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2 oct 2022

Lize Spit: El deshielo

«Por primera vez me vi a mí misma en el reflejo, una mujer, de pelo largo, angulosa y descarnada. Adecuada sólo para hombres poco exigentes que querían apuntar más alto pero que se veían coartados por sus propias limitaciones. Entre ellos, un veinteañero picado de viruela en los aseos de la universidad, un modelo de las clases de dibujo con labio leporino y un profesor de historia francófono medio calvo.»

El deshielo, Het Smelt, Lize Spit, literatura belga
El deshielo de Lize Spit es una novela legible aunque algo truculenta; algo exagerada y hasta en, mi opinión, por momentos rayana en la inverosimilitud. De todos modos cuando se aborda el tema de la adolescencia cualquier cosa es posible pues si hay una edad en que somos exagerados e inverosímiles es esa. El tiempo es asunto central en esta historia y con él los complejos propios de la edad y la necesidad durante ese periodo vital de estar siempre haciendo algo, apostando por algo, probando algo, experimentando algo... Lo curioso es que lo realizado en esa etapa de tanta inestabilidad emocional a veces tiene consecuencias importantes en la edad adulta.

Sinopsis (de la propia editorial)
En 1988 nacieron tres niños en la pequeña ciudad de Bovenmeer: Laurens, Pim y Eva. Durante la infancia, y debido a la difícil situación familiar que vivía, la niña se volcó en su amistad con sus compañeros. Al llegar a la adolescencia, y azuzados por una incipiente curiosidad sexual, los chicos iniciaron un escabroso juego que tendría graves consecuencias para ellos. Transcurridos trece años de ese último verano juntos en que todo se desbocó, Eva regresa a Bovenmeer dispuesta a ajustar cuentas con el pasado.


La novela apareció en 2015 en Bélgica cuando Lize Spit tenía 27 años. Fue su primera incursión en la literatura. En cierto modo, imagino, es su propia adolescencia, tan cercana a ella, la que puede que se refleje en la historia de Eva, el personaje protagonista. La autora en las entrevistas que concedió en España en 2017 cuando vino a promocionar la edición en español dijo al respecto que no era una autobiografía a pesar de estar inspirada en la vida vivida por ella, su familia, los amigos y vecinos de la pequeña localidad flamenca que la vio nacer ("Cuando escribía el libro tenía dos voces en mi cabeza, la de la escritora, que me decía que utilizase cosas de mi vida real, y la de la hija, que me decía que no lo hiciera. Fue una lucha de ambas partes"). Pese a esta rotunda manifestación, su madre cuando apareció publicada El deshielo le dijo que esperaba que tuviera un buen abogado porque los vecinos estaban muy disgustados; esto es, me parece, señal inequívoca de que la inspiración en la realidad era más que reconocible para unos y otros si bien, prosiguió la Spit mi madre "no habló de lo que sentía ella". Vamos que, como bien refleja el dicho popular 'blanco y migado'. Con todo hay que tener en cuenta que la experiencia personal cuando se pasa por el barniz de la ficción ya no es historia real; quiero decir que no se puede pretender buscar una relación total entre los sucedidos de la ficción y la vida real de la escritora.

Lize Spit presenta esta historia sobre seres que se inician a la vida adulta presentándonoslos en tres momentos distintos de su devenir vital: La Niñez, cuando los tres niños nacidos el mismo año, de modo inevitable juegan y crecen juntos en el pueblo; la eclosión de la Adolescencia, ese momento inestable en que los niños empiezan a dejar de serlo sin llegar a ser adultos aún; y la Madurez de todos ellos, trece años después, cuando Eva vuelve al pueblo atendiendo la convocatoria que le han hecho llegar sobre el homenaje a Jan, el joven fallecido la Navidad de 2001. Estos tres cortes temporales los muestra la novelista siempre de manera alterna y siempre desarrollando linealmente la historia en cada uno de ellos. El lector sigue estas tres etapas vitales sin peligro de confusión alguno entre ellas dado que las secuencias que forman las de la Niñez siempre aparecen encabezadas por un título clarificador (Acampada, Encarta 97, Cabeza grasienta, etc.), las de la Madurez, o momento actual, las preside el discurrir inmisericorde del tiempo en el reloj (9:00, 12:30, 17:45, etc.) y el del momento central de  todo el relato, el de la brutal eclosión de la Adolescencia, con la indicación de la fecha concreta de los días de ese verano en el que todo se desbordó de modo terrible (se inicia el 4 de julio de 2002 y concluye el 10 de agosto de 2002).

Novelas de iniciación, Bildungsroman, Adolescencia
Muchos son los asuntos que directa o tangencialmente se tocan en El deshielo, todos ellos siempre relacionados en mayor o menor medida con el central de la adolescencia: la amistad entre niños y adolescentes; el abandono o escasa preocupación de algunos padres por sus hijos; el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) padecido por Tesje, la hermana de la protagonista Eva; el alcoholismo de los padres de Eva; el descubrimiento de la sexualidad por los adolescentes; el sexo mal entendido por culpa de la pornografía y el tremendo daño que la misma ocasiona en las mentes de personas en formación como «los tres mosqueteros» (Pim, Laurens y Eva) que protagonizan esta historia; la tremenda frialdad con que se relacionan entre sí los tres niños protagonistas; la inopia en la que viven los padres respecto a las acciones de sus polluelos; el tremendo machismo presente en unos jóvenes casi niños y sus penosas consecuencias físicas y psicológicas en las mujeres; la colaboración en este machismo de las propias mujeres (el caso de la hermosa Elisa es claro ejemplo de ello); la disolución de la familia; la pérdida de influencia social de la iglesia; el bullying que puede llevar a quien lo sufre a querer quitarse de en medio (Jan, el hermano de Pim); la brutalidad que a veces aparece en entornos pequeños como la localidad belga donde sucede la historia...

Sobre el asunto citado en último lugar —el de lo sucedido en una pequeña localidad, en un pueblo—, Lize Spit durante su estancia en España en 2017 insistió en que uno de los personajes principales de su relato era el pueblo de Bovenmeer: "Una de las cosas que he aprendido es que a las personas en los pueblos les gusta hablar más las unas de las de las otras que las unas con las otras", "La gente en los pueblos sacrifica los secretos de los demás para poder ser alguien" y que esta actitud provoca que el libro acabe "de una manera tan brutal”.

Ha llamado mucho mi atención la forma literaria que Lize Spit utiliza en El deshielo, especialmente el predominio de frases cortas, yuxtapuestas, a veces sin aparente relación entre ellas pero que al estar así construidas logran transmitir la frialdad, la falta de empatía, incluso la crueldad que esos tres adolescentes practican entre ellos y con las compañeras de clase quienes, en general, aceptan sin gran oposición cuantas vejaciones o abusos se les ocurren a los por sí mismos denominados «tres mosqueteros». Que la autora sea escritora de guión explica, en mi opinión, este estilo seco, frío, distante, utilizado en la novela, claramente una de las señas de identidad de El deshielo.
  • «Tienes tantas oportunidades como prendas de ropa lleves. Si acabas desnuda, habrás perdido. En ese caso deberás hacer lo que ordenemos. Si adivinas el acertijo, nosotros haremos algo para ti. Lo que tú quieras.»
  • «Apenas intercambiamos palabras. En vez de hablar, busco cosas que sean distintas de hace un rato, ahora que Tesje ha desaparecido. El dolor en el cuerpo es el mismo, han aparecido algunas babosas en la calzada

La terrible historia relatada en la novela se ve acrecentada por el gusto que Lize Spit muestra por lo escatológico, por todo aquello que deshumaniza a la persona y la equipara a cualquier otro ser animal:  
  • «Vomité en la boca, una pequeña regurgitación con un regusto agrio y amargo que volví a tragar deprisa. No podía vomitar.»
  • «Laurens tenía diarrea del color de las espinacas,»
  • «La vaca sigue meciéndose, nerviosa. Se forma una burbuja sobre la mucosidad que sale de su culo
  • «De repente me baja por segunda vez la regla. Toda la sangre que me sobra empapa mis bragas. Al principio es líquida y caliente, pero cuanto más me muevo, más pegajosa se vuelve. Se seca y empieza a rozarme la parte interna de los muslos.»
Esta tendencia a lo desagradable viene a compensarla la escritora belga con un cierto sentido del humor que de manera desperdigada aparece en El deshielo. Es un humor negro que, como lo escatológico, en el fondo sirve para acrecentar el sentido terrible que subyace en el relato: 
«Aquella noche no nos sentamos a cenar hasta las ocho. La hora de la cena no tenía nada que ver con la muerte de Jan, sino con el hecho de que la carne no había acabado de descongelarse.» [en la casa de los padres de Eva la noche que murió Jan esperando que la cena se descongelase]
 «—Hoy en día te lo hacen por ciento cincuenta euros, aunque por lo general el precio no incluye el IVA ni el desplazamiento, pero eso no lo dicen en la web, claro. Tampoco ponía nada de que hubiera que pagar en efectivo.» [la madre de Pim mientras su marido busca en el pozo negro al desaparecido Jan]
 «A lo largo de 2003, en presencia de un psicólogo, Tesje informó a mamá y a papá de que sólo quería verlos si estaban sobrios, así que no volvieron.»

Final
Mientras la leía no he podido por menos que recordar la novela "Nada" de Janne Teller que leí hace ya más de ocho años. La reseña que de ella hice en este blog es con mucho la entrada más leída del mismo, con más de 117000 vistas. Para mí esto es claro ejemplo de la importancia que tiene la historia de adolescentes que la escritora danesa de origen austro-alemán escribió por encargo de unos amigos educadores. En algunos centros educativos del norte de Europa es lectura obligada para los alumnos de esas edades conflictivas. 

En la reseña que en 2014 hice de la novela de Janne Teller destacaba el interés que esta etapa vital, la adolescencia, desde siempre ha tenido para los creadores literarios. Concretamente citaba una serie de novelas de iniciación extranjeras y nacionales:
«Dentro de esta categoría entrarían novelas como: "El arpa de hierba" de Truman Capote, "El guardián entre el centeno" de J. D. Salinger, "El lamento de Portnoy" de Phlip Roth, y tantas otras.  

Entre nosotros dentro de la categoría de novela de adolescencia, de iniciación ("bildungsroman" dicen los teóricos de la narrativa) o de formación estarían desde "Lazarillo de Tormes" en el que se obvian los años difíciles de esta etapa vital o se despachan en dos capítulos supercortos dada la dificultad de escribir sobre los mismos hasta "Días de Reyes Magos" de Emilio Pascual pasando por la muy celebrada y única en la producción de la autora "Nada" de Carmen Laforet. Y si de la novela nos vamos al terreno del ensayo allí la conocidísima obra de Fernando Savater "Ética para Amador" se lleva la palma.»
El deshielo entra por derecho propio a formar parte de esta tendencia literaria, la del bildungsroman o novela de iniciación. Es, en definitiva, una novela que se lee muy bien, una novela que sorprende y agrada por los asuntos conflictivos que plantea. Sólo le pondría una pequeña pega, la de que en algunos momentos la historia, en mi modesta opinión, peca de desmedida. Quizás no todos sus lectores opinen igual; desde luego mi apreciación es más que debatible. Pero para mí sostengo que Lize Spit en sus próximas historias debiera de contenerse, de ponerse un cierto freno. Creo que ganaría en verosimilitud. Ya me daréis vuestra opinión cuando leáis esta novela, si es que aún no lo habéis hecho.

 "Es una historia de cómo la amistad se puede convertir en crueldad si no hay cuidado y de cómo ocurren cosas malas cuando la buena gente mira para otro lado"
(Lize Spit en declaraciones al diario La Vanguardia el año 2017)

9 comentarios:

  1. Buen día, Juan Carlos.

    Se están produciendo bastantes irregularidades en Blogger y de hecho algunos blogs no me saltan en la lista de lectura. Hoy de repente me apareció esta entrada que veo es del 2 de octubre. En fin, una plataforma obsoleta que es como jugar en tercera división con contenidos, como el tuyo, que son de Liga de Campeones. La solución es WordPress pero es tan complejo el trasvase de contenidos (y caro) que nos vemos un poco atrapados en esta especie de engendro. Respecto a la novela, y con ese tratamiento de la "la enfermedad adolescente", me la anoto pues un tema que da innumerable juego narrativo. Está muy bien como cierras pues el mirar para otro lado es el gran problema de las sociedades actuales.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Me ha pasado lo mismo que a ti, Miguel, que no he visto su entrada en mi blog, en mi gadget de blogs que no me pierdo hasta hoy y Juan Carlos la publicó el 2. Cosas de blogger...

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    2. Pues sí que es verdad lo que ambos decís sobre blogger; a mí también me ha pasado con blogs a los que estoy muy atento, entre otros el tuyo, Miguel. En fin, habría que ir pensando en dar el salto a WP, pero hasta que llegue ese momento aquí estaremos.
      La adolescencia, como digo en la cita que hago de la reseña de "Nada" que escribí en 2014, es un tema muy querido por la literatura y el cine. No hay edad más convulsa y más difícil de entender y de reflejar; quizás por ello cuando se logra hacerlo con nota alta como es el caso de la Spit sale un obrón, y cuando se picia el intento, pues un desastre. De ahí su enorme interés.
      Un fuerte abrazo a ambos

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  2. Me gustó mucho esta novela cuando la leí: sus personajes, sus relaciones, cómo se va desarrollando todo y cómo nos lo cuenta Lize Spit. Es cierto que la autora cuenta algo muy fuerte y que además no ahorra detalles. Lo curioso es que, aunque suelo preferir leer sobre hechos menos fuertes, más ambiguos y sutiles, en este caso me gustó la historia y me resultó creíble. Ya sabes, la realidad supera muchas veces a la ficción, si bien es cierto que, como digo, cuando me ficcionan cosas muy truculentas muchas veces no me las creo. Pero, siendo sincera, he de decir también que con el tiempo esta novela se ha ido difuminando en mi memoria. Es curioso también cómo lecturas que nos gustan mucho cuando las leemos pierden con el tiempo y sin embargo hay otras que ganan. Siempre digo que el tiempo es el mejor juez. Tal vez tú hayas sabido juzgar mejor que yo esta novela y de ahí el pero que le pones.
    También he leído Nada. La novela de Janne Teller ha pasado exitosamente el filtro del tiempo. Muy muy buena.
    Besos

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    1. Hola, Lorena:
      Qué gran verdad esconde tu reflexión sobre la limpieza que realiza el tiempo en nuestra memoria lectora. No sé qué me sucederá con El deshielo dado que la tengo muy reciente, pero con Nada me ha ocurrido como a ti, que a pesar de haberla leído hace más de ocho años está más que presente en mi memoria.
      Sobre la verosimilitud o no del relato de Lize Spit desde luego no es algo que desautorice el valor mayor o menor del relato. Sí que es verdad que la brutalidad a la que Eva es sometida y su reacción ante la misma me resultó algo de hacérselo mirar, pero también es cierto que no todos los adolescentes tienen unos padres tan "estupendos" y tan "sobrios siempre" como ella y sus dos hermanos. Si tenemos en cuenta este 'detallito' se puede admitir esa reacción de la chica, aunque con todo y con eso...
      Un beso grande

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  3. Hola, Marian:
    Sé que te gustan las historias durillas y esta desde luego lo es. Respecto a Eva, la chica del trío, lo que me chocó y me hizo algo inverosímil el relato es que después de la brutalidad a la que es sometida por sus dos 'amigos' ella se marcha tan campante y junto a su hermano Jolan , y como si nada le hubiese ocurrido, marcha a atender a Tesje, la hermana con problemas. No sé, se me hizo poco creíble. Pero es una novela que se lee muy bien, que se disfruta, eso desde luego.
    Me gustaría saber si ha escrito alguna otra cosa que no sean relatos. Por lo que leí por internet había publicado antes de esta novela algún que otro relato. Tú que eres bibliotecaria seguro que tienes más posibilidades de enterarte que yo.
    La novela de Janne Teller, dado que te gustan estas historias algo desmedidas de adolescentes, te recomiendo que la leas. Verás que mi comparativa de El deshielo con Nada es muy pertinente.
    Un beso grande

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  4. ¡Hola de nuevo!
    es cierto que lo que cuentas que te resultó poco creíble de Eva, a mí también me chocó, pero la verdad es que tratándose de adolescentes, cualquier cosa que me puedan contar, me la puedo creer por increíble que me parezca, cosas de la adolescencia, como dice Lorena, la realidad supera a veces la ficción.
    Por cierto, que El deshielo es una novela que yo no he olvidado para nada. Creo que los tres mosqueteros quedarán siempre en mi memoria y ese final de libro..., pues también, yo creo que porque me gustó e impactó más que a ti.
    Estuve indagando en su día (en la biblioteca solo tenemos El deshielo), además de relatos parece que no ha escrito nada mas que esta novela. Yo tengo claro que cuando publique algo, la voy a leer, más que nada por la curiosidad de comprobar por dónde van los tiros literarios con ella.
    Otro beso enorme para ti

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  5. Yo tampoco he visto esta entrada. No se actualizó en el gadget de blogs favoritos. Ha sido gracias a la mención de Marian en su entrada de hoy que me he enterado. Tengo la novela apuntada hace meses. Ahora posiblemente pase a la lista de leídos a no tardar, aunque lo digo de tantas...
    leí Nada hace años y la verdad es que recuerdo muy poco, pero sí, que me gustó. La leímos para la tertulia del instituto y gustó mucho a todo el mundo.
    Esta de El deshielo parece dura, pero eso nunca me ha echado para atrás.
    Un beso.

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    1. Blogger funciona a su aire cómo y cuándo le da la gana. Estoy con Miguel Pina que word press debe es mejor, pero para explotar todas sus funciones tiene un coste y exportar el blog de blogger a word será difícil, si no imposible. En fin, no estoy para perder mucho tiempo en eso, por ahora.
      Para una tertulia formada por profesores "Nada" es una magnífica lectura. En la mía también la leímos y dio mucho juego.
      "El deshielo" estoy convencido de que te gustará.
      Un beso

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