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4 feb 2014

SAUL BELLOW: "La verdadera"

Saul Bellow,  uno de los genuinos representantes del denominado
Renacimiento Judío y Premio Nobel de Literatura del año 1976 (el mismo año que consiguió ser Premio Pulitzer con su obra más afamada, “El legado de Humboldt”)  publicó esta novela  corta en 1997;  novela que apareció publicada en España el año siguiente en traducción de José Luis López Muñoz.
La novelita la he leído hace poco y me ha encantado por su sencillez y al tiempo profundidad. Me ha recordado vivamente a "El gran Gatsby" de Scott Fitzgerald por varias cosas:

  •  ambas presentan la historia de la pertinaz persistencia del primer amor por más que pasen los años.
  •  ambas están escritas con narrador intradiegético si bien en la de Fitzgerald se trata de narrador testigo y en la de Bellow del protagonista.
  •  ambas indagan en ese mundo de supermillonarios (los Adletsky en "La verdadera", Gatsby y el mundo de Daisy Buchanam en la obra de Scott Fiztgerald),  pero penetrando en él por  el lado de los sentimientos que a veces aparentan no tener o al menos ignorar.

Sinopsis:
"La verdadera" sucede en un solo día del mes de marzo cuando tras una copiosa nevada Amy, viuda de Jay Wustrin, debe ir al cementerio para exhumar el cuerpo de su fallecido esposo e inhumarlo en su tumba definitiva. Esta obligación será aprovechada por el anciano Adletsky para propiciar el encuentro entre Amy y el antiguo amante de ésta, Harry Trellman, quien durante los últimos 35 años (tiene ahora unos 50) no ha dejado de pensar en ella ni un solo día. Y en efecto ese encuentro se produce y Harry finalmente pedirá a Amy en matrimonio.
Además de esta anécdota central, por el relato transitan otros seres que permiten a Bellow ofrecer una panorámica más amplia de la sociedad norteamericana. Tal sucede con la esposa de Bodo Heisinger, Medge, quien pasó 3 años entre rejas por haber contratado a Tom para que liquidara a su marido. Este matrimonio (Bodo perdonó a Medge y ni siquiera se separó de ella) es quien vende a los Adletsky un apartamento  con muebles incluidos. La tal Medge ha pactado  con su marido quedarse con el dinero obtenido por la venta de los muebles, razón por la que Adletsky se hace acompañar por la mañana de ese día del mes de marzo por la experta en arte Amy Wustrin, a quien Medge quiere meter en el negocio de 'listas de divorcio' que pretende montar.
El viejo  Sigmund Adletsky es un experto en emociones y ha captado la necesidad que ambos, Amy y Harry, se tienen el uno del otro. Ella para que alguien de plena confianza -Harry- le advierta del peligro que tiene ese negocio en el que Medge la pretende meter; y él para que por fin estabilice el desequilibrio emocional que le ha acompañado durante toda su vida.

Elementos que me parecen de interés:
  • En el relato hay muchas alusiones a los judíos estadounidenses: Harry lo es y lo oculta durante su niñez, igual que se confiesa huérfano para no tener que hablar de su madre siempre ingresada por enfermedades imaginarias. Al igual que en Philip Roth la crítica al enriquecimiento de los judíos aparece. 
  • Crítica a la secundaria: "la educación secundaria se había ido al garete porque los chicos ya no memorizaban poesía" (pág 21) 
  • Crítica a la "democracia de masas" (pág 59): 
"Eran todos personas corrientes [...]. Estaban faltos de motivaciones elevadas. Eran productos corrientes y molientes de nuestra democracia de masas, sin ninguna aportación destacada que hacer a la historia de la especie, satisfechos con amontonar dinero, o seducir mujeres, copular, pasarlo bien en la cama como los degenerados hijos de Eros, varones pero no varoniles, y viviendo, los hombres y las mujeres por igual, de ideas trilladas, sin belleza, sin virtud, sin la menor independencia espiritual"

  •  Crítica al modelo masculino que sólo triunfa en la relación interpersonal y no en los negocios: "Los hombres muy viriles eran con frecuencia estúpidos" (pág. 56).
Saul Bellow por Loredano (Diario "El País")
  • Abundante presencia de:
            •  alusiones cinematográficas (Boris Karloff, Bela Lugosi, etc.)
          • alusiones literarias ("La interpretación de los sueños" de Sigmund Freud, "El conde de Montecristo", "La decadencia y caída del Imperio Romano",  "Hamlet", las obras de Platón traducidas por Jowett, etc., etc.)
  • En ocasiones se percibe un nihilismo de tono trilladamente pesimista aunque con alguna ingeniosa imagen: 
"Jubilarse es una ilusión. No una recompensa sino una trampa. La cara insolvente del éxito. Un atajo para la muerte. Los campos de golf se parecen demasiado a los cementerios" (pág. 81)

  • Un cierto humor: por ejemplo la idea de abrir una línea de negocio con las "listas de divorcio" a fin de que estos no se vean como algo pesaroso sino motivo de alegría.


Lo fundamental
Para mí lo que cautiva de esta obrita, más que la historia en sí, es el estilo. Cómo Saul Bellow va introduciendo los personajes y sus relaciones de manera que el plano temporal (un único día) no se vea como algo que coarte el avance del relato. Y es esa peculiar manera del discurrir narrativo la que señala esa impronta tan característica de la narrativa norteamericana, que hace que cuando leemos a ciertos autores (Auster, Roth, Bellow, Franzen, Amis, incluso Fitzgerald, Steinbeck o hasta -y aquí encontraríamos el origen- Faulkner) reconozcamos de inmediato hallarnos en el predio estadounidense.

2 comentarios:

  1. El legado de Humboldt.
    Numeros y magia en el espiritismo.
    ¿El hombre es numero y medida de todas las cosas?. No es un caos, es una tabula limpia con impronta, y nosotros limpiamos con la barra de la tiza a los trastornos de la infancia, viendolo todo, con el color de las estrellas, azules. Titiliando en la noche, la fantasía de los sueños infantiles, y las nubes azules.

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  2. Steinbeick. Es la profusion de el alma, lo que nos hace ambiguos, y precisos. Seres medidores de el tiempo. Conclusion.

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