Mi segundo "A Pares" comprende en esta ocasión dos títulos también diversos pero menos distantes entre sí que los de Stefan Zweig y John Grisham que iban a formar la segunda entrega de esta sección. En efecto entre "El oasis" de Mary McCarthy y "Más cerca aún" de Natalie Daniels encuentro menos diferencias que entre los otros dos autores. Con todo y con ello pienso que Mary McCarthy alberga en su novela distópica una mayor calidad que la que pueda existir en el best seller escrito por una ex-actriz televisiva.
"El Oasis" de Mary McCarthy
Mary McCarthy se burla con conocimiento de causa de los movimientos de izquierda norteamericanos (para el lector español actual la burla es también aplicable a los europeos, claro) que no pueden desprenderse del ADN burgués que llevan con ellos desde su nacimiento. Es una fantasía en la que la autora presenta la situación de un grupo de 50 personas -matrimonios solos o con hijos y seres individuales- que ante la inminencia de la IIIª Guerra Mundial, atómica esta vez, deciden salir de la ciudad y buscar su felicidad en un proyecto colectivo denominado Utopía. Pronto las disensiones por diferencias de opinión y/o actuación dejarán bien a las claras la dificultad de trasladar el pensamiento teórico al campo de la práctica, de lo concreto.
Según advierte Vivian Gornick en el estupendo y clarificador prólogo que antecede al relato hay mucho de autobiográfico en esta ficción. Hoy día -al menos en mi caso- somos incapaces de ver quiénes se esconden tras los nombres de esos personajes (Will Taub, el líder del partido 'realista'; los MacDermott, cabeza de los 'puristas'; Susan Hapgood, la joven novelista que pasea junto a su asesor literario Will Taub; Tim Haines, editor de una importante revista literaria de izquierdas; Joe Lockman, capitalista que pide acceder a la Colonia y provoca el primero de los problemas en ésta; Monteverdi, el fundador de la Colonia; Leo, el 'ideador' de cómo sobrevivir en la idea cuando el motivo de la misma (la IIIª Guerra Mundial que no ha estallado) no se ha producido; el pastor evangelista; y tantos otros más). Vivian Gornick nos da las claves para una mejor intelección de la misma.
No es una novela cómoda de leer dadas las verdades al desnudo que su autora en forma de ficción presenta. Ahora bien, esta claridad de ideas, esta sinceridad absoluta sólo es entendible en personas como ella cuya independencia intelectual está a la altura de la de una Hanna Arendt, de quien fue íntima amiga.
Existe una publicación anterior, también de Impedimenta, de la autobiografía de la escritora. Tras leer "El Oasis" estoy seguro de que mi interés se habría visto más satisfecho con la lectura de ese libro que con la de esta ficción que por momentos me ha aburrido un poco por el exceso de palabrería que contiene. Una palabrería, dicho sea de paso, muy característica de una clase de políticos actuales que al decir de Javier Marías son auténticas ametralladoras parlantes que con su voraz facundia pretenden ahogar por imposible comparecencia los argumentos de los contrarios en la idea de que lo que no se dice es que no existe.
"El oasis" apareció publicada por vez primera en USA el año 1949. Era una época difícil en los Estados Unidos donde se veían comunistas por todos lados y estaba a punto de producirse la caza de brujas promovida por el senador McCarthy entre los años 1950 y 1956. Ella en esos años, los cincuenta, será muy dura con el reaccionario mccarthyismo y sus secuelas, pero también lo fue con el izquierdismo más ciego como ya se comprueba en esta novela. La escritora fue activista política durante toda su vida (1912-1989) haciendo crítica a la cultura y al poder en sus campañas contra la guerra de Vietnam y contra los escándalos del presidente Nixon de los setenta.
La edición que he leído es la publicada por Impedimenta en mayo de 2019 con introducción como he dicho al inicio de Vivien Gornick y traducción de Raquel Vicedo Artero. De la autora y de la traductora la nota editorial dice lo siguiente:
Mary McCarthy nació en Seattle en 1912. Huérfana desde muy joven, fue educada por su tío, un católico severo y conservador. Se graduó en el Vassar Collegue en 1933, como reflejó en su novela más conocida: El grupo (1968). Como columnista trabajó en periódicos y revistas como la Partisan Review, The Nation o la Harper’s Magazine. Escandalizó a la crítica con su primera novela, The Company She Keeps (1942), en la que representaba el ambiente intelectual de su época.
Raquel Vicedo estudió Traducción e Interpretación. Ha trabajado como gestora cultural en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y como responsable de edición y prensa en la delegación española de Editorial Sexto Piso. Actualmente es librera. Ha traducido obras de, entre otros, Kingsley Amis, Mark Twain, Slavoj Žižek, Patrick White y Rohan O’Grady.
“Más cerca aún” de Natalie Daniels
Esta novela llegó a mis manos por ofrecimiento de la editorial Penguin Random House en su programa 'Edición anticipada'. Tras leer la sinopsis de la misma entendí que podría gustarme y me puse a leerla. Como al aceptar la lectura me comprometía a dejar mi impresión de la misma reflejada en una reseña individual en un blog que administrase, he publicado ésta en "Reflexiones", mi otro blog, que aunque suelo dedicarlo más a otro tipo de reseñas estimé que en esta ocasión este best seller encajaba a la perfección en el propósito que anima a "Reflexiones". Así que os animo a que leáis mi opinión sobre esta novela allí. Para entrar en la reseña basta con que hagáis 'clic' sobre el título de la novela que aparece a continuación:
Sólo diré aquí para quienes no penséis en pasaros por "Reflexiones" que a mi esta novela me ha parecido flojita. Es verdad que admite ser leída, pero es muy desigual, tiene muchos altibajos. Se percibe desde muy lejos que el propósito perseguido por sus editores e imagino que también por la propia autora -una conocida ex-actriz londinense participante en películas y series exitosas de televisión en su país- es más mercantilista que literaria. Que la actriz Clara Rachel Burdett Salaman, nacida en 1967 y ahora algo apartada de los focos televisivos saque una novela, con un seudónimo que aúna los nombres de sus dos hermanos, seguramente también populares en Gran Bretaña, tiene en mi opinión una clara pretensión: hacer caja. Y para hacer caja ella misma y quienes de su entorno han colaborado con ella han entendido que había que construir una historia sencilla, atractiva por los asuntos que tocara y que estuviese al alcance de cualquiera que quisiera pasar con ella unas horas de entretenimiento sin mayores pretensiones. Vamos, que un best seller con las características que suelen acompañarlos sería lo más factible.
Lo he dicho muchas veces en este blog y en otros lugares: "Best seller" no es sinónimo de mala calidad, ¡para nada! Hay best sellers malísimos, igual que los hay buenos e incluso, me atrevería a decir, muy buenos. Sin ponerme estupendo el mismo "El Quijote" fue un éxito de ventas en su tiempo, o sea, un best seller; pero también en el mismo tiempo "Las sergas de Esplandián" que contaba en 184 capítulos las aventuras del hijo de Amadís de Gaula vendía más que la obra cumbre de Cervantes. Vamos, que hay best sellers y best sellers. Este que he leído y cuya reseña se puede leer en “Reflexiones”, mi otro blog, en mi opinión encaja mejor en el segundo grupo.
El oasis llegó a mí de casualidad porque eran libros de un sorteo y este le tocó a otra persona que no era yo, pero quién los envió se confundió en el envío 🙃 tras hablar con la otra persona y no importarle quedarse con el que recibió y a mí tampoco, me metí de lleno con él y lo leí; una de mis mejores lecturas en mucho tiempo sin duda 🤗
ResponderEliminarEn cuanto a lo de best seller yo soy la primera que tengo prejuicios hacia esta etiqueta en un libro, pero es verdad, no siempre son malos.
Magnífica reseña, como siempre, da gusto leerte,es cómo leer otra novela dentro de una reseña 😅😅😅
Besitos 💋💋💋
Hola, Yolanda:
EliminarYo leí "El Oasis" a raíz de la pequeña reseña que de él apareció en Babelia. Ahora no recuerdo bien quién la hacía, aunque creo que era Guelbenzu de cuyo criterio siempre me fio. La he leído y me ha gustado a pesar de que en algún momento al carecer de las referencias concretas de las que habla en el prólogo Vivien Gornick me haya resultado algo tediosa. pero pienso que una obra de cualquier tipo hay que enjuiciarla en su conjunto y en este sentido Mary McCarthy es una autora feminista que se adelantó mucho a su tiempo y que no se arredró un pelo en denunciar los excesos y contradicciones de movimientos y de algunos de sus integrantes que predican una cosa y actúan de manera opuesta. Decir esto hoy referido a movimientos políticos, incluso aunque sea comprobable, es considerado reaccionario y muy muy políticamente incorrecto.
Yo también, amiga mía, disfruto mucho leyendo tus análisis en tu blog. Corro a leerte.
Un beso
No me acaban de seducir las distopías y además, veo que "El oasis", por momentos te ha aburrido. No tomo nota de ella.
ResponderEliminarPor lo que se refiere a "Más cerca aún" voy al otro blog a leerla, pero viendo lo que pones aquí, creo que tampoco la anotaré.
Un beso.
Hola, Rosa:
EliminarTe diré que "El Oasis" aunque tenga algún momento de cierta caída mantiene en general una altura y nivel más que aceptable. Como le digo a Yolanda en respuesta a su comentario, creo que la obra hay que juzgarla en su conjunto y no dejarse llevar por pequeñas sensaciones algo tediosas más que nada por estar en distintas coordenadas temporales respecto a la autora y su peripecia vital. Y en cuanto a lo de 'distopía' te diré que apenas si lo es porque lo que hace ella es imaginar el estallido de una guerra nuclear que nunca llega a estallar con lo que el mundo desastroso y en liquidación resultante propio de las distopías aquí no se muestra. En su lugar lo que sí aparece es la liquidación de ideologías que se justificaban sólo en esta posibilidad. Suprimida ésta la ideología hace aguas por todos los lados. Esto es lo que hace que esta novela sea muy, pero que muy, aplicable a ideologías político-sociales actuales que predican una cosa y luego actúan de manera muy distinta a lo preconizado. De aquí el inmenso interés de esta novela.
Un beso
Me atrae mucho más El oasis que la otra novela, y no solo por comparación sino por los temas que trata y cómo los trata. Me atrae también que sea una distopía porque, aunque no suelo leer muchas de estas, me gusta de vez en cuando salir de mi zona de confort.
ResponderEliminarBesos
Hola Lorena:
EliminarMás que distopía yo la denominaría fantasía utópica. Lo que ocurre es que "fantasía" nos remite casi siempre a imaginación excesiva en el ámbito infantil o adolescente, y aquí es una mera imaginación de algo que podría ser pero sin los tintes catastrofistas que suelen acompañar a las distopías puras.
Y sí (ja, ja...) salir de la zona de confort de vez en cuando es conveniente.
Un beso
Jobar, Juan Carlos, ahora haces las reseñas de dos en dos, eres incombustible, ¡qué energía!
ResponderEliminarDe este par, me quedo con la primera porque la segunda como te pareció floja pues ni lo intento.
De El oasis me atrae, además de tu reseña positiva, ese poder constatar que algunos temas nunca pasan de moda, una obra que habla de problemáticas en la época que se escribió y que, más de cincuenta años después, siguen siendo actuales, al menos algunas, es fascinante (y un poco deprimente también porque dice muy poco de nuestra evolución). Además, ese toque absurdo/irónico me atrae mucho también.
Un besote.
Hola, Paloma:
EliminarLo de las reseñas 'a pares' es cuestión veraniega. Sólo me queda una que haré en las próximas semanas y luego volveré a los cauces habituales.
La de "El Oasis" te gustará, ya verás. Una feminista y mujer independiente que no se casaba con movimientos ideológicos que la constriñeran pues consideraba que las ideas político-sociales y la libertad femenina hacían aguas en todos. ¡Muy interesante, ciertamente!
Besos