He leído hace nada "El bar de las grandes esperanzas" de J. R. Moehringer y "Alguien" de Alice McDermott, dos novelas escritas por estadounidenses en cuya formación vital el componente irlandés pesa mucho. Ambos relatos tienen un fortísimo componente autobiográfico.
En el primero de ellos este elemento es manifiesto pues es el propio escritor quien se muestra con nombre y apellidos en la narración de la iniciación vital de un ser hambriento de padre que lo encontrará en el grupo humano compuesto por un tío suyo y los amigos de éste. Este grupo resulta atractivo para el niño que es JR (nombre que tiene el personaje-narrador-escritor) por la bonhomía, afectividad, sensibilidad y cariño que desprenden la mayoría de ellos; y estas características encuentran su explicación única y exclusivamente en el hecho de que sus orígenes son irlandeses con las ventajas y riesgos que ello conlleva.
Las ventajas, más o menos, acabo de exponerlas: JR encuentra en su tío Charlie y en los amigos de éste el padre que no ha disfrutado al haber dado éste la espantada cuando él tenía escasos años. ¿Desventajas? Las derivadas del acto que convoca a las personas su asistencia al bar donde se reunen: la bebida, el alcohol, la dependencia etílica. Entre estos dos extremos transcurrirá la adolescencia y primera juventud de JR. Sobre si pudo más o no la bebida sobre quien cuenta su experiencia vital no cabe adelantar datos, sólo repárese en que el narrador de su propia vida es un J. R. Moehringer ya instalado prestigiosamente en su profesión de periodista (ganador el año 2000 del Premio Pulitzer a la mejor Crónica) que ve al final del relato cómo acaba una época de los EE UU con el primer ataque sufrido por esta superpotencia dentro de su propio territorio el 11 de septiembre de 2001.
En la segunda novela, "Alguien", el componente autobiográfico no es tan explícito. En ésta la escritora, también de origen irlandés, presenta la vida de Marie, una mujer que vive en Brooklyn a donde arribaban los emigrantes irlandeses y que vive la vida que le ha tocado: una vida anónima, sencilla, normal, sin aspavientos, dura en ocasiones y grata en otros momentos; en definitiva una existencia vulgar en el más noble sentido de la palabra. En "Alguien" el peso de la herencia irlandesa se patentiza en casi todo, especialmente en Gabe, el hermano de Marie que llegó a cantar misa y a dirigir una parroquia durante un año:
"Al observarlo [se refiere a Gabe] sentado a la mesa, consideré por un instante la idea de que aquellos modales irlandeses que mis padres nos habían inculcado bien podrían haber sido una manera (frágil, pero real) de mimar, de acorralar, de apisonar, de reprimir lo que fuera que había destruido a mi hermano el verano anterior." (pág. 204)En ambos relatos aparece el alcohol como un elemento importante en la vida de estos seres que son americanos pero se sienten irlandeses y que beben como irlandeses: hasta la borrachera. En el bar de Steve que primero se llama "Dickens" para más adelante cambiar a ser "Publicans" el tío Charlie, que trabaja en él, bebe habitualmente con sus amigos y clientes cerveza y whisky sin moderación alguna. Estos bebedores habituales, opinadores de todo lo divino y humano aunque especialmente de mujeres, apuestas deportivas y ... ¡¡literatura!!, aparecen en el relato bajo los nombres de Poli Bob, Cager, Colt, Dalton, DePietro, Don, Georgette, Joey D, Bobo, Michelle... Curiosamente serán estos seres no muy ejemplares los que cubrirán la carencia paterna que late en el pecho de JR; a través de ellos y en su compañía el adolescente irá conociendo los entresijos de la vida. Será a ellos a quienes confiese sus primeros escarceos amorosos, sus decepciones, su feroz enamoramiento de Sidney, sus deseos de estudiar en Yale, sus desánimos, etc., etc. Estos hombres acogen al "huérfano de padre" JR de modo parecido a cómo Mowgli fue acogido por la manada de lobos de Akela en "El libro de la Selva" que escribiera Ruyard Kipling:
"Además de guapo, Bobo era osuno. No sólo tenía un nombre que sonaba como el de Baloo, sino que se parecía al oso de El libro de la selva: desgreñado, con voz ronca y un gran hocico húmedo; por si la conexión de Bobo con El libro de la selva no bastara, Wilbur era negro y esbelto, una pantera en miniatura. Bobo se parecía a Baloo, pero Wilbur era Bagheera." (pág. 110)Por su parte, el mundo que rodea a Marie en "Alguien" es menos alcohólico que el que rodea a JR en la localidad de Manhasset, en Long Island. Con todo y con eso Marie se siente atraída por el olor a licor que emana de las bocas de aquellos hombres a los que quiere: en primer lugar, su padre al que de bien niña acompañaba hasta la puerta de alguno de los bares en donde él entraba a echarse una copa a su coleto; luego, naturalmente, Walter Hartnett, el gran amor de su vida, que la dejará por otra más rica y que también quedará atrapado en las redes de la dependencia alcohólica
"mi madre y yo vivíamos con mi abuelo, mi abuela, los dos hermanos de mi madre –ya adultos, el tío Charlie y la tía Ruth–, y con las cinco hijas y el hijo de la tía Ruth." pág. 21)Ruth, ha abandonado a Harry, el marido que la golpeaba en sus frecuentes borracheras, y junto a su hermana pasarán de un trabajo a otro incluso cambiando de localidad para poder subsistir en humildes empleos que las permitan sacar adelante a su familia.
Del mismo modo en "Alguien" las mujeres son las auténticas protagonistas de sus vidas y las directoras de las ajenas. La madre de Marie dirige la casa con mano de hierro habida cuenta del alcoholismo paterno. Es muy dura con sus hijos, en especial, con Gabe, aunque también con Marie a la que constantemente insta a buscarse un trabajo para colaborar al sostenimiento de la familia. La misma Marie no será una niña dócil y durante su adolescencia y primera juventud saldrá mucho con chicos con los que beberá y disfrutará, algo que su hermano Gabe siempre le echará en cara. Cuando la vemos ya mayor, viuda y con los achaques propios de la vejez es una anciana de carácter indómito ante sus hijas Helen y Susan, que se ocupan de ella pues de los hermanos Tommy y Jimmy apenas si se nos dice otra cosa sino que se lo pasan de rechupete bebiendo y saliendo con cuantas más chicas mejor. Y es que, claro, ellos son hombres-
En las dos novelas se observa que niños y niñas -hombres y mujeres- son dos mundos que giran autónomamente aunque se precisan mutuamente atrayéndose y repeliéndose alternativamente. Especialmente en "Alguien", una obra de seres normales que cuenta una historia normal, tiene interés el asunto de la fealdad: Marie tiene gafas y un ojo problemático, Walter Hartnett padeció poliomelitis, Bill Corrigan es ciego pues perdió la vista al ser gaseado en la primera guerra mundial.... También en "El bar..." hay un personaje, Cager, que volvió traumatizado de Vietnam, otro, Poli Bob, que es un policía iletrado que toma los libros a deseo, Joey D era "una especie de Frankestein de Barrio Sésamo: la cabeza de Coco, la cara de Óscar el Gruñón, el tórax de Paco Pico" (pág. 106)... En el fondo también en este relato cada uno tiene sus taras.
Si tradicionalmente algo hay característico de lo irlandés -tópicamente, diría yo- ello es el peso de la religión católica sobre sus nacionales. Naturalmente estamos en el siglo XXI y la secularización se ha extendido por todos los países como el,aceite. Las iglesias, lugares de reunión de la comunidad en el pasado, han sido sustituidas, incluso en países de ascendencia tan católica como Irlanda, por otros centros de reunión. En "El bar..." es el bar "Publicans" donde la comunidad formada por ese completo plantel de personajes se ayuda, se socorre espiritualmente, intercambia sus pareceres, se educa... En "Alguien" también se percibe cómo la religión, aún estando muy presente en el personaje de Gabe, va siendo sustituida por otras manifestaciones y localizaciones. Concretamente se dice en esta novela algo que es una auténtica realidad en todas nuestras sociedades:
"Siendo una pareja católica, las iglesias deberían haber sido el punto de referencia de nuestras vidas, pero lo cierto es que fueron los pasillos revestidos de azulejos de aquellos viejos hospitales de ciudad los que marcaron los instantes más importantes de nuestra vida en común. Los nacimientos de nuestros cuatro hijos, la muerte de mi madre, las operaciones de amigdalitis y de apendicitis que se sucedieron, la hernia de Tom, la crisis nerviosa de Gabe y, en aquel momento, esa cirugía, al día siguiente, para reparar mi ojo izquierdo." (pág. 88)
Irlanda es un país que ha dado al mundo una inmensa nómina de valores literarios. Quizás sea su ubicación geográfico, o el mar que la rodea, o su antigua lengua y las leyendas que en ella han llegado hasta nuestros días... o por lo que sea, el caso es que la literatura, escrita por irlandeses o no, rezuma en los autores de ascendencia irlandesa por todos sus poros. Si bien en ambos relatos hay referencias literarias de interés es en "El bar..." donde estas más abundan. En mi opinión dos son las principales en esta narración: la primera se basa en el juego de palabras que Moehringer realiza con los nombres de los libreros Bill y Bud para los que JR trabaja a fin de contribuir a la economía familiar y que son los que se ocuparán de su educación intelectual aconsejándole lecturas, en especial cuando es aceptado por la Universidad de Yale para cursar sus estudios de graduación allí. Estos nombres, Bill y Bud, están tomados del título de la novela de Herman Melville "Billy Budd", En el relato autobiográfico de Moehringer la referencia a la misma se realiza sobre todo a partir de la versión cinematográfica de 1962 dirigida por Peter Ustinov y protagonizada en el papel del marinero indómito por Terence Stamp. Herman Melville diseña en "Billy Budd" un mundo de hombres con leyes, algo así como era el bar de las grandes esperanzas y que el tío Charlie conocía y respetaba. Por eso esta novela de Melville, -que habla de una evolución personal, de una inciación a la vida, de un ingreso en la vida adulta, superadas ya las inseguridades propias de la adolescencia y primera juventud-, es esencial para la evolución de JR que duda sobre su siguiente paso a dar en la vida y que Charlie, su tío Charlie, le viene a aclarar cuando habla de la misma en el bar:
"Billy Budd se parece a Cristo. Billy acepta que lo ahorquen porque sabe que ha cometido un error. ¿Me seguís? Mata a Claggart accidentalmente y debe pagar. 'Que Dios bendiga al capitán Vere', es lo que dice Billy cuando le ponen la soga al cuello, porque hay que cumplir unas reglas. Sin reglas lo que hay es anarquía. Billy ha cometido un error y lo paga con la vida...Hay otras importantes referencias literarias como las realizadas a los poetas Yeats, Lorca, Rilke, Byron..., pero sin duda la mayor y más importante tras la de Melville es la hecha a la figura de Charles Dickens quien da nombre no sólo al bar hasta que Steve, su dueño, lo cambió por el de "Publicans" sino también a la novela real "El bar de las grandes esperanzas", sin olvidar (no, no se puede olvidar) la novela "David Copperfield". Quizás sea esta novela de Dickens la clave sobre la que se apoyan estas dos novelas que reseño pues en el fondo ambos personajes, JR en "El bar..." y Marie en "Alguien" perciben ser como son por culpa de la infancia vivida. Así dirá JR cuando ya adulto y superadas sus adicciones decide, esta vez definitivamente, escribir la novela que estamos leyendo y visita el viejo pub y ve a sus viejos contertulios:" (pág. 411)
"Había vuelto a leer David Copperfield, para distraerme, para consolarme, y me acordé de una frase que aparece hacia el final de la novela, cuando David se lamenta de los «restos errantes» de su orfanato." (pág. 493)En "Alguien" este relato dickensiano impregna toda la novela. El personaje de Marie explica en gran medida su evolución personal -(también la novela de Alice McDermott es una novela de iniciación, un bildungsroman, una búsqueda en la niñez y adolescencia de justificación de la vida adulta)- a la luz de "David Copperfield":
"Había leído las suficientes páginas de David Copperfield como para saber hasta qué punto una infancia dramática podía presagiar una vida igualmente dramática." (pág. 151)No se puede dejar de lado tampoco la influencia que "El gran Gatsby" de Francis Scott Fitzgerald [leer reseña aquí], otro norteamericano de ascendencia irlandesa, tiene en estos dos escritos. En el de Moehringer, Sidney es la Daisy Buchanan de JR; y éste es Scott Fitzgerald pues igual que el novelista fue advertido de expulsión en Princenton, Moehringer será llamado a capítulo por el decano de su facultad en Yale dado el bajo rendimiento que estaba dando y le advertirá que de seguir así sería expulsado de la Universidad. Del mismo modo en el relato de la McDermott Walter Hartnett será el gran amor de Marie. Ambos personajes, Sidney en "El bar..." y Walter Hartnett en "Alguien" juegan a placer con sus enamorados abandonándolos por otros más acordes con su clase (Sidney) o sus aspiraciones económicas (Walter Hartnett).
Como es natural en las denominadas novelas de aprendizaje o de iniciación, estos libros sirven a asus autores como terapia, como catarsis o como terapia y catarsis. Cuando ya se ha superado la etapa de inseguridades adolescentes o se ha doblado ya la esquina y enfilado la vejez, estas recapitulaciones vitales sirven de autoafirmación liberadora, de catarsis, de terapia en definitiva. En "El bar..." la declaración es patente. Dice su autor casi al final del libro cuando nos cuenta que está escribiendo la obra que nosotros estamos ya leyendo
" Escribía en un arrebato, como en trance, sobre mi pueblo, y era la primera vez que experimentaba la escritura como catarsis." (pág. 497)y un poco antes ha hecho declaración expresa de sus referentes literarios en el género catártico que está realizando:
"Pensaba en mis novelas favoritas –El gran Gatsby, David Copperfield, Las aventuras de Huckleberry Finn, El guardián entre el centeno" (pág. 382)En "Alguien" si bien de manera no expresa se puede apreciar el carácter terapéutico que tiene la escritura de esta narración para su autora. Así vemos cómo Marie sueña en la ficción asuntos o aspectos aún no producidos en el mundo de la realidad pero que con bastante probabilidad le sucederán. Es lo que se puede deducir del sueño que tiene Marie de la muerte de un ser querido:
"Tan real y terrible había sido la aflicción provocada por aquella pesadilla que tardó unos segundos en desaparecer. Ya había tenido pesadillas semejantes alguna que otra vez. Me seguía doliendo la garganta de lo real que había sido." (pág. 221)La catarsis lo que busca es la purificación, la liberación de lo que nos inmoviliza o nos coarta. El joven Moehringer está incapacitado para ser él mismo por la mitificación que en su interior había realizado de la ausente figura paterna. Todo lo que su padre hacía para JR tenía un valor digno de ser imitado. La veneración que el novelista siente por Sinatra no es más que la traslación de la que sentía por su padre, locutor de radio conocido como la "Voz", igual que el cantante. Cuando JR logre quitarse de encima la atracción sentida hacia su padre aparecerá el auténtico John Joseph Moehringer Jr., y tomar copas con él no es la manera de hacerlo por mucha intimidad engañosa que éstas puedan transmitir:
"Yo sabía que las copas eran la causa de aquella intimidad recién descubierta entre nosotros. Pero ¿y qué? Las copas nos ayudaban a relajarnos y a vencer el sentimiento de culpa que pudiéramos albergar por querernos. Las copas nos permitían olvidar todo lo que había hecho, y todo lo que no había hecho. ¿Qué objeciones podíamos ponerle al alcohol, si el alcohol nos permitía conseguir todo aquello? (pág. 479)Ese joven del espejo se consolidará como persona gracias a este desprendimiento de la figura paterna y gracias sobre todo al trato humano con los hombres y mujeres del "Publicans", pero también gracias a toda la carga de conocimientos adquiridos a través de las lecturas, del cine y de la música ha leído, visto y escuchado a lo largo de su vida. En Cine, además de la película de Peter Ustinov sobre "Billy Budd" se cita en el relato nombres de actores como Steve McQueen. pero sin duda el influjo del Cine es más importante en "Alguien" que en "El bar...". En la novela de Alice McDermott, una de las claves del relato se esconde en la película de Hitchkock, "La sombra de una duda" protagonizada por Joseph Cotten. En este film la inestabilidad del grupo humano se inicia cuando llega a la casa un tío soltero de la familia de oscuro pasado y por lo tanto bajo sospecha; en cierto sentido este tío protagonizado por Joseph Cotten es análogo al tío Gabe, soltero y también con un oscuro pasado.
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Pensé en Bill y en Bud. Ellos me habían advertido de que la desilusión era el mayor peligro al que me enfrentaba.«Mi padre no es una buena persona, pero tú no eres tu padre.» Al decirle aquello a ese joven del espejo con la barba llena de espuma, me sentí independiente. Libre. Este tomar conciencia de la realidad es el primer paso para empezar a ser uno mismo." (pág. 483)
En cuanto a la música, la balanza se inclina decididamente del lado de "El bar...". Son innumerables los temas que se citan en este relato. El personaje de JR vive "en música", se podría decir. Son tantos y tan de mi gusto estos temas que los he buscado a través de spotify y los he colocado en la página de este blog "Música que me gusta escuchar" a la que se puede acceder pinchando en ella. Para los perezosos que no vayan a pasarse por esa página les incluyo en esta misma entrada un adelanto de cinco temas elegidos entre los 31 que aparecen en la citada página.
En "Alguien" sin embargo las alusiones musicales escasean. Tan sólo hay una referida al gran éxito que en la década de los setenta tuvo en Broadway el musical de Glen Daly "Mary's A Grand Old Name". Con esta alusión la autora pretende decirnos que tras la figura humilde y rutinaria de una mujer cualquiera se esconde una peripecia vital tan importante como cualquier otra.
En cuanto al género literario en el que situar estas narraciones creo que la de Alice McDermott es claramente una novela de ficción, aunque esté inspirada más o menos en su peripecia vital o en alguna próxima de su entorno. Sin embargo la de Moehringer qué es: ¿libro de no ficción,unas memorias, o libro de ficción (memorias o autobiografía novelada)? Creo que es una novela de no-ficción pues la anécdota que se presenta es coincidente con la real vivida por el autor. Él mismo a lo largo del relato duda sobre el género de lo que está creando:
"En el año 2000 me había trasladado a Harvard becado en la cátedra de Periodismo. Allí había retomado mi libro sobre el Publicans, que decidí escribir como obra de no ficción." (pág. 492)si bien en momentos anteriores del relato su propósito era el de hacer una obra novelesca de pura ficción:
"Más tarde hablé con Dalton y con De Pietro sobre mi teoría [están hablando sobre la lámpara maravillosa de Aladino] y les conté, muy emocionado, que tal vez Aladino pudiera serla clave de mi novela sobre el Publicans, y que la titularía Mil y una noches en el Publicans. (pág. 351)
Final:- No me puedo resistir a señalar el hecho de que durante la lectura de ambos relatos mi cabeza no podía por menos que recordar el asunto, también autobiográfico, memorialista y de formación que expuso el escritor américo-irlandés Frank McCourt en su exitosa novela de no-ficción"Las cenizas de Ángela". Ha sido este hecho, unido a los elementos señalados en esta entrada lo que me ha llevado a pensar que existe una corriente literaria irlandesa que fluye bajo gran parte de la narrativa estadounidense.
¿Pensáis vosotros también así o disentís absolutamente de esta opinión? ¿Conocéis autores norteamericanos de claras raíces irlandesas?
Tengo entre mis libros pendientes El bar de las grandes esperanzas. No conocía el otro del que hablas, pero al leer el título del post me he acordado enseguida de Las cenizas de Ángela.
ResponderEliminarBesos.
Te lleva más a "Las cenizas de Ángela" el de "El bar..." que el otro desde luego. "Alguien" tiene más enjundia de la que a primera vista parece.
EliminarUn beso
No me vas a creer, Juan Carlos, pero leyendo tu post he pensado lo mismo que Ro, en "Las cenizas de Angela", cuya reseña hice recientemente, quizás por lo de Brooklyn, Irlanda, alcohol..
ResponderEliminarCreo que "Alguien" me gustaría, ¡estupenda reseña y excelente alusión a esas tierras que tanto me gustan!
Un beso
A mí Irlanda también me gusta mucho y los irlandeses me parecen unas personas muy afectivas. Los pubs, desde luego, aparecen salones de estar. No me extraña que el protagonista de "El bar..." estuviese como en casa. Luego está el alcohol, claro, que como todo en exceso..., pues... no está bien, es evidente.
EliminarVolví a leer "Las cenizas de Ángela" hace poco con los resultados que tú ya conoces. Todo lo que contabas del alcohol me ha recordado al padre de la familia protagonista de esa novela. Es muy duro, pero parece que el alcoholismo (soterrado o manifiesto) es una constante entre la mayoría de los irlandeses. Quizás el pub (el bar) sea un punto de reunión para desahogarse de las penurias que conlleva adaptarse a un país nuevo. No sé.
ResponderEliminarPor otra parte, parece que también es una constante entre los irlandes que mientras el cabeza de familia pasa el tiempo en los bares la mujer se encargue de llevar la casa y cargue con todas las responsabilidades familiares. Un matriarcado a la fuerza.
Me atrae mucho "Alguien", quizás le dé una oportunidad.
Fabulosa doble-reseña. Gracias.
Un beso.
"Alguien" es una novelita corta que se lee rápidamente, pero conviene no desanimarse si se cree que no pasa nada. Hay que proseguir, luego se verá que suceden más cosas de las que parece.
EliminarUn beso
Es curioso comprobar como la "cultura" del alcohol está presente en el mundo de lo irlandés, como los personajes habitan los "Pub" bebiendo sin descanso cerveza negra o rubia o de sabores. Como contemporizan con el Whisky y la ginebra entre interminables charlas sobre como bien dices: lo divino y humano.
ResponderEliminarTodavía me llama poderosamente la atención de como los "Yankis" herederos de lo inglés y lo irlandés siguen bebiendo como esponjas. Las películas son un fiel reflejo de esta sociedad donde el alcohol es un componente importante de su estilo de vida. Vacían botellas de oro líquido a un ritmo vertiginoso, el mismo con que lo ingleses lo hacen con su té.
Los libros que nos traes a la palestra siguen la misma linea argumental, de los recuerdos dejados detrás... de una barra de bar.
Completísima reseña incluso referenciando la banda sonora.
Un abrazo.
PD: estas enjundiosas reseñas las harás mientras saboreas un buen destilado ¿No es así?
Ja, ja... si así fuera no lo lograría. Sí es verdad que a veces me tomo una fresquita cerveza sobre todo cuando me entretengo buscando por spotify los temas que he localizado en el relato. Me gusta hacer estas playlist pues luego me las pongo y las escucho según leo o hago cualquier otra cosa.
EliminarEn cuanto a los yankis y el alcohol es cierto que en las pelis y series que vemos (ahora menos porque estamos en la época de lo políticamente correcto) beben como esponjas. De ejemplo sirva la serie "Mad men" que me encantó y si no la has visto te recomiendo.
Un fuerte abrazo, Francisco
Como total enamorada de la literatura estadounidense, estoy de acuerdo contigo: Hay muchos autores de ascendencia irlandesa, muchos de ellos dedicados a novela negra (Dennis Lehane, Michael Connelly, John Connolly), pero es que la cultura irlandesa ha impregnado mucho la cultura americana, de forma que incluso escritores que no son de ascendencia irlandesa, recuerdan un poco la esencia de lo irlandés, Aparte, claro de la influencia de Scott Fitgerald.
ResponderEliminarNo conocía ninguna de estas novelas, pero me apetecen ambas. Una reseña muy completa, como acostumbras.
Un abrazo.
Es cierto todo cuanto dices, Rosa. Lo irlandés está muy metido en USA y los que descienden de padres o abuelos irlandeses -como esta Alice McDermott- no olvidan sus orígenes.
EliminarMuchas gracias por tus amables palabras
Un beso
'El bar de las grandes esperanzas' a pesar de que he leído buenas opiniones de él no me acaba de tentar. 'Alguien' sí lo tengo en pendientes pero siempre se le cuelan otras lecturas.
ResponderEliminarPrecisamente estaba pensando en 'Las cenizas de Ángela' durante todo el rato que estaba leyendo tu entrada. Será la inmigración irlandesa a Estados Unidos en esa época, sera ese alcoholismo arraigado y pareciera que hereditario... Creo que si tiramos del árbol genealógico de muchos escritores estadounidenses seguramente encontraremos raíces irlandesas, así que sí,creo que puede haber una influencia.
Besos
Es cierta la fortísima unión existente entre Irlanda y la literatura. Son muchos los autores de origen irlandés y no sólo en los USA. La única vez que he estado en Irlanda recuerdo que en Dublín, en kiosko de recuerdos turísticos, compré una postal que contenía 6 u 8 caras de grandes escritores universales, todos ellos de origen irlandés: Samuel Becket, James Joyce, Yeats, Oscar Wilde, O'Higgins, Bram Stoker y otros muchos que ahora no recuerdo. Ybesto sin ponernos a mirar los mayores de hoy mismo. Es impresionante lo que está tierra verde, brumosa, y secularmente pobre ha dado a la literatura.
Eliminar"Alguien" es muy cortita, se lee en dos tardes y es tan cotidiano lo que relata, pero al tiempo tan interesante, que te gustará sin duda alguna. Engaña a algunos de los libros de tu lista y sin que se den cuenta cuélales la novela de Alice McDermott.
Un beso
Hola!!!! Tienes toda la razón, hay muchos autores con ascendencia irlandesa. M encanta El Gran Gatsby, y Las cenizas de Ángela me gusta, aunque hace ya mucho que lo leí, no sé si releyéndolo pensaré igual.
ResponderEliminarNo he leído los libros que mencionas pero me apetece mucho, Alguien va directo a mi lista de pendientes, que cada vez crece más, por cierto.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Te gustará "Alguien" con casi total seguridad.
EliminarBuen finde