Desconocía por completo que esta novela de Edgar Lawrence Doctorow publicada el año 2009 se basase en algo realmente acaecido: la historia de dos estadounidenses, los hermanos Collyer, Homer y Langley, hijos de una acomodada familia que hundía sus raíces en los primitivos colonos ingleses que llegaron a las costas del este de los actuales Estados Unidos. De sus padres recibieron una sólida formación universitaria (derecho e ingeniería) y no se les conoció ocupación alguna mientras vivieron pues las rentas que heredaron les permitieron hacerlo sin apuros económicos durante el resto de sus vidas. Vivieron en New York hasta 1947 y fueron acumuladores compulsivos, llegando a juntar casi 200 toneladas de diverso material en su casa de 4 pisos en el cruce entre la Quinta Avenida y la calle 128 en Harlem, Manhattan.
A partir de esta realidad el escritor novela la vida de estos hombres que, en mi opinión, simbolizan las dos vertientes en que se mueve el ser humano: el lado inmaterial representado en el hermano ciego que plasma por escrito esta historia que a la postre será lo único que quedará de ellos; y el lado material que personifica Langley en su papel de "rescatador de objetos" actividad que, paradójicamente, le sobreviene por sus anímicas heridas sufridas en la I guerra mundial. Como unidad, la pareja representa la absorción de que somos objeto por la sociedad material y materialista en que vivimos: una sociedad en la que prima el consumo de objetos pero que considera -¡y efectivamente lo es!- enfermiza su acumulación.
Mi comentario
Doctorow aunque se documenta concienzudamente no construye una novela al estilo de lo que hiciera Truman Capote en “A sangre fría”, fiel hasta el extremo a lo realmente sucedido. El escritor se sirve de la historia de los Collyer pero es consciente de la autonomía que tiene el género narrativo y de que él es el creador y muñidor de la historia escrita, vamos, que no está haciendo periodismo como en cierto sentido pretendía hacer Capote con sus novelas del llamado Nuevo Periodismo. Así
Doctorow introduce cambios muy significativos en la historia que relata como son la permuta de los nombres y caracteres de los dos hermanos pues en realidad Homer fue el hermano mayor que sufría de parálisis además de ceguera y Langley, el menor, que murió víctima de un derrumbamiento de la casa mientras buscaba entre las más de 200 toneladas de objetos acumulados a su hermano Homer que fue encontrado muerto por hambre y sed por los bomberos.
Doctorow introduce cambios muy significativos en la historia que relata como son la permuta de los nombres y caracteres de los dos hermanos pues en realidad Homer fue el hermano mayor que sufría de parálisis además de ceguera y Langley, el menor, que murió víctima de un derrumbamiento de la casa mientras buscaba entre las más de 200 toneladas de objetos acumulados a su hermano Homer que fue encontrado muerto por hambre y sed por los bomberos.
La novela escrita en 2009 a los 78 años de edad por Doctorow es una estupenda panorámica de la vida de los EE UU durante el siglo pasado. El autor, como es habitual en él, aprovecha una anécdota, en esta ocasión la de los hermanos Collyer, para dar un repaso a la historia de América durante los 70 ú 80 primeros años del siglo XX:
- los estragos que en la juventud americana causó la Gran Guerra,
- la Depresión y los duros años 30 con la Mafia en todo su apogeo,
- la Guerra del Pacífico y las subsiguientes (Corea, Vietnam),
- el nacimiento del movimiento hippie,
- la aniquilación de las esperanzas de cambio de los años 60 (asesinatos de símbolos como los hermanos Kennedy o Martin Luther King)…
- ... y la cada vez mayor intervención de la administración pública en la vida privada de los ciudadanos patente en el momento actual y en las dos décadas precedentes.
El relato encierra importantes características literarias:
- Lenguaje de altura poética en no pocas ocasiones como cuando Langley para defender la colocación del Ford “T” en mitad del salón de la casa dice al estilo de los poetas vanguardistas: “Al contemplar este coche en la calle, nunca pensarías que es espantoso. Pero aquí, en nuestro elegante comedor, su verdadera esencia de monstruosidad salta a la vista” (pos. 1011/2570).
- Estructura de la historia en secuencias narrativas que se suceden de manera esencialmente lineal.
- Utilización variada de los estilos narrativos indirecto, indirecto libre y directo introduciendo este último en ocasiones del modo como se efectúa en el género dramático o en la entrevista periodística.
- Narrador en primera persona que se dirige a un “tú” cuya posible identidad no descubriremos hasta muy avanzado el relato.
- Buscada musicalidad fónica...
Fuerte culturalismo
También la novela tiene una clara ligazón con el mundo del cine y el de la música. Su vínculo con el Cine se percibe desde la propia estructura de la historia, construida ésta en forma de secuencias cinematográficas, lo que por momentos nos lleva a pensar en un guión cinematográfico; quizás sea por esta relación que algunas novelas de Doctorow han sido llevadas a la pantalla (“Ragtime” del año 1975, fue adaptada por Milos Forman en 1981 o “Billy Bathgate” de 1989, por Robert Benton en 1991). En cuanto al mundo de la música, la misma impregna todo el relato, algo muy habitual en el narrador norteamericano que así lo efectúa en otras muchas de sus obras, en especial en “Ragtime”. En "Homer y Langley" el personaje narrador-protagonista, Homer, toca al piano temas de compositores clásicos pero también con el devenir de los años se pliega a acompañar temas populares facilones como los temas jazzísticos del hijo de su cocinera de color que serán sustituidos por los electrónicos defendidos por los cinco integrantes del grupo hippy que durante unos meses vivirán en su casa; por otra parte muchos momentos importantes se ven subrayados por alguna melodía: el encuentro con Jacqueline encuentra apoyo en “Strangers in the night” de Sinatra, la relación pura y casta de Homer con su alumna de piano Mary Riordan se marca con el tema de “La catedral sumergida” de Debussy o la cantata de Bach “Jesus, bleibet meine Freude”. [estos y otros temas musicales que aparecen en novelas de Doctorow pueden escucharse en la página "Música que me gusta escuchar"]
Personajes
En cuanto a los personajes el auténtico protagonista de la novela es la Casa de 4 pisos en el cruce entre la Quinta Avenida y la calle 128 en Harlem, Manhattan, que vemos derruirse partiendo del momento inicial esplendoroso en que los padres de ambos, ginecólogo él y cantante ella, la adquieren como muestra de su estatus y en la que dan fiestas memorables, hasta llegar al momento final en que las ratas se adueñan de la misma atestada como está de objetos inútiles que la sociedad pone constantemente en la calle incluidos naturalmente los cuerpos sin vida de estos dos seres.
Tras la Casa están los dos hermanos Collyer, auténticos solitarios que se sienten rechazados por una sociedad que no entienden y a la que consideran agresora de su libertad. De los dos, Homer, el ciego, es el más inteligente y el que paradójicamente dirige la vida de su hermano quien volvió como otros miembros de su generación ('The lost generation') totalmente traumatizado -humanamente roto- por la bestialidad que supuso la I Guerra Mundial. Langley que había vivido la guerra de trincheras que fue la de 1914 convierte el domicilio heredado de sus padres en una gran trinchera con la que quiere contar al mundo todo lo que éste es de una simple ojeada, su propósito era hacer un diario que pudiese leerse eternamente y bastase para cualquier día (pos. 607/2570), y en mi opinión creo que lo logró.
Luego habría que hablar de una amplia galería de personajes que en su conjunto constituyen, y hacen de la novela, un relato coral:
- Las mujeres: Eleanor, Jacqueline Roux -la musa accidental destinataria sin ella saberlo de este relato-, Mary eEizabeth Riordan -la alumna de música de la que Homer estuvo siempre platónicamente enamorado-, Lila van Dijk -con la que se casó Langley-, las tres chicas hippies -Lissy, Alba y Ocaso-, las mujeres del servicio doméstico heredado de los padres que irán dejando la Casa poco a poco...
- Los hombres: Aparte de los dos personajes protagonistas habría que citar al mafioso Vincent y su cuadrilla de matones que durante unos meses utilizan la casa de los Collyer como refugio para escapar del acoso policial, Harold Robineaux -hijo de la cocinera de la casa que introdujo la música de color en el mundo de Homer-, los dos chicos hippies (Jo Jo y Connor); luego ya el mundo masculino queda englobado en los genéricos los policiás, los abogados que les acosan, los bomberos, y sobre todo los periodistas que dan publicidad a su caso y que propiciarán la caída de la Casa Collyer.
Final
Desde que leí "Ragtime", E. L. Doctorow es un autor que me gusta mucho. Me agrada su modo de contar dejando caer sobre la ficción que construye retazos significativos de lo que envuelve la vida de todos (política, cine, música, economía...), construyendo de manera original una muy personal novela histórica aunque él no las considere así pues, como hace en "Homer y Langley" introduce algunas variaciones en los hechos verídicos sucedidos.
¿Se puede denominar novela histórica a un relato que modifica algo los sucesos acaecidos? Es una pregunta que me estoy formulando dado que Doctorow niega ser escritor de novela histórica. ¿Vosotros qué pensáis? ¿Qué novelas habéis leído de Doctorow?
________________________________Nota: El libro lo he leído en formato ebook, de ahí que las referencias textuales las realice por posición y no por página.
¡Hola!
ResponderEliminarA mí me llama bastante, así que espero poder leerlo pronto.
Muy buena reseña.
Nos leemos. =)
No he leído ninguna novela de este autor así que no puedo ayudarte pero, eso sí, ya a tenor de lo que nos cuentas, esta novela en concreto yo no la incluiría dentro del género histórico, desde luego.
ResponderEliminarQué historia nos traes hoy, Juan Carlos! Mucha gente sufre el síndrome de Diógenes. El caso de estos dos hermanos se hace particularmente dramático por la decadencia de la familia y de la casa, decadencia moral y en el segundo caso literal. Menudo final más triste el de los dos. Nada, que me lo anoto.
Besos y gracias por esta magnífica entrada!
Pues sí, Carmen, la historia es curiosa por, además, verídica. A Doctorow se le lee muy bien: su ritmo es ágil y todo lo trufa con la música americana de los años en los que sitúa sus relatos. A mí éste en particular me llevaba constantemente a la película "Forrest Gump" pues al igual que ella es una historia situada en un contexto socio-histórico muy reconocible. pero -como bien tú dices- de ahí a que a eso se le pueda llamar novela histórica hay un gran trecho.
EliminarGracias por apsarte por mi blog, Carmen
Lo acabo de leer y me ha fascinado.
ResponderEliminarSAludos.
Es una joyita!!
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