No es una autora que me vuelva loco, aunque reconozco que escribe bien, sus libros se despachan en dos horitas y son muy legibles, aunque en mi opinión casi siempre incidan en lo mismo: relaciones dentro de la familia vistas especialmente desde la perspectiva de una mujer. Y cuando se sale del núcleo familiar la relación sigue circunscrita al ámbito femenino; los hombres en su novelística son normalmente antagonistas o, si no, simples comparsas que habitan junto al universo femenino.
"Los nombres epicenos"
La novelista belga
Amélie Nothomb prosigue en su tema favorito, el de la relación paterno-filial; y más concretamente en la difícil relación padre - hija. Leí de ella hace ya unos años
"Soledad y temblores" aparecida en 1999 y en España en 2004 en traducción de
Sergi Pàmies, traductor de prácticamente toda su obra del francés al castellano, al menos de la publicada en España por la editorial Anagrama. Frente a los encendidos elogios de unos y de otros (mejor debiera decir de unas y de otras, pues sobre todo son lectoras las que forman el grueso de su público) la novela me dejó algo frío al parecerme algo forzado todo lo que la Nothomb contaba de ese hombre, padre en la ficción, respecto de la protagonista.
En esta novela de
"Los nombres epicenos" estamos ante una venganza doble realizada por dos personajes de distinto sexo pero casi idénticos en carácter y cualidades. Además son padre e hija. Aparentemente
Claude, el padre, y
Épicene, la hija, son muy diferentes, pero en el desarrollo de la trama veremos que son de aquellos que siguen el proverbio de que la venganza se sirve fría. Sí, son seres vengativos, aunque la raza parece que mejora según se suceden las generaciones y la acción de desquitarse de la afrenta recibida por uno y otra se resuelve de manera dispar, así como también serán distintos los resultados de las mismas.
El título viene a cuento de la existencia en francés de nombres propios aplicados indistintamente a hombres y mujeres. Son patronímicos como
Dominique o
Claude, precisamente los nombres que tienen los miembros de la pareja protagonista del relato: la bondadosa, enamoradiza y muy ingenua
Dominique, y el rencoroso, sibilino y vengativo
Claude.
Claude es un joven brillante que deslumbra con su palabrería y detalles a una ingenua muchacha de Brest con poco mundo. Enseguida él la enamora y ella convencida de que él la ama accede a casarse. Desea
Claude ser padre cuanto antes y el sexo lo practican de modo extenuante guiados exclusivamente por esta finalidad. Tras ciertos momentos de duda sobre si podrían o no tener hijos ella se queda embarazada y da a luz una niña a la que el padre decide llamar
Épicene en honor al título de una obra del escritor isabelino
Ben Jonson (‘
Epicoene, or the silent woman’ de 1609). Al poco deberán mudarse a París donde
Claude ha levantado una filial exitosa de una empresa de Brest en la que "casualmente"
Dominique, antes de casarse, trabajaba.
Claude es frío con su hija a la que mira con cara de odio.
Épicene pronto, sobre todo según entra en la adolescencia paga a su padre con la misma moneda.
Dominique está en medio y disculpa constantemente al padre ante su hija con el argumento de que las ocupaciones laborales le hacen comportarse así. La pobre chica se refugiará en una amiga del colegio y sobre todo en su soledad, sus libros, su amor por el estudio, su gran inteligencia... Un día
Claude decide ir a vivir a la 'rive gauche' simplemente porque esa zona es más chic, de más nivel social, más burguesa.
Épicene sufre una conmoción interior pues perderá a su amiga
Samia. Su padre lo que desea es introducirse en el círculo social de los
Cléry y para ello incita a su esposa a hacerse amiga de
Reine Cléry y no parará hasta lograr que los inviten a una de sus recepciones.
Dominique es una mujer con cualidades que ella misma desconoce que salen a relucir cuando para conocer y procurar hacerse amiga de
Reine cuyas hijas van al mismo Liceo que
Épicene se las ingenia para coincidir con ella en las visitas a los profesores de sus hijas. Es allí en la espera a ser recibidas por el profesor de Historia donde se conocen. Pero será en otra reunión posterior, concretamente al año siguiente convocadas por la profesora de latín, Caracala (buen sentido del humor el de la Nothomb al denominar así, como al emperador romano de la dinastía de los Severo, a la exigente, rígida, sincera y aparentemente insensible profe de latín).
Caracala critica el abandono en que
Dominique tiene a su hija y que ella deduce del lujo que detecta en las ropas que viste y el perfume Chanel nº 5 que percibe. Y es que
Dominiquea fin de que congeniase con
Reine le está comprando muchísimos vestidos y caros perfumes.
Como es lógico no se puede desvelar más de la trama. Sólo me gustaría añadir a lo hasta aquí dicho que
Épicene y
Dominique, su madre, son pese a las apariencias más fuertes que su padre porque pese a los desprecios de éste y su maldad intrínseca, lo aman ("
La persona que ama siempre es la más fuerte"). El nombre Épicene es claramente simbólico y hace que el lector quede inmerso en el sentido del teatro isabelino. Para
Claude simboliza la mujer perfecta; para comprenderlo debidamente hay que fijarse en el subtítulo que
Jonson da a su comedia, “The Silent Woman” (la mujer silenciosa, callada, silente).
En
Amelie Nothomb los referentes literarios siempre son muy importantes. En
"Los nombres epicenos" importa mucho, como ya se ha visto, el teatro isabelino. Pero no sólo por el nombre del personaje principal sino también por las preferencias literarias de ésta. Mientras que al autoritario y machista
Claude le gusta la comedia de Ben Jonson “Épicene” a su hija
Épicene le atrae más la shakespeariana tragedia “
Ricardo III”. En ambos casos impera el simbolismo: Épicene es para
Claude ejemplo de mujer perfecta, y Ricardo III es para Épicene el prototipo de su padre: un ser odioso y ambicioso que se vale de todo para lograr sus materialistas fines.
Shakespeare, pues, como se ve, está muy presente en esta novela. La protagonista
Épicene dedica su tesis al verbo '
to crave' tan importante en la obra poética y dramática de Shakespeare. Su materialista padre
Claude no entiende esta dedicación y al preguntarle por el sentido del término ella se lo traduce como "
tener la imperiosa necesidad de"; precisamente lo que ella lleva sintiendo toda su vida: la necesidad del padre, la orfandad sentida.
"Golpéate el corazón"
En
"Golpéate el corazón" la relación entre mujeres se sitúa en el terreno laboral universitario (estudios, investigación, profesorado...), en una parte de la historia; y en otra parte de la narración seguimos instalados dentro de un ámbito familiar. Hay un personaje que centraliza y es protagonista principal de ambas tramas. Este personaje es
Diane, joven inteligentísima cuya madre
Marie,
belleza provinciana, la tuvo sin desearla, razón por la que la ignoró desde el principio odiándola al verla hermosa, inteligente y admirada por el entorno.
Es
"Golpéate el corazón" una especie de cuento actualizado de “
La Cenicienta”.
Diane se ve
relegada en los afectos maternales respecto a a su hermano
Nicolas y a su hermana
Celia. Esta manera
de ser tratada y la falta de reciprocidad de
Diane respecto a su madre a la que ve como una diosa confiere al relato el
aspecto de un cuento tradicional
Diane se salvará gracias a su inteligencia y a la relación que en sus años universitarios entablará
con
Olivia, profesora que se siente ninguneada en el departamento universitario de cardiología por
sus colegas masculinos.
Marie cree encontrar en ella a la madre que no tuvo pues
Olivia la apoya
en sus trabajos y le da recomendaciones muy pertinentes.
Diane, por su parte, la anima a presentarse a la
cátedra compitiendo con el elenco masculino; a cambio ella, que ya la ayuda en los estudios de
su hija
Mariel también colaborará en la preparación de la prueba pasándole a máquina sus trabajos
Como en la anterior novela nada más cabe decir para no torpedear el placer de la lectura y las sorpresas que
la
Nothomb como es habitual en ella reserva en la misma.
Es una novela que discurre toda ella entre mujeres: relaciones madre-hija, discípula-maestra, y también entre amigas:
Elizabeth-
Diane. Precisamente es ésta quien despierta a
Diane sacándola del atontamiento afectivo en que se encuentra. El verso de
Alfred de Musset, "
Golpéate el corazón, ahí es donde reside el genio", que leyeron juntas a la tierna edad de 11 años decantará la vocación de
Diane hacia la cardiología y le servirá en el futuro para tomar decisiones afectivas importantes.
Los cuentos tradicionales, como ya he dicho, se vislumbran en el fondo de esta novela corta. A mí particularmente muchas veces los diálogos de las niñas entre sí y de la protagonista con su madre o con su hermano me han hecho recordar a las novelas de la Serie "
Celia" de
Elena Fortún. [
en este blog hablé en su día de dos novelas suyas:
"Celia en la revolución" y "
Oculto sendero".
Pinchando en los títulos se accede a las reseñas]
Además de indagar en las relaciones afectivas entre seres humanos, en este caso materno-filiales, y también en las emocionales entre maestro-alumno, Amélie Nothomb toca como al paso otros temas que parecen menores pero no lo son. Tal es el de la prepotencia o supremacismo de unos profesionales frente a otros: : "al elegir la cardiología y la investigación, optamos por la nobleza; ejerciendo como simples médicos, solo curamos a cerdos."
También, aunque en esta novela tratado menos directamente, se percibe el choque hombres-mujeres en la decisión de Diane de no acudir a la boda de su hermano Nicolas, algo que a mí me pareció según lo leía algo egoísta e insolidario por su parte.
Y como en toda la novelística de Amélie Nothomb, la literatura aparece por doquier. Aquí directamente en el título del libro tomado de Alfred de Musset. Y si esta frase marca el inicio de la narración, ésta se cierra con una soberbia frase de Rene de Chateaubriand: "no se debe usar el desprecio sino con gran economía, debido al gran número de necesitados.". Dos muy pertinentes recomendaciones las que sacadas de estos dos autores románticos sirven para abrir y cerrar esta novelita.
Aunque Amélie Nothomb cuestione y ponga en evidencia las relaciones afectivas en el ámbito familiar sin embargo siempre deja abierto un pequeño resquicio, una espita, para salvar la relación parental por muy deteriorada o tóxica que la misma sea. Así ella ve claras diferencias entre el desprecio y el odio:
"¿Qué es mejor, el desprecio o el odio?, se pregunta Diane: "ahora le parecía a Diane que el desprecio era peor que el odio. Este está próximo al amor, mientras que el desprecio le es extraño. 'Por lo menos mi madre nunca me desprecio', pensó."
Conclusión.
Estas dos novelas de Amélie Nothomb, "Los nombres epicenos" y "Golpéate el corazón", son estupenda muestra de la tendencia novelística que la escritora belga cultiva: la Novela intimista. En efecto, en ambas conviven la memoria y la identidad como temas principales. Según la autora estas dos narraciones no son autobiográficas si bien en mi opinión hay mucho de la propia escritora y no poco de introspección en ellas. Además el tratamiento lingüístico de las mismas es muy lírico, muy poético en ocasiones como no puede ser de otro modo al tocar la intimidad de seres humanos. En general, la escritora belga en sus cerca de 30 relatos novelescos realiza un intento de llegar a las raíces de la personalidad frustrada. En estas dos novelas entiendo que supera ya esa frustración y las mujeres que protagonizan esas narraciones ya viven en plenitud su vida al haber logrado desasirse de las anclas familiares, emocionales, sociales, profesionales... que las atenazaban.
________________________
Nota:
Participo con estas dos novelas en el Reto 'Autores de la A a la Z' del blog Lecturápolis. Me sirve el apellido de la autora para cumplimentar debidamente la letra 'N'.