«Con ello había terminado la ceremonia. Los recién casados besaron la mano al sacerdote, y cada uno de los condenados se acercó a transmitirles palabras de afecto. Nadie pensó en aquel instante en la muerte, y los que la sentían muy cerca tampoco experimentaron miedo»
Varios libros de Stefan Zweig llevo leídos y más de una versión cinematográfica de algunas de sus novelas, biografías o ensayos he visto con sumo gusto. Entre estas últimas -me refiero a las películas- se encuentran Novela de ajedrez dirigida por Philipp Stölzl y estrenada en España en febrero de este año 2022; también su biografía "María Antonieta" que fue la base para el guion de la película de mismo título dirigida por Sofia Coppola en 2006; y que recuerde ahora su magnífica autobiografía "El mundo de ayer" junto a "Brasil: Un país de futuro" son los libros en los que la directora Maria Schrader se basó para el biopic que sobre el escritor dirigió en 2016 titulado Stefan Zweig; Adiós a Europa.
Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, 1942) es autor prolífico. En su variada producción las biografías ocupan un lugar relevante. Muchas de las figuras históricas biografiadas son de la órbita francesa y dentro de Francia, la época de la Revolución le llama profundamente. Así se observa en títulos como "Fouché" o "María Antonieta" de la época revolucionaria; y fuera de este período "Verlaine", "Montaigne" o "Balzac" entre otras. Es, pues, evidente que Zweig poseía una amplia información sobre Francia en general y la Revolución Francesa en particular, Mucha de esta información la utilizará en algunos de sus relatos puramente de ficción, algo que es evidente en el que da título a esta pequeña colección de relatos, Una boda en Lyon.
Estamos en plena época de terror jacobino. Lyon ha sido una ciudad realista que ha resistido como ninguna otra el asedio de los republicanos. Tras ser vencida se decreta su destrucción. «Lyon se opuso a la libertad. Lyon ya no existe» fue la consigna salida de la Asamblea francesa firmada por Couthon, Comisario del Pueblo. Algunos hermosos edificios son destruidos y muchos de quienes participaron del lado de los realistas son condenados a morir bajo la guillotina, El terror instaurado por Robespierre está en plena efervescencia. Fouché será el comisario del Pueblo que hará que los dictados de la Asamblea sobre Lyon sean ejecutados.
Es en el contexto anterior que una joven junto a otros diecisiete condenados a muerte es encerrada en los sótanos del ayuntamiento lionés donde aguardan la misma suerte 64 seres humanos más. Pese a la gran oscuridad que allí existe la muchacha reconoce entre los cautivos a su prometido Robert, a quien creía muerto desde hacía ya tiempo. Al reencontrarse, la emoción en ambos es inmensa. Una emoción que contagia al resto de compañeros de cautiverio que a la mañana siguiente van a ver rodar sus cabezas. Pero hoy aún no es mañana, y esa misma tarde alguien se identifica como sacerdote ofreciéndose a casar a los dos enamorados que por culpa de la Revolución habían visto su enlace suspendido; ellos aceptan y el resto de compañeros de fatigas deciden regalarles una noche de intimidad en un lugar más o menos aislado dentro del infernal sótano municipal. Este regalo representa para todos un hermoso y momentáneo acto de consuelo dentro de lo terrible de la situación. El amor, como acabo de leer hace nada en Xita Rubert, sirve para hacer olvidar lo importante: «Todo lo verdadero –la desprotección, el tiempo, la muerte– desaparecía al contacto con pieles ajenas.» -dice en Mis días con los Kopp la jovencísima autora española
Stefan Zweig escribió Una boda en Lyon en 1927. Con la denuncia de la persecución política y religiosa presente en esta narración parece prever la que unos cuantos años después padecería Europa y él mismo en sus propias carnes por su condición de judío y disidente de la deriva fascista en la que Alemania y Austria estaban embarcándose.
Como es habitual en el autor austriaco el componente religioso aflora en no pocos de sus escritos. No hay que olvidar que Zweig era judío y que le tocó vivir en la Europa que Hitler decidió limpiar de judíos, comunistas y masones. El cuento La caminata vuelve los ojos al campo religioso mostrando la marcha que un hombre realiza hacia Jerusalén para conocer al Mesías. Aunque en apariencia estaríamos ante un simple relato ubicado en el período final de la vida de Cristo este cuento tiene más enjundia de lo que parece, pues con el deseo de escuchar al Salvador se entrecruzan otras pasiones que interferirán con la primera. Interesante enseñanza, desde luego.
Los otros dos cuentos me han parecido mucho más populares, incluso me atrevería a decir que más infantiles. En Dos solitarios el amor y la necesidad vienen a unir a dos seres despreciados por el resto dadas sus deformidades o defectos físicos. Trabajan en la misma fábrica: ella es «la birriosa Jula» y él es cojitranco motivo por el que no puede caminar junto a los demás; el encuentro entre ambos les servirá a los dos de cauterio. La enseñanza es semejante a la del cuento de los altramuces: siempre hay alguien peor que tú y siempre los débiles pueden sobrevivir uniendo sus fuerzas.
En Un ser humano inolvidable Antón es una persona para quien los bienes materiales no tienen valor alguno; es un ser humano en quien predominan la bondad y el desprendimiento hacia los demás. Este cuento, no sé exactamente por qué me ha recordado un poquito a "Méndel, el de los libros" de él mismo en el sentido de que tanto Anton como Jakob son seres únicos e irrepetibles por lo infrecuentes; llegaría a decir que por sus cualidades personales casi casi son seres rayanos en la pura fantasía.
La prosa de Stefan Zweig es siempre de una belleza suma, lo que incita a leerle una y otra vez. Al tratarse de obras traducidas, que lleva editando últimamente la editorial Acantilado con la inmensa calidad de la que hace gala, reproduciré las palabras que hace tres años utilicé en la reseña que hice de otro libro suyo, "Ardiente secreto":
«Contribuye a la inmensa satisfacción que me ha procurado esta lectura la traducción que presenta Acantilado debida a la mano de Berta Vías Mahou, novelista y ensayista además de traductora del alemán. Su don para la escritura que le ha merecido ya varios premios y el manejo del idioma que tiene esta madrileña nacida en 1961 hace que la lectura de la prosa de Stefan Zweig sea un auténtico placer.»
Otras obras de Stefan Zweig reseñadas en este blog
Nota:
Este libro lo he leído eligiéndolo de entre los tres que mi amiga bloguera Laky del blog Libros que hay que leer recomendó en su participación del Reto "Serendipia recomienda 2022". Al tiempo que es una de mis tres lecturas dentro de ese Reto también Stefan Zweig me ayuda a ir completando otros dos retos en los que participo durante este 2022: "Autores de la A a la Z" y la VIª edición del Reto "Nos gustan los clásicos".
Hola Juan Carlis😊
ResponderEliminarMe gusta este autor y es una delicia leer sus libros.
Ya en otra oportunidad he leído la biografía de Maria Antonieta por tu recomendación así que veré de encontrarlo.
Gracias y buen finde.
Pues espero que este también te guste.
EliminarBuen verano
¡Hola amigo!
ResponderEliminarque grande es Zweig..., he leído dos novelas suyas ("Fue él" y "Mendel el de los libros", muy cortitas, de esas que se leen en un suspiro) ambas me gustaron mucho en todos los aspectos, su prosa, lo que contaba, como lo contaba, y sé que volveré a él en algún momento. No creo que sea con este de relatos (ya sabes que prefiero la novela y teniendo de él tanto por elegir...)
Su vida siempre me fascinó, y lo de que se suicidara junto a su esposa por miedo al nazismo que se extendía
Besos!!
¡Madre mía, vaya fallo el mío! Gracias a tu comentario he caído en el error de atribuir "Méndel, el de los libros" a autor distinto a Zweig. Así que muchísimas gracias por decírmelo de esa manera tan sutil.
EliminarZweig es magnífico sin duda alguna.
Muchos besos
¡Hola de nuevo!
EliminarNo entiendo lo que quieres decir. Pensé que decías en tu reseña que el cuento Un ser humano inolvidable te había recordado a Mendel..., dando por hecho que lo has leído. No caigo en lo que dices de que lo habías atribuido a otro autor distinto a Zweig. Pero yo creo que hoy ando un poco empanada, jaja
Te lo aclaro, Marian. Resulta que había colocado a Borges como autor de Mendel, el de los libros. Leyendo tu comentario caí en la cuenta de mi equivocación y me dije: ¡Qué amable, Marian, que me ha advertido de mi equivocación sin decírmelo directamente! Pero resulta que no caíste tú en mi equivocación . O sea que de empanada nada, empanado yo por mi error (ja, ja...).
EliminarAhh vale, ósea que en tu cabeza (no en la reseña, la he repasado y no nombras a Borges) tenías la idea de Borges como autor de Mendel... y creías que lo habías nombrado en la reseña y que yo te había sacado del error sutilmente. ¡Que lío, jeje! Bueno Juan Carlos, no ha sido el caso pero si me hubiera dado cuenta de algún error, claro que te habrás intentado sacar del error sutilmente (o mejor por email privado).
EliminarEs el calor este que tenemos, que empana, jaja
Besos mil!!
Sí que lo había nombrado. Fue al leer tu comentario que me di cuenta de mi error y rápidamente lo corregí. Por eso no aparece nada erróneo al repasarla (je, je...)
EliminarAh, querido Juan Carlos. Me has dado en la diana. Zweig es uno de los autores a los que más disfruto. No hay manera (Dios lo bendiga) de que me defraude. Esta obra no ha pasado aún por mis manos, pero caerá, caerá...
ResponderEliminarSe lee en un pis pas y se disfruta una enormidad. Esta es gran literatura que no pierde ni defrauda con el paso del tiempo.
EliminarUn abrazo
Veo que los dos sacamos este libro del reto Serendipia recomienda. Aunque prefiero sus novelas más largas o sus biografías, Zweig domina tanto lo largo como lo corto como lo intermedio y los cuatro cuentos que aquí trae son una muestra de ello. Con muy pocas palabras es capaz de transmitir todo un mundo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa:
Eliminar¡Ah, tú también has elegido este libro para el Reto? ¡Qué bueno! La verdad es que Zweig se presta a completar muchos retos ya demás siempre es uan lectura de enorme calidad pues como bien dices con ocas palabras es capaz de transmitir todo un mundo.
Espero que estés librándote del calor del mejor modo posible.
Un beso
Me gustó mucho Mendel el de los libros, así que supongo que me llevaría bien con Antón. También me llama la atención el primero de los cuatro cuentos, el cual da título al libro.
ResponderEliminarLeer a Zweig es siempre un placer por lo exquisito de su prosa y por el contexto histórico que le tocó vivir y que tanto le hizo sufrir que, aun sin ser necesariamente protagonista, está presente en muchas de sus obras. Hace tiempo que no leo nada suyo. Debería de ir pensando en retomarlo.
Besos
Zweig es como Italia, todos los años merecen ser visitados. Al menos es lo que yo pienso.
EliminarUn beso
Me salió como Anónimo la respuesta, Lorena.
EliminarComparto contigo que es un grandísimo narrador. Y desde luego su propia biografía muestra la mala época en que le tocó vivir.
ResponderEliminarNo he visto las películas que comentas. Leí "Novela de ajedrez", así que intentaré ver la versión cinematográfica.
Un abrazo