31 may 2024
La Mujer en el Decamerón. Mesa redonda en el Ateneo de Madrid. Organiza la Agrupación Clara Campoamor
23 may 2024
El corazón de Yamato. Aki Shimazaki
«—Debido al espíritu militarista y la guerra hemos perdido nuestras tradiciones artísticas —responde sin dejar de arreglar las flores. Corta la punta de un ramo con las tijeras. Mis ojos siguen el movimiento de sus manos—. Somos pobres. No es tiempo de tomar cursos de la ceremonia del té. Pero yo quiero seguir enseñando para que la gente conserve nuestras tradiciones con orgullo —se dijo»
El corazón de Yamato es una preciosa novela curiosamente estructurada en cinco extensos capítulos. Cada uno de ellos admitiría ser leído con independencia del resto, si bien en ellos aparecen personajes que protagonizaron otros o que, quizás, encontraremos en alguno de los siguientes. Todo esto confiere al libro de Aki Shimazaki una peculiaridad que me ha resultado de lo más interesante. Estamos, pues, ante una novela, que viene a ser una serie de cinco novelas cortas o cinco relatos largos enlazados entre sí tal y como la vida va entrelazando, de manera directa o tangencial, las vidas de los seres humanos.
La autora de esta bellísima narración, Aki Shimazaki, es una escritora japonesa asentada en Canadá (zona quebecois) desde 1991, dos o tres años antes de cumplir los 40. Shimazaki nació en 1954, tiene, pues, ahora 70 años. Escribe este libro en francés.
Con un lenguaje muy hermoso muestra su decepción ante la pérdida por parte de las nuevas generaciones de las tradiciones niponas. Ella con esta narración se esfuerza en mantenerlas. Considera que la esclavitud del trabajo en Japón (la empresa es como una extensión de la casa familiar, del hogar) va en contra de la estabilidad familiar y de un aceptable desarrollo emocional. Achaca esta adhesión inquebrantable al trabajo por parte de varios de los personajes a la historia reciente del país: Japón al finalizar la IIª Guerra Mundial quedó reducido a escombros; por esto en muchos de sus habitantes se instaló la idea patriótica de que había que trabajar fuerte y duro para levantarlo de sus ruinas.
Además de este fundamental asunto, muchos otros atraviesan los cinco capítulos que conforman El corazón de Yamato. Son éstos, tales como los campos de concentración de prisioneros japoneses en Siberia, el protectorado norteamericano, el ya señalado soplo patriótico para levantar el país, los casamientos concertados (miai), la empresa como una segunda -si no, primera- familia, el amor verdadero homosexual o heterosexual, la vitalidad y arrojo de las mujeres, etc. Todos estos temas aparecen y reaparecen continuamente en estos relatos anudados. También, claro, los confines de la vida, o sea, la muerte, y la creencia o no en una existencia posterior, la aceptación del final, la literatura y el arte como sustento necesario para sobrellevar la existencia...
Y todo esto envuelto en un lenguaje preciosista lleno de colorido con llamadas a la naturaleza en forma de flores, pájaros, insectos que rodean esas casas casi de papel donde los personajes de estos cinco relatos viven, trabajan, se aman...
«Haruko y yo estamos descansando en la sala, tomando un té caliente. Todas las puertas corredizas se hallan abiertas. En el jardín, los chicos saltan a la cuerda. El sol ilumina el terreno. Nuestra vieja gata se pasea y se detiene frente a una cerca. Se lame su pelaje tricolor concienzudamente. Se despereza. Yo también. Es como una reacción en cadena. Me tumbo sobre los tatamis.»
«"Akizu no toname no gotoku ni aru kana", es decir: "La región tiene la forma de dos libélulas apareadas". Akizu o Akizu-shima, la antigua palabra para tonbo, que significa también Yamato, Japón. Desde la época de Heian se lo llama asimismo Akitsu.»
El texto citado arriba, una antigua leyenda sobre el emperador Jinmu, aclara a las mil maravillas la exquisita portada que la editorial Lumen le ha dedicado a la novela. Ya sólo por una portada tan hermosa y delicada merecería la pena tomar este libro en las manos; pero la belleza exterior no es nada comparable con la que se encuentra contenida en su interior.
También destacaría el modo como Aki Shimazaki construye esta novela a base, como ya he dicho, de cinco historias en apariencia independientes pero teniendo entre ellas muchos nexos de unión. Pero no sólo es esto, sino que dentro de las narraciones principales de cada capítulo crecen otras -diríamos utilizando fraseología muy cervantina- historias intercaladas. Estas nuevas historias encastradas en otras más amplias sirven para enlazar, aclarar y perfilar debidamente elementos, anécdotas o personajes tangencialmente tocados en aquellas. Es lo que sucede con todo lo relativo a Banzo Toda, padre de Tsuyoshi Toda, y la finalización o no de su cautiverio siberiano, siempre en el aire desde el segundo capítulo y sólo aclarada definitivamente en el último. También es importante la historia de Kiro Jano, el alumno del padre de Nobu, causante indirecto de la desaparición de este último.
Cada una de estas historias intercaladas podrían ser por sí mismas el germen de narraciones más amplias. Aki Shimazaki incluye en ellas gérmenes, vetas, que podrían ser estiradas para construir narraciones más extensas. Las posibilidades que la novela de esta japonesa radicada en Canadá son inmensas. Leyendo El corazón de Yamato la mente no hace más que abrirse a nuevos horizontes, a cual más atractivo, a cual más sugerente. Una de estas sugerencias radica en los paralelismos que van apareciendo entre unas y otras narraciones de ficción e incluso entre algunas de estas y la propia realidad. Así la peripecia y condición del marido de Yuko establece un claro paralelismo con la peripecia y condición que en la realidad vivió el novelista japonés Yukio Mishima. Del mismo modo el suicidio del padre de Kiro Jano es paralelo al del autor de Indigno de ser humano.«¡Su padre se suicidó con su amante! Se arrojaron al Yamato. Como el famoso escritor que escribió Indigno de ser humano».
El tiempo en la novela avanza y retrocede según que los capítulos los narran unos u otros personajes, cada uno enfocando lo vivido desde su personal punto de vista, como es natural. Si contamos la peripecia del general Toda en el gulag siberiano y su desaparición a partir de 1948, narrada por su hijo Tsuyoshi Toda mientras cuida de su madre enferma de alzheimer, la cual desde el final de la guerra espera, fiel, el regreso de su marido, el tiempo cronológico que se abarca en El corazón de Yamato es el de la segunda mitad del siglo XX penetrando 4 años en el actual.
Los cinco capítulos -verdaderas novelas cortas o cuentos largos cada uno de ellos- que conforman la novela que he leído aparecieron publicadas en Montreal (Canadá) en los años siguientes: Mitsuba en 2006, Zakuro en 2008, Tonbo en 2010, Tsukushi en 2012, y Yamabuki en 2013 formando parte ya este capítulo de la novela completa con el nombre de El corazón de Yamato.
«Vuelvo a pensar en esa leyenda del emperador Jinmu. Yamato es el corazón de la historia de Japón»
_
_______________________
Con esta novela cumplimento una letra más en el Reto Autores de la A a la Z y es la segunda lectura que realizo en el Reto Serendipia recomienda 2024.
16 may 2024
La niña del sombrero azul. Novela de Ana Lena Rivera
« —Valen, querida, mira que dicen que las mujeres encintas se vuelven más torpes y atolondradas, pero tú estás en todo. Mis padres estarían muy orgullosos de verme casado contigo —dijo a modo de piropo. Valentina sonrió, aunque en su fuero interno se sintió molesta por la condescendencia con la que acababa de tratarla su marido. "Lástima no haber nacido varón, les habría dado sopas con hondas a Goyo, a mis hermanos y a todos los que se me hubieran puesto por delante", se dijo.»
La niña del sombrero azul es la última novela publicada por Ana Lena Rivera, concretamente apareció en febrero de este 2024. Es una novela que pese a su extensión, 660 páginas, se lee fácil, con agrado y resulta muy entretenida.
Tras haber leído y reseñado en este blog Las herederas de la Singer, novela que me gustó mucho y que representó para Ana Lena Rivera un cambio de género novelístico respecto de la serie de la inspectora Gracia San Sebastián (del primer título de la serie, Lo que callan los muertos, tengo hecha reseña), el estilo presente en La niña del sombrero azul me ha resultado más que reconocible tanto por los asuntos que toca cuanto por la forma de presentarlos. Como en el libro que le precede, en éste las protagonistas son las mujeres. Unas mujeres luchadoras, que no se arredran ante las dificultades que, en forma de prohibiciones legales, sociales o maritales, se les imponen.
- Manuela Baizán. Es hija de una familia pobre asturiana cuyos padres al ver que no sirve para labores del campo y haber despuntado en la escuela la ponen a servir para tener así una boca menos que alimentar. El azar hace que caiga en la casa de los marqueses de Almayor, de origen asturiano que viven en Madrid y veranean en Gijón. Saldrá de la casa para casarse con Elías, trabajador de una sombrerería y sindicalista que tomará decisiones que ella no comparte como la de enviar a Telva, hija de ambos, a Rusia cuando estalla la Guerra Civil. Esta pérdida siempre acompañará a Manuela y le hará sufrir lo que no está escrito. Con el tiempo Manuela, ilocalizable Elías, tras la guerra casará con un hombre chapado a la antigua, Juan Gregorio Covián, que sin embargo sí que está enamorado de ella y no como Elías que sólo sentía por ella pulsión sexual.
- Alexandra Catarina Solís de Almayor. Hija de los señores de la casa donde sirve. Tiene la misma edad que Manuela y hacen muy buenas migas. Alexandra tiene ideas progresistas respecto a la mujer y está en la línea del pensamiento de Clara Campoamor. Cree que la educación sirve para eliminar las fronteras de clase y con Manuela quiere experimentarlo. Por ello la trata como a una igual, la educa en los gustos de la alta sociedad, la lleva a reuniones con sus amigas Valentina y Amelia. y sus amigos Alonso, Juan Gregorio.
- Juan Gregorio Covián. Sobrino pobre de un canónigo de la catedral de Oviedo que le ayuda económicamente en sus estudios pretende subir de estatus merced a un buen casamiento. En el círculo de Alexandra y sus amigas junto con su amigo Alonso descubre a Manuela de la que se enamora perdidamente. Sin embargo al saber que es la doncella de Alexandra se comporta mal con ella y viene a despreciarla. A lo largo del relato evoluciona y tras varias vicisitudes se unirán ambos y él poco a poco irá abandonando sus casposas ideas respecto a la mujer y su adhesión al Régimen franquista.
- Telva Sofia Fernández. Es la hija de Manuela y de Elías. A los cinco años su padre la coloca en un barco con destino a la URSS para que niños como ella escaparan de los estragos y horrores de la Guerra Civil. Es la que da título al libro pues su madre cuando se despidió de ella le confeccionó un sombrero azul. En el barco conoce a otro niño, Manolo, algo mayor que ella con el que establecerá una relación de casi hermanos. Será ingeniera en la URSS donde trabajará y se realizará profesionalmente; sin embargo, vuelta a España encontrará muchas dificultades de desarrollo personal.
- Gorio Covián Baizán. Es el hijo que tuvieron Manuela y Juan Gregorio. A pesar de tener muchos años menos que Telva se llevará muy bien con su hermana. Es muy inteligente y seguirá los pasos en el mundo del Derecho marcados por su padre. Llegará a ser magistrado de la Audiencia Nacional. Esconde un secreto personal que a punto está de echar por tierra toda su carrera profesional.
- Otro buen número de personajes femeninos además de los citados hasta aquí, conforman el espacio de afectos y relaciones donde se mueve Manuela. Son muchas las mujeres que pululan a su alrededor: Claudina (introductora de Manuela en casa de los Armayor), las amigas de Alexandra: Valentina Cifuentes (primera mujer de Juan Gregorio) y Amelia Noval (casará con Alonso, amigo de Juan Gregorio), Octavia (la hija que tuvo Telva con un muchacho cubano), doña Enriqueta (esposa de Juan Ramiro Cifuentes y madre de Valentina), etc.
«En Montmartre se sentaron en una terraza a descansar, aprovechando que llevaba toda la mañana sin llover, y les llamó la atención una joven que le daba el pecho a su bebé sentada en una de las mesas del café.
—¡Vaya!¿Has visto eso? A tu izquierda, dos mesas más allá, no mires —le dijo Manuela a Alexandra apretándole el brazo.
—¿La chica con la teta fuera? Sí, ¡qué desagradable!
—A mí no me desagrada, es algo natural, pero sí es verdad que es muy atrevido. ¿Te imaginas algo así en Oviedo o en Gijón?»
«El conductor que la atropelló venía de tomar unos vinos con sus compañeros de trabajo, como tenían por costumbre hacer dos o tres veces por semana antes de volver a casa; así daban tiempo a sus mujeres para prepararles la cena después de bañar y acostar a los niños. Dio una tasa de alcohol en sangre de 0,75, por debajo del límite legal de 0,8 que dictaba la DGT. Aunque lo hubiera superado, no era delito tipificado en el Código Penal.»
- «Nos acostumbramos a vivir de una manera y seguimos haciendo lo mismo día tras día, aunque el mundo que nos rodea sea totalmente diferente. Nos resistimos a cambiar, por eso los viejos nos quedamos obsoletos. Si no muriéramos, el mundo no avanzaría.»
- «La gente de mi círculo es capaz de pagar lo que sea con tal de sentirse superiores al resto ya que muchas lo único que tienen es dinero. Conozco bien a esa clase de personas, cuanto más inseguras se sienten de sí mismas, más necesitan esas muestras de poder. Los hombres utilizan los negocios y la política, pero las mujeres, como tienen vedado el acceso a esas disciplinas, demuestran al mundo su estatus con su apariencia.»
- «Lamento muchas cosas en la vida, querido Alonso, pero una de las más grandes es haber permitido que la política rompiera nuestra amistad. Hice mía una guerra que era de otros y tardé muchos años en darme cuenta de que a esos otros no les importaba yo, sólo ellos mismos. Fui un imbécil. Espero que puedas perdonarme.»
- «-Yo soy viuda, pero usted está casado.
-Eso es diferente. La ley es acorde a la naturaleza humana. Yo soy hombre y, como tal, el adulterio no tiene gravedad alguna.»
9 may 2024
Paul Auster. Un recordatorio
(La especie de reseña que viene a continuación la realicé en 2008 nada más finalizada su lectura. La mantengo tal cual. En ese año aún no había abierto este blog y no me inquietaba nada revelar más de la cuenta en mis escritos. AVISO, pues, a los lectores de que las líneas que vienen a continuación pueden incurrir en spoiler. Procuraré evitarlo ocultando las frases que así me lo parezcan. Gracias. Quienes deseen leer lo que está oculto basta con que pasen el cursor seleccionando esas frases)
El libro, aparecido en 2006 y recibido como regalo en las Navidades de 2007, me ha parecido un auténtico ‘regalo’ para ser
leído. Francamente, me ha gustado mucho. Es de las veces, no muy frecuentes por
cierto, en que una novela te atrapa y te engancha.
Asunto: Nathan Glass, de 60 años, divorciado de su mujer y padre de Rachel de quien lleva una temporada algo distanciado, tras una vida como vendedor de seguros, llega a Brooklyn donde nació, para instalarse y pasar los años -o el tiempo que le quede- después del cáncer de pulmón que se le diagnosticó, del que fue operado y sometido a la quimioterapia correspondiente.
Así, a simple vista, parece que el tono de la historia va a resultar dramático, feo, gris. Pero, nada de eso. Nathan un día, por casualidad, reencuentra a su sobrino Tom Woods, hijo de su hermana June recientemente fallecida, al que recordaba como chico inteligente y con unas perspectivas envidiables. Sin embargo se topa con un treintañero abandonado –está bastante gordo- que ha salido adelante con empleos esporádicos (ha trabajado como taxista) y que ahora está en la librería Brightman’s Attic. Esta librería pertenece a Harry Brightman, un homosexual muy interesado por la cultura que cuando conoció a Tom quedó encantado con él por su cultura y conocimientos; aunque pretendió tener relaciones con él, cuando Tom se negó él aceptó su postura y le ofreció trabajo. En esta librería también trabaja Rufus Sprague, un chico jamaicano que es el querido de Harry .
Estas dos relaciones, la del sobrino y la del librero, le sirven a Auster para introducirnos en un mundo de personajes que debidamente llevados ocuparán el resto de la novela. Así, por Tom sabemos de su hermana Aurora, que ha deambulado por terrenos más que peligrosos durante su juventud (drogas, prostitución, etc.), pero que ahora parece haberse tranquilizado. Este hilo abrirá el relato al personaje de Lucy, la hija de 9 años de Aurora que un día sin previo aviso se presenta en casa de Tom enviada por su hermana desde no se sabe donde porque Lucy dice que no puede hablar al haberle prometido a su madre guardar silencio. Por este motivo, Tom y Nathan deciden llevar la niña a Vermont donde vive Pamela, hermanastra de Tom que vive en el campo lo que ambos –tío y sobrino- consideran muy apropiado para la niña. Pero Lucy es un diablillo que no quiere esa solución y, en secreto, ocasionará un percance en el automóvil de Nathan durante el viaje desde New York a Burlington (Vermont); por ese motivo (la niña echó 40 latas de coca cola en el depósito de gasolina del vehículo) deberán quedarse unos días en Brattleboro donde en un taller les repararán el auto. Mientras aguardan se alojarán en una casa rural –diríamos aquí- que no se inauguró en su momento al haber fallecido repentinamente la mujer del dueño de la misma de apellido Chownder. A través de este personaje conoceremos a su hija, Honey, que, buena cocinera como es, se trasladará a la casa rural para atender a los huéspedes y así ayudar a su padre. Consecuencia: Tom y ella se enamorarán, y tras una serie de indecisiones se casarán, lo que provocará que el viaje a Burlington se frustre y Lucy comience a vivir con la joven pareja, decisión que satisfará a todos.
De esta línea, la de
Tom, ya sólo resta hablar de la madre de Lucy y sus problemas con su marido David Minor. Este es un seguidor de la
iglesia del Templo del verbo divino
fundada por el reverendo Bub,
personaje engañabobos que sólo busca su provecho personal y que incluso llegará
a solicitar servicios sexuales de Aurora para permitir que Lucy no siga al pie
de la letra los absurdos postulados de esta iglesia. Es por esto que Aurora
decide sacar a su hija de ese ambiente de secta en el que su marido los tiene
confinados. Y aunque ella quiere también escapar no podrá hacerlo al estar vigilada
estrechamente por Minor. Sólo logrará salir cuando su tío Nathan la localice y
acuda a su domicilio a llevársela ante los sorprendidos ojos de David Minor.
La otra línea de desarrollo argumental viene dada por la biografía de Harry Brightman, quien antes de montar la librería tuvo amistades y actividades no muy recomendables que le llevaron a la cárcel. El motivo fue la falsificación de obras de maestros de la pintura que su novio Gordon Dryer realizaba y que él comercializaba hasta que todo fue descubierto. Años más tarde, cuando ya estamos inmersos en la historia antes descrita, este Dryer y su amigo Trumbell le proponen a Harry otro ‘fastuoso’ negocio de falsificación que les hará millonarios. Se trataba de falsificar el manuscrito inexistente de Hawtorne, La letra escarlata. Harry, crédulo como era, acepta a pesar de las advertencias de Nathan. Pero todo no es más que una extorsión, que ocasionará la muerte por infarto de Harry, quien en su testamento legará la propiedad de la librería y del edificio que la alberga a Rufus y Tom.Como Rufus, que era un travestido por las noches, decide abandonar Brooklyn y Tom y Honey quieren llevar una vida más tranquila y hacerse profesores, todos los bienes de Harry serán vendidos.
El epílogo de la historia viene dado por la evolución de Nathan quien lleva una plácida vida con su amante Joyce Mazucchelli, madre de la BPM (buena y perfecta madre, en palabras de Tom Woods) Nancy Mazucchelli de la que Tom en un tiempo se sintió enamorado y que tras separarse de su marido e irse a vivir a su casa Aurora y su hija Lucy acabará enamorándose de ésta y haciendo vida de lesbianas, algo que a Joyce escandalizará pero que Nathan le ayudará a comprender y transigir.
Nathan sufrirá un amago
de ataque al corazón que piensa le llevará a la muerte. Pero no, sólo fue una
inflamación de esófago y volverá a incorporarse a su casa de Brooklyn para
seguir escribiendo ese Libro de las
locuras de los hombres que empezó en junio del año 2000 cuando llegó allí y
que ahora 40 minutos antes de las 8 de la mañana del 11 de septiembre de 2004
le está haciendo sentirse un hombre pleno, en un mundo feliz y bien hecho, que
él, claro, no sabe que saltará en pedazos dentro de 40 minutos.
-------oooOooo-------
- La primera es la importancia que en todos sus relatos tiene su condición de judío. Aunque no fuera practicante, su educación familiar es visible en sus novelas en las que las festividades y protocolos culturales de actuación de esa comunidad religiosa aparecen con frecuencia.
- En segundo lugar la manera que tiene de ir haciendo aparecer a los distintos personajes es muy reconocible en su estilo; surgen éstos de manera natural, fruto de las meras relaciones humanas, del propio discurrir de la vida. El azar, la casualidad, siempre tiene mucha importancia aquí.
- Mucho más propio de su estilo es la propia construcción de sus historias, que discurren con abundantes vueltas hacia atrás, anticipaciones y resúmenes que poco a poco, fragmentariamente, van dando forma al todo que es la narración.
- El cosmopolitismo neoyorquino y de otras ciudades -entre ellas algunas europeas como París o Londres- es seña identitaria de su escritura; esta identidad cosmopolita es característica que reconozco en otros muchos autores norteamericanos como Philip Roth, Richard Ford, Kurt Vonnegut, James Salter, Lucia Berlin, Dominick Dunne, Siri Hustvedt, Jonathan Franzen y tantos otros más, que me hacen distinguir con claridad su manera de escribir de la de autores de otras nacionalidades.
- Historias muy urbanas de personajes inmersos o relacionados con el mundo de la cultura, especialmente de la literaria: periodistas, profesores, críticos, traductores, libreros...
- Mezcla de géneros y ruptura de los límites en los que se encuadran éstos.
- Presencia frecuente de la metaliteratura en sus libros. En A salto de mata es total, claro.
- Magnífico dominio de todos los estilos narrativos con especial manejo del indirecto libre con el que consigue dotar a muchas de sus historias de esa atmósfera imaginativa, metafísica o evanescente tan característica en él.
- Cierto suspense y sensación kafkiana presente en buen número de sus historias que contribuyen a la creación de esa atmósfera metafísica o evanescente antes citada.
- Importancia capital en sus libros -no sólo en los de no ficción- del autobiografismo. Pedir cuentas a familiares por unos u otros personajes -a los padres, sobre todo- es asunto frecuente en no pocas de sus novelas.
- Etc.