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29 nov 2020

Anne Carson: "La belleza del marido"

15 comentarios:

La autora del poemario "La belleza del marido", la poeta canadiense Anne Carson, fue distinguida por toda su Obra con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020 


Editorial Lumen, "La belleza del marido, 'Un ensayo narrativo en 29 tangos'"

Mucha belleza es la contenida en este extenso poema narrativo, reflexión íntima hecha al modo de los ensayos aunque siempre con ese fondo rítmico de tango bonaerense típico de las historias de amor rotas y sin embargo supervivientes pese a todo lo esperable. Y es que el abandono, la huida, la marcha, la ruptura física no son capaces de acabar con todo ese tiempo vivido en comunión con la belleza. Sí, la belleza y el amor que a su través llega es -lo dice Anne Carson en uno de sus versos- uno de los riesgos de la vida. Hay que sobrellevar la vida con todos ellos, hay que aguantar la Belleza.

Una preciosidad de libro. Una calidad literaria impresionante. Enlaza con la cultura clásica en cuyos mitos se apoya para expresar sentimientos difíciles de exponer; pero también echa la autora la vista alrededor del mundo que habita en la actualidad y ahí el ritmo del Tango, por los motivos que en el mismo se suelen tratar, es el que encuentra adecuado para manifestar su desazón con lo ocurrido en esa relación con el marido infiel; pero pese a ello atractivo, atrayente, encantador...

Mucha cultura hay en este poemario. A la ya aludida del mundo clásico griego y romano habría que añadir el marco en que los XXIX poemas parten: la poesía del romántico John Keats; algunos de cuyos versos son el punto de partida, la esencia poética, de lo que como lectores nos aguarda dentro de cada uno de los XXIX poemas narrativos de Anne Carson que les siguen a continuación; pero también otros escritores: Jonathan Swift, Shakespeare, y más que el bardo inglés su adaptador en 1681 de "El Rey Lear", Nahum Tate; y ya más cerca de nuestra actualidad Kafka, Beckett, hasta llegar al 'Homo ludens' de Johan Huizinga.

Impresionante esta escritora que partiendo de una cotidianidad diríase cuasi vulgar (un divorcio, una serie de reiteradas infidelidades, unos intentos de retomar la relación por parte del infiel, etc.) logra elevarse a terrenos estéticos y poético-filosóficos excelsos. 

La mezcla de géneros literarios (ensayo, lírica, narración...), la hibridación de los mismos, la mezcla de estilos discursivos poéticos (poema en prosa, prosa poética, versolibrismo, uso del versículo...), la titulación extensa y compendiadora de cada poema, y también el magnífico uso de la lengua literaria con uso adecuado de recursos retóricos apropiados al asunto: antítesis, oxímoron, imágenes poéticas variadas, metáforas, símbolos, aliteraciones, concatenaciones, etc. Todo ello da como resultado una más que sobresaliente obra poética. En mi experiencia lectora es de lo mejor que ha caído en mis manos últimamente. Como todo poemario, una lectura, por muy cuidadosa que se pretenda hacerla, no agota la obra, pues es casi obligado seguir leyendo una y otra vez el libro, picoteando aquí y allá en este o aquel poema pues ,aunque existe un cierto discurrir cronológico en la narración propiamente dicha, se puede degustar cada poema por sí solo. En fin, ya digo, una maravilla.

Luego estaría el tango. Es para mí, quizás, lo más complicado de entender dado que no soy para nada experto en esta música canalla y barriobajera bonaerense. Sólo sé que el tango cuenta historias de amor y que -nos lo dice la misma poeta en el poema- "un tango, como el matrimonio, es algo que uno tiene que bailar hasta el final." Por eso Ray, el confidente, el amigo -que no amante-, es "un tango malo"; aunque muchas veces lo malo sirva para resolver situaciones que se consideraban magníficas y no lo eran. Quizás también como ocurre en el Tango la figura de la mujer no salga especialmente empoderada como gusta hoy decir al Feminismo. No, verdaderamente en "La belleza del marido" no hay ninguna clase de feminismo simplón o ramplón, de feminismo de manual; lo que hay es, como dice Ángel Rupérez en la crítica que del poemario hace en el diario El País 'un conocimiento femenino del mundo en el que se incluyen sutilezas inaccesibles a los hombres pero no abominación de estos.' En efecto, así es. Estamos ante una mujer que ama al hombre, que lo desea, que lo idealiza, que sufre por verse relegada, que lo perdona una y otra vez, hasta que finalmente lo abandona, pese a ella, en un auténtico ejercicio de racionalidad. Sí, quizás el nombre de tango, el ritmo del tango, el fondo del tango, le vaya como anillo al dedo a esta obra.

Dejo fuera de mi análisis pues entiendo que no viene al caso, la mucha o poca independencia de Ella respecto de Él; tampoco entro a valorar el comportamiento del hombre y tampoco el de las otras mujeres con las que El se acuesta, hecho que Ella conoce y sin embargo en principio soporta. Creo que no es esta la cuestión ni el momento. Sólo me pararé en la figura de Ray, el amigo pintor de ambos, seguramente homosexual -también esto no es dato importante aquí- que le sirve de apoyatura a Ella y de conciencia o Pepito Grillo a Él. Cuando su figura desaparece es el momento en que ya Ella determina hacer tabla rasa de su relación y de esa cierta dependencia emocional respecto de El. Seguramente poderse confesar con Ray le servía a Ella para proseguir en su afecto activo hacia Él pese a las reiteradas advertencias de Ray.

En un poemario magnífico como es éste destacar este o aquel verso no es fácil y tampoco sé si pertinente pues fuera de contexto la poeticidad se escapa, quizás desaparece; pero no me resisto a dejar en esta reseña una serie de momentos que por lo que sea durante la lectura me han impactado. Pero ya digo, para disfrutar de Anne Carson, de este poemario de una sinceridad rayana en la desnuda intimidad no cabe sino leerlo.

"La belleza del marido", poesía narrativa y ensayística

  • "La represión dice más sobre el sexo que cualquier otra forma de discurso" (VIII)
  • "La meta de cualquier madre es abolir la seducción" (IX)
  • Si pudiera matarte lo haría luego tendría que hacer otro igual que tú” (XII)
  • "Ha salido dice ella
    Juntos
    observan cómo gotas sueltas de ese hecho se condensan en el aire entre ellos
    Algunos lo llaman amo
    r" [...] (XVI)
  • "Vosotros los casados os tomáis demasiado en serio las cosas, demasiado a pecho" (XVII)
  • En XX se reflexiona sobre la sinapsis, las asociaciones que se producen al buscar contenidos en la memoria. Es fácil "pasar rápidamente de muñeca a esclavo cuando trataba de recordar esposa" Y cuando va camino del juzgado a pedir el divorcio Ella piensa en Aristóteles- "que no tenía marido, /raramente menciona la belleza.".
  • En XXI:
    "No se equivocaba aquel triste antropólogo que nos dijo que la principal función de la escritura era esclavizar a los seres humanos. Los usos intelectuales y estéticos vinieron luego."
  • "Si un marido tira el dado de su belleza una vez más, ¿quién tiene la culpa?" (XXII)
  • "El alba estaba levantando el cielo nocturno como una persiana veneciana" (XXIII)
  • En XXVI es el tiempo, su inexorable discurrir y el querer se marcha con él:
    Había una rama que solía mirar desde la ventana de mi cocina trasera
    y poco a poco empecé a guardar recuerdo de ella
    casi cada día
    en dísticos elegíacos
    por ejemplo

    Espumando contra su propia mejilla verde se enfría de
    pronto o parece enfriar cada envés

    (esto era en primavera, o
    aquí uno de octubre temprano:)
  • "Palabras, trigo, condiciones, oro, más de treinta años, todo eso burbujeando a mi alrededor
    ahí
    lo dejo para que descanse
    ." (XXIX)
  • "Bien la vida implica riesgos. El amor es uno de ellos. Terribles riesgos. [...]
    Aquí tenéis mi consejo, aguantad.


    Aguantad la belleza.
    ” (XXIX)
Para finalizar
En definitiva, Anne Carson, que coloca todos los poemas del libro "La belleza del marido" bajo la advocación de versos de diversas obras de John Keats ("Oda a la indolencia" y "Otón el Grande: una tragedia en cinco actos", sobre todo; pero también anotaciones personales suyas al "Paraíso perdido" de Milton y a otros libros que el poeta leía), cierra el poemario con el Keats romántico más rotundo. El poeta inglés que apenas vivió 26 años (Londres ,1795 - Roma, 1821) concluye su hermosísimo poema "A una urna griega" con dos versos en los que viene a justificar la razón de vivir. 
“la belleza es la verdad, la verdad belleza”; esto es todo
lo que sabes de la tierra, y todo lo que saber necesitas.

 A partir de este Keats comprendemos perfectamente a Anne Carson que en el poema II de "La belleza del marido" escribe:

La belleza. No es ningún secreto. No me avergüenza decir
[
que lo amé por su belleza.
Como volvería a hacerlo
si se acercara. La belleza convence. Ya sabes que la belleza hace posible el sexo.
La belleza hace el sexo sexo.

__________________________

Biografía de Anne Carson
(tomado de www.fnac.es/Anne-Carson/ia137600/biografia)
La canadiense Anne Carson (Toronto, 21 de junio de 1950) es una de las principales poetas de la literatura contemporánea.
Poesía estadounidense actual, Poetas canadienses
Es una escritora extremadamente celosa de su intimidad, por lo que se conocen pocos datos biográficos acerca de su vida.
Si ha comentado que, cuando era una adolescente y estaba en el instituto de educación secundaria, su profesor de latín le pidió que leyera un libro con las traducciones de la poeta clásica griega Safo. Esta lectura supuso toda una revelación y, pasado el tiempo, le llevaría a la literatura.
También decidió estudiar filología clásica, si bien en un primer momento, al matricularse en la Universidad de Toronto, tuvo problemas con sus docentes, y dejó en dos ocasiones de la carrera. Finalmente, se doctoró en 1981, presentado una tesis con el título de Odi et Amo Ergo Sum, que se publicó cinco años más tarde.
Posteriormente, se dedicaría a la enseñanza, tanto en Estados Unidos como en Canadá, en la Universidad McGill, en la de Michigan y en la prestigiosa facultad de literatura clásica de Pricenton. Su creciente reputación literaria la hizo acreedora de la beca Guggenheim en 1998 y de la beca MacArthur en el 2000, dos de las distinciones más importantes que puede recibir un artista norteamericano.
En su poesía es capaz de combinar un tono coloquial con una gran profundidad psicológica y elementos surrealistas o irracionales. Se ha citado la influencia de autoras como Simone Weil, Virginia Woolf y Emily Bronte en sus obras líricas.
Hay que destacar libros como Tipos de agua (escrito con motivo de una visita a España para recorrer el Camino de Santiago), Decreación, Autobiografía en rojo o, sobre todo, La belleza del marido, considerado a menudo uno de los libros de poesía más importantes publicados en las últimas décadas.
Asimismo es una reconocida traductora de literatura clásica al inglés. Varias de sus traducciones de dramaturgos de la Antigua Grecia como Esquilo o Sófocles han sido llevadas a escena.

Este 2020, se le concedió el Premio Princesa de Asturias de las Letras.

26 nov 2020

"Los favoritos de Midas": relato de Jack London y Serie de Mateo Gil (A pares XV)

21 comentarios:

Los actores Luis Tosar, Marta Belmonte y un recuperado Willy Toledo protagonizan "Los favoritos de Midas", serie de Netflix sobre un relato de Jack London, que dirige Mateo Gil.



Acabo de ver con agrado "Los favoritos de Midas", la miniserie televisiva de seis capítulos realizada por Netflix España. Está dirigida por Mateo Gil. Son coguionistas de la misma Miguel Barros y el propio Mateo Gil. La serie se estrenó el pasado 13 de noviembre y está protagonizada en sus papeles principales por Luis Tosar en el rol de Víctor Genovés, Marta Belmonte como Mónica Báez, y Willy Toledo que da cuerpo al inspector Alfredo Conte. Junto a ellos un buen abanico de actores y actrices ponen en pie a todo un conjunto de seres que rodean a los tres anteriores  formando parte de sus respectivos ámbitos, profesionales y de clase. 

Víctor Genovés es el director de un periódico que languidece; su llegada al puesto de dirección ha sido toda una sorpresa para el consejo de administración: nombrado directamente por el anterior director fallecido inesperadamente en accidente de automóvil pese a su pericia como conductor.

Mónica Báez aparece al inicio de la serie en Siria donde ha sido convocada por una persona que le revelará datos importantes sobre la participación de la empresa que sostiene al periódico donde trabaja en el negocio de armas que tanto dolor está causando en ese país. Publicarlo o no hacerlo como parece querer por ejemplo el propio Genovés es para ella una cuestión de pura moral y deontología  periodística. Entre ella y Genovés se iniciará una relación amorosa.

Mientras esto ocurre y al tiempo que el Consejo de administración intenta quitarle la silla al personaje de Luis Tosar, éste comienza a recibir una serie de cartas firmadas por unos autodenominados 'Los favoritos de Midas' solicitándole altas cifras de dinero. De no hacerlo matarán  cada semana a una persona elegida al azar. Víctor Genovés al inicio ignora estos mensajes pero al producirse las muertes pone el asunto en conocimiento de la policía. Es aquí donde aparece el personajes del inspector Alfredo Conte muy bien realizado por el durante mucho tiempo desaparecido Willy Toledo. La verdad es que el personaje le va como anillo al dedo dado que el inspector comienza a cuestionarse si la acción niveladora socialmente, aparentemente pretendida por esa secta apellidada de Midas, no será algo necesario para combatir los abusos y desigualdades propiciadas por el Capitalismo.

No se puede decir mucho más de lo que sucede en los seis episodios que componen la miniserie salvo que se quiera destrozar el disfrute de ver el desarrollo de la trama. Sólo añadiré que de los tres grandes protagonistas creo que la que sale peor parada en la ficción pero también en la vida real como actriz es Marta Belmonte pues es algo difuso su papel en su relación sentimental y su papel actoral, que está bien, se me antoja -y sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo- como ciertamente mejorable.

El relato de Jack London

Ya desde los títulos iniciales se puede leer en la ficción televisiva que la misma está basada en un relato de Jack London de igual título. Que la altura literaria de todo un Jack London estuviese en la génesis de la serie me predisponía, ya de entrada,  favorablemente a ella. Por eso nada más finalizada su visualización y dadas las zonas oscuras o poco claras que habían quedado en mí tras verla decidí ir a la fuente original: tenía que leer el relato en el que se basaba. Lo acabo de hacer.

En principio la historia en cada relato se ubica en un tiempo y lugar diferentes: 
  • Netflix, Los favoritos de Midas, Miguel Barros
    Mateo Gil sitúa la acción en nuestra contemporaneidad dentro de una supuesta Revolución Española, coincidente con otras en otros países consecuencia de la tremenda crisis económica. Este movimiento está conquistando las calles a base de protestas contra el Sistema dada la fuerte depauperación de las clases trabajadoras. Imposible no evocar en mi cabeza los momentos del 15-M del año 2011. Evidentemente no hay relación alguna entre la ficción y ese movimiento real, pero la ubicación en Madrid, las cargas policiales y ciertas imágenes de manifestaciones e incluso la fugaz aparición en imágenes de algunas tiendas de campaña me llevó a ello. 
  • Jack London, por su parte, ubica la acción en California, Estados Unidos, hacia la mitad de la década de los 90 del siglo XIX. Nada más comenzar el relato sabemos que Wade Atsheler acaba de suicidarse. El que fuera sucesor del magnate de los ferrocarriles urbanos, Eben Hale, antes de darse muerte ha enviado a su secretario John toda una serie de papeles en los que cuenta lo que sucedió a su antecesor, narración que sirve a su vez para explicar la suerte corrida por él mismo. Consisten estos papeles en una serie de cartas que Eben Hale recibió de un grupo que firmaba como Los favoritos de Midas. Los firmantes se dirigen a él con mucha educación aunque lo califican de "potentado"; por las cartas, por la reacción de su destinatario y por los comentarios del narrador sabemos lo que sucedió. En principio las ignoraron pues la petición de 20  millones de dólares parecía obra de un gracioso, una gracia de mal gusto, pero sólo eso. Sin embargo al irse produciendo con precisión de reloj suizo una serie de muertes anunciadas en las misivas la personalidad del Sr. Hale comenzó a cambiar y a evolucionar. En estos mensajes los autodenominados Favoritos de Midas manifiestan su desacuerdo con el estado socioeconómico del mundo que los ha excluido totalmente del disfrute de sus prebendas. Entienden que esto ha sido así por una supuesta ley de selección social que ha funcionado desde el origen de la historia. Pero ellos ahora quieren participar en la fiesta por entender que son más aptos que los de la clase representada por el señor Hale y el señor Atsheler
"Somos el resultado de una perversa selección social. Respondemos a la fuerza con la fuerza. Sólo los fuertes prevalecerán. Creemos en la supervivencia de los mejor adaptados. Ustedes han hecho morder el polvo a sus esclavos asalariados y han sobrevivido. En una veintena de sangrientas huelgas, oficiales armados a sus órdenes han abatido a tiros a sus obreros como si se tratase de perros rabiosos, Con tales medios ustedes han continuado arriba. No nos quejamos de las consecuencias porque reconocemos que somos el resultado de la misma ley natural. Pero ahora surge la cuesión: 'Dadas las actuales condiciones sociales, ¿quién de nosotros sobrevivirá?'   Nosotros creemos ser los más aptos. Usted piensa que son ustedes. Dejemos que sean el tiempo y la selección natural los que decidan."

El relato, titulado originalmente como "The Minions of Midas" ['Los esbirros de Midas' e incluso como hizo Jorge Luis Borges en su traducción 'Los sicarios de Midas'], apareció en 1901. En ese momento London es un socialista convencido que aborda el nuevo siglo con un optimismo histórico increíble pues piensa que la fuerza de la espada (poder militar, fuerzas policiales y demás) que ha caracterizado históricamente a los detentadores de la riqueza debe ceder el lugar a aquellos que desarrollan la fuerza del cerebro. Naturalmente el escritor no llegó a ver el triunfo del Socialismo en Rusia pues murió en noviembre de1916 a la edad de sólo 40 años. En marzo de ese mismo año había enviado su dimisión como miembro del Partido Socialista norteamericano por su disconformidad con la postura del partido sobre que USA no participase en la I Guerra Mundial.

Jack London en su relato realiza una conjunción entre el anarquismo, que campaba a sus anchas en ese momento por el mundo haciendo uso de la extorsión indiscriminada y de la acción directa, y las teorías evolucionistas del darwinismo que vinieron a conmocionar las bases del pensamiento. Quizás sea en este sentido ideológico y de admiración por el evolucionismo y determinismo de Charles Darwin que pueda considerarse al autor norteamericano de origen polaco como escritor naturalista. La cita anterior creo que es muy clara al respecto.

Del relato a la Serie

Víctor Genovés, Alfredo Conte, Mónica Báez
La historia de amor Víctor-Mónica no existe en London
Tras la lectura del relato base veo que hay una fuerte apoyatura en él aunque los guionistas de la Serie televisiva han procedido a crear situaciones más complicadas y complejas de acuerdo a los tres centros actorales sobre los que pivota la acción: Víctor Genovés, Mónica Báez y Alfredo Conte. Cada uno evoluciona y dirime sus dilemas morales a su manera. La distinta postura que cada uno de ellos adopta ante la situación hace que la Serie entre en profundidades de orden filosófico y ético-moral interesantes aunque, la verdad sea dicha, creo que guionistas y director se pierden un poco en ellas no logrando conducirlas bien del todo.
Frente al optimismo que en el fondo se vislumbraba en el relato de Jack London, la serie de Mateo Gil presenta un mundo distópico en el que el porvenir no se adivina muy halagüeño desde luego dada la escasa conciencia social que se intuye en estos Favoritos de Midas que emiten las cartas. Daría la impresión de que el cambio sólo será, de ser algo, de tortilla, sin con eso pretender mejora social alguna sino simple y llanamente, como en el antiguo 'turnismo', el ahora te toca a ti estar arriba y ahora me toca a mí; pero ¿y los 'minions' -servidores, sirvientes, siervos, esbirros lacayos, súbditos...-, qué pasa con ellos? Creo que habrá que esperar a las siguientes temporadas si las hubiere para ver si Mateo Gil decide darles una salida más honesta a los pobres 'minions'.





25 nov 2020

Diciembre, mes de la Novela Clásica

12 comentarios:

Mira por donde un poco más y se me va este aciago 2020 sin participar en ninguno de los Meses Temáticos que desde ya hace varias temporadas propone Laky en su blog "Libros que hay que leer".


No suelo descuidar la lectura de clásicos pues entiendo que son fundamentales y, siempre que la actualidad literaria te confunde, puerto seguro donde refugiarse; además difundir su valor e incitar a otros a su lectura es desde su creación cometido fundamental de mi blog. Por esto os invito a todos a participar en este Mes genérico de la Novela Clásica. 

Las bases para participar en este mes temático las podéis consultar en el blog de Laky pinchando AQUÍ.




Libros leídos:







19 nov 2020

"Juan Belmonte, matador de toros". Manuel Chaves Nogales

23 comentarios:

La figura de Manuel Chaves Nogales siempre me ha atraído. Su independencia y más en los tiempos convulsos que le tocó vivir me parece digna de elogio. Hace siete u ocho años reseñé en este blog su colección de relatos cortos "A sangre y fuego" que, prueba de la inquina que le tenían las dos Españas de Machado, no se publicó en nuestro país hasta ¡¡el año 2011!! cuando había aparecido publicado por vez primera el año 1937 en Chile.


Desde que leí esos relatos me interesé por su Obra. El libro que reseño aquí es una biografía cuyo título completo es: "Juan Belmonte, matador de toros; su vida y sus hazañas". Se publicó en 1935 y es considerada por muchos como su obra literaria más representativa. Apareció por entregas semanales en la revista "Estampa" desde el mes de junio de 1935, para ya a finales de ese año salir en formato de libro.


La forma narrativa que le da Chaves Nogales al cúmulo de anécdotas que el torero trianero le debió de contar en las entrevistas que el periodista le hizo para la confección de la obra es la de una serie de escritos al estilo de los artículos periodísticos que agrupó en 25 capítulos. Cada artículo va precedido de una frase que es la sustancia de lo que en él se dice. Este procedimiento me parece muy propio del periodismo. La maestría del autor se percibe en la manera como logra dar continuidad cronológica al conjunto de anécdotas creando así lo que ha venido a definirse como una "biografía novelada", "novela vivida" o "novela de la realidad". Como se ve, pues, el periodista sevillano está en la base de la aparición en España del Nuevo Periodismo, de la no-novela o novela de no ficción

Cuando el periodista, de criterio siempre independiente, elige para este su mayor proyecto literario la figura de Juan Belmonte no lo hace sin intención. Juan Belmonte había nacido en el seno de una familia muy humilde -su padre tenía un puesto de quincallería en los mercadillos- y en el momento de la redacción del libro el torero ya era un propietario rural con reses en su cortijo y con servidumbre en casa. Todo lo había ganado a fuerza de trabajo y, por su profesión, muchas cornadas. Por esos años (1934 y 1935) en España están sucediéndose expropiaciones de fincas por parte de Sindicatos Obreros que muchas veces eran claramente abusivas pues no a todos la riqueza les había caído del cielo, y tampoco todos los dueños de cortijos y de reses eran explotadores de sus trabajadores. Como siempre, Manuel Chaves Nogales se posiciona en ese lugar intermedio que no contenta a nadie y que por definición ocupa quien al final se lleva todas las tortas de uno y otro lado.

Literariamente los artículos que componen la novelita me han recordado mucho a los de Larra por el pintoresquismo que hay en muchos de ellos y a la tradición de la novela picaresca española, presente sobre todo en aquellos capítulos iniciales en los que Juan Belmonte junto a otros siete chaveas se las ingenia para de noche ir a tentar a los toros que pastan en las dehesas, sobre todo en la de la Tablada. Se muestra la  innegable afición al toreo del futuro matador y cómo, respetando las normas y el orden establecido en función de la categoría torera adquirida dentro del grupo de maletillas, Juan, que comenzó siendo el último en dar un capotazo al toro, vaquilla o churrato, poco a poco va ascendiendo en el escalafón hasta ocupar el segundo puesto por detrás sólo de Riverito, el líder del grupo de maletas que se reunía junto a la fuente en la sevillana plazuela de San Jacinto.

Frente a los toreros triunfantes, Bombita y Machaquito, la pandilla de la plazuela de San Jacinto, anarquistas del toreo, admiraban a Antonio Montes. También eran anarquistas de los tentaderos donde los señoritos solían reírse de los torerillos; por eso ellos prefieren en las noches de luna llena hacerlo a campo abierto toreando por estricto orden de méritos: primero Rivero, el mejor, a quien ninguno cuestionaba, y luego el resto.

Hay mucho costumbrismo taurino andaluz, que me ha recordado muchísimo también la poesía de García Lorca: los toros, los guardas, los zagales torerillos apartando la res de la manada, la guardia civil caminera, incluso la muerte del torerillo por disparos de la benemérita o la herida por la cogida del animal son motivos muy lorquianos. La afición que tienen los chicos es tal que llegan a torear sin luz de luna para evitar a los guardas. En una noche así auxiliados sólo por candilejas de acetileno Belmonte sufre un empellón del  becerro que le estropea el traje que estrenaba por Pascua: “Me palpé. Apenas podía incorporarme. Tenía la cara desollada, el cuerpo magullado y el traje hecho trizas. ¡Mi traje italiano de Semana Santa! ¡Qué iba a ser de mi!” ¡Que costumbre tan arraigada era hasta no hace tanto estrenar algo nuevo el Domingo de Ramos!

Juan trabaja para ayudar a la familia que las está pasando canutas, pero el toro le tira por demás. Hasta el punto de que en un momento se da cuenta de que él podría ayudar a su familia si de verdad consigue que le den alguna oportunidad. Comienza así a relacionarse con señores de Sevilla que acuden a las capeas y ya se han fijado en él. Al comienzo las condiciones son onerosas, sólo le falta tener que pagar por torear, pero poco a poco logrará llamar la atención y que algún empresario lo contrate. Su valor y sobre todo su innovadora manera de torear le ganará adeptos y comenzará a participar en novilladas sin picadores para ya en 1913 dar el campanazo en Barcelona con un éxito tan grande que llegó hasta ser criticado por el seny catalán: 
 "Empecé a torear al año siguiente en el mes de febrero. Fui a Barcelona, donde tomé parte en dos novilladas, en las que me ayudó la suerte. Me pasearon en hombros por las Ramblas, y algún periódico protesto contra el hecho de que un pueblo culto como el catalán hubiese dado aquel espectáculo, a su juicio bochornoso." (en el cap. 11, "Halago y tormento de la popularidad")

Estos capítulos, que cuentan el difícil acceso de Belmonte a la torería, están plagados de gracia andaluza, de la belleza del lenguaje popular, visible sobre todo en un vocabulario chispeante y penosamente hoy olvidado o en vías de extinción. He aquí algunos ejemplos: 
  • garbear' (robar al descuido, pillar dinero), 
  • catrecillo' (silla de tijera), 
  • despejados (con los pies maltratados de tanto andar), ‘
  • vestido de distintos (con traje nuevo o o de domingo), 
  • aguaducho' (pequeño puesto o establecimiento en el que se vende agua, refrescos y otras bebidas)
  • consumeros (funcionarios que controlaban la aplicación cotidiana de una tasa que gravaba directamente los artículos de primera necesidad, las cosas 'de comer, beber y quemar', como se decía en aquel entonces.) 
  • regatón' (Casquillo , cuento o virola que se pone en el extremo inferior de las lanzas , bastones , etc., para mayor firmeza)
  • manijero' (Hombre encargado de contratar obreros para ciertas faenas del campo )
  • arregostado (Según la última edición del DRAE, significa ‘engolosinarse, aficionarse a algo’ y es un verbo pronominal. ‘malacostumbrarse')
  • chicolear' (decir chicoleos:Dicho o donaire dirigido por un hombre a una mujer por galantería)
  • espurrear' (Rociar algo con agua u otro líquido expelido por la boca)
  • rehilete' (dardo)
  • echarse al surco" en el sentido de ‘abandonarse (‘mi padre se echó al surco')
  • hule" [“partidarios del hule"] en tauromaquia mesa de operaciones por tener una pieza de hule sobre ella
  • ratimago' (Artería, engaño, artimaña.)
El anecdotario es muy grande y se lee muy bien aunque hoy, quizás, este mundo está en franco retroceso. Aunque el momento en que vivió podría decirse que son los años de oro del toreo, sin embargo otras diversiones populares como el fútbol e incluso el Cine se estaban abriendo camino hurtándole público a las plazas de toros. Pero con todo y con ello Juan Belmonte triunfa rodeado de  compañeros de lidia tajgién muy populares. ¿Por qué en medio de este extraordinario plantel Belmonte se hizo hueco? Pues simple y llanamente porque hizo su gran aportación al toreo que fue "saber conducir al toro y no al revés. Según los mejores revisteros taurinos de la época como yo toreaba no habían toreado jamás Lagartijo, Frascuelo, Guerrita, Espartero, Fuentes, Bombita, Machaco, los Gallo... ."

Ramón Menéndez Pidal, Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz; los escritores Pérez de Ayala, Gómez de la Serna, José María de Cossío, Salvador de Madariaga y Juan Ramón Jiménez,
Belmonte formó tándem en muchas plazas con Joselito. Era una sana competencia que les servía a ambos para crecerse en los momentos de bajón que también sufrían. También toreó varias veces con Sánchez Mejías. Al igual que Ignacio, Juan Belmonte era amigo de frecuentar tertulias de intelectuales del momento. Desde muy pronto por su manera de torear captó el interés de artistas y escritores quienes,  siendo aún novillero, le realizarán en Madrid un homenaje en el que participan Valle-Inclán, Romero de Torres, Julio Antonio, Sebastián Miranda y Pérez de Ayala. Incluso retirado de las plazas mantendría relación con el doctor Marañón y hasta con un joven José Luis Pinillos.

Fue un torero que leía mucho, que se interesaba por lo que sucedía a su alrededor. Tuvo a lo largo de su vida algunas crisis depresivas y sufrió tendencias suicidas. Cuando Manuel Chaves Nogales publica el libro en 1935 al torero aún le restaban muchos años de vida. Murió, -nos dice Felipe Benítez Reyes en el estupendo prólogo que escribió para la edición que he manejado, la de Libros del Asteroide del año 2009-, el año 1962 de un tiro que se pegó en una de las múltiples cicatrices que en su cara daban fe de su arrojo y valor. Las tendencias suicidas de las que le habló a Chaves Nogales en las charlas que precedieron a la confección del libro quizás se intensificaran con la enfermedad que padeció su mujer, la peruana Julia Cossío, que le hizo ir a Suiza a tratarla y con las muertes de compañeros de profesión en especial la de Joselito el año 1920 en la Plaza de Talavera de la Reina; también la propia Guerra Civil, así como el miedo que decía sentir previamente a salir a torear; pero sobre todo su pundonor y torería eran incompatibles con la vejez que a punto de cumplir 70 años se le echaba encima. Fue gran amigo del humorista Julio Camba a quien conoció vivir sus últimos años entre terribles padecimientos. Él no quería eso para sí mismo. Arregló todos sus asuntos (testamento, dinero en mano a su última relación amorosa, escrituras en orden...) y se descerrajó un tiro por encima de la oreja derecha. Como se ve todo muy torero.

Final
Para finalizar quiero destacar algunos momentos del libro que me parecen especialmente significativos. Juan Belmonte no eludía asunto alguno. Muy interesante y literariamente magníficamente resuelto por el escritor es el tema de la pervivencia futura o no de la fiesta de los toros. En el capítulo 15, "Supersticiones taurinas" se lee un diálogo alegórico entre el Miedo y Belmonte en el que el primero le dice al torero: "Dentro de unos años, a lo mejor, no hay ni aficionados a los toros, ni siquiera toros. ¿Estás seguro de que las generaciones venideras tendrán en alguna estima el valor de los toreros? ¿Quién te dice que algún día no han de ser abolidas las corridas de toros y desdeñada la memoria de sus héroes? Precisamente, los gobiernos socialistas…" Estábamos en 1935 y ya la Fiesta comenzaba a ser muy cuestionada por algunos sectores sociales.

Más rotundo y mucho más profundo es lo que en el epílogo del libro dice Belmonte sobre "la decadencia del toreo":
"La lidia se convertirá fatalmente en un espectáculo de circo al modo moderno, es decir, desustanciado. Subsiste la belleza de la fiesta; pero el elemento de la dramático, la emoción, la angustia sublime de la lucha salvaje se ha perdido. Y la fiesta está en decadencia."
De política poco se habla en esta biografía. En el fondo porque Juan Belmonte nacido en 1892 en la calle de Feria en el barrio de la Alameda, y enseguida vecino del barrio de Triana a donde las familia se trasladó, vive la vida tal como viene. Por eso cuando llega la República él que jamás se había significado políticamente y que era un ídolo de multitudes no tiene miedo de correr peligro alguno pese a ser rico y vivir en Andalucía donde el anarquismo del campo estaba creciendo mucho. Es en el último capítulo donde aparece alguna consideración sobre el asunto:
"El 14 de abril no marcaba la hora del soñado reparto, y cuando desde Madrid intentaron convencer a los braceros andaluces de que era sí, los ánimos se ensombrecieron, y la lucha entre los pobres y los ricos se hizo más dura y enconada. Creció el odio al propietario, bueno o malo, sólo por ser propietario, y al socaire de las teorías anticapitalistas invadieron el campo cuadrillas de expropiadores, que no eran otros que los tradicionales algarines, los raterillos rurales, que siempre habían andado a salto de mata, y ahora tornaban un aire altivo de ejecutores de la justicia social. Ladrones de campo y cuatreros siempre ha habido en Andalucía; pero nunca, ni en la época del bandolerismo legendario, se ha considerado el robar como un timbre de orgullo."
Un periodista independiente

En cuanto al escritor es prueba de su inquebrantable independencia y soberanía intelectual que por las famosas dos Españas de las que hablaba Machado fuese cuestionado y expulsado. Decir la verdad siempre es lo que tiene y ser partidario de un movimiento no equivale a ser feligrés cual si de una religión o de una iglesia se tratase. Así el sevillano Manuel Chaves Nogales que saludó con entusiasmo la llegada de la República en 1931 no por eso cerraría los ojos a los excesos y abusos que observaba se estaban produciendo. De igual manera procedió cuando estallada la Guerra Civil denunció con fuerza las masacres franquistas realizadas en las localidades en las que los golpistas entraban a sangre y fuego, precisamente tal cual reza el título de su colección de relatos cortos sobre la guerra civil española, cuya lectura recomiendo a cualquiera.

13 nov 2020

"Los milagros prohibidos". Novela de Alexis Ravelo

17 comentarios:

✔ "Cuando se estrecharon las manos , Agustín notó los relieves de piel de lagarto esculpidos en ellas por el trabajo. Notó también que miraba de frente, pero interponiendo una media sonrisa que ocultaba la acción y media de ironía." (p. 224)

"Legañosa, pachorrienta y muerta de frío, la ciudad sesteante lo vio doblar en la esquina del Teatro Chico y cruzar hacia la consulta, para salir poco después con Fernando el Polaco, con quién se marchó hacia el sur en el camión de este." (p. 232)

Fue tal lo mucho que me agradó leer la primera novela de Alexis Ravelo, "Tres funerales para Eladio Monroy", que de seguido busqué otra del autor. Quería ver cómo sería su literatura hoy en una novela más actual; resultó que yendo a la biblioteca pública cayó en mis manos por puro azar ésta que reseño y que ya desde ahora mismo he de decir que me ha gustado muchísimo. Me ha demostrado que Alexis Ravelo no es sólo un escritor de novela negra, que también y excelente, sino un grandísimo autor que sabe abordar la narrativa desde cualquiera de sus tendencias.

editorial Siruela, Alexis Ravelo, Los milagros prohibidos
"Los milagros prohibidos"
 (Siruela, 2017) se centra en lo acontecido en la isla de La Palma durante los cinco primeros meses del mal llamado Alzamiento Nacional -'glorioso' nos dijeron, mientras duró el franquismo, que había sido- cuando no fue otra cosa que un golpe militar decimonónico protagonizado por unos militarotes africanistas que por el mal planteamiento para enfrentarlo del Gobierno legítimo democráticamente elegido vino a triunfar y a traer a los españoles de entonces y a los que nacimos en las décadas siguientes una vida en dictadura que para nada deseo que se repita.

Como hacen los buenos novelistas -Alexis Ravelo lo es, sin ninguna duda- el autor pone el foco en una historia particular: Agustín Santos, maestro de la localidad de Puntallana en la isla canaria de La Palma, felizmente casado con Emilia Mederos, guapa mujer a quien de niño y adolescente había pretendido el ahora falangista Floro el Hurón, se echa al monte tras el golpe militar para evitar ser apresado por haberse significado durante la etapa republicana y especialmente durante la semana en que la isla se resistió a la asonada. El triángulo amoroso (Floro - Emilia - Agustín) es el que sostiene y motiva toda la acción haciéndonos ver que en no pocos de los desafueros y de las bestialidades perpetradas durante la Guerra Civil mucho tuvieron que ver las venganzas personales, las malquerencias familiares, el aprovechar la ocasión para llevarse por delante a alguien por celos, por odio, por envidias, etc.

La novela está organizada en cinco partes. Cada una de ellas, titulada "Memoria" ,va precedida de un capítulo relatado en 1ª persona en la que un testigo, partícipe directo en ocasiones en los sucesos, cuenta a un interlocutor -un periodista o incluso y casi con seguridad el propio escritor- lo que recuerda de esos sucesos. No quiere esto decir que estemos ante unos hechos ciertos, pero sí que lo que Ravelo presenta está inspirado en acontecimientos acaecidos durante esos meses iniciales de la Guerra Civil, aunque como bien nos advierte al final de la novela no sean reproducción fiel de los mismos. Tras este capítulo en 1ª persona se pasa en los siguientes capítulos de cada uno de los cinco apartados a un narrador objetivo en tercera persona que va presentando los hechos de una manera reiterativa poniendo el foco en éste o en aquel otro personaje citado en el relato, personajes todos ellos importantes dentro de la aventura protagonizada por Agustín. Así conoceremos información relevante referida a don Sito Mederos, padre de Emilia; o a Floro el Hurón, el hijo de doña Rosita, que se afilió a la Falange y formó parte en La Palma de las eufemísticamente denominadas "fuerzas auxiliares"; o a Vidal, sargento de la Guardia Civil, que mantuvo a la isla bonita fiel siempre a la autoridad competente de cada momento; o a Juan Padilla el Malhablao que dentro de la República era partidario de la Revolución criticando a burgueses republicanos como Agustín por considerarlos tibios y vendidos; etc.

Además de estas individualidades ya citadas también en el relato aparecen personajes que podríamos denominar de grupo. Así por un lado están los falangistas (Miguelín, Floro, Feluco, Eusebio Padrón Manoabierta...); los poderosos reaccionarios (Álvaro Luján y sus compañeros de viaje: el cura Santiago, el gobernador militar franquista de la isla...); los "alzados" [así llamaban en la isla a quienes subieron a los altos para escapar de una muerte segura]: Agustín, Juan el Malhablao, ...; los guardias civiles (el cabo Doreste, el guardia Ramírez...); los burgueses republicanos (el médico don Pío, el propio don Sito Mederos, el mismísimo Agustín, el boticario Nicanor Trezado, el subdelegado del gobierno republicano Yanes...); los humildes que con su humanitario comportamiento demuestran ser auténticos defensores de la legalidad republicana cuando pueden hacerlo y cuando no, favorecedores de los que sufren los atropellos de los golpistas. Incluyo en este amplio grupo de los humildes a personajes como Fernando el Polaco y su mujer Solita; el pastor de cabras Pedro Pulido y su mujer QuiteritaAnselmo el Cambao, novio de Adela, la hermana de Emilia; etc., etc. 

Aunque centrada la trama en los echados al monte, injustamente perseguidos por ser fieles a la legalidad y consecuentes con sus ideas, en la novela se deja constancia de que en esta lucha de españoles contra españoles no todos pudieron elegir bando; muchos hubo que estuvieron en uno y el contrario por puro azar. Así Anselmo el Cambao es soldado del ejército nacional franquista simplemente porque el 18 de julio lo encontró haciendo el servicio militar y sus mandos se unieron al golpe:
"Anselmo el Cambao no era mal muchacho ni era fascista, solo que el golpe lo cogió haciendo el servicio militar, con el uniforme puesto y a las órdenes de unos traidores hijos de puta. Esos eran los peores, los de carrera." (p. 154)
Uno de los méritos de esta novela es precisamente observar cómo el autor muestra, partiendo de la particular historia de la huida por el monte del maestro de Puntallana, un muy creíble abanico de seres y de comportamientos habidos durante la contienda fratricida.

De nuevo en una novela de Alexis Ravelo me ha vuelto a encantar el marco geográfico en que discurre la historia: las islas Canarias. Si en la novela que leí anteriormente todo ocurría en Las Palmas de Gran Canaria, en ésta la acción principal sucede en la isla de La Palma con fugaces apariciones de la de Tenerife donde los franquistas han ubicado dos o tres barcos que les sirven de prisión para los resistentes al Alzamiento, y también de la de Gran Canaria cuando el contexto histórico exige hablar de Franco y el famoso vuelo del Dragon Rapide que lo llevaría de aquí al Marruecos español para encabezar el golpe militar. 

Isla de La Palma, Islas Canarias, Semana Roja, Guerra Civil española
Pero lo esencial es la geografía de La Palma, la isla más occidental del archipiélago y la más verde. El clima cambiante de la misma, muy húmedo en la Cumbre, su origen geológico visible en la caldera de Taburiente y en los volcanes activos y extintos que los fugitivos habrán de ascender o evitar, la toponimia insular (las Breñas, Tazacorte, La Galga, Puntagorda, Puntallana, Malpaíses, Tigalate...), las calles de la ciudad de Santa Cruz de la Palma... Todo este color local, tan auténtico, es un marco magnífico por el que el escritor echa a correr a sus personajes de ficción. El resultado es excelente y de una verosimilitud total, de manera que haciendo abstracción de la ficción que la novela es conocemos a su través lo que aquello debió de ser: el miedo a ser detenidos, el terror a ser torturados, las torturas en sí, las muertes sin más sólo por pensar distinto... Se constata una vez más que como reza el título del famoso ensayo de Mario Vargas Llosa, "La verdad de las mentiras", la invención ficcional es en muchas ocasiones el camino mejor para acercarse a la Realidad.

Respecto a la anterior novela reseñada en este blog, "Tres funerales para Eladio Monroy", [leer la reseña aquí] en ésta he percibido mayor presencia de canarismos lingüísticos, tanto a nivel léxico ('postritos', 'entullar', 'jincar', 'gofio', 'fayal'...) como sintáctico ("ándese rapidito, que si tardo más en llegar ca'mi tía me voy a llevar una tollina", le dice el niño Arvelo a su maestro don Agustín). A este respecto también he visto en la novela cierta pequeña veta indigenista muy acorde con la que en todo el mundo, a modo de revisión histórica imposible de revertir pero de afán exculpatorio, parece estar entronizada hoy:
"Si iba a morir por propia mano, lo haría como los grandes, en un lugar mítico, como los resistentes de Masada o, por pensar en un ejemplo más cercano, como los aborígenes que, durante la conquista de las Islas, se suicidaron antes de rendirse a los castellanos, arrojándose desde Tigaiga en Tenerife o desde Ansite en Gran Canaria" (p. 101)

Pese a que el asunto parece no ser compatible con él, hay en este relato de huida y persecución implacable espacio para, si no abierto, el humor, sí ,para la sonrisa liberadora, muy necesario en situaciones extremas como las relatadas. Así doña Rosita en un momento dado reconviniendo a su hijo por los desmanes que comete "Le señaló la silla y le dijo: 'Siéntese ahí'. Cuando una madre canaria te trata de usted es mejor no contradecirla y prepararse para lo que venga." (p. 128). Indudablemente es el autor quien, dirigiéndose al lector, habla en este momento por boca de este narrador externo; esa segunda persona de sentido impersonal inclusivo lo delata.

También considero una muestra de humor e incluso señal de que quizás sea él uno de esos narradores en 1ª que abren cada una de las cinco partes o, hasta quizás el narrador único en primera de todas ellas, el juego que el novelista realiza con su apellido transmutándolo por movimiento fónico en la primera sílaba del apellido del autor que de Ravelo muta en Arvelo. Es Arvelo un niño que aparece al inicio del relato ayudando al fugitivo y que no vuelve a aparecer hasta el final cuando... No, claro, no voy a decir qué pasa con este personaje porque el novelista es amigo de dar sorpresas y si la cuento aquí pues simplemente me cargaría la novela, algo que no deseo sino más bien todo lo contrario, provocar el deseo de leerla. 

Por último quisiera señalar que en Alexis Ravelo la literatura todo lo impregna. Si en "Tres funerales para Eladio Monroy" el protagonista siempre tenía a mano libros que le proporcionaba su enamorada librera, en "Los milagros imposibles" el protagonista Agustín Santos también porta siempre con él algún libro. Concretamente lee en algún momento "Crimen" de Agustín Espinosa, escritor canario de la época en que transcurre la acción -concretamente la novela apareció publicada en 1934- que en 1936 con el estallido de la Guerra fue fulminado por los levantados en armas a lo que él respondió con humillantes muestras de adhesión a la causa. 

Agustín Espinosa fue en las Islas propulsor del surrealismo realizando en 1935 en Santa Cruz de Tenerife una Exposición Surrealista, la primera celebrada en España, en la que de la mano del pintor tinerfeño Óscar Domínguez logró reunir obras de los principales pintores surrealistas. André Breton pronunció una conferencia sobre el arte y la política, y como colofón de la exposición se proyectó "La Edad de Oro" de Luis Buñuel. Sobre esta película surrealista dijo Espinosa en la reseña que de la misma hizo «Se han pronunciado, con excesiva frecuencia las palabras "pornográfico", "libre", "procaz", "indecoroso", "insolente", con relación a La Edad de Oro, ni con más ni con menos razón -puedo decirlo ahora de paso- que a propósito de mi libro Crimen, olvidándose que análogos adjetivos habría que esgrimir desde ese bizco punto de vista, para calificar a Quevedo, a Boccaccio, a Cervantes, a Rabelais, a Lautréamont, a Goethe.». Precisamente esas mismas calificaciones ('pornográfica', 'indecorosa', procaz') son las que en la narración hace Floro de la novela "Crimen" que Agustín dejó olvidada en una de las cuevas donde se ocultó.

Para finalizar
La novela dentro de la aventura de persecución de que trata presenta otros asuntos de mucho interés tocados como al descuido al no ser ese el centro de la narración:
  • La guerra, las mujeres y los hombres: "Los hombres hacen la historia. Las mujeres la sufren. La sufren."
  • La vergüenza histórica: "no haber tendido una emboscada a Franco cuando estuvo en Gran Canaria quedó como "una vergüenza más para un archipiélago que cometió a lo largo de los siglos cientos de errores entre los que, según dictum popular, destacan especialmente dos: no dejar entrar a Nelson y dejar salir a Franco."
  • Las denominadas 'fuerzas auxiliares' (Falange y Acción Ciudadana): "En el local de Falange, los hombres bebían ron y coñac, fumaban, hacían corrillos, revisaban sus armas y sus linternas: todo, incluido el alcohol, formaba parte de los preparativos para una larga noche de registros, detenciones e interrogatorios. Eusebio había avisado a todos los falangistas disponibles, incluidos Miguelín, Perico y Feluco, tan cansados como el Hurón."
  • El plátano, monocultivo de la isla, y su explotación en manos extranjeras: "Las oficinas de la Williams Fruit Company &Schipping Agency estaban situadas, cómo no, en la calle Real, justo donde O'Daly iba a fenecer en el barrio de El Puente. Allí, los despachos de Reginald Thomson y de Sito Mederos ocupaban la mitad del primer piso. "

9 nov 2020

Alexis Ravelo. "Tres funerales para Eladio Monroy"

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Dicho esto, la Nati se quedó mirando amenazadoramente un tocinillo de cielo. Cuando consideró que ya lo había amedrentado lo suficiente, se abalanzó impúdicamente sobre él. El pobre tocinillo opuso toda la resistencia posible, consistente, sobre todo, en quedarse adherido a la cenefa de papel que aparentemente lo protegía, pero, al final, acabó entre sus fauces.
—Humm… Me pueden. Los tocinillos es que me pueden…

Serie Eladio Monroy, Alexis Ravelo, Novela negra, Literatura canariaAlexis Ravelo sitúa la acción de esta su primera novela en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Su protagonista es un hombre algo desengañado de la vida; se llama Eladio Monroy y está ya retirado de la profesión de marino mercante.  Vive de la pensión y un poco de pequeños trabajillos en negro que le van ayudando a sobrellevar la vida: chofer y guardaespaldas para hombres de negocio de vez en cuando, vendedor de cámaras de fotos y video que le consigue su amigo Hanif, hindú de la calle Ripoche, o cumplir encargos como el que llena el grueso de la novela: entregar una cantidad de dinero a un extorsionador a cambio del objeto o los objetos motivo de tal extorsión.

Según discurre la acción vamos conociendo la vida y la manera de vivirla de este antiguo jefe de máquinas de la marina mercante: está divorciado de Ana Mari que ahora tiene por pareja a un prohombre de la localidad, Ernesto García Medina; es amigo de sus vecinos, en especial de Matías, hombre mayor que se preocupa por él lo que le ocasionará más de un problema; su amiga especial es Gloria que vive en el mismo edificio y que regenta una librería gracias a lo cual Eladio tiene siempre buenas lecturas en casa; y además de su hija Paula que Eladio siempre tiene en su pensamiento aunque no la vea desde hace muchos años por culpa de las malas artes de su ex, están los amigos del bar Casablanca regentado por Casimiro y al que acude puntual todos los días Pachi, el del taller de coches que ayudará a Eladio a cumplir la promesa que le hizo a Dudú, un senegalés explotado por otros y cuya verdadera profesión y conocimientos pertenecen al campo del motor.

Frente a todo este grupo ingente de seres humanos están los policías que Eladio conoce: Déniz y Silva, y otros más jovencitos que ya no conoce tanto como Pérez y Alonso ('Hernández y Fernández' los llama para sus adentros con gran sentido del humor el mismísimo Monroy). También Roque, Paco Ríos....

La novela es una lectura que engancha desde la primera página. A mí me ha gustado mucho entre otras muchas cosas por transcurrir en esta ciudad grancanaria donde nació y vive el novelista y en la que yo tuve la suerte de vivir durante tres años al inicio del último cuarto del siglo XX cuando la juventud me tenía conquistado. Descubrir esta ciudad con los primeros dineros ganados en el ejercicio de la profesión supuso para mí todo un cúmulo de magníficas experiencias personales. Alguien podría argüir que así, claro, es normal que me haya gustado pues ya venía predispuesto a ello. Sí, bueno, cierto es que tenía predisposición favorable, pero ¿cuántas veces lo esperado no responde a las expectativas? Pues en esta ocasión las mismas afortunadamente se han cumplido a plena satisfacción. Consecuencia: seguiré leyendo la saga y otras novelas más actuales del autor.

El género de la novela negra al que pertenece el relato leído nació de la mano de Hammett y Chandler; fueron ellos los que establecieron las características del mismo. Sus novelas transcurren la mayoría de las veces en populosas ciudades norteamericanas pues el cosmopolitismo es seña de identidad de estas narraciones. Por eso cuando Eladio Monroy conduce el Audi 4 que ponen a su disposición para que pasee por Las Palmas a José Luis Ortiz de Guzmán, industrial peninsular, director general de MACOINSA, que viene a cerrar un negocio, cabría preguntarse si esa característica del cosmopolitismo inherente al género queda debidamente representado. Respuesta: Naturalmente que sí; y en mi opinión no había necesidad alguna de que el propio Alexis Ravelo en la 'Nota del autor' que incluye al final de la obra formulara una especie de disculpa o aclaración: 
que nadie atribuya a un mal entendido localismo el hecho de que esta novela transcurra en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Podría haber transcurrido en cualquier otra ciudad. Cualquier ciudad es buena para una novela negra. [...] Da igual dónde se desarrolle la historia, porque la maldad, los poderosos y sus víctimas son iguales en todos lados.
Las Palmas de GC, Islas Canarias, Calle Ripoche, La Isleta
Totalmente de acuerdo, Alexis; pero es que yo añadiría que Las Palmas es una ciudad cosmopolita por sí misma como lo son muchas otras ciudades portuarias, en este caso con esa zona del Puerto, la cercana Plaza de Santa Catalina y esas calles adyacentes como la de Ripoche que aparece en el relato donde todo es posible porque todo puede suceder habida cuenta de ese maremágnum de seres venidos de todas partes y de todos los pelajes habidos y por haber que circula por la zona. Sí, el cosmopolitismo de esta ciudad es innegable.

Pero sin embargo el novelista que en su narración incorpora muchas de las características que aparecen en las novelas de los fundadores del género (bajos fondos, corrupción, erotismo, alcohol y tabaco consumido en  cantidad alta, crítica social...)  opta por construir un relato más insular, más canarión, si utilizamos el término local usado para designar a los naturales de la isla de Gran Canaria. Tan sólo es con ese oscuro personaje peninsular  al que Eladio hace de chofer y guardaespaldas que la narración se aleja levísimamente de la isla; el resto de la historia transcurre dentro de la sociedad canariona. Como bien comenta el propio escritor la maldad de los poderosos y sus víctimas son iguales en todos lados.

En la trama la corrupción de algunos miembros policiales se une a la hipocresía moral de los poderosos, temerosos de que iniquidades practicadas en la intimidad sean de dominio público. Este es el gran asunto de la novela. Eladio Monroy es contratado por su ex Ana Mari y la pareja de ésta, el prohombre local Ernesto García Medina, para que recupere un material con el que están siendo extorsionados. Eladio recibirá un buen dinero por los servicios si todo acaba bien y además podrá ver a su hija Paula que se encuentra estudiando en Salamanca. 

Poco más se puede decir de esta historia sin destrozar el placer del lector. Sólo avisar de que el contenido en algunos momentos puede resultar fuerte para ciertos lectores más sensibles y poco conocedores de los derroteros por los que discurre la actual novela negra española.

Muchísimas cosas me han gustado de "Tres funerales para Eladio Monroy". De entre ellas destacaría el desarrollo psicológico de los personajes, en especial del propio Eladio Monroy, pero también de su amiga Gloria. Luego veo como elemento sobresaliente la manera natural y muy auténtica de mostrar la vida de los humildes: de Pachi, el mecánico de coches que deja a deber a Casimiro el cortadito que todos los días se toma hasta que este un día Casi se harta; de Dudú, el senegalés cuyas capacidades no le son valoradas hasta que Monroy habla de él a Pachi; de Roque, parado de 40 años que vive de las chapuzas que le salen como la que Eladio le encargará; del propio Casimiro, el propietario del bar Casablanca; de Matías, jubilado desprendido y gran amigo de Eladio; de la Nati (Isadora), madame de una casa de prostitución; etc...

No se puede dejar de señalar -de hecho el propio autor ya se encarga de ello en la citada 'Nota del autor'- la curiosa manera de dar título a los capítulos. Alexis Ravelo dice allí: "Como el atento lector habrá notado, el título de cada capítulo pertenece a una cita literaria". Y añade, con gran sentido del humor, que "ya que el lector es tan atento, le propongo el juego de de dejar a su elección la atribución a su respectivo autor de cada una de las citas". Como se comprenderá no lo he hecho; me he conformado con comprobar que estos títulos siempre figuran al final de los capítulos respectivos como colofón de los mismos. A mí me ha recordado un poco a esos ejercicios de escritura propios de las escuelas de narrativa en los que se da una frase con la que es obligatorio cerrar la narración. De cualquier manera me ha gustado y parecido de cierto interés.

De muchísimo más interés me ha resultado observar la serie de alusiones a personajes literarios, títulos y/o autores de la literatura española y universal esparcidos por aquí y por allá, lo que demuestra la buena mochila de lecturas y conocimientos que el novelista porta a sus espaldas. En especial me encanta la reflexión que el propio protagonista del relato hace sobre la soledad que le ha acompañado a lo largo de su vida profesional en el mar y el porqué no iba a tener derecho esta soledad a convertirse en materia literaria como tantas otras: 
"La de los capitanes. Eso sí que había dado literatura. Desde Homero a Conrad. Y en medio, Stevenson, Melville. Quién sabe cuántos más. Pero el maquinista… La soledad de Lear. La del astronauta. Una versión de la del capitán. Más espectacular. Pero luego, la soledad de Hölderlin. La soledad de Pessoa. La de Mishima. La soledad de José K. La soledad de Mersault. La de Roquentin. La soledad de Giovanni Drogo. La de Morel."

Las Palmas de Gran Canaria, Hotel Madrid, Casino Literario, Plaza de la Alameda
Pero sobre todo como digo al principio de esta reseña me ha encantado caminar por la ciudad de Las Palmas junto a los personajes de ficción. Por motivos personales, al haberla frecuentado bastante durante mi ya lejana estancia allí, me gusta este fragmento donde la pulsión de la ciudad, viva y real, se percibe 

"Eladio padecía aquel clima sofocante sentado en un banco de la alameda de Colón. Enfrente, ante el edificio del Gabinete Literario y la terraza del hotel Madrid, el busto de Bartolomé Cairasco de Figueroa se sacrificaba estoicamente al calor, al polvo y a las sempiternas cagadas de paloma. Hasta los pájaros que solían combar las ramas se habían callado. Sólo de vez en cuando algún turismo o algún taxi vacío pasaba por el cruce con la calle Muro y se perdía por General Bravo"

 Una ciudad que como todas, y más en las novelas negras, tiene bajos fondos, zonas oscuras, alcantarillas... que el investigador ha de visitar por necesidad del trabajo que realiza:

[Eladio necesitaba] "hacer algo que le quitara aquella sensación de suciedad. Que le librase de aquel olor a podredumbre. La peste a puticlub, a extorsión, a pornografía, a doble moral y vicios capaces de escandalizar a un proxeneta, enmascarados tras una casa grande de cojones y una posición social sólida y envidiada."

Sí, he disfrutado mucho con esta su primera novela negra, a su vez primera entrega de la serie de Eladio Monroy. Y pienso seguir haciéndolo pues no tardando mucho seguiré con la segunda de la tetralogía titulada "Sólo los muertos"; eso si no se pone  por delante de ella "Los milagros prohibidos" del año 2017 que acabo de sacar de la biblioteca pública. En fin, como suele decirse, seguiremos informando 😜😂😄

Unas notas sobre el autor (Reelaboradas a partir de la solapa de su novela "Los milagros prohibidos" que ahora estoy leyendo)

Alexis Ravelo nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1971. Cursó estudios de Filosofía <pura y asistió a talleres creativos impartidos por Mario Merlino, Augusto Monterroso y Alfredo Bryce Echenique. Es dramaturgo, autor de tres libros de relatos y de varios libros infantiles y juveniles. Ha irrumpido con fuerza en el panorama narrativo actual con sus novelas negras que como digo en esta reseña han merecido, entre otros varios reconocimientos, el Premio Hammett a la mejor novela negra por "La estrategia del pequinés" (2013).

Los títulos de sus novelas son los siguientes:
    • Tres funerales para Eladio Monroy [Eladio Monroy 1], Anroart, 2006
    • La noche de piedra (La iniquidad I), Anroart, 2007.
    • Sólo los muertos [Eladio Monroy 2], Anroart, 2008.
    • Los días de mercurio (La iniquidad II), Anroart, 2010.
    • Los tipos duros no leen poesía [Eladio Monroy 3], Anroart, 2011.
    • Morir despacio [Eladio Monroy 4], Anroart, 2012.
    • La estrategia del pequinés, Alrevés, 2013.
    • La última tumba, EDAF, 2013.
    • Las flores no sangran, Alrevés 2015.
    • La otra vida de Ned Blackbird, Siruela, 2016.
    • Los milagros prohibidos, Siruela, 2017.
    • El peor de los tiempos [Eladio Monroy 5], Alrevés, 2017.
    • La ceguera del cangrejo, Siruela, 2019.
    • Un tío con una bolsa en la cabeza, Siruela, 2020

4 nov 2020

Miguel Griot. "El Plan A"

18 comentarios:

La crisis en Grecia, el 15M en Sol, el derecho al trabajo vs la obligación del trabajo, el derecho a la pereza, el "crowdfunding como infiegogo o kickstater"... Y siempre consultando internet, entrando en webs como en la página 'viviralmaximo.net' cuyo administrador es Ángel Alegre García quien en la cabecera del blog al que se puede acceder desde ahí tiene nada más y nada menos que la portada de un libro titulado "Plan B". Un libro, pues, el leído, anclado en una realidad muy reconocible.

Obras de autoayuda, Crecimiento personal, Inteligencia natural, escenario mental, Breeman

"El plan A" de Miguel Griot presenta una conversación entre dos amigos que perdieron el contacto 15 años ha; en el momento del reencuentro, uno, Marcos, se halla sumido en un pozo existencial, mientras que el otro, Ángel, está satisfecho consigo mismo y con la vida que lleva. 

Casualmente Angel encuentra una noche de viernes a Marcos completamente curda; lo lleva a su casa y al despertar éste le cuenta lo que ha sido su vida durante los 15 años transcurridos desde que la última vez que se vieron. En el transcurso de esta conversación Marcos comprende cuan equivocado está y qué mal lleva su existencia. 

Entiende al final de la plática mantenida con su amigo que la solución a su disgusto existencial está no en aplicar a su vida un Plan B sino en que el Plan A, o sea, su vida normal discurra de modo acorde a su pensamiento sobre el mundo. Comienza este plan por conocerse uno a sí mismo. A este conocimiento llegó su amigo Ángel fruto del azar, de dejarse aconsejar por personas interesantes con las que se ha encontrado en su periplo por el mundo, y de su consciente búsqueda de otras que le convenía conocer por sus conocimientos sobre la autorrealización personal...

El libro no es exactamente una novela; a lo más, podría hablarse de género híbrido, aunque por su contenido y estructura didáctica pertenece más a la categoría de los libros de autoayuda. Todo él transcurre por el sendero de la positividad para afrontar el mundo que nos ha tocado vivir. Va más de vida interior del individuo que de otra cosa; con todo hay alguna alusión al momento socio-político de la crisis financiera de 2007-2013. Se ve por ejemplo cuando Ángel, viajero infatigable, visita Atenas y participa en las manifestaciones que frente a los dictados y recortes impuestos por Europa se están produciendo en la ciudad; también cuando Marcos recuerda su paso por la acampada del 15-M en la Puerta del Sol...; y poco más.

Verdaderamente el grueso del libro va de crecimiento interior, de reencuentro con uno mismo, de búsqueda de la propia identidad. Y para esto Ángel le da a Marcos una serie de claves envueltas en la narración de su paseo por medio mundo desde Madrid donde junto a Marcos acabó Derecho y perdió la partida precisamente contra Marcos en el cortejo a Marta que eligió a este último. De Madrid a Londres y aquí por una serie de casualidades al mercado de Portobello, al despacho del director del lujoso hotel donde trabajaba en la limpieza, a Rishikesh en la India, a un hospital, a Mumbai (India), a un crucero por el sudeste asiático… Luego en un momento dado, tras las enseñanzas recibidas de Ivana, una rusa que conoce en Atenas, ya será él quien conscientemente decida ir a Estambul, luego a Taos, Nuevo México, en USA, para finalmente parar en Berkeley (San Francisco).

En todos los lugares bien por azar bien, a partir de su encuentro con la rusa Ivana, por deseo expreso suyo topa Ángel con personas, a cuál más interesante, que le facilitan la vida en sentido material o le dan claves de mejora personal que le ayudarán en el establecimiento de su Plan A. Una compra casual en Portobello le llevará a conseguir unos buenos dineros al valorar ese producto en mucho el director del hotel londinense donde trabajaba. Otra casualidad hará que la encargada de un crucero que está presto a partir al verle con una Leica al hombro se interese por sus trabajos fotográficos y lo contrate como fotógrafo del barco que se dirige a Oriente (Filipinas, Indonesia, Bali, China...). En Bali quedará prendado de Tina con la que se quedará tres años al cabo de los cuales y sin poder ella ya enseñarle más lo dejan y él decide conocer directamente la Obra de diferentes personas expertas en campos muy diversos relacionados con la motivación y el crecimiento personal como el Yogi Bhajan, el genio de la economía Robert Kiyosaki o el creador de los 'earthships' Michael Reynolds.  Todos ellos le enseñarán procedimientos de autoconocimiento y de autodefensa frente al consumismo de la sociedad así como de satisfacción vital evitando la negatividad muy presente en el mundo occidental en que vivimos. Y así hasta llegar a San Francisco donde conocerá a la costarricense Gabriela con quien ha establecido un equilibrado plan de vida consistente en una actividad laboral que les agrada unida a una atracción emocional que ha dado como fruto varios hijos.

Marcos mientras escucha lo que cuenta Ángel está constantemente comparando lo que éste dice con lo que él mismo siente ante lo que hace. Poco a poco se va convenciendo y Marcos va haciendo suyos los conceptos esenciales de este Plan A transmitidos a base de frases diríase, utilizando la propia expresión del sorprendido Marcos, mágicas: 'respiración consciente', 'escenarios mentales', 'filosofia de la abundancia', 'autonomia financiera', 'inteligencia natural', 'vida plena', 'verdadera naturaleza', 'inteligencia cardíaca' (corazonada). Es toda una terminología procedente de la filosofía zen y del yoga: 'asana', 'satori', etc. Y en este orden de cosas al hablar del Breema y del Autobreema, dice Marcos que ya las simples denominaciones de los movimientos o ejercicios llevaban en su propio nominalismo tal poder o magia que "no tardé en comprobar que en cuanto los pronunciaba cambiaba la atmósfera que me rodeaba" (p. 179).
sectas de yogis, Swami Sivananda

El personaje principal de esta novela ensayo utiliza con frecuencia analogías entre lo que dice o expone a Marcos y autores u obras literarias conocidas como "La perla" de Steinbeck, "El señor de las moscas" de William Golding, el poeta y místico persa Rumi, Rabindranath Tagore... También el Cine es usado para dar mayor claridad o más plasticidad a lo que se dice; la alusión que se hace en el relato a "El lobo de Wall Street" de Scorsese, aunque muy previsible al hilo de lo que en Atenas la rusa Ivana está contando a Ángel, hay que decir que está muy bien traída.

Me ha gustado la manera que utiliza el escritor de iniciar cada uno de los 15 capítulos que componen la obra con una cita diferente firmada por también 15 autores diferentes. Son pensadores o escritores como Baudelaire, Hafiz, Neale Donald Walsch, Swami Sivananda, Alex Rovira, Gandhi, Jon Schreiber… Me parece una manera original que curiosamente al hilo de mis lecturas me ha recordado la que Alexis Ravelo realiza en "Tres funerales para Eladio Monroy", novela que acababa de leer justo antes de iniciar ésta. La diferencia entre ambos es que mientras Miguel Griot las coloca firmadas al inicio de los capítulos, Alexis Ravelo titula cada capítulo con la frase que cierra al mismo y, según confiesa al final de la novela él mismo, pertenecen a autores diferentes cuyo nombre no quiere desvelar proponiendo así el juego a los lectores de ver si son capaces de atribuirlas debidamente. Como se ve, los caminos de la literatura son insospechados y de lo más variados. Y los lectores lo agradecemos infinito, ¿no?

Por último el libro concluye en un epílogo que muestra la muy positiva evolución experimentada por ese Marcos, perdido y a disgusto consigo mismo 200 páginas atrás, que ahora afronta la existencia con otro talante, con otra filosofía, con otro 'escenario mental'.

Como libro de autoayuda que es numerosas son las frases que cabe destacar en él. He aquí algunas:
  • "apreciar que la satisfacción por el trabajo bien hecho no depende tanto de su repercusión, sino del esfuerzo que dediques a ello, me abrió un mundo de posibilidades.
  • "Cada vez que tomamos una elección en la vida, Marcos, abrimos unas puertas y cerramos otras
La última que destaco a continuación lo hago por discrepar abiertamente con ella en lo tocante a lo que dice sobre integrarse o pertenecer a organizaciones económicas o políticas a las que ceder soberanía. Pienso que crecer interiormente no debe hacernos caer en un individualismo de torre de marfil en el que vivamos ajenos a los demás:
  • "Del mismo modo que en mi búsqueda del Plan A había descubierto que no debíamos entregar nuestro poder político o económico a ninguna persona o ningún organismo, en el campo de la relación de pareja era lo mismo. No podemos hacer responsable a nadie de nuestra felicidad."


El autor
He indagado sobre este salmantino paisano mío. He recopilado la siguiente información que comparto con todos vosotros:

Miguel Griot —cuyo nombre completo es Miguel Ángel Alonso Serrano— nació en Salamanca en 1976. Su intensa trayectoria vital nos muestra a un joven apasionado e interesado por todo lo que le rodea. Estudió Derecho, Diseño y Desarrollo Multimedia, y formó parte del primer Máster en Periodismo del diario El Mundo. Terminados sus estudios, trabajó como maquetista en la web eresmas.com; fue consultor en nuevas tecnologías en la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) y redactor en elmundo.es. En un momento de su vida, decidió abandonarlo todo y dedicarse al breema (un tipo de masaje que conecta cuerpo y mente) que en el libro que acabo de leer tiene un papel sobresaliente. También es voluntario de la Cruz Roja. 

Diarios de Tony Lynx: el libro del poder
Su primer premio literario lo recibió en 2004, por el cuento "El Rey de Abría no se llama Güelfi". Un año después, publicó "Cuentos de Cura Sanita", lectura recomendada por la Asociación de Bibliotecas Públicas de Girona en la feria de Sant Jordi de 2006. "Iqbal Masih: Lágrimas, Sorpresas y Coraje" (Oxford University Press, 2008), es su título más conocido; se trata de una biografía novelada del célebre activista contra la esclavitud infantil. Su obra "Yus no quiso ser romusha" quedó entre los doce finalistas del premio Edebé de 2013. En 2017 publica "Diarios de Tony Lynx: El libro del poder", una novela del tipo construye tu propia aventura que fue muy bien recibida. Por último “El plan A”, aparecido este año 2020, representa por lo consultado por mí un importante giro en su carrera, aunque no tanto en su vida pues como él mismo dice en la biografía que cierra el libro "Desde los veinte años practica diferentes métodos de autoconocimiento, entre ellos el yoga, el ayurveda y el Breema®, disciplina de la que es instructor y ha impartido clases en seminarios de California, Israel, Barcelona y Madrid."

Tras conocer lo anterior, la obra leída y todo cuanto dice sobre la inteligencia natural y el autoconocimiento se me hace mucho más comprensible. Es, pues, "El plan A" un libro interesante para ese público que busca el crecimiento personal en armonía. Al estar presentado su contenido en forma de narración, además de su innegable interés, éste se hace mucho más legible. 

Nota
No llegué a comunicar a Laky del blog "Libros que hay que leer" mi deseo de participar en el mes de la No Novela al que dedica Noviembre. Pero sin duda alguna, "El plan A" de Miguel Griot es un perfecto representante de esa tendencia literaria. Así que, querida Laky, me permito recomendar esta obra a todos aquellos lectores que deseen leer en noviembre libros que no sean Novela en sentido estricto.