Sinopsis:
"Purgatorio" es la historia de Emilia, mujer que recién casada ve cómo su marido, Simón Cardoso, es detenido por los soldados del puesto militar de Huacra en Tucumán (Argentina), una zona casi desértica al noroeste de Buenos Aires adonde los recién esposados han acudido a pasar su luna de miel mientras completan unos mapas.
Durante los siguientes 30 años esta mujer pasará un auténtico purgatorio (esta es una de las justificaciones del título) acudiendo a cuantos lugares quienquiera le diga haber visto a Simón (Caracas, Río de Janeiro, el sur o el norte de la Argentina, los Estados Unidos...).
Estructura:
La novela se articula en cinco extensos capítulos con títulos referidos a versos del "Purgatorio" de Dante. Esta extensa segunda parte de la "Divina Comedia" sirve de fondo y soporte a la anécdota que se relata, pues Emilia en vida y Simón en su forzada desaparición por los militares abandonan la dimensión temporal que es propia a los seres vivos, pasando ella a quedar fijada en ese día de abril de 1976 y él a la dimensión que es propia de aquellos que esperan en el limbo la purgación de sus actos. Emilia dice al narrador: "La iglesia católica creía que el purgatorio era la purificación que necesitan las almas imperfectas para entrar en el paraíso. [...] El purgatorio es una espera de la que no se conoce el fin" (pág. 67); de aquí se pasa a la alegoría de las siete terrazas con que Dante lo presenta en su poema inmortal, cuando el narrador reflexiona sobre la incesante búsqueda de Simón por Emilia: "Cuando salió a buscarlo no imaginaba que las terrazas de su purgatorio iban a ser tantas" (pág. 181) y también "la carta que la decidió a salir en su busca y subir las siete terrazas de su purgatorio amoroso" (pág. 209). Aunque quizás toda la peripecia vital de esta mujer esté contenida en el verso del Dante que ya casi al final de la novela el narrador encuentra entre los papeles de ella: "Quel color che l'inferno mi nascose. [...] 'Aquel color que me escondía el infierno" (pág. 194).
No existe, como es habitual en este escritor, linealidad discursiva alguna. El reencuentro Emilia - Simón abre la narración y, aunque el tiempo de esta unión apenas alcanzará unos días de duración, mientras transcurren estos, en constantes vueltas hacia atrás (flash back) y hacia adelante (flash forward), el autor nos mostrará la vida de la Argentina durante esos 30 años de purgatorio, demorándose, como es lógico, en el período de la Junta Militar (los comandantes de los tres ejércitos que la presidieron durante los siete años que duró, en especial Videla conocido como la Anguila por su extremada delgadez; el mundial de fútbol de 1978; la guerra de las Malvinas; la visita a Buenos Aires de unos jovencísimos reyes de España...) para luego despachar con la técnica del resumen en una sola página lo que vino después (Alfonsín, Menen, corralito, etc.). En este marco histórico es en el que Emilia, hija de un todopoderoso del régimen, el doctor Dupuy, se desenvuelve: su matrimonio con Simón, su trabajo de cartógrafa en el Automovil Club, sus idas y venidas por el país y fuera de él en busca de su marido desaparecido y como modo de escapar del control paterno, la enfermedad de su madre Ethel, la utilización que de ambas hace su padre...
Toda la historia nos la cuenta un narrador en tercera y en primera persona. En tercera cuando lo que se muestra es la novela que éste está escribiendo a partir de la historia de Emilia, y en primera cuando él mismo está dentro del relato como personaje que habla y conoce la historia que Emilia directamente le narra.
OTROS TEMAS y ASUNTOS INTERESANTES TOCADOS EN LA NOVELA.
Además del de los desaparecidos, asunto principal, muchos otros surgen a partir de éste:
• La anulación del tiempo. Quizás sea este uno de los más interesantes dada la profundidad filosófica que entraña. Tomás Eloy Martínez (TEM) lo presenta a partir del concepto de 'desaparecido' que empleaba la Junta militar argentina para negar el acto criminal cometido por el Estado. En el relato asistimos a una vuelta de tuerca del término cuando Emilia tras 30 años de acaecido el suceso "vuelve a reencontrarse con Simón" que, naturalmente, no ha envejecido un ápice; le ha sucedido lo mismo que a los hijos y nietos de esas abuelas y madres de Plaza de Mayo que año tras año siguen portando la foto del joven o del niño aquel que les sustrajeron. Es lo mismo que sucede a los enfermos de alzheimer, que ven arrebatado el tiempo y se ven confinados a vivir un presente eterno, "un mediodía eterno" en palabras de Nietzsche o Shopenhauer (pág. 97). No tener conciencia del paso del tiempo, vivir en una eterna juventud, aunque pudiera parecer una situación envidiable es, sin embargo, una penosísima condena, pues si existe algún constituyente esencial a la vida éste es el tiempo, su discurrir; si nos lo arrebatan, como les sucedió a las madres de Plaza de Mayo y a Emilia en el relato, nos anulan como seres humanos reduciéndonos a vivir un simulacro de existencia. Este profundo asunto que el novelista presenta en esta novela lo ejemplifica mediante la contraposición Heráclito - Parménides:
"Simón y Emilia creían ser el uno-para-siempre de Parménides, el ser que jamás iba a desplazarse de sí mismo hacia el pasado ni hacia otra parte, pero nada es nunca como se espera, nada es tan siquiera lo que parece que es" (pág. 79). Y en otro lugar el narrador que refería lo anterior hablando de sí mismo dice: "Por aquella época vivía yo en Caracas y aprendía en Parménides que el no ser nunca es no ser a medias, lo que no es no lo es por completo, leía menos a Heráclito porque ya Borges lo había agotado, leía otra vez a Canetti y a Nabokov y a Kafka" (pág. 210)• La historia reciente de Argentina. Lo que siguió al asunto terrible de los desaparecidos lo
despacha en apenas una página. Es historia real
y al novelista sobre todo le importa el relato ficcional:
"Mientras tanto la Argentina se lanzó a la reconquista de las islas Malvinas, perdió la guerra, la dictadura militar se hundió en su podredumbre y Raúl Alfonsín ganó las primeras elecciones de la democracia [...] llevó a juicio al Almirante, a la Anguila y a sus cómplices más visibles; la Anguila pasó los días del juicio leyendo o fingiendo leer la Imitación de Cristo del agustinoDentro de la historia de la Argentina cabe señalar -y así se ve en la novela- la importancia alcanzada por la mendacidad, la mentira, elevada a la categoría de verdad por el oficialismo. El espantoso período de las desapariciones en Argentina curiosamente viene a coincidir en el tiempo con el múltiple avistamiento de ovnis en todo el mundo; avistamientos que en la Argentina se duplican por docenas y de los que se hacen eco hasta la extenuación todos los medios oficialistas. Junto a estas abduciones por extraterrestres de las que tanto se hablaba por el Régimen se dan las frecuentes apariciones de la Virgen con sus resignados mensajes a la población.
Tomás de Kempis, y tres revueltas militares amenazaron con sepultar la democracia, y Alfonsín se tuvo que retirar del gobierno antes de tiempo acosado por la implacable inflación y porque los pobres niños que hundían las manos en la basura en busca de su pan eran ya tantos que llovían como polen sobre las calles, y luego lo reemplazó Carlos Menem, que perdonó los crímenes militares, vendió los pocos bienes que le quedaban a la Argentina, invocó el nombre de los pobres en vano, y dejó impunes los atentados contra la embajada de Israel" •
"Sobre las desapariciones de estos años siguen oyéndose historias que erizan hasta los latidos del corazón. Algunas revistas [...] cuentan con el lenguaje entre hipócrita y cómplice de entonces, el extravío de personas que viajaban en sus veleros por el Río de la Plata y se marchaban dejando la embarcación al garete [...] Acá no queda nada, no hay naninguno eran expresiones que se repetían en las radios y en los programas de televisión. Todavía se oyen y se leen.
Otros símbolos menos resistentes de aquella época se han desvanecido. Las naves extraterrestres que iluminaban las cuatro orillas de los cielos jamás volvieron. Del templo de Nuestra Señora de Esteco no sobreviven ni las ruinas" (pág. 86)• Fuerte culturalismo. Igual que realizara en "El vuelo de la reina", TEM llena el relato de alusiones culturales:
a) Referencias literarias.
La principal es la que justifica el título, el "Purgatorio" de Dante Alighieri. Pero hay más, muchas referidas a la cultura argentina (Borges, Cortázar, Macedonio Fernández...), y otras a la cultura universal (Swedenborg, Kafka, Somerset Maugham, Gonzalo Rojas, Proust, Philip Roth, etc.).
b) Referencias cinematográficas.
Abundan tanto en nombres (Ettore Scola, Hitchcock, Clint Eastwood, etc.) cuanto en técnicas: "Dos de ellos lo levantaron sin esfuerzo y lo lanzaron contra la pared. Emilia vio caer a su marido en cámara lenta" (pág. 42) dice el narrador visualizando en el recuerdo de Emilia la detención y tortura de Simón.
c) Referencias musicales.
Dentro de este culturalismo cabe incluir múltiples alusiones musicales referidas tanto a la cultura contemporánea, en especial a la música pop (Frankie Valli y su tema"Can't take my eyes off you", Keith Jarrett, los Beach Boys o el tema "Michelle" de los Beatles; pero también grupos argentinos de música ligera y sus temas más populares (por ejemplo “Muchacha ojos de papel”, “Ana no duerme”, “Plegaria para un niño dormido” de la banda de rock "Almendra"). En ocasiones -muy pocas- se alude a la música culta ("la sublime Misa en Do menor de Mozart"). [algunos de estos temas pueden escucharse en este mismo blog en la página "Música que me gusta escuchar"]
d) Referencias filosóficas.
Dejo para el final por haberme ya referido a ellas la importancia que en el asunto esencial del relato tiene la filosofía, con referencias explícitas a los filósofos de la Antigüedad Parménides y Heráclito, y también a filósofos más contemporáneos como Nietzsche y Shopenhauer.
• Literatura por encima de todo:
Dentro del propio hacer literario de TEM en "Purgatorio" se puede señalar:
a) Posmodernismo: la novela que leemos es la misma novela que está haciéndose.
b) Fuerte metaforización. Además de la polisemia inherente al término "purgatorio", el autor carga ciertos términos y elementos, como los mapas, de valores sémicos trasladados. Estos mapas serán en el relato metáfora polisémica pues significan: 1) la casi imposible tarea de trasladar la realidad -el territorio y en el caso del escritor los sucedidos en ese territorio- al papel; 2) la dificultad de explorar el interior del ser humano al carecer de mapas fiables que permitan internarse en él; 3) el endiablado y proceloso territorio de la literatura de la que el autor se alimenta; y así.
c) Realismo mágico o alucinatorio. En muchos momentos percibimos un tono propio de cierta literatura hispanoamericana, aunque no especialmente la argentina, que introduce el relato dentro de una realidad mágica o alucinatoria que en este caso cuadra a la perfección con el estado mental del personaje protagonista ("Lo busco aun antes de haberlo conocido", pág. 67).
d) Intertextualidad. Amén del poema del Dante, hay otros importantes intertextos como el referido al cuento de Kafka "El artista del hambre", "La educación sentimental" de Flaubert", "Cumbres borrascosas" de Emily Brontë, e incluso de la leyenda de Mary Ellis, enamorada del teniente Clay, que de ella misma decía ser "el hombre que amaba" (pág. 63)
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Nota:
Tomás Eloy Martínez falleció el 31 de enero de 2010 en Buenos Aires a causa de un tumor cerebral provocado por un cáncer que sufrió durante años. Vivió 75 años.
Me ha gustado mucho la crítica del escritor argentino: y como siempre en tus críticas literarias de un gran nivel académico e intelectual.
ResponderEliminarMuchas gracias, Justo, por tus amables palabras.
ResponderEliminarTras leer tu crítica lo incluyo en mi larga lista de lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te aseguro, Ufinder, que no te defraudará.
ResponderEliminarSaludos
Qué sorpresa la lectura de este blog. Excelente la lúcida critica e interpretacion de la novela (estupenda y emotiva) de Tomás Eloy. Gracias!
ResponderEliminarHola Dora:
EliminarMuchas gracias por comentar y por pasarte por mi blog. Me agrada que te haya gustado mi crítica sobre "Purgatorio" de Tomás Eloy, autor que está entre mis favoritos.
Espero verte más a menudo por aquí.
Abrazos y Felices Fiestas
Tenia pendiente esta lectura , luego de leer su comentario, completisimo y sumamente interesante , corro a comprarlo..estare muy pendiente a sus recomendaciones ... Ahora estoy inmerso en la lectura de "HEREJES " de Leonardo Padura , escritor cubano que si no ha tenido chance de leer lo invito cordialmente a descubrir un gran artista.
EliminarSaludos desde Caracas -Venezuela !
Hola Andrés:
EliminarTe gustará "Purgatorio" sin ninguna duda. Te agradezco tus palabras y me alegra que mi reseña te haya gustado.
De Leonardo Padura no he leído nada aún. Lo tengo en mi lista y más este año que se le ha concedido el premio Princesa de Asturias. Si me dices que "Herejes" está bien este veranito haré por leerlo a la sombra dado los grandes calores que estamos pasando por acá.
Un abrazo fuerte
hola!me ha gustado mucho esta novela.
ResponderEliminartengo una pregunta para vosotros:?por qué Simón no ha envejedcido en todos estos anos?
gracias!
Tus letras traducen mis pensamientos, excelente sinopsis, ni siquiera Borges habría escrito algo superior. Saludo.
ResponderEliminarLa comparación con Borges es mareante y excesiva, Agroalvis. Pero da gusto escucharte.
EliminarUn fuerte abrazo
No comprendí del todo el final, Emilia estaba loca y creía q estaba con Simón?
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