«Me gusta tener mucho metraje, con muchas entrevistas, recursos y planos, sobre un par de horas, menos que eso, un par de minutos, pero un par de minutos importantes. Un par de minutos es todo lo que vive alguien durante una vida. Lo que pasa es que nadie se entera porque existe la creencia de que vivir mucho es que te pasen muchas cosas, pero yo creo que vivir mucho es saber qué cosas te están pasando. Y suelen ser pocas, ¿no?»
Es el primer libro que leo de este periodista, articulista y novelista. Sabía de Manuel Jabois por su labor en periódicos como El Mundo o El País; también, como digo en la nota biográfica que sigue, interviene en programas radiofónicos de la SER, pero la verdad es que yo escucho poco la radio dado que ésta me exige atención y me impide leer; en radio me inclino por las emisoras musicales que no perturban mi lectura.El escritor
Manuel Jabois nació en Sanxenxo (Pontevedra) en 1978 y empezó su carrera como periodista en Diario de Pontevedra. Tras pasar por El Mundo, desde 2015 escribe reportajes, crónicas y columnas en el diario El País; también tiene un espacio diario en el programa Hoy por Hoy de la cadena SER. Como escritor, ha publicado la recopilación de artículos Irse de Madrid (2011), las breves memorias Grupo salvaje (2012) y Manu (2013), un largo trabajo sobre el el 11-M titulado Nos vemos en esta vida o en la otra (2016) y las novelas Malaherba (2019) y la que reseño aquí, Miss Marte (2021). Malaherba lo consagró como uno de los escritores en español más populares de su generación.
Miss Marte
Miss Marte, como tantas y tantas obras hechas por periodistas en ejercicio, tiene por cuasi protagonista o personaje muy central a un periodista de nombre Nico que sirve de introductor en su pueblo, Xaxebe, a una periodista de unos 27 años que está grabando un documental sobre la desaparición, hace 25 años en esa localidad, de una niña llamada Yulia Lavinia. La desaparición que investiga Berta Soneira, que así se llama la realizadora del documental, tuvo lugar la misma noche en que la madre de la niña, Mai Lavinia, se casaba con un joven del lugar, Santi Galvache, tras una relación de un año.
La acción transcurre en Galicia, concretamente en la Costa da Morte, cerca de Fisterra. El ambiente gallego, sus brumas, el carácter de sus gentes, la magia, la confusión entre lo vivido en realidad y lo recordado, siempre entreverado de cierta invención y falsedad... Todo esto aparece en esta novela que está bien escrita, aunque en ocasiones me haya generado cierta confusión la proliferación de nombres de personajes y sus diversas relaciones.
La estructura es la típica de una investigación periodística. Entrevistas y grabaciones, una por capítulo, a las diversas personas que ese día estuvieron cerca de Mai y de su hija Yulia. Al final, en un capítulo, diríamos conclusivo, se produce una anagnórisis al estilo de lo que sucede en las novelas detectivescas; es por esto que cabe calificar el relato de thriller. Naturalmente no cabe desvelar aquí lo que sólo se alcanza a saber al llegar a esa altura de la lectura. Sólo diré que el giro, el desvelamiento que se produce, no es demasiado sorprendente si se han leído con gusto y atención las páginas anteriores.
Estamos ante una historia de historias. En cada capítulo, un personaje distinto cuenta a Berta su relación con Mai durante el año que ella estuvo en Xaxebe, desde que apareció allí de manera sorpresiva, hasta el fatídico día de la desaparición de la niña de poco más de tres años con la que arribó a la localidad. Mai es una joven de apenas diecisiete años cuyos orígenes son confusos, brumosos, mágicos, como el ambiente gallego. Quizás por esto no sorprende demasiado a los chicos de la pandilla en que se integra (Santi, Novás, Nico...), tampoco a las autoridades de la localidad (el policía Sardina o el alcalde Francisco Girón), y mucho menos al resto de personajes (Mago Sampedro, director del periódico de sucesos en que trabaja Berta; Lola, la asistenta en casa de los Galvache y verdadera madre efectiva de los Galvachitos; Máximo Girón, padre del actual alcalde Girón; el padre de Mai; etc.). Todos estos seres conforman el universo cerrado de Xaxebe, donde hace un cuarto de siglo se produjo el extraño fenómeno de la desaparición de una criatura que quedó sin explicación. Fue en 1993 cuando Yulia Lavinia desapareció y es 2018 cuando la periodista Berta Soneira está realizando la investigación.
Nico es quien nos está relatando la historia. Lo hace en primera persona, si bien él no es el protagonista de la misma; cede el protagonismo a Mai Lavinia y sobre todo a Berta Soneira a la que ayuda en la realización del documental, proponiéndole el orden de las entrevistas y tomando notas en las conversaciones que mantiene con otros personajes. Tras esto Nico debe dar un orden a todo este maremágnum, crear un relato lógico
«Las utilizo, las notas y las grabaciones, cuando la historia lo requiere, de tal manera que hay momentos en los que se exige el punto de vista de alguien antes de relatar su entrevista, y al contrario, retrasar algunos datos para cuando tengan sentido.»Como se ve son reflexiones 'metaliterarias 'propias de un escritor, de un autor. Nico, en el fondo, no es más que el alter ego de Manuel Jabois; el periodista y escritor que anida en él se hace estas preguntas durante la confección de la historia que tenemos en nuestras manos. E idénticos razonamientos se hace Berta Soneira, la realizadora del documental:
«Vamos a tener que refinarlo todo de tal manera que el documental se ciña a cuatro minutos concretos, los que se tardan aproximadamente en sacar a una niña de tres años recién cumplidos de la cama y meterla en el coche. Para eso reconstruimos la vida de su madre y la vida de todos vosotros, y la vida del pueblo, para el momento en que alguien abra una puerta y meta a una niña dentro de un coche, y a esa niña no se la vuelva a ver nunca más. Todas vuestras vidas y recuerdos de hace veinticinco años para contar un agujero. Pero el agujero será verdad.»
«"Aquí, en el norte, si un hijo le da un beso a un padre es porque tiene pensado matarlo"»
«Yo regulo el tráfico en el cruce de la Santiña, allí me puede ver todas las mañanas en la entrada y salida del colegio. Si yo veo a Madeleine McCann, lo primero que hago es parar un coche y darle paso para que cruce la acera»
Ay, Juan Carlos, ya siento haber hecho que tus expectativas subieran por encima de lo que finalmente ha sido. A mí me gustó sobre todo la forma de contarlo que me resultó original. Tampoco tenía expectativas con el libro, ni altas ni bajas. Me apetecía leerlo sin esperar nada especial y me gustó. Al menos te ha resultado entretenido..
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa:
EliminarNada que lamentar, querida amiga. El libro me ha entretenido, la historia ha sido curiosa, aunque el desenlace me ha parecido algo predecible y la explicación final un tanto rocambolesca. Pero bueno, es la segunda novela de este chico de sólo 44 años; quizás en próximas obras su resultado sea más redondo (para mí, claro).
Un beso
Al menos te ha entretenido y eso para mi sería suficiente, siempre y cuando no fuera con las expectativas por la nubes, como ha ocurrido en tu caso. Besos, amigo
ResponderEliminar¿Sabes lo que me ha pasado, Marina? Pues que había oído y leído tantos parabienes respecto a "Malahierba" que pensaba encontrar algo muy buen. Encontré algo bueno, aceptable, pero no extraordinario. Está claro que me pasé de optimista.
EliminarUn beso
Los libros de periodistas que eligen un periodista como protagonista (igual que las novelas que optan por situar en el centro a un novelista) me provocan cierta suspicacia desde el principio.
ResponderEliminarPues es lo que me sucede a mi, Rubén, que entró en ellas ya con la mosca detrás de la oreja. No obstante he leído muy buenas novelas hechas por periodistas. ¿Es ésta una de ellas? En fin, no, no la colocaría en ese grupo, aunque se lee muy bien, que conste. De 0 a 5 yo le daría un 3.
EliminarUn abrazo
¡Querido Jua Carlos!
ResponderEliminarya conocía esta novela, pero si te soy sincera nunca me llamó la atención sabiendo más o menos de lo que iba. Aunque ese clima tan galleguiño si me va mucho, me encanta lo ambientado en Galicia. Veo que lectura sí te ha resultado entretenida, aunque no haya sido lo esperado. A veces las expectativas nos juegan malas pasadas. Por cierto que fuerte la frase esa que has puesto: «"Aquí, en el norte, si un hijo le da un beso a un padre es porque tiene pensado matarlo"»
Tremendo ¿no? ¿será cierto que eso se dice por esos lares?
Un beso enorme!!!
Soy Marian, no sé qué pasa que no me permite entrar en mi cuenta de google y eso que lo intenté varias veces. Más o menos lo que te ocurrió el otro día en mi blog. La verdad es que a mi es la primera vez que me pasa
EliminarMás besos
Hola, Marián:
EliminarEsta pelea con Google a mí me ocurre cuando en lugar de estar comentando desde mi portátil lo hago desde MI tableta. No lo entiendo porque en ambas está bien puesta mi cuenta de google y tal. Lo que hago en tales casos para que no salga 'Anónimo' es identificarme con mi nombre y mi Url. Así al menos consigo que aparezca mi nombre y quede debidamente identificado.
Un beso grande
Pena que no haya cumplido las expectativas aunque al menos al final te entretuvo. No sé si me animaré porque tengo mucho pendiente, pero si se cruza podría caer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Seguro que te gusta, Margari.
ResponderEliminarUn beso
Pienso que la literatura o el cine tienen algo o mucho que ver con las expectativas creadas por nosotros mismos o por otros. es complejo aislarse ante este hecho. Dicho lo cual es una novela que tengo en la recamara y solo por embriagarnos en el ambiente gallego creo que merece una oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan Carlos.
Naturalmente que sí, Miguel. Claro que merece la pena, siquiera sea por palpar ese especial ambiente galego.
EliminarUn fuerte abrazo
Fíjate que es un libro que, aunque he visto mucho hace unos meses, es ahora cuando me estoy fijando en él. Cuando veo muchas opiniones y todas positivas de un mismo libro en un corto período de tiempo, inconscientemente lo descarto, al menos temporalmente. Sé que probablemente no me va a parecer para tanto como se desprende de esas opiniones y prefiero dejar templar las expectativas y que estas sean más realistas. Ese ambiente en esa pequeña población gallega y esas reflexiones metaliterarias del autor son lo que más me llaman la atención de esta novela.
ResponderEliminarBesos
Es una novela algo diferente, eso sin duda alguna. Mis expectativas quedaron algo quebradas, pues yo me esperaba algo sublime y me encontré con una novela normal, típica de periodistas que hablan de periodistas y utilizan tramas y métodos de organización del relato típicos de periodistas. Es ahí donde se rompieron mis suposiciones. Pero sólo fue ahí; luego, tomando la novela en sí misma, es una obra que se lee con agrado y que tiene una estructura de thriller periodístico-detectivesco agradable. Y es en la organización de los materiales investigados periodísticamente que aparecen los elementos metaliterarios.
EliminarUn beso, Lorena
Hola, Juan Carlos. Creo que me gustó más que a ti. Lo de la expectativas es una puñetería (perdón por la palabra) que nosotros mismos generamos. Leemos una reseña entusiasta, que nos desvela algunos puntos de la trama, y eso no siempre provoca un consecuencia positiva. En cualquier caso, estoy de acuerdo contigo con respecto al ambiente de esos pueblos de Galicia. Besos
ResponderEliminarAy, las expectativas, qué malas pasadas nos han hecho, ¡y nos hacen!, pasar a todos.
EliminarOtra cosa, Marisa, he tenido que sacar tu comentario del pozo del spam al que había sido enviado y no sé por qué habrá ocurrido. Y creo que no es la primera vez. Menos mal que por email me llegó la información de que habías comentado en mi blog.
Besos