[en la Colina de los gritos] «las mujeres sólo son valoradas por su utilidad: como meras herramientas de reproducción que son, constituyen el artículo de comercio más preciado en las vidas de los aldeanos. Los hombres no vacilan en cambiar a dos o tres niñas por una esposa de otra aldea. Casar a una mujer de la familia con un hombre de otra aldea y recibir a cambio una esposa para algún hombre de la familia es una práctica muy común; de ahí que la mayoría de las mujeres de la Colina de los Gritos provenga de otras aldeas. Tras haber sido madres, son obligadas a ceder a sus propias hijas. Las mujeres de la colina en los gritos no tienen derechos de propiedad ni de herencia»
Varias veces a lo largo de este 2021 he señalado en algunas reseñas que el libro que en ese momento me disponía a comentar lo había elegido motivado por la letra inicial de su apellido. Sí, ya sé que suena poco erudito, poco literario, poco de... todo. ¿Elegir una lectura por la letra inicial del apellido? Muchos de quienes me visitan sabrán el porqué, incluso me atrevo a aventurar que muchos de ellos en algún momento habrán actuado igual. A varios ya os imagino asintiendo con la cabeza: el divertido Reto de '
Autores de la A a la Z' propuesto por Marisa en su blog
Lecturapolis es el causante de este comportamiento, ¿verdad?
Si consultáis las bases de dicho Reto veréis que hay unas letras (la Ñ, la Ll, la Y y la X) que por su dificultad para encontrar apellidos que comiencen por ellas no son exigibles para completar el Reto, pero que de utilizarlas puntúan doble. Yo normalmente las omito, pero este año decidí completar el Reto en todas sus letras; es por ello que hube de buscar nombres o apellidos iniciados por estas poco habituales grafías, lo que entraña serias dificultades. Pedí ayuda a blogs amigos para la tarea de encontrar escritores cuyos nombres o apellidos tuviesen de iniciales estas infrecuentes letras. Como tantas veces el blog
Cuéntame una historia de mi amiga
Rosa vino a sacarme del estado de inopia en que me hallaba. Fue ella quien me propuso a
Xinran Xue y este libro para despejar la X que tanto trabajo me estaba costando. Gracias de nuevo, Rosa.
"Nacer mujer en China (Las voces silenciadas)"
Nacer mujer en China lleva por subtítulo la expresión '
Las voces silenciadas'. Efectivamente la escritora va a dar voz en esta obra a seres humanos que en su país son tenidos por de segunda fila, personas que por haber nacido niñas deben de soportar, especialmente en la China interior, una vida más penosa que la de los varones. Esta situación conocida por todos es asimismo también obviada por todos pues como en un momento dado le dice a la escritora un agente de policía de una provincia campesina por muchas leyes que se dicten para solucionar esto «
los aldeanos no tienen miedo de nada ni de nadie, incluso si nos presentáramos allí, serían capaces de incendiar nuestros coches y dar una paliza a nuestros agentes». Vamos, que el peso de la tradición es inmenso en este también inmenso país.
Xinran Xue quiso en los diez años que van de 1986 a 1996, cuando abandonó definitivamente su país, dar a conocer la verdad de la condición femenina en China. En su programa radiofónico nocturno en Nanjing titulado "Palabras en la brisa nocturna" comentaba situaciones vividas por mujeres que a ella le habían impactado. Xinran conoce estos casos a través de las cartas que oyentes de su programa o las propias mujeres que las sufrían mandaban a la redacción de la emisora.
En los quince capítulos que componen la obra sabremos de dolorosas vivencias femeninas. Algunas son claramente estados de privación de libertad física como la de la mujer joven entregada en matrimonio a un anciano quien para evitar que ella escape y garantizarse así un heredero la tiene en casa encadenada por la cintura. Si esto ya de por sí es terrible, sin duda alguna en el terreno del sufrimiento físico son las violaciones, denunciadas por Xinran Xue en el libro, los crímenes más frecuentes cometidos por los hombres sobre las mujeres. Si bien la privación de libertad a que el esposo anciano somete a la esposa joven podría interpretarse como penoso vestigio de la China tradicional, el delito de violación parece, por el testimonio de diversas mujeres, que es práctica común en el país: lo fue durante la Revolución Cultural que en teoría venía a sacar del ostracismo a millones de mujeres y lo es todavía hoy en el seno de la familia, de las instituciones educativas, del núcleo de amigos...
En la obra se denuncia el fomentado estado de ignorancia en que el Sistema mantiene a la población. Es el Partido el encargado de dirigir la educación que no sólo se circunscribe a conocimientos necesarios para la vida en comunidad sino que también interviene en la vida íntima de las personas. Así el Partido «había prohibido toda discusión acerca de cuestiones sexuales, y cualquier contacto físico entre un hombre y una mujer que no estuviesen casados conducía a la condena pública o incluso al encarcelamiento. Aun entre marido y mujer , la "charla de enamorados en la cama" podía llegar a considerarse un comportamiento delictivo». Con estos mimbres nada de extraño tiene que tras la leve y progresiva apertura que en 1983 realiza Deng Xiaoping un programa radiofónico como el de Xinran Xue que daba voz a los oyentes tuviera un inusitado éxito. Estos, sobre todo mujeres, consultan a Xinran cuestiones que tienen que ver con su propia sexualidad; vistas hoy muchas de sus preguntas son auténticas ingenuidades: ¿me puedo quedar embarazada por haber dado la mano a un chico?, se preguntó en un momento de su vida hasta la propia escritora.
Xinran Xue salió de China en 1996 hacia Londres donde vive desde entonces. Dice que lo hizo para poder escapar de las incomodidades personales y profesionales que empezaba a sufrir debido a lo incisiva que llegaba a ser en su programa radiofónico, pero también y sobre todo para poder educar en libertad a su hijo PanPan a quien dedica el libro. Concretamente ella denuncia a través de los testimonios de oyentes que algunas mujeres veían cómo les eran arrebatados los hijos y que durante la Revolución Cultural, sobre todo las niñas, eran llevadas a «grupos de estudio» para ser educadas en los valores revolucionarios; sin embargo verdaderamente estos grupos de estudio eran la tapadera para abusar de estas niñas que sufrían violaciones por parte de sus 'instructores'. Xinran no deseaba que su hijo creciera educado en estos valores y tampoco deseaba ver constreñida su libertad como periodista.
Además de las denuncias de los desafueros cometidos sobre la mujer en el país, del libro de no-ficción "Nacer mujer en China" ha llamado mucho mi atención la mostración en varios momentos de la profunda identidad femenina. Hay testimonios en la obra de mujeres que enamoradísimas de sus partenaires masculinos aguantan carros y carretas procedentes de ellos. Se trata de mujeres que actúan guiadas por sus sentimientos amorosos más auténticos; incluso mujeres plenamente incorporadas al mundo moderno de los negocios pueden incurrir en esta manera de obrar. Es el caso de Zhou Ting, empresaria exitosa, casada y divorciada luego de su esposo por las reiteradas infidelidades de éste, que se enamora de un joven nueve años menor que ella; éste evitará el compromiso que ella le requiere abandonándola cuando llega el momento de dar el paso. Pasados los años, y ya ella casada con otro hombre, cuando el joven reaparece ella vuelve con él. A la pregunta de Xinran de por qué volvió, ella responde: «emocionalmente, un hombre nunca podrá ser como una mujer, nunca será capaz de comprender a las mujeres. Los hombres son como las montañas: tan solo conocen el suelo que pisan. Sin embargo, las mujeres somos como el agua» .
La frase que cierra el párrafo anterior me parece importante porque revela el fuero interno de no pocas mujeres. En el libro aparece en varios momentos. Así también se la dice a la escritora Jingyi, la mujer que esperó a su amado durante 42 años. La historia de Jingyi y de Gu Da, enamoradísima pareja de estudiantes a quienes la revolución separó y que al cabo de 40 años, él ya casado y ella soltera, volvieron a encontrarse. Xinran buscó a Jingyi para conocer la historia de primera mano por boca de ella: La guerra de Corea, la guerra fría con la URSS, la Revolución Cultural… hicieron que quedasen separados. Con la apertura de los años 80 Jingyi buscó a Gu Da preguntando a todos por él pero «la pasión que ella ponía en su búsqueda no fue apreciada por los demás: Gu Da era el amante de Jingyi, no el suyo. La Revolución Cultural había adormecido los sentimientos de muchos a los que las amargas experiencias habían enseñado a anteponer las necesidades básicas y la seguridad política a la empatía o la emoción».
En el libro, la periodista no arremete contra su país en la actualidad, pero sí critica abiertamente los estragos que la Revolución cultural maoísta de los años 1966 a 1976 causó en China en general y en la manera de comportarse de la población en particular. El revisionismo que conllevaba esta revolución atacó directamente a la familia de la escritora que fue acusada de ser un vestigio del capitalismo anterior a Mao Ze Dong por lo que sufrieron un proceso de reeducación que llevó a su padre a sufrir diez años de prisión y a ella a experimentar humillaciones en su persona como ver cortadas sus trenzas por considerarlas los guardias rojos signo del imperialismo.
- «Durante la Revolución Cultural, cualquiera que proviniera de una familia rica, cualquiera que tuviera tú y yo superiores, fuera especialista o experto en algo, tuviera contactos en el extranjero o hubiera trabajado para el gobierno anterior a 1949 era catalogado como contrarrevolucionario.»
-
«Criarse durante la Revolución Cultural siendo niña significaba estar rodeada de ignorancia, locura y perversión. [...] Cuando sus cuerpos maduraban, las muchachas eran víctimas de agresiones indecentes y violaciones; muchachas como Hongxue, cuya única experiencia sensorial provenía de una mosca; Hua'er, que fue violada por la revolución; la mujer del contestador automático que fue descasada por el Partido; o Shilin, que nunca sabría que ya era una mujer adulta. Los perpetradores de estos crímenes fueron sus profesores, amigos, incluso padres y hermanos [...]»
La autora escribió y publicó
Nacer mujer en China en Londres a donde marchó, como he dicho, en 1996 en busca de libertad y una educación mejor para su hijo Pan Pan.
El libro se lee muy bien aunque quizás pesen sobre él los ya casi 20 años transcurridos desde su publicación en 2003. Hoy la visibilidad de los problemas de la mujer en una sociedad que evolucionaba de la tradición patriarcal a una sociedad más moderna y avanzada está más que sabida y conocida por la ciudadanía. Hay historias de mujeres en esos quince capítulos que datan nada más y nada menos que del año 1975. De entonces a hoy toda la sociedad occidental -y creo que la China también en gran medida- ha evolucionado y al menos en Occidente se defiende la dignidad de cualquier mujer. Es en este sentido que pienso que la oportunidad de lectura de este libro más periodístico que literario, aunque también contenga un lenguaje cuidado en muchas ocasiones, haya quedado un tanto alejada en el tiempo. En 2003, estoy seguro, su contenido asombraría mucho más que hoy; pero pese a ello no está de más saber las barbaridades que sobre la mujer se cometieron en la China desde tiempo inmemorial y especialmente en los terribles años de la Revolución Cultural.
Fragmentos del libro especialmente significativos:
- «una buena mujer china está condicionada para comportarse de una manera dulce y sumisa, y se llevan este comportamiento a la cama. El resultado es que sus maridos acaban diciendo que no tienen atractivo sexual y las mujeres se someten a la opresión, convencidas de que es culpa suya.» (capítulo 3, "La estudiante universitaria")
- «Los hombres quieren a una mujer que sea una esposa virtuosa, una buena madre capaz de hacerse cargo de todas las tareas domésticas, como una criada. Fuera del hogar debe ser atractiva y cultivada, y debe honrarlo. Y en la cama debe mostrarse como una ninfómana.» (capítulo 3, "La estudiante universitaria")
- [Se refiere al terremoto que en 1976 destruyó la ciudad de Tangshan y provocó 300000 muertos. La autora comenta que como en la obra de Kafka no se supo de él porque fue ocultado por las autoridades] «Con la grandeza propia de las madres crearon nuevas familias para niños que habían perdido sus padres. Para mí, estas mujeres son la prueba de la fuerza inimaginable de las mujeres chinas. Como madre puedo imaginarme la perdida que debieron sufrir, pero no sé si yo hubiera sido capaz de mostrarme tan generosa en medio de su dolor.» (capítulo 5, "Las madres que soportaron un terremoto").
- «Los periodistas de la emisora de radio debían asistir dos o tres veces a la semana a clases de estudio político punto las sesiones de estudio comprendían las opiniones de Deng Xiaoping acerca de la política de reformas y apertura y la teoría económica de Jiang Zemin. Nos bombardeaban una y otra vez con los principios y la trascendencia política de las noticias, y no había sesión en la que no se condenará a varios colegas por alguna falta.» (capítulo 7, "La mujer que amaba a las mujeres")
- «La moda en China siempre ha sido politica. En la década de los 50, la gente convirtió en moda a seguir el estilo de vida del comunismo soviético. [...] Durante la Revolución Cultural estuvo de moda trasladarse al campo para ser 'reeducados'. [...] En la década de los 80, tras la política de reforma y apertura, la gente empezó a poner de moda entrar en el mundo de los negocios.» (capítulo 14, "Una mujer a la moda")
Título:
Nacer mujer en China
Autora: Xinran Xue
Editorial: RBA
Año de edición: 2003
Páginas: 304
Me has dejado intrigada. Me gustan estas novelas, aunque sean duras.
ResponderEliminarBesos y feliz año.
No he etiquetado este libro como Novela porque no me lo parece. Sí que cabría hablar de relatos dado que son los que la autora conoce por boca de mujeres anónimas lo que nosotros leemos a lo largo de los 15 capítulos que componen el libro. Como la autora es periodista y no hay una continuidad en las historias sino que son un abanico para mostrar el estado de la Mujer en China lo he calificado de Crónica. ¿He acertado? Pues no lo sé, puede que sí. O no.
EliminarUn beso y disfruta de la salida y de la entrada en 2022
Es que es muy duro ser mujer. Lo es en un país desarrollado y democrático, imagina en el resto.
ResponderEliminarMe encantan estas historias, tan duras pero de narrativa hermosa.
Gran reseña Juan Carlos.
Feliz Año Nuevo! 🥳🎊🎈
Es duro vivir porque hay personas que hacen del sufrimiento de otras el centro de su existencia. Las mujeres siempre han sido víctimas propiciatorias de estos abusos. Como bien dices, Yolanda, lo son en países desarrollados y democráticos cuanto más en aquellos que aunque en parte están ya muy desarrollados pecan de falta de libertades y costumbres democráticas.
EliminarFeliz Año Nuevo también para ti, amiga.
Besos
🥳🎈🥰
EliminarMe temo que esa trama, si bien basada en experienias, podría aplicarse a demasiados lugares y culturas
ResponderEliminarUn placer que compartas. Un abrazo, y feliz año nuevo
Hola, Albada:
EliminarTienes razón, son experiencias que desafortunadamente suceden en muchos otros lugares y culturas. Lo llamativo aquí es la denuncia sin paliativos que Xinran Xue hace de la Revolución Cultural que asoló el país durante diez años. Y de esta vorágine sin duda alguna las mujeres sufrieron mucho más que otros colectivos humanos, sin minusvalorar el sufrimiento de éstos.
Aunque aún publicaré una última reseña antes de que finalice este 2021, yo también te deseo, querida amiga mía, un Feliz Año Nuevo.
Muchos besos
Lo leí hace ya unos años, también por el reto, y me pareció una lectura tan dura, más sabiendo que todo es real, que todo eso pasó tal y como lo cuenta.
ResponderEliminarBesotes!! Y feliz año!!!
Sí, es dura sin duda alguna.
EliminarUn beso grande, Margari
No será muy erudito pero no me resulta nada extraño jajaja. De hecho, en cuanto he visto el encabezado de esta reseña he pensado "qué bien me vendría para el reto de Marisa": Porque, claro, la X es muy muy difícil
ResponderEliminarPero no veo yo demasiado este libro para mí, la verdad
Besos y feliz año nuevo
Es que la X es puñ****, ¿verdad?
EliminarUn beso fuertote, Laky
Parece un libro interesante, me lo llevo anotado. Te mando un abrazo y te deseo un genial año a ti y a tu familia.
ResponderEliminarEnamorada de las letras
Tambié yo deseo, J.P. Alexander, que 2022 venga lleno de venturas y felicidad para ti y todos los que rodean.
EliminarMuchos besos
Puede que buscar la letra inicial del apellido de un autor suene a poco erudito, pero gracias a ello he leído libros, como este aunque no solo este, a los que de otra forma nunca me habría acercado y que han resultado lecturas muy gratas y descubrimientos importantes. Desde luego, me volveré a apuntar si Marisa lo convoca.
ResponderEliminarLas gracias no se merecen. Ha sido un placer descubrirte esta lectura. Yo te doy las gracias por mencionarnos a mí y a mi blog.
El libro de Xinran Xue puede que haya perdido fuerza con los veinte años transcurridos, pero quizás lo que le pasa es que ha dejado de estar de plena actualidad para transformarse en una denuncia a una época muy concreta. De todas formas, me gustaría entrar en lo profundo de la profunda China para ver cómo son las cosas hoy día. Sea como sea, ha siso una lectura de lo más interesante.
Un beso y feliz año 2022.
Vuelvo a agradecerte tus buenas recomendaciones, Rosa, vengan estas motivadas por la necesidad de un Reto o simplemente por buscar obras de calidad que siempre sé que tú habrás leído. Pocas -quizás ninguna- veces me he sentido desilusionado con un libro recomendado por ti. Es una gozada ir sobre seguro y eso se debe a tu magnífico criterio a la hora de leer y de enjuiciar lecturas.
EliminarPor este libro de Xinran Xue y por tantos otros que he leído gracias a ti de nuevo muchas Muchas Gracias, Rosa.
Que pases una magnífica Noche de Fin de Año y que 2022 te sea propicio
Muchos besos
La gratitud es recíproca pues yo también tomo muchas lecturas entre las tuyas y tampoco creo haberme sentido nuca decepcionada. Espero que esa influencia recíproca dé buenos frutos también en 2022.
EliminarComo se suele decir, Juan Carlos, de aquellos barros, estos lodos. No está mal echar la vista atrás para saber de dónde vienen ciertos comportamientos y actitudes muy arraigados que aún se dan en el presente. Con la desigualdad no se termina de un día para otro; es algo mucho más complejo que un cambio de sistema político o un cambio de legislación.
ResponderEliminarEl libro me resulta interesante. Ya me llamó la atención cuando lo reseñó Rosa. Y, oye, allá cada uno con los motivos por los que elige lectura. Además, con letras más complicadas para cumplir con el reto como la X, pienso que incluso es una buena oportunidad para descubrir autores nuevos y salir de la zona de confort.
Besos
Interesante lectura sin duda alguna, Lorena. Lo mao no son los cambios políticos sino la impostura que hay en ellos. Eso es lo que yo creo que denuncia Xinran Xue.
EliminarFeliz Año Nuevo, Lorena
Muchos besos