Pages - Menu

2 mar 2021

Mario Vargas Llosa. Cartas a un joven novelista.

✔ “Para tomar contacto con una obra de arte, nada, en efecto, resulta menos acertado que el lenguaje crítico, en el cual todo se reduce siempre a unos equívocos más o menos felices. (De Carta a un joven poeta de Rainer María Rilke)
✔ La crítica por sí sola, aun en los casos en que es más rigurosa y acertada, no consigue agotar el fenómeno de la creación, explicarlo en su totalidad. (De Cartas a un joven novelista de Mario Vargas Llosa)

Mario Vargas Llosa, Cartas a un joven novelista, género epistolar
Cuando en "Librario íntimo", el blog de Rubén Castillo Gallego, vi, hará cosa de un año o así, una sucinta reseña sobre este librito me dije que tendría que leerlo. Y no, naturalmente, por el calificativo que Rubén le otorgaba ('solemnísima tontuna'). Lo primero que me llamó la atención fue su título que me llevó de inmediato al de Rainer María Rilke, "Cartas a un joven poeta". Naturalmente, creo que, salvo la evidente semejanza en el título, ningún otro parecido hay entre ellos, empezando naturalmente porque las cartas que Rilke dirigió a Franz Xaver Kappus, cadete de la escuela militar austrohúngara, están plenamente integradas en el día a día del autor y, aparte de los asuntos poéticos por los que le preguntaba el joven poeta, tocan no pocas veces asuntos propios de la cotidianidad del imperio austro-húngaro en cuyo ejército el joven poeta Kappus desarrollaba su actividad profesional.

Lo he leído con gusto y suma rapidez pues las 150 páginas del volumen vuelan casi sin darse uno cuenta, tal es la maestría del escribidor que Mario Vargas Llosa es y demuestra en estas recomendaciones literarias redactadas a la manera de cartas a un joven henchido de ansias por escribir. El peruano ilustre le da consejos que podríamos calificar de divulgadores sobre qué elementos debe de haber en una narración para llegar a persuadir al lector. Porque de eso se trata: de persuadir al lector, de embaucarle, de hacerle ver que en la mentira que lee hay verdad, que esa ficción tiene verosimilitud...; y todo esto sin que él sea consciente de los palos que sostienen el sombrajo:
[En la novela] una fusión cabal del tema, el estilo y los puntos de vista [harán] que el lector, al leerla quedará tan sugestionado y absorbido por lo que ella cuenta, que olvidará por completo la manera como se lo cuenta y tendrá la sensación de que aquella novela carece de técnica, de forma, que es la vida misma manifestándose a través de unos personajes, unos paisajes y unos hechos que le parecen nada menos que la realidad encarnada, la vida leída. Ése es el gran triunfo de la técnica novelesca: alcanzar la invisibilidad

Finalizada la lectura pienso que más que un libro dirigido a un escritor primerizo que desea conocer los intríngulis de la narrativa, el auténtico destinatario es cualquier lector que desee profundizar un poco en la entraña de aquello que tiene en sus manos. Por eso sí estoy de acuerdo con lo que Rubén  dice del libro -'una tontuna'- si lo miro desde el punto de vista de un aficionado a la escritura que desearía hacerse novelista; pero desde la perspectiva de un aficionado a la lectura creo que el libro es de una gran oportunidad. 

Lo que más destacaría de este ensayo epistolar sobre narrativa es el elevado número de títulos de narraciones y de nombres de autores de los mismos a los que Vargas Llosa recurre  para ejemplificar o argumentar sus definiciones o descripciones de las técnicas narrativas que en perfecto orden y con un magnífico lenguaje va presentando. Y junto a esto, la facilidad comunicativa que demuestra el escritor quien echa mano de una terminología sencilla e incluso propia muy alejada de expresiones abstrusas que sólo sirven cuando se utilizan para dejar fuera del alcance de lo dicho a un buen número de escuchantes o leedores, cuando de lo que se trata es de conseguir que los 'leedores' se conviertan en 'lectores', tal y como Pedro Salinas en 1948 estableciese en su ensayo "Defensa de la lectura". 

Leedor es aquel que posee los conocimientos suficientes para enterarse del contenido de un texto escrito que necesita para su formación. [...] La galería de leedores es copiosa. El estudiante que se desoja en víspera de examen sobre el libro de texto; el profesor que trasnocha entre tratados, acopiando datos para su lección; la matrona que, `parada junto al fogón, recita en voz alta las instrucciones coquinarias que conducen al suculento plato; el funcionario en retiro que demanda a las páginas del libro la mejor manera de invertir sus ahorros [...] Leedor, también, el que emplea su tiempo en los diarios [...]
Frente a estas legiones, en escasa minoría, los lectores. Se define lector simplicísimamente: el que lee por leer, por el puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas, lo mismo que se quedaría con la amada; por recreo de pasarse las tardes sintiendo correr, acompasados, los versos del libro, y las ondas del río en cuya margen se recuesta. Ningún ánimo, en él, de sacar de lo que está leyendo ganancia material, ascensos, dineros, noticias concretas que le aúpen en la social escala, nada que esté más allá del libro mismo y de su mundo. (Pedro Salinas: Leedores y lectores, epígrafe de su ensayo Defensa de la lectura incluido en "El Defensor", Madrid, Alianza editorial, 1983. Colección Alianza Tres, núm. 118; págs. 183-184.)

Ensayo epistolar, Técnicas narrativas, Recursos novelísticos

No he podido resistir  la tentación de colocar la larga cita anterior pues creo que pocas veces se ha hecho una distinción más atinada entre unos y otros seres alfabetizados. Esta es en mi opinión, como digo antes, la intencionalidad verdadera de este breve ensayo sobre narratología escrito por el Nobel peruano-español en 1997, lograr que los lectores disfruten mucho más de sus lecturas sabedores de todo lo que hay de trabajo y de técnica en la trastienda de las buenas novelas.

No es un manual para hacer novelistas, es sólo la señalización de una serie de recursos que están siempre en las buenas novelas. ¿Y cuáles son estos recursos? Pues en resumidas cuentas los siguientes que voy simplemente a nombrar, dejando para los interesados en el tema la muy grata labor de aprender disfrutando de la prosa del autor de "Conversación en la catedral":

  1. Asuntos
  2. Estilo
  3. Orden (estructura)
  4. Narrador (punto de vista espacial)
  5. Tiempo de la ficción (punto de vista temporal)
  6. Nivel de Realidad (punto de vista del nivel de realidad, que no es otra cosa que la relación entre el plano de realidad en que se sitúa el narrador y el plano de realidad en que se sitúa lo narrado)
  7. Muda (alteración que experimenta cualquiera de los puntos de vista antes reseñados)
  8. la Caja China o Muñeca Rusa
  9. el Dato escondido (otros autores lo denominan 'narrar por omisión')
  10. y los Vasos Comunicantes (lo que en otras teorías narratológicas se denomina 'contrapunto' y que no hay que confundir con historias yuxtapuestas).
Finaliza Mario Vargas Llosa su ameno ensayo advirtiendo a este desconocido novelista en ciernes con quien se cartea que hay otros factores, como «la intuición, la sensibilidad, la adivinación e incluso el azar», factores que, a su vez, «escapan siempre a las redes de la más fina malla de la investigación crítica». Y que «por eso nadie pueda enseñar a otro a crear»

Y a los lectores, en especial a aquellos lectores que mientras leen van a la caza de recursos y técnicas intentando no caer en el señuelo y no ser seducidos por el hacedor de mentiras que es el buen novelista les dice, colocándose él en el papel de lector, lo siguiente, que suscribo plenamente:

«A mí lo que me gusta es leer novelas, no autopsiarlas»

22 comentarios:

  1. Muy útil me parece, la verdad.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Maravillosa manera de contarnos lo que te ha parecido este libro. A mí me has conquistado.
    A mí (también) lo que me gusta es leer novelas, no autopsiarlas xD
    Gracias por la recomendación; no soy mucho de Vargas Llosa, y no sé por qué. No es un autor que me llame mucho la atención. Quizá tendré que replantearme algo.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un librito que se lee sin sentir, es muy breve y muy clarito. Sí, mujer, tienes que reencontrarte con Varguitas (ja, ja...), tiene novelas muy buenas en especial las de hace unos años.
      Un beso

      Eliminar
  3. ¡Hola!
    Pues empiezo por el final, me encanta la última frase. Me hacepensar en los qu even un número de magia intentando ver el truco, buscando el fallo y estropeando la magia.
    Me apunto el libro, o ensayo, que no parece una "tontuna".
    A mí Mario Vargas Llosa me enganchó con "La tía Julia y el escribidor", y desde entonces empiezo sus obras con ganas e ilusión.
    No sé por qué no he leído esta obra, pues tiene los ingredientes que me gustan: género epistolar, un autor qu eme encanta...
    Gracias por la reseña y muy feliz día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí con Vargas Llosa me pasa como a ti, que me gusta casi todo lo que ha escrito. He leído muchas de sus novelas desde la historia de Pichulita que te recomiendo ("Los cachorros") hasta las más recientes como "La fiesta del chivo" pasando por "La casa verde" o "Conversación en la catedral". Todo lo de Varguitas (en "La tía Julia y el escribidor" así lo llamaba la que además de tía luego sería su mujer) me gusta, aunque hubo perídodos en que nada leí de él seguidos de otros en que leí mucho de lo suyo.
      A ver qué te parece esta obrita sobre el arte de la narración.
      Un beso, Marigem

      Eliminar
  4. Empecé a leer tu reseña pensando que esta vez no ibas a engrosar mi lista, pero poco a poco me ha ido cautivado lo que leía y creo que estará bien y que sabiendo más de lo que se esconde en esa trastienda de las novelas disfrutaré aún más de mis lecturas.
    Me ha gustado esa diferencia entre leedor y lector.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además, Rosa, es tan breve y está escrito con tal agilidad que la prosa de este ensayo por muy no-ficción que naturalmente es, fluye suave y con mucho gusto por parte de quien lo lee. Disfrutarás leyéndolo, aunque ya te advierto que tampoco descubre un nuevo Mediterráneo (ja, ja...)
      La diferencia entre 'leedor' y 'lector' es de Pedro Salinas y es perfecta. A mí cuando la leí me encantó.
      Un beso

      Eliminar
  5. He leído unos cuanto libros de "ayuda" al escritor novel y tengo que decir que me han sido de muy poca utilidad. ¡Ojo! No quiero decir con ello que vaya sobrado y que no necesite tal ayuda. Simplemente suelen caer en una repetitividad que me empalaga e incluso en banalidades que, con solo tener unos mínimos conocimientos, resultan superfluas y, en otros casos, consejos un tanto complicados de llevar a la práctica. Casi siempre he acabado aplicándome aquello de que "cada maestrillo tiene su librillo", pues son muchos autores que se contradecirse en tal o cual aspecto.
    En este caso, sin embargo, leída tu reseña y dada la personalidad literaria (que no política, je,je) de su autor, debo esperar que su talento "escribidor" y, tal como afirmas, su capacidad didáctica, me lo ponga mucho más fácil. Tanto es así, que antes de escribir este comentario ya lo he pedido a Amazon, porque, además, tiene un precio bastante asequible. Será porque no tiene muchas páginas, ja,ja,ja.
    Un abrazo, Juan Carlos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Josep:
      Ya te digo -y lo dice él mismo- que no es un libro que enseñe a escribir o que descubra mediterráneos nuevos. No, en mi opinión, es un libro que a lectores aficionados puede servir porque descubre algunos recursos literarios que si una novela está bien escrita quien la lee ni siquiera se percata de ellos. Es una curiosidad, no un manual; pero a mí que he leído con muchísimo gusto muchas novelas de Vargas Llosa me ha agradado mucho pues está bien escrito y hacía tiempo -desde "La fiesta del chivo" que tras haberla leído hacía unos años quise ir a ver a Echanove que la hacía en teatro y la maldita pandemia me chafó los planes pese a tener ya las entradas compradas- que no leía nada suyo.
      Espero, querido amigo, que todo vaya bien. Te deseo, hoy que es ya viernes, un buen finde.
      Un abrazo

      Eliminar
  6. «A mí lo que me gusta es leer novelas, no autopsiarlas» me encanta y lo suscribo, es más me gusta disfrutarlas y saborearlas. No soy de Vargas Llosa pero me lo voy a anotar en mi larga lista de pendientes, me ha encantado la reseña.


    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con Vargas Llosa sucede lo que tantas veces con otros artistas y/o escritores, que su acción pública, personal y política, entra en conflicto con el aprecio que podemos sentir por sus obras de creación. Es difícil, lo sé, pero yo procuro separar todo lo que puedo una faceta de la otra. por un lado va el creador de ficciones y por otro el hombre real con sus propias acciones y contradicciones.
      La frase final es contundente y muy auténtica. Creo que vuelta del revés también muchas personas se reconocerán en ella; espero que les haga reflexionar (ja, ja...).
      Me encanta que la reseña te haya gustado, Rita.
      Besos

      Eliminar
  7. ¿Te puedes creer que a estas alturas de la vida no he leído nada, pero nada de nada, de Vargas Llosa? Eso sí, me ha encantado la frase final sobre las autopsias de novelas, jajajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aún hay tiempo de solventar y rellenar esta laguna, Espe (ja, ja...). La frase final es genial y mucha gente debería aplicársela cuando comenta sobre lo leído, ¿no te parece?
      Un beso

      Eliminar
  8. Yo también suscribo lo que dice esa cita con la que finalizas tu entrada. Asimismo me encanta la definición que sobre los lectores hace Pedro Salinas.
    Suele gustarme mucho cuando los escritores escriben sobre el proceso creativo, así que supongo que este libro me gustaría. Aun así, inexplicablemente no he leído nada de Vargas Llosa y creo que preferiría alguna de sus novelas para estrenarme con él.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un libro de teoría literaria aunque escrito con el fantástico estilo de Vargas Llosa, por lo que se lee muy bien. Yo también, antes de por este libro me iniciaría en el peruano con alguna de sus novelas. Te recomendaría alguna de sus inicios, por ejemplo "Los cachorros" o "La ciudad y los perros". Creo que las dos citadas te han de gustar y no son nada extensas.
      Un beso, Lorena

      Eliminar
  9. Would you be able to accept that now in life I have not understood anything, however nothing by any means, by Vargas Llosa? I cherished the last sentence about novel post-mortems,

    Regards,
    2nd hand engine

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola:
      Muchas gracias por pasarte por mi blog. Vargas Llosa es uno de los grandes. Puede que al principio cueste un poco entender lo que dice, pero luego se disfruta mucha.
      Regards

      Eliminar
  10. Me gusta mucho Vargas Llosa y suelo leer todo lo que escribe, aunque sus últimas obras me parecen un pálido reflejo de sus mejores éxitos (La ciudad y los perros, La tía Julia y el escribidor o La fiesta del chivo, por poner unos ejemplos). Creo que últimamente se ha relajado bastante, puede que la edad le esté pasando factura, algo que es completamente normal.
    No obstante, me apunto este ensayo, como dices que es ligero y ameno, que no entra en tecnicismos que solo embrollan y confunden, quizás sea útil.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Paloma:
      Es una obrita sencilla que se lee de maravilla. La edad, es así siempre, marca los tiempos y Vargas Llosa ya tiene muchos años. El ensayo que reseño es de hace 25 o 30 años. Creo que a ti que te gusta escribir también te gustarán los consejos que da en él.
      Besos

      Eliminar
  11. Con tu permiso me llevo esa diferencia entre lector y leedor
    Me encanto😊
    Gracias por el tiempo inestimable con el que haces tus reseñas.
    Abrazosbuhos .

    ResponderEliminar
  12. No me animo con este hombre, me da una pereza terrible y no sabía decir por qué... espero ponerle pronto solución.

    Besotes

    ResponderEliminar

Muchas Gracias por dejar tu Comentario.