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24 sept 2015

Donna Tartt: "El jilguero"

8 comentarios:
A veces, muchas veces, los árboles no dejan ver el bosque, o el ruido ambiente no permite escuchar la melodía. Quiero decir con esto que emprendí la lectura de "El jilguero" de la norteamericana Donna Tartt con bastante temor. Miedo por su excesivo tamaño  (1152 págs.) pero sobre todo por el espectacular lanzamiento mediático que tuvo y su presencia semana tras semana en los primeros puestos de las listas de libros más vendidos. ¡Uf, decía para mis adentros, otro infumable best seller! Pero no, no hay tal: best seller, sí; pero fumable, muy fumable. La novela, como ya avancé aquí hace unas semanas, me ha gustado. Y este es el momento en que intentaré decir por qué.

Donna Tartt, best seller, pintura flamenca
(Foto tomada del blog "Novela y otras historias" de Mineapolis)
Sinopsis
Theodor Decker, un adolescente de 13 años, sobrevive a un atentado terrorista perpetrado por un grupo de ultraderecha en el neoyorquino Metropolitan Museum of Art. En este atentado muere su madre, Audrey, con quien convivía. En medio del caos, Walty, un anciano misterioso que está a punto de morir insta a Theo a huir con El jilguero, lienzo de delicadísima factura realizado en 1654 por el pintor holandés Carel Fabritius. A partir de este instante y durante 14 años asistimos al trayecto vital de este chico siempre acompañado por el cuadro de Fabritius que marcará no pocas de sus acciones

La Estructura
El asunto anterior lo distribuye Donna Tartt (Greenwood, Misisipi, 1963) en cinco partes bien cohesionadas entre sí pero con entidad suficiente cada una de novelas cortas. La misma autora en entrevista concedida al programa 'Página 2' de RTVE decía que en realidad su novela contenía tres novelas al menos. Esas tres novelas bien podrían corresponderse con tres temas:  La adolescencia (partes I y II), La Culpa (parte III), y La importancia del Arte (partes IV y V)

A) La ADOLESCENCIA
I.-) El adolescente abandonado en una sociedad bien organizada: Ante la no localización de familiares, los Servicios Sociales le buscan acomodo temporal en la rica familia de su compañero de clase Andy Barbour, los profesores se preocupan por él, la psicóloga escolar intenta que asuma su condición... Finaliza esta parte con la aparición del padre que se encargará de él.

II.-) El adolescente se asoma al mundo. Theo vive en Las Vegas con Larry, su padre, y Xandra, la novia de éste. Conoce a Boris que será su mayor amigo; con él se inicia en el alcóhol, las drogas, hace pellas... También en esta parte conocerá otros vicios a través de otros como los que llenan la vida de su padre y de Xandra. Finaliza esta parte con un viaje espectacular en los famosos Buses Greyhound desde el desierto de Nevada hasta la ciudad de Nueva York.

B) La CULPA
III.-) El sentimiento de culpa. En Nueva York Theo se instala con el anticuario Hobie a quien ya visitó en la primera parte por recomendación del fallecido Walty, el anciano que conoció en el atentado del museo. La joven Pippa que vive con Hobie marchará a estudiar. Theo decide asentar algo la cabeza y preparará el curso para ingresar en la universidad. Noticias sobre antiguas pretensiones del padre y sobre ladrones de cuadros famosos crean en él un fuerte sentimiento de culpa y de temor.

C) El ARTE
IV.-) La importancia del azar en la vida.  Han pasado ocho años y Theo se ha dedicado a sacar adelante el negocio del anticuario Hobie. En sus compras y ventas no siempre todo es regular y esto le creará ciertos conflictos que suele solucionar sin mayores problemas. Le acaecen una serie de sucesos azarosos: alguien sabe que esconde el cuadro de Fabritius y le presiona por ello; encuentra por azar a los Barbour de la primera parte y se echa de novia a Kitsey, hermana de su antiguo amigo Andy, con la que proyecta contraer matrimonio; se reencuentra con Boris cuando buscaba pillar algo de droga en los antros neoyorquinos; y por último Pippa regresa a casa de Hobie al estar de paso en Nueva York.

V.-) La necesidad del arte.  La mayor parte de este quinto corte de la historia transcurre en Amsterdam donde Theo conocerá en vivo los bajos fondos y vivirá una auténtica caída a los infiernos. En ésta un Theo adulto de 27 años que ha finalizado un peligroso periplo vital se hace una serie de reflexiones. De éstas la que más me ha llegado es la de la indefinición de confines que existe entre lo 'bueno' y lo 'malo', cómo "no escogemos ser las personas que somos" (pág. 1070), cómo en ocasiones somos "un yo que no quieres. Unos sentimientos que no puedes evitar" (pág. 1071). También tienen un interés altísimo las consideraciones que tanto Theo como Hobie hacen a propósito del papel del arte en la vida de los hombres, de la necesidad del arte en nuestra vida:
"En nuestro agonizar, mientras nos levantamos de lo orgánico y nos hundimos de nuevo de manera ignominiosa en lo orgánico, es un honor y un privilegio amar lo que la Muerte no puede alcanzar." pág. 1084)
Junto a estos grandes temas que ahorman cada uno de los cinco apartados que forman la Novela existen un sinfín de motivos o temas no menos importantes que los anteriores: el Amor y la amistad, el nihilismo vital, las drogas y el consumidor de las mismas, la utilidad (¿necesidad?) de la copia artística, las instituciones sociales esenciales para el adolescente: familia, escuela, asistencia social, etc.

Una narración en primera persona
Si algo tiene en común esta novela de aprendizaje con otras semejantes de iniciación, de transición a la vida adulta (por ejemplo "El guardián entre el centeno" de Salinger o "El lamento de Portnoy" de Phlip Roth [esta última reseñada en el blog. Pinchar aquí]), ello es el tono confesional de la misma. Efectivamente todo lo que hemos leído no son más que autoconfesiones por parte de Theo que comenzó a escribir siguiendo los consejos de su profesor de literatura allá en su adolescencia cuando la brusca pérdida de su madre y todo se le venía encima. La escritura en su realización exige reflexión lo que ha sido aprovechado por no pocos terapeutas. Al final de esta escritura Theo dice dos cosas: una, que cree que nunca nadie leerá lo que ha escrito pero por si acaso ahí queda; y dos, que la destinataria auténtica de todo el escrito es Pippa, el amor de su vida, su alma gemela
"Pero, como el lector habrá deducido (si algún día hay un lector)," [...]  "He escrito todo esto, curiosamente, con la idea de que Pippa lo lea algún día, lo que, por supuesto, no ocurrirá." [pág. 1073]
 La narración en 1º persona avanza de manera lineal con una duración temporal de unos 14 años aproximadamente desde la pérdida de la madre a los 13 hasta la superación de sus inseguridades adolescentes, totalmente vencidas tras las duras experiencias vividas que relata la novela. Al final nos encontramos con un hombre adulto hecho y derecho que camina con plena seguridad por un mundo que antes veía siempre hostil.

Los personajes
 Son fundamentalmente masculinos (Boris, Hobie, Theo, Andy, Platt, Welty, Horst, Larry –el padre de Theo-, etc) más que femeninos (Audrey -la madre de Theo-, Xandra –la amante de Larry-, Pippa, Kitsey, Ulrika -la hermana de Horst-, Margaret Blackwell Pierce -la medio hermana de Welty-,  etc.). No todos los personajes alcanzan el mismo nivel de deinición, habiendo unos mejor perfilados que otros. De entre los masculinos destacaría a Boris, Hobie, Larry y Théo; de entre los femeninos sobresalen por encima de los demás la madre de Theo, Audrey, pese a su escasa presencia directa en el texto, también Pippa y desde luego quizás sea la señora Barbour la que tenga una personalidad más clara.

En mi opinión los personajes pertenecientes al ámbito delincuencial de Boris que aparecen en la quinta parte (Martin, Vitia, 'Shirley Temple', GiuriSascha, Lucien Reeve y otros) los despacha la autora con dos brochazos rápidos lo que hace que su personalidad y las relaciones entre ellos apenas queden esbozadas. Del mismo modo algunos vínculos afectivos entre personajes son difusos. Por ejemplo la llegada de Pippa a casa de Welty o la relación de Kitsey con Tom Temple, el compañero de colegio de ambos.

La Cultura como referente y elemento constructivo
Estamos ante una novela muy bien escrita (la manera que tiene la autora de presentar el duermevela de Theo en el hotel de Amsterdam ocasionado por la enfermedad y las drogas es fantástico) en la que junto al amplio abanico de personajes antes señalado y la presentación de la historia en 1ª persona se cuelan de manera muy natural una gran multitud y variedad de elementos culturalistas pertenecientes al mundo de la pintura, la literatura, el cine y la música.

  • De la pintura
Metropolitan art museum, Van der Weiden, Nueva York, pintura holandesa
En cierta manera la pintura da las claves de este relato. Que el título del libro provenga de la pintura del pintor flamenco Corel Fabritius, perteneciente a la llamada escuela de Vermeer no es casual. Las pinturas ovaladas flamencas que muestran una gran información en una pequeña tabla están en la base de descripciones como la que hace de la familia Barbour que acoge al huérfano Decker:
"En el ojo de buey con espejo que había encima de la cabeza de la señora Barbour veía toda la escena reproducida a una extraña escala en miniatura: los jarrones chinos, la bandeja de café, los asistentes sociales con aire incómodo..." (pág. 105)
La pasión por la pintura está presente en no pocos de los personajes de la novela, tanto en el protagonista y su inseparable "El jilguero" cuanto en la señora Barbour y su atracción por los pintores estadounidenses en su mayoría del XIX y primera parte del XX
 "solía encontrarte en el pasillo mirando los cuadros. Siempre ibas derecho a los mejores. El paisaje de Frederick Church, mi Raphaelle Peale, mi Fitz Henry Lane o el John Singleton Copley..., ¿sabes cuál digo? El retrato ovalado de la chica del gorro, óleo sobre cobre." (pág. 623)
Pero también, y como no podía ser de otra manera tratándose de una narración que nace con el robo de un cuadro, los ladrones y falsificadores de cuadros son grandes conocedores y admiradores de este mundo artístico. Así Horst tiene en su poder originales difíciles de distinguir unos de otros, lo que demuestra su gran conocimiento
   —¿Van Goyen? Habría jurado que era un Corot.
   —Desde aquí, puede. —Se quedó satisfecho con la comparación—. Son pintores muy parecidos..., el mismo Vincent lo comentó en esa carta..., ¿la conoces? «El Corot de los holandeses.»
(pág. 817)
Pero para mí lo esencial es ver que a Donna Tartt el mundo de la pintura le sirve fundamentalmente para exponer uno de los temas importantes de esta novela, el de la utilidad e incluso necesidad de la copia artística y el significado múltiple que tiene este arte
"Ya sabes lo que dijo Picasso: «Los buenos artistas copian, los grandes roban»." (pág. 1062)
"Tu sueño, el sueño de Welty, el sueño de Vermeer. Tú ves un cuadro, yo veo otro, el libro de arte lo pone a cierta distancia, la mujer que compora la postal en la tienda de regalos del museo ve algo totalmente diferente" (pág. 1066)

  •  De la literatura
Las referencias literarias a autores, obras o personajes son abundantes en el relato. Quizás esto podría llevarnos a pensar que la autora no busca el aplauso del público y el éxito de ventas a través de una escritura exenta de referencias cultas o nada complicadas que son en esencia las características del best seller. Pero si miramos con algo de detenimiento estas alusiones, se puede observar que en su mayor parte son sencillas y conocidas por la gran mayoría de los seguidores de la autora: los lectores norteamericanos. Así los autores y obras citados son, salvo en el caso de dos nombres universales: Proust y Schiller,  anglófonos: Shakespeare, Yeats, Coleridge, Dickens, Conan Doyle;  y en el 90% de las ocasiones norteamericanos: Washington Irving, Edgar Allan PoeHenry David Thoreau, Walt Whitman, Henry JamesT. H. White, TolkienH. G. WellsGraham Greene.

Otro tanto ocurre con los títulos que va desgranando a lo largo de las 1152 páginas que tiene la novela, todos ellos muy conocidos para el americano medio de una cultura también media o standar: "Las uvas de la ira" de Steinbeck, "La casa de los siete tejados" de Nathaniel Hawthorne, "El puente de Brooklyn" de Hart Crane, "Franny y Zooey" de Salinger; aunque también hay otros títulos mucho más populares como "Amantes y jugadores" de Jackie Collins. Como se ve una de cal y otra de arena.

Para mí el máximo interés de todas estas referencias literarias radica fundamentalmente en que sirven en gran medida para caracterizar a algunos de los personajes. Así Boris, el chico ruso del que Theo se hace amigo lee con ganas "El idiota" de Fiodor Dostoievsky, la madre de Theo que debía arrostrar en solitario la educación de Theo ante la huida del padre leía "Jane y Prudence" de Barbara Pym y Théo cuando por fin decide abandonar Las Vegas y con ello dejar atrás un largo período durante el que ha estado como dormido y ausente de todo se compara con Rip van Winkle, personaje del cuento homónimo de Washington Irving.

Pero sin duda hay dos referencias literarias que dan claves muy importantes para entender la novela:
Una es la que se hace a Macbeth de Shakespeare, una mención a la que el lector sólo podrá dar su auténtico valor cuando esté cerca de finalizar la novela
"En otoño habíamos leído Macbeth en la clase de lengua y literatura, pero solo ahora empezaba a entender por qué lady Macbeth no había logrado limpiarse la sangre de las manos, por qué seguía allí después de que se las hubiera lavado." (pág. 150)
La otra es la referencia que hace Boris al príncipe Mishkin de la novela "El idiota" de Dostoievsky. Esta alusión a este personaje le sirve a Boris para identificarse con él y a los lectores para entender uno de los grandes mensajes del relato:
"No siempre se saca el bien de las buenas obras ni el mal de las malas obras. Ni siquiera los sabios y los buenos pueden ver la finalidad de todas sus acciones. ¡Qué idea más aterradora! ¿Te acuerdas del príncipe Mishkin de "El idiota"?Mishkin era amable, quería a todo el mundo, era tierno, siempre perdonaba y nunca hacía nada malo, pero confió en quien no debía, se equivocó en todas sus decisiones e hizo daño a todos lo que tenía alrededor. Es un mensaje muy oscuro el de este libro." (pág. 1048)

  • Del cine
Truman Capote, Blake Edwards, El jilguero
Al igual que la literatura forma parte del sustrato de la novela, también el Cine es utilizado por la autora como material con el que construir el relato. Los dos personajes protagonistas, Boris y Theo, cuando adolescentes, pasan tardes enteras visionando películas de todos los tiempos, aunque sienten predilección por las de terror ("La noche de los muertos vivientes") y de ciencia ficción ("La guerra de las galaxias"), y también por aquellas que tienen como marco la ciudad de Nueva York donde transcurre gran parte de la narración y a la que la autora rinde en la novela un claro homenaje ("Desayuno en Tiffany’s" de Blake Edwards adaptación de la novela de Capote del mismo título).

A partir de ciertas películas y relacionando esos títulos con otros de obras literarias  Donna Tartt hace un auténtico homenaje a Nueva York que así se convierte, casi casi, en personaje del relato
"Upper Park es de los pocos lugares donde todavía puedes ver cómo era la ciudad en la década de mil ochocientos noventa. También en Gramercy Park y en una parte del Village. Aun así, cuando llegué por primera vez a Nueva York pensaba que este era el barrio de Edith Wharton, Franny y Zooey y Desayuno en Tiffany’s, todo en uno.  —Franny y Zooey transcurre en el West Side." (pág. 21)
Recuerdo que hablamos de Fairfield Porter..., acababa de exponer en Nueva York, y luego pasamos a hablar de Frank O’Hara y Lana Turner, y de en qué año habían cerrado por fin el viejo restaurante Horn and Hardart, conocido como el Automat." (pág. 444)

  • De la Música
En el post anticipado que hice de esta novela y que titulé El canto de "El jilguero" dejé constancia de la importancia que la música tiene en ella. Al igual que sucede con la literatura o el cine la escritora se sirve del gusto musical de los personajes para mostrar su personalidad, su mundo interior. Así mientras que a Pippa le encanta Arvo Pärt, compositor del minimalismo sacro estonio (¡casi nada!) a Boris lo que le agrada es la música heavy de Nirvana, a la fallecida y culta madre de Theo los cantantes y músicos de blues y jazz como Magnetic Fields, Mazzy Star, Nico, u Oscar Peterson,  Larry y Xandra se pirran por Pat Benatar o Radiohead, y Theo, según el momento vital por el que esté pasando, escucha al alcohólico y drogadicto muerto de una autoinflingida puñalada Elliott Smith; o si está consciente y en sus cabales prefiere la música que le lleva de nuevo a la placidez de su hogar cuando, niño aún, era feliz al lado de su madre escuchando temas navideños como «Tannenbaum» de Vince Guaraldi o «Greensleeves» de Coltrane y si no a Thelonious Monk o la Velvet Underground que a la ex-modelo y trabajadora en una galeria de arte que era Audrey le encantaban.
Como se ve en esta clasificación de los personajes por sus gustos musicales se detecta cierto esquematismo reduccionista, algo que suele ser ingrediente habitual de los best sellers. Y "El jilguero", no lo olvidemos, lo es.

Los temas musicales que se van desgranando a lo largo de todo el relato pertenecen esencialmente a las décadas de los 70, 80 y 90 del pasado siglo. Como ya dije en el post "El canto de 'El jilguero'" he hecho una selección de 30 temas de los muchos citados en el texto y los he colocado en la página Música que me gusta escuchar de este blog. Es una playlist hecha por mí en Spotify en la que como digo en ese post se pueden escuchar
numerosos temas musicales que aparecen citados en la narración y que entran a formar parte del peculiar mundo de los personajes que por ella transitan. Son melodías variopintas, en su mayoría pertenecientes a las décadas 70, 80 y 90 del pasado siglo aunque también hay algunas referidas a la música clásica, el jazz y a temas extraídos de películas importantes en la novela. 

Lo mejor
Sin lugar a dudas el ritmo que da la autora a tan extensa narración que hace que no se haga pesada. También el perfecto equilibrio habido en la estructura temática situando uno de los temas principales, si no el principal, en el centro justo del relato con dos equilibrios, uno hacia el principio (el sentimiento de culpa por la muerte de la madre), y otro hacia el final (el sentimiento de culpa por lo acaecido a su padre).
También dentro de lo mejor de la novela están las descripciones del estado mental y de descontrol psíquico en que un individuo penetra cuando está bajo los efectos de drogas fuertes: los sueños, alucinaciones y paranoias por donde su cerebro discurre están, para mí, entre lo mejor del escrito.

Lo peor
Para mí lo peor es la farragosidad en que incurre la novela en la quinta parte precisamente cuando más acción hay en ella y más personajes intervienen, pero también donde menos claras quedan las relaciones e implicaciones de unos con otros. Diríase, paradójicamente, que cuando la autora deja de lado el estilo reflexivo y algo moroso, la historia se pierde en un mar de cabos sueltos o sólo prendidos con tenues alfileres.



Para finalizar
Durante su lectura, y tras ella, "El jilguero" de Donna Tartt me ha recordado reiteradamente "La verdad sobre el caso Harry Quebert" de Jöel Dicker que en su día ya reseñé (ver aquí) por seguir ambos relatos las pautas necesarias para convertirse en best-sellers sin perder por ello calidad.

¿Estáis de acuerdo con esta última afirmación? ¿Conocéis otras novelas que sean de calidad y best-sellers al tiempo?

20 sept 2015

La Novela de No-ficción o Nuevo Periodismo

15 comentarios:
En el número de agosto de la revista  "emBLoGrium" apareció, con error tipográfico incluido en el título que aparecía en  portada, un artículo mío con el epígrafe  que encabeza esta entrada. Por si alguien no ha tenido oportunidad de leerlo y le interesase hacerlo lo reproduzco aquí en su totalidad. ¡Espero que os agrade!


Una de las últimas lecturas que he hecho ha sido “Una novela rusa” del francés Emmanuel Carrère [vid. reseña en http://bit.ly/1gjHCOZ]. El experimentado periodista y escritor francés escribe una biografía ficcionalizada que plasma en un relato en el que se entrecruzan varias historias con la peculiaridad de que pese a su aspecto ficticio todas ellas han sido verdad. ¿Estamos ante una novela en el sentido  clásico: “obra literaria que narra una acción fingida en todo o en parte” (wikipedia dixit)?  Si se hace salvedad del término “fingido”, sí, ¿por qué no? Hay que reconocer que cuando quien quiera que sea cuenta hechos vividos por él mismo y los pone negro sobre blanco los elementos de la narración (lugar, tiempo, narrador, personajes y acciones) deben ser tenidos en cuenta por el autor, quien pese a haber sido el protagonista real de las acciones -de todas o de algunas- se ve impelido a distanciarse de las mismas y comportarse igual que si los sucedidos fuesen única y exclusivamente producto de su imaginación. Este tipo de relatos se engloban bajo el rótulo de novelas de No-ficción o Nuevo Periodismo.

El nacimiento de esta tendencia novelística se suele situar en la novela “A sangre fría” (año 1966) de Truman Capote, periodista norteamericano y guionista cinematográfico de éxito que durante los años 1960 y siguientes investiga el tremendo crimen acaecido en Kansas en 1959 de los cuatro miembros de una familia muy querida en dicha localidad. Ese crimen fue realizado sin aparente justificación alguna por dos convictos que se encontraban en libertad provisional. El grado de crueldad con que los asesinos se comportaron con sus víctimas metió el miedo en el cuerpo a toda la sociedad norteamericana.


Truman Capote, "A sangre fría", Novela de No-Ficción, Nuevo Periodismo


Truman Capote escribe su novela para una sociedad por aquel entonces muy sensibilizada ante crímenes que consideraba gratuitos por producirse sobre gentes honestas y muy queridas por todos. Todos los estadounidenses cuando en 1966 aparece “A sangre fría” tienen en su memoria el asesinato en 1963 del presidente John F. Kennedy, así como en 1965 el del líder de la comunidad negra Malcom X; y esto sin contar la oposición a todas las muertes gratuitas que el país llevaba soportando por la guerra de Vietnam iniciada el año 1964.

Capote dinamitó la frontera que hasta ese momento existía entre Ficción (territorio exclusivo de la novela) y Realidad (territorio propio del periodismo). De ahí la denominación de “Nuevo Periodismo” porque en él “realidad” y “ficción” se transforman, y sus  límites se hacen difusos. 
Nació pues así, la novela de no ficción, de la mano de Truman Capote en Estados Unidos, y de Rodolfo Walsh en Argentina. Ambos autores se sirven de los recursos literarios para narrar sucesos reales, basándose en investigaciones periodísticas serias y elaboradas.
Otros representantes de esta corriente fueron los periodistas norteamericanos Tom Wolfe (“La hoguera de las vanidades”), Norman Mailer (“Los ejércitos de la noche {La historia como novela; la Novela como historia}”), Gay Talese (“Honrarás a tu padre” que inspiró la exitosa serie de ‘Los Soprano’)  y Hunter Thompson (“Miedo y asco en Las Vegas”).

Fuera de los Estados Unidos, y siguiendo en el continente americano, el Nuevo Periodismo es la etiqueta que acoge además de a Roberto Walsh (“Operación masacre”) a un auténtico precursor de la corriente en los años 30, Roberto Arlt (“Aguafuertes”) y a autores más próximos a nosotros como Tomás Eloy Martínez (“El vuelo de la reina” o “Purgatorio”, [ambas novelas reseñadas en este blog]), Osvaldo Soriano (“No habrá más pena ni olvido”), Miguel Bonasso (“El presidente que no fue”) o Roberto Bolaño (“La literatura nazi en América”).

En España esta tendencia tiene una muy clara manifestación en la última novela de Antonio Muñoz Molina, “Como la sombra que se va”. Sin llegar a tan exhaustiva investigación como la que realiza el escritor jienense sobre el asesinato de Martin Luther King, escritores como Javier Cercas (“Soldados de Salamina”, “El impostor”), Enrique Vilá Matas (“Aire de Dylan”) o Javier Marías (“Así empieza lo malo” [también reseñada en este blog]) en mayor o menor medida también podrían englobarse dentro de la Novela de No-ficción especialmente por la importancia que en las mismas tiene lo metaficcional, lo puramente biográfico que rompe la divisoria realidad-ficción y por la indagación reflexiva que contienen y que lleva a estas novelas a pugnar por reventar sus límites de género e invadir en no pocas ocasiones el del ensayo.

Gay Talese, "Honrarás a tu padre", "Los Soprano", Mafia

El Cine ha conocido -y conoce- un proceso muy semejante a éste presente en el denominado cine documental con todas las variantes que hoy día tiene el mismo: emocional/testimonial, narrativo, argumental, dramatizado… La misma novela que ha motivado este artículo, "Una novela rusa" de Emmanuel Carrère,  contiene en su interior el proceso de realización de un film documental, “Retorno a Kotelnich”, en este caso un documental que engloba prácticamente todos los tipos anteriores. Realizadores tan reconocidos como Martin Scorsese  (“Shine a light” sobre una gira de los Rolling Stone) o  Michael Moore y su  falso documental sobre los asesinatos del Instituto de secundaria de Columbine ( “Bowling for Columbine”) o Francesc Relea con su documental sobre Serrat y Sabina en su gira artística por el continente americano (“El símbolo y el cuate”) y muchos otros más han cultivado esta tendencia.

Del mismo modo la televisión se sirve de este tipo de narración no ficcionalizada en muchas de las series de gran éxito que hoy llenan sus parrillas. Como ejemplo basta con citar “Los Soprano”, sobre el mundo de la Mafia, inspirada en la obra antes citada de Gay Talese o “Mad men”, creada y producida por Matthew Weiner, sobre el mundo de la publicidad en USA en la década de los sesenta, que, sin serlo, algunos la vienen a considerar la gran novela americana. 

17 sept 2015

"Cabo Trafalgar" de Arturo Pérez Reverte

6 comentarios:
Y esta es la otra novela que he leído sobre la batalla de Trafalgar. Con ésta ya son dos los relatos bélicos que incorporo a este septiembre guerrero promovido por Laky desde su blog "Libros que hay que leer"

Arturo Pérez Reverte, Juan Vallejo, Batalla de Trafalgar

... en conclusión
Creo que lo mejor será decirlo desde el principio y no dejar para el final lo que ya muchos de vosotros (Alguien, Francisco Moroz, Rosa Berrós, etc.) sabíais -y yo intuía- desde hace ya tiempo: Es muchísimo mejor el episodio nacional galdosiano, "Trafalgar", que este encargo (-¡se nota una barbaridad que es obra de encargo por la falta de fe y alegría en lo que cuenta que muestra Pérez Reverte!-) que en 2005 apareció en la editorial Alfaguara.

Comentario ordenado debidamente
He leído Cabo Trafalgar tras finalizar "Trafalgar", primer episodio de la Primera Serie de los "Episodios Nacionales" de Galdós. Mi idea era comparar dos relatos sobre un mismo hecho. Del relato de don Benito ya dejé constancia hace pocos días en este blog (ver reseña aquí); sólo me resta ahora decir algo respecto al de Arturo Pérez Reverte.

La obra de Reverte la he leído con facilidad aunque no con excesiva satisfacción por dos razones: 
La primera es el exceso de datos, de listas de nombres de marineros, de oficios según la distinta dotación de los navíos de 64, 74 o 112 cañones, de documentación cierta y conocimiento marinero que el autor demuestra; y es que no en balde la navegación es tras la escritura una pasión para el novelista. Pero tal prolijidad y exceso informativo hacen que el texto se me haya hecho tedioso por momentos.
La segunda es el registro utilizado por  el autor en las conversaciones y pensamientos de los personajes sobre los que reposa la novela: un registro actual tomado del utilizado por hablantes de nivel medio-bajo del Cádiz contemporáneo. Junto a este registro informal, destaca –y para bien- la terminología propia del mundo marinero y adecuada a los navíos que combatieron en Trafalgar.

Asunto
El 21 de octubre de 1805 a las dos de la tarde las escuadras hispano-francesa y la inglesa comandadas por Villeneuve y Nelson respectivamente se enfrentaron frente a las costas de Cádiz a la altura de Cabo Trafalgar. La contienda se decantó del lado inglés y marcó, como ya dije en la reseña sobre la novela de Galdós, el final definitivo del dominio español de los mares y el comienzo del inglés.

Tiempo y Lugar: 
El lugar ya queda dicho. El tiempo externo también; pero dado el carácter histórico del relato merece fijarse un tanto en él: Época del final del reinado de Carlos IV y del gobierno del desastroso Godoy que embarcó a España en los ominosos Pactos de Familia con el buen propósito de evitar la invasión de España por Napoleón, algo que a la postre no se evitaría.
La duración de la acción es de 3 horas y media aproximadamente, el tiempo que podría tardarse en leer la novela.
            
 Personajes
Salvo los referidos al buque Antilla desde el que se relata todo el combate y que es pura invención del autor, los nombres de los barcos y de los personajes que los gobiernan y desde los que se combate son rigurosamente históricos: Gravina, Churruca, Valdés… 
Los buques Santísima Trinidad, Bucentaire, Intrepide, Neptuno, Formidable, Monarca, San Juan Nepomuceno, San Justo… sufrieron duro castigo por la ineptitud del comandante supremo de la flota aliada, el Comandante Villeneuve que, cobarde, ordenó maniobras erráticas de la flota amén de salir en descubierta fuera del puerto de Cádiz, lo que supuso ofrecer al enemigo facilidades inmensas para que se cebara con todas sus fuerzas en una potente flota que, más que eso, parecía pandilla de delincuentes en guerrilla.

De los personajes ficticios destacan Carlos de la Rocha, comandante del Antilla; Nicolás Marrajo, pícaro gaditano reclutado contra su voluntad en la taberna “La Gitanilla de Cai” (?); del teniente Ricardo Maqua que rendirá la nave a los ingleses; Guardiamarina Falcó, Grandall; piloto Oriqueta… Y tantos otros que como si de uno de los navíos reales se tratara se parten el cobre por algo que sin saberlo en conciencia cabe traducir por la Patria, la Nación, la Independencia…, aún sin ser conscientes de que los gobernantes lo hacen sin consideración por cada uno de estos hombres que pierde la vida por no saben qué en una lucha que tampoco entienden por qué se ha originado.

Estilo
Umbral vs Pérez-Reverte, polémica estilo-asunto, forma y fondoEl mismo Pérez Reverte se ponía la venda antes de la herida cuando en 2005 al poco de salir el relato a la luz y de recibir el mismo alguna crítica poco amable, decía, como si eso sirviera de disculpa, que había hecho la novela por encargo. En mi opinión tal cosa no es disculpa alguna pues los encargos se aceptan o no, y además, buen número de obras de arte han salido de encargos similares. Ya he dicho que el discurso utilizado por narrador y personajes en el relato ha hecho chirriar las cuadernas de este lector porque por muy libre que un narrador sea a la hora de dotar de verbo a sus seres de ficción hay una norma aceptada por todos que es la verosimilitud. ¿Es verosímil que los personajes empleen el lenguaje barriobajero de algunos jóvenes de hoy día? ¿No es llevar el anacronismo, consustancial a los relatos históricos, hasta el extremo? (hay que recordar que en ocasiones el narrador alude a hechos, personas [Rocío Jurado, por ejemplo], creaciones culturales [La Traviata, por ejemplo], etc. que aún no han aparecido en la época). He aquí un ejemplo de desatinado anacronismo:
Y luego pa vengar a su compadre que a estas horas hace compañía a los peces va a tener que calzarse a su novia, la Maripepa, para consolarla, un compadre es un compadre. (p. 233)
Este asunto del estilo  dio lugar en su momento a una polémica entre dos académicos, Umbral (fallecido el año 2007) y el autor mismo. La diatriba suscitó una furibunda reacción de Pérez Reverte por la alusión de Umbral hacia su falta de estilo como novelista. Y lo más gordo fue que la reacción no quedó en las lindes de lo literario sino que, como suele ocurrir en la vida real, llegó a atacar el centro mismo de la vida personal de los creadores, al menos eso es lo que Pérez Reverte hizo. La cosa fue dura, de las más duras que se recuerdan por estos pagos. Sin embargo como en el estrambote cervantino, tras mostrarse gallitos ambos, uno de ellos "fuese y no hubo nada", y eso, a pesar de que la cosa -¡literariamente hablando!- era interesante: el proverbial enfrentamiento entre fondo y forma, entre asunto y estilo. [para los que quieran conocer más de esta polémica dejo este enlace].

¿Conocíais esta polémica? ¿Sabéis de otras polémicas actuales semejantes?


          

14 sept 2015

"Trafalgar" de Benito Pérez Galdós

10 comentarios:
 Este relato inaugura la serie I de los Episodios Nacionales. Galdós lo firma en Madrid durante los meses de enero-febrero de 1873. Se trata de una novela histórica.

Nelson, Villeneuve, Gravina, Churruca, Alcalá Galiano
Es la historia de la del 21, que así llamaron los españoles al desastre de Trafalgar. La novela está contada en primera persona por un chico (heredero de los pícaros de nuestro siglo de Oro) de 14 años llamado Gabriel Araceli, que desde los 10 ha salido de la dictadura de un tío suyo para servir al capitán de navío retirado don Alonso Gutiérrez de Cisnierga. Este marino de 70 años vive en Vejer de la Frontera con su mujer Francisca y su hija de sólo ocho meses más que Gabriel, Paquita, de la que Gabrielillo está algo enamoriscado aunque de manera algo infantil, esto es, entre juegos y ternezas (¡Je, je..., se me pega el modo de hablar galdosiano!)

El caso es que don Alonso junto a su amigo, Marcial 'Medio-Hombre', al ver que la armada hispano francesa se dispone a salir a la mar para enfrentarse a la inglesa quiere asistir a este evento que va a reunir a marinos tan avezados como Gravina, Valdés, Alcalá Galiano, Churruca, Álava, Cisneros.., y otros más. Pese a la oposición de Dª Francisca, Alonso y Marcial cual si de la pareja de don Quijote y su Sancho se tratase, salen de madrugada a escondidas de su casa para, con el paje Gabrielillo, dirigirse a Cádiz y ver bien de cerca lo que pueda ocurrir. ¡Y tan de cerca! Van a embarcarse en el mayor de los buques españoles, el Santísima Trinidad, y desde tan privilegiada posición Araceli nos irá refiriendo la marcha de la escuadra en dirección sur hasta que avistan la escuadra inglesa y el comandante francés Villeneuve da la equivocada orden de virar completamente dejando la vanguardia y retaguardia de la flota de la coalición en posición inversa, maniobra que tan mal resultado propició a ésta que por ello fue destruída por Nelson y Collingwood que el 21 de octubre de 1805 envolvieron a los barcos coaligados en fuegos múltiples impidiendo que se auxiliasen unos a otros por la nefasta maniobra del francés.

Aparte del hecho histórico en sí, Pérez Galdós novela (magistralmente, en mi opinión) una acción paralela que sostiene el relato: Es la peripecia de la familia del señor al que sirve Gabriel Araceli. Así vemos cómo Paquita enamorada y prometida de don Rafael Malespina, enrolado en uno de los barcos, sufre con la muerte del mismo, al igual que con la de Marcial ‘Medio-Hombre’; pero como en una novela estamos luego veremos cómo... 
(para no incurrir en spoiler y porque pienso que la lectura del relato bien lo merece no diré nada más sobre el desarrollo de la historia ficticia que complementa el relato histórico) 


 Lo que Galdós quiere dejar claro al final del relato es el abandono sufrido por estos bravos marinos que por patriotismo y obediencia, aunque sabedores del error que el comandante francés cometía, olvidaron las pagas que les debían y combatieron hasta morir. Al incidir don Benito en los personajes que hacen la historia pero no pasan a la Historia sienta las bases de lo que durante la ya cercana Generación del 98 se llamará la Intrahistoria en la que un Miguel de Unamuno, por ejemplo, tanto insistirá. 
Galdós, Pérez Reverte, Batalla de Trafalgar

Inaugura esta batalla una lista de derrotas sucesivas que ornará todo el siglo XIX. La Armada que ya venía muy castigada de acciones anteriores como la del cabo S. Vicente, la de Finisterre, y algún pequeño acierto como el asedio de Tolon, se desmorona y se pierde en gran parte con lo que será difícil, por no decir imposible, mantener las posesiones americanas que se irán perdiendo a lo largo del siglo.

Final.- Estoy leyendo la novela que Pérez Reverte escribió hace ahora casi 10 años para recordar esta importante batalla. Será la segunda obra que reseñaré dentro de este mes guerrero en el que  me he embarcada siguiendo la convocatoria lanzada por Laky desde su blog "Libros que hay que leer". ¿Mejor Galdós que Reverte? ¿Mejor Reverte que Galdós? Ya lo veremos.

9 sept 2015

Revista "emBLOGrium" nº 23. Las Ferias del Libro.

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Novela de No-ficción o Nuevo periodismo, Emblogrium, FLM15En el último número de la revista mexicana "EmblOgriuM" aparece un artículo mío titulado "La novela de No-ficción o Nuevo Periodismo". El artículo en cuestión lo escribí estando aún bajo los efectos de la lectura de "Una novela rusa" de Emmnanuel Carrère que en su momento reseñé aquí. Por un error tipográfico, en la portada se ha omitido la palabra "No" que es esencial en este caso. No pasa nada pues en el interior sí que aparece en el lugar debido. Por esto, aunque podéis leer dicho artículo pinchando este enlace, lo publicaré íntegro en este blog dentro de unos días.

La revista ha optado en esta ocasión por sacar un número doble (Julio - Agosto) agrupando en él los artículos de los colaboradores correspondientes a este período veraniego. Se trata del número 23 con una hermosa portada realizada por Karla Ximena. Luego, en su interior, se encuentran artículos escritos por sus colaboradores habituales; artículos que en esta ocasión al tratarse de un número que abarca dos meses son dos por articulista. En mi caso el que he citado al inicio de esta entrada y el que dediqué a la pasada



Os invito a que os paséis por la revista y leáis estas dos colaboraciones mías, así como las otras de mis compañeros Kriz, Karla, Juan Maíllo, Raquel C., RBC, Yoyita y Aurora.


¡¡Espero que disfrutéis de este número de "EmblOgriuM"!!

4 sept 2015

"Bajo terapia" de Matías del Federico

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El miércoles de esta semana he tenido ocasión de ver en los Teatros del Canal de Madrid "Bajo terapia", una comedia de final dramático escrita por el joven autor argentino Matías del Federico, nacido en Santa Fé (Argentina) en 1981. La dirección y puesta en escena corresponde al también argentino Daniel Veronese.

Matías del Federico, Daniel Veronese
"Bajo terapia". Autor: Matías del Federico. Director: Daniel Veronese
 Asunto.- Una comedia en la que tres parejas que habitualmente asisten a la consulta de la psicóloga Antonia son convocadas juntas una tarde-noche de un viernes, sin ellas saberlo, a una original y sorpresiva sesión en la que harán terapia sin terapeuta, es decir, sin Antonia. Tras la sorpresa inicial las tres parejas, unas más reticentes que otras al experimento, comienzan a desarrollar las siete "tareas terapéuticas" que la psicóloga les ha dejado escritas. Al irlas realizando deberán mostrarse tal y como son a sus compañeros a fin de poder dar salida a sus traumas y conflictos emocionales. Esta salida se realiza en un ambiente de gran comicidad ante el contraste ofrecido al público de tres tipos de pareja: una liberal, una más común y otra más tradicional. Los seis integrantes esconden algo, pero no todo es de la misma gravedad. Durante la sesión irán mostrando sus secretos pero no todos tienen el deseo de mostrarlos.
Si hay algo que acá asociamos con la Argentina ello es la terapia psicológica, algo muy unido a la habitual verborragia característica de sus naturales. Por ello se podría afirmar la absoluta argentinidad de la obra.
Lo anterior se patentiza en unos textos muy ágiles llenos de un humor diáfano que llega al público con toda su fuerza merced al empleo del lenguaje y vocabulario habituales entre los espectadores. No hay un salto entre la escena y el patio de butacas, todos nos sentimos identificados con la problemática que se desarrolla en las tablas. Es una obra en la que la risa está garantizada. pero no es una obra tonta en la que pasada la hora y media de su duración se sale a la calle y se olvida todo lo que allí se ha visto. No, es una obra con mucho fondo en la que se plantean conflictos que no por comunes y escuchados por todos dejan de tener importancia: la educación de los hijos, la vida en pareja, los celos, la anulación del otro, las adicciones, el sexo, el trabajo...

Propósito.- Matías del Federico busca conseguir con su comedia la catarsis, primigenia función del teatro griego. Y la consigue por partida doble gracias a la habilidad con la que maneja el artilugio teatral, -fundamentalmente los diálogos (estamos ante un teatro de texto)- que hace que la misma acontezca sobre la escena y con seguridad en muchos de los asistentes. Estamos, y esto en mi opinión es uno de los méritos de la obra, ante el teatro dentro del teatro.

Gorka Otxoa, Juan Carlos Vellido, Melani Olivares, Manuela Velasco, Fele Martínez, Carmen Ruiz
Una escena con poco mobiliario y mucha funcionalidad
La obra y su puesta en escena me ha recordado, desde el principio, a "El método Grönholm" de Jordi Galcerán, obra que el mismo Veronese dirigió con éxito en Buenos Aires el año 2006. Como en aquella estamos ante una reunión de personas que no se conocen y que han de solventar unas pruebas o realizar unas tareas que las llevarán a mostrarse tal y como son. La diferencia radica en el motivo que impulsa cada una de las representaciones: en la de Galcerán se compite por conseguir un puesto de trabajo, y en la de Del Federico es la necesidad de encontrar la paz y felicidad en la pareja la que pone en marcha la acción. Mucha psicología en ambas.

Los actores son la mayoría muy conocidos por el público. Las tres parejas están formadas por Gorka Otxoa -"Velvet" , "Águila roja"- como Esteban y Manuela Velasco -"Velvet"- como CarlaFele Martínez -"Los abrazos rotos"- como Daniel y Melani Olivares -"Aída"- como Laura; y por último Juan Carlos Vellido  como Roberto y Carmen Ruiz como Marta. Todos ellos sacan adelante su papel con eficiencia sin percibirse diferencias importantes entre unos y otros. A mí en particular me ha gustado mucho Melani Olivares pues, pese a no ser para nada admirador de la serie televisiva de "Aida" por su papel en la misma la tenía mentalmente encasillada en ese tipo de personajes chuscos, con lo que su actuación aquí me ha sorprendido satisfactoriamente.

Conclusión.- En definitiva una obra que habla de, en palabras de su director,  "lo solo que se está en pareja, y de lo que uno llega a permitir para no estar solo" algo en lo que, -dice-, "mucha gente puede reconocerse a sí misma o a personas muy cercanas" y por eso es fácil que se rían.

Recomendación: Obra muy, pero que muy, recomendable. De lo mejor que ahora mismo se puede ver en Madrid. Hay que darse prisa para verla pues estará en cartel sólo hasta el próximo día 27 de septiembre.

2 sept 2015

"El tío Petros y la conjetura de Goldbach"

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Apostolos Doixadis, La conjetura de Goldbach
En España es habitual escuchar decirnos los unos a los otros aquello de "Es que yo soy de letras", como si eso fuese suficiente para justificar nuestra incompetencia en cálculos sencillos y también para evitar hablar u opinar sobre cualquier asunto que tenga que ver con los números. Nunca he estado de acuerdo con este tipo de disculpa que pocas veces he escuchado en sentido contrario. Es más, con frecuencia, "los de ciencias" destacan y han destacado en el campo de las letras. Ejemplos de esto que digo hay muchos: Oliver Sacks recientemente desaparecido me viene ahora a la memoria; pero hay muchísimos más como Pío Baroja, Luis Martín Santos, Juan Benet, Arthur C. Clarke, Isaac Asimov, y un larguísimo etcétera. 
Es por lo anterior por lo que nunca he dejado de manifestar cierta atención por las actividades y los asuntos de interés para los compañeros de ciencias entre los que cuento con algunos buenos amigos (Juan Luis, Juanjo, Pilar, Nieves, Mª Jesús, ...). 

La curiosidad  en mi opinión es esencial y ella es la que me lleva en ocasiones a leer páginas de divulgación científica en revistas populares o en -y aquí he de agradecérselo a Juan Luis, buen amigo y gran matemático- algún blog de contrastado nivel científico pero con vocación de llegar a profanos como yo. Me estoy refiriendo concretamente a los blogs que acoge la revista de "Investigación y Ciencia" que abarcan prácticamente todo el abanico científico (Astronomía, Física y Química, Matemáticas, Medicina, Neurociencia, etc.) y que para quienes les interese -¡os digo que es una publicación muy interesante!- dejo aquí el enlace y al final de esta entrada podéis ver la cabecera de su web.

Pues bien, fue a través de alguno de los artículos leídos en uno de estos blogs o en alguna revista en papel de divulgación científica que conocí "El tío Petros y la conjetura de Goldbach", una novela de 1992 escrita por el griego Apostolos Doxiadis que más tarde, en 1998, revisó y actualizó. 

Mentiría si dijera que me acerqué al relato de Doixadis movido sólo por curiosidad científica. No, para nada; al menos hubo dos motivaciones más: La primera sin lugar a dudas fue la situación actual de Grecia, el alboroto mediático que sus problemas económicos y políticos levantan me ha llevado a interesarme por escritores de nombre griego; la segunda razón, mi interés por la educación que siempre me acompaña.

Apostolos Doixadis es un griego nacido en Australia en 1953. Estudió matemáticas en la universidad de Columbia y en París. Ha escrito dos novelas de éxito internacional, la que aquí reseño y "Logicomix", una novela gráfica que apareció en 2009 escrita en colaboración con Christos Papadimitriou. Además ha hecho incursiones en el mundo del cine. Dos realizaciones suyas así lo acreditan, Underground Passage y Terirem, de las que -he de reconocerlo- no sé nada de nada.


El tío Petros y la conjetura de Goldbach
Sinopsis
Apartado de la vida social y familiar, el anciano tío Petros tiene dos aficiones: la jardinería y el ajedrez. Un día, por casualidad, su sobrino se entera de que Petros fue un niño prodigio de las matemáticas y un eminente profesor e investigador de esta disciplina en universidades alemanas y británicas. El lector descubrirá que durante años Petros Papachristos dedicó su vida a intentar resolver la conjetura de Goldbach, un problema en apariencia sencillo pero que durante dos siglos nadie ha conseguido dilucidar. 

Mi comentario
Estamos ante un auténtico best seller; un best seller peculiar pues no es muy habitual que el tema de los mismos sea la supuestamente 'aburrida' vida de un genio de las matemáticas. Sin embargo Doixadis consigue lo esencial en este tipo de libros: mantener viva nuestra atención. Y esto pese a que en un momento central la acumulación de referencias a procesos matemáticos y la abundancia de nombres ilustres de esta ciencia, al menos a mí llegaran a abrumarme un poco. Lo que desde luego consigue Doixadis es entretener y hacernos interesar por el arcano mundo de las matemáticas.

Pero no sólo es un libro sobre las matemáticas, "El tío Petros y la conjetura de Goldbach" es mucho más y eso explica que su lectura sea incluida como obligatoria por los profesores de variadas materias educativas como la filosofía, la psicología, la literatura, la ética, y, por supuestísimo, las matemáticas. En efecto es una novela en la que se plantean muchos asuntos interesantes. El principal, sin dudarlo, yo diría que es la necesidad de marcarse metas alcanzables en la vida. Así escuchamos cómo el padre le dice a su hijo, el narrador, cuando le habla a propósito del tío de este último:
"El secreto de la vida es fijarse siempre metas alcanzables. Pueden ser fáciles o difíciles, dependiendo de las circunstancias, tu carácter y aptitudes, pero ¡siempre deben ser al-can-za-bles!"
Goldbach, "El tío Petros y la conjetura de Goldbach"
En 1742, Goldbach planteó su famosa conjetura
Otro asunto importante deviene cuando nos planteamos por qué un hombre sabio e inteligente como Petros Papachristos, catedrático de matemáticas en Mucnich y colega de sabios de la disciplina tan importantes como "los ingleses G. H. Hardy y J. E. Littlewood y el extraordinario genio indio autodidacta Srinivasa Ramanujan. Los tres estaban en el Trinity College de Cambridge." (pág. 49), decidió embarcarse en una aventura matemática difícilísima. La razón no puede ser más griega, la hybrisEsa hybris que desde Sófocles -y aún antes quizás, pero de seguro hoy día aún presente en el pueblo griego- provoca que los hombres caigan una y otra vez en el desafío a los dioses (hoy los dioses parece que se llaman "Troika") y éstos les respondan con el castigo y la humillación
Su gran pecado fue el hybris, el orgullo desmedido. ¡Pretendía triunfar allí donde Euler y Gauss habían fracasado! (pág. 110). 
El genio matemático de Papachristos por orgullo y desmesura, ¡por hybris!, se quemará como Prometeo por intentar acercarse en exceso a la Verdad reservada exclusivamente a los dioses. En la novela se alude a matemáticos que tras dedicar varios años a esta ciencia decidieron abandonarla consagrando sus esfuerzos intelectuales a la teología ( Pascal y Newton, que cambiaron las matemáticas por la teología, pág. 116), o bien se vieron abocados a la locura ( El proverbial «matemático loco» estaba más cerca de la realidad que de la fantasía, pág. 116 ) como Georg Cantor, el padre de la teoría de conjuntos, que pasó los últimos años de su vida en un manicomio. Del mismo modo "Ramanujan, Hardy, Turing, Gödel y tantos otros fueron polillas locamente enamoradas de la luz brillante" (pág. 116) aunque tuvieron la suerte de no quemarse en ella.

Pero ¿por qué si tan peligrosa es la dedicación en cuerpo y alma a la Ciencia los hombres -los elegidos sólo, claro- se embarcan en ella? Sencillamente -se nos dice en la novela- porque la mayor felicidad, el mayor placer, la máxima satisfacción se alcanzan cuando se logra aunar los conceptos de Verdad y Belleza, algo que se atisba en la resolución y demostración de algún problema o teorema matemáticos. Este acercamiento sólo es análogo al que los poetas místicos refieren de sus encuentros con la divinidad o al del compositor que en su cabeza va dando forma a la música de las esferas. De ahí que la matemática pura se ponga en relación con la música o/y la poesía:
La amalgama de Verdad y Belleza revelada mediante la comprensión de un teorema importante no puede obtenerse mediante ninguna otra actividad humana, a menos que también la proporcione la mística (pág. 117)
De hecho, desde un punto de vista psicológico, el verdadero matemático se parece a un poeta o a un compositor musical; en otras palabras, a alguien preocupado por la creación de belleza y la búsqueda de armonía y perfección. Es el polo opuesto al hombre práctico, el ingeniero, el político. (pág. 20)
 Matemáticas, Blogs científicos, Universidad Autónoma de Madrid

Final
La novela es una excelente obra divulgativa de una de las ciencias más temidas por los estudiantes. Sirve para hacer un repaso de los principales nombres de matemáticos ilustres desde Eratóstenes o Euclides hasta Kurt Gödel o André Weil. Para profanos como yo hay algún párrafo que resulta muy esclarecedor sobre esta disciplina:
Las matemáticas son como un árbol con raíces firmes «los axiomas», un tronco fuerte «la demostración rigurosa» y ramas que crecen constantemente y dan flores maravillosas «los teoremas». Los modernos matemáticos, geómetras, teóricos de números, algebristas y los más recientes analistas, topólogos, geómetras algebraicos, teóricos de grupos, etcétera, los practicantes de todas las nuevas disciplinas que continúan emergiendo en nuestros días (ramas nuevas del mismo y viejo árbol) nunca se han desviado del camino del gran pionero: axiomas, pruebas rigurosas, teoremas. (pág. 81).
Por último son muchos los mensajes educativos que se pueden entresacar de este texto cuya funcionalidad esencial en mi opinión es esa. He aquí algunos de ellos: 

    • «El secreto de la vida, hijo mío, es fijarse metas alcanzables.»
    • ¡La verdad no siempre es demostrable!
    • «estreñimiento intelectual de la vejez»
    • confíe. Comience a compartir, intercambie ideas, amigo.

Para concluir me permitiría hacer una recomendación: ahora que el nuevo curso está a punto de comenzar y muchos profesores están/-áis buscando lecturas escolares, creo que esta novela  podría ser una buena elección, en especial para alumnos de bachillerato, en materias como las matemáticas, la psicología, o la filosofía; no tanto para literatura.

¿Conocéis otros títulos educativos semejantes a éste? ¿Sí? ¿Cuáles?