Mucho había oído hablar de este escritor norteamericano del que nada había leído. A autores españoles bien valorados por mí (Vilá Matas, Muñoz Molina y otros) les había escuchado encendidos elogios referidos a él. Amigas y compañeras de tertulia literaria como Ana y Marga hablan muy bien de él; igualmente blogs amigos, cuyas recomendaciones nunca me defraudan, dicen maravillas de este autor. Todo esto me ha llevado hasta "Catedral" y tras leerlo estoy en plena conmoción.
(tomado de http://bit.ly/1UDSyWg) |
El escritor
En principio yo pensaba que se trataba de un novelista vivo. Luego al tener el libro en mis manos y leer la información contenida en la contraportada vi que Raymond Carver vivió sólo 50 años: nació en Oregon en 1938 y murió en 1988 en Washington víctima de un cáncer de pulmón.
Carver fue hijo de un alcohólico trabajador de un aserradero y de una camarera que también trabajaba como vendedora. Las aficiones y profesiones de sus padres aparecen no pocas veces en sus relatos. Concretamente el alcoholismo es tema central en un buen número de ellos. Él mismo fue víctima de esta adicción aunque logró ser abstemio durante los diez últimos años de su vida.
Está considerado uno de los mejores autores de relato corto de los Estados Unidos del siglo XX junto a John Cheever, Salinger, Charles Bukowski, Kurt Vonnegut, Scott Fitzgerald y otros magníficos hacedores de historias cortas. Concretamente se le considera fundador de la corriente del realismo sucio que
"se caracteriza por su tendencia a la sobriedad, la precisión y una parquedad extrema en el uso de las palabras en todo lo que se refiera a descripción. Los objetos, los personajes, las situaciones deben hallarse caracterizados de la manera más concisa y superficial posible. El uso del adverbio y la adjetivación quedan reducidos al mínimo, dado que estos autores prefieren que sea el contexto el que sugiera el sentido profundo de la obra." (wikipedia)En España la obra de Carver no llegó hasta 1992 precisamente con la publicación del libro de relatos que comento en este post. Luego ya sus relatos irían apareciendo con cierta periodicidad: “¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?”, su primer libro de relatos, fue publicado en España en 1997, el mismo año que apareció la colección “Tres rosas amarillas”. En 2001 apareció en nuestras librerías “Si me necesitas, llámame”, cinco relatos inéditos publicados por su viuda Tess Gallagher cinco años después de la muerte del escritor. El último libro que ha llegado hasta nosotros es “De qué hablamos cuando hablamos de amor” publicado en España en 2014.
Los relatos cortos de "Catedral"
"Catedral" está formado por doce relatos todos ellos de situaciones cotidianas muy usuales: unas parejas que se visitan un fin de semana ("Plumas"), un ex que invita a su antigua pareja a pasar una temporada en su casa ("La casa de Chef"), una madre que encarga una tarta de cumpleaños para su hijo ("Parece una tontería"), un padre que viaja a Europa para visitar al hijo que estudia en Estrasburgo ("El compartimiento"), el alcohol y el sexo formando parte de la vida cotidiana ("Vitaminas"), rehuir un problema mayor -el alcoholismo- refugiándose en uno menor -un tapón de cerumen- ("Cuidado"), el propósito de abandonar el alcohol y su tremenda dificultad ("Desde donde llamo"), la vorágine de la vida en la que se cruzan las personas cada uno a su afán ("El tren"), el abandono de la pareja y el amor que aún subsiste ("Fiebre"), el fracaso inexorable ("La brida"), la ceguera que puede ayudar a percibir la realidad de una manera distinta, nueva, magnífica ("Catedral").
Todos los relatos transmiten bajo su aparente sencillez una inquietud difícil de explicar pues apenas es perceptible. En todos ellos vemos que la relación entre los humanos es compleja, difícil, sospechosa. Siempre estamos con la guardia puesta ante las acciones o palabras de los otros: la mujer que habla al marido de ese chico que ha invitado a casa con el que vivió una época feliz en el pasado, la copa a la que un hombre invita a esa amiga de su mujer que le atrae, la lucha interior ante la toma de una decisión que sabemos que no cumpliremos, el amor inextinguible pese a la imposible vida en común, el misterio que esconden los niños aunque sean hijos tuyos, la difícil relación padres-hijos, el deseo de remontar y la casi seguridad de no lograrlo, y como ocurre tan frecuentemente en los escritores norteamericanos de la generación de Carver: el alcohol, ese monstruo aniquilador de las personas, de sus ilusiones, de sus relaciones..., de todo.
- Referencias catafóricas: O sea, en cristiano, el autor presenta antes el elemento pronominal o la palabra de amplio sentido para páginas después hacer aparecer el referente.
- Economía lingüística. Por ejemplo con frecuencia para la ubicación temporal aprovecha la descripción del personaje.
- Narración que avanza y retrocede de manera que se vuelve al inicio de la historia varias veces según prosigue el desarrollo de la narración
- Momentos metanarrativos como cuando en el relato "Fiebre" el narrador en un momento dado explica la estructura de la anécdota que está contando; estructura que no es otra que la empleada por el autor de manera habitual:
"Empezó la historia un poco por el medio, después del nacimiento de los niños. Pero luego retrocedió y empezó por el principio, cuando Eileen tenía dieciocho años y él diecinueve, un chico y una chica enamorados, consumidos de amor." (pág. 164)
- Referencias a otros textos literarios como forma de entender el que se está leyendo (metatextualidad). Tal es el caso en uno o dos cuentos. Así en "Desde donde llamo" hay una clara referencia metatextual a Jack London y concretamente a su cuento "Encender una hoguera"; a través del relato de London entendemos el sentido de éste de Carver: Hay que hacer pronto lo que se precisa (encender el fuego en London, curarse el alcoholismo en Carver), si no se hará tarde (morirá congelado en London, perderá la vida en sociedad en Carver).
- Valor terapéutico de la escritura. En el relato "Fiebre" que transcurre en un medio de profesores de instituto, uno de ellos dice al que está febril: "Recuerda que la enfermedad es un mensaje sobre tu salud y tu bienestar. Te dice cosas", y le recomienda escribir un diario, le dice, como ya hiciera Colette.
- Originalidad a la hora de presentar el diálogo. Concretamente estoy pensando en cuando en el cuento "Catedral" la serie conversacional de pregunta - respuesta la hace así:
"De cuando en cuando volvía su rostro ciego hacia mí, se ponía la mano bajo la barba y me preguntaba algo. ¿Desde cuándo tenía mi empleo actual? (Tres años.) ¿Me gustaba mi trabajo? (No.) ¿Tenía intención de conservarlo? (¿Qué remedio me quedaba?) Finalmente, cuando pensé que empezaba a quedarse sin cuerda, me levanté y encendí la televisión." (pág. 195)
- Estilo minimalista propio del realismo sucio hecho a base de descripciones sobrias y escuetas con escaso empleo de adjetivos y adverbios:
"Roxy me da la mano. Es una mujer alta y guapa, con un gorro de lana. Lleva abrigo, jersey grueso y pantalones. Recuerdo lo que me ha contado J.P. acerca del amigo y de los alicates." (pág. 126)
- Humor, sexo... También es interesante el tratamiento claro y desinhibido que da al sexo presentado dentro de situaciones muy cotidianas y habituales, con frecuencia humorísticas:
"Logró quitarle a Roxy la alianza del dedo y luego la rompió en varios trozos con unos alicates. Una buena diversión. Aprovecharon la ocasión para celebrar un par de asaltos." (pág. 119)Final.
Ni que decir tiene que ya estoy buscando por librerías y bibliotecas los otros volúmenes de cuentos de Raymond Carver. Es sin lugar a dudas una de las mejores lecturas que durante este 2015 que se va he realizado.
Para aquellos que no estén seguros de si Raymond Carver les gustará y no estén por adquirir todo un volumen de sus cuentos, en internet pueden encontrar diez de sus relatos cortos (tres o cuatro de "Catedral") en el blog "Lecturas indispensables". También se pueden leer cinco cuentos suyos en la web "Guía literaria" dentro de una selección de "51 grandes cuentos de la literatura norteamericana". Pasad por ellos, leed alguno y ya me diréis.
¿Qué os parece? ¿Con quién lo compararíais?
Leí hace muchos años el de ¿Quieres hace el favor de callarte, por favor? No recuerdo gran cosa, por entonces no me atraía tanto el género corto como ahora. Por lo que cuentas me recuerda al de 9 cuentos de Salinger (éste si lo tengo reciente), en cuanto al estilo y al fondo, esa sensación perturbadora que queda después de leerlos. Volveré con Carver aprovechando tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo.
Carver es excepcional. No he leído aún todos sus relatos, pero los que he leído hasta ahora me han dejado como a ti, Juan Carlos: conmocionada. Gerardo, no he leído los Nueve cuentos de Salinger, te agradezco que lo hayas mencionado, porque ahora mismo voy a buscarlos. Además de seguir dejándome arrasar por Carver. Gracias a los dos. Un saludo.
ResponderEliminarNo he leído nada del autor y tenía ganas. Ni qué decir tiene que tu reseña ha terminado de animarme. Me encanta la literatura norteamericana. Igual me animo también con los relatos de Salinger
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Gerardo, porla recomendacion que haces de Salinger. Si estan atractivo de leer como Carver me lanzarè a por él porque la experiencia de leer a Raymond Carver ha sido única.
ResponderEliminarCuando hablo de blogs amigos que hablan muy bien de Carver estaba pensando precisamente en vosotros dos, Gerardo y Carnen, y en algunos otros. Sobre todo tenía a Carmen Pinedo en la memoria por haber sido ella la qye me recomendó iniciarme con esta colección de "Catedral".
A Rosa simplemente decirle que me juego lo que quieras, Rosa, a que la lectura de Carver te deceocionará mucho menos que "El puente de los espías " de Spielberg (je, je...)
Gracias a los tres por comentar
En mi tremenda ignorancia desconocía por completo la existencia de este autor. Me gusta lo que nos has contado y por las citas que dejas creo que podrían gustarme sus relatos. Me apunto el nombre así no se me olvida. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por lo que conozco de tus gustos literarios casi podría jugarme algo a que te gustan estos cuentos de Carver.
EliminarUn abrazo
Pues a mi Carver no me parece muy del realismo sucio. Gran escritor, por cierto.
ResponderEliminarCurioso también lo del debate sobre su estilo, seco y conciso, que bastantes atribuyen a su editor, que parece ser que recortó el texto original. Creo que se publicaron también recientemente los originales y son bastante distintos, aunque también de gran calidad.
ResponderEliminarNo Sabía el detalle que comentas sobre que el editor recortó el texto original. Muy interesante este dato.
EliminarUn saludo
Si, de hecho creo que el estilo de Chejov, antecedente en cierto modo de Carver, viene en gran medida porque en el periodico en el que empezó a publicar le pusieron un limite de líneas , de palabras que podía escribir y así el se acostumbró a escribir así.
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