.header .widget { text-align:center;} .header img {margin:0 auto;}

24 dic 2021

Elena Poniatowska: "Querido Diego, te abraza Quiela"

«Hoy como nunca te extraño y te deseo, Diego, tu gran corpachón llenaba todo el estudio. No quise descolgar tu blusón del clavo en la entrada: conserva aún la forma de tus brazos, la de uno de tus costados. No he podido doblarlo ni quitarle el polvo, por miedo a que no recupere su forma inicial y me quede yo con un hilacho entre las manos. Entonces sí, me sentaría a llorar. La tela rugosa me acompaña, le hablo.» (‘15 de noviembre de 1921’)

Muchos de los libros que leo los tomo prestados de las bibliotecas públicas. Me parece que las mismas son una institución necesaria a la que se debería dar más relevancia por parte de los poderes de quienes dependen. Últimamente, cada vez con más frecuencia, veo que hacen limpieza del fondo que albergan. Realizan expurgaciones. Al menos esa es la palabra que emplean para denominar dicha acción. Si nos atenemos al significado que da la RAE al verbo "Expurgar" (Suprimir [una autoridad] lo que considera erróneo, molesto u ofensivo en un texto impreso) diríase que los volúmenes que el bibliotecario decide expulsar del establecimiento se lo hubieran ganado por su baja calidad, inexacta ubicación, o cualesquiera otra cosa pero siempre de signo negativo. Efectivamente no pocas veces sobre la mesa de las expurgaciones que suele haber a la entrada/salida de las bibliotecas aparecen volúmenes de enciclopedias hoy desactualizadas o en desuso, libros editados por organismos públicos que, quizás, por su baja calidad jamás debieran de haber pasado por la Minerva, folletos publicitarios que nadie sabe cómo llegaron a la Biblioteca, etc., etc. 

Yo habitualmente donde veo libros, ya sea en la calle o en las mesas citadas, suelo detenerme para fisgonear. Y hete aquí que con frecuencia entre esos volúmenes disparejos de una enciclopedia o ese libro de mecánica que hoy ya nada dice a nadie aparecen joyitas que inexplicablemente, al menos para mí, han sido expulsados del Templo. ¿Por qué? Eso es algo que me gustaría que alguien me explicase. Pero no es este el momento para divagar más sobre el asunto. Sirva este breve exordio para introducir la lectura del libro que figura en el título de esta entrada. Un libro de quien fuera Premio Cervantes en 2013, Elena Poniatowska, que encontré abandonado, buscando alguien que lo adoptase, sobre la mesa de Expurgados de una biblioteca municipal de la ciudad donde vivo. 


De Elena Poniatowsska, Premio Cervantes 2013, sólo había leído su novela "Leonora" sobre la vida de la pintora Leonora Carrington y su entorno artístico y de amistades. Esa lectura me gustó mucho. Vi cómo la Poniatowska sabía penetrar el alma de las personas cuya vida narraba en una mixtura ficticio-real. Precioso e instructivo libro el mismo que recomiendo a cualquiera.


Novela epistolar, literatura epistolar


Querido Diego, te abraza Quiela
Sinopsis de la novela (proporcionada por la propia editorial Impedimenta)
Octubre de 1921. Angelina Beloff, pintora rusa exiliada en París, envía una carta tras otra a su amado Diego Rivera, su compañero desde hace diez años, que la ha dejado abandonada y se ha marchado a México sin ella. Angelina, a quien Diego se dirige con el diminutivo de Quiela, fue la primera esposa del muralista mexicano y una excelente pintora, eclipsada por el genio de su marido. Su relación, marcada por la pobreza y por la tiranía de Rivera, fue tormentosa, y la adoración de Quiela, incondicional. Brutal, ególatra, irresistible, Rivera se nos dibuja como un monstruo que hace su voluntad en el arte y el amor. «Ella me dio todo lo que una mujer puede dar a un hombre», diría Rivera. «En cambio, recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer.»

Cuando al salir de la biblioteca a donde había acudido para sacar el libro de Xinra Xue, "Nacer mujer en China", me encontré en la mesa de expurgados, entre otros de escasa valía, el librito de la escritora parisina Poniatowska  no pude por menos que quedar sorprendido y de inmediato atender la invitación que los bibliotecarios habían dejado escrita sobre los condenados a la expurgación ('Llévenselos si les interesan'). Me lo llevé a casa. Lo he leído y lo he disfrutado. Me parece una auténtica delicatessen. 

En el librito, Elena Poniatowska imagina las cartas que de octubre de 1921 a julio del año siguiente Angelina Beloff, pintora rusa exiliada en París, envía a Diego Rivera, su compañero sentimental durante los últimos diez años. El pintor Diego Rivera tras los estragos de la I Guerra Mundial sentía ahogarse en la capital francesa y sin dar muchas cuentas a la Bielova ha marchado a Mexico desde donde, aunque regularmente envía a Angelina Beloff o Bielova algún dinero, no responde a sus requisitorias amorosas. En las doce cartas sin respuesta que la mujer abandonada  envía al artista mexicano ésta le confiesa su enorme dependencia amorosa que tiene con él, que desea verlo, que todo todo se lo disculpa, que no le recrimina ni lo más mínimo aunque esto hayan sido infidelidades a la vista o de espaldas a ella. Angelina es una mujer totalmente enamorada, una persona en cierto sentido enferma de amor. Pese a esta completa añoranza también ella comprende, y así lo expresa en sus cartas, que la pérdida por enfermedad del hijo que tuvieron quizás haya sido la causa de tan radical separación y distanciamiento entre ellos.

Pintura moderna mexicana, las mujeres de Diego Rivera
Angelina Beloff: "Máscaras y muñecos", 1955. 
(Museo de Arte Moderno México)
La novelita muestra la psicología de una mujer plenamente colgada de la persona que ama, una mujer que, enferma de amor, dejó de lado por unos años el inmenso talento pictórico que poseía para apoyar a su gran amor, a pesar del ingrato trato con que él le correspondía. Según leía esta novela epistolar venían a mi memoria otras lecturas de corte semejante en especial la de Annie Ernaux "Pura pasión" [leer mi reseña aquí] o la de "Un amor" [leer mi reseña aquí] de la joven novelista española Sara Mesa. Elena Poniatowska plasma en esta novela epistolar la personalidad arrogante, egoista, y poco empática del genial artista mexicano. Diego Rivera, a quien conocemos a través de Angelina Beloff. Rivera es, además de artista genial, un vividor,  un mujeriego que en las mujeres sólo busca satisfacer la enorme necesidad que tiene de ellas para su propio placer y para que le atiendan en sus necesidades domésticas esenciales. Muchas son las mujeres que pasaron por la vida del autor de los frescos del Palacio Nacional de Mexico D.F.; en esta novela sabemos al menos de dos, una que aparece con su nombre y personalidad alegre y licenciosa, Marievna Vorobiov Stebelska, con la que tuvo una hija; y otra de la que no se da el nombre pero que al aparecer citada en la última carta como su «amor mexicano» intuimos -o al menos intuyo yo- que la Bielova se refiere sin nombrarla a Frida Kahlo. 

Además de los femeninos otros personajes, también masculinos, aparecen en el relato. Son amigos de la pareja que acompañan a la Bielova en su desamparo y que la ayudan y aconsejan. Entre estos están los Zeting (Miguel y María) que cuidaron un tiempo a Dieguito, el hijo de Angelina y Rivera; Zadkin, amigo que aconseja a Beloff  que venda algún esbozo dejado por Rivera para sobrevivir; Élie Faure, el amigo que le da puntual noticia de la deriva de Diego Rivera por tierras mexicanas; etc.

El librito de apenas 90 páginas bellamente editado por Impedimenta apareció en 1978 obteniendo enseguida un inmenso éxito. Es hasta el momento el libro más traducido de la escritora asentada en México desde que en 1942 llegara a ese país junto a su madre huyendo de los horrores de la IIª Guerra Mundial en Europa.   

  


Título
: Querido Diego, te abraza Quiela

Autora: Elena Poniatowska

Editorial: Impedimenta

Año de edición: 2014

Páginas: 90

ISBN978-84-15979203

21 comentarios:

  1. Que interesante la historia me lo llevo apuntado y a la autora (a la que todavía no he leído también). Besos y Feliz Navidad !!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues te va a gustar Elena Poniatowska, Rocío. Una mujer la mar de interesante.
      Besos navideños

      Eliminar
  2. Me apunto el libro, Juan Carlos. Me parece una interesante historia, también leeré Leonora, me encanta la pintura de Carrington y conozco poco de su historia.

    Un placer leerte, siempre.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este librito epistolar se lee en un pis pas; estoy seguro de que Leonora, gustándote como te gusta la pintura de Carrington, te va a encantar.
      Besos

      Eliminar
  3. ¡Hola Juan Carlos!
    no he leído nada de la autora, pero parece interesante lo que comentas sobre esta novela, voy a investigar un poco.

    Te cuento que en las bibliotecas públicas es necesario el expurgo sobre todo en los libros de materias que se quedan obsoletos (no todos, claro, los libros de historia por ejemplo no). Respecto a la narrativa, solo expurgamos aquellos ejemplares muy deteriorados (esos van directamente al contenedor de papel), pero tenemos que tener muy en cuenta el espacio, eso es algo muy importante, no tenemos todo el que quisiéramos y a veces se decide también expurgar duplicados, aunque sean novelas de buena calidad. También pasa que la gente trae donaciones de libros que no podemos sacar a estanterías por eso, por razón de espacio, porque ya los tenemos en el catálogo y lo que se hace para darles buena salida es ponerlos a disposición de la gente en mesas para que el que quiera se los lleve. Igual a esta novela le pasó algo así, que ya la tenían en su catálogo y tuvieron que darle boleto. A veces hay que hacer expurgo selectivo porque entran muchas novedades, constantemente entran cajas de libros nuevos y el poco espacio del que se dispone es algo decisivo, hay que pensar en sacar cosas con menos interés (me refiero a libros que se prestan poco, que no se mueven, no porque carezcan de interés literario, eso también prima, lo que se presta y lo que no se presta) para dejar hueco a lo nuevo. El tema es ese, Juan Carlos, que no se puede tener todo y a veces hay que tomar decisiones, es más complicado de lo que parece. De todas formas, me parece muy buena idea eso de darles salida en otros hogares, en otros Templos, ofrecerlos a los usuarios.
    No sé si habré sabido explicarte un poco como va el expurgo en las bibliotecas, al menos en la mía, supongo que cada una tendrá sus propios criterios.
    Me alegra que encontraras este pequeño tesoro y que lo disfrutaras
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Marian:
      Me ha encantado tu explicación. No me ha quedado ninguna zona oscura. Eres muy didáctica, como profesora habrías tenido éxito sin duda alguna. Te diré que me gusta mucho que en vez de tirar los libros excedentes a la basura las bibliotecas los saquéis para que los coja quien quiera.
      Quizás en tu biblio tengáis algo de la Poniatowska. Es una escritora curiosa y como mujer muy vanguardista en su momento (ahora ya tiene unos añitos).
      Un besazo

      Eliminar
  4. Además de Leonora, yo había leído La piel del cielo que fue Premio Alfaguara en 2001. Me gusta mucho la autora y este librito puede ser muy instructivo de cómo algunos artistas geniales tienen un ego que les hace tratar mal a los que les rodean, sobre todo a la pareja que, por contra, suele estar fascinada con el personaje. Me gusta mucho como escribe Elena Poniatowska.
    Entiendo que en las Bibliotecas ni tienen espacio para todo lo que les llega y tendrán que priorizar y poner en adopción las cosas que menos les puedan interesar. Si encuentran padres adoptivos como tú, no hay ningún problema.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Rosa:
      La explicación que da Marian en su comentario sobre el porqué hacen expurgos las bibliotecas es completísimo. Chapeau!
      En cuanto a la Poniatowsja qué te voy a decir que tú no sepas. Tomo nota del título que citas que ganó el Premio Alfaguara en 2001.
      Besos

      Eliminar
  5. Pues no lo conocía, me parece una lectura súper interesante! La anoto!

    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y además es breve con lo que se lee rápidamente pero dejando un poso importante.
      Beso grandote

      Eliminar
  6. Leí esta novela en francés hace muchos años, fue lectura obligatoria y así y todo me encantó. Con el paso de los años he olvidado muchas cosas, pero no era consciente hasta que te he leído.
    Ya sabes, toca relectura.

    Felices Fiestas Juan Carlos 🎄🥳🎁💋

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabía que se usaba como lectura obligatoria para francés. Y te gustó, ¡eh, Yolanda!, verás que no siempre los libros propuestos por los profes tenían por qué ser aburridos. Yo que he sido profe durante muchos años y he puesto como obligatorias muchas lecturas procuraba que no fueran tediosas y te diré que a muchos estudiantes -no a todos, claro- les acababan gustando.
      Releer es bueno porque se aprecian detalles que habían pasado desapercibidos.
      Como se va acercando fin de año, te deseo una muy buena salida de este pesadísimo 2021 y deseo que en 2022 todo te vaya a las mil maravillas.
      Muchos muchos besos

      Eliminar
  7. Pues esa costumbre bibliotecaria por aquí no se hace. O ha coincidido que nunca lo he visto cuando he ido. Tengo que reconocer que hace ya tiempo que no voy, que tengo demasiado pendiente en la estantería. Me ha gustado mucho la explicación que te ha dado Marian. Está bien que le den una nueva oportunidad a los libros. Sobre la novela que traes hoy, pues no he leído nada de la autora y veo que tendría que animarme a disfrutar de sus letras. Me dejas con ganas.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La explicación de Marian es de quitarse el sombrero, es fantástica. Y Elena Poniatowska, Margari, estoy seguro de que te gustaría. Esta novelita es una delicatessen.
      Besos

      Eliminar
  8. Qué suerte que te hayas encontrado con esta joyita, Juan Carlos. Y qué suerte también que 'tu' biblioteca decida dar una segunda vida a los libros expurgados. Como comenta Marian, habitualmente se tiran al contenedor. Es cierto, como bien dices, que muchos de ellos son libros de poco interés, pero también ocurre que a veces se expurgan maravillas como parece ser el caso.
    No he leído a la autora, aunque sabía del otro libro suyo que mencionas: Leonora. Qué tendría Diego Rivera que parece que volvía locas a las mujeres que pasaban por su vida. Leí el diario de Frida Khalo (una bellísima edición facsímil) y mostraba en él la misma devoción por el pintor que su primera mujer. Creo que me gustaría este Querido Diego, te abraza Quiela.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Lorena, el tema este de la atracción irresistible hacia una persona por parte de otra es asunto digno de estudio. Pienso que se dará por igual en hombres que en mujeres aunque al ser las mujeres más abiertas, más dialogantes, conocemos más confesiones femeninas de esta devoción imposible de evitar hacia un hombre que a la inversa. Desde luego Diego Rivera las traía locas y eso que era en cierto -o en muchos- sentido un maltratador.
      Un beso

      Eliminar
  9. De usuario de bibliotecas a usuario de bibliotecas, enhorabuena por esta lectura preciosa. Y mil gracias por estar siempre pendiente de contarnos. Nos haces felices con tus palabras y nos abres el horizonte a libros que, como en este caso ocurre conmigo, desconocemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Rubén:
      El segundo expurgado que en esta ocasión salve de la quema (o lo que fuese que les esperase) fue "Nocilla dream" de Agustín Fernández Mallo, novela que dio nombre a la Generación Nocilla de la que el escritor forma parte además de encabezarla, naturalmente. La tengo sobre la mesa esperando que se acabe el año y sea una de las primeras lecturas de 2022. Me llama bastante la atención pues en su momento (año 2006) causó un importante revuelo en las habitualmente calmas aguas literarias.
      Un abrazo

      Eliminar
  10. Hola, Juan Carlos. Precisamente lo he leído estos días y aunque no es expurgo tiene una historia parecida. Forma parte de los libros que los comercios devuelven a la editorial por defectos (en este caso, un desgarrón en la cubierta). La mayoría acaban en la destructora de papel porque no pueden venderse, un poco como la fruta "fea" o golpeada. Locuras capitalistas. Por suerte, hace unos años invitamos a un club de lectura a Pilar Adón y ésta nos obsequió con un buen lote de "devoluciones", que pasaron a engrosar los fondos de la biblioteca del instituto y entre las que se cuenta este librito y otros que poco a poco voy leyendo. En cuanto al título en cuestión, qué decirte, cautivado por la prosa de Poinatowska y su capacidad para dotar de voz ficticia a una persona real pero desquiciado con Angelina. Ese grado de dependencia emocional es casi patológico, no entiendo que se pague con amor incondicional a alguien que te trata como un perro. Por suerte hoy día impera, creo, otra mentalidad.
    Aprovecho para felicitarte estas fiestas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Boa tarde. Obrigado pela visita e carinho. Desejo um ano de 2022 com muita paz e saúde.

    ResponderEliminar
  12. Hola Juan Carlos qué interesante me ha parecido tu entrada y los comentarios de los compañeros y especialmente de Marian como experta para poder comprender esas expurgaciones. Entiendo que no hay especio para todo y que se deben retirar para que puedan entrar otros y ese dejarlos expuestos para que los lectores se los lleven me parece una buena solución, otra que no sé si se hace sería enviarlos a lugares en los que no tienen ni un solo ejemplar. Sea como sea me ha permitido conocer una historia y a una escritora que no he leído. De hecho yo soy una fan de las bibliotecas y ahora de la digital y me he ido a mirar si en el catálogo estaba la escritora y ya me he reservado La piel del cielo. La obra que nos has traído de momento en virtual no la tienen.
    Espero que hayas pasado unas buenas fiestas y te deseo mucha salud para ti y los tuyos para el 2022.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar

Muchas Gracias por dejar tu Comentario.