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4 dic 2019

Ildefonso García-Serena. "El hijo del doctor"

"Y es que cada vez que Mariano se encontraba con personas como Picotas, los hermanos Sanz, el capitán Darneau o el señor Cristaldi sentía que existía en el mundo un orden universal en el que creía, donde aún era posible la solidaridad y un sentido elemental de la justicia." (pág. 196)

emigración, Argentina, Guerra Civil
Acabo de leer la segunda novela de Ildefonso García Serena -la primera, "Elogio de la Chireta", la publicó en 2016- e intuyo que en ella el autor vierte mucha experiencia personal. Creo que en el fondo esta novela es el producto de una necesidad personal: la de explicarse a sí mismo. En fin, primero intentaré yo explicar lo que quiero decir, que es algo tan sencillo como lo siguiente: Leo, el protagonista, el hijo del doctor Mariano Garcés Muñiz, es -así lo creo- el alter ego de Ildefonso. Estamos, pues, en el fondo, ante una narración que contiene muchos elementos autobiográficos. Él mismo es, como Leo, hijo de profesionales sanitarios nacido en 1949 en Bs As al poco de haber llegado allá sus padres, republicanos españoles que desde Francia, donde penaron y combatieron durante la segunda guerra mundial, partieron a la Argentina en busca de mejor fortuna. Y es que en verdad ésta les había sido bastante esquiva pues a las penalidades sufridas en España durante la Guerra Civil vinieron a unirse las vividas en Francia a donde salieron tras la derrota de 1939.

Argentina siempre estuvo en el imaginario de este doctor aragonés, Mariano en el relato, dada la extrañeza que a todos produjo la marcha sin aviso previo -luego se sabría que fue allí- de su abuelo Román que dejó a su mujer Edelvira con cuatro hijos en el pueblo de Ariño (Teruel). También lo estará en la mente de Leo, el bisnieto de Román. En su caso el motivo es doble: en primer lugar conocer por qué su padre cuando le iban bien las cosas en Bs As decidió volver en 1955 a España con el peligro que tal acción podría tener para un español que como él había combatido en el ejército republicano aunque hubiera sido como médico y no como soldado. La segunda cuestión a dilucidar, la misma que movió a su padre: ¿por qué Román marchó sin decir nada y por qué no volvió jamás?

Este es el asunto que se cuenta en esta novela estructurada en tres partes y que centra, más o menos, cada una de ellas en uno de los tres personajes masculinos: Román en la primera, Mariano en la segunda y Leo en la tercera. Si bien en todas ellas hay cierto movimiento temporal es en la primera, iniciada en 1888, en la que los saltos hacia adelante y hacia atrás son más patentes utilizando en ella una visión caleidoscópica; la segunda adopta y mantiene la linealidad temporal comenzando en 1946 año en que finalizó la primera y llegando hasta 1981; por último, en la tercera parte el escritor juega con dos relatos en contrapunto -el contemporáneo de Leo y el que acaba de conocer de Román- existiendo entre ambos nada más y nada menos que un siglo de distancia.

Vegueta Narrativa, autores aragoneses, autores noveles
Es una historia muy creíble, muy humana, muy verosímil, muy... real. Este asunto de la emigración a América en los años finales del siglo XIX y primeros del XX, así como en la década de los años 45-55, especialmente a la Argentina de Perón, fue fenómeno vívido en muchas familias de nuestro país. Yo mismo, cuando la editorial Vegueta me ofreció la lectura de esta novela, decidí hacerla entre otras cosas porque en mi familia había habido emigración a América de ida y vuelta y también la hubo -la hay de hecho- de no retorno. Entre ambos tipos de emigración, la que retorna y la que no, media la constitución de nuevas familias en el lugar de acogida, de manera que si los hijos nacen en el país receptor difícil es que se produzca el retorno; no digo nada si uno de los miembros de la pareja es de la nación a la que se ha ido. Por esto el retorno del doctor Mariano es también elemento que sirve de motor en la lectura de este relato: ¿por qué si le iba tan bien en la Argentina Mariano Garcés Muñiz decide volver a la España de Franco a la que desde 1936 había combatido?

Esto es esta novela, la resolución de una serie de interrogantes, por otra parte comunes a muchos grupos familiares que han vivido en su seno episodios de emigración semejantes.

Algunas frases destacables
  • Vemos la vida de Mariano en la Barcelona en guerra. "Barcelona estaba habituada a convivir con las heridas y, hecha a la derrota, saldría fortalecida después de cada caída. La villa de los iberos layetanos se comportaría como siempre, como una ciudad rebelde." (pág. 55, I parte, cap. 'Una tarde en el Liceo. 1937')
  • España. "No sé que les ha pasado a ustedes pero me parece que su país es una tierra hermosa llena de odio." (Pág 137, II parte, cap. '1946-1949. Rumbo a América')
  • Homenaje a Gabo y a toda la narrativa surgida con él. "Muchos años después el día de la muerte del Dr su hijo recordaría la misma escena con la sensación de haberla borrado de su mente hasta ese momento." (pág. 221, II parte, '1955. Un cierto aroma a jabón'). En esta frase no puedo por menos que encontrar ecos del famoso "Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano Buendía habría de recordar […]" de la novela "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. Es evidente que la construcción circular de la misma y el período que abarca poco más de un siglo son coincidentes con la novela del colombiano ilustre. 
  • Guiños a nuestro momento lector:
    • Humor: [estamos en 1999 y ante la incredulidad por una exageración en el discurso de Leo, su primo Jorge comenta: "Cómo exageran estos gallegos... ¡no puede ser que las cabras españolas se nieguen a dar leche! Eso es tan improbable como que algún día tengamos un Papa argentino." (pág. 315,III parte, cap. '1999 Chacarera') 
    • Reconocimientos: "Ese Boletín tendría después una utilidad magnífica: permitir a Aurelia reivindicar la pensión de viuda de militar que un joven diputado socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, propugnaba en las Cortes" (pág 261, III parte, cap. '1982. La cartera')
  • Reflexiones. "De todos los vicios, la mentira es el que más nos esclaviza, porque condena al mentiroso a seguir mintiendo y perder todo el valor. Un hombre vale lo que su palabra, o al menos eso es lo que pienso." (pág 386, III parte, cap. '1890. La Martona'). 

12 comentarios:

  1. Hola, Juan Carlos. Me ha gustado mucho esta reseña y, por supuesto, el argumento de la novela en cuestión. De hecho, siempre me han atraído las historias (especialmente si están basadas en hechos reales) de los emigrantes republicanos, en las que se muestra las vicisitudes, buenas y malas, que tuvieron que soportar en el país de destino. No hace mucho leí la última novela de Isabel Allende, Largo pétalo de mar, que recrea el periplo de un joven médico (personaje de ficción) que, junto a miles de españoles, viajaron al Chile de los años cuarenta en un barco, el Winnipeg, fletado gracias a la intervención de Pablo Neruda.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Josep Mª:
      Si te gustan las historias verídicas o muy inspiradas en la realidad como ésta que acabo de leer, estas Navidades toma en tus manos este libro de García-Serena. Estoy convencido de que te gustará: recorre cine años de la historia de España, es una historia muy humana, los personajes reaccionan de manera muy natural, los encuentreos y desencuentros son todos muy verosímiles y de hecho en muchas familias (yo diría que en casi todas) se dan.
      Respecto al Winnipeg que se fletó gracias a las gestiones de Neruda, entonces -creo- embajador de Chile en España siempre me ha atraído esta historia. No sabía que hablaba de ella Isabel Allende en "Largo pétalo de mar". Si es así me interesa; además hace ya mucho que no leo nada de esta escritora que en su día tanto me gustó ("Paula", "La casa de los espíritus", "Inés del alma mía"...).
      Un fuerte abrazo

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  2. Hola Juan Carlos no conozco al autor pero como dice Josep Ma el argumento de la novela me ha gustado.
    Creo que en una época en la que se atribuye a la inmigración gran parte de los males que tenemos, es bueno recordar que en muchas de nuestras familias ha existido y gracias a la generosidad de los pueblos y personas de acogida se han podido hacer menos duros esos abandonos de los hogares y de los países.

    Me han gustado las frases que destacas, especialmente la referencia a Barcelona, estaría bien que algunos recordaran ese espíritu rebelde que tenemos los habitantes de la villa de los iberos layetanos y en lugar de someter a mi me parece mucho mejor buscar el diálogo y la entente.
    Besos

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    1. Hola, Conxita:
      Es normal que no conozcas al autor de "El hijo del doctor". Yo tampoco lo conocía hasta que me propusieron leer su novela. Es un caso típico dentro de España: un aragonés por origen familiar que viene a nacer en Buenos Aires donde emigraron sus padres y que retorna a España con ellos que se afincan en la Barcelona de finales de los años 50 del siglo XX. Estudió Ciencias de la Información en la Complutense de Madrid; ha sido director de marketing de varias empresas (Moulinex, Valeo, etc.) y presidió el colegio de publicitarios y relaciones públicas de Catalunya.
      Tiene dos obras de narrativa como digo en el post y ha escrito otros títulos más de tipo profesional. Su obra literaria la publica en castellano y catalán.

      Respecto al espíritu rebelde de Barcelona en la novela lo dice en relación con la historia del movimiento anarquista que a principios del XX asoló y convulsionó la ciudad. Y sí, claro, siempre hay que hablar pero sin esconder ases en la manga, y diciendo bien a las claras qué propósitos y metas se pretenden lograr en esa mesa de, se supone, gente que, como amigos, aspiran a crear algo juntos.
      Un beso

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  3. Hoy me he dado cuenta de que mi columna de blogs favoritos tampoco me actualiza el tuyo. Lo último con lo que sale tu blog en dicha columna es "El profesor Unrat". Vamos que me he perdido esta reseña y a saber cuántas más. Ahora lo comprobaré.
    Ha sido gracias a Facebook que he visto la entrada de Sebald.
    No conocía a este autor ni esta novela, pero me han entrado muchas ganas de leerla por la guerra, por Argentina, por el siglo XIX... La apunto sin dudar.
    Un beso.

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    1. Hola, rosa:
      Como sabes llevo un tiempo con problemas en Blogger. Todo se me solucionaría abriendo una nueva cuenta e importando a esa nueva cuenta los contenidos y comentarios de este blog. Ya lo he ensayado y funciona pero no te pasa ni los seguidores ni la lista de blogs que sigues y el contador de visitas te lo coloca de nuevo a cero. O sea que habría que avisar a los lectores actuales para que volviesen a seguir el blog y que volviesen a agregarme a su listado de blogs. Vamos, algo engorroso. Por eso no me atrevo aún a hacerlo, pero quizás cuando alcance un momento en que me incomode mucho la situación, pues lo haré.
      Estoy convencido de que igual que no salgo en tu columna de blogs favoritos me ocurrirá en otros blogs. Y de la misma manera en mi columna de blogs favoritos igual que el tuyo me ha dejado de aparecer hay muchos otros que también hecho en falta. Sin embargo cuando consulto los blogs en la Lista de Lectura que figura en Blogger ahí sí que me aparecen todos. Es por ahí por donde cuando llevo cierto tiempo sin saber nada de ti, te busco.
      Pero, bueno, vamos a otra cosa. esta novela me llegó porque me la ofrecieron a través de mi correo de contacto. Al ver el tema que trataba me animé y, bien, no me arrepiento. Es una página de nuestra historia contada desde un lugar privilegiado dado que el autor en el fondo es ese hijo del doctor que figura en el título. Se lee muy bien, con gusto y rapidez.
      Un beso

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    2. Se me ha colado con las prisas una Rosa en minúscula y lo que es mucho peor un "echar en falta" con una ignominiosa H. ¡¡Perdón, perdón, perdón!!

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  4. Hola,
    de acuerdo con tus impresiones. La novela me gustó mucho pero lo hizo aún más si cabe la prosa de la que hace gala el autor, es maravillosa; sin duda, le seguiré la pista.
    Un beso

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    1. Cierto es que el autor escribe muy bien. Ahora que ya está jubilado de su actividad profesional ajena a la literatura esperemos que nos deje más historias como ésta.
      Besos

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  5. Hola, me alegro de que la hayas disfrutado, a mí me costó media novela, quizás los saltos temporales me frenaron y me hubiera ido mejor una novela más lineal donde la bonita prosa del autor se dejara llevar y profundizara más en los sentimientos y hechos, pero bueno, es solo una sensación u opinión personal.
    Un beso

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  6. Muy buena reseña, Juan Carlos. Me gustó mucho esta novela, pese a algunos pequeños peros que le puse. Me atrae tu apreciación del primer párrafo, porque también tenía claro que en esta novela tendría que haber, de alguna forma, datos autobiográficos. No soy de poner fragmentos significativos en mis reseñas, salvo que alguno me llame poderosamente la atención y no desvele nada de la trama. Sonreí cuando leí en la novela lo que decía el personaje sobre el papa argentino: ¡quién se lo iba a decir a su primo Jorge!. Un fuerte abrazo.

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    1. Hola, Francisco:
      Muchas gracias por pasarte a leer mi reseña. Como te dejé dicho en tu blog me gusta mucho lo que dices de esta novela. Es un canto a su tierra, eso es claro. Y tiene esos toques de humor como el del Papa y el primo Jorge que, claro, es muy fácil hacerlos a toro pasado.
      Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

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