No había leído hasta hoy ninguna novela de la muy exitosa autora de best-sellers Matilde Asensi. ¿Qué me ha parecido? De eso trata este post.
La autora
Matilde Asensi nació en Alicante el 12 de junio de 1962. Estudió periodismo en la UAB (Univ ersidad Autónoma de Barcelona) y lo ejerció en RNE (Radio Nacional de España) y en la Agencia EFE. En 1999 publicó su primera novela, El Salón de Ámbar, y con Iacobus (2000) empezó a conquistar un territorio de lectores que copaban entonces sólo algunos grandes escritores extranjeros. El éxito la ha acompañado: sus obras, que han ganado numerosos lectores y premios, han sido traducidas a 15 idiomas. Su tercera novela, El último Catón (2001), es posiblemente la más conocida y aclamada internacionalmente. No es sólo su novela más vendida, sino que sigue siendo un referente para los que gustan de la historia, la aventura y el conocimiento. En 2003, en El origen perdido, Asensi combina hábilmente los secretos con los hackers informáticos, y en Todo bajo el cielo (2006) lleva a sus lectores a la China del Gran Emperador. Sus últimas novelas, Tierra firme (2007), Venganza en Sevilla (2010) y La conjura de Cortés (2012), forman una exitosa trilogía que también ha sido publicada en un único volumen, Martín Ojo de Plata, que cuenta con más de un millón de lectores. El regreso del Catón (2015) es su última salida a las librerías.
La novela
Al acabar la lectura de una obra, Amazon solicita una calificación de la misma. Yo, a esta voluminosa novela de más de 600 páginas que adquirí el pasado Día del Libro, le he dado un 3 sobre 5. Es una nota intermedia, una calificación que no compromete ni a favor ni en contra, una valoración neutra, ¿Por qué esta indefinición? Me explicaré. Por un lado estas novelas que mezclan religión, esoterismo, arqueología, criptografía, paleografía, Vaticano, sectas religiosas y tal más el importante componente de la aventura y una cierta dosis por aquí y por allá de romanticismo, no forman parte del tipo de literatura que más me gusta. Pero por otro lado sí que he leído algunas de ellas pues, al no encerrar su lectura dificultad alguna, me parecen apropiadas como divertimento y pura evasión. Precisamente esto último es lo que me ha sucedido en esta ocasión, pues la historia de estos inteligentes y entre sí enamorados aventureros es perfecta para llenar esos tiempos muertos que todo viaje largo, -como el que realicé el pasado fin de semana-, conlleva.
Verdaderamente esta historia de la búsqueda del supuesto enterramiento de Jesús de Nazaret y de otros familiares suyos me ha entretenido mucho. El entretenimiento lo logra la autora combinando tres ingredientes:
En otro post de este mismo blog sobre una famosísima novela de Joël Dicker [leer dicho post aquí] señalé algunas características que habitualmente reúne un best seller. Creo que lo dicho allí sirve en gran medida para este relato de Matilde Asensi. Así por ejemplo los resúmenes recopilatorios cada cierto número de páginas; los juegos eróticos entre algunas parejas (mucho más inocentes -¡y hasta cursis!- en Asensi que en Dicker); sorprendentes revelaciones que echan por tierra lo que ya para el avisado lector parecía cantado; detalles sociopolíticos bien distribuidos que sirven para ubicar temporalmente el relato, si bien en este relato van referidos a los hechos documentales e históricos más que al desarrollo de la trama propiamente dicha; los descansos humorísticos que en mi opinión llegan en ocasiones a rozar, si no incurrir, en la inverosimilitud, pues ¿es normal hacer bromas cuando la vida está en juego por falta de alimento, sufrimiento por heridas o situaciones extremas de este tenor?
También, como no podía ser de otro modo, en un best seller que se precie, como es el caso de la novela ante la que nos encontramos, existe una marcada línea que separa 'buenos' -los personajes ya señalados en esta entrada- y 'malos': el Cardenal Tournier, el arqueólogo Hartwig Rau, el capitán de la Guardia Suiza Gottfried Spitteler y toda una secuela de esbirros que, como es lógico es un relato de estas características, sólo buscan hacer el mal.
Matilde Asensi nació en Alicante el 12 de junio de 1962. Estudió periodismo en la UAB (Univ ersidad Autónoma de Barcelona) y lo ejerció en RNE (Radio Nacional de España) y en la Agencia EFE. En 1999 publicó su primera novela, El Salón de Ámbar, y con Iacobus (2000) empezó a conquistar un territorio de lectores que copaban entonces sólo algunos grandes escritores extranjeros. El éxito la ha acompañado: sus obras, que han ganado numerosos lectores y premios, han sido traducidas a 15 idiomas. Su tercera novela, El último Catón (2001), es posiblemente la más conocida y aclamada internacionalmente. No es sólo su novela más vendida, sino que sigue siendo un referente para los que gustan de la historia, la aventura y el conocimiento. En 2003, en El origen perdido, Asensi combina hábilmente los secretos con los hackers informáticos, y en Todo bajo el cielo (2006) lleva a sus lectores a la China del Gran Emperador. Sus últimas novelas, Tierra firme (2007), Venganza en Sevilla (2010) y La conjura de Cortés (2012), forman una exitosa trilogía que también ha sido publicada en un único volumen, Martín Ojo de Plata, que cuenta con más de un millón de lectores. El regreso del Catón (2015) es su última salida a las librerías.
La novela
Al acabar la lectura de una obra, Amazon solicita una calificación de la misma. Yo, a esta voluminosa novela de más de 600 páginas que adquirí el pasado Día del Libro, le he dado un 3 sobre 5. Es una nota intermedia, una calificación que no compromete ni a favor ni en contra, una valoración neutra, ¿Por qué esta indefinición? Me explicaré. Por un lado estas novelas que mezclan religión, esoterismo, arqueología, criptografía, paleografía, Vaticano, sectas religiosas y tal más el importante componente de la aventura y una cierta dosis por aquí y por allá de romanticismo, no forman parte del tipo de literatura que más me gusta. Pero por otro lado sí que he leído algunas de ellas pues, al no encerrar su lectura dificultad alguna, me parecen apropiadas como divertimento y pura evasión. Precisamente esto último es lo que me ha sucedido en esta ocasión, pues la historia de estos inteligentes y entre sí enamorados aventureros es perfecta para llenar esos tiempos muertos que todo viaje largo, -como el que realicé el pasado fin de semana-, conlleva.
Verdaderamente esta historia de la búsqueda del supuesto enterramiento de Jesús de Nazaret y de otros familiares suyos me ha entretenido mucho. El entretenimiento lo logra la autora combinando tres ingredientes:
- Una buena base documental e histórica le sirve para lanzar una serie de verosímiles hipótesis sobre las imaginadas vicisitudes vividas por estos ficticios osarios desde su descubrimento, su ocultación por la Iglesia fundada por San Pablo, el cuidado de los mismos adoptado por la secta judeocristiana de los ebonitas, el robo que de ellos hicieron los mongoles en el siglo XIII en una de sus incursiones en territorios de Siria, Irak, Gaza y Palestina, su utilización como presente para agradar a altos dignatarios de éstos o de otros lugares, su pérdida, etc., etc.
- El ingrediente de la aventura consistente, como suele suceder en los cuentos tradicionales, mágicos y maravillosos, en la superación de pruebas, que en el contexto religioso en que estamos se basan en esta ocasión en las Ocho Bienaventuranzas del Cristianismo, que los arriesgados expedicionarios han de saber bien interpretar para no caer en las maquiavélicas trampas que los guardianes de los osarios colocaron siglos ha en el camino hacia los osarios para impedir o dificultar al máximo su expolio.
- Y por último, como elemento de distensión narrativa, estarían las relaciones personales entre los personajes principales:
- Ottavia Salinas y Farag: muy distintos y muy enamorados. Él es un descreido cristiano copto que fue jefe de la Guardia Suiza vaticana, y ella una ex-monja siciliana de la que su mafiosa familia se ha desentendido por considerar que no ha seguido los dictados de la Familia. Ella es algo cursi. Muchos comentaristas la identifican con la propia Matilde, algo que la autora ni afirma ni niega del todo.
- Kaspar y Abby: Muy enamorados también. El primero es el último Catón: jefe de los staurofilakes que son los salvaguardas del Lignum Crucis. Es padre de un niño, Linus, y lleva fuera del Paraíso Terrenal, sede de la Comunidad, más de tres años. Ella, Abby, es la nieta de los Simonson -Jake y Becky-, los millonarios dueños de la Fundación Simonson y cuyo último deseo estriba en localizar los osarios perdidos.
- Sabira y Gilad: Pese a estar por cultura muy distantes -Sabira es una arqueóloga experta dibujante que pertenece por genealogía a la secta de los ismailitas nazaríes y Gilad Abravanel, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén- sin embargo la atracción entre ambos es evidente.
- Jake y Becky: los afables, amables y podridos de dinero abuelitos propulsores de toda esta aventura.
- Isabella: Joven de unos 19 años, sobrina de Ottavia y Farag, experta informática (¡naturalmente!) que sirve, debido a su amorosa pero tensa relación con su tía Ottavia, para introducir en la novela un punto de comicidad y cotidianidad.
Un best seller
Estamos ante un best seller escrito, en confesión de la propia escritora, por la presión de los lectores de "El último Catón" que constantemente le pedían una continuación. Ambos relatos están separados por 14 años de distancia. ¿Se puede leer éste sin haber leído el anterior como ha sido mi caso? Yo creo que sí, pues las referencias a lo vivido anteriormente por los personajes principales se explicitan cuando es preciso. De este manera los nuevos lectores conocemos que Ottavia tiene una mala relación con su familia siciliana debido a haber colgado los hábitos por el amor a Farag, o que Kaspar cada vez que decide abandonar la dignidad de Catón la monta, razón por la que Ottavia mantiene con él una tensa relación amistosa. También los asuntos vaticanos se aclaran y actualizan; así en esta ocasión el Papa Francisco cobra un cierto protagonismo al ser presentado como el Pontífice que ataca los excesos pederastas y las corrupciones dinerarias que han debilitado al Catolicismo.En otro post de este mismo blog sobre una famosísima novela de Joël Dicker [leer dicho post aquí] señalé algunas características que habitualmente reúne un best seller. Creo que lo dicho allí sirve en gran medida para este relato de Matilde Asensi. Así por ejemplo los resúmenes recopilatorios cada cierto número de páginas; los juegos eróticos entre algunas parejas (mucho más inocentes -¡y hasta cursis!- en Asensi que en Dicker); sorprendentes revelaciones que echan por tierra lo que ya para el avisado lector parecía cantado; detalles sociopolíticos bien distribuidos que sirven para ubicar temporalmente el relato, si bien en este relato van referidos a los hechos documentales e históricos más que al desarrollo de la trama propiamente dicha; los descansos humorísticos que en mi opinión llegan en ocasiones a rozar, si no incurrir, en la inverosimilitud, pues ¿es normal hacer bromas cuando la vida está en juego por falta de alimento, sufrimiento por heridas o situaciones extremas de este tenor?
También, como no podía ser de otro modo, en un best seller que se precie, como es el caso de la novela ante la que nos encontramos, existe una marcada línea que separa 'buenos' -los personajes ya señalados en esta entrada- y 'malos': el Cardenal Tournier, el arqueólogo Hartwig Rau, el capitán de la Guardia Suiza Gottfried Spitteler y toda una secuela de esbirros que, como es lógico es un relato de estas características, sólo buscan hacer el mal.
Para finalizar
A la autora se la ha comparado mucho con Dan Brown por la temática aventurera y criptográfica religiosa de algunas de sus novelas. Esta comparativa la rechaza la española diciendo que «“El último Catón” salió cinco años antes del libro de Dan Brown. Lo que pasa es que yo soy española y a todos los autores españoles nos cuesta mucho vender libros fuera». Esta rotunda afirmación no se ajusta del todo a la verdad, pues "Ángeles y Demonios", novela de intriga y suspense cargada de simbología sobre sectas religiosas del escritor estadounidense, vio la luz el año 2000, si bien su continuación, "El Código Da Vinci", su novela de más éxito fue publicada en 2003 y llevada al cine -aquí sí es donde aparece ese lapsus de cinco años que Asensi cita- en 2006. En mi opinión la similitud en la temática entre ambos autores es evidente, lo que no desmerece para nada a la escritora española.
Con todo a mí, más que a los relatos de Dan Brown, "El regreso del último Catón" me ha recordado constantemente a las películas de la saga Indiana Jones del director norteamericano Steven Spielberg protagonizadas por el actor Harrison Ford; en especial, las tituladas "En busca del Arca perdida"(1983) e "Indiana Jones y el templo maldito" (1984). Por esto me ha sorprendido sobremanera leer en la novela que al personaje de Ottavia la actitud de alguno de los atrevidos y aventureros personajes masculinos de la expedición le recuerda a John Wayne. ¿A John Wayne en un relato que sucede en junio y julio de 2014 y evocado por la narradora que no pasa de los 40 años? Más bien le debiera recordar, por lógica, al famoso arqueólogo y profesor Henry Walton Jones Jr. que tan bien ha sabido representar el actor Harrison Ford. Lo otro me parece un despropósito pues que yo recuerde John Wayne participó en muchas películas de aventuras, pero todas o casi todas situadas en el oeste americano.
Por último quisiera señalar que novelar sobre lo acontecido al cuerpo de Jesucristo tras su muerte en la Cruz no es asunto privativo de la literatura popular. Últimamente Emmanuel Carrère escribió "El Reino" sobre el tema de la desaparición del cuerpo enterrado de Jesús de Nazaret tras su crucifixión [reseñada en este blog. Pinchar aquí]. Al igual que en la novela de Asensi, Carrère viene a sostener que el hecho de que Cristo resucitara fue creado y explotado por una facción de los primitivos cristianos encabezados por San Pablo, el auténtico creador de la Iglesia. Ambos autores echan mano de testimonios documentales tomados de las Escrituras (los distintos Evangelios, El Libro de los Hechos de los Apóstoles, algunos libros del Antiguo Testamento...) para argumentar y reflexionar sobre este hecho esencial para el Cristianismo: la muerte y resurrección de Cristo.
Es obvio, pues, que los asuntos tratados por los escritores vienen en muchas ocasiones a coincidir, pero también es verdad que la puesta en escena de los mismos, su plasmación en palabras, su presentación a través de imágenes apropiadas y de elementos de apoyo relevantes es lo que diferencia a un magnífico autor de una interesante y exitosa novelista. Yo, no tengo ni que decirlo, me quedo con el autor magnífico aunque su éxito popular sea menor.
A la autora se la ha comparado mucho con Dan Brown por la temática aventurera y criptográfica religiosa de algunas de sus novelas. Esta comparativa la rechaza la española diciendo que «“El último Catón” salió cinco años antes del libro de Dan Brown. Lo que pasa es que yo soy española y a todos los autores españoles nos cuesta mucho vender libros fuera». Esta rotunda afirmación no se ajusta del todo a la verdad, pues "Ángeles y Demonios", novela de intriga y suspense cargada de simbología sobre sectas religiosas del escritor estadounidense, vio la luz el año 2000, si bien su continuación, "El Código Da Vinci", su novela de más éxito fue publicada en 2003 y llevada al cine -aquí sí es donde aparece ese lapsus de cinco años que Asensi cita- en 2006. En mi opinión la similitud en la temática entre ambos autores es evidente, lo que no desmerece para nada a la escritora española.
Con todo a mí, más que a los relatos de Dan Brown, "El regreso del último Catón" me ha recordado constantemente a las películas de la saga Indiana Jones del director norteamericano Steven Spielberg protagonizadas por el actor Harrison Ford; en especial, las tituladas "En busca del Arca perdida"(1983) e "Indiana Jones y el templo maldito" (1984). Por esto me ha sorprendido sobremanera leer en la novela que al personaje de Ottavia la actitud de alguno de los atrevidos y aventureros personajes masculinos de la expedición le recuerda a John Wayne. ¿A John Wayne en un relato que sucede en junio y julio de 2014 y evocado por la narradora que no pasa de los 40 años? Más bien le debiera recordar, por lógica, al famoso arqueólogo y profesor Henry Walton Jones Jr. que tan bien ha sabido representar el actor Harrison Ford. Lo otro me parece un despropósito pues que yo recuerde John Wayne participó en muchas películas de aventuras, pero todas o casi todas situadas en el oeste americano.
Por último quisiera señalar que novelar sobre lo acontecido al cuerpo de Jesucristo tras su muerte en la Cruz no es asunto privativo de la literatura popular. Últimamente Emmanuel Carrère escribió "El Reino" sobre el tema de la desaparición del cuerpo enterrado de Jesús de Nazaret tras su crucifixión [reseñada en este blog. Pinchar aquí]. Al igual que en la novela de Asensi, Carrère viene a sostener que el hecho de que Cristo resucitara fue creado y explotado por una facción de los primitivos cristianos encabezados por San Pablo, el auténtico creador de la Iglesia. Ambos autores echan mano de testimonios documentales tomados de las Escrituras (los distintos Evangelios, El Libro de los Hechos de los Apóstoles, algunos libros del Antiguo Testamento...) para argumentar y reflexionar sobre este hecho esencial para el Cristianismo: la muerte y resurrección de Cristo.
Es obvio, pues, que los asuntos tratados por los escritores vienen en muchas ocasiones a coincidir, pero también es verdad que la puesta en escena de los mismos, su plasmación en palabras, su presentación a través de imágenes apropiadas y de elementos de apoyo relevantes es lo que diferencia a un magnífico autor de una interesante y exitosa novelista. Yo, no tengo ni que decirlo, me quedo con el autor magnífico aunque su éxito popular sea menor.
Pues lo tengo hasta firmado por la autora y sin leer.Lo compré con muchas ganas pero luego me he ido desinflando al leer diferentes opiniones. No sé, tal vez lo lea este verano.
ResponderEliminarUn beso
Es una lectura relajante, ideal para el verano. Ese puede ser el momento oportuno.
EliminarUn beso
Lo tengo pendiente. Me gustaría pronto, pero ya sabes, siempre falta tiempo o pasan otros por delante.
ResponderEliminarUn beso ;)
Es una buena lectura para llevar conjuntamente con otra más complicada y así lograr el equilibrio (ja, ja...)
EliminarUn beso
Tras leer "El último Catón" hace más de diez años, creo que este lo reservo, si es que me animo, para algún viaje, pues como dices es la lectura ideal para cuando vuelves al hotel cansado de patear ciudad o campo. Aunque creo que siempre me apetecerá más alguna cosa igual de entretenida, pero de más sustancia.
ResponderEliminarBienvenido, Juan Carlos y un beso.
¡Hay que ver lo que coincidimos, Rosa! Para relajarte durante tus merecidas vacaciones, es ideal.
EliminarUn beso
¿Por cierto, qué tal tu viaje? ¿Te gustó Cracovia?
EliminarCracovia me ha encantado. Tiene una historia de lo más interesante (cristianos, judíos, alemanes, hasta los mongoles e n 1261 o así se dieron una vueltecita por allí. Es curioso pues el asunto mongoles y los años son los mismos que aparecen en la novela de Asensi...). Luego están sus plazas inmensas, sus iglesias y sinagogas..., y el ambiente que me pareció espectacular, muy de nuestro estilo: terrazas, bares, restaurantes. Muchísima gente joven, pues es un país católico muy practicante en el que las parejas se casan como hace años aquí, a los 23 ó 24 años, y tienen del orden de tres o cuatro hijos de media, lo que con el tiempo se nota en esa juventud que tranquila bebe cerveza y otras bebidas en kioskos y cafeterías. Por otra parte es un país, ahora mismo, !uy asequible incluso para países en crisis como el nuestro pues aún no han entrado en el euro.
EliminarEn fin, Rosa, una visita muy recomendable de una ciudad centroeuropea estratégicamente situada en el meollo de nuestro continente. Sólo un 'pero': acaba uno un pelín harto de tanta referencia a Juan Pablo II, auténtico héroe de la localidad.
Un beso
Hola Juan Carlos, Yo lo leí en cuanto salio, Ottavia es un personaje que me cautiva, y me apetecía un reencuentro con esta pareja, si es cierto que aunque no cumplió expectativas no me decepcionó, habia momentos en que desconectaba por la cantidad de datos historicos, y te doy la razón en que en ocasiones parecía mas una película de Indiana Jones.
ResponderEliminarUn Beso
Un beso
Estoy contigo en que el número de datos históricos y nombres de personajes es excesivo en ocasiones. Coincidimos en la semejanza con Indiana Jones, a veces muy, pero que muy evidente.
EliminarBesos
¡¡Hola Juan Carlos!! ¿qué tal tu viaje? espero que lo pasaras fenomenal ;-)
ResponderEliminarCon esta excelente reseña nos traes recuerdos también...
Pero ciñéndome a su contenido, te diré por un lado que esos "descansos humorísticos" que calificas de inverosímiles, si lo son para ti, para mí también lo serían (seguro); y por otro, también me chirria un poco lo de Jhon Wayne.
Que conste que no he leído nada de la autora, pero es que los elementos que conjuga en sus novelas no me suelen atraer mucho.
Un beso ¡y buen finde, amigo!!
Hola Chelo:
EliminarEl viaje por Cracovia ha sido magnífico. Es una visita muy recomendable por casi todo: historia, ambiente, precios...
De la novela... pues ¿qué voy a decirte? Creo que en el post está ya dicho todo.
Un beso
Cuando leì El còdigo de Da Vinci no sabìa que era Ângeles y Demonios su primera parte, pensè que era la segunda.
ResponderEliminarA mì estas novelas con contenido històrico, de coplots que involucran al vaticano, siempre me han gustado mucho y por eso ya me acostumbrè a que tengas màs de las 500 pàginas y en este caso, hasta 600. YO me lo apuntarìa, sobre todo ahora que nos cuentas que tira mucho al estilo de Indiana Jons. Eso sì, me lo leerìa con mucha calma para procesarlo bien prque suelen tener muchas fechas ylugares. Vengo saliendo de Umberto Eco con el Cementerio de Praga y me ha dejado menos satisfacciòn de la que un principio creì que me darìa pero tampoco fue una tragedia.
Hola Leslie:
EliminarEs claro que esta novela va a ser completamente de tu gusto. Todo lo que dices de este tipo de relatos es cierto, en especial lo que afirmas sobre las muchas fechas y lugares; son tantos que me he visto obligado a obviarlos en muchas ocasiones si es que quería proseguir y avanzar en la lectura.
De Umberto Ecoche leído "El nombre de la Rosa" (me encantó), "El péndulo de Foucault" (ya no me gustó tanto), "La isla del día de antes" (interesante), "El cementerio de Praga" lo compré hace ya tiempo pero ahí está el pobre esperándome aún...: sin embargo me gustaron mucho sus libros sobre semiología ("Apocalípticos e integrados", "La Obra abierta", etc.).
Un abrazo
Leí varias novelas de Asensi hace ya bastante tiempo y aunque las disfruté en su mayoría no dejo de reconocer que todas ellas tenían un toque de surrealismo que me chocaban. Tengo pendientes su trilogía pirata y está novela, pero no sé cuándo las leeré porque hace tiempo que no leo este genero. Un saludo desde Acabo de Leer.
ResponderEliminarA lo mejor echo una ojeada (y hojeada) a la trilogía pirata, por eso de ver cómo trata otros asuntos.
EliminarAhora me pasó por tu blog, Alejandra. Un abrazo
A mi me gustan las novelas que combinan historia, ficción y las de Asensi me hacen pasar un rato distraído. Sí que a veces son un poco, me ha gustado la comparativa, Indiana Jones pero cumplen su cometido de distraer. Me gustó en su momento El último catón y supongo que este verano para esas tardes perezosas al fresco, leeré la continuación.
ResponderEliminarUn saludo y me alegro que el viaje fuera muy interesante.
¡Hola Conxita!:
EliminarTe digo que la novela es perfecta para la circunstancia que describes: "las tardes perezosas de verano al fresco", ¡qué bonito, Conxita! Si la Asensi escribiese cosas tan bonitas como esa frase, estoy seguro de que el libro me habría gustado mucho más, pero acabé algo harto de tanto resorte que ponía en funcionamiento no sé qué artefacto que al ser accionado desplazaba una cantidad tal de arena que anegabavelbreducifovesoacio en que... ¡por Dios, vale ya! (ja, ja...).
Y síla, visita a Cracovia es muy recomendable.
Un beso
Jajaja Juan Carlos, muchas gracias por tus palabras, ya me gustaría a mi ser un poco Asensi.
EliminarEs cierto que si hay un abuso de artilugios, fechas y nombres acabas cansandote y entonces en mi caso me salto esos trozos. A veces pienso que eso se usa para que veamos que el autor se ha documentado y lo único que produce es un empacho que te distrae de la trama.
Me he apuntado Cracovia para cuando pueda hacer una escapada. Eso sí no preguntaré por el héroe local..
Un beso
A mi me.gustó mucho más que a tí. También es cierto que esa mezcla de géneros siempre me atrae y que El último Caton fue durante mucho tiempo una de mis novelas favoritas
ResponderEliminarTengo entendido que "El última es mucho mejor. Lo tengo que leer. A propósito Laky ¿considerarías a estos dos títulos como novelas históricas?
ResponderEliminarUn beso
Saludos Juan Carlos y bienvenido.
ResponderEliminarYo personalmente he leído bastante de esta autora, en concreto el último Catón y este que reseñas. Yo tengo ambos reseñados en mi blog.
Creo que es mejor el primero por lo novedoso del asunto, pero después llegó el mencionado Brown y todo giraba sobre lo mismo, los personajes se hacían cansinos y las tramas repetitivas, con lo cual este título que nos traes lo cogí con ganas y lo leí con fluidez y aunque la resolución de enigmas y el ritmo narrativo mantuvieron mi expectación lectora, es cierto que se me hizo cuesta arriba alguna de las escenas.
Creo que es muy acertada tu definición como: lectura para "una noche de verano"
Un abrazo.
Como veo que te gusta el tema que tratan estas dos novelas de Matilde Asensi, te recomiendo la lectura de "El Reino"de Carrère.
EliminarUn abrazo, Francisco.
Hola Juan Carlos con esta escritora estoy ahí un poco en el medio :) hay cosas que me gustan pero otras que no me acaban de convencer. Ya he leído varios de sus libros y siempre encuentro algo que es difícil de creer o que no termina de encajar en el conjunto de la historia. La verdad es que yo también prefiero al escritor magnífico aunque ello no lleve aparejado el éxito. Sobre el libro, leí el primero pero no me quedé con ganas de saber más sobre Ottavia y sus aventuras. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarPues yo soy muy fan de Asensi, así que esperaba este libro como agua de mayo... y me ha decepcionado terriblemente!! Empezando porque comencé a odiar a la protagonista desde las primeras páginas, una tonta integral, una mocosa mimada, una harpía de lo peor, una absoluta bruja, qué ganas de que la hubieran matado en la página 10. En conclusión, voy por la mitad y creo que no lo voy a terminar. Lástima tantos árboles perdidos para este libro!
ResponderEliminarPara mí Matilde Asensi es una maga. Cuando leí Iacobus sentí "como un rayo que te parte en medio del patio". Una mujer única y maravillosa. Sería un placer cruzarme con ella en el camino de un lago misterioso:).
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