Lecturas
24 dic 2024
Lo mejor de 2024 (libros, películas, espectáculos)
Lecturas
21 dic 2024
Eudora Welty y "La hija del optimista"
« Su padre había comenzado a considerarse lo que él llamaba, con toda seriedad, un optimista; tal vez había recuperado esa palabra de los días de su niñez. Adoraba a su esposa. Cualquier cosa que hacía Becky, inevitablemente lo hacía bien y todo lo que decía estaba bien dicho. ¡Pero no todo era perfecto! El problema de su madre era aquella profunda desesperación que la embargaba. Y nadie tenía más capacidad para excitar aquella desesperación que la única persona a la que llamaba desesperadamente, aquel hombre que se negaba a aceptar que ella estuviera desesperada. Era una decepción sobre otra.»
«Laurel cerró los ojos, recordando en ese momento por qué los Chisom le habían resultado tan familiares. Podían haber salido de aquella noche en la sala de espera del hospital -podían haber salido de cualquier tiempo difícil, del pasado o del futuro-; eran la gran familia atestada de parentela, la gran familia formada por aquellos que nunca comprenden lo que les ocurre.»
«"Los recuerdos vuelven como la primavera", pensó Laurel. Los recuerdos tenían las mismas características que la primavera. En algunos casos, era la madera más vieja la que florecía.»
«el pasado ya no puede ayudarme ni hacerme daño, no más que mi padre en su ataúd. El pasado es como él, insensible, y jamás podrá despertar. Es el recuerdo lo que actúa como un sonámbulo. Regresará con sus heridas abiertas desde cualquier rincón del mundo, como Phil, llamándonos por nuestros nombres y exigiéndonos esas lágrimas a las que tienen derecho. El recuerdo no será nunca insensible. Al recuerdo sí se le pueden infligir heridas, una y otra vez. En ello puede residir su victoria final. Pero del mismo modo que el recuerdo es vulnerable en el presente, también vive en nosotros, y mientras vive, y mientras tengamos fuerzas, podremos honrarlo y darle el trato que merece.»
15 dic 2024
Qiu Xiaolong. Muerte de una heroína roja.
«Compró un ejemplar del Diario del pueblo. En sus días de instituto, había creído todo lo que publicaba en sus páginas, incluido un término en particular: a saber, «dictadura del proletariado». Significaba una dictadura de transición lógicamente necesaria para alcanzar la fase final del comunismo, con lo cual se justificaban todos los medios en aras de ese fin último. No obstante, la expresión «dictadura del proletariado» ya no se usaba, pues ahora, en su lugar, se hablaba de “los intereses del Partido”.»
«El resentimiento que expresaban Yu y otros compañeros de la oficina se debía no sólo a su rápido ascenso, producto de la política de cuadros de Deng, sino también a sus actividades literarias que, en opinión, además de en conveniencia, de todos, constituían una desviación de sus obligaciones profesionales.»
A las citas poéticas y alusiones legendarias propias de la China tradicional se unen, dentro del culturalismo que exhibe Qiu Xiaolong en Muerte de una heroína roja, las referencias a títulos literarios y cinematográficos. De los libros que se citan es Sueño en el pabellón rojo del novelista chino del siglo XVII Cao Xueqin el más nombrado. Le sirve al autor para mostrar la dualidad y complementariedad existente en la pareja formada por Yu y Peiqin. Peiqin, que trabaja en un restaurante, está leyendo en el relato esta novela clásica y enfoca el caso de Guan, que investiga su marido, a través del comportamiento de la heroína de Sueño en el pabellón rojo. Así, cuando éste le dice que la asesinada trabajadora modelo Guan no tenía relación con ningún hombre, Peiqin no puede creerlo:
- el viejo proverbio tenía razón: «Un Buda, aunque sea de arcilla, debe estar cubierto de oro».
- ¿Era posible que Ouyang también tuviera problemas? Quizá no. Al menos él todavía andaba por ahí, con bastante dinero para hacer una llamada de larga distancia y el ánimo suficiente como para citar poemas de las dinastías Tang y Song.
- recordó unos versos de Wan Changling: «Si mis parientes y amigos preguntan por mí, / diles: un corazón de hielo puro, un florero de cristal». Con eso bastaría, y luego se sentó a trabajar.
Esta manifestación respecto a la verdad que se encierra en muchas novelas no deja de ser un guiño a la verdad que encierra esta novela de Qiu Xiaolong respecto a la vida política, socio-laboral y privada de la sociedad china durante esos años de transición.«—Te reirás de mí, Guangming, pero como mujer no puedo creerlo. Quiero decir..., lo que pasa entre un hombre y una mujer. Estamos en los años noventa.[...]—Pero eso va contra la naturaleza humana, como Miaoyu en Sueño en el pabellón rojo.
—¿Quién es Miaoyu? —preguntó él.
—Miaoyu, una bella y joven novicia que lleva una vida dedicada al ideal abstracto del budismo.[...]—Pero Miaoyu no es más que un personaje de una novela.—Pero es muy auténtica. La novela desvela con gran perspicacia el fondo de la naturaleza humana»
Interesantísima, en mi opinión, es la presencia de mujeres libres en el relato. Todas, salvo la asesinada Guan, curiosamente presentada a la sociedad como ejemplo a seguir de mujer trabajadora, son seres que se comportan haciendo uso de su propia voluntad, no están sujetas a nadie (o a casi nadie). Así la periodista Wang con la que Chen sueña, la HCS (Hija de un Cargo Superior) Ling con la que años atrás el inspector jefe mantuvo relaciones, la masajista Xie que voluntariamente se dedica a este trabajo para procurarse una buena cantidad de dinero... Cuando ellas aparecen en el relato, éste aumenta en tensión erótica
«Xie se levantó y entró en el baño, pero no cerró la puerta. Dejó caer la bata al suelo, que quedó hecha un bulto a sus pies. Sus pechos desnudos y su cadera se reflejaban en el espejo. Chen se giró hacia la ventana. Cuando volvió, se había puesto un vestido blanco de verano y tenía un pequeño bolso que le colgaba de un hombro. No llevaba sujetador y los pezones parecían casi impresos en el vestido.»
«En la mesa, un mantel blanco, servilletas rosadas plegadas, palillos de caoba y cucharas plateadas de mango largo. El escenario era el idóneo para una cena sencilla: una pequeña olla de agua hervía en un infiernillo, y a su alrededor, el cordero cortado en lonchas finas como el papel, un plato de espinacas y una docena de ostras con rodajas de limón distribuidas en una bandeja, junto a pepinos marinados en vinagre y ajo al escabeche en unos platillos a ambos lados. Cada comensal tenía un plato con salsa.»
7 dic 2024
"Laberintos de la noche" (Detective William Monk 21) de Anne Perry
https://es.wikipedia.org/wiki/ Archivo:Florence_Nightingale_ (H_Hering_NPG_x82368).jpg |
«Ingram York solo era importante porque existía, y mientras estuviera vivo, Rathbone no podría pedir a Beata que se casara con él. Tenía muy claro que lo haría en cuanto ella fuese libre. Tal vez era mejor que no fuese tan pronto... y, sin embargo, ¡cuánto lo ansiaba!»
- «Cómo voy a demostrar que me quedé porque no podía dejar a los niños solos allí? ¿Quizás algún miembro del jurado lo habría hecho? ¡Todos serán hombres! Los jurados siempre eran hombres.»
- «Las mujeres no cumplían los requisitos legales y no se consideraban aptas intelectual o emocionalmente para aquella tarea.»