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30 mar 2015

Fray Luis de León y S. Juan de la Cruz: dos modelos poéticos para Sta. Teresa de Jesús

Poesía religiosa, Poesía renacentista, Mística y Ascética
Parece que el 500 'cumpleaños' de la Doctora de la Iglesia, la Semana Santa en la que estamos inmersos y esta Primavera-cuasi-Verano que se nos ha echado encima me están haciendo algo 'místico'. No, no es para tanto. Lo que sí es cierto es que estos días, aunque aún estamos iniciando la primavera, han llegado ya los primeros calores y yo, personalmente, he comenzado a dormir con la ventana de la habitación entreabierta. Así se duerme mejor y el despertar es de lo más agradable pues es resultado del natural y melodioso trinar de los pájaros que revolotean por el jardín. Estos amaneceres, mientras escucho volátiles músicas, vienen a mi memoria las liras de Fray Luis de León (1527-1591), el fraile agustino que sufrió inquisitorial persecución por defender un cristianismo entendible por los humildes (Despiértenme las aves / con su cantar suave no aprendido.  [...]). Así mi cabeza en duermevela resulta arrullada por el ruidoso sonido de las aves mezclado con la cadencia escanciada de la

Vida retirada 
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado, 
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio moro, en jaspes sustentado. 

No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera. 

¿Qué presta a mi contento 
si soy del vano dedo señalado, 
si en busca de este viento 
ando desalentado 
con ansias vivas y mortal cuidado? 

¡Oh campo, oh monte, oh río! 
¡oh secreto seguro deleitoso! 
roto casi el navío, 
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestüoso. 

Un no rompido sueño, 
Un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de quien la sangre ensalza o el dinero. 

Despiértenme las aves 
con su cantar suave no aprendido, 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
quien al ajeno arbitrio está atenido. 

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas sin testigo 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo. 

Del monte en la ladera 
por mi mano plantado tengo un huerto 
que con la primavera, 
de bella flor cubierto, 
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa 
de ver y acrecentar su hermosura, 
desde la cumbre airosa 
una fontana pura 
hasta llegar corriendo se apresura. 

Y luego sosegada 
el paso entre los árboles torciendo, 
el suelo de pasada 
de verdura vistiendo, 
y con diversas flores va esparciendo. 

El aire el huerto orea 
y ofrece mil olores al sentido, 
los árboles menea 
con un manso ruido 
que del oro y del cetro pone olvido. 

Ténganse su tesoro 
los que de un flaco leño se confían: 
no es mío ver el lloro 
de los que desconfían 
cuando el cierzo y el ábrego porfían. 

La combatida antena 
cruje, y en ciega noche el claro día 
se torna, al cielo suena 
confusa vocería, 
y la mar enriquecen a porfía. 

A mí una pobrecilla mesa 
de amable paz bien abastada 
me baste, y la vajilla 
de fino oro labrada 
sea de quien la mar no teme airada. 

Y mientras miserable- 
mente se están los otros abrasando 
en sed insaciable 
del no durable mando, 
tendido yo a la sombra esté cantando. 

A la sombra tendido 
de yedra y lauro eterno coronado, 
puesto el atento oído 
al son dulce acordado 
del plectro sabiamente meneado.








Estos Estos Hermosísimos y antiestresantes estos versos (-el fraile huía del tráfago salmantino y sus envidias universitarias refugiándose en el 'locus amoenus' de la Frecha-) escritos en un castellano entendible y natural, los cuales impresionaron muy mucho a la monja andariega, quien para mejor aleccionar a la vida monástica y a la piedad a sus monjitas les leía estos versos y defendía ante ellas la traducción de la Biblia que Fray Luis de León había hecho a la lengua vulgar (la Vulgata), actitud que unida a su condición de mujer le ocasionó no pocas incomodidades así como ser tenida por cristiana sospechosa de herejía a los ojos de la Inquisición.
Esta búsqueda de la llaneza lingüística que la Santa siempre realizó no impedía la comunicación de sus inefables arrebatos místicos, antes por el contrario facilitaba que las madres de sus distintas fundaciones entendiesen mejor las experiencias sobrenaturales que la fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas experimentaba. 
Barroco italiano, mística española, Santa Teresa
"Vi a mi lado a un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. Confieso que no estoy acostumbrada a ver tales cosas, excepto en muy raras ocasiones [...] El ángel era de corta estatura y muy hermoso; su rostro estaba encendido como si fuese uno de los ángeles más altos que son todo fuego. Debía ser uno de los que llamamos querubines... Llevaba en la mano una larga espada de oro, cuya punta parecía un ascua encendida. Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me traspasaba las entrañas y, cuando sacaba la espada, me parecía que las entrañas se me escapaban con ella y me sentía arder en el más grande amor de Dios. El dolor era tan intenso, que me hacía gemir, pero al mismo tiempo, la dulcedumbre de aquella pena excesiva era tan extraordinaria, que no hubiese yo querido verme libre de ella." (Santa Teresa de Jesús)
Y cuando esta información, por su lógica dificultad, se hacía imposible, Teresa recurría a su "medio fraile" Juan de Yepes -futuro S. Juan de la Cruz-, de físico endeble, quien no sólo le servía de desahogo personal sino que acrecentaba y fomentaba en la humilde monja sus ansias místicas.

Quizás sean Toledo y Ávila, ciudades amuralladas ambas y en las que por uno u otro motivo residieron algún tiempo los dos escritores místicos, los referentes materiales de las alegorías que muestran uno y otro en algunas de sus obras místicas. Santa Teresa en "Castillo Interior" presenta el acercamiento y unión del alma con Dios como un proceso en el que hay que saltar 7 murallas para tras pasar por diversas Moradas acceder a la última y más interior en la que habita Dios. San Juan de la Cruz, por su parte, de manera semejante a la monja de Ávila presenta en el poema "Noche oscura del alma", que compuso tras su huída del encierro toledano, los pasos previos a la comunión espiritual con Dios que en su caso son tres: las vías purgativa, iluminativa y unitiva).


Noche oscura del alma
En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.










VOCABULARIO:  escura: Oscura.en celada: a escondidasaquesta: esta.más cierto: con más seguridad.alborada: amanecerventalle: abanico.suspendía: embelesabacuidado: preocupación

Para finalizar sólo decir que este poema de San Juan de la Cruz coincidente casi en fecha con el "Castillo interior" teresiano, revela que las conversaciones teológicas mantenidas por los dos místicos las plasmaron ambos sobre el papel de manera semejante. Quizás mejor el poeta de Fontiveros  que encontró la poeticidad y belleza de las imágenes eróticas que contiene éste y otros de sus poemas en la traducción que Fray Luis de León hizo del "Cantar de los Cantares", el libro bíblico de mayor carga erotizante.
Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa
Fray Luis de León (1527-1591), Sta. Teresa de Jesús (1515-1582) y S. Juan de la Cruz (1542-1591)

9 comentarios:

  1. ¡Si señor! Tu vena mística salió a relucir de forma inusitada con los albores de la recién estrenada primavera. Eso está harto bien, pues de esta manera nos presentas los poemas tan sentidos de otros dos personajes de nuestro elenco particular de poetas,místicos de gran espiritualidad al alcance de mentes sencillas como bien dices.Ambos junto con Teresa sufrieron persecución inquisitorial y no solo no se vinieron abajo si no que su fe salió reforzada de tan duras pruebas.
    Dos joyas las que nos traes hoy a este blog para endulzarnos la jornada.
    Por cierto me preguntaste que libro leía sobre Santa Teresa. Pues es momento de contestar:- Y de repente Teresa- de Jesús Sánchez Adalid.
    Un abrazo amigo.

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    1. Me pareció que los 500 años de la Santa y la Semana Santa propiciaban este recordatorio.
      Espero que disfrutes de unos días de descanso, aunque veo que lo mismo los pasas con Santa Teresa, ¿no?

      Un abrazo, Francisco

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  2. ¿Qué paso con internet ? subí un comentario y me lo ha quintuplicado.
    Te tocará eliminarlos.Lo siento.

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    1. No te preocupes. Los acabo de eliminar. Es la magia de Internet: te pone, te cambia y te quita lo que le apetece y cuando le apetece.
      Saludos

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  3. Espléndidos los dos poemas seleccionados para conmemorar el V Centenario de Teresa de Ávila. Un abrazo y gracias...

    ¡Qué descansada vida
    la del que huye del mundanal ruido,
    y sigue la escondida
    senda por donde han ido
    los pocos sabios que en el mundo han sido!

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    1. A mí los versops que me llevaron a hacer esta entrada fueron los de:

      Despiértenme las aves
      con su cantar suave no aprendido,
      no los cuidados graves
      de que es siempre seguido
      quien al ajeno arbitrio está atenido.

      ¡Fantásticos!

      Saludos

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  4. Buenos días!!

    Estoy aquí por la iniciativa "Blogs Asociados" (sí, tiene un tiempito pero la encontré hace muy poco y ya que su anterior blog la ha abandonado yo la retomo). Tu blog aparecía en la lista de blogs a seguir y a eso vengo. Te sigo y te dejo el link a mi blog El Lado Oscuro.

    http://esthervampire.blogspot.com.es/

    Un abrazo y nos leemos.
    Si ya no quieres seguir participando en la iniciativa, escríbeme un comentario para quitar el blog de la lista (hay blogs abandonados y otros que ya no quieren seguir en la asociación).

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  5. No soy yo muy mística pero el misticismo que implica comunión con la naturaleza sí me gusta y mucho.
    Besines con fondo de tenue trino de pájaros, ;)

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    1. lo del misticismo, ¡bien lo sabes tú!, no es sólo religioso. El amor también es inexplicable en muchas ocasiones. Yo tampoco soy de una cuerda muy mística, pero hay que ver qué pedazo de poetas son estos dos o tres del XVI, ¿no?
      Besos

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