«El sistema desanima, desmotiva y empuja hasta el límite. La sensación por parte de los más débiles de que solo los más fuertes lo consiguen. Los mayores, cada vez más amenazados por la exclusión. Plantea una pregunta: "En 2012, diez millones de viejos ¿son diez millones de excluidos?"»
Pierre Lemaitre (París, 1951) es uno de mis autores preferidos de novela negra. Como con otros autores he tenido mis épocas de entusiasta enganche con él. Así me ocurrió en 2016 cuando, recién publicadas en España el grueso de las cuatro novelas de su trilogía Verhoeven, leí los cuatro títulos con fruición (Irene, Alex, Rosy & John, y Camille) y de los cuatro dejé constancia en este blog. Como digo en sus respectivas reseñas, llegué hasta el escritor francés a través de la lectura dos años antes de Nos vemos allá arriba, novela que fue objeto de tertulia en el grupo de lectura más que palabras... en diciembre de 2014, tal y como consta en la crónica que de la misma aparece en el blog de dicho grupo tertuliano (leer dicha Crónica aquí). Mi admiración por Lemaitre me ha llevado también a procurar no perderme cuantas adaptaciones cinematográficas de sus escritos existen. Fue así como he visto con gusto en el cine dos películas basadas en obras suyas: Los colores del incendio del director Clovis Cornillac y Nos vemos allá arriba que firma Albert Dupontel. Y ahora mismo ya estoy buscando por ahí la adaptación que se hizo de esta novela que acabo de leer, Recursos inhumanos, a miniserie televisiva. Si la encuentro, la veré y creo que disfrutaré pues las creaciones de Lemaitre siempre me han satisfecho suficientemente.
Sinopsis de la novela
Alain Delambre, directivo en paro de 57 años, es un hombre humillado tras seis años de desempleo. Así que cuando una prestigiosa compañía lo selecciona como candidato, está dispuesto a traicionar a su mujer, robar a sus propias hijas o pegar a su yerno, sabiendo que, si finalmente es el elegido, todo será perdonado. Pero nada resulta ser como parecía.
Pierre Lemaitre es psicólogo de formación y eso se nota muchísimo en sus novelas, muy especialmente en ésta. El protagonista, Alain Delambre, es un hombre que necesita sentirse útil; por ello acepta empleos muy por debajo de su nivel como el que al inicio de la novela tiene en Mensajerías Farmacéuticas, una empresa de reparto de fármacos. Se levanta a las cuatro de la mañana para a las cinco estar ya en el tajo y comenzar su trabajo de seleccionador de las cajas de fármacos que a lo largo de la mañana los repartidores llevarán a las oficinas de farmacia de París. Su empleo es un miniempleo de unas tres horas diarias de duración. Está bajo las órdenes de Mehmet, su supervisor, de origen turco
«En Mensajerías Farmacéuticas, donde trabajo, Mehmet es "supervisor", y siguiendo un comportamiento vagamente darwiniano, cuando asciende pasa de inmediato a despreciar a sus antiguos compañeros y a considerarlos meras lombrices.»
El encontronazo ocurrido entre ambos será determinante en el desarrollo de la trama. Lo mejor de este miniempleo es la amistad que Alain hace con dos de los compañeros, Romain, un fracasado estudiante de arte dramático, y Charles, un hombre a quien el alcohol acompaña desde que despierta y al que deberá no pocas cosas a lo largo de la narración.
Alain está completamente enamorado de su esposa Nicole, que trabaja en un Centro de documentación. Sus hijas, Mathilde y Lucie, ya no viven en la casa familiar. Mathilde es profesora de inglés en un colegio y está casada con Gregory a quien Alain no soporta entre otras razones, aparte de por su cursilería, porque trabaja en una empresa de créditos al consumo, empresas que precisamente junto a los bancos son muy responsables de la enorme crisis económica que ha puesto de patitas en la calle a nuestro protagonista; por su parte, Lucie, tras una díscola adolescencia y primera juventud parece ahora haber sentado la cabeza en su trabajo de joven abogada. Para Alain su vida son estas tres mujeres, a las que adora. Por eso cuando desde BLC-Consulting, una empresa de selección de personal a la que escribió por mero hábito de hombre en el paro, le contestaron comunicándole haber sido elegido entre los posibles candidatos para un puesto de adjunto a la dirección de Recursos Humanos de una empresa importante, la alegría del matrimonio no pudo ser mayor.
Habida cuenta del desagradable incidente ocurrido con el turco Mehmet en Mensajerías Farmacéuticas, Alain pone toda su ilusión en lograr el puesto para el que ha sido preseleccionado. Piensa concurrir al proceso selectivo aun sabiendo que BLC-Consulting de acuerdo con la empresa que ofrece el trabajo ha ideado un juego de rol que simulará un secuestro con rehenes; la finalidad es comprobar in situ las cualidades de los cinco candidatos. Según leía Recursos inhumanos, a mí la novedosa manera de elegir al trabajador me ha recordado muchísimo la obra de teatro de Jordi Galcerán El método Grönholm. Alain Delambre, sabedor de lo que está en juego, indaga en la identidad de los otros candidatos e investiga sobre ellos a fin de tener más posibilidades. Obtener toda esta información cuesta dinero; Delambre lo sacará de sus escasos ahorros e incluso de los que su hija y su yerno tenían para comprar un piso. Y nada más conviene decir sobre el desarrollo de la trama que Pierre Lemaitre realiza de esa manera suya tan particular que hace que el lector caiga en sus redes sin posibilidad alguna de dejar el libro hasta no saber qué ocurrirá con este hombre de 57 años en paro, con sus compañeros de Mensajerías Farmacéuticas, con los directivos de BLC-Consulting y la empresa contratadora, con Nicole, con sus hijas...
La historia se enmarca dentro de la crisis económica de 2008 que sacudió a todo el mundo. Producto de ella fue un enorme crecimiento del paro en los países desarrollados, el frenazo de los créditos bancarios, la subida de las hipotecas, etc. Las jubilaciones anticipadas y el despido de los trabajadores que resultaban más gravosos, los de más edad, fue práctica habitual en las empresas a fin de poder sobrevivir al vendaval económico que se llevó por delante a un buen número de ellas. Estamos, pues, ante una novela muy incardinada en la realidad socioeconómica del momento. El autor confesó en entrevistas concedidas a raíz de la publicación en 2010 de la novela que el libro estaba «inspirado en un hecho real ocurrido en 2005 en France Télévisions Publicité, protagonizado en aquel momento por Philippe Santini, y por cuyo atrevimiento fue condenado por el Tribunal de Casación el 7 de abril de 2010».
La sociedad capitalista, y los actores de la misma son plenamente reconocibles. Las situaciones que la crisis económica produce, en especial el paro, como tantas otras desagradables que ocurren a nuestro alrededor, parecemos ignorarla, no queremos verla y mucho menos sentirla
«El paro se sabe que existe pero solo afecta a los demás, como el hambre en el mundo, la escasez de vivienda, el sida. Las hemorroides. Para los que no están directamente afectados, el paro es un ruido de fondo.»
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http://revistafiatlux.com/entrevista-pierre -lemaitre-verhoeven-no-volvera/ |
Además del conocido panorama de crisis económica mundial provocado por las hipotecas subprime en que se inscribe la historia particular de este directivo arrojado al paro hace ya seis años, hay referencias, mucho más concretas, al día a día en que la sociedad en general y los ciudadanos en particular han de ir digiriendo la misma. La digestión se hace difícil conociendo la enorme corrupción de los políticos
«—Pascal Lombard. Joder. Un antiguo ministro del Interior. Para caerse de culo. Recuerdo bien su cara. Un puro producto de la política corrupta. Bastante talento, un pasado gris, un cinismo a prueba de todo, algunos fiascos históricos que la justicia no ha conseguido desentrañar.»
Pero no sólo hay corrupción en los políticos, los empresarios, en plena crisis económica, miran poco por los trabajadores a los que despiden sin contemplaciones, mientras ellos se enriquecen. Constantemente, la Radio y la Televisión dan noticia de desfalcos empresariales, de ganancias desorbitadas de algunos directivos...
«busco una emisora de radio. Suena France Info. "… John Arnold, un trader de treinta y tres años, ha ganado entre dos mil y dos mil quinientos millones de dólares el año pasado. Le sigue…" La apago. La tierra gira siempre en el mismo sentido y a la misma velocidad.»
Sí, hay mucha denuncia social en esta novela que cabría calificar más de drama social-realista que de novela negra, si bien la intriga, el suspense y los giros inesperados en la trama tan propios del noir existen también en Recursos inhumanos.
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Novelas que he leído de Pierre Lemaitre:
- "Nos vemos allá arriba" (trilogía 'Los hijos del desastre' I)
- "Irene" (serie Verhoeven I)
- "Alex" (serie Verhoeven II)
- "Rosy & John" (serie Verhoeven III)
- "Camille" (serie Verhoeven IV)
¡Hola!
ResponderEliminarDe este autor solo he leído Vestido de novia y, por lo que cuentas, es un registro totalmente diferente al de este Recursos inhumanos. Me apetece leer mucho a este Lemaitre del que hablas, ¡me lo apunto! Muchas gracias por tu reseña.
Nos vemos entre páginas
La vida de mi silencio