“No sé comer ni follar ni beber con moderación, como hacen todas las personas, tampoco puedo cagar por culpa de mi lentísimo metabolismo, no sé dormir: o duermo solo un par de horas como las anoréxicas o me sumerjo en el sueño profundo de las bulimicas”. (Sofi Oksanen: "Las vacas de Stalin", 3ª parte)
Dos principales motivos me han llevado a recalar en esta primera novela de Sofi Oksanen. El primero y más inmediato el viaje que hice a mediados de julio a las Repúblicas Bálticas donde, especialmente en Tallin (Estonia), nuestros cicerones constantemente insistían en la opresión sufrida por esas tres naciones durante el período que ellos denominan de ocupación soviética. Fue allí, en Tallin, donde la guía que nos enseñaba la ciudad medieval, fruto ella misma como la propia Oksanen del mestizaje entre estonia y extranjero -hija de cubano, la guía; y de finlandés, la propia escritora- citó esta novela de la autora finlandesa como ilustración magnífica para conocer las vicisitudes de la población estonia bajo el yugo soviético y durante la primera década de la independencia del país. El segundo motivo fue el magnífico recuerdo que había dejado en mí la lectura de "Purga", la tercera novela de Oksanen aparecida en 2010 y que leímos en la tertulia "más que palabras..." durante el mes de mayo del ya lejano año 2012.
Vivimos un momento en que los desplazamientos, hacer turismo, forman parte de las actividades habituales del ser humano. Las agencias de viaje constantemente nos incitan a emprenderlos echando mano de procedimientos variados a cuál de ellos más ingenioso. Uno que desde que lo vi por vez primera llamó mi atención es la frase "El mundo es como un libro abierto, quien no viaja sólo ha leído la primera pagina". Desde luego en esta ocasión he hecho realidad en mí dicho adagio aunque modificándolo un poco en el sentido de que mi viaje a Estonia lo completé al volver a mi casa y leer esta novela de Sofi Oksanen que con tanto afán nos recomendó Irina, nuestra estupenda guía cubano-estonia.
La escritora
Sofi Oksanen utiliza la novela "Las vacas de Stalin" para relatar de forma ficcionalizada su propia experiencia biográfica. Al ser su primera obra publicada no hay en el relato ninguna alusión a su producción literaria pero sí a los problemas personales y sociopolíticos vividos por ella misma. Muchas son las coincidencias entre la propia vida de la escritora y Anna, el personaje central del relato. Las dos son hijas de estonia y extranjero, las dos sufren de trastornos alimentarios y las dos viven negando y afirmando continuamente su pertenencia y no pertenencia a uno de los mundos en los que su vida tiene lugar sea éste el de la realidad política (la Estonia comunista versus la Finlandia capitalista) o el de su propia intimidad personal (la inteligente y aplicada muchacha que esconde su problemática relación con la comida).
Nació Sofi Oksanen en 1977 en una pequeña ciudad finlandesa del centro del país, Jyväskylä. en cuya universidad y más tarde en la de Helsinki estudia literatura. Hasta la fecha es autora de cinco novelas y de dos obras de teatro. De toda su producción fue su novela "Purga" la que la dio a conocer internacionalmente ganando con ella múltiples galardones: el Premio de Literatura del Consejo Nórdico, el Premio Femina de literatura extranjera, el Mika Waltari, el Runeberg, el Premio Europeo a la mejor Novela del Año... Esta novela fue concebida inicialmente como obra de teatro y Oksanen la escribió y representó con gran éxito en 2007 ganando con ella el Premio de Literatura del Consejo Nórdico. "Purga" presenta la lucha por la independencia de Estonia a través de dos mujeres que representan la vieja y nueva Estonia en 1992: Zara, una joven que huye de un traficante de mujeres, y Allide Truu que en 1992 malvive en una alejada zona rural y que evoca y recuerda momentos del pasado en especial durante la II Guerra Mundial cuando fueron invadidos sucesivamente por alemanes primero y por la Unión Soviética después.
Sofi Oksanen es una feminista convencida y nada convencional que se define como bisexual. Su segunda novela, "Baby Jane" (2005) es una novela sobre desórdenes de ansiedad y violencia en una pareja de lesbianas. Actualmente la escritora está casada y tiene dos hijos fruto de ese matrimonio.
"Las vacas de Stalin"
Aparecida en Finlandia en 2003 -en España no se publicó hasta 2008- es la primera incursión de la autora en el campo literario. Fue muy bien recibida en su país así como en el de su madre, Estonia.
Sinopsis (proporcionada por la propia editorial)
La joven y bella Anna no está dispuesta a creer en las malas consecuencias de la bulimia salvaje que padece. ¿Qué puede tener de malo algo que le proporciona un placer comparable al sexo y hace que se sienta divina? Pero se ha perdido en sus obsesiones: necesita controlar su destino y no quiere repetir los errores de su madre, Katariina, que huyó desde la Estonia soviética a Finlandia, y allí, tras ocultar su identidad, tuvo a Anna de un matrimonio con un borracho que desapareció sin dejar rastro. Anna tiene grabada a fuego en su memoria una visita clandestina a Estonia para ver a su abuela Sofia, víctima del régimen estalinista. Tal vez ahí se encuentre la clave de todo.
La forma
Decía muy atinadamente Amando Carabias María, allá por el año 2013 , en la reseña que hacía de "Purga" en el blog "El Club de los 1001 Lectores" que "una novela no es la historia que se escribe, sino cómo se escribe esa historia". Si esto siempre es verdad, no siempre es factible comprobarlo in situ. En Sofi Oksanen esta verdad se evidencia, se consolida y se eleva a categoría.
Al igual que a Amando, cuando en mayo de 2012 leí "Purga" me sorprendió muchísimo la estructura utilizada en la misma a base de varias historias o momentos de una historia presentados en contrapunto y en desorden temporal. Bien es cierto que ese desorden temporal se aclara merced a las fechas que encabezan no pocas de las secuencias o capítulos en que se escinde la narración.
La fractura del tiempo narrativo así como la datación del año en que suceden los hechos ya la utilizaba la escritora en ésta su primera novela. Concretamente tres son los momentos narrativos que envuelven la peripecia de las tres mujeres principales del relato: el de Anna, que viene a ser el momento actual y los 14 ó 15 años anteriores a la independencia estonia en 1992; el de Katariina , madre de Anna, y su casamiento con el finlandés Toomas que va de 1971 o así hasta el momento actual, pero centrándose en los años anteriores a 1992; y el de Sofía, esposa de Arnold y madre de Katariina, centrado en los años 40 y 50 del siglo pasado durante los cuales muchas personas como su cuñada Aino Róug, hermana de Arnold, sufren en carne propia la delación, incluso de los más próximos. En el caso de Aíno, ella, junto a su esposo Osvald y sus dos hijos, será deportada a Siberia.
Estos tres tiempos en que se escinde la narración se barajan en la novela de manera aparentemente aleatoria a través de una persona narrativa externa en 3ª que en ocasiones y sin previo aviso pasa a la 1ª e incluso a la 2ª. Quien se halla bajo esta figura narradora es en ocasiones claramente Anna, sobre todo cuando se usa la 1ª y la 2ª personas narrativas, aunque también sea ella o un híbrido autora-narradora quien maneja la distanciadora narración en 3ª persona. Así parece confesarlo en un momento de la novela la propia Anna al reflexionar sobre su falta de sinceridad absoluta con Hukka, el primero de sus sinceros amores: "estoy a salvo dentro de mí cuerpo, en alguna parte, allí en lo profundo. Alguien está a salvo allí, alguien que utiliza la primera persona cuando se refiere a sí misma." (pág 183)
La variabilidad de uso de la persona narrativa es claro en muchos momentos como el siguiente:
"Katariina le prohíbe a su prometido que le traiga regalos de Finlandia. Nada de nada. Nada de ropa. Nada de panties, nada de champú, nada de desodorante. Nada visible. Ella se las apaña en su propio país muy bien, gracias. Bueno, está bien, puedes traerme café, porque tú tomas café. No creo que eso sea demasiado pedir, ¿verdad? Como es tan caro aquí... Y sólo porque él toma café." (pág. 168Siguiendo con la forma me ha encantado la mezcla que en la novela se realiza entre los distintos tipos de citación. Concretamente me ha impactado ese volver del revés la manera corriente de narrar, o sea, colocando el pensamiento en estilo directo libre acotado dentro de la propia narración y no al revés como es lo habitual:
“Los zapatos de tacón de charol de Isa terminan en manos de la mujer del comandante, a cambio de más patatas. Naturalmente, son los primeros zapatos así que tienen su vida; con ellos anda como una verdadera señora -menuda cateta-; recorre el camino central del pueblo arriba y abajo varias veces al día con sus zapatos de tacón durante todo el mes de junio.” (pág. 351)Un ejemplo de ambos procedimientos estilísticos podría verse en este fragmento:
"Pronto el sudor les bajaría por la espina dorsal en la terminal bochornosa y Anna desearía que en la aduana únicamente radiografiaran las maletas, porque si no iban a a encontrar la radio que habían traído para la abuela y su madre tendría que declararla de nuevo a la vuelta. Solo la radiografía, porfa, no abran los bolsos. La abuela está en cama y no tiene fuerzas para leer, la abuela necesita la radio, de verdad, no abran las maletas. Y la cafetera, tenemos que llevársela a Juuli, para que acepte encargarse de hacerle llegar las cartas de la abuela a mi madre." (pág. 80)Otra característica formal muy propia de su estilo es la concisión expresiva combinando frases breves y escuetas con otras más extensas pero siempre retenidas en su formulación. La elipsis es muy utilizada por la escritora. Hay momentos en que unas pocas palabras son más que suficiente para construir todo un capítulo: "1953. Stalín ha muerto". En un país oprimido y aterrorizado no se puede transmitir más con menos.
Si en el manejo de la propia narración la Oksanen se muestra como una redomada experta otro tanto cabe decir del uso que hace del vocabulario. Esta cuestión, la del léxico, tiene en la novela una gran importancia, pues no debemos obviar que el producto creado es en líneas generales un alegato a favor del pueblo estonio, una mostración de la opresión sufrida por este país bajo el yugo soviético. Y en esta revelación la identidad nacional de los estonios se asienta fundamentalmente, como claro elemento diferenciador, sobre esa lengua propia, el estonio (eesti keel), arrinconado y prohibido por los soviéticos. Por esto es frecuente en el relato que la autora-narradora utilice vocablos y frases en estonio para identificar mejor el modo de pensar de este o aquel personaje: 'Mu Kodumaa' ('Mi Patria') canta Katariina cuando su enfado con su borracho e infiel marido finlandés alcanza niveles preocupantes; y la propia Anna cuando comienza a reconciliarse con sus orígenes estonios por parte materna echa mano de términos estonios con más frecuencia que cuando los rechazaba ('hapukoor', nata agria estonia; 'halva' , mazapanes frescos; 'kohuke', barritas de requesón; etc.). Siguiendo con Anna, las creaciones léxicas para referirse a sus problemas alimentarios ('comemédico') o las imágenes utilizadas para referirse a su adicción bulímiconoréxica como 'mi Señor' o 'Mi Creador' por sus connotaciones semánticas son reveladoras de su inexistente predisposición para curarse y del ocultamiento de su enfermedad ante los demás.
Los personajes
Varios ya han ido apareciendo en esta reseña. Pero hay muchos más. En algún momento se podría decir que nos encontramos 'casi' ante una novela coral. Y es que la autora utiliza tres personajes para hablar de las tres generaciones a las que cada uno de ellos pertenece: la de los 40-50 de la abuela Sofía, la de los 70-90 de la madre Katariina, y la actual de Anna. Por eso los personajes son muchos, pero todos están perfectamente diseñados y dotados de una gran complejidad psicológica. Quizás los que más interesan son los que tienen relación con Anna como Hakku, su primer amor, Vilen con quien empieza a salir del pozo, el Duendecillo que queda un poco en la indefinición de su papel respecto a ella; y también Irene, su íntima amiga desde el colegio con la que emprende la peligrosa aventura de la bulimia. Pero también todo el mundo de relaciones de Katariina (su hermana Linda, la amiga Olja que le compra lo que ella trae desde Finlandia... ) y de Sofía (su marido Arnold, sus hermanos Elmer y August, el compañero de armas Richard...). Lógicamente en un contexto de familia muchos de los personajes interactúan con unos y otros personajes.
Estructuralmente la novela está organizada en tres partes de muy desigual extensión: En la primera de más de 400 páginas, asistimos a la historia de una Anna que oculta su identidad, sus orígenes, por recomendación de su madre estonia quien al vivir en Finlandia no quiere que ella o Anna sean tomadas por prostitutas estonias que era la consideración habitual que de las bellas mujeres bálticas tenían los fineses que viajaban a Tallin para consumir sexo y adquirir alcohol, los dos muy baratos allí. Esta ocultación la extiende Anna a todo y a todos. Nadie sabrá de su naturaleza étnica híbrida así como nadie conocerá de sus problemas alimentarios o de su doble vida sexual o académica. Esta ocultación sistemática la hará tremendamente infeliz y la hundirá en una tremenda soledad.
La segunda y tercera parte ocupan cada una muy pocas páginas. Si en la 1º parte Anna atisbó una esperanzadora aunque malograda salida a sus problemas a través del amor y estabilidad conseguidas con Hukka, en la 2ª parte de la novela aparece Vilen con quien está muy a gusto y con quien pasa a la fase de hablar y manifestar su ser verdadero: “soy medio estonia y medio finlandesa”. Vilen marcha fuera por un año y ella en la 3ª parte, tras romperse toda por la terrible desnutrición que sufre, habla de alguien, el Duendecillo, que la comprende y la ayuda. Con él ya no oculta nada. Así pues la novela es todo el proceso vital de esta joven, trasunto de la propia escritora en la consecución de la libertad propia tanto en referencias a su país cuanto a ella misma.
Los temas
Muchísimos y muy entreverados unos con otros. Destaca sobre todos los demás el de la bulimia que se ha enseñoreado con Anna:
"Vale, estoy dispuesta a llevar un diario de mis comidas, aunque sea una soberana estupidez -como si yo no supiera o no me acordara de lo que había comido y cuándo y por qué, ¡por Dios!- Durante once años he contado las calorías y he calculado para qué alimentos me alcanzaba el dinero de que disponía antes de cada atracón, eso ya lo sé, eso ya lo sé, eso ya lo sé, de verdad." (pág 164)Pero hay muchos más:
→ El tremendo machismo de los finlandeses respecto a Rusia (Estonia en este momento era Rusia). "Las rusas son todas unas putas". Si se hablaba en finés entonces los hombres se asustaban y escapaban, pero si se hacía en estonio o ruso los finlandeses -dice Anna- te tenían por puta y si te acompañaba tu madre ésta era tenida por tu proxeneta.
→ La delación, el miedo, el terror a ser detenido por algo hecho por algún miembro de la familia... son temas fundamentales en esta nnovela. La historia de August, el tío de Katariina deportado al gulag de Siberia por una denuncia anónima es explícita en este sentido. Ambos asuntos -delación y bulimia- se unen en el miedo. El miedo a ser descubierto como estonio ruso y/o como portadora de un trastorno alimentario. Por esto Anna mide el tiempo transcurrido en kilos: "sucedió hace diez kilos", "dos kilos arriba o abajo más tarde"
→ Junto al asunto de la delación se encuentra lógicamente el de los sobornos. Para no ser detenido ni investigado había que hacer regalitos al funcionario de turno. Del mismo modo dada la lentitud burocrática socialista era necesario sobornar con regalos a los funcionarios que debían de dar permisos o de acelerarlos En definitiva, corrupción.
→ Nacionalismo. Aunque no de manera frontal y directa en la novela se desgranan alusiones a/y acciones nacionalistas. Por ejemplo el de aquella mujer estonia que casó con un oficial ruso el cual impidió a sus hijos aprender el idioma de la madre porque "no quería que perdieran el tiempo aprendiendo cosas inútiles" o el tremendo odio que la madre de Anna sentía por todo lo soviético incluido el mismo color rojo que los identificaba. Pero quizás el momento mayor sea cuando Anna siente en su interior el apremio por volver a donde ella pertenecía (Estonia) y poder vivir con Hukka allí su amor. Aunque como ha vivido siempre en la mentira, le va a ser difícil, si no imposible, hacerlo realidad. El amor a su tierra estará por encima del amor a la persona de ese joven finlandés con el que puso orden en su organismo. Sobre el sentimiento nacionalista hay frases contundentes como cuando se presenta la marcha de Katariina a Finlandia a donde no puede llevarse títulos académicos o referencias profesionales y tampoco su vivienda. Al salir la dejaba y no podía ya volver a ella. Así, concluye: “Adiós hogar, pueblo e idioma. Adiós, mi país.” (pag. 216) Yo, que no me siento para nada nacionalista, veo esta frase como ñoña, vieja, casposa y de un romanticismo decimonónico trasnochado.
“Elmer y August se habían escondido en el bosque a tiempo, huyendo del ejército alemán en retirada [...] Construyeron un buen refugio subterráneo y juraron que solo obedecerian la ley de la República de Estonia y lucharían por una Estonia independiente.” (pág. 269)→ Ocupa un espacio importante el choque de ambos mundos, socialista vs capitalista, representado en los controles aduaneros a la entrada y salida de Tallin. Anécdotas interesantes se cuentan. En los controles aduaneros más o menos rigurosos tenía mucho que ver si alguien había dicho algo sobre actividades sospechosas de Katariina
→ La identidad personal. Anna no sabe a ciencia cierta quien es. Su relación con Hukka le hace mucho bien pero la insistencia de este en preguntarle de todo (sexo, sobre todo) hace que Anna vaya a dejarle. Y lo justifica diciendo de sí misma: “Alguien imposibilitado para el placer. Alguien incapaz de comer como el resto del mundo desde hacía más de diez años. Alguien que vivía en Finlandia pero realmente no era finlandesa. Alguien que no sabía hablar de sus propios sentimientos.” (pág 309)
→ El alcoholismo. De los finlandeses como Toomas cuando van a comprarlo barato a Tallin; de los rusos y estonios deportados a Siberia; de la bulímica y anoréxica Anna para disfrazar el hambre.
Y muchos otros asuntos más...
Para finalizar: ¿Por qué el título "Las vacas de Stalin"?
A lo largo de las casi quinientas páginas que tiene esta primera novela de la finlandesa Sofi Oksanen constantemente me preguntaba el porqué del título elegido por la escritora. Al final creo haber encontrado alguna que otra plausible explicación del mismo. Varias veces aparecen referencias a la idea de "vacas". Así, es la propia narradora quien en varios momentos aplica este nombre a las mujeres estonias, seguramente para diferenciarlas dada su corpulencia de las gráciles finlandesas.
Pero hay sentidos más profundos del término "vacas" como bien puede deducirse leyendo fragmentos como el siguiente: "A los funcionarios que han visitado Rusia se les prohíbe contar lo que han visto. Quien abre la boca desaparece. Aunque sólo sea para decir que allí [Siberia] hay una raza autóctona de vacas: las vacas de Stalin. Las vacas de Stalin son chivos.” (pág. 321) Se juega aquí en tono de burla cruel con esos absurdos e inalcanzables objetivos productivos de la época estalinista. Más imposibles aún cuanto que se colocaba en Siberia sin medios de producción algunos a represaliados políticos, auténticos chivos expiatorios de la locura faraónica de los dirigentes comunistas.
Y un sentido último más. Sofi Oksanen, como hemos visto, alterna la distanciadora y objetiva narración en 3ª persona con la subjetiva e implicada narración en 1ª. En el relato ella dice varias veces que es medio estonia y medio finlandesa, quizás por esto la escritora se implica lo justo en el asunto que relata y es capaz de mantener la objetividad también en esta cuestión de las "vacas". No sólo eran los rusos quienes se beneficiaban de estas ''vacas estonias' prostituyéndolas o enviándolas a campos de trabajo, había también estonios que practicaban el ordeño de estas personas: eran los delatores de compatriotas que como la hija de Karla, el hermano de Arnold, se quedaban con las propiedades y efectos personales abandonados por aquellos que por su infame delación habían sido enviados a Siberia.
No he leído nada de la autora, aunque la he visto mucho por las redes. esta novela que reseñas, me atrae mucho por varias razones: los trastornos alimentarios me interesan mucho y hace años hice un trabajo sobre ellos como final a un curso de la UNED. He visitado Tallin y he estado en Finlandia y he visto las diferencias de todo tipo que existen aunque, siendo en el año 2013 o 2014 (no lo recuerdo bien y no tengo a mano los archivos donde lo podría mirar), esas diferencias nada tienen que ver con las que tuvo que haber en época soviética.
ResponderEliminarMe hace gracia eso de que completaste tu viaje al leer esta novela. Es mentira eso que venden las agencias de viajes. A no ser que vivas un tiempo en un sitio, trabajando en algo e interactuando con sus habitantes, no conoces nada del lugar, y menos en esos viajes organizados en que te llevan a todos lo sitios como a ovejas en rebaño.
Yo he estado tres veces en Estados Unidos, cerca de un mes cada vez, viajando por mi cuenta en coches alquilados y teniendo que hablar con la gente para comprar, comer, registrarme en un hotel... buscarme la vida en una palabra, y es casi nada lo que he aprendido del país. Lo que sé realmente de Estados Unidos, lo he aprendido en el cine y en la literatura. Así que no me extraña que la lectura haya completado tu viaje.
Pero ya está bien de rollo. Apunto esta novela porque me has convencido con esta reseña en que no falta un detalle.
Un beso.
Totalmente de acuerdo contigo en lo de la viajes y la literatura. Se dice (hay quien lo dice y yo casi casi lo suscribo) que se conoce mejor la auténtica historia de una país leyendo novela histórica que leyendo solamente Historia pura y dura. Parece una herejía pero la verdad es que en la ficvfic vemos al pueblo "real" con sus penas y alegrías, mientras que en la Historia sabemos de mandatarios (reyes, presidentes, generales, coaliciones de países...) y poco o muy poco del mundo real [esta vez sin comillas]. Pues lo mismo cabe decir del viaje como turista y la literatura de ficción sobre ese pais visitado.
EliminarSí te interesan los trastornos alimentarios la problemática de Anna te interesará mucho. Leela, es una excelente novela.
Un beso
Me gusta lo que escribes muestras tu cara y eso da mas autenticidad al relato Saludos desde Miami
ResponderEliminarCreo que no se debe estar siempre de perfil.
EliminarGracias por leerme desde Miami.
Un beso
No me gustan los anónimos
EliminarVer una cara da complicidad al momento.
Da realidad a lo que uno escribe. Bueno por lo menos en este pais grandioso donde hoy vivo
Me llama mucho la atención esta novela, Juan Carlos. Por la diversidad de temas que trata, resumidos magistralmente en el título y su autora también resulta intrigante. Desde luego, coincido con Rosa respecto al turismo. Como si fuera tan fácil llegar a la esencia de un país, fíjate en España, que ni los españoles somos capaces de ponernos de acuerdo. O a lo mejor es eso lo que mejor nos define, jaja.
ResponderEliminarDisfruta lo que queda de verano.
Un abrazo.
No recuerdo ahora el nombre de quién lo dijo, pero estoy bastante de acuerdo con lo que decía: "España es un país fortísimo. Los españoles llevan siglos peleándose unos con otros y allí sigue esta nación." Pues resulta (¡ojalá!) que va a ser verdad.
EliminarDeseo que sigas disfrutando del berver ahora que la temperatura es la ideal.
Un abrazo
¡Hola Juan Carlos! No he leído ni La purga ni este. Pero lo que cuentas de este es supercurioso y los temas de los que trata o aborda...¡vaya temas! ninguno tiene desperdicio. Así que dejo a Oksanen en mi mente.
ResponderEliminarBesos
Disfrutarás -literariamente hablando- cuando leas alguno de estos dos títulos. Y digo literariamente porque los asuntos que plantea son muchas veces duros duros.
EliminarUn beso
Pues no he leído nada de la autora. La purga lleva tiempo entre mis pendientes pero ahora me tientas también con éste. Lo que me queda claro es que tengo que leer alguno de los libros de esta autora.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues te digo lo mismo que acabo de de irle a Marian. Como magnífica lectora que eres disfrutarás un montomcon esta escritora.
EliminarMuchos besos
Solo con esa cita inicial ya me has convencido.
ResponderEliminarAnoto, pero ya.
Besos.
Reconozco que la cita inicial es impactante, pero te aseguro que revela bastante bien el perfil del personaje protagonista.
EliminarEspero que la disfrutes
Un beso
Hola!lectura curiosa.aunque no nos agrada.no se si tanto tampoco.no es lectura a la que recurrimos. Interesante y prolija e instructiva tu reseña.gracias! Saludosbuhos
ResponderEliminarEs una lectura de esas que se pueden considerar "fuertes" pero no por asunto de sexo o cosa parecida, sino más bien por esa manera de mostrar al desnudo el alma humana en situaciones reales como la sufrida por la autora y sus personajes en la vida real y de ficción.
EliminarUn beso, amigas búhas
No tengo pensado viajar a Estonia, pero me atrae saber la historia que hay detrás de esos países que yo estudié como uno solo, la URSS. Me apunto este título porque se presenta muy interesante a juzgar por tu completísima reseña.
ResponderEliminarUn lujo leerte, profesor.
Un besote.
¡Qué maja eres, Paloma! Eso de Profesor me llega al alma. Si la lees, ya me dirás qué te parecen los problemas de esta Anna.
EliminarUn besazo
Conocí a la autora con Purga, y me gustó. Luego llegué a este que me pareció tremendo, de largo mi favorito
ResponderEliminarBesos
Veo, amiga mía, que tu trayectoria por esta autora finlandesa ha sido idéntica a la mía. Coincido completamente en tu diagnóstico: Historia tremenda la que presenta aquí Sofi Oksanen.
EliminarUn beso