Es la historia de la del 21, que así llamaron los
españoles al desastre de Trafalgar. La novela está contada en primera
persona por un chico (heredero de los pícaros de nuestro siglo de Oro) de 14
años llamado Gabriel Araceli, que desde los 10 ha salido de la dictadura
de un tío suyo para servir al capitán de navío retirado don Alonso Gutiérrez de
Cisnierga. Este marino de 70 años vive en Vejer de la Frontera con su mujer
Francisca y su hija de sólo ocho meses más que Gabriel, Paquita, de la que
Gabrielillo está algo enamoriscado aunque de manera algo infantil, esto es,
entre juegos y ternezas (¡Je, je..., se me pega el modo de hablar galdosiano!)
El caso es que don Alonso junto a su amigo, Marcial 'Medio-Hombre', al ver que la armada hispano francesa se
dispone a salir a la mar para enfrentarse a la inglesa quiere asistir a este
evento que va a reunir a marinos tan avezados como Gravina, Valdés, Alcalá
Galiano, Churruca, Álava, Cisneros.., y otros más. Pese a la oposición de Dª
Francisca, Alonso y Marcial cual si de la pareja de don Quijote y su Sancho se tratase,
salen de madrugada a escondidas de su casa para, con el paje Gabrielillo,
dirigirse a Cádiz y ver bien de cerca lo que pueda ocurrir. ¡Y tan de cerca!
Van a embarcarse en el mayor de los buques españoles, el Santísima Trinidad, y desde tan privilegiada posición Araceli nos
irá refiriendo la marcha de la escuadra en dirección sur hasta que avistan la
escuadra inglesa y el comandante francés Villeneuve da la equivocada orden de
virar completamente dejando la vanguardia y retaguardia de la flota de la coalición en posición inversa, maniobra que
tan mal resultado propició a ésta que por ello fue destruída por Nelson y
Collingwood que el 21 de octubre de 1805 envolvieron a los barcos coaligados en
fuegos múltiples impidiendo que se auxiliasen unos a otros por la nefasta
maniobra del francés.
Aparte del hecho histórico en sí, Pérez Galdós novela (magistralmente, en mi opinión) una acción paralela que sostiene
el relato: Es la peripecia de la familia del señor al que sirve Gabriel Araceli. Así
vemos cómo Paquita enamorada y prometida de don Rafael Malespina, enrolado en
uno de los barcos, sufre con la muerte del mismo, al igual que con la de
Marcial ‘Medio-Hombre’; pero como en una novela estamos luego veremos cómo...
(para no incurrir en spoiler y porque pienso que la lectura del relato bien lo merece no diré nada más sobre el desarrollo de la historia ficticia que complementa el relato histórico)
Lo que Galdós quiere dejar claro al final del relato es el abandono sufrido por estos bravos marinos que por patriotismo y
obediencia, aunque sabedores del error que el comandante francés cometía,
olvidaron las pagas que les debían y combatieron hasta morir. Al incidir don Benito en los personajes que hacen la historia pero no pasan a la Historia sienta las bases de lo que durante la ya cercana Generación del 98 se llamará la Intrahistoria en la que un Miguel de Unamuno, por ejemplo, tanto insistirá.
Inaugura esta
batalla una lista de derrotas sucesivas que ornará todo el siglo XIX. La Armada
que ya venía muy castigada de acciones anteriores como la del cabo S. Vicente, la de
Finisterre, y algún pequeño acierto como el asedio de Tolon, se desmorona y se pierde en gran parte con lo que
será difícil, por no decir imposible, mantener las posesiones americanas que se
irán perdiendo a lo largo del siglo.
Final.- Estoy leyendo la novela que Pérez Reverte escribió hace ahora casi 10 años para recordar esta importante batalla. Será la segunda obra que reseñaré dentro de este mes guerrero en el que me he embarcada siguiendo la convocatoria lanzada por Laky desde su blog "Libros que hay que leer". ¿Mejor Galdós que Reverte? ¿Mejor Reverte que Galdós? Ya lo veremos.
Hola. Como bien señalas, Galdós novela magistralmente este suceso de nuestra historia (todos sus episodios nacionales son, en definitiva, imperdibles. He leído también la novela de Pérez-Reverte, entretenida, sin más. Indudablemente, me quedo con Galdós. Un saludo,
ResponderEliminarPor lo que llevo leído de "Cabo Trafalgar" de Pérez-Reverte, Galdós gana por goleada. Conste que ya me lo esperaba.
EliminarMuchas gracias por comentar y muchas más por mantener tu magnífico blog.
Un abrazo
¡Cuánto disfruté con las andanzas de Gabriel Araceli en esta primera serie de los Episodios, para mí la mejor de todas! Y, hablando de series que recogen episodios históricos, ¿habéis leído las Memorias de un hombre de acción, de Pío Baroja? Abducen, enganchan, viajas de volumen en volumen porque no puedes dejar de leerlas. Droga pura. Insuperables. Un abrazo, Juan Carlos.
ResponderEliminarHola Carmen:
EliminarHe de confesar con sonrojo que no he leído las "Memorias de un hombre de acción" de Baroja. Creo que va siendo hora, ¿no?
Un abrazo fortísimo
He vuelto a recordar algunos sucesos de la novela que leí hace ya mucho tiempo gracias a tu magistral reseña. Además delimitas muy bien el marco histórico y las consecuencias que tuvo esa derrota en el ya maltrecho Imperio español.
ResponderEliminarSucinta pero fabulosa lección de Historia.
Un beso
Es lo que tiene Galdós, que supo dar el punto justo en esta mezcla de historia y ficción, por lo que se convirtió en maestro del arte de contar. Con él se puede decir -a lo mejor incurro en exageración- que nace la novela histórica española en sentido moderno, es decir, desligada ya de los excesos ficticios en que estuvo sumida durante el Romanticismo.
EliminarUn beso, Kirke
Tanto disfruté de esta historia, bueno de la historia y de la ficción creada por Galdós, que me animé a continuar con el resto de Episodios de esta primera serie. Bien por Galdós. Un maestro. Y tú otro con esta reseña.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ya te veo -y te sigo- en las reseñas que publicas de los Episodios Nacionales en tu magnífico blog.
EliminarCarmen, tienes una capacidad lectora y de análisis envidiables. Te diré un pequeño secreto: tres veces por semana acudo raudo a tu blog a ver tus atinadas opiniones y los libros que propones leer.
Un beso
¡Ay! Galdós es uno de mis escritores favoritos al igual que Reverte con alguna de sus obras lo fué...Pero fué (Redundancia) perdiendo fuelle con los años, cosa que al maestro Galdós no le ocurrió. Yo devoré sus episodios nacionales en la adolescencia, cuando nuestros distraimientos los fogueábamos con los libros.
ResponderEliminarMi voto incondicional para "Benito" con su obra más elaborada y enjundiosa.
Un abrazo y gracias por la reseña.
Ya conozco tu divorcio con Reverte. Creo que debieras darle una segunda oportunidad con su última novela. Por lo que llevo leído de "Cabo Trafalgar" de Pérez Reverte creo que te voy a eximir de su lectura (ja, ja...).
EliminarUn abrazo, amigo Francisco