La corriente literaria
El 'dirty realism' o 'realismo sucio' es una corriente literaria nacida en Norteamérica con autores como Charles Bukowski, Raymond Carver o John Fante que optan por mostrar la realidad sin pudor alguno. Con esto quiero decir que estos autores no se cortan un pelo a la hora de mostrar esos aspectos que los seres humanos compartimos con nuestra condición animal. Es así pues que los impulsos sexuales, las necesidades fisiológicas, las irracionales apetencias viciosas y desordenadas como la adicción a drogas estupefacientes, bebidas alcohólicas o ludopatías aquí se muestran integrándolas como un elemento más de la constitución del individuo.
Además de por los asuntos tocados, el realismo sucio se caracteriza por el empleo de una prosa ágil, breve, que evita las descripciones tediosas y que por lo tanto es parca en el uso de adverbios y adjetivos. Los diálogos son rápidos y se hace escaso uso de acotaciones y/o digresiones que perturben la agilidad del intercambio dialéctico.
Los personajes suelen ser seres vulgares, de escasa altura moral pero muy reconocibles en el contexto social de nuestra vida cotidiana: bebedores empedernidos cuya dedicación fundamental es la visita al bar donde pasan horas y horas trasegando bebidas fuertes; marginados sociales, auténticos fracasados emocionales y laborales, que a punto están de entrar a formar parte de la legión de desheredados cuyo domicilio habitual son las calles de las ciudades; infelices ludópatas que todo lo cifran a un golpe de suerte que -dicen- están convencidos de que llegará y cambiará el rumbo de sus vidas; arruinados física, emocional y materialmente que arrastran sus deshechas humanidades por tugurios, prostíbulos, casas de apuestas y frecuentemente hospitales desde donde tras rápidas reparaciones de urgencia son remitidos de nuevo a su habitual marginalidad social en la que impepinablemente volverá a repetirse el ciclo hasta el final, hasta el último día de sus existencias.
Los personajes suelen ser seres vulgares, de escasa altura moral pero muy reconocibles en el contexto social de nuestra vida cotidiana: bebedores empedernidos cuya dedicación fundamental es la visita al bar donde pasan horas y horas trasegando bebidas fuertes; marginados sociales, auténticos fracasados emocionales y laborales, que a punto están de entrar a formar parte de la legión de desheredados cuyo domicilio habitual son las calles de las ciudades; infelices ludópatas que todo lo cifran a un golpe de suerte que -dicen- están convencidos de que llegará y cambiará el rumbo de sus vidas; arruinados física, emocional y materialmente que arrastran sus deshechas humanidades por tugurios, prostíbulos, casas de apuestas y frecuentemente hospitales desde donde tras rápidas reparaciones de urgencia son remitidos de nuevo a su habitual marginalidad social en la que impepinablemente volverá a repetirse el ciclo hasta el final, hasta el último día de sus existencias.
He leído a Raymond Carver ("Catedral"); he leído a J. D. Salinger ("The catcher in the rye" -'El guardián entre el centeno'-), he leído a Richard Ford ("El periodista deportivo", "Canadá" o "Entre ellos"); y a muchos otros que suelen aparecer en los listados de representantes del 'dirty realism'. Pero no había leído a Charles Bukowski, uno de los más genuinos integrantes de esta corriente. Ha sido la lectura de la estupenda reseña realizada en MoonMagazine por Teresa Suárez lo que me ha llevado a tomar este libro en mis manos y leerlo. Lo he leído en un pis pas porque, fiel a los postulados del 'realismo sucio' el texto discurre sin entretenimientos descriptivos ni digresiones, así que en poco más de dos o tres horas di cuenta de las 200 páginas de que consta la novela, última publicada por el autor, precisamente en 1994, el mismo año en que falleció a los 74 años de edad.
La novela "Pulp" de Charles Bukowski
Diré que sobre todo me he reído con ella, que he disfrutado mucho con la parodia que realiza de la genuina novela negra norteamericana tipo Raymond Chandler o Dashiell Hammett [leer aquí mi reseña sobre "El halcón maltés" y aquí sobre "El sueño eterno"].Y mucho más porque Bukowski exprime el producto al máximo y no se conforma con parodiar las magníficas creaciones de estos auténticos fundadores del noir clásico norteamericano sino que se remonta a los orígenes populares de la misma llegando hasta la pulp-fiction -más concretamente el hard-boiled- de la que nacieron debidamente moldeados y saneados detectives como Sam Spade o Philip Marlowe.
Humor fuerte, procaz, grosero, tintado de sexualidad y machismo mal contenido. Pero es que estamos leyendo a Bukowski del 'dirty realism', ¿qué esperábamos si no? Un humor antológico por momentos::
Con todo y con ello tengo que señalar que en ésta, su última creación literaria, el escritor norteamericano de origen alemán se muestra muy contenido en este aspecto en comparación con otros relatos que he tenido ocasión de hojear y ojear superficialmente como ilustración personal para esta entrada. Nadita que ver la procacidad de "Pulp" con la que he leído en algunas páginas elegidas al azar de "Mujeres" y algún otro de sus relatos donde más se parece a Henry Miller en su momento cenital de "Trópico de cáncer"."Siempre he sido un hombre de piernas. Fue lo primero que vi al nacer. Después intenté salir. Desde entonces he intentado la dirección contraria pero con bastante poco éxito." (Pág. 11)
Respecto a lo anterior no se puede obviar que en 1994 Charles Bukowski está ya muy enfermo con su cáncer de sangre -leucemía- disparado e imposible ya de ser tratado eficazmente. Esta deriva vital provoca que nos hallemos ante un autor mucho más filosófico, más existencial y nihilista que en reflexiones profundas que deja esparcidas en el texto muestra que está afrontando la vida ya no en sus vitalistas pulsiones primeras sino en los estertores propios o cercanos al acabamiento, al final de la misma:
- "Todo el mundo estaba jodido. No había ganadores. Sólo había ganadores aparentes. Todos íbamos detrás de un montón de nada. Día tras día. Sobrevivir parecía ser lo único necesario. Y eso no parecía suficiente. No con la señora Muerte esperando. Me volvía loco cuando pensaba en eso." (pág. 125)
- "Pero sufrimiento y problemas son los que mantienen vivo a un hombre. O intentar esquivar el sufrimiento y los problemas. Es un trabajo de dedicación plena. Y hay veces que ni durmiendo se puede descansar. "(pág. 102)
- "Me subí a mi coche, arranqué y me metí entre el tráfico. Eran alrededor de las 10 de la noche. La luna estaba alta y mi vida iba lentamente hacia ningún lado. "(pág. 280)
Que Bukowski se manifieste en este relato de manera más seria, filosófica o existencial no quita para que siga siendo genio y figura de la impertinencia, falta de respeto y de la incontinencia de lo políticamente incorrecto. Sobre esto último he de decir, claro es, que en el momento en que él escribe sus obras (años 70, 80 y 90) este concepto hoy tan al uso no era contemplado de modo tan disparatado, o sea, dicho en otras palabras, que el publico lector, la sociedad en general no tenía la piel tan fina como hoy día en que no se soporta ni la menor y todo es tenido por ofensa, ataque, minusvaloración, etc., matando en mi opinión en gran manera la libertad del creador al que ya no se le permite hacer de su obra una provocación. Dejo aquí algunas frases tomadas de "Pulp" que creo sirven por sí mismas para ilustrar mi reflexión anterior:
- "Mira las estrellas de cine, cogen la piel del culo y se la ponen en la cara. La piel del culo es la que más tarda en tener arrugas. Todas van por ahí durante sus últimos años con cara de culo." (Pág. 20)
- "La camarera vino hacia mí. Llevaba una minifalda, tacones altos, una blusa transparente y un sostén bien relleno. Todo le estaba demasiado pequeño: su uniforme, el mundo, su cerebro." (pág. 124)
- "Sólo se vive una vez, ¿no? Bueno, excepto en el caso de Lázaro. Pobre gilipollas, tuvo que morirse dos veces." (p. 62)
"Me levanté y fui hacia el cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. […] Tenía un aspecto asqueroso. Y ni siquiera tenía ganas de mover el vientre. Estaba atrancado. Me dirigí al retrete a mear. Apunté bien pero no sé por qué salió de lado y se estrelló en el suelo. Intenté apuntar mejor y meé toda la tapa del retrete que me había olvidado de levantar. […] Luego me di la vuelta, busqué el cepillo de dientes, apreté el tubo. Salió demasiado. Rebasó el cepillo y cayó al lavabo. Era verde. Era como un gusano verde. Metí un dedo, cogí un poco, lo puse en el cepillo y empecé a cepillarme. ¡Dientes! ¡Vaya una maldita cosa! Tenemos que comer y comer y volver a comer. Somos asquerosos, condenados a nuestros pequeños y sucios hábitos. Comer y tirarse pedos y rascarse y sonreír y marcharse de vacaciones."(pág 87)En este relato Bukowski hace uso de la caricatura y no sólo del hard-boiled, también recurre a la Literatura con mayúsculas realizando referencias, dentro de la trama detectivesca que plantea, a autores importantes y muy reconocidos como Céline, Faulkner, Carson McCullers, Robert Mason, etc. A mí estas alusiones, que para nada me parecen minusvaloradoras, me han traído a la memoria la película de José Luis Cuerda, "Amanece que no es poco", donde de manera surrealista los campesinos de un villorrio dialogaban y comentaban sobre los libros de Faulkner como si hacerlo formara parte de su cotidianidad. Igual aquí: un detective fracasado, Nick Belane, comenta con unos personajes fantásticos (la Sra. Muerte, la extraterrestre Jeannie Nitro, el casero pederasta Sr. McKelvey, etc.) sobre estos escritores dentro de una librería lóbrega cuyo dueño llamado Red lo que más ansía es que los clientes se marchen del local lo antes posible.
La visión que nos deja de la sociedad que él mismo está también a punto de dejar definitivamente no puede ser más derrotista ni más negativa. Es una sociedad violenta ("Oí un disparo en la calle y comprendí que en el mundo todo iba bien.", p. 86); una sociedad supererotizada que precisamente por ello subsume al ser humano en la ciénaga de su infravaloración y absoluto desánimo ("me sentía totalmente inútil. Era un inútil. Había miles de millones de mujeres por ahí fuera y ninguna emprendía el camino de mi puerta. ¿por qué? Porque era un perdedor. Era un detective incapaz de resolver nada.", p. 56).
¡Hola Juan Carlos! Conozco a este autor, aunque no he leído nada suyo y lo del realismo sucio la verdad es que no lo había escuchado (cada día se aprenden cosas nuevas...), me parece muy curiosa esa forma de narrar. Es algo parecido al estilo de los autores orientales narrando el día a día, cada cosa que hacen en cada momento pero sin obviar "lo sucio", lo que no se suele contar.
ResponderEliminarVoy a echarle un vistazo a alguna de sus novelas que tenemos en la biblio
Un beso
Hola, Marian:
EliminarSí (ja, ja...), es cierto que cada día se aprende algo nuevo; si así no fuera habría que empezar a preocuparse, ¿no crees? Lo de "realismo sucio" es una denominación referida a esa literatura que no se para en barras respecto a nombrar aquellas cuestiones que suelen omitirse y darlas por supuesto. Es una literatura que a veces incomoda a sus lectores y además es como digo en la reseña muy esquemática prescindiendo de descripciones tediosas siempre en pro de la agilidad narrativa.
Hay veces y comentaristas -¡y no me extraña nada!- que a Bukowski lo engloban dentro de la categoría de soez, impresentable e incluso pornográfico. Si vas a leer algo de esta corriente literaria te recomendaría leer si no lo has hecho a Raymond Carver.
Un beso
A mí me conquistó en la Universidad, en esas tertulias-copeo-estudio-peladas, vamos, lo habitual 😅 Y leerlo o releerlo es hacerlo siempre entre humo y claroscuros aunque estés cómodamente sentada en tu sillón.
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Sí, yo creo que su momento para leerlo es precisamente ese, el de las tertulias-copeo-estudio en las que se tocaba todo los temas humanos y divinos, además de arreglar el país, naturalmente.
EliminarLo mejor que tienen sus novelas, que se leen como si nada, sin esfuerzo ninguno, luego ya... la calidad... eso es mucho más cuestionable..., ¿no crees?
Un beso
Hola,
ResponderEliminartengo en casa algún libro del autor; tenía curiosidad por leer algo suyo y me habían hablado muy bien de él así que lo compré pero no he tenido ocasión de leerlo. Sé que debería porque me da la impresión de que me estoy perdiendo algo bueno, a ver si puedo ponerle remedio pronto.
Un beso
Como le digo a Marian yo por ahora sólo he leído "Pulp" y no me ha desagradado dada la corriente en la que está inscrita, claro es. Pero tras haber leído a Carver y a Richard Ford evidentemente estos dos me gustan muchísimo más, especialmente porque plantean temas más interesantes que los de Bukowski que en síntesis en esta novela se reducen a alcohol, sexo y muerte. No sé, quizás algo pobre en asuntos, ¿no te parece?
EliminarBesos, Eyra
Reconozco que este estilo no me va mucho y termino sintiéndome incómoda. Esta vez no creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, Margari:
EliminarQue conste que yo es la primera que leo de este escritor. Es cierto que a veces provoca cierta incomodidad en el lector que, al menos en esta ocasión, queda compensada con el humor paródico que acompaña a ciertas escenas y que provoca la sonrisa, la risa e incluso a veces hasta la abierta carcajada en quien lo está leyendo.
También te digo que hay mucho más y mejor para leer por ahí.
Un besazo
Yo también había oído hablar del realismo sucio y de su máximo representante pero nunca me había decidido a leerlo. Al fin lo hice con Música de cañerías, y debo confesar que la experiencia fue negativa. Tienes razón que es una lectura ágil, pero a mí me pareció anodina, los relatos que conforman aquella obra, eran sórdidos pero sin sustancia.
ResponderEliminarEs cierto que en algunos se destilaba un fino humor, pero en la mayoría yo me aburrí. El lenguaje soez y las situaciones sórdidas que describe puede que en la época en que se escribieron los relatos resultara llamativo, incluso valiente, pero ahora, después de la tele basura donde lo más suave que se dice es 'imbécil', ya no llama tanto la atención.
Perdón por poner el contrapunto, pero es que aquella lectura me decepcionó mucho. No sé qué esperaba en realidad. Aunque es cierto que el primer relato me hizo reír (aparece un tío en una consulta con la polla envuelta en una toalla ensangrentada, así, tal cual), pero el resto de las historias me resultaron insulsas.
Yo también creo que Carver, Ford o incluso Saliinger son mucho mejores, esos al menos "cuentan" cosas.
Un beso.
Exacto ... yo creo que no fui muy elocuente en mi comentario pero yo quiero sumarme a tu punto de vista. Aunque sí admito que no lo he leído ni lo leeré.
Eliminar(A Kirke Buscapina y a Fany Marang)
EliminarBukowski es fundamentalmente un provocador. Su calidad literaria no es excelsa desde luego, sin embargo su atrevimiento y su afan por molestar a ciertas mentes bien pensantes fue innovador en su momento.
Estoy contigo, Paloma, en que nada que ver la calidad de autores que suelen incluirse en la nómina del 'realismo sucio' (Carver, Ford, Salinger…) con Bukowski, un hombre cuya entrada en la literatura fue meramente casual y que sólo buscaba trasladar su comportamiento vital (sexo, alcohol, drogas, machismo soez, etc.) al papel. Sólo le salva en mi opinión el humor, que en el fondo esconde crítica, de sus escritos en los que pone en solfa muchos de los comportamientos sociales comúnmente aceptados. También revivir el estilo hard-boiled y ver si el mismo era aceptado por el establisment literario es de cierto interés.
Un beso
He leído a Carver, Salinger y Ford (y me han gustado mucho), pero no a Bukowski, a pesar de haber oído hablar mucho y bien de él. Después de leer esta reseña no me queda más remedio que leerle y creo que me iniciaré precisamente con Pulp. Me gusta la literatura que no se anda con rodeos ni contiene paja que no viene a cuento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Josep:
EliminarMe agrada que lo hagas, aunque ya te digo que no estamos ante ningún genio de nada. Bueno ya me dirás.
Un abrazo
Leí hace años, en 1995, "Mujeres" y no volví a leer nada del autor porque no me gustó mucho, aunque si en esta novela parodia la novela negra americana más genuina, puede apetecerme volver a probar con Bukowski.
ResponderEliminarLa verdad es que las frases que citas son muy buenas. No sabía yo que mi querido Richard Ford entre dentro de esta denominación de realismo sucio. Lo he leído casi entero y nunca me lo pareció, aunque pensándolo bien, algún rasgo se le puede atribuir.
Un beso.
Hola, Rosa:
EliminarJa, ja…, Rosa, que conste que a mí también me ha sorprendido verlo en la lista. Entiendo que está más por el estilo desnudo y ágil de su escritura que por los temas que toca.
Un beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSí. Sí, Fany, eso es, Bukowski habla como lo haría cualquier drogadicto en un bar de mala muerte. Y es que eso es lo que él era,voy su provocación reside precisamente en eso: colocar dentro de la -digámoslo así- 'alta literatura' a seres normalmente despreciados por la gente que lee esta literatura. O sea para provocar. Y lo logra. De ahí a que guste o a que haga buena literatura hay un mundo de distancia.
EliminarUn abrazo
Solo he leído una novela de este autor, La máquina de follar, y aún estoy preguntándome cómo fui capaz de acabarla así que no, no me animo más con él.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Manuela:
EliminarLa verdad es que el título de la novela que leíste es un pelín fuerte. Te aseguro que ésta no lo es tanto, date cuenta de que el escritor la hizo estando ya muy enfermo. En ese momento ya no se le iba la fuerza con tanta expresión procaz y soez. Pero, conste Manuela, que te entiendo perfectísimamente. Yo no sé si cogeré alguna otra novela suya en mis manos, y si lo hago, desde luego dejaré pasar un cierto tiempo.
Besos
estimada manuela, de que hablas? la maquina de follar es un libro de relatos.
EliminarEspero que la literatura consiga escapara a esta invasión de lo políticamente correcto. Sería como volver a la censura. Tampoco es que defienda el provocar por provocar pero ojalá aprendiéramos de una vez a no quedarnos en la superficie e irnos al fondo de lo que se dice.
ResponderEliminarBueno, aún tengo pendiente como representante del realismo sucio a Carver, al que también citas en tu reseña. Así que, de momento, Bukowski tendrá que esperar.
Un abrazo
Hola, Lorena:
EliminarOjalá sea así, pero dada la deriva actual no las tengo todas conmigo. Es una lastima que ahora se vigile férreamente al creador para que no infrinja ninguno de los postulados establecidos por los que marcan la línea de pensamiento. Sí es así más vale olvidarse del arte porque este siempre entre sus objetivos ha estado el de remover conciencias no el de asentar lo ya convenido. En fin…
Te recomiendo vivamente a Carver, uno de los autores mejores que he leído.
Un beso
Empecé un libro suyo hace tiempo y lo dejé a medias, así que no me animo.
ResponderEliminarUn beso 😉
Te entiendo perfectamente, Natalia. Desde Bukowski no es ningún autor imprescindible. ¿Por qué no te animas con Raymond Carver? Nadita que ver con el autor de "Pulp'. Si decides hacerlo ya me contarás.
EliminarBeso grande
Hola Juan Carlos
ResponderEliminarUn conocido era un entusiasta del realismo sucio y leí por su recomendación varios cuentos cortos de Bukowski, al que no conocía y también releí a Chandler y a Hammet.
La recomendación tan entusiasta creo que perjudicó mi lectura porque me pareció una lectura grosera y en algunos momentos sórdida y de mal gusto aunque es cierto que se compensaba con situaciones de lo más hilarante que me provocaban carcajadas.
No es un tipo de lectura con la que me siento cómoda no porque crea que se deba ser “políticamente correcto” que para nada, creo que los autores han de tener libertad absoluta sin pararse a pensar en lo que queda bien o en lo que no y sí en expresar lo que sienten pero en mi caso su provocación no me resulta apetecible de leer, igual es lo que busca, ese incomodar y desde luego lo consigue (en mi caso) y reconozco que algunas de sus reflexiones/frases (las que nos has puesto son un buen ejemplo) son muy buenas y duras, y yo prefiero ver la vida de otro color.
Besos
Hola, Conxita:
EliminarDe los autores que nombras, para mí Chandler y Hammett nada tienen que ver con Bukowski aunque su origen nazca de la pulp fiction. Ellos consiguieron sacar del pozo a la novela negra y elevarla a lo que es hoy día, un género muy bien considerado.
Otra cosa es Bukowski y el realismo sucio que practica. Este sí que cae en lo soez y el mal gusto en muchos momentos. Pero en esta novela eso no ocurre, o sea, la grosería es escasa o muy menor; hay más planteamiento existencial del propio autor seguramente por el estado físico en que se encontraba que otra cosa.
Pero naturalmente, Conxita, no todo lo que se escribe tiene por qué gustar y estoy contigo en que hay momentos vitales y/o caracteres en las personas que nos hacen aborrecer determinados estilos. Es normal lo que te sucede con este escritor. También pienso contigo en que no ser políticamente correcto no tiene por qué equivaler a ser obsceno, soez o grosero.
Un beso grande
La denominación de realismo sucio, como truco publicitario, funcionó muy bien, está claro.
ResponderEliminarAlgunos, efectivamente, eran bastante realistas, aunque sólo fuera de su propia vida. pero la mayoría ficcionaba mucho el tema.
ResponderEliminarQuiero decir que en algunos casos concretos eran bastante realistas, sobre todo de la vida que llevaban ellos y otros "similares" a ellos, más que del conjunto de la sociedad.
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