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30 nov 2019

"Mitos griegos". María Angelidou

9 comentarios:
"Dédalo comprendió la terrible verdad: su hijo, inconsciente y temerario como todos los jóvenes, había confiado demasiado en su propia habilidad, había querido volar más alto que los pájaros, y el sol había castigado su soberbia derritiéndole las alas para que se ahogara en el mar…”.

Mitología y Literatura
Muchos libros de mitología han pasado por mis manos. El primero que tuve y aún conservo lo recuerdo con muchísimo afecto, es el de J. Humbert que nos recomendara Manolo mi primer profesor civil de griego en el Bachillerato, los profesores de griego que había tenido los dos años anteriores de mi bachillerato de Letras habían sido curas. Es un manual que muchas veces he consultado y, seguro, que seguiré consultando. A partir de éste que me acompañó durante toda la carrera, fueron apareciendo y poblando mi biblioteca otros entre los que destacan fundamentalmente los de Robert Graves, el inglés que se vino a vivir a España, concretamente a Deia, en la isla de Mallorca, donde falleció en 1985. De él leí con fruición "La diosa blanca" y en plan libro de consulta al que vuelvo con frecuencia su "Los mitos griegos", ambos títulos publicados por Alianza editorial, en dos tomos el segundo. Ya en un sentido más amplio, tocando no sólo la mitología griega sino abarcando en su contenido también la egipcia, la hebrea e incluso la mexicana, está el libro de C. W. Ceram,"Dioses, tumbas y sabios", cuya lectura, aparte de amena, es ciertamente del máximo interés.
También, claro, amante como soy de la ficción, muchas han sido las novelas históricas que he leído, leo y leeré que tocan estos aspectos de la mitología en sus versiones griega o romana. A bote pronto y por dar sólo dos títulos recuerdo ahora mismo "Juliano, el apóstata" del que fuera senador norteamericano Gore Vidal, o la que convertida en serie abriera el camino a la serieadicción que hoy es plaga en nuestras televisiones: "Yo, Claudio" del mismísimo Robert Graves.

Carlos García Gual, Robert Graves, Literatura y mitología

De entre los autores españoles que han tocado en sus ensayos y estudios el tema de la mitología no puedo dejar de nombrar a Carlos García Gual, sin lugar a dudas el mejor difusor de la mítica grecorromana. Entre mis libros se cuentan tres suyos que, además de dar una importantísima información sobre el funcionamiento de estas leyendas en la antigüedad, se leen con muchísimo gusto. Me refiero a "Mitos, viajes y héroes" en el que junto a cinco pequeños estudios sobre mitos griegos aparece un interesantísimo prólogo en el que analiza la intensa y profunda relación entre el Mito y la Literatura proporcionando una amplia bibliografía sobre el asunto. Otro libro interesante y más divulgativo del académico de la española es "La Mitología". De este, verdadero libro de cabecera para quien quiera entender mejor aspectos importantes de la literatura, destaco estas palabras:
"El mito es un 'relato', es una narración que viene de tiempos atrás y es conocido de muchos, y aceptado y transmitido de generación en generación. […] Los mitos son 'historias de la tribu' y viven 'en el país de la memoria' comunitaria. […] El mito tiene un carácter dramático y ejemplar." (pág. 12, ed. Montesinos, 1989)
Y por último, el tercero de los de García Gual de mi biblioteca es el muy elogiado "Los orígenes de la novela", libro en el que relaciona el pensamiento mítico con la escritura o mera dicción oral de historias que contenían en su interior el simbolismo propio de los mitos. La relación, pues, entre ficción, ejemplaridad y mítica se hace evidente en estos estudios.

Mitos, Literatura y Enseñanza
Vicens Vives Mitología, colección Cucaña
Mucho debo a mi larga etapa como docente de la que -y lo digo con la máxima sinceridad- disfruté durante muchos años. Enseñar literatura comentando con los alumnos las lecturas hechas y por hacer frecuentemente nos llevaba a topar con los mitos griegos. Para entender en sus debidos términos el poema, la novela o un parlamento teatral en concreto nos era necesario reconocer el mito para así entender el sentido de la traslación literaria. Se hacía obligación recomendar un libro que sirviera para desentrañar estas dificultades, para desbrozar inconvenientes y disfrutar con el hallazgo de los significados propuestos por los autores. Era mi deber proponer un texto acorde con la edad de los destinatarios, personas en formación de entre catorce y dieciocho años. Fue aquí donde este libro vino a ocupar lugar importante.

Por pura casualidad revisando mi biblioteca vine a topar con este librito sobre mitos griegos que ya casi había olvidado. He vuelto a leerlo y me sirve para cerrar de manera más que adecuada este noviembre, el mes temático de la No Novela propuesto por Laky. Su autora es María Angelidou nacida en Nauplia (Grecia) en 1956, que realizó sus estudios en Atenas donde murió en noviembre de 2004. El librito está publicado por la editorial Vicens Vives en colaboración con Papadopoulos Publishing. Además de los catorce mitos que forman este volumen dirigido por Vicens Vives en su colección Cucaña a un público escolar adolescente, contiene ilustraciones del artista búlgaro Svetlin y al final de sus páginas una serie de actividades didácticas propuestas por Santiago Muras para facilitar el trabajo al profesor.

Libros ilustrados, La mitología para niños y jóvenes, actividades escolares con la mitología
A través de los catorce mitos presentados entendemos mejor -y puedo asegurar que también los alumnos lo comprenden de modo más sencillo- qué es eso de la caja de Pandora, cómo fue exactamente lo del caballo de Troya, por qué el rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba, quiénes fueron Prometeo y el Minotauro, qué le sucedió a Orfeo cuando bajó a los infiernos, por qué Ícaro no obedeció a su padre Dédalo empeñándose en volar como los pájaros con unas frágiles alas de caña y cera, por qué se habla hoy en el psicoanálisis freudiano de complejo de Edipo, qué le sucedió a Dafne cuando fue perseguida por Apolo, ¿hubo también diluvio en la cultura legendaria de los griegos?, etc.

Desde luego y de cara a las próximas Navidades si pensáis en regalar a algún adolescente un librito sencillo, bello y educativo que además de proporcionarle conocimientos le fomente el amor a la lectura creo que éste puede ser una magnífica opción.



28 nov 2019

"Nueva teoría de la Urbanidad". Manuel Vilas

8 comentarios:
Con el estilo existencial y algo nihilista que es propio en él, Manuel Vilas reflexiona sobre la vida que llevamos partiendo del concepto de urbanidad, o sea, la relación que el individuo establece con el mundo a través de sus modales.

La elegancia, la capacidad de seducir, la amabilidad, el encanto... para Vilas son urbanidad. El término de urbanidad apareció escrito por vez primera en 1438 asociado a las clases altas y aristocráticas. El concepto de urbanidad ha conocido desde entonces una evolución insospechada que nada, o muy poco, tiene ya que ver con aquel momento. Así de 50 años para acá la elegancia, la amabilidad, el encanto…, o sea, la urbanidad ha extendido sus garras -capitalistas, claro- a la clase media. Tras la II Guerra Mundial ya no será necesario ser rico para ser educado, agradable y deseable.


Manuel Vilas, prosa, nihilismo existencial,
La urbanidad nos impele a ser elegantes, aunque el mundo quiere robarnos la elegancia; y lo intenta a base de mentiras como son las tarjetas de crédito, las de puntos, las bonificaciones de todo tipo, el tres por dos... Y Vilas advierte:
"¡Todo es mentira! El capitalismo -y nada hay fuera del mismo, no seamos inocentes- busca acabar con tu urbanidad, con tu sentido del bien y del mal. Pero hay que aguantar."
A partir de este momento inicia un recorrido por las edades del individuo y por aquellas situaciones habituales por las que todos pasamos (Colegio, Familia, Fama o Anonimato, Verano de Playa o Pueblo, transporte público o privado…,) y su contacto con la urbanidad. En el colegio es donde ya la persona se ve en su auténtica realidad -solo- y por ello debe comenzar a pergeñar estrategias para relacionarse con ese nuevo mundo, o sea, la urbanidad aquí es importante. Lo mejor que se puede hacer –aconseja Vilas- es pasar desapercibido; eso, dice, es estilo y urbanidad.

Más tarde pasa a considerar el concepto en el medio universitario y laboral. En el mercado de la urbanidad se hacen distingos de todo tipo: hombres - mujeres, guapos - feos, etc. En la etapa de juventud, dice Vilas, el cuerpo tiene una gran importancia. Cuerpos que hay que vestir y cada uno lo hace de determinada manera. Como Vilas sabe en qué mundo vive, el capitalista, aquel que se sustenta en la adquisición de bienes y en la ostentación de los mismos ante los demás, no repara en mostrar su satisfacción -la ironía todo lo envuelve en este tratado sobre la urbanidad- a través de cuestiones aparentemente banales pero que para él, por biografía y procedencia familiar, dice, no lo son tanto. Nos habla así el autor de lo importante que son unos zapatos bien limpios aunque se trate de ese sucedáneo de calzado que son los zapatos híbridos, mezcla de zapatilla y zapato tradicional. Esta exaltación del calzado en su versión clásica le lleva a reflexionar sobre el acierto enorme de los pantalones pitillo (skinny) de moda en la actualidad dada la relevancia que con ellos se da al calzado que se lleva.
"Son más importantes los zapatos españoles que los políticos españoles, conviene recordarlo. Dan más alegrías a escala internacional. Y más ingresos. Alegría e ingresos siempre vienen de la mano" (pág. 12)
La reflexión sobre los zapatos y los cuerpos le llevan a consideraciones más profundas como es la del envejecimiento. Y aquí apunta que se es injusto -machista, sería mejor decir- con las mujeres y la vejez: "Hay en el envejecimiento de las mujeres algo que ni siquiera el feminismo más profundo y analítico ha conseguido desvelar" (pág. 15). Dice que hay que despenalizar el envejecimiento de la mujer porque eso nos liberará a hombres y mujeres para la que recomienda la lectura de "El animal moribundo" de Philip Roth. Y yo pienso hacerle caso y leer esta novela porque Roth es un autor que me encanta y cuando Vilas lo recomienda será por algo, eso seguro.

En la Obra de Vilas, en general, y en esta obra con minúscula, en particular, subyace mucha filosofía, mucho pensamiento, muchísima reflexión, tocante todo ello a la existencia humana, a nuestra estancia en este inestable y azaroso mundo, donde vivimos todos apelotonados en una cotidianidad donde se desarrolla la urbanidad, aunque en realidad sea una ineludible soledad compartida. Como es habitual en él muchas de estas reflexiones están trufadas de ironía, de humor, de sano y enriquecedor nihilismo, de higiénica provocación. Es por esto que de este libro más que otra cosa quiero destacar algunas frases que como flechas  nos lanza el autor y que nos hacen pensar..., y también sonreír.

FRASES DESTACABLES:
  • La vida es vida social porque vamos vestidos. Jesucristo, Marx, Freud, Lenin, Sartre, Foucault, Lacan iban vestidos. Virginia Woolf y Simone de Beauvoir también iban vestidas. Por tanto, iban de tiendas. Tiendas de ropa, y zapaterías. (pág. 21) 
  • Es muy difícil caerle bien a la gente si tienes deudas. Las deudas y el poco dinero son los grandes enemigos del estilo y la urbanidad. (pág. 59) 
  • Había más modernidad antifranquista en las playas españolas que en el Partido Comunista de España, ay, qué dolor tener que decir esto. (pág. 45)
  • La música popular era y es erotismo. Allí quería ir a parar: urbanidad y erotismo en algún momento acaban siendo lo mismo.(pág. 56)
  • Si tus abuelos eran de pueblo, y aún te queda una tapia en ese pueblo, vete a esa tapia. Cógete seis o siete tomos de clásicos de la literatura universal y ponte a leer bajo la sombra de esa tapia y veranea en esa tapia. Si haces eso, que sepas que estás haciendo el acto más revolucionario de tu vida. (pág. 50) 
  • Hay gente que se vanagloria de no tener coche, pero esa gente siempre encuentra a algún imbécil que sí tiene coche y está dispuesto a llevarla. (pág. 37) 
  • La buena literatura te dice la verdad, aunque use la imaginación. La mala literatura te dice la imaginación, aunque use la verdad. Si lees buena literatura, vives. Si lees mala literatura, no te enteras ni de que estás vivo. (pág. 59) 
Para finalizar
Editorial Carreño books,
Este librito, casi un opúsculo, es una nadería, un juego que Manuel Vilas regala a 'Carreño Books', una editorial, perteneciente al grupo Penguin Random House, que nace, según dicen en la solapa trasera, con la "intención de poner en valor las buenas maneras y la exquisita educación". Pero no nos equivoquemos, hay mucha sorna, mucho cachondeo en esta declaración de principios; una declaración que se ratifica y se explica plenamente a través de este libro que Manuel Vilas les ha cedido gentilmente. Aunque también, creo, que los editores juegan con la filiación que el apellido Carreño, que da nombre a la editorial, tiene con la urbanidad y las buenas maneras desde que en 1853 Manuel Antonio Carreño sacase en Venezuela el "Manual de Urbanidad y Buenas Maneras para uso de la juventud de ambos sexos", un libro que tuvo vigencia durante más de un siglo en todo el mundo hispanohablante incluida España.

Pero volviendo al libro que nos ocupa es evidente que la ironía, la guasa, la broma, la agudeza... conforman el tono que el de Barbastro ha querido imprimir a este opúsculo de 62 páginas que llegó a mis manos obsequiado por la librería FNAC por el mero hecho de haber realizado allí una compra libresca (¡¡se están poniendo mal las cosas para los libreros cuando por comprarles libros te hacen regalos!!). Como no podía ser de otra manera en el autor de "Ordesa" [leer reseña aquí], a pesar del tono burlón, gracioso, chistoso..., hasta chocarrero a veces, con que Vilas construye esta nueva teoría de la urbanidad, no deja de haber destellos de indudable denuncia o/y de profunda reflexión. Leyendo este manual de urbanidad reímos al tiempo que reflexionamos. Y eso está siempre pero que muy bien.
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Nota:
Que esta publicación no es novela es claro y diáfano, razón por la cual vengo a añadirla al Mes temático de la No Novela que Laky  de "Libros que hay que leer" convocó para este noviembre.


24 nov 2019

"El profesor Unrat" de Heinrich Mann

11 comentarios:
Lo que más me ha agradado de esta novela corta, la mejor de las escritas por el que fuera hermano mayor de Thomas Mann, es el eco que ha conseguido transmitirme de la gran novela europea de principios del siglo XX. Al leerla resonaban en mis oídos, si bien en otro tono, autores como Stefan Zweig, el mismísimo Thomas Mann, Joseph Roth, Sandor Marai y tantos y tantos otros escritores con los que disfruto sobre manera. Pero he de confesarlo ya: en esta ocasión, mi disfrute ha sido muy menor.

Sinopsis (proporcionada por la propia editorial)
Raat es un profesor de secundaria solitario, tirano e inflexible. Este hombre, movido por el deber, desprecia la modernidad y la vida de la Alemania de principios de siglo. Se dedica a torturar a sus alumnos a quienes considera un reflejo de una sociedad viciosa e inmoral. Estos le han bautizado como el profesor Unrat, «basura».

Los principios de Raat se verán comprometidos cuando sigue a sus alumnos hasta un cabaret de mala muerte con el objetivo de darles una buena lección. Lo que no imaginaba es que la joven, dulce y sensual Rosa Fröhlich, una artista demasiado acostumbrada a vivir de los favores de los hombres, trastocaría todos sus principios y le obsesionaría hasta la locura.

Mi comentario
Heinrich Mann, "El profesor Unrat", Novela corta alemana
Estamos ante una historia que tiene muchos componentes autobiográficos. El personaje principal, el profesor Rat o Raat (términos que en alemán significan 'consejo' y 'consejero' respectivamente), popularmente conocido entre sus alumnos como Unrat ('basura') es un dictadorzuelo en el ámbito escolar del instituto de enseñanza secundaria de su localidad. Dicha localidad sin lugar a dudas está inspirada en Lübeck, la ciudad donde naciera Heinrich Mann en 1871; y el instituto tiene también su referente real en el Katharineum, centro escolar al que asistieron los hermanos Mann y en el que contra los deseos del padre, el senador Thomas Johann Heinrich Mann, Heinrich ni siquiera llegó a acabar el bachillerato. El ambiente despótico y abusivo por parte del profesorado del centro que sufrieron ambos hermanos queda patente en el personaje del profesor Unrat. De manera semejante a Heinrich, Thomas Mann en su magnífica novela coral, "Los Buddenbrook" [leer reseña aquí], dejó claramente reflejado el despotismo practicado en el Katharineum por maestros y profesores.
La deriva bohemia y vividora que toma la vida del profesor cuando es expulsado del Centro escolar es trasunto de la propia vida de Heinrich siempre de burdel en burdel manteniendo idilios con cantantes y artistas de cabaret llegando incluso a estar a punto de casarse con una de ellas. Fue nueve años después de ver la luz esta novela cuando el novelista se casaría, en 1914, con la actriz Maria Canová.

Se enfrentan en la novela dos mundos que conviven pero no se mezclan: el mundo ciudadano burgués y semiburgués representado en las familias de los alumnos del Katharineum y la bohemia de la farándula representada por la artista Rosa Fröhlich y/o el matrimonio circense de los Kiepert, compañeros en el escenario del cabaret 'El Ángel azul' donde actúan.  El profesor Unrat que debiera ser el garante de evitar la mezcolanza entre estos dos ámbitos -y tal es su empeño inicial, al menos en apariencia- irá evolucionando a lo largo del relato desde esta primaria y digna función hasta desembocar en la completamente opuesta. El defensor de la moralidad ciudadana, el educador sin tacha, pasará de ofenderse hasta lo infinito cuando escucha a sus alumnos lanzar a su paso la palabra "basura" con que lo motejan a verse acunado por ella cuando la demi-mondaine artista Fröhlich entre amorosas carantoñas le dice  "basurita mía". Y también pasará de una labor orientadora y preparadora para la vida de sus alumnos a otra vengativa y canallesca propia de un misántropo que sólo desea el mal de éstos.

Marlene Dietrich, "El Ángel azul", Alemania de Weimar
La acción tiene una duración de dos años. Dos años en los que los principales personajes evolucionan: el profesor íntegro pierde su integridad y de la luz de la cultura y sabiduría en que se encontraba -o debía encontrarse- pasará a la más tremenda oscuridad; por su parte sus tres bichas, -los alumnos Lohmann, Von Ertztum, y Kieselack-, también conocen cambios fundamentales: Kieselack, tras ser expulsado del centro educativo, acaba de cochero de carros que transportan cerveza; Von Erztum, el más enamorado de la artista Fröhlich, sufrirá un desengaño y junto a su familia deberá arrostrar las enormes deudas que el padre ha adquirido en sus cotidianas veladas de bailes y juegos de cartas en la casa de los Unrat; por su parte, Lohmann es quien mantiene durante todo el relato la actitud más íntegra de todos al estar sólo platónicamente enamorado de una mujer casada, la señora Sara Breetpoot, siendo él quien en un momento dado pondrá las cosas en su sitio con un golpe de autoridad.

Un epílogo clarificador y justificatorio
Esta novela corta en mi opinión no ha envejecido bien. Quizás por ello no ocupa en la historia de la literatura lugar de honor. Según la leía veía que avanzaba un poco a golpes, que no fluía la historia con la naturalidad propia de un relato perfectamente construido. Al finalizar la lectura de los 17 capítulos que la componen he leído el epílogo que figura en la edición de De Bolsillo que me ha hecho llegar Random House. Dicho epílogo está firmado por Luis Fernando Moreno Claros que lo titula 'El profesor Unrat o una feliz recuperación'; sin duda es lo que más me ha interesado del libro.

Luis Fernando Moreno Claros nos sitúa al autor debidamente dentro de la familia Mann. Al respecto insiste en las muy grandes diferencias entre los dos hermanos que cultivaron la literatura. La verdad es que ellos dos no se llevaban nada bien. Thomas Mann, totalmente diferente a su hermano mayor en todo, despreciaba la literatura de Heinrich por obscena y grosera; pese a esto en 1941, viviendo ya los dos en USA a donde consiguieron llegar escapando de los nazis que los perseguían en Alemania, Thomas hubo de reconocer que algunas de las novelas de Heinrich ("El súbdito", "La pequeña ciudad" o "El profesor Unrat") anunciaban ya lo que iba a ocurrir en Alemania años más tarde.

"El Ángel Azul"
En mi opinión esta novela ha resistido el paso del tiempo y ha permitido recuperaciones editoriales como ésta que hoy reseño gracias a la película que en 1930 realizara el director Josef von Sternberg bCine sonoro alemán, Marlene Dietrich, mujer vampiresa, erotismoasándose en ella. Este film supuso el lanzamiento al estrellato de Marlene Dietrich en el papel de la cabaretera Lola-Lola, figura fílmica en la que el director y guionistas decidieron transformar a la artista Rosa Fröhlich de la novela en que se inspira. El éxito de la cinta fue absoluto.
El ambiente de sensualidad, el erotismo, la música, la amoralidad y la degradación en que se presentaba a Alemania dejaron boquiabiertos a los espectadores. Nació con esta película, encarnado en el icono de Marlene Dietrich, el mito de la vampiresa, de la mujer 'vamp', capaz de destruir a los hombres que se atrevan a relacionarse con ella. Que la actriz apareciese con los muslos desnudos fue algo, por desacostumbrado, que conmocionó a los espectadores. Que además, luego, la Dietrich fuese una activa luchadora contra el nazismo la elevó a los altares de la mitología popular. Hasta tal punto el film de Sternberg eclipsó a la novela de Mann que durante muchos años ésta se editó con el título de "El Ángel azul" en vez de con el suyo original, a pesar de las enormes diferencias que hay entre ambos productos.

Un luchador antifascista
De enorme interés me ha parecido conocer la premonición que en 1932 realizara Heinrich sobre la deriva que tomaría el Partido Nocional Socialista de los Trabajadores que crecía en la Alemania de Weimar con una fuerza increíble. El autor del epílogo incluye en el mismo un fragmento de un artículo escrito por Heinrich Mann que apareció publicado en un periódico local ese año. Previene allí a la ciudadanía sobre las verdaderas intenciones del Partido de Hitler del que dice que no era ni Nacional, ni Socialista, ni de los Trabajadores y que amenazaba con "encarcelar a Büchner, Gutzkow o a mí. Muertos o vivos, poco les importa a quién mandan al paredón. Pero si la cosa se pone seria no se contentarán sólo con encarcelar, tendrán que gasear masas enteras; ¡si eso es nacional!” Increíble premonición y terrible acierto el que muestra el novelista en esta reflexión. Quizás esta oposición declarada y sin ambages frente al nazismo, haya sido, mucho más que sus calidades literarias, lo que ha mantenido vivo el nombre de este escritor. Precisamente por su declarado antifascismo y también por su denuncia de la doble moral de la burguesía contenida en sus tres novelas esenciales, los alemanes de la RDA lo invitaron a volver al país ofreciéndole el cargo de Presidente honorífico de la Academia de las Artes de la RDA. El novelista aceptó, pero no pudo realizar el viaje a Berlín porque la muerte lo sorprendió el 12 de marzo de 1950 en Santa Mónica (California).

Frases destacables

  • [cuando Unrat acude por vez primera al cabaret 'El Ángel Azul'] "Comenzaba a estar de mal humor: tenía la impresión de haberse perdido en un mundo que era la negación de su propia persona, y en lo más hondo de su alma sentía repugnancia por la gente que jamás leía nada impreso, que acudía a un concierto sin siquiera haber leído antes el programa." (ver cap. 5)
  • "También acudían ciudadanos más humildes como el arrendatario de Café Central y el estanquero de la plaza del mercado, que se sentían lisonjeados y ascendidos de clase social gracias al trato con lo más granado de la ciudad, que sólo era posible en casa de los Unrat." (ver cap. 15)
  • [en el juicio] "Escupió de nuevo la historia del malogrado tío de Von Erztum y sacó a colación también la petulancia de las familias patricias de la ciudad, gente sin ideales y apegada tan solo al dinero, y el empleado portuario víctima del alcohol que Kieselack tenía por padre." (ver cap. 11)
  • "Unrat era fuerte; sólo le faltaba ser feliz" (ver cap. 16)

  • Nota:
    Incluyo esta novela dentro del Reto 'Nos gustan los clásicos' del blog "Un lector indiscreto".

    22 nov 2019

    Thomas Mann, "Los Buddenbrook" (Revisitados)

    23 comentarios:
    Preparando la reseña de una novela de Heinrich Mann, hermano mayor del gran novelista alemán Thomas Mann, me he encontrado con la reseña que en el ya lejano mes de marzo de 2014 hice en este mismo blog de esta novela del que se alzase con el Premio Nobel de Literatura en 1929. En la justificación de la concesión del galardón realizada por el Jurado se consigna específicamente la aportación a la literatura universal de esta gran novela, la primera que él escribiera con tan sólo 25 años en 1901.

    He creído que estaría bien volverla a visitar. Aquí os la dejo:


    "Los Buddenbrook", Premios Nobel
    Nos encontramos ante una gran novela publicada por Thomas Mann el año 1901 cuando sólo  tenía 25 años; es grande en todos los sentidos: por el número de páginas (más de 800), el período histórico que novela (40 años), una amplia y variada galería de personajes (podría hablarse de novela coral), los valores que se ponen sobre el tapete, el choque entre sensibilidades e ideologías, etc.

    El paralelismo que Mann establece entre el discurrir de Alemania y el de la familia sirven para explicarse mutuamente (vid.nota al final). Aunque no será hasta 1871 con Von Bismarck que nacerá la denominada "Nueva Alemania", su advenimiento se adivinaba desde al menos 1830 con la revolución liberal burguesa francesa. Sus ecos los encontramos al inicio del relato en forma de la exigencia por parte de Gotthod (hijo pródigo del patriarca Buddenbrook nacido fruto del amor hacia su primera esposa que murió en el parto) de sus derechos sobre la herencia familiar. Este Gotthod ha sido expulsado de la familia por haberse casado sin permiso paterno con una mujer considerada de clase inferior. Será precisamente esta lucha entre tono social y satisfacción personal uno de los muchos choques de contrarios que se manifestarán en la  novela y que vendrán a explicar la decadencia de esta familia por no haber sabido adecuarse al discurrir de los tiempos.
    Los contrarios que se enfrentan en este relato de Thomas Mann son entre otros los siguientes:

    - Protestantismo vs Catolicismo. Presentado especialmente en la figura del divertido disfrutador de la vida muniqués Permaneder, segundo esposo de Tony y repudiado precisamente por su escasa ambición, algo que los protestantes de Lübeck  no logran comprender:
    "no se integraba en la vida y los acontecimientos de la ciudad de Múnich a pesar de que la rodease su aire: el aire de una gran ciudad, llena de artistas y de ciudadanos ociosos, un aire un tanto decadente" [pág. 383]"Un hombre que se retira a vivir de las rentas con la dote de su esposa, ¡por Dios! ¡Un hombre sin ambición, sin metas, sin ningún espíritu emprendedor!" [pág. 387]
    Al igual que tampoco comprenderán la entrega desinteresada a los demás de las monjas de la caridad que los médicos les envían a sus casas protestantes.
    Los Buddenbrook película
    - Ociosos y Artistas vs seres prácticos y Comerciantes. Todo lo que no redunde en beneficio monetario es considerado pérdida de tiempo. Así personajes como Christian que ama el arte, la diversión,  la ociosidad del juego en el Casino y que huye del compromiso laboral, o la misma Gerda  Arnoldsen y su hijo Hanno que disfrutan con la práctica musical pero les aburren inmensamente las cuentas inherentes a los negocios, serán tenidos por auténticas rémoras y recibirán constantemente gritos y hasta insultos por parte de los seres prácticos, los comerciantes:
    "¡Si al menos hubiera podido reprimir y eliminar de su vida la música, aquella fuerza que alejaba al niño de la vida práctica" (pág. 544)
    -Nobleza vs Burguesía comercial. La época que se nos presenta es el tiempo de lo emprendedores burgueses, aunque ellos aspiren a alcanzar el esplendor externo que antaño rodeó a los nobles y que ahora han perdido totalmente aunque mantengan el lustre cultural (por ejemplo el conde Eberhard Mölln, padre de Kai, el amigo de Hanno). Este choque es perceptible en el matrimonio Gerda-Thomas:
    "Conozco tu debilidad por la nobleza en general y por la nobleza de Mecklemburgo en particular, y por eso te pido que tengas paciencia si ves que uno de esos caballeros recibe una lección... En fin, ya sabes que, entre ellos, hay quienes no profesan demasiado respeto a los comerciantes a pesar de lo mucho que necesitan sus servicios; que hay quienes, a la hora de realizar tratos comerciales, marcan demasiado las distancias aferrándose a la superioridad," (pág. 478)
    -Moral burguesa vs Dignidad personal. Thomas  Buddenbrook siempre echa en cara a su hermana Tony que no considere la repercusión social que puedan tener sus decisiones personales:
    "¿Acaso en esta vida sólo es una vergüenza y un escándalo lo que se hace público y lo que sale a la luz? ¡Ay, no! ¡El escándalo que se guarda en secreto, que lo consume a uno en silencio y termina privándole de su dignidad es mucho peor!" (pág. 401)
    -Arte culto vs arte popular. Los Buddenbrook de siempre estuvieron negados para las manifestaciones artísticas, en especial para la música. El senador Thomas la veía como algo pernicioso que alejaba a las personas de los ideales prácticos. De ahí el inevitable choque con su esposa Gerda:
    El la entendía, entendía perfectamente lo que decía Gerda. Pero no podía suscribirlo porque él no lo sentía así, y seguía sin ver por qué aquellas melodías que lo conmovían o le alegraban el ánimo tenían que ser fútiles e inferiores y por qué otras piezas que se le antojaban caóticas y muy duras de escuchar poseían el más alto valor musical. Se sentía a las puertas de un templo en el que Gerda, con gesto implacable, le prohibía poner el pie...” (pág. 532).
    Lenguas germánicas, El alemán en 1945
    mapa dialectal del llamado Bajo alemán
    -       - Campo vs Ciudad. O lo que es lo mismo campesinado (sirvientes de la familia o trabajadores de su empresa) frente a la alta burguesía  (los comerciantes, políticos, médicos, artistas, etc.). Thomas Mann los caracteriza entre otras cosas por el empleo de la lengua: ‘plattdeutsch’ o bajo alemán,  -consistente en la serie de dialectos germánicos hablados en el Norte de Alemania, el este de Holanda  y el sur de Dinamarca-, que hablaba el campesinado frente al ‘deutsch’ o alemán unificado que se estaba imponiendo por la burguesía dominante como un medio más de conformar la “Nueva Alemania”. Así cuando Tony se traslada a pasar unos días de descanso a la localidad de veraneo de Travemünde es recibida por el sencillo comandante Schwarzkopf del siguiente modo:
    No trae usté' mu' buen aspecto, si me permite que se lo diga así; eso es culpa del aire de la ciudá', y de todas esas fiestas... (pág. 122)
     El estilo:
    Thomas Mann recibió el Premio Nobel de Literatura el año 1929. En el razonamiento dado por la
    Los Buddenbrook, escritores homosexuales
    Academia como justificación de la distinción se citaron varias de sus obras ("La montaña mágica", "Muerte en Venecia", "El payaso"...), y especialmente “Los Buddenbrook”. Los motivos, aparte del éxito popular obtenido por la misma, estribaban sin lugar a dudas en su personal estilo, que partiendo del realismo-naturalismo introducía un aire novedoso que hacía la lectura más ágil y dinámica.  Para mí destacan especialmente algunos recursos:

    -        La elisión. El novelista utiliza la elegante figura de la elisión en muchas ocasiones dejando que el lector imagine lo no dicho al tiempo que le sirve como medio de caracterización de personajes. Así cuando la consulesa Gerda le pide a su marido un nuevo criado, éste se opone vivamente, pero tras unos párrafos al final del capítulo escuetamente se nos dice que un día el cónsul llegó muy contento a casa y se tomó la decisión de contratarlo. Sin duda alguna la mayor elegancia en el empleo de esta figura se da cuando elude comunicarnos el fallecimiento de Hanno y páginas más adelante leemos que ya hacía seis semanas de su muerte.

    -        Descripciones minuciosas. Quizás sea un rasgo propio del naturalismo la delectación que el autor muestra al describir la agonía de algunos personajes y en especial la descripción con todo lujo de detalles del tifus tumoral que Hanno padece. Pero en Thomas Mann nada es gratuito; con esta morosidad descriptiva lo que está haciendo es transmitirnos la idea nietzscheana de la relación entre enfermedad y creatividad, de modo que al culminar una y otra el artista se diluirá, disolución que expresa con un rotundo: “Y llegó”:
    ”Hanno se quedó un momento sentado, en silencio, con la barbilla apoyada en el pecho, las manos en el regazo. Luego se levantó y cerró la tapa del piano. Estaba muy pálido, las rodillas le temblaban sin fuerza y le ardían los ojos.”  (pág. 783).
    -        Anticipaciones. Los hechos fundamentales de la familia se escriben en un Cuaderno que va pasando de padres a hijos en el que se pueden leer los nombres, las aportaciones principales e ideas esenciales que han hecho que la saga Buddenbrook iniciada en el lejanísimo siglo XVI  hubiera llegado hasta el presente. Destacaré dos anticipaciones esenciales para el decurso narrativo:

    o   «Hijo mío, atiende con placer tus negocios durante el día, pero emprende sólo los que te permitan dormir tranquilo durante la noche». (pág. 188). Esta frase reaparece en muchos momentos como un mantra siempre respetado. Cuando los Buddenbrook la olviden, las cosas comenzarán a torcerse.
    o   —Dos capitanes al timón, mala cosa... Seguro que, entre los dos, echan el negocio a perder —dijo el cónsul Kröger— (pág. 265). La frase aparece cuando al frente de la empresa, por expreso deseo del fallecido Jean Buddenbrook, muy religioso, queden su hijo Thomas y Marcus, el apoderado de la empresa.

    Otras anticipaciones se dan cuando Thomas finaliza la construcción de su nueva casa como aviso de la decadencia que se le avecina:
    "Llevo varios días pensando en un refrán turco que leí en alguna parte: «Cuando uno acaba de construir su casa, le llega la muerte».Sé que a menudo los signos externos, visibles y tangibles, y los símbolos de la felicidad y el éxito aparecen cuando, en realidad, todo eso comienza a decaer...; es más, no aparecen hasta entonces." (p. 450).
    -        El narrador.  Es un narrador omnisciente que emite juicios, pero que se adelgaza en ocasiones mimetizándose con el personajes a través de variaciones a la hora de utilizar el discurso citado, en especial mediante un uso peculiar de los tiempos verbales:
    “—Dé gracias a Dios, mi querido amigo, ha faltado bien poco para... El cónsul no se atrevió a preguntar para qué había faltado bien poco. La mera idea de que aquella criatura diminuta, anhelada en vano durante tanto tiempo y que había venido al mundo de forma tan extrañamente silenciosa, hubiera podido sufrir la misma suerte que la segunda hijita de Antonie le horroriza.” (pág. 413).
    -        Uso frecuente del presente actual con valor atemporal. Para detener el discurrir temporal, en las descripciones echa mano de este tiempo verbal con lo que consigue, además de paralizar el tiempo, dar al texto un ritmo muy vivaz:
    “¿Qué sucede? ¡El cónsul Peter Döhlmann hace su entrada acompañado por la orquesta del Stadttheater! ¡Ya viene por la escalera, agitando un paquete de programas en la mano con gesto triunfal!” (pág. 511)
    Reproducción del lenguaje propio de las clases populares. Utiliza dialectalismos populares con voluntad de estilo, pero también como medio de caracterizar personajes e incluso como recurso humorístico jugando con el lector en un momento álgido del relato al elidir la expresión que su marido le dijera al haber sido descubierto con otra mujer, expresión que ha sido determinante en la decisión tomada por Tony de abandonar a su segundo marido:  “-¡Vete al diablo, cerda come-basuras”, pero escrito en bávaro en el original con lo que el expectante lector se queda con un palmo de narices sin saberla.

    filósofos alemanes, Filosofía alemana
    Quedan fuera de este post muchísimos elementos importantes que hacen que esta novela de Mann sea un auténtico clásico. No es posible hablar aquí de todos ellos, pero no me resisto a citar al menos dos para mí fundamentales: Uno es la serie de ideas filosóficas que como papel celofán envuelven la historia. Son las ideas de los filósofos alemanes que pusieron las bases para la evolución del mundo en ese siglo XIX: el primero es Kant, luego Schopenhauer y el fundamental Nietzsche.  A este último lo vemos revolotear en torno a los ataques que algunos personajes (en especial el señor Edmund Pfühl, organista de la Marienkirche y profesor de música de Hanno) realizan a la música de Wagner de la que Mann era gran admirador [se puede acceder a algunos temas de compositores citados en el relato entrando en la página de este mismo blog: Música que me gusta escuchar]; también cuando se refiere a la fuerte relación existente entre creatividad artística y carácter enfermizo; y fundamentalmente en la necesidad que existe de conciliar los contrarios si no queremos que todo se venga abajo. Precisamente esta no conciliación de opuestos, que sí se daba en la mente abierta y equilibrada del patriarca Buddenbrook que abre el el relato, será la que se lleve por delante a esta familia.

    Schopenhauer es el autor de la obra -"El mundo como voluntad y representación"- que lee Thomas cuando ha entrado en la fase de decadencia total y sus pensamientos se van hacia la muerte y la de la empresa familiar al no existir en su hijo Hanno un continuador de la misma
    ¿Que dónde estaré, cuando esté muerto? ¡Pero si está más claro que el sol y es tremendamente sencillo! Estaré en todos aquellos que, desde el comienzo y hasta el fin de los tiempos, hayan dicho, digan y vayan a decir: YO; pero, sobre todo, en los que lo digan con más plenitud, fuerza y alegría..." (pág. 685)
    "Agobiado con mil bagatelas cotidianas que su cabeza luchaba por solucionar y mantener en orden, no tenía la suficiente fuerza de voluntad para conseguir repartir su tiempo con racionalidad y provecho." (pág. 688)
     Para cerrar sólo señalaré las alusiones que aparecen en la obra acerca de los recursos de los poderosos y que hoy tienen una actualidad tremenda. Me refiero al desfalco cometido por el marido de Erika Gürlich, Hugo Weinschenk, el que fuera director de la Aseguradora contra Incendios, por el que fue a la cárcel pero para el que se moverán todos los hilos posibles a fin de conseguir un indulto; indulto que se le concederá. Vamos, igualito, igualito que en nuestros días por estos lares. Por algo esta novela es un clásico con todas las letras: nada en ella es inactual; toda ella nos sigue dando avisos y enseñanzas.
    _________________________________
    (nota )
    La historia particular de los Buddenbrook (la anécdota) discurre a la par de la de Alemania (marco) como se ve en el siguiente cuadro:
    - 1835: inauguración de la nueva casa familiar
    - 1838 (14 de abril): nace Clara, la hija menor del patriarca.
    - 1842: Thomas ingresa como aprendiz en la empresa familiar
    - 1846 (principios del año): Tony se casa con el señor Grünlich
    ALEMANIA 1848: Revolución liberal burguesa. Se inicia la creación de la Nueva Alemania.
    - 1850 (mes de enero): Crisis matrimonial del matrimonio Grünlich
    - 1851: Christian marcha a Valparaíso
    - 1855 (segunda semana del mes de septiembre): muere Johann Buddenbrook, el patriarca.
    - 1856: vuelve Christian del extranjero. Se casan Thomas y Gerda.
    - 1857: Tony marcha a Munich y conoce al  cervecero Permaneder
    - 1859 (finales): Tony abandona el hogar marital.
    - 1861: Nace Hanno, hijo de Thomas y Gerda.
    - 1863: Thomas está en la cresta de la ola: es senador y decide construirse una casa señera.
    ALEMANIA, década de los años 60:  guerra de los ducados en el 64, guerra de las siete semanas en el 66
    -1868: Erika Gürlich tiene una niña, Elizabeth.
    -1869: Hanno tiene 8 años.
    ALEMANIA 1870: Guerra franco-prusiana. 1871: Von Bismarck crea la "Nueva Alemania" en torno a Prusia.
    - 1872: Desmantelamiento de la casa de la consulesa Buddenbrook.
    - 1873: El marido de Erika preso por corrupción de caudales públicos obtiene un indulto.
    - 1874: El senador Buddenbrook sospecha vivamente de la fidelidad de su esposa Gerda. Muere Thomas
    - 1877: Muere el joven Hanno

    19 nov 2019

    Ignacio Martínez de Pisón: "Filek"

    23 comentarios:
    "La famélica España de 1939 estuvo a punto de convertirse en la principal potencia exportadora de petróleo. Eso al menos es lo que Franco creía entonces y lo que pronto la prensa del régimen se encargaría de pregonar a los cuatro vientos. Un químico austriaco llamado Albert von Filek, inventor de un combustible sintético que mezclaba extractos vegetales con agua del río Jarama, había puesto su fórmula secreta al servicio del engrandecimiento de la nueva España después de rechazar generosísimas ofertas de las grandes compañías petroleras." (nota de la solapa del libro)

    franquismo, años cuarenta del siglo XX, estafadores
    De este escritor leí no hace mucho tiempo "La buena reputación", novela premiada con el Nacional de Narrativa 2015, una novela que me agradó especialmente. También he visto con muchísimo gusto en televisión la serie "El día de mañana" adaptación de una novela suya de igual título que él mismo guionizó en su conversión al medio visual. Esta serie me gustó mucho. Ahora, dentro del mes temático de la No Novela promovido por el blog "Libros que hay que leer", decidí elegir ésta que hoy traigo aquí y que publicó en 2017.

    En varios momentos de esta obra su autor, Ignacio Martínez de Pisón Cavero, insiste en la característica de no-novela que tiene lo que estamos leyendo.
     "Si esto no fuera una investigación histórica sino una novela, tal vez el argumento sería otro" (pág. 197). 
    Lo que nos presenta el autor es una concienzuda investigación histórica sobre un personaje cuya peripecia la encontró el novelista en "Franco, caudillo de España"de Paul Preston, la monumental biografía del dictador aparecida por vez primera en 1967 y que, con seguridad, Martínez de Pisón, dada la época en que  transcuren la mayoría de sus novelas, conoce al dedillo. Sólo, nos dice Martínez de Pisón, le dedica Paul Preston diez líneas; sin duda alguna más que suficientes dado el poco impacto del individuo en la vida española en general y en la del dictador en particular. Pero haber estado a punto de engañar al mismísimo Caudillo con una gasolina sintética supuestamente creación suya y fabricada a base de agua más extractos de plantas y algunos ingredientes secretos más era tan increíble y al tiempo desternillante que el escritor zaragozano decidió seguir la pista a este tal Albert Eduard Wladimir Füler Edler von Wittinhaunsen por parecerle un ser más propio de una novela que de la realidad. Los datos debidamente ordenados y organizados, cual exige una investigación histórica, es lo que se nos presenta en este libro. Una cierta y verdadera no novela, por lo tanto.

    Organiza la obra Martínez de Pisón en cinco apartados o capítulos dedicado el primero a los orígenes del estafador nacido en 1889 de padre desconocido en Carintia, región del sur de Austria que formaba parte por entonces del Imperio austro-húngaro. La vida delincuencial de Filek comienza a partir del final de la Gran Guerra en la que participa pero alcanzará el rango de profesional con la disolución del imperio en 1920. Albert se moverá en una zona europea que tenía por centro la ciudad de Fiume entonces ciudad-estado independiente (hoy es la ciudad croata de Rijeka). A esta ciudad, sobre la que marchó militarmente el poeta italiano D'Annunzio para anexionarla al Reino de Italia, regresaba Albert Filek tras haber perpetrado sus golpes y estafas en ciudades (Viena, Milán, Graz, Innsbruck...) situadas en un radio de no más de 300 kmts de Fiume. En 1931 el cerco de la policía austriaca era cada vez mayor y el personaje decide escapar de la zona. ¿A dónde ir? España, donde acababa de ser derrocada la monarquía, se le antojó un buen lugar.

    El resto de capítulos van dedicados a las actividades de este delincuente en el Madrid republicano (capítulo 2); después en el inmediato Madrid franquista de la primera hora, sin duda alguna el centro de esta investigación histórica (capítulo 3); luego conocemos su deambular, entrando y saliendo, por distintas cárceles españolas (capítulo 4); y finalmente, la salida de España y el establecimiento de este impostor y charlatán en Hamburgo donde en 1952 murió (capítulo 5).

    Albert Filek, Franco estafado, gasolina sintética
    Lo que más me ha interesado de esta narración en la que Ignacio Martínez de Pisón muestra y comenta sus hallazgos en la búsqueda de datos e información realizada sobre este tramposo irrecuperable es, junto a la doblez del individuo, la facilidad con que caían en sus engaños las víctimas comenzando por aquella mujer de Groz a la que debió de dejar plantada ante el altar tras haberle jurado amor eterno y robarle sus joyas; siguen las innumerables referencias a cómo el falso aristócrata Alberto Samengo, Albert von Fülek, Alberto von Culek, Alberto Filek o como quiera que eligiese llamarse gustaba de darse la buena vida en lujosos hoteles centroeuropeos donde dejaba la cuenta, ¡claro!, sin abonar; la defraudación realizada a una institución bancaria por muchos miles de liras o de coronas; etc., etc... Y es que en la biografía de este sujeto todo es oscuro y enmarañado.

    De todas sus trapacerías la obra maestra de este individuo de bajos orígenes pero que siempre abrigó en su mente delirios de grandeza atribuyéndose unilateral y reiteradamente la filiación de un padre aristócrata que nunca lo reconoció, -frustración que siempre arrastró-, fue la invención de una gasolina sintética realizada con agua, extractos de plantas, pizarras bituminosas, bicarbonato y otros ingredientes -¡hasta zumo de naranja dijo en alguna ocasión que contenía!- que el estafador iba añadiendo o eliminando según la ocasión y la persona ante la que se encontrase. Con esta maravillosa e imposible quimera engañó no sólo a particulares deseosos de enriquecerse rápida y fácilmente sino que también este charlatán irrecuperable llegó hasta los aledaños del Estado al ofrecerla en ministerios gubernamentales republicanos tanto de ministros de la CEDA como Gil Robles cuanto de ministros socialistas como Largo Caballero. Acabada la Guerra Civil y sustituida la República legítima por la ignominiosa Dictadura el atrevido delincuente consiguió ilusionar al mismísimo "Caudillo de España por la Gracia de Dios" que con esto demostró su memez autocrática, con lo que los lectores actuales vemos, atónitos, en qué manos estuvo España durante 40 años
    "Todos los ingenieros y servicios técnicos que he consultado me han informado en contra del proyecto; pero yo me fío más de mi chófer y éste me ha asegurado que en el último viaje hemos logrado una media de noventa kilómetros por hora empleando exclusivamente 'mi' gasolina" (pág. 187 [De las memorias de Juan Antonio Ansaldo que pilotó el avión que trasladaba a Sanjurjo desde Estoril a Burgos])
    Destaco por encima de cualquier otra cosa en este libro la imparcialidad del autor al presentar de manera objetiva la vida en España en unos y otros momentos políticos. El fullero Filek va a ir sobreviviendo con sus artimañas tanto en la revuelta España republicana cuanto en la amordazada España franquista. En ambas, Martínez de Pisón no oculta datos incómodos para todos: las checas republicanas, las sacas arbitrarias de las cárceles y los miles de fusilamientos en Paracuellos, el papel de ciertas personas e individuos a favor y en contra de estas acciones; y del mismo modo en el inaugural período franquista vemos cómo el Filek que estuvo en las cárceles republicanas, tras una breve estancia fuera de ellas, volverá a las prisiones donde se hacinaban miles y miles de desafectos al nuevo Régimen y de las que sin pausa alguna iban saliendo personas camino de ejecuciones sumarísimas y si no debían trabajar en condiciones infrahumanas. Bajo ambos regímenes la persona Albert Eduard Wladimir Füler Edler von Wittinhaunsen va a ver cómo se desprecian y se incumplen las resoluciones judiciales que en varias ocasiones y momentos fallaron a favor de su puesta en libertad.

    Ignacio Martínez de Pisón, narrativa de la Guerra Civil, investigación histórica
    Antes de dar por concluida esta entrada quisiera alabar el enorme esfuerzo investigador del novelista zaragozano afincado en Barcelona desde 1982 con sólo 22 años, de lo que queda cumplida muestra en este libro. Y junto a esto, no puedo por menos que agradecerle la inmensa información que sobre autores literarios y sus obras ("El mundo de ayer" de Stefan Zweig o "Primavera de café" de Joseph Roth, entre los europeos; "La novela de un literato" de Rafael Cansinos-Assens, "Paseos por Madrid" de Corpus Barga o "El advenimiento de la República" de Josep Pla, entre los españoles) aparecen como sin esfuerzo a lo largo de esta investigación, de esta no novela, que por las muchas suposiciones e imaginaciones realizadas por el autor para cubrir las muchas lagunas existentes en la documentación recabada se convierte casi casi en un ensayo novelado:
      • "como tantas otras veces a lo largo de este libro, me muevo en el terreno de las conjeturas" (pág. 233)
      • "¿Permaneció Filek en Barcelona tras su excarcelación? [en septiembre de 1941]. Fantaseo con la hipótesis de que, atraído por el aroma del dinero fácil, frecuentara durante ese tiempo un bar-restaurante situado en el número 196 de la calle Mallorca, el Lutz." (pag. 209)
      • "No hay datos de que ese encuentro llegara a producirse. De haberse producido, el primer paso lo habría dado el austriaco." (pág. 100 [conjetura realizada a raíz de la coincidencia en la Cárcel Modelo madrileña en octubre de 1936 del embaucador Suñén Beneded y Filek]) 
    También no quiero dejar sin resaltar la enorme información que leyendo este libro he podido recabar sobre esos años (1930-1950) durante los que España vivió una época dura, difícil y llena de sobresaltos de la que se beneficiaron, ¡como siempre!, quienes pescan en río revuelto, o sea, buscavidas, delincuentes y seres sin entrañas como este Filek. Pero especialmente me ha satisfecho mucho conocer la ubicación en Madrid y en Barcelona, sobre todo, de las prisiones en las que se hacinaban personas y personas desde 1936 a 1946 en concreto. Son edificios, la mayoría de ellos hoy desaparecidos igual que muchos de los ficheros de detenidos quemados por unos y por otros cuando, cada uno en su momento, avistaba que se daba la vuelta la tortilla.