebedor empedernido. —Mi voz era ya un puro grito—. Ven aquí e inténtalo, imbécil de mierda.»
Todos estos factores son más que suficientes para justificar el éxito popular de la novela. Pero además de esto, el estilo de Stephen King captura en sus redes a quien lo lee por la manera de presentar la historia a base de oraciones breves y directas como se puede ver en varias de las citas anteriores; por ese narrador protagonista en primera persona el cual a veces viene a confundirse con el propio autor; por el empleo del estilo indirecto libre en la proporción adecuada y debidamente combinado con el resto del texto a fin de provocar -¡y conseguir!- en el lector la sensación de estar inmerso en la historia que se relata («Dejé salir el aire entre los labios con un silbido. Qué hombre más sorprendente. No me extrañaba que le hubieran encargado aquellos anuncios sobre seguridad vial.»), por la manera tan precisa de manejar los tiempos narrativos: 
  • Tiempo externo: la acción se sitúa en 1976 habida cuenta de los datos que va dando el narrador bien directamente en unas cartas finales que aparecen fechadas en noviembre y diciembre de ese año, bien cuando en alguno de sus flash backs da información suficiente para llegar a esta conclusión:
«Un día de otoño de 1962 se me ocurrió arrojar piedras contra las sobrevidrieras que papá se disponía a colocar.[...] Yo tenía cuatro años. Era un espléndido día de octubre para romper ventanas

  • Tiempo interno: la historia del secuestro propiamente dicho dura unas tres horas y media, iniciándose poco antes de las 10: «Observé el reloj de la pared. Eran las 9.50. A las 9.05 me hallaba sentado en mi pupitre, junto a la ventana, observando a la ardilla.» y finalizando a la 1 de la tarde con dos menciones a la proximidad de ese momento: «Eché un vistazo al reloj de la pared, Eran las 12.30.» para finalmente cuando el suceso está a punto de concluir: «Faltaban tres minutos para la una.». Este tiempo interno se abre y se dilata hacia el pasado a través de las 'vueltas atrás' o 'flash backs' que tanto el propio narrador como sus compañeros, al contar sus propias historias, realizan. De esta manera, como se ve claramente cuando dice que en otoño de 1962 tenía cuatro años, la historia completa abarcaría desde 1958 hasta 1976.  

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Nota:

Otros libros de Stephen King reseñados en el blog son los siguientes: 


            Carrie                                                                    Mientras escribo
 


26 may 2022

"Paraíso", novela de Abdulrazak Gurnah

16 comentarios:

«—Para hacer esto estamos en esta tierra —le explicó—. Para comerciar. Vamos a los desiertos más áridos y a las selvas más oscuras, y nos da igual comerciar con un rey o con un salvaje, o si vivimos o morimos. En algunos lugares por los que pasaremos verás que el comercio aún no ha entrado en la vida de sus gentes, que viven como insectos paralizados. No hay personas más listas, por no decir más nobles, que los comerciantes. Es lo que nos da vida.» (palabras dichas por el mnyapara Mohammed Abdalla)


Abdulrazak Gurnah
Abdulrazak Gurnah, nace en 1948 en Zanzíbar, Tanzania. Es un escritor de novelas en inglés que vive en el Reino Unido. Sus novelas más famosas son Paradise (1994), nominada en el Booker Prize y en el Whitebread Prize; By the Sea (2001) y Desertion (2005).

En 1980 accedió a la universidad Bayero Kano en Nigeria. Luego, se trasladó a la universidad de Kent donde obtuvo su doctorado en 1982. En la actualidad, es profesor y director de los estudios de grado en el departamento de inglés. Sus investigaciones se centran en el postcolonialismo, así como el colonialismo especialmente relacionado con África, el Caribe y la India.

En 2021, el jurado del  Premio Nobel de Literatura justificó su concesión por su «conmovedora descripción de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes».

 Paraíso
Sinopsis (proporcionada por la propia editorial) 
Cuando los padres de Yusuf, de doce años, le dicen que vivirá con su tío Aziz durante una temporada, el chico se muestra entusiasmado. Pero lo que Yusuf no sabe es que su padre lo ha empeñado para saldar una deuda imposible de pagar, ni tampoco que Aziz no es pariente suyo, sino un rico y acaudalado comerciante con el que viajará por África central y las riberas del Congo en vísperas de la primera guerra mundial.
A través de los ojos de ese chiquillo descubriremos una naturaleza exuberante y hostil, poblada de tribus despiadadas e invasores desalmados, en la que una vida humana vale tanto como unas cuantas gotas de agua.

Mi comentario
Juan Luis, muy buen amigo mío, científico y matemático de calidad contrastada, amén de buen lector, me comentó un día que estaba leyendo esta novela por eso de conocer la literatura del Premio Nobel de Literatura 2021. Tomé buena nota de su elección y decidí acompañarle en el viaje al interior de la narrativa de Abdulrazak Gurnah a través de esta novela, la primera suya traducida en España hace ya veinticinco años. Y ya, sin más preámbulos, diré que de su lectura he salido bastante satisfecho. 

Sitúa Gurnah Paraíso en la zona este africana, denominada por los colonizadores alemanes África Oriental Alemana, territorio que se corresponde con la actual Tanzania. Alemania, al igual que otras potencias europeas a finales del siglo XIX, dirigió sus ojos a África. Tanzania limita hoy por el el noroeste con Uganda, Ruanda, Burundi y la actual República Democrática del Congo, territorios que en los años en que se sitúa la novela estaban bajo el poder personal del rey de los belgas Leopoldo II. Las brutalidades cometidas por los más de 16000 colonizadores europeos pagados personalmente por el rey belga contrasta con el, en comparación, comportamiento afable y benigno de los colonizadores alemanes cuya presencia en la AOA nunca superó el número de 4000 frente a los casi 8 millones de nativos. La política seguida por Alemania en su colonia fue la de alianzas con los sultanes y jeques de las diferentes tribus así como la de mejorar en lo posible la vida en la Colonia: el ferrocarril que iniciaron en 1888 y culminaron en 1914 es buena prueba de esto. Cubría el mismo una extensión de más de 1200 kilómetros y comunicaba las tierras situadas a los pies del Kilimanjaro con la ciudad portuaria de Tanga, en el noreste del país. Alemania tuvo responsabilidades colonizadoras en Africa desde 1885 hasta el final de la Primera Guerra Mundial. En 1919 la Conferencia de Paz celebrada en París otorgó el África Oriental Alemana a Gran Bretaña. 

La novela de Abdulrazak Gurnah se desarrolla en un momento algo anterior al inicio de la Primera Guerra Mundial. Sin dar fechas concretas vemos que las expediciones comerciales que el tío Aziz realiza hacia la zona de los grandes lagos, al norte del país, para realizar intercambios mercantiles con los nativos, deben efectuar los últimos kilómetros hasta la base del monte Kilimanjaro a pie pues el tren aún no llegaba hasta allí. Las relaciones con los «salvajes» son en general cordiales aunque a cuenta de los engaños que muchas de estas tribus han sufrido comienzan ya a desconfiar de estos mercaderes que a cambio de baratijas se apoderan de los bienes (oro y marfil sobre todo) de los autóctonos. 

Lo dicho hasta aquí marcaría el marco general en que se produce la historia narrada en esta novela. Un marco que, pese a estar escrito por una persona originaria de Tanzania, no se muestra en términos maniqueos, de buenos y malos. En el relato aparecen dos mundos enfrentados: el de la negritud y el del colonialismo, en este caso el alemán. Hay equidistancia y equilibrio cuando se habla de desmanes y abusos cometidos en el país; los mismos los cometen tanto los habitantes de la propia nación tanzana donde se desarrolla la novela, cuanto los extranjeros alemanes llegados desde Europa. Es en este contexto que, leyendo la novela, asistimos al crecimiento personal de Yusuf, un niño de doce años al inicio, que alcanzará al final de la narración su madurez como persona, representada en el amor y el deseo que lo asaltan y en la toma personal de decisiones.  Esta evolución se realiza en plena comunión con una naturaleza colmada de color y de vida diversa... Todo esto y más se puede contemplar y disfrutar a través de la lectura de esta novela. 
«Tenía la sensación de que con cada día de marcha maduraba y se fortalecía. Los hombres seguían metiéndose con él, pero su camaradería se acrecentaba. Cuando por la noche se sentaba con ellos, le hacían sitio y lo incluían en la conversación.»
Verdaderamente, el mundo en que se desarrolla la vida de este joven Yusuf , que en ocasiones, como se ve en la cita anterior, acompaña a Aziz en sus viajes de mercader por el interior del país, es de una gran belleza. Hasta las venganzas de los llamados "salvajes" que se sienten explotados y engañados por otros mercaderes que han pasado por sus tierras entran a formar parte de la vida hermosa que se disfruta en estas tierras de animales salvajes, lluvias fuertes seguidas de sequías terribles, y de mujeres que aman y desean amar. Como se ve, un Paraíso en la tierra.

Africanos en Gran Bretaña, Premio Nobel de literatura 2021
La prosa del autor me ha sorprendido por su prodigalidad en los calificativos que procuran color, calor y disfrute de los sentidos a los lectores. El diseño de los personajes es adecuado y bien proporcionado como se observa en el pequeño Yusuf y el algo mayor Khalil , entregados ambos chicos por sus padres al tío Aziz en pago por las deudas contraídas, y no satisfechas, con él. El Paraíso es el lugar donde este Aziz vive en compañía de sus dos esposas a las que tiene en un jardín que cuida Mzee Hamdani, un jardinero ya anciano, esclavo en su juventud, que pudiendo ahora disfrutar de la libertad ha preferido quedarse con el ama a cuyo padre sirvió desde bien joven. Otro personaje curioso es Amina, la hermana de Khalil cuya belleza atrae a Yusuf de manera irresistible.

Siguiendo en el capítulo de los personajes, en la novela me ha gustado observar  el cosmopolitismo de los mismos. A los autóctonos de etnia swahili como el propio Yusuf se unen árabes como el tío Aziz, el comerciante Hamid y su mujer Maimona o el organizador de las expediciones Mohammed Abdallah; también hay indios como Kalasinga, el mecánico que visitaba a Hamid y con el que éste disputaba amigablemente; o asimismo de la etnia chaga como Chatu, jefe de la tribu que vive a los pies del Kilimanjaro y que planta cara a los abusos y engaños que solía practicar el tio Aziz; y así otros más. 

Por encima de las consideraciones ya señaladas, destacaría la magia, el mito, la hermosa irracionalidad, presente en la novela, manifestada en forma de historias salidas de la boca de unos u otros personajes. Esta magia está cargada de simbolismos. Yusuf, el personaje principal del relato, es un hermoso muchacho que atrae tanto a hombres como a mujeres. Él es inexperto en estas lides y será Khalil quien, ante la insistencia de la joven Mª Ajuza por hacerse con el guapo joven, cantará las alabanzas y méritos de éste: «¡Yusuf el Magnífico, bendito de Dios, el nuevo Dhul Qurnain, asesino de Gog y Magog!». Estas alusiones a seres míticos y maravillosos presentes en el Corán, que Yusuf no conoce por no haber asistido el tiempo suficiente a la escuela coránica, se las aclarará el propio Khalil
«—Dhul Qurnain es un caballito que vuela. Si consigues cogerlo y asarlo sobre un fuego de madera de clavero, y comer un trozo de cada miembro, incluidas las alas, te proporciona poder sobre las brujas, los demonios y los espíritus necrófago. Entonces si lo deseas, puedes pedirle que vaya a China, Persia o India y traiga para ti una princesa hermosa y delgada. Pero el precio que tendrás que pagar es convertirte en prisionero de Gog y Magog... de por vida.»

  La formación de niños y jóvenes en la fe de Mahoma la realizaban profesores que dilataban la misma para no perder sus ingresos. Lo cuenta el mismo narrador cuando explica el porqué de que Yusuf no supiera leer las suras coránicas que el comerciante Hamid ponía ante sus ojos

«Cuando tenía siete años, lo enviaron al profesor de la ciudad, a la que acababan de mudarse, para que lo educase en la religión. El profesor no tenía prisa por ver a los niños completar sus estudios, ya que cuando uno de ellos había logrado leer el Corán desde el principio hasta el final, él se quedaba sin unos honorarios mensuales. Se suponía que un niño debía asistir a las clases durante cinco años para completar sus estudios. Esto era justo tanto para el profesor como para los alumnos. Los niños realizaban muchas tareas para el profesor; limpiaban su casa, recogían leña, hacían recados.»

Formando parte de este ambiente mágico, maravilloso, en el que se desarrolla la novela ocupa un lugar importante la superstición:
«Khalil contó a Yusuf historias de lobos y chacales que robaban bebés y los criaban como bestias alimentándolos con pecho de perro y carne regurgitada. Les enseñaban a hablar su lenguaje y a cazar. Cuando eran mayores hacían que se apareasen con ellos para engendrar hombres lobo que vivían en lo más profundo de la selva y sólo comían carne podrida.»
Y también, claro, no se puede obviar, estando situada la acción en torno a 1914 y dentro de una cultura tradicional mahometana, el machismo, la presencia clara y evidente del machismo. El mismo es perceptible en el comportamiento de la mayoría de los personajes -indistintamente hombres y mujeres-  aunque explícitamente lo expresa el comerciante Hamid Suleiman a propósito de las risas que su mujer Maimuna echa al ver que su marido está dispuesto a despejar una zona de selva para que el idealista Yusuf hiciese el jardín que siempre deseó:
«—¿Dónde crees que estaríamos si lo hubiésemos dejado todo en manos de las mujeres? —dijo—. En las cavernas, te lo aseguro./span>»

 

Para finalizar
Mi propósito al elegir leer Paraíso de Abdulrazak Gurnah no era otro que conocer la literatura de este tanzano residente en Gran Bretaña que ha logrado para el continente africano uno de los pocos Premios Nobel que los académicos suecos han dado a África.

 Al llegar al final de la novela que he tenido en mis manos entindo a la perfección el sentir del Comité sueco expresado en la justificación de la concesión del galardón: «descripción de los efectos del colonialismo». Sí, tales efectos -perniciosos todos ellos- son evidentes y patentes en "Paraíso": destrucción de la belleza y equilibrio natural presentes en el continente, abandono del mismo por parte de los jóvenes que podrían sacarlo hacia adelante, imitación y copia de los comportamientos destructivos de los colonizadores europeos «famosos destructores de naciones», y el abandono del nomadeo y del tradicional comercio entre tribus a través del trueque:
«—¿En qué próximo viaje queréis participar? No habrá próximo viaje —contestaba el mnyapara, con una expresión de mofa y malicia en su rostro cruel y altanero—. Los europeos se han apoderado de todo.»


El Paraíso en el que Yusuf se ha formado y al que ama, pero no pertenece, le cierra las puertas. Es un apátrida. No va a tener más remedio que abandonarlo a su pesar: 
  • «A la luz del día comprobó lo mucho que había crecido el jardín. Los jóvenes naranjos que se alineaban en el muro más alejado se habían estirado y ensanchado, y los granados y las palmeras se veían tan redondos y robustos como si fueran a estar allí eternamente. El verde cerezo, que había crecido y cuya copa tenía ahora una forma esférica, se hallaba cubierto de flores blancas. Entre el trébol y la hierba vio ortigas altas y matas de espinacas salvajes, y las flores de lavanda se debatían para asomar entre las lilas y los lirios manchados de barro. El borde del estanque donde desembocaban los canales estaba medio oculto por un manto de algas espumosas, y el cieno frenaba el paso del agua. »
  • «Podía ir al pueblo de la montaña, donde Hamid lo torturaría con preguntas farisaicas y Kalasinga lo entretendría con sus fantasías. O reunirse con Hussein en su retiro de la montaña. Poca satisfacción podía encontrar allí. O dirigirse al poblado de Chatu, para convertirse en el payaso de la corte de su feudo de poca monta. O a Witu, para visitar a la madre de Mohammed, el fumador de hachís, y ver la tierra fértil que había perdido por culpa de sus transgresiones.» 


22 may 2022

Emanuele Trevi: "Dos vidas". Premio Strega 2021

12 comentarios:

«Escribir sobre una persona real y escribir sobre un personaje imaginario es, a fin de cuentas, lo mismo: hay que sugerir lo máximo posible en la imaginación del lector con lo poco que el lenguaje ofrece. Es encender un gran fuego psicológico con algunas ramitas húmedas recogidas aquí y allá.» (p. 83)

Juan Manuel Salmerón Arjona (traductor)
Según se aproximan las fechas durante las que se desarrolla la Feria del Libro de Madrid (este año comienza el próximo 27 de mayo y su clausura será el 12 de junio) surgen como setas Ferias del Libro en el resto de ciudades españolas. Hace nada fue la de Salamanca, ahora está desarrollándose la de Badajoz, la de Teruel cerró no hará más de siete días, la de Mérida abre en la primera quincena de junio, y todo así. Fue precisamente en una de ellas, la de Salamanca, donde vi en un expositor este librito de Emanuele Trevi. Su sinopsis me captó y lo adquirí.

Emanuele Trevi
No conocía al autor, así que ya en casa busqué información sobre él. Es un escritor y crítico literario italiano nacido en Roma en 1964. Su labor está referida a la escritura de ensayos sobre figuras literarias italianas. El que hizo sobre el poeta Pietro Tripodo, leo en una nota biográfica encontrada al azar, fue distinguido en su país con el Premio Sandro Onofri. El libro que acabo de leer, Dos vidas -Due vite-, se centra en las vidas de otros dos autores italianos, Rocco Carbone y Pia Pera, quienes a su condición de escritores añadían la de íntimos amigos del autor. Con este libro Emanuele Trevi ha ganado el prestigioso Premio Strega en 2021, precisamente un año después de que lo ganara Sandro Veronesi, escritor italiano autor de "El colibrí", la novela que con gusto leí y reseñé en este blog no hace mucho.



Dos vidas
La obra es un libro de no ficción en el que el autor rememora su amistad con dos amigos escritores, un hombre y una mujer. Los dos se marcharon antes de tiempo: Rocco Carbone por accidente de moto a los 46 y Pía Pera por culpa de la ELA que se le manifestó a los 37 años y que finalmente se la llevaría con poco más de cincuenta. Estos dos autores, fatal y prematuramente fallecidos, eran en sí mismos muy distintos el uno de la otra, si bien la muerte vino a juntarlos de manera inmisericorde.

Emanuele Trevi abre y cierra la obra con el recuerdo de la visita que los tres amigos realizaron en 1995 al Museo de Orsay en París para contemplar el cuadro de Courbet, El origen del mundo, que el estado francés acababa de adquirir. El naturalismo exento de cualquier adorno presente en la imagen le sirve para abrir sus recuerdos sobre el infeliz Carbone; la sensualidad que emana de la desnudez voluptuosa del cuerpo femenino es la puerta que utiliza para caracterizar a Pía Pera, exquisita y excelente traductora, sobre todo del idioma ruso, aunque también del inglés y otras lenguas. Son, pues, estos dos amigos de Trevi muy opuestos en sí mismos: afligido y pesaroso, Rocco; vital y disfrutadora de la vida, Pera.

El escritor lleva sus evocaciones a la par, fijando alternativamente la atención en el uno y en la otra. Señala la dificultad de mantener la amistad con Rocco Carbone, en un momento dado diagnosticado de trastorno bipolar y a quién por sus altibajos era difícil tener contento. En cuanto a Pía Pera, su procedencia de clase rural acomodada, aunque sus padres eran Elvira Genzone, una catedrática de historia y de filosofía, y Giuseppe Pera, un "inescrutable" -según lo describe ella misma- y eminente abogado laboralista, hará que se sintiera muy atraída por el campo; es precisamente a una propiedad en Lucca, recibida en herencia, a donde se trasladará poco después de manifestársele la enfermedad del ELA y donde pasará los últimos años de su vida. Trevi al principio no entendió esta decisión, pero luego, precisamente al leer el diario personal de Pera y su alusión a un verso de Emily Dickinson, poeta y cuidadora de jardín como ella, -«I haven't told my garden yet», Aún no se lo he dicho a mi jardín- lo entenderá por completo. 

Es un precioso libro que rebosa literatura por todas sus páginas. Magnífica literatura tanto en la escritura de Trevi como en las imágenes, símiles y analogías que realiza con obras y autores, para mejor trasladar al lector la personalidad de los dos amigos suyos. Estamos ante un libro que habla de libros. Muchos de los autores citados son conocidos por mi (Nabokov, Homero, Chejov, Pushkin, Bulgakov, Lermontov, Carroll, etc.); con otros, especialmente italianos no tan universales, me he sentido algo perdido, aunque he de decir que algunos nombres sí que los controlaba. Así hablando de Rocco leemos: 
«Agosto, su primera novela, la publicó Theoria en 1993 [...] Aunque pequeña, la editorial dirigida por Paolo Repetti y Beniamino  Vignola, había reconocido y lanzado a alguno de los autores noveles más significativos del momento, como Marco Lodoli, Sandro Veronesi, Giulio Mozzi,Sandro Onofri, Sandra Petrignani y muchos otros.»
Due vite, Pia Pera, Rocco Carbone, Dos vidas
Pía Pera (Lucca, 1956-2016) y Rocco Carbone (Reggio
Calabria, 1962- Roma, 2008)
Como obra ensayística que es, son numerosísimas las reflexiones que el autor vierte al hilo del recorrido que realiza por la peripecia vital de estos dos escritores italianos amigos suyos. Una muy interesante es ver cómo señala la distancia que existe entre el mundo que vio nacer la amistad entre los tres a finales de los años 80 del siglo pasado, una época en la que la vida transcurría con ritmo más pausado, más lento, más humano, en nada parecido al de hoy día
«nos emborrachamos con Campari [...] una tarde de la primavera de 1987, cuando todavía las noticias son lentas y pasan de boca en boca, y un amigo al que nos encontramos por casualidad nos dice que Primo Levi se ha matado.» (p. 34)
Para describir debidamente la personalidad difícil y oscura de Rocco Carbone, Trevi echa mano de la similitud que, según él, el infeliz y desafortunado autor guardaba con autores y personajes literarios. Así ante la poca venta de sus libros «Rocco se puso a analizar la cuestión del éxito. Tenía a su favor ejemplos nobilísimos: Henry James y Joseph Conrad lamentaban que sus novelas se vendieran poco e incluso se sentían culpables». Pero es especialmente en la analogía con ciertos personajes literarios como Trevi resalta más la naturaleza de su amigo, casado con Samantha Traxler, mujer de clase alta:
«Pero es verdad que en la parábola del personaje de Fitzgerald veía Rocco significados que no podían dejarlo indiferente. En Gatsby, como en su gran modelo, el Martin Eden de Jack London, otro libro que leía y releía como si fuera una Biblia, el tema del ascenso social partiendo de la nada es clave y guarda relación con el hecho no sólo de hacer carrera (gracias a las actividades ilícitas en el caso de Gatsby, a la literatura en el caso de Martin Eden), sino de mantener una relación (imposible) con una mujer de clase social muy superior.»
La enfermedad mental de Rocco Carbone que el propio Carbone presenta en una de sus novelas titulada L'apparizione le sirve a Trevi para reflexionar sobre la diferencia entre psiquiatría y literatura
«La psiquiatría, una disciplina cuyo fin es hacer diagnosis y prescribir terapias, debe, para ser eficaz, reducir la multiplicidad de los casos y los síntomas a constantes, crear definiciones: histeria, paranoia, depresión, episodio maníaco... La literatura, en cambio, halla su razón de ser en la negativa a generalizar: siempre cuenta la historia de esta persona, encerrada en su unicidad, artífice y prisionera de sus singularidad.»
Y si estas analogías y similitudes establece respecto a Rocco, otro tanto realiza con Pia Pera, persona en casi todo distinta al amigo Carbone. Con ella echa mano de su labor de traductora para perfilar y manifestar mejor su carácter y personalidad. Así muestra su espontaneidad y su vivencia vital del erotismo y del sexo fijándose en sus relatos contenidos en la recopilación La belleza del asno (La bellezza dell'asino) y también en su obra Diario de Lo en la que Pera presenta la relación Humbert-Lolita (Lolita de Nabokov) desde la perspectiva de ella, o sea, de la pubescente Lolita. «Añadamos, en honor de Pia, que su intención al contar la historia desde el punto de vista de Lolita no era hacer ninguna absurda reivindicación "feminista" como las que hoy están de moda». Esta novela no fue muy exitosa pues exigía en el lector un más que suficiente nivel literario para la perfecta comprensión de la obra. sin haber leído con anterioridad el original del que ésta partía era imposible captar la calidad de la narración de Pia Pera
 
Preciosa e interesantísima en mi opinión es la justificación que realiza Emanuele Trevi de la escritura de este libro. La efectúa hablando de Pia Pera y de la traducción que hizo del Eugenio Oneguin de Pushkin. Igual que Tatiana vive en el lector que tiene en sus manos la novela de Pushkin, la amiga de Trevi, fallecida por culpa de la inmisericorde ELA, vivirá otra vez a través de la escritura que él está realizando. Se pregunta el autor: «¿Qué diferencia hay entre la Pia Pera que inscribieron en el registro civil de Lucca el 12 de marzo de 1956 y la Tatiana de Pushkin?». Y poco después viene a concluir que no hay diferencia alguna y lo explica:
«Porque vivimos dos vidas, ambas destinadas a acabar: la primera es la vida física, la de la sangre y el aliento; la segunda es la que se desarrolla en la mente de quienes nos amaron. Y cuando la última persona que nos conoció muera, nos disolveremos, nos evaporaremos para siempre, y comenzará la grande e interminable fiesta de la Nada, en la que el aguijón del recuerdo no podrá ya herir a nadie.»
Dos vidas, Premio Strega 2021
He aquí, pues, la justificación del título de este ensayo. Es un título de significación múltiple, variada, polisémica. De un lado tenemos las dos vidas que está repasando: las de sus amigos Pia y Rocco; de otro tenemos la doble o múltiple vivencia que cada uno de ellos tuvo en vida a través de sus particulares creaciones literarias; pero sobre todo es la última significación, contenida en la cita anterior, la que da sentido máximo a la obra que estamos o acabamos de leer. Emanuele Trevi en Dos vidas ha conquistado para cada uno de sus dos buenos amigos nada menos que la inmortalidad, ha logrado revivirlos, volverlos a la vida. Cada vez que un lector lea este librito, Pera y Carbone renacerán, tendrán una vida nueva. No existe prueba de amistad mayor, ¿no os parece?

13 may 2022

Vicente Vallés y su primera novela: "Operación Kazán"

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«—Pero vosotros, los soviéticos, aguantaréis. Sois más fuertes que nosotros, porque aquí estamos en primera línea frente a Occidente y podemos caer en cualquier momento. Sin embargo, Rusia siempre se ha mantenido erguida. Venció a Napoleón y venció a Hitler. También venceréis ahora.»

«La Unión Soviética tiene un Ejército imbatible y armas nucleares para enfrentarse a Estados Unidos. Y, además, tenéis el KGB. Estáis en todos los sitios. ¡Vuestros agentes, tus compañeros, están incluso en el Congreso de Washington!»

Premio Primavera de Novela 2022
Creo que con esta novela daré por finalizado mi paseo literario por Rusia. Lo comencé el pasado mes de febrero cuando la Federación de Rusia inició maniobras en los aledaños de Ucrania y los analistas más avezados hablaban de posible invasión aunque pocos lo creímos. Pero la hubo, y la sigue habiendo, y no sabemos si parará aquí o se extenderá a otros países. Desde luego las últimas noticias -Finlandia acaba de solicitar su entrada en la OTAN y Suecia la está preparando- no auguran un final como el que se esperaba. Mi periplo literario por Rusia y lo ruso o/y soviético ha consistido en la lectura de Guerra y paz de Lev Tolstói, Piedra, cuchillo y tijera de Maxim Ósipov, La edad de la piel de Dubravka Ugrešić, para finalizar con la que protagoniza esta reseña: Operación Kazán de Vicente Vallés que se ha alzado hace bien poquito con el Premio Primavera de Novela 2022. [pinchando en los títulos se accede a la reseña de cada uno de estos libros]

Mi primera impresión tras la lectura de esta novela es que no está nada mal. Me ha parecido una historia muy entretenida. Quizás su estilo me ha resultado en ocasiones demasiado periodístico, pero el autor logra momentos de máxima tensión narrativa que me han tenido enganchado a la lectura. Hay thriller, hay suspense, hay cierto humor, hay mucha -quizás demasiada- información que a veces se agradece y otras veces abruma un poquito. Pero en general bien.

Me apetecía mucho leerla por la ubicación en la que se desarrolla la trama: España, Estados Unidos y Rusia, especialmente la Federación de Rusia en la actualidad. Es verdad que, seguramente para evitar problemas, ciertos nombres de mandatarios en ejercicio o muy recientes, tanto de Estados Unidos como de la federación rusa, aparecen cambiados. Así el presidente ruso que busca perpetuarse en el cargo se llama Karlov, pero toda su tipología lleva indefectiblemente al vigente presidente de la Rusia actual; y lo mismo sucede con el de USA, llamado Banks en la ficción, aupado a la jefatura de la nación con la ayuda de las maniobras rusas y que sólo pudo resistir en el cargo un mandato al que llegó en 2016. No necesitamos más datos para saber que tras este nombre ficticio se esconde un muy conocido presidente republicano que no aceptó nada bien su derrota en 2020.

La acción gira en torno a las elecciones presidenciales norteamericanas del año 2024, o sea, que se proyecta hacia un futuro predecible pero no realizado aún. Las intromisiones rusas en USA no quedan ya en el plano de la desinformación y de las fake news sino que avanzan un grado y se inmiscuyen ya en la propia llegada de candidatos a la Casa Blanca. No se puede decir más respecto a esto dado que uno de los alicientes del relato es dilucidar en qué parará esta intromisión: ¿lograrán los rusos -sus servicios de inteligencia, herederos directos como su presidente de la KGB- sus fines u Occidente reaccionará y logrará detener lo que se proponen? Hay que leer la novela para enterarse de esto, naturalmente.

Vicente Vallés se da un paseo por la historia de Rusia, desde la IIª Guerra Mundial hasta nuestros días. La URSS de Stalin idea un procedimiento para dominar desde dentro a los Estados Unidos de América. Curiosamente la idea queda dormida y pasado el tiempo una serie de detalles en apariencia menores despertarán el interés de los servicios de inteligencia de varios países (Rusia, Estados Unidos y España) por lo que en apariencia es un divertimento de tres agentes jubilados: uno ruso (Boris Kovalev), otro suizo (Arnold Breuer) y finalmente un estadounidense (Charles McKenzie). 

Los citados tres viejos genios de los servicios secretos de sus respectivos países contactarán entre ellos en plena elección del candidato demócrata para las próximas elecciones. El nombre de la candidata elegida, Nathalie Brooks, los ha puesto en alerta. ¿Será posible que la viejísima idea contemplada en su día por el viejo zorro de Stalin fallecido en 1953, ahora en 2024 vaya a llevarse a efecto? Una serie de jóvenes espías en Rusia (Maxim Guzlim y Sonja Ivanova), en España (Pablo Perkins y Teresa Fuentes) y en Estados Unidos los ya no tan jóvenes (Beth Kramer -segunda en el organigrama de la CIA- y Matthew Perkins -el padre de Pablo-) se pondrán en acción para intentar abortar el tremendo plan ideado por Stalin conocido por el título que lleva la novela: Operación Kazán.

Vicente Vallés por su profesión de periodista y analista político, además de por propia curiosidad personal, sabe muchísimo sobre los sistemas políticos de los Estados Unidos y el funcionamiento de los Servicios de Inteligencia de la Federación Rusa. Antes de ésta, su primera novela, publicó dos libros dedicados respectivamente a la política en USA y en Rusia: en  el primero, "Trump y la caída del imperio Clinton" (año 2017) expone una serie de motivos por las que en su opinión un histriónico y poco tenido en cuenta por el establishment norteamericano Donald Trump llegó a la presidencia en USA; en el segundo, "El rastro de los rusos muertos" (2019), se centra en la manera de proceder del SVR, versión actual del anterior KGB, en el intento perseguido por Vladimir Putin desde su acceso a la presidencia de Rusia de dominar el mundo.

Personalmente no suelo leer libros de análisis político; me aburren soberanamente entre otros motivos porque suelen tener visiones muy sesgadas sobre aquello que analizan. Prefiero la ficción pues en ella los autores son más libres de decir e incluso de opinar al no estar sujetos al principio de veracidad exigido en la no ficción por las referencias a personas reales. Es por ello que sí que he leído la novela del prestigioso y varias veces galardonado periodista Vicente Vallés. Como ya he dicho, en "Operación Kazán" Vallés esquiva las referencias a individuos reales aunque por poco avisado que se sea bajo los nombres utilizados el lector vea los rostros de Putin (Karlov), de Trump (Banks), de Bill Clinton (Steve Harrison) o de Boris Yeltsin (Yarshin) entre otros varios más. Según que el autor se aleja del tiempo actual se atreve con la realidad y los nombres de Mijail Gorbachov, de Stalin, de Yuri Andropov, e incluso del asesinado no hace tanto Alexander Litvinenko, entre los rusos, aparecen; igualmente ocurre con los nombres de los occidentales Churchill, Clement Attlee y algún otro más, aunque sin duda muchos menos que los rusos dado el contenido de la obra.

¿Qué me ha gustado y qué no en esta novela?
Además del ritmo que logra en algunos momentos de la narración y el suspense consiguiente que ya he señalado, me ha gustado mucho enterarme de cosas que desconocía por completo. Por ejemplo no sabía que Oleg Penkovski fue un espía soviético que «se entregó a la causa occidental. En 1962 advirtió a Estados Unidos de la instalación de misiles soviéticos en Cuba, a solo ciento cincuenta kilómetros de Florida. Aquella información provocó la Crisis de los Misiles. Penkovski fue descubierto, torturado y ejecutado.». Tampoco sabía que en España el antecedente del CESID, predecesor del CNI del que estos días tanto se habla, se llamaba SECED en tiempos del dictador Franco. ¿Tienen interés estos y otros descubrimientos? Bueno, no sé, a mí me han resultado curiosos.

Antena 3, Informativo presentado por Vicente Vallés,
Me han gustado algo menos otras cosas como los frecuentes leísmos en que incurre el escritor; como para muestra vale un botón, aquí van dos ejemplos:  «Terminada la carrera, le enviaron a España» o «tiene a su hijo en Londres y le visita a menudo». Sé que el leísmo referido a persona masculina no se tiene actualmente por incorrección injustificable pero sí que es recomendable evitarlo, especialmente en la lengua escrita. Me doy cuenta de que mostrarme pejiguero con estas cosas  es consecuencia de la pervivencia en mí del profesor de Lengua que fui. En todo caso, un asunto nimio, muy menor y -sí, lo reconozco- muy discutible. También, semejante en nimiedad a mi enojo con el leísmo que acabo de señalar, me ha disgustado un tanto el exceso de información que el novelista da del proceso seguido por los partidos políticos en la selección de candidatos para las elecciones presidenciales americanas. No dudo de que para la comunicación periodística del día a día estas explicaciones pueden tener interés, pero en un relato extenso con un asunto cuyo avance hacia su resolución exige vivacidad o dinamismo estas demoras informativas ralentizan mucho la narración y no, no me agradan. Afortunadamente abundan más en la primera parte que en las dos siguientes, así que según se va leyendo se olvidan y como lector se atiende más a ver cómo discurre la trama y sobre todo cómo acabará el embrollo.

Pero es evidente y así quiero señalarlo aquí que esta primera novela del periodista madrileño contiene elementos muy positivos. Así, sin ser descubrimiento en sentido estricto, me encanta la estructura que Vicente Vallés ha elegido para organizar su historia. Ha dividido la novela en tres grandes partes y dentro de cada una ha ido presentando de manera muy cinematográfica la sucesión lineal de escenas que anteceden por semanas, luego por días, a la fecha de las elecciones en noviembre de 2024, con flash backs necesarios puestos en boca de diversos partícipes en la ficción que sirven para explicar a uno o varios personajes, que estaban en la ignorancia, el motivo antiguo de lo que está sucediendo. Al tiempo estas narraciones dentro de la propia narración se presentan en contrapunto y desde distinta perspectiva según que quien relate sea un norteamericano, un ruso, un espía suizo o los propios agentes españoles del CNI. Este juego de puntos de vista, de ubicaciones geográficas diversas y de saltos temporales a la vez que prosigue inexorable la linealidad 'tic-tac, tic-tac' («Moscú, 6 de octubre, (a 30 días de las elecciones)» o «Phoenix, Arizona, 7 de noviembre (dos días después de las elecciones)») dota a la novela del necesario suspense exigible a un thriller y de la información histórica precisa que acompaña a cualquier narración que mezcla personajes históricos reales con otros inventados. Ante todo esto no cabe más que quitarse el sombrero, ¡chapeau!



Citas textuales que me parecen interesantes.
Además de las dos que encabezan la reseña y que inciden en el mito de la Rusia invencible que se está demostrando falso por el resultado que su operación "especial" sobre Ucrania está teniendo, creo que las siguientes citas textuales son muy aclaratorias y no exclusivamente sobre lo que se dilucida en esta entretenida novela:

  • «la Guerra Fría estaba de vuelta en forma de injerencia en procesos electorales ajenos, de noticias falsas y desinformación, de una nueva carrera armamentística, económica y tecnológica, y de un incremento de las actividades de espionaje.»
  • «Váyase de Rusia cuanto antes. Y si consigue salir de aquí, vaya a Estados Unidos y trate de encontrar allí algo parecido a vida inteligente. Alguien debe parar esta locura. Y ya no queda mucho tiempo para eso.»
  • «En Rusia nada funciona bien: ni la economía ni la sanidad ni el ejército... Pero son unos maestros en el arte del espionaje. Y Karlov es un espía. Aunque ahora sea el presidente, nunca ha dejado de ser un espía.»
  • «a veces, lo patriótico es incumplir una norma para salvar las demás; saltarse una ley para defender el imperio de la ley, para salvar a tus soldados, para salvar la democracia y para salvar a tu país.»

5 may 2022

Cristina Peri Rossi. "La insumisa", novela autobiográfica

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«Yo leía muchísimo, sin orden, que es como hay que leer: novelas, poesía, libros de autores clásicos y modernos, los diarios que compraban en la casa de mis tías abuelas, los prospectos de medicina, los carteles de las películas y los libros de la biblioteca de mi tío que devoraba con bulimia»

La insumisa, novela autobiográfica, Cristina Peri Rossi
"La insumisa" es la última novela de Cristina Peri Rossi, flamante Premio Cervantes de este año 2022. Precisamente fue este Premio y el día de su entrega, el 23 de abril, lo que me llevó a comprar dos libros de la autora uruguaya residente en España desde el año 1972. Junto a esta novela autobiográfica, que me ha gustado y me ha servido para conocer mejor la vida de la autora desde su niñez hasta la edad adulta, adquirí una antología de su poesía editada por Visor titulada "La barca del tiempo" de cuya lectura estoy disfrutando mucho.

Leyendo "La insumisa" se asiste a la relación de Cristina con sus padres: cómo el padre era un ser distante, bebedor y mujeriego, con problemas de relación con la madre. La niña Peri Rossi, cuando oía o presenciaba las discusiones del matrimonio siempre se ponía del lado de su madre a la que quería intensamente. Con tres años, nos dice la autora, «le propuse casarme con ella». Desde el momento en que nos hace esta comunicación -la primera página del libro- la autobiografía se vuelca totalmente del lado materno. Se nos habla de los bisabuelos genoveses que enamoradísimos embarcaron muy jóvenes desde la ciudad italiana hacia Montevideo a donde llegaron tras un viaje que duró tres meses; durante la singladura la pareja fue casada por el capitán del buque, y -nos dice la escritora- en esa travesía la bisabuela Marcela Frugone quedó embarazada del primero de los 14 hijos que tuvo con Agustín Nocetti, su marido, al que profesaba un inmenso amor que la llevaría a no entender la vida sin él. Ambos enamorados morirán tempranamente dejando en el mundo siete hijos vivos de los 14 partos que Marcela tuvo. La hija mayor, María Luisa, casada con Carlos Alberto, será quien se encargará de sacar adelante a todos. Vivirán en la casona que Agustín, maestro de obras, construyó para albergar a toda la prole. María Luisa, pronto viuda de Carlos Alberto con quien tuvo tres hijos, es la abuela de Cristina Peri Rossi, y madre por lo tanto de Julieta Rossi, la mamá queridísima de Cristina, y también del soltero tío Tito que tanto influyó en los gustos literarios y musicales de nuestra autora. Julieta Rossi, muy pronto viuda de su marido Ambrosio Peri, era maestra y supo ver muy pronto las aptitudes de su hija para la escritura. El matrimonio Peri Rossi tuvo dos hijas; sin embargo y es algo que me resulta chocante Cristina nada dice en esta novela autobiográfica de su hermana. ¿Por qué?

De lo que más habla la autora en esta biografía novelada es de la atracción que desde siempre sintió ella por la belleza femenina. Cuenta cómo se enamoró en el Instituto de Elsa, una chica cuatro años mayor que ella. De cómo Elsa también parecía sentirse atraída por ella y cómo la imposición familiar la llevó a alejarse de Cristina. Este desamor, esta desilusión, dolió mucho a la novelista. Aunque como bien le dijo su madre los desamores se superan encontrando otros. Y así se enamoró de Alina, otra niña del instituto. Fue Alina quien le comunicó otro descubrimiento, en este caso atroz: eran «'anormales'» por amarse, por quererse, por declararse su amor; las chicas debían amar a chicos, casarse con ellos y tener descendencia, eso era lo normal y lo correcto. Elsa y Alina seguirían esta ruta y no les iría del todo bien; en fin, al menos a Alina, le fue bastante mal pues acabaría suicidándose.

Todos estos pormenores acerca de la identidad sexual, y algunas anécdotas siempre relacionadas en algún sentido con el hecho de haber nacido mujer relata Peri Rossi. Una de ellas es la gran desinformación existente en su tiempo respecto a la condición femenina representada en el hecho de la menstruación. Cuando Cristina tuvo su primer período se asustó muchísimo, y el gran desconocimiento y la nula información recibida sobre el asunto en el seno de la familia la llevarían a creer lo que algunas amigas de parecida edad le decían sobre que ya era mujer por lo que debía de tener cuidado de que ningún hombre la tocase pues se quedaría embarazada. Así un día llegó a casa gritando creerse embarazada dado que un hombre la había empujado por la calle.

Muchos episodios anecdóticos como el anterior se pueden leer en esta entretenida autobiografía novelada. Uno de ellos, quizás el más impactante de todos sea el que -cuenta la novelista- le sucedió en el previo a la operación por urgencias de peritonitis aguda a la que tuvo que someterse. Cuando la preparaban para llevarla a quirófano, Cristina se sintió violentada, agredida sexualmente; al comunicarle a su madre el suceso, ésta le aconsejó callar dado que no hubo testigos y el hecho se perdía en la nebulosa de no saber si la agresión sucedió realmente o fue producto de la imaginación desatada por culpa de la anestesia.

Esta novela, que podríamos denominar 'novela de iniciación', está formada por 18 capítulos, en mi opinión quasi relatos, dado que cualquiera de ellos podría sostenerse por sí solo desgajado del volumen. Son capítulos que giran, como ya he dicho, siempre en torno al hecho de la conformación de su identidad como mujer, de la explosión de su sexualidad, de su evolución y aceptación personales. Me ha sorprendido mucho que no haga explícitas referencias a su posicionamiento político que en 1972 la llevaron a tener que abandonar Uruguay sin previo aviso a fin de poder conservar la vida y su libertad. Quizás sea por esto por lo que tras dar noticia de su niñez y adolescencia a lo largo de la mayoría de los capítulos (Primer amor, El viaje de las cigüeñas, El qué dirán, Segundo amor, El deseo, La operación, Las anormales, El beso, etc.) a la edad adulta dedique tan sólo el último del libro, 'Nena querida'. En este capítulo cuenta de manera muy poética cómo sus relaciones amorosas con mujeres están muy relacionadas con el sentidísimo amor que desde bien niña, cuando leía cuanto caía en sus manos, ha tenido por la literatura. 

editorial Visor, erotismo, homosexualidad femenina
Leyendo los maravillosos poemas contenidos en la antología "La barca del tiempo" observo que en ellos aunque los asuntos del amor, la sexualidad, el erotismo, la condición femenina en el mundo y tal aparecen en muchos, Peri Rossi no elude hablar de su compromiso político, de su exilio, de los exiliados, de la soledad lejos de la patria, etc. Esto me lleva a preguntarme por qué en esta novela de título tan apropiado para el cuestionamiento sociopolítico, sin embargo, la política brilla por su ausencia. Espero que sea porque la escritora tenga en su pensamiento dedicar otra obra autobiográfica a cubrir esta carencia. Habría que preguntárselo a ella, desde luego. No sé cómo hacerlo, pero intentaré hacerle llegar esta cuestión a ella. Y ya me gustaría a mí que me respondiese. Si tal conjunción de astros se produjese, a bombo y platillo daría cuenta de ello en este blog. Sería fantástico.

Además de lo dicho hasta aquí, qué otra cosa destacaría de esta novela. Pues especialmente las referencias que la poeta y narradora realiza a la literatura en forma de títulos de obras y nombres de autores que la han marcado. Así se ve, por ejemplo, cuando, casi al quijotesco modo, habla de la biblioteca de su tío Tito en la que la adolescente Cristina pasaba las horas
«era una biblioteca muy completa: desde Homero al Ulises de Joyce, no faltaba ninguno de los libros de un buen lector, contemporáneo y que no tenía géneros preferidos, aunque yo sabía que a mi tío le gustaba mucho Juan Ramón Jiménez (con quien yo le encontraba gran parecido físico) y Antonio Machado. Por otro lado era la biblioteca de un lector del siglo XX: allí estaban tanto las novelas de Jean Paul Sartre, de Albert Camus, como la Eneida de Virgilio, Una habitación propia, de Virginia Wolf, o La madre, de Gorki, libro que me impresionó muchísimo [...]
No sé con qué libro comencé, ni con cual terminé, pero recuerdo haber leído los poemas de Amado Nervo, Don Quijote de la Mancha, el teatro de Eugene O'Neill y los relatos de William Saroyan. Nena querida fue toda una revelación para mí, y se convirtió en uno de mis preferidos.» [...]
También muchas son las referencias explícitas a compositores y obras musicales que Cristina aprendió a admirar escuchando los discos de su tío
«Si reviso mi discoteca, son los mismos que tengo hoy, aunque se hayan agregado otros. Beethoven, el melancólico y estremecido Chopin,Bach, Haendel, Tchaikovsky, Edvard Grieg, Smetana, Debussy, Vivaldi, Monteverdi, Erik Satie, Schubert, el jazz más antiguo (Paul Robeson y María Anderson) tanto como mis sopranos favoritas: Renata Tebaldi, Joan Sutherland, Birgit Nilsson, Victoria de los Ángeles y María Callas» (capítulo Mi tío)
Luego, ya por ella misma, el mundo del Cine, en especial sus actrices favoritas (Elizabeth Taylor, Ava Gardner y otras) entran a formar parte de su universo afectivo, creativo e intelectual.

Y junto a lo anterior no quiero dejar en el tintero el intenso lirismo que en ocasiones aparece esparcido  en esta autobiografía en prosa. Es un lirismo que estalla en las manos de la escritora cuando habla de amor, de la atracción erótica. Así en su adolescencia el descubrimiento de la poesía de Bécquer le servirá para sobrellevar el amor sentido hacia Elsa o Alina y para entender mejor sus propios sentimientos. Pero no sólo esto; también a la hora de contar lo sentido al besar a la persona amada en el capítulo El beso la poesía becqueriana emerge en las palabras que utiliza para describirlo: 
«No bien me senté a su lado, sentí que las manos, la boca, las sienes y las mejillas me temblaban. No podía mirar la página del libro, que no sabía qué decía, porque no podía quitar los ojos de aquella boca. [...] No sé cuánto tiempo estuvimos de esa manera, sólo sé que fue el principio de una cadena y, a veces, se inclinaba hacia la derecha, otras hacia la izquierda

editorial menos cuarto
 Es Cristina Peri Rossi una enamorada del lenguaje, de las palabras, casi tanto o más que de las mujeres que a lo largo de su ya extensa vida -Peri Rossi nació en Montevideo el año 1941- ha amado. Se percibe claramente en los poemas de la antología citada («Las mujeres son todas pronunciadas, / y las palabras, son todas amadas» (poemario Evohé, 1971), «En las páginas de un libro que leía, perdí una mujer. / En cambio, a la vuelta de la  esquina, he hallado una palabra» (ibidem), etc.

En "La insumisa", esta novela última, deja clara huella de su amor por la expresión justa, cuidada, hermosa. Y esto, que se percibe en general en todo el libro, restalla con fuerza en denominaciones breves y cercanas como 'bichicome' (mendigo), 'gato barcino' (gato atigrado), 'los grillos critaban' (los grillos gritaban o chillaban), un 'vestido lleno de volados y alforzas' (vestido lleno de elementos que sobresalen y de pliegues), 'gallo bataraz' (gallo de plumaje gris y pintas o rayas blancas), etc. 

Como se deduce he disfrutado mucho leyendo esta autobiografía novelada;  es una auténtica gozada leer denominaciones y frases como las anteriores utilizadas por esta maestra del idioma, esta buena narradora y mejor, mucho mejor, poeta en toda la extensión y profundidad de la palabra.