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13 mar 2017

Carson McCullers: "La balada del café triste"

La escritora
relato norteamericano, escritores americanos del Sur, "La balada del café triste"Carson McCullers es una georgiana (USA) nacida en Columbus el pasado 19 de febrero hizo exactamente 100 años. Su vida no fue un camino de rosas, pues padeció un auténtico calvario físico a raíz de unas fiebres reumáticas mal diagnosticadas que le hicieron pasar por un sinfín de operaciones que la llevarían a vivir sus seis últimos años sentada en una silla de ruedas. Murió en 1967. Antes, en 1945, se casó con Reeves McCullers, su novio desde 1940, que acababa de regresar herido del desembarco de Normandía. Reeves cayó en una profundísima depresión que le llevó, al fin y a la postre, a enfilar el camino del suicidio el 19 de noviembre de 1953 en un hotel de París, poco antes de ser abandonado por Carson a la que había propuesto un pacto suicida.  

La peripecia vital de Lula Carson Smith, su nombre de soltera, unida a su contexto familiar (hija del propietario de una plantación de algodón y nieta de un héroe del bando confederado en la Guerra de Secesión norteamericana) explican muchos de los temas presentes en su obra narrativa, entre los que destaca, por encima de otros, el del aislamiento espiritual de los inadaptados y marginados del Sur de los Estados Unidos.

"La balada del café triste"
Es un cuento, un relato largo o una novela corta, según se quiera denominar, que publicó por vez primera el año 1943 junto a otros relatos suyos en un volumen así titulado en el que  iba incluído.

Carson McCullers, cuentistas americanosEstamos en una localidad de su Georgia natal, Society City, cuya única vida la constiuye la fabrica de hilaturas de algodón donde trabaja la mayoría de la población que habita unas casas humildes de dos habitaciones. Entre estos seres de vida anodina destaca miss Amelia Evans, mujer rica, adinerada, de fuerte carácter, que vive en un edificio que recibió en herencia de su padre en cuyos bajos existe un almacen de piensos, guano, comestibles y tabaco; además, esta mujer despacha botellas del whisky que fabrica en una destilería a las afueras del pueblo aunque no permite que lo beban en su almacen. Su riqueza le ha hecho ser deseada por más de un hombre aunque quien se llevó el gato al agua fue el guapetón Marvin Macy con quien Amelia conoció el amor casándose con él a los 19 años pero a quien no aguantó más de diez días. Antes de despedirlo de su lado con cajas destempladas ella hizo que su fugaz marido le firmase la cesión de todos sus bienes.

Así están las cosas cuando un buen día llega al pueblo un hombre jorobado, Lymon Willis, que asegura, como tantos otros ya habían hecho antes, que es primo lejano de miss Amelia. Contra todo pronóstico y ante la sorpresa de todos los habitantes del pueblo que, aparte de su trabajo, sólo se ocupan en observarse unos a otros, ella lo acoge en su casa, le cede uno de los dos dormitorios y al poco de su estancia allí Amelia abrirá en el almacén un café que dará alegría y vida a la mortecina localidad. El alma de ese café no es otro que este jorobado. Con los años regresa al pueblo quien fue -y aún lo es- su marido, y con el tiempo en el triángulo constituído por Amelia, Lymon y el propio Marvin estallarán las tensiones y mudas tiranteces que existían desde el minuto uno.
"En primer lugar, el amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas. Con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante. No hay amante que no se dé cuenta de esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su amor es un amor solitario."
Todo lo que sucede entre estas tres personas es observado silenciosamente por los habitantes de Society City, unos seres que prácticamente no salen del pueblo que les vio nacer en toda su vida. El ambiente social, el calor impenitente, alguna nevada sorpresiva, la sofocante y enrarecida vivencia en el çambito doméstico de la relación entre padres e hijos, la segregación racial, la tirantez emocional entre los personajes, la seguridad de que algo inevitablemente tiene que suceder, incluso la brutalidad en las relaciones interpersonales... envuelven la historia que se nos narra. Una historia que evoluciona por caminos diríanse ya marcados contra los que es imposible revolverse. Faulkner y un realismo mágico avant la lettre se adivinan en la irrespirable atmósfera social de ese lugar que asfixia a todos y de la que sólo se puede salir violentamente. Todos lo saben y nadie podrá evitarlo.

Eudora Welty, McCullers, feminismo, novelas del SurLa historia la cuenta un narrador externo que la presenta con ribetes de leyenda.  El inicio de la novela es justamente el desenlace de la misma. Lo que hay entre medias es un inmenso flash back que viene a explicarnos el porqué de ese edificio más grande que los demás que hay "en el centro mismo del pueblo, cerrado con tablones clavados y que se inclina a la derecha que parece que va a derrumbarse de un momento a otro." La ruina de ese edificio y la de su posible legendario habitante es lo que este narrador nos cuenta al modo de un juglar que nos pide permiso, tranquilidad, nos avisa de una demora, nos adelanta una información, etc., a la manera como, tradicionalmente y en la plaza del pueblo, solían hacer los contadores de historias o cuentacuentos.
Muchas cosas destacan en este hermoso relato. La principal, en mi opinión, es la fuerza integradora y desintegradora del amor, incluso la cuestión de saber qué es ello. Muy interesante en mi opinión es la galería de personajes arquetípicos que habitan en Society City: el vago y hermoso Marvin Macy, el adivino Marlie Ryan, el judío 'matacristos' Morris Finestein, el reverendo T. M. Willin, y otros tantos más que "exceptuando al reverendo Willin, como ya hemos dicho, todos se parecen mucho; todos han pasado algún buen rato en su vida; todos han sufrido o han llorado por algo; casi todos son personas tratables si no están exasperados". En definitiva, son la gente, el pueblo que surge de un medio concreto: el Sur inhóspito donde habitan. Y este rasgo de enraizamiento telúrico tan faulkneriano se refuerza con esa única carretera, la que conduce a Forks Falls, que podría ser la vía para escapar de este encarcelamiento opresivo y que significativamente es donde trabaja una cuerda de presos formada por doce mortales, siete negros y cinco blancos que cantan "en una intrincada mezcla de tristeza y gozo. La música va creciendo hasta que al fin parece que el sonido no proviene de los doce hombres encadenados, sino de la tierra misma o del ancho firmamento".

En conclusión, una lectura gozosa, una muestra literaria de altísimo nivel. Muy, pero que muy, recomendable. Los lectores afectos a Carson McCullers consideran esta narración la mejor de las suyas junto a otra -dicen magnífica- que yo aún no he leído titulada "El corazón es un cazador solitario" de 1940.


33 comentarios:

  1. Hola Juan Carlos! Yo descubrí a la autora en plena fiebre rebeldefolisóficavital en COU, ya sabes, aquella época en la que los clásicos nos parecen muy machacados y los autores noveles demasiado influenciados por la movida. Entonces descubrimos a Carson y descubrimos que hay vida más allá de Arthur Miller.
    Un gran libro, grande de veras.

    Un beso.

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    1. ¿Ahí te nació entonces tu afición lectora y escritora, Yolanda? Desde luego como escritora no pudiste tener mejor maestra, ¿verdad?

      Besos

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    2. Hola Juan Carlos!! pues mira, mi primer concurso literario lo gané con diez años tras leer La Huella del Dios, de Van der Meer, y aunque no entendí en su momento lo que el libro de verdad nos contaba, si me sirvió para escribir con más ganas, con otros intereses, buscar novedades...y por supuesto, en el insti, Carson fue una de nuestras musas e iconos, y todo gracias a un profesor que nos metió en vena la literatura catártica. La adoro.

      Un besito.

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    3. Leí muchísimo de Van der Meer (Maxence, me acabo de acordar)cuando era adolescente, entre 12 y 16 años, calculo. Hacía siglos que no lo oía mencionar.

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    4. Ahora que nombráis a Maxence van der Meersch, me habéis hecho recordar el fortísimo impacto que a la tierna edad de 14 años o así me produjo su "Cuerpos y almas". No me extraña, Yolanda, que tomases afición a la escritura tras leer a este escritor que tanto éxito tuvo en esos años de nuestra (algo lejana ya, ¡bufff!) adolescencia. Y si además tuviste un profesor que te inoculó el virus fuiste afortunada.
      Un beso, amigas

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  2. ¡Qué casualidad, Juan Carlos! Ésta la tengo en la pista de despegue de mi larga lista (esa que todos tenemos). Leí una reseña en el blog de Gerardo Vázquez y me hice con ella.
    Tu reseña me ha parecido buenísima porque has contado lo justo en cuanto al argumento, dejando claro que la fuerza motora (tan integradora como desintegradora) es el amor, llamándome la atención, en especial, lo de que el desenlace aparece al principio, así como lo de ese personal 'pacto suicida' de la autora con su marido.

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  3. Cuando la lea volveré y te daré mi opinión, o haré reseña, ya veremos.
    He vuelto porque no sé que pasó que no se publicó el comentario completo.

    ¡Un beso!

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    1. Te va a gustar mucho, Chelo. Los tres personajes principales son muy interesantes; ya verás. Me gustará mucho leer la reseña que hagas sobre esta obra.
      Besos

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  4. La leí el año pasado y me encantó, una narración con mucha fuerza y unos personajes peculiares. Este año quiero seguir con el resto de obras, como homenaje al centenario de su nacimiento. Por el momento ya he disfrutado con Reflejos en un ojo dorado.
    Besos

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    1. Tomo nota del título que das. Pienso que mejor homenaje que leerla no existe. Y, como tú, este año yo pienso homenajearla.
      Un beso

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  5. Hace poco leí "Reflejos en un ojo dorado" y fue un descubrimiento esta autora para mí. Este también lo tengo en el punto de mira.
    Un beso

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    1. Acabo de apuntar el título que das. Cuando leas "La balada..." disfrutarás mucho, ya verás
      Un beso

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  6. Hace unas semanas otro bloguero, Gerardo Vázquez, también escribió sobre esta autora. En aquella ocasión, al igual que ahora leyéndote, me impactó mucho la vida de esta mujer. Creo que a veces los padecimientos de un escritor le marcan o le predestinan para que su obra sea más impactante.
    Me atrae todo lo que cuentas, pero creo que ahora no estoy yo para lecturas de tanta enjundia. De momento lo dejaré pasar.
    Gracias por una reseña tan buena (como es habitual en ti).
    Un besote.

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    1. La vida de uno se refleja en todo lo que ese 'uno' escribe, es cierto. Tú, Kirke, lo sabes muy bien y quienes seguimos tu blog también cuando leemos la serie "Doctoranda al borde de un ataque de nervios" que si no recuerdo mal ya va por la entrega número 9.
      Como veo que el esfuerzo que estás haciendo está ya a punto de dar su fruto, cuando leas tu tesis y seas una estupenda doctora volverás por estos andurriales que tanto te gustan y nos dirás qué te parecen estas atractivas lecturas que ahora -¡pobriña!- estás teniendo que dejar pasar.
      ¡Forza Paloma que ya estás en la final (o casi)!
      Un beso

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  7. Nos dejas claro que la historia es la de una aburrida población en la que nunca ocurre nada. Tan aburrida que unos vigilan a los otros para ver si algún suceso extraordinario acaece y les alegra la jornada de comidilla vecinal. Ese café y lo que gravita entorno a él junto con el triángulo que se ve forzado a cohabitar puede dar mucho juego a los habitantes que como en un cine al aire libre pueden pasar entretenidas jornadas.
    Tu reseña estupenda, la autora desconocida y la tentación latente.
    Un abrazo.

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    1. Lo has sintetizado a la perfección, Javier. Cómo se nota que la escritura se te da bien. La verdad es que con esos pocos mimbres Carson McCullers compone una historia magnífica, bellísima, a la par de dura. Creo que a ti te encantará.
      Un abrazo

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  8. Gracias por tu reseña.
    La anoto en la lista de mis libros pendientes por leer.
    Un beso

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  9. Hola Juan Carlos, la reseña de este libro es magnífica, te felicito por la forma en como nos muestras el contenido y sus personajes, es fácil verlos actuar en medio de las páginas del libro.
    Intentaré buscarlo en la biblioteca y leerlo.
    Un abrazo y gracias por seguir mis pasos.
    Puri

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    1. Hola, Puri. Tú que eres escritora disfrutarás muchísimo con esta escritora. Si no, ya me dirás.
      Gracias por tu seguimiento. Un beso

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  10. Estoy leyendo tu reseña y me estoy acordando de Faulkner, Maya Angelou, Tenesse Williams, etc. No sé qué tienen los escritores del Sur que los hace inconfundibles; una mezcla de realismo, fantasía, leyenda. Me fascinan.
    Un beso.

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    1. Lo has explicado perfectamente, Rosa. Lo que los escritores del Sur tienen es esa mezcla de realismo, fantasía, leyenda...; a lo que yo añadiría: rudeza, enraizamiento con la tierra, sentido mágico de la realidad... Por todo esto y más, a ti, a mí y a tantos nos encanta leer este tipo de relatos. Para mí -es un exceso decir esto- la mejor literatura. Sí, sí, lo reconozco es un exceso...; es que uno se emociona y pasa lo que pasa.
      Un beso, amiga

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  11. Coincidimos, Juan Carlos. Es una lectura de las que dejan huella, una fábula, sí. Aquí creo que Carson estaba muy influida por Isak Dinesen, la releía constantemente (ahora estoy con una biografía de Carson, después de leer sus cuentos y novelas cortas). Lo que me llama la atención es toda esa ternura y belleza que es capaz de extraer de lo bizarro y como logra convertir lo particular (una historia sureña) en universal (el difícil encaje de amar y ser amado). Grandísimo talento McCullers, espero que su centenario ayude a que sea más conocida.
    Saludos.

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    1. Bueno es que la danesa Dinesen es otra escritora increíble. Leí hace ya tiempo un volumen con cuentos suyos y escribe de fábula.No sabía que hubiese influido a Carson, pero no me extraña nada. Estoy contigo en que la magia de la literatura de la norteamericana es la mezcla de ternura y belleza (yo añadiría también sentido mágico de la existencia) que extrae de lo 'bizarro' (¡qué adjetivo más hermoso has utilizado para referirte al mundo que habitan sus personajes!).
      Yo espero leer más narraciones suyas porque "La balada..." me ha impactado mucho
      Un abrazo

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  12. Como Chelo y Kirke yo también leí la reseña de esta autora que hizo Gerardo. me impactó la durísima vida que llevó y cómo consiguió no impregnar de tristeza sus letras sino de ternura, ya la apunté entonces y ahora al leer tu estupenda reseña aún me han entrado más ganas de descubrirla.
    Un beso

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    1. La verdad es que las vivencias de los escritores marcan mucho sus creaciones. Eso no quiere decir que haya que haber vivido aquello de lo que escribes, pero sin duda alguna el conocimiento de causa impregna de credibilidad las creaciones.
      Besos

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  13. Voy a leer pronto 'Reflejos en un ojo dorado' aprovechando las reediciones por el 50º aniversario. Será mis estreno con la autora y me apetece.
    Un beso ;)

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    1. Yo voy a buscar el título que citas y otros en la biblioteca porque, ya verás Natàlia, como Carson te va a encantar.
      Feliz día. Un beso

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  14. Bueno, pues yo también leí la reseña de Gerardo y tengo ya preparado para leer (mañana o pasado como muy tarde lo empezaré) 'El aliento del cielo', que contiene, entre otros, este relato que hoy nos reseñas tú. Por lo que cuentas sobre la ambientación y los personajes creo que me va a gustar y mucho. Qué ganas de ponerme ya con ella.
    Besos

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    1. Es que la reseña de Gerardo ganó muchos lectores para Carson McCullers. A raíz de ella yo también me interesé por esta escritora. Ya tengo en lista de espera "El corazón es un cazador solitario" que todos recomiendan vivamente. El título "El aliento del cielo", que supongo que será uno de los cuentos que contiene el volumen, no lo conocía y lo incorporo a la lista de obras de Carson.
      Ya dirás lo que te haya parecido "La balada del café triste" cuando la leas.
      Un beso

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  15. Hola, Juan Carlos!
    Pues Mccullers es de mis eternas autoras pendientes, pues tanto "La balada del café triste" como "El corazón es un cazador solitario" son libros con los que quiero hacerme ya desde hace tiempo.
    Tu reseña me ha parecido muy buena, pero ahora ya no sé por cuál empezar jeje.
    Saludos!

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