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26 nov 2018

Benjamín Prado: "Ya no es tarde"

Conozco la figura de Benjamín Prado desde hace ya tiempo sobre todo por su faceta de letrista de Joaquín Sabina. La altura poética del disco de Joaquín "Vinagre y rosas" le debe mucho a Benjamín. Además, soy lector asiduo de los artículos que publica desde hace ya muchos años en diversos medios escritos. Sin embargo a su literatura aún no me había asomado. Lo hago con su último libro de poemas, "Ya no es tarde", aparecido en noviembre de 2014 rompiendo un silencio poético de ocho años de duración.

Benjamín Prado (Madrid, 1961) es un escritor en el más amplio sentido de la palabra. De sí mismo dice: 'llevo escribiendo desde los 18 años'. Cuando habla de la creación poética afirma que 'al verso hay que darle la naturalidad propia de la prosa así como a la prosa cargarla de poeticidad'. Ha escrito, además de poesía, novela y ensayo. Sus últimas obras en estos dos géneros son la novela "Los treinta apellidos" aparecida en mayo de este mismo año, y en 2015 su ensayo "Más que palabras"

"Vinagre y rosas", Sabina, Prado
La verdad es que a veces parece como si las casualidades no fuesen tales, sino más bien causalidades. Digo esto porque resulta que el título del último ensayo publicado por Benjamín Prado, "Mas que palabras", coincide con la denominación de la Tertulia Literaria en la que participo desde hace años; la lectura que hemos realizado en noviembre en esa tertulia de amigos ha sido "El corazón es un cazador solitario" de Carson McCullers [reseña de la novela aquí], escritora norteamericana que junto a otras cuatro mujeres más fueron estudiadas y analizadas por el autor madrileño en otro ensayo suyo capital, "Los nombres de Antígona", aparecido en 2001. Por si esto fuera poco durante varios años vine a coincidir con el poeta en el barrio donde vivimos ambos en la zona noroeste de Madrid conocido con el nombre de "Ciudad de los poetas". Este nombre le iba a él pintiparado aunque, otra casualidad, cuando por fin me atreví a abordarle con ocasión de la presentación en la librería Rafael Alberti de Madrid de "Patria", la estupenda novela de Fernando Aramburu, me aclaró que ya no vivía en el barrio pues se había mudado con su pareja a una localidad de la sierra madrileña.

Todo lo anterior se puso en marcha en mi interior cuando decidí participar en la iniciativa del blog de Laky "Libros que hay que leer", el mes temático de la no novela, que está teniendo lugar durante este mes de noviembre. Me dije, si con claridad hay algo no novela, ello es la poesía; Benjamín Prado es poeta; no he leído nada de él; me atrae su persona, sus artículos periodísticos, sus letras de canciones, su conocimiento literario; es o ha sido hasta hace poco vecino del barrio..., ¡qué mejor cosa podría hacer que leer un poemario suyo! Pues, dicho y hecho.


"Ya no es tarde"
Este libro de poemas me ha gustado mucho. El poeta comunica, gozoso, en él su redescubrimiento del amor. Nos traslada su renacer a la vida a través del amor a pesar de los años que tiene (53 en el momento de dar a la luz el librito), nos dice con todas sus ganas que no es tarde para ello, que "ya no es tarde". Este es precisamente el título que da a este poemario que, tras un poema ('Cuestión de principios') a manera de prólogo, abre con un poema impresionante titulado 'No es tarde', quizás el poema más conocido y difundido de la última creación poética del escritor

"Nunca es tarde para empezar de cero,
para quemar los barcos,

para que alguien te diga:
-Yo sólo puedo estar contigo o contra mí.

Nunca es tarde para cortar la cuerda,
para volver a echar las campanas al vuelo,
para beber de ese agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo,
para dejar de ser un hombre que no pueda
permitirse un pasado.

Y además
es tan fácil:
llega María, acaba el invierno, sale el sol,
la nieve llora lágrimas de gigante vencido
y de pronto la puerta no es un error del muro
y la calma no es cal viva en el alma
y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar: -Ya no es tarde,
y si antes escribía para poder vivir,
ahora
quiero vivir
para contarlo."
Forman el libro 29 composiciones poéticas distribuidas en tres apartados ('Nunca es tarde', 'Viajes con la azafata' y 'Vida y Obra') de 9 elementos cada una. Dos composiciones más, una a modo de prólogo -la ya citada 'Cuestión de principios'- y otra a manera de epílogo, de cierre del conjunto -'Punto final'-, conforman todo un volumen inspirado por la llamada del sentimiento amoroso hacia una persona pero siempre acompañado por otro importantísimo sentimiento que nunca abandona al escritor, su inmenso amor a la literatura.

Los dos poemas que sirven de apertura y cierre de este libro de poemas diríase que son una especie de invocación a quien desde fuera del ser humano entienda de esto (los dioses, las musas, la inspiración, el genio poético, el puro trabajo...) para que le guíe en el hallazgo y ejecución de las composiciones que vienen a continuación ("Un poema que diga también lo que no dice / Un poema que escuche a quien lo dice / […] Un poema que sea capaz de repetir / justicia y corazón / libertad / y alegría...", en 'Cuestión de principios'); y en el del epílogo para que el lector destinatario de los mismos tenga más cumplida comprensión de ellos ("Un poema que imite / lo que vas a sentir cuando lo leas / […] Un poema que te ha reconocido / […] Un poema que sea más fuerte que el olvido / Un poema que el tiempo ya no puede vencer", en 'Punto final').

Comprendidos, encajados entre estas dos inmensas declaraciones de principios literarios y de amor humano quedan 27 hermosos poemas. Los de 'Nunca es tarde', la primera parte, son poemas muy románticos cargados de optimismo al haber tenido lugar el hallazgo amoroso que le ha permitido despegarse definitivamente de su situación vital anterior:  
 "gracias
por salvarme
de mi vida
('Segunda juventud')

Está cargada esta primera parte de un romanticismo a veces muy becqueriano
"Qué difícil resulta saber callar a tiempo,
a la hora de escribir y de quererse" ('No sé cómo decirlo')
La unidad vida-obra que rotula la tercera parte del libro está presente desde el principio. El poeta no quiere engañar a la persona amada, y por ello le dice que su familia, su carta de identidad, a él se la ha dado la literatura; ella, entonces, al ser objeto y motivo de estos poemas, por obra y gracia de la creación poética pasará a formar parte de todos los que leamos estos versos ('Libro de familia').

El poema que cierra esta primera parte de la obra lleva por título 'Poesía social'. En él Prado asocia Amor con Libertad, sometidos ambos a inmensos peligros por sus enemigos. Para marcar mejor la idea de que tanto en el Amor como en la Sociedad nada tiene que darse por eterno e inamovible echa mano de palíndromos [palabras o frases que se leen igual de izquierda a derecha que a la inversa], la mayor parte de las veces   [palabras que leídas al revés tienen diferente significado]:
[…] nada es verdad para siempre
que todo se transforma con decirlo al revés
del modo en que el 'azar' se hace la 'raza'
o el 'líder' el 'redil'
o el 'animal' la 'lámina'
Para aquellos que consideran que el cambio no tiene sentido alguno porque siempre todo sigue y seguirá igual tanto en lo social como en el amor el poeta que está en desacuerdo total significa este inmovilismo con palíndromos propiamente dichos:
contestaban que era posible un mundo
en el que se pudiese cambiar de dirección
sin cambiar de sentido
                       -como 'aviva'
como 'oro'
                                                        como 'radar',
como 'ala'-
'Viajes con la  azafata' es el título de los nueve poemas siguientes en los que el poeta junto a su amada viaja por distintos lugares del mundo y en ellos siempre rastrea y sigue los pasos de escritores que allí estuvieron, quedaron enterrados o simplemente situaron algunas de sus obras: en Lisboa, Pessoa; en Moscú, la novela  de Boris Pasternak "Doctor Zhivago"; en Viena, Sigmund Freud; en Coral Gables (Florida), Juan Ramón Jiménez; en Ginebra, Borges, Rousseau, Calvino; en Kirchstetten (Austria), W. H. Auden; y así.

Cierra esta segunda parte con un poema titulado 'Un profesor es alguien que habla en los sueños de otros' en el que dirigiéndose a su amada da las claves de lo que para él es Poesía o al menos estas poesías que su amor mutuo ha despertado en ellos. Para hacerlo respira a través de su pluma Pedro Salinas, considerado entre los poetas del 27 como el poeta del amor, y al igual que él se refugia en los pronombres y demostrativos: "que tu poema sepa algo que ignoras / […] que tu poema esté entre tú y yo".

'Vida y Obra', la tercera parte, explicita la íntima imbricación que en su vivir personal tiene la propia creación literaria. Es consciente de que este poemario es de amor ("Ya sé que este es un libro que habla de ti y de mí") pero ello no quiere decir que Benjamín Prado haya olvidado la injusticia, las desigualdades, el dolor que existe en el mundo (aunque "este es un libro de amor, sus páginas / están abiertas para los que sufren / para los ilegales, para los desterrados, /" […], en 'Tablón de anuncios').

En el poema 'Su viva imagen' evoca a su madre fallecida. Lo hace con la sorpresa de ver que todo sigue -como dijera Juan Ramón Jiménez en "El viaje definitivo" [la vida, el pozo blanco, los pájaros cantando...]- igual que si nada hubiese sucedido:
"Es tan raro saber que no volveré a verla
y los demás
seguiremos entrando en restaurantes,
cines,
supermercados, estaciones de tren...
Que no volveré a oír su voz pero a las nueve
será otra vez la hora de la cena,
los fines de semana iré al estadio,
mi coche rodará por la autopista
que ella escuchaba desde su jardín...
[…]
[…] María Ángeles Prado, la mujer de mi vida."

Final
Un poemario de amor cargado de literatura. Por si no fuera suficiente con los textos poéticos henchidos de lecturas y vivencias literarias, el poeta enmarca cada uno de los tres apartados bajo la cita de una escritora. Un libro dedicado a una mujer cargado de principio a fin de miradas femeninas. Así la primera parte recoge una frase de la poeta y ensayista rumana Ana Blandiana; la segunda, otra de la poeta estadounidense Emily Dickinson; y la tercera, cierra con un pensamiento de nuestra última Premio Cervantes de Humanidades, la poeta uruguaya Ida Vitale.

Pero hay citaciones más allá de las señaladas en estos tres apartados. El libro abre con unos versos de la escritora búlgara Blaga Dimitrova
"No tienes derecho a mentir.
Escribe cada uno de los versos
como si fuera una despedida."
y se cierra con otra cita de la magnífica autora canadiense Margaret Atwood
"Una palabra tras una palabra
tras una palabra, es poder."
Es un libro en el que el poeta imparte magisterio literario-vital a su amada María -"A quien, si no a María", concluye del todo el volumen-. Es una delicada y muy emotiva declaración de amor a esta mujer con la que el poeta, nos dice, ha vuelto a renacer, ha vuelto a reencontrarse consigo mismo en lo afectivo. Quiere compartir con ella todo cuanto conoce, disfruta y crea cuando escribe. Una escritura que paradójicamente por ser personal, resuenan en ella los libros que ha leído; y eso se lo quiere transmitir a ella, es un lema que se aplica a sí mismo y que nos lanza a todos los que le leemos
"No escribas
[…]
si en tus libros no se oyen los libros que leíste"
Dejo para cerrar esta reseña el recitado por parte del mismísimo Benjamín Prado del último poema de la 3ª parte del libro titulado 'El día que deje de quererte'. Espero que os guste este poema y que los fragmentos de otros que hay esparcidos en esta entrada os animen a leer el poemario por vosotros mismos.



26 comentarios:

  1. Pues parece un lujo difícil de ignorar. Será un gusto buscarlo-.

    Gracias por compartir. Un abrazo

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    1. Seguro que te gusta. Su lectura lleva mucho reposo y tranquilidad al alma. El estrés se quita leyendo poesía de este tipo; son poemas llenos de positividad. Muy agradables de leer.
      Besos

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  2. No le conozco como poeta, pero he leído tres de sus novelas de la serie protagonizada por Juan Urbano y si la primera, "Mala gente que camina" me gustó mucho, las otras dos fueron perdiendo calidad hasta que me quitaron las ganas de leer más. La cuarta de la serie ni me he molestado en saber de ella. Sí me gustó bastante una biografía de Carmen Laforet que escribió junto a Teresa Rosenvinge.
    Por cierto, si yo tuviera que hacer la reseña de una libro de poesía no sabría por dónde empezar. Tú lo has sabido hacer de maravilla. Se te notan las tablas 😂😉
    Un beso.

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    1. Ja, ja, ja…, las tablas... Sí, han sido muchos años, y ya se sabe: quien tuvo, retuvo.
      Sobre sus novelas que no he leído nada puedo decir. Creo que sus libros de biografías como la de Laforet o ese ensayo que cito yo al principio de la reseña en el que aparece Carson McCullers (me la encuentro últimamente por donde quiera que voy) y otras mujeres son buenos y muy interesantes.
      Un beso
      PD.- Hoy he hecho mi primera alusión a una película en Facebook dentro del Reto para el que me nominaste. Son diez días, ¡uf!, bueno será si no se me olvida alguno En fin, lo intentaré.

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  3. Hola Juan Carlos
    Me encanta Benjamín Prado y con ese Nunca es tarde lo conocí como poeta. El poema con el que inicias la reseña me encantó y tengo el libro lleno de anotaciones. Al autor me lo descubrió un blogero y empecé primero con sus aforismos que son geniales y después aunque no soy de poesía me animé con el libro y me encantó, así sin más. De hecho no he leído nada de él en prosa y eso que me recomendaron Nunca le des la mano a un pistolero zurdo como una de las mejores novelas pero aún no me he animado.
    Felicidades por la reseña porque me has hecho fijarme en detalles que no vi, de hecho creo que volveré a releerlo teniendo en cuenta tus impresiones.
    Besos y muy feliz semana

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    1. Yo tampoco he leído libros suyos de prosa, sí artículos aparecidos en prensa. Desde luego su poesía me encanta y también las letras de canciones que ha hecho para Joaquín Sabina.
      Me alegra que mi reseña te haya despertado el deseo de volver a releer este libro que tanto te gusta.
      Un beso

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  4. De este autor he leído poemas sueltos y me han gustado mucho. Voy a tener que buscar este poemario que nos traes hoy. No sabía que había escrito canciones para Sabina!
    Besotes!!!

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    1. Sí, sí Benjamín Prado ha escrito varias de las canciones de Sabina, siempre junto a él porque son muy amigos. Mira he buscado en la red la letra de la que da título al álbum "Vinagre y Rosas" y la he escuchado en Spotify. Te dejo aquí el enlace a la letra de ese tema por si quieres leerla. Pero ya te digo en Spotify está todo el disco que cito en mi entrada.
      Gracias por tu comentario, Margari.
      Besos

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  5. No he leído nunca a este autor, me apunto esta reseña y haremos los honores a esa poesía para empezar, creo.
    Saludos.

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  6. No he leído nada del autor, pero es que la poesía y yo no nos llevamos especialmente bien, empezaré mejor por alguna de sus novelas.
    Besos

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    1. Hola, Aylavella:
      No te puedo decir nada sobre sus novelas. Pero yo me acercaría antes a alguno de sus poemas. Además de los que incluyo en la entrada anterior te dejo aquí el enlace a la letra de la canción 'Vinagre y Rosas' que da título al álbum que firmó como letrista junto a Sabina.
      Besos

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  7. Hola, Juan Carlos. Yo tengo Mala gente que camina de este autor leída y no me importaría releerla, se hará... tomo nota de este libro ya que no sabía de él y la poesía me gusta mucho, para mi es como la música: imprescindible.

    Besos.

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    1. Es que, Carmen, tienes toda la razón. La poesía es música, la buena poesía, claro, y la de Prado lo es. Yo voy a leer los otros libros del autor porque este último me ha encantado.
      Un beso

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  8. Yo no he leído nada de este autor, pero me has dejado muy sorprendida porque no conocía esa faceta suya. Gracias y un beso.

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    1. Te dejo el enlace [pincha aquí] a la letra de la canción que da título al álbum "Vinagre y Rosas".
      Gracias a ti, amiga. Besos

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  9. Como me gusta sentirme acompañada en esta dura tarea de reseñar poesía y que no se te echen encima, jajaja, de verdad, me siento en un refugio aquí contigo; leí su primera novela, pero no lo había relacionado como letrista de Sabina, ya ves, ahora ya no hay excusa ni desconocimiento para no adentrarme en su obra poética, así que...me lo llevo.

    Muy buena reseña, como siempre.
    Un besito carinyet.

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    1. Todas tus apreciaciones, Yolanda, dan en el clavo. Y al referirte a la escasa buena recepción que tienen las reseñas de Poesía, aciertas plenamente. Pero oye, chica, al menos aquellos a quienes nos agrada (tú y yo entre otros varios) no debemos de ceder. ¿No crees?
      Yo no he leído ninguna novela suya. De la última no veo grandes elogios, sí de las anteriores, sobre todo de la primera. Tendré que leerla.
      Besos, chica amable

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  10. Me has dejado sorprendido. Desde luego que tu reseña no puede caer en saco roto.

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    1. Por la foto de tu perfil, más bien deberías decir que mi reseña no puede caer en mochila rota :-)
      Un abrazo

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  11. hola! todo un descubrimiento del autor y como letrista de Sabina, que nos encanta, veremos de buscarlo porque de verdad, disfrutamos mucho de tu entrada, gracias, abrazosbuhos!!

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    1. Me encanta que me digáis que os descubro literaturas apetecibles. Y si además habéis disfrutado con la entrada pues para qué quiero más, amigas mías.
      Besazos

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  12. Los que ñes he leído me han encantado. Fantástica entrada. Un abrazo.

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    1. Es un buen poeta. De su prosa no puedo opinar, porque nada he leído aún
      Besos

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  13. Buenas tardes Juan Carlos,
    A mi me ha encantado en general el poemario, pero en particular el poema 'Los camaradas',pero me pregunto cual es la intención que tiene el autor o que es lo que quiere transmitir con este poema.
    Francamente me ha encantado tu reseña.
    Un abrazo.

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    1. Tardísimamente respondo a tu pregunta. La verdad es que no había visto tu comentario hasta hoy. Yo creo que en ese bello poema lo que hace es un canto a la amistad que no significa igualdad. Los camaradas pueden ser muy distintos en muchas cosas pero siempre se sentirán camaradas porque tienen una meta en la vida, un ideario común. De ahí que muchas veces la expresión se utilice para referirse a seguidores de una ideología que ni siquiera se conocen entre sí.
      Espero haberte aclarado algo, aunque lo dudo porque explicar un poema siempre es difícil dado que el poema se entiende muchas veces por intuición y explicarlo ya es más complejo y menos poético desde luego.
      Un saludo, Cristina

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