.header .widget { text-align:center;} .header img {margin:0 auto;}

28 mar 2014

"EL BAILE" de Edgar Neville

No hay comentarios:
La figura de Edgar Neville Romrée siempre ha ejercido sobre mí una gran atracción. Me atraían de él muchas cosas. La primera, el exotismo de su nombre; la segunda, que en pleno años 30 hubiese trabajado en la industria del cine hollywoodense; y la fundamental, que sobre su obra literaria se pasase con gran rapidez en los temarios escolares, eso sí tras decir a vuela pluma que sus obras tenían dentro del teatro que triunfaba en la posguerra española una cierta calidad. Las dos primeras curiosidades se pueden satisfacer buscando información por aquí y por allá sobre la que se ha dado en llamar la otra generación del 27; la tercera, acudiendo a ver alguna de sus obras.[vid. NOTA infra]

*  Del exotismo de su nombre y apellidos tienen la culpa, naturalmente, su padre Edgar Neville Riddlesdale, ingeniero inglés destacado en España por una empresa de motores de su país para la que trabajaba, y su madre, María Romrée y Palacios que ostentaba el título, que luego heredaría él, de Condesa de Berlanga de Duero.

Charlot, Chaplin, Charles Chaplin
Neville con Chaplin en Hollywood (tomado de
 http://www.grancanariaweb.com/cine/edgar/entrevista.htm)
* Su relación con Hollywood surge a raíz de su destino el año 1929 como diplomático en la ciudad de Los Ángeles (USA). Allí, en Hollywood, participa como actor de reparto en la película de Chaplin "Luces de la ciudad". Será Charles Chaplin quien lo introducirá en este mundo del cine donde conocerá a actores y actrices como Carole Lombart, y a magnates como William Randolph Hearst.

* De vuelta en España Edgar Neville se relaciona con intelectuales de la época como Gómez de la Serna a cuya tertulia de Pombo asistía con regularidad, con García Lorca y Manuel de Falla en Granada y, tras casarse y establecerse en Madrid, hará amistad con Salvador Dalí y los poetas José María Hinojosa, Manuel Altolaguirre o Emilio Prados.

Película "El baile" dirigida por Edgar Neville
Cartel de la película
Sólo me faltaba, pues, asistir a  la representación de alguna de sus obras. Y tuve ocasión de hacerlo el martes pasado viendo en el Teatro Fernán Gómez de Madrid la que es considerada su mejor creación teatral, "El baile".  La obra de Neville tuvo una excelente acogida desde su estreno en 1952 manteniéndose durante 7 años en cartel; en 1959 fue llevada a la pantalla con el mismo título y guión adaptado por el mismo dramaturgo, que además la dirigió. Dentro del cine de la época franquista el film constituyó un éxito sin precedentes.

"El baile"
Voy a dedicarle unas líneas a la obra teatral. Como cualquiera de las funciones que se hacían -y eran permitidas por la censura- en la época, no hay por ninguna parte elementos de crítica social o alusión política alguna. Estamos en la denominada Alta Comedia o teatro de evasión destinado a una burguesía a la que se le presenta un asunto ameno -en este caso la amistad entre tres amigos-  que, en principio, no buscaría ir más allá. Sin embargo Neville consigue remover un poquito la pacata moralidad de la época -moralidad hipócrita de gran parte de ese público burgués que aplaudía su comedia- al presentar, bajo la forma inocente de la amistad, un asunto no tan inocente: un triángulo amoroso. Naturalmente -¡estamos en los años cincuenta y en España!- amor sin sexo o al menos con sexo sólo para dos, los que están religiosamente casados. Este planteamiento hoy no parece muy verosímil en cuanto a la relación de los dos hombres (Pedro y Julián) con la mujer amada por ambos (Adela); al menos mientras ella está en el mundo -los dos primeros actos- porque cuando ya ha desaparecido sí que su recuerdo y el amor sentido hacia ella pueden hacer entender el incremento de la amistad entre los varones.

Cartel anunciador utilizado en Sevilla
Pienso que las buenas obras de teatro -y ésta yo creo que con sus peculiaridades lo es-  admiten diversas interpretaciones según la época en que suban a las tablas. Si en los cincuenta la obra pudo venderse como un idílico canto a la amistad entre seres humanos, hoy para mí -¡así la he visto yo!- la obra habla de una relación amorosa, plena, a tres bandas que sus protagonistas deben ocultar a los demás; de ahí la renuencia que tienen de salir afuera, de ir a ese baile al que Adela, el personaje más libre de la comedia, quiere llevarlos para así ella mostrarse y lucirse ante los demás, para sentirse deseada por otros que no sean los dos de siempre; y al que Pedro y Julián, temerosos de su anómalo pero sincerísimo proceder, no quieren ir los tres juntos, no quieren que los demás vean -y enjuicien- su opción de vida en común a tres bandas que a buen seguro todos criticarán. En definitiva, no quieren salir del armario, de su armario particular.

Así he visto yo la obra y pienso que Edgar Neville, hombre de mundo, muy viajado, que se separó de su mujer aprovechando los vientos de libertad de la República y vivió el resto de su vida, sin casarse, con la actriz Conchita Montes que protagonizaría muchas de sus obras de teatro y de sus películas, quiso poner ante los ojos de esa burguesía que noche tras noche llenaba el patio de butacas que amar a dos seres a la vez es una hermosa posibilidad, pero que la sociedad hierática de la que formaban parte exigía que esa hermosura se ocultase tras el telón de la apariencia hipócrita de la España, andrajosa en todos los sentidos, que se había creado tras la victoria del franquismo.

La reposición actual ha sido dirigida por Luis Olmos e inició su andadura teatral hace ya dos años en Logroño para luego pasar al Teatro Lope de Vega de Sevilla y finalmente, tras ser representada en otras ciudades, recalar en el Centro Cultural de la Villa (Teatro Fernán Gómez) de Madrid donde estará hasta el próximo 4 de mayo. La versión ha sido realizada por Bernardo Sánchez; y es versión porque los tiempos originales marcados por Neville para cada uno de los tres actos -1900 / 1925 / 1950- se han mutado a años cincuenta / finales de los setenta / principios del siglo XXI, en un intento válido, y que da pie a mi interpretación anterior, de adecuación a los tiempos.

"El baile" de Edgar Neville
Cartel anunciador utilizado en Madrid
Los actores son Pepe Viyuela (Julián), Susana Hernández (Adela / Adelita, nieta de Adela) y Carles Moreu (Pedro, marido de Adela). Los tres están fantásticos y gracias a su buen hacer el espectáculo logra mantener atento al espectador durante los 90 minutos que dura la representación. Por poner un pero (siempre hay que poner alguno al exponer una opinión) Susana Hernández es quien tiene más dificultades para mostrar con su físico el discurrir temporal que, en su caso,  no sólo viene representado por los tres momentos en que se sitúa cada uno de los tres actos sino además por su conversión en nieta de sí misma ¡y con 18 añitos! La verdad es que el reto es muy difícil de superar. Los actores masculinos salvan el lapso temporal de casi cincuenta años con escasas dificultades.

El texto al insistir excesivamente en la anécdota de la amistad -y la envidia- que Julián siente hacia su amigo Pedro llega a hacerse algo pesado por reiterativo, aunque, eso sí, algunos gags humorísticos relajan y animan a seguir en el teatro. Hay algo de muy manido en el choque hombres aburridos (se dedican a la entomología y sus alegrías vienen dadas por descubrimientos de insectos con denominaciones absurdas -Neville está muy próximo al teatro del absurdo de un Mihura o de un Jardiel Poncela-: mosca azul del Congo, escarabajo con pintas de Egipto...) frente a mujer divertida pero intrascendente (quiere viajar, seducir hombres sin pasar a mayores, lucir joyas y vestiditos...). En cuanto a la puesta en escena, su simplicidad sólo se explica por el deseo de abaratar costes de producción y ganar tiempo y espacio en los traslados de una ciudad a otra de la compañía. Desde el punto de visto teatral, en mi opinión, peca de pobreza salvo el segundo acto, quizás, desarrollado en un gabinete de investigación o algo así; sin embargo el acto tercero cae en patetismo escenográfico al presentar un escenario desvalido (Residencia de ancianos) por el que los intérpretes se mueven en sillas de ruedas.
"El baile" de Edgar Neville
Escenas correspondientes a cada uno de los tres actos 
Con todo una obra que puede verse sobre todo si se trata de llenar -como era mi caso- algún huequito personal de la historia teatral española del siglo XX. El día que asistí había en el teatro grupos de escolares; sin duda es una comedia que se presta para explicar el teatro de posguerra que triunfaba en España durante la década de los cincuenta habida cuenta del ostracismo al que el Régimen tenía condenados a los autores más interesantes de preguerra (García Lorca, Rafael Alberti de la Generación del 27 o el renovador Valle Inclán de la Generación del 98).
__________________________
NOTA: En mi curiosidad por Neville sin duda mi padre (q.e.p,d.) tiene mucho que ver. Desde bien chico recuerdo la presencia en casa de ejemplares de la revista "La Codorniz", heredera de la "La ametralladora" creada durante la guerra en el bando franquista. El humor vanguardista, audaz e inteligente ("La revista más audaz para el lector más inteligente", rezaba su lema) que era derramado a espuertas en ella por los que la hacían (Tono, Mihura, Jardiel, Alvaro de Laiglesia, Gómez de la Serna, el mismo Neville...) siempre le atrajo y logró contagiárnoslo a todos sus hijos. Era rara la semana en que o bien él o alguno de mis dos hermanos mayores no la compraban.

25 mar 2014

"EN LA ORILLA" de Rafael Chirbes (De la gran ilusión a la gran ocasión)

10 comentarios:
Prácticamente todos los resúmenes literarios del año 2013 aparecidos en el mes de diciembre de ese año o en el de enero de éste, al hablar de las novelas españolas publicadas a lo largo de esos doce meses coincidían en que "En la orilla" es la mejor narración publicada en España durante el año pasado. Esta circunstancia ya es, para mí, suficiente acicate para lanzarme a leerla. Pero si además entre quienes la elogian está el nombre de Ricardo Senabre, fino crítico literario amén de catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad salmantina, hoy ya profesor supernumerario de la misma, la potencial calidad de esta novela sube muchos grados porque don Ricardo es crítico riguroso e independiente donde los haya. Y si por último el grupo de amigos que formamos la tertulia literaria "Más que palabras" , a propuesta de quien esto escribe, la establece como lectura del mes de marzo, ya no hay más que decir: Rafael Chirbes y su novela han llenado durante unos días de este mes de marzo mi vida lectora de modo grato y clarificador .

Rafael Chirbes, En la orilla, especulación inmobiliaria, crisis económica
(fotomontaje tomado de www.navarrainformacion.es/2015/08/16/ )

"En la orilla" es una novela en el más amplio sentido de la palabra: creación o re-creación verosímil de un mundo situado en un momento dado donde unos personajes actúan movidos por variadas circunstancias. Chirbes, con el estilo realista que le caracteriza, recrea de manera muy verosímil (casi parece fidedigna) los efectos de la crisis económica en que estamos sumidos; concretamente la acción de su relato se sitúa en diciembre de 2010. No quisiera destripar la novela; por ello voy a dejar de lado el desenlace de la historia. Sólo diré que la acción se sitúa en un paisaje real, el pantano de Olba situado muy próximo a  localidades de nombre supuesto (Olba, Misent y alguna otra) en las que las construcciones de edificios y adosados crecieron como hongos durante el boom inmobiliario previo a la crisis financiera de 2008. Esta burbuja en su explosión se llevará por delante a buenos y malos, hombres y mujeres que, quién más quién menos, se aprovecharon de unas circunstancias desconocidas hasta entonces para ellos y se subieron a una ola que les llevaba hacia lo nunca visto olvidándose de sus raíces, de su procedencia. Cuando la ola chocó contra las rocas todos saltaron por los aires y cada uno hubo de mirar por sí mismo: los inocentes e ingenuos se llevaron la peor parte mientras que los farsantes y delincuentes pusieron sus cuerpos y bienes a buen recaudo como estaban acostumbrados siempre a hacer.

Personajes:
En este escenario-marco de la crisis económica vemos a unos seres que no sólo -y no todos- se mueven por dinero. El principal es Esteban, principal narrador, que vive con su padre, nonagenario dependiente. Es a través del pensamiento de Esteban, hombre de casi setenta años, que conocemos los vicios y miserias de la pequeña localidad donde viven, Olba. Esteban ha sufrido directamente la crisis por haberse olvidado de su realidad y por eso evoca su vida en su cabeza. Por ella pasan todos sus círculos de relaciones:

* El familiar: su padre, que participó en la guerra y mantuvo siempre vivos sus ideales políticos; sus hermanos: Germán, el mayor, que montó un taller mecánico por lo que defraudó al padre al no seguir con el negocio de la carpintería; Carmen: el ojito derecho de papá pero que tras casarse y trasladarse a Barcelona apenas si pisa por la casa; Juan: el pequeño de los hermanos y auténtico viva la Virgen que sólo aparece por Olba para pedir su parte y siempre acompañado de manera inconveniente; y en medio estaría nuestro narrador, Esteban, un hombre débil, melindroso y fracasado a quien el brillo de la burbuja le obnubilará momentáneamente la razón sumándose a ella en el momento menos propicio.

* Las amistades: Francisco, su amigo de la niñez, que supo nadar y guardar la ropa, hijo del llamado ‘carnicero’ de Olbas (Gerardo Marsal) por sus sanguinarios actos contra los republicanos en los años siguientes al final de la guerra civil, y que es muy odiado por el padre; Justino, socio ocasional de Tomás Pedrós, el depredador de los negocios de la construcción); Bernal, quien igual que su padre tiraba al pantano con una piedra al cuello a los republicanos, él contaminará el marjal con sus telas asfálticas;  Carlos, el de la oficina bancaria, hacedor de los embargos; Mateu, el comerciante de frutas y verduras que exporta a media Europa; etc. El bar y el puticlub son los escenarios en los que actúan las voces de estos seres.

* Los de la carpintería: Ahmed, un emigrante marroquí; Joaquín, cuya mujer trabaja en el almacén de frutas y tontea con el gasolinero, es un trabajador nato a quien Esteban hubiera querido hacer fijo pero no tuvo tiempo; Álvaro, el hijo del camarada que el padre prohijó; Julio, el que trabajaba en negro para no perder el subsidio de paro; y Jorge, un chico orgulloso que cree saber más de lo que sabe.

* Lazo de unión entre el núcleo familiar y el social: Liliana, joven colombiana casada con Wilson que la abandona al estar él sin trabajo. Para Esteban es como una hija; pero el deseo siempre está agazapado, y ella lo sabe y lo explota. Antes de que su marido y los niños vinieran a España trabajó en la prostitución para sacar dinero para sus billetes de avión.

* El ideal: Leonor Gelabert. De joven fue novia de Esteban unos pocos meses. Él la tiene idealizada; ella se fue con Francisco porque, seguramente, intuyó mayor seguridad para su prole; de hecho el hijo que podía haber traído al mundo con Esteban lo abortó.

Asuntos que se tocan: Muchísimos. Más que ante una radiografía estamos ante un TAC de la sociedad española: Economía: los años del pelotazo urbanístico se llevan a casi todos por delante; la corrupción sería un subtema; Política: sólo los viejos están anclados en su guerra civil, los jóvenes pasan; vemos la evolución de Francisco desde la Juventud Católica, luego el PC pasando por la socialdemocracia para acabar henchido de dinero; Familia: padres ancianos cuidados por hijos viejos, mujeres caprichosas casadas con puteros que manejan…; La emigración: explotados y explotadores [Wilson a su mujer Liliana]; el sexo y las drogas: consumidos en épocas en que todo sobraba y nadie era capaz de dar salida al exceso de cash; Medio ambiente agredido: la avaricia se lleva por delante la costa levantina levantando edificios donde antes fluía la naturaleza; sólo el marjal del pantano resiste la agresión del cemento convirtiéndose, pese a su hediondez, en símbolo de la verdad.

ESTILO
Si los asuntos y la credibilidad de los personajes ya de por sí conformarían una buena novela, lo que
Rafael Chirbes "En la orilla"
El paisaje de la crisis inmobiliaria
la eleva a la categoría de excelente es sin lugar a dudas el estilo, el dominio de las más diversas técnicas y recursos narrativos: monólogo interior, estilo indirecto libre, flujo de conciencia, todos los tipos de narradores, flash back, elisión, perspectivismo, etc., etc.

De los recursos estilísticos, uno esencial en este relato es el manejo de la figura del narrador. El fundamental es Esteban que en primera persona va realizando durante el escaso día y medio -a lo sumo dos- que dura la historia unos importantes y definitivos preparativos. En soledad mientras realiza sus ocupaciones cotidianas pueblan su mente recuerdos de épocas pasadas, acciones, y sobre todo "voces" que se imponen a la suya 'robándole' la palabra, logrando de este modo que  los lectores "veamos" a estos seres.

Otro importante narrador es Liliana a quien oímos contar en primera persona su experiencia en la casa de Esteban aportando una perspectiva bien distinta a cuando la oímos dialogar con él en la cabeza de Esteban. Liliana aporta al relato la visión de la crisis a través del mundo de la emigración, así como también su figura sirve para introducir el asunto del tráfico de cocaína a través de los muleros.

Tres narradores más son el padre de Esteban a través de la transcripción de unos escritos hechos por él mismo en el anverso de las páginas de un antiguo calendario, el personaje de Joaquín y al final Tomás Pedrós de quien todos hablan en el relato pero que, hasta este momento final, no se muestra.

Cuando Chirbes utiliza un narrador diferente  a Esteban utiliza una tipografía distinta, en letra cursiva. Con esta  argucia puede seguir haciendo uso de la narración en 1ª persona habida cuenta de que el lector ya entiende que ese "yo" ha cambiado. Hay que decir que Chirbes en declaraciones suyas (vid. http://www.rtve.es/alacarta/audios/la-estacion-azul/estacion-azul-chirbes-novela-del-ano-08-03-14/2433388/) afirma que le es muy difícil utilizar otra persona narrativa distinta a la 1ª  [El narrador habla siempre en 1ª persona, salvo en alguna ocasión en 3ª para referirse a sí mismo pero visto a través de la distancia del recuerdo como un ser ya diferente o en 2ª (ejemplo: “haber vivido eso te une misteriosamente con el enemigo”) con sentido impersonal generalizador.] y que cuando se empeña en hacerlo en 3ª el resultado no le satisface. En esa interesante entrevista comenta también que él en el proceso de escritura muestra la verdad de cada uno de esos personajes, verdades a veces llenas de contradicciones, que a él mismo le sirven de enseñanza.

Procedimiento narrativo interesantísimo que junto a los otros hace de esta narración la gran novela que es, se da en la mezcla aparentemente caótica como aparecen los ejes temáticos del relato que como papel celofán transparente envuelven al hueso durísimo de roer de la crisis económica actual. Estos ejes esenciales serían, en mi opinión:

a) El autoritarismo del padre de Esteban: Un padre patrone fuera de época que a Esteban le ha convertido en un derrotado como lo fue él mismo en la guerra:
Me lo ha enseñado casi todo, excepto esta manera desesperanzada de mirar el mundo, la seguridad de que no hay ser humano que no merezca ser tratado como culpable. Eso lo he heredado con la sangre de mi padre, se me ha transmitido con la aspereza de su voz y la dureza de su mirada. (p. 277)
b) El poder omnímodo del dinero: Las personas, el paisaje, los ideales, la dignidad humana..., todo se quiebra ante el dinero
Si para algo sirve el dinero es para comprarles inocencia a tus descendientes.(p. 58)
c) El sexo: Su importancia como mecanismo de poder. Lo uso y así te humillo porque te pago (es el
Como éste muchos clubes jalonan la costa levantina
caso de los protagonistas del pelotazo inmobiliario); te elevo a cimas sexuales nunca vividas por ti y así te domino pese a no tener medios económicos (es el caso de Leonor Gelabert):
Pero tú has dicho que me quieres, Leonor. Se rió: follando se dice cualquier cosa.(p. 346)
d) La culpabilidad de la generación que hoy está entre los 60 y 70 años porque habiendo salido de la nada, de una España pobre, se creyó las voces de sirena de esos 15 ó 20 años prodigiosos condenando a los jóvenes de hoy -sus propios hijos- a vivir un mundo sin certezas,  desculturizado y sin trabajo
Duró lo que duró, no estuvo mal, las mil generaciones que nos preceden no tuvieron un día de su vida así, la verdad que no, y ahora nos queda el dolor de cabeza que deja la resaca, ese clavo en la sien (gajes del oficio, no hay placer sin riesgo y felicidad que cien años dure), porque las cigarras no se preocuparon de guardar para cuando llegasen los malos tiempos, y en estos no es que no haya para whisky o para coñac francés: es que no hay ni para Saimaza en la despensa de la casa [...] (p. 362)
e) El inexorable acabamiento del ser humano: representado en el cuerpo sucio y maloliente del padre que pese a la edad se resiste a desaparecer
Ya he aprendido a untarme con un gel mentolado las fosas nasales para adormecer el olfato. Vi en un programa de la tele que eso es lo que utilizan algunos médivcos forenses cuando tienen que lidiar con carroñas y decidí imitarlos. Así y todo, el olor no se va de la casa en todo el día por más lejía y jabón que gastes. Impregana paredes, muebles, la ropa. Olor de pañal de viejo. (p. 177)
f) La injusticia con que la vida trata a unos y a otros: La crisis se lleva a unos (Esteban), perdona a otros (Francisco) y de ella escapan los que la fabricaron (Pedrós)

Pero, además de eso, y quizá por eso, él [Franciscotenía un proyecto. Viajar, follar, tomar drogas, ver cine, oír música, discutir de esto y aquello con unos y con otros, formaba parte de eso que Marx llama la acumulación primitiva de capital. (p. 158)
Y ese cacharro cosy [un yate de 20 metros de esloralo tiene amarrado Francisco no en los pantalanes que construyó el ayuntamiento para los barquitos de la que se define como nueva clase media y es un conglomerado de variantes de la clase obrera sin conciencia que trajo el thatcherismo y se está llevando consigo la crisis actual desarbolándole los humos, (p. 168)
g) Otros muchos motivos temáticos (hombres, mujeres, religión, etc., etc.): Tantos son que al decir de muchos de mis amigos tertulianos en ocasiones la novela de Chirbes roza el nivel del ensayo, pero sin llegar a serlo. Sólo haré dos citas, una referida a la relación hombres - mujeres en el ámbito social en que se mueve el relato; en la otra se habla de Dios:
No conviene emparejarte con una mujer que te cueste esfuerzo conseguir, eso es condenarte a pasar escalando el Everest el tiempo que te queda de vida. Tienes que aferrarte a la que puedes conservar sin pelear demasiado. Las tías buenas se las paga uno. Por unos cuantos euros tienes una rusa de dieciocho años de esas que no ves ni en el cine. Follas, pagas, y te vuelves a casa para cenar con la familia, con tu mujer, que cocina bien y folla mal, pero que no piensa en separarse de ti, (p. 262)
La pobreza es pesimista por naturaleza. Los pobres están convencidos de que, por mucho que les pase, aún les puede ocurrir algo peor. El hombre es un ser culpable desde el nacimiento y Dios le da la razón en su pesimismo, sobre todo si te ha tocado nacer en un poblado de chabolas o en un barrio periférico y pasar hambre desde que tu madre te daba a roer una teta seca y te puso a trabajar en cuanto pudiste ponerte de pie. (p. 227)  
Para finalizar este comentario no me resisto a hablar de dos cosas. Una, importante desde el punto de vista estilítico, es la gran cantidad de intertextos que se cuelan en el relato y que anclan esta novela en la gran tradición literaria española:

*Quevedo: "yo seré polvo —como el del poeta— enamorado: polvo comido, bebido y bien follado," p. 305).
*Jorge Manrique: "¿adónde fueron los euros de antaño?, ¿qué se hizo de aquellos hermosos billetes morados?", p. 362)
* o el mismísimo Calderón visto en ese gran teatro del mundo que es el microcosmos de Esteban y de Liliana: "vives tu representación, la obra escrita para ti, y mi representación es agua pasada, tiempos que no coinciden, decalage lo llaman los franceses, todo en mi representación se ha quedado frío, un mal guionista ha alargado la trama más de la cuenta, el público se aburre, y aun así hace falta que continúe la obra hasta el final, hay que escenificar el desenlace" (p. 327)

La otra cuestión es de naturaleza personal, la ciudad de Salamanca de la que soy natural. Chirbes para alabar la maestría como ebanista del padre habla de la mesa con medallones renacentistas estilo Salamanca; y en otro lugar evoca el viaje de estudios que el carpintero hiciera a la ciudad del Tormes durante su juventud republicana:
Rafael Chirbes, "En la orilla", novela de la crisis
"Salamanca fue el destino de nuestro único viaje de estudios durante la República. No he olvidado nunca ese magnífico museo de escultura expuesto al aire libre, piedra que soporta la intemperie: San Esteban, la Catedral, la fachada de la Universidad, el patio de Las Dueñas. Las figuras extraordinarias cubriendo fachadas enteras, la piedra de un color hermoso, cambiante con la luz del día, desvaída por la mañana y cobre intenso y oro al atardecer. Casi quinientos años después de labradas, se mantienen gracias a la calidad de la piedra de unas canteras llamadas de Villamayor, de las que se extrae una roca fácil de tallar cuando está recién cortada y que, a medida que pasa el tiempo y se ve sometida a las inclemencias, crea una especie de capa que en vez de agredirla y disolverla, como les ocurre a otras areniscas, la preserva e incluso la endurece." (p. 295).
¡Qué emoción! ¡Qué maravilla! ¡Qué pedazo de novela! 
_____________________
NOTA: En la página "Música que me gusta escuchar" he puesto un enlace con ejemplos de los temas que a Esteban y a su amigo Francisco les gustaba escuchar durante su juventud (década de los 60 y primeros años 70): Rolling, Lou Reed, David Bowie, Crosby, Stills, Nash & Young, Creedence Clearwater Revival, Jimi Hendrix, Eric Clapton.

14 mar 2014

"LOS BUDDENBROOK" de Thomas Mann

5 comentarios:

"Los Buddenbrook", Premios Nobel
Nos encontramos ante una gran novela publicada por Thomas Mann el año 1901 cuando sólo  tenía 25 años; es grande en todos los sentidos: por el número de páginas (más de 800), el período histórico que novela (40 años), una amplia y variada galería de personajes (podría hablarse de novela coral), los valores que se ponen sobre el tapete, el choque entre sensibilidades e ideologías, etc.

El paralelismo que Mann establece entre el discurrir de Alemania y el de la familia sirven para explicarse mutuamente (vid.nota al final). Aunque no será hasta 1871 con Von Bismarck que nacerá la denominada "Nueva Alemania", su advenimiento se adivinaba desde al menos 1830 con la revolución liberal burguesa francesa. Sus ecos los encontramos al inicio del relato en forma de la exigencia por parte de Gotthod (hijo pródigo del patriarca Buddenbrook nacido fruto del amor hacia su primera esposa que murió en el parto) de sus derechos sobre la herencia familiar. Este Gotthod ha sido expulsado de la familia por haberse casado sin permiso paterno con una mujer considerada de clase inferior. Será precisamente esta lucha entre tono social y satisfacción personal uno de los muchos choques de contrarios que se manifestarán en la  novela y que vendrán a explicar la decadencia de esta familia por no haber sabido adecuarse al discurrir de los tiempos.
Los contrarios que se enfrentan en este relato de Thomas Mann son entre otros los siguientes:

- Protestantismo vs Catolicismo. Presentado especialmente en la figura del divertido disfrutador de la vida muniqués Permaneder, segundo esposo de Tony y repudiado precisamente por su escasa ambición, algo que los protestantes de Lübeck  no logran comprender:
"no se integraba en la vida y los acontecimientos de la ciudad de Múnich a pesar de que la rodease su aire: el aire de una gran ciudad, llena de artistas y de ciudadanos ociosos, un aire un tanto decadente" [pág. 383]"Un hombre que se retira a vivir de las rentas con la dote de su esposa, ¡por Dios! ¡Un hombre sin ambición, sin metas, sin ningún espíritu emprendedor!" [pág. 387]
Al igual que tampoco comprenderán la entrega desinteresada a los demás de las monjas de la caridad que los médicos les envían a sus casas protestantes.
Los Buddenbrook película
- Ociosos y Artistas vs seres prácticos y Comerciantes. Todo lo que no redunde en beneficio monetario es considerado pérdida de tiempo. Así personajes como Christian que ama el arte, la diversión,  la ociosidad del juego en el Casino y que huye del compromiso laboral, o la misma Gerda  Arnoldsen y su hijo Hanno que disfrutan con la práctica musical pero les aburren inmensamente las cuentas inherentes a los negocios, serán tenidos por auténticas rémoras y recibirán constantemente gritos y hasta insultos por parte de los seres prácticos, los comerciantes:
"¡Si al menos hubiera podido reprimir y eliminar de su vida la música, aquella fuerza que alejaba al niño de la vida práctica" (pág. 544)
-Nobleza vs Burguesía comercial. La época que se nos presenta es el tiempo de lo emprendedores burgueses, aunque ellos aspiren a alcanzar el esplendor externo que antaño rodeó a los nobles y que ahora han perdido totalmente aunque mantengan el lustre cultural (por ejemplo el conde Eberhard Mölln, padre de Kai, el amigo de Hanno). Este choque es perceptible en el matrimonio Gerda-Thomas:
"Conozco tu debilidad por la nobleza en general y por la nobleza de Mecklemburgo en particular, y por eso te pido que tengas paciencia si ves que uno de esos caballeros recibe una lección... En fin, ya sabes que, entre ellos, hay quienes no profesan demasiado respeto a los comerciantes a pesar de lo mucho que necesitan sus servicios; que hay quienes, a la hora de realizar tratos comerciales, marcan demasiado las distancias aferrándose a la superioridad," (pág. 478)
-Moral burguesa vs Dignidad personal. Thomas  Buddenbrook siempre echa en cara a su hermana Tony que no considere la repercusión social que puedan tener sus decisiones personales:
"¿Acaso en esta vida sólo es una vergüenza y un escándalo lo que se hace público y lo que sale a la luz? ¡Ay, no! ¡El escándalo que se guarda en secreto, que lo consume a uno en silencio y termina privándole de su dignidad es mucho peor!" (pág. 401)
-Arte culto vs arte popular. Los Buddenbrook de siempre estuvieron negados para las manifestaciones artísticas, en especial para la música. El senador Thomas la veía como algo pernicioso que alejaba a las personas de los ideales prácticos. De ahí el inevitable choque con su esposa Gerda:
El la entendía, entendía perfectamente lo que decía Gerda. Pero no podía suscribirlo porque él no lo sentía así, y seguía sin ver por qué aquellas melodías que lo conmovían o le alegraban el ánimo tenían que ser fútiles e inferiores y por qué otras piezas que se le antojaban caóticas y muy duras de escuchar poseían el más alto valor musical. Se sentía a las puertas de un templo en el que Gerda, con gesto implacable, le prohibía poner el pie...” (pág. 532).
mapa dialectal del llamado Bajo alemán
-       - Campo vs Ciudad. O lo que es lo mismo campesinado (sirvientes de la familia o trabajadores de su empresa) frente a la alta burguesía  (los comerciantes, políticos, médicos, artistas, etc.). Thomas Mann los caracteriza entre otras cosas por el empleo de la lengua: ‘plattdeutsch’ o bajo alemán,  -consistente en la serie de dialectos germánicos hablados en el Norte de Alemania, el este de Holanda  y el sur de Dinamarca-, que hablaba el campesinado frente al ‘deutsch’ o alemán unificado que se estaba imponiendo por la burguesía dominante como un medio más de conformar la “Nueva Alemania”. Así cuando Tony se traslada a pasar unos días de descanso a la localidad de veraneo de Travemünde es recibida por el sencillo comandante Schwarzkopf del siguiente modo:
No trae usté' mu' buen aspecto, si me permite que se lo diga así; eso es culpa del aire de la ciudá', y de todas esas fiestas... (pág. 122)
 El estilo:
Thomas Mann recibió el Premio Nobel de Literatura el año 1929. En el razonamiento dado por la
Los Buddenbrook
Academia como justificación de la distinción se citaron varias de sus obras ("La montaña mágica", "Muerte en Venecia", "El payaso"...), y especialmente “Los Buddenbrook”. Los motivos, aparte del éxito popular obtenido por la misma, estribaban sin lugar a dudas en su personal estilo, que partiendo del realismo-naturalismo introducía un aire novedoso que hacía la lectura más ágil y dinámica.  Para mí destacan especialmente algunos recursos:

-        La elisión. El novelista utiliza la elegante figura de la elisión en muchas ocasiones dejando que el lector imagine lo no dicho al tiempo que le sirve como medio de caracterización de personajes. Así cuando la consulesa Gerda le pide a su marido un nuevo criado, éste se opone vivamente, pero tras unos párrafos al final del capítulo escuetamente se nos dice que un día el cónsul llegó muy contento a casa y se tomó la decisión de contratarlo. Sin duda alguna la mayor elegancia en el empleo de esta figura se da cuando elude comunicarnos el fallecimiento de Hanno y páginas más adelante leemos que ya hacía seis semanas de su muerte.

-        Descripciones minuciosas. Quizás sea un rasgo propio del naturalismo la delectación que el autor muestra al describir la agonía de algunos personajes y en especial la descripción con todo lujo de detalles del tifus tumoral que Hanno padece. Pero en Thomas Mann nada es gratuito; con esta morosidad descriptiva lo que está haciendo es transmitirnos la idea nietzscheana de la relación entre enfermedad y creatividad, de modo que al culminar una y otra el artista se diluirá, disolución que expresa con un rotundo: “Y llegó”:
”Hanno se quedó un momento sentado, en silencio, con la barbilla apoyada en el pecho, las manos en el regazo. Luego se levantó y cerró la tapa del piano. Estaba muy pálido, las rodillas le temblaban sin fuerza y le ardían los ojos.”  (pág. 783).
-        Anticipaciones. Los hechos fundamentales de la familia se escriben en un Cuaderno que va pasando de padres a hijos en el que se pueden leer los nombres, las aportaciones principales e ideas esenciales que han hecho que la saga Buddenbrook iniciada en el lejanísimo siglo XVI  hubiera llegado hasta el presente. Destacaré dos anticipaciones esenciales para el decurso narrativo:

o   «Hijo mío, atiende con placer tus negocios durante el día, pero emprende sólo los que te permitan dormir tranquilo durante la noche». (pág. 188). Esta frase reaparece en muchos momentos como un mantra siempre respetado. Cuando los Buddenbrook la olviden, las cosas comenzarán a torcerse.
o   —Dos capitanes al timón, mala cosa... Seguro que, entre los dos, echan el negocio a perder —dijo el cónsul Kröger— (pág. 265). La frase aparece cuando al frente de la empresa, por expreso deseo del fallecido Jean Buddenbrook, muy religioso, queden su hijo Thomas y Marcus, el apoderado de la empresa.

Otras anticipaciones se dan cuando Thomas finaliza la construcción de su nueva casa como aviso de la decadencia que se le avecina:
"Llevo varios días pensando en un refrán turco que leí en alguna parte: «Cuando uno acaba de construir su casa, le llega la muerte».Sé que a menudo los signos externos, visibles y tangibles, y los símbolos de la felicidad y el éxito aparecen cuando, en realidad, todo eso comienza a decaer...; es más, no aparecen hasta entonces." (p. 450).
-        El narrador.  Es un narrador omnisciente que emite juicios, pero que se adelgaza en ocasiones mimetizándose con el personajes a través de variaciones a la hora de utilizar el discurso citado, en especial mediante un uso peculiar de los tiempos verbales:
“—Dé gracias a Dios, mi querido amigo, ha faltado bien poco para... El cónsul no se atrevió a preguntar para qué había faltado bien poco. La mera idea de que aquella criatura diminuta, anhelada en vano durante tanto tiempo y que había venido al mundo de forma tan extrañamente silenciosa, hubiera podido sufrir la misma suerte que la segunda hijita de Antonie le horroriza.” (pág. 413).
-        Uso frecuente del presente actual con valor atemporal. Para detener el discurrir temporal, en las descripciones echa mano de este tiempo verbal con lo que consigue, además de paralizar el tiempo, dar al texto un ritmo muy vivaz:
“¿Qué sucede? ¡El cónsul Peter Döhlmann hace su entrada acompañado por la orquesta del Stadttheater! ¡Ya viene por la escalera, agitando un paquete de programas en la mano con gesto triunfal!” (pág. 511)
Reproducción del lenguaje propio de las clases populares. Utiliza dialectalismos populares con voluntad de estilo, pero también como medio de caracterizar personajes e incluso como recurso humorístico jugando con el lector en un momento álgido del relato al elidir la expresión que su marido le dijera al haber sido descubierto con otra mujer, expresión que ha sido determinante en la decisión tomada por Tony de abandonar a su segundo marido:  “-¡Vete al diablo, cerda come-basuras”, pero escrito en bávaro en el original con lo que el expectante lector se queda con un palmo de narices sin saberla.

filósofos alemanes
Quedan fuera de este post muchísimos elementos importantes que hacen que esta novela de Mann sea un auténtico clásico. No es posible hablar aquí de todos ellos, pero no me resisto a citar al menos dos para mí fundamentales: Uno es la serie de ideas filosóficas que como papel celofán envuelven la historia. Son las ideas de los filósofos alemanes que pusieron las bases para la evolución del mundo en ese siglo XIX: el primero es Kant, luego Schopenhauer y el fundamental Nietzsche.  A este último lo vemos revolotear en torno a los ataques que algunos personajes (en especial el señor Edmund Pfühl, organista de la Marienkirche y profesor de música de Hanno) realizan a la música de Wagner de la que Mann era gran admirador [se puede acceder a algunos temas de compositores citados en el relato entrando en la página de este mismo blog: Música que me gusta escuchar]; también cuando se refiere a la fuerte relación existente entre creatividad artística y carácter enfermizo; y fundamentalmente en la necesidad que existe de conciliar los contrarios si no queremos que todo se venga abajo. Precisamente esta no conciliación de opuestos, que sí se daba en la mente abierta y equilibrada del patriarca Buddenbrook que abre el el relato, será la que se lleve por delante a esta familia.

Schopenhauer es el autor de la obra -"El mundo como voluntad y representación"- que lee Thomas cuando ha entrado en la fase de decadencia total y sus pensamientos se van hacia la muerte y la de la empresa familiar al no existir en su hijo Hanno un continuador de la misma
¿Que dónde estaré, cuando esté muerto? ¡Pero si está más claro que el sol y es tremendamente sencillo! Estaré en todos aquellos que, desde el comienzo y hasta el fin de los tiempos, hayan dicho, digan y vayan a decir: YO; pero, sobre todo, en los que lo digan con más plenitud, fuerza y alegría..." (pág. 685)
"Agobiado con mil bagatelas cotidianas que su cabeza luchaba por solucionar y mantener en orden, no tenía la suficiente fuerza de voluntad para conseguir repartir su tiempo con racionalidad y provecho." (pág. 688)
 Para cerrar sólo señalaré las alusiones que aparecen en la obra acerca de los recursos de los poderosos y que hoy tienen una actualidad tremenda. Me refiero al desfalco cometido por el marido de Erika Gürlich, Hugo Weinschenk, el que fuera director de la Aseguradora contra Incendios, por el que fue a la cárcel pero para el que se moverán todos los hilos posibles a fin de conseguir un indulto; indulto que se le concederá. Vamos, igualito, igualito que en nuestros días por estos lares. Por algo esta novela es un clásico con todas las letras: nada en ella es inactual; toda ella nos sigue dando avisos y enseñanzas.
_________________________________
(nota )
La historia particular de los Buddenbrook (la anécdota) discurre a la par de la de Alemania (marco) como se ve en el siguiente cuadro:
- 1835: inauguración de la nueva casa familiar
- 1838 (14 de abril): nace Clara, la hija menor del patriarca.
- 1842: Thomas ingresa como aprendiz en la empresa familiar
- 1846 (principios del año): Tony se casa con el señor Grünlich
ALEMANIA 1848: Revolución liberal burguesa. Se inicia la creación de la Nueva Alemania.
- 1850 (mes de enero): Crisis matrimonial del matrimonio Grünlich
- 1851: Christian marcha a Valparaíso
- 1855 (segunda semana del mes de septiembre): muere Johann Buddenbrook, el patriarca.
- 1856: vuelve Christian del extranjero. Se casan Thomas y Gerda.
- 1857: Tony marcha a Munich y conoce al  cervecero Permaneder
- 1859 (finales): Tony abandona el hogar marital.
- 1861: Nace Hanno, hijo de Thomas y Gerda.
- 1863: Thomas está en la cresta de la ola: es senador y decide construirse una casa señera.
ALEMANIA, década de los años 60:  guerra de los ducados en el 64, guerra de las siete semanas en el 66
-1868: Erika Gürlich tiene una niña, Elizabeth.
-1869: Hanno tiene 8 años.
ALEMANIA 1870: Guerra franco-prusiana. 1871: Von Bismarck crea la "Nueva Alemania" en torno a Prusia.
- 1872: Desmantelamiento de la casa de la consulesa Buddenbrook.
- 1873: El marido de Erika preso por corrupción de caudales públicos obtiene un indulto.
- 1874: El senador Buddenbrook sospecha vivamente de la fidelidad de su esposa Gerda. Muere Thomas

- 1877: Muere el joven Hanno

8 mar 2014

Una exposición en la embajada de Corea: “Dos culturas / Dos escultoras”

No hay comentarios:
Centro cultural coreano
Las dos escultoras (con flores) y María Torregrosa
Mi amiga María Torregrosa, gran amante de las bellas artes y ahora mismo volcada en el estudio y aprendizaje de la escultura, fue la que nos habló de ella: El viernes siete de marzo se inauguraba en el Centro Cultural Coreano una exposición muy interesante de escultura. Y allí que nos presentamos.


La exposición, por su título, haría pensar en dos visiones muy distintas del mundo y por ende de su plasmación plástica. Pues en este caso no; es evidente que la globalización atañe a todo.  Nos encontramos con dos mujeres, Mercedes R. Elvira, española, y Kay Woo, coreana, que aunque separadas por una quincena de años de edad presentan una obra con muchos puntos en común, al menos en esta muestra.

En primer lugar el tema de sus obras es la mujer (no podemos olvidar que la muestra forma parte de los eventos surgidos en torno al Día Mundial de la Mujer), en el caso de Mercedes una mujer que va de la propia esencia de la condición femenina ("maternidad", "embarazadas", "mujer corazón"...) a la presentación de una mujer en sociedad ("maltrato", "crispación" "madre real"...). La escultora santanderina también tiene obras en las que la mujer aparece bailando ("bailarina con dos puntas") transmitiendo la sensación de movimiento en la fuerza que consigue dar a los brazos que aparecen a la altura del rostro indistinguible precisamente por estar en movimiento.


Por su parte Kay Woo presenta obras en las que la mujer aparece bailando de manera grácil ("bulería", "soleá", "farruca", "alegría"...) y que por sus títulos revelan la atracción que el flamenco tiene sobre la artista. Llama la atención el tamaño de algunas de sus obras y cómo las presenta sobre una apenas perceptible vara de metal con lo que amplifica la sensación de  levedad de la bailarina. También son destacables otras esculturas sobre la madre, sobre el bebé o sobre el amor.

Las esculturas en alumninio pulido son de Kay Woo; las otras dos, de Mercedes R. Elvira
  La exposición que estará abierta hasta el día 31 de marzo de 2014 en el Centro Cultural Coreano (Pº de la Castellana, 15, 28046, Madrid), se completa por parte de ambas  artistas con una serie de dibujos y pinturas. Hay dibujos de temática diversa, pero, al menos para mí, los más destacables son aquellos que plasman sobre el papel lo que vemos realizado en esculturas de bronce o aluminio.

¡¡Una exposición muy recomendable!!



























































































































6 mar 2014

Una novela de Capote: "El arpa de hierba"

No hay comentarios:


A sangre fría, Truman Capote, Sucidio
A Phillip Seymour Hoffman fallecido por sobredosis este mes de febrero lo tengo asociado al novelista Truman Capote desde que hiciese el papel del escritor en 2005 en la película que dirigió Bennett Miller, y que trataba esencialmente del proceso constructivo del relato de no-ficción “A sangre fría” que tanto éxito y fama le dio al escritor. ¿De qué nivel sería la actuación del actor estadounidense que su rostro y su figura lograron –al menos en mí- sustituir la del escritor también americano, del estado de Louisiana concretamente, que murió en 1984 a los 59 años de edad.

La fiesta de los Oscar ha tenido un sentido recuerdo para Phillip Seymour Hoffman que protagonizó películas como “The master” (2012) donde casi llegaba a ocultar con su fuerza y buen hacer a nada menos que a Joaquin Phoenix, la ya citada de “Capote” , “La duda” (2008) con una como siempre magnífica Meryl Streep, o las muy recientes de “El último concierto” (2012) o "Los juegos del hambre: En llamas" (2013) en la que diera vida al nuevo jefe a cargo de los juegos, Plutarch Heavensbee, y tantas otras en las que dejó su personalísima impronta.


A mí su penoso fallecimiento me ha llevado al escritor de Louisiana, Truman Capote, por muchos motivos, unos de naturaleza cinematográfica: ¿quién de los aficionados al séptimo arte no recuerda el film protagonizado por Audrey Hepburn y George Peppard “Desayuno con diamantes” (1961) adaptación bastante libre de su  novela  “Breakfast at Tiffany's (Desayuno en Tiffany's)?  
En este terreno del cine Truman Capote desarrolló una gran actividad como guionista, adaptando para la pantalla obras literarias como la novela de Henry James  “Otra vuelta de tuerca” que se proyectó con el título de  “The innocents” (“¡Suspense!” en nuestro país) y que fue dirigida por  Jack Clayton en 1961. Precisamente este mismo director le encargaría diez años más tarde el guión de “El gran Gatsby” de Scott Fitzgerald para el film que sobre este relato realizaría en 1974; sin embargo la Paramount rechazaría el guión de Capote y optaría por otro realizado por Francis Ford Coppola.  

Además de "Desayuno con diamantes", su novela "A sangre fría" fue adaptada y dirigida en 1967 por Richard Brooks.  Pero me parece menos probable que muchos aficionados recuerden la adaptación a la pantalla de otra de sus novelas, “El arpa de hierba” realizada en 1996 por el director Charles Mathau.

Curiosamente, -y aquí aparece el segundo de los motivos por los que Seymour Hoffman me remite a Truman Capote-, la novela “El arpa de hierba” la utilicé el curso de 2005 en mis clases de literatura aprovechando el tirón que el  gran éxito de la película “Capote” pudiera haber tenido entre los chicos. Leímos la novela e incluso, al final, para los más perezosos y para aquellos que no hubieran penetrado en la intención del autor, ocupamos dos o tres sesiones de clase viendo la película de Mathau. La novela creo que es muy apropiada para adolescentes a pesar de que ahora los adolescentes ya no son -¡naturalmente!- los del momento en que Capote escribió este relato, el año de 1951.

“El arpa de hierba” 

Truman Capote, El arpa de hierba

Es la historia de un adolescente, Collin Fenwick de 17 años, que tras perder a su madre es enviado por su padre a vivir a casa de unas primas lejanas de éste, las hermanas Verena y Dolly Talbo. Son dos mujeres extrañas y mayores (de unos 60 años) con las que, no se sabe bien por qué la familia de Collin había tenido muy poco contacto.

Collin se convierte en el narrador de su propia experiencia. Nos cuenta cómo entre Verena y Dolly hay muchas diferencias, pues mientras la primera es administradora de una pequeña tienda de vestidos, Dolly explota junto a la fiel servidora negra Catherine un remedio hecho de hierbas y flores silvestres contra la hidropesía que comercializan con cierto éxito.

Precisamente será este remedio contra la hidropesía el que provocará los momentos de máxima tensión en el relato al interesarse por él el Dr. Morris Ritz y su hermana Verena. Dolly que no desea compartir la fórmula de su medicina escapa junto a Catherine y Collin al bosque encaramándose a una antigua casa construida sobre un árbol en la que de niña jugaba con su hermana y amigos. Hasta allí llegará otro personaje importante en el relato, Riley Henderson, chico de la edad de Collin y amigo suyo. Será él el encargado de transmitirles lo que en el pueblo está ocurriendo.

La novela es una historia de iniciación:
  • Descubrimiento de la vocación escritora en  Collin.
  • Descubrimiento de lo que es y significa el Amor: El juez  Charlie Cool, viudo de su esposa Irene Todd, reprenderá en un momento del relato al rey de corazones Riley Henderson por señalar su falta de sentimientos respecto a una chica con la que salío diciéndole que que hay que empezar a amar desde abajo, desde lo más pequeño: una hoja, un árbol…, para luego ya llegar a amar a una mujer a la que poder contarle todo.
  • Descubrimiento del valor de la libertad. Quizás esta sea la mayor enseñanza que el personaje narrador, Collin Fenwick extraiga de su convivencia con las hermanas Talbo, en especial de Dolly. Así cuando ésta, tras la decepción amorosa sufrida por su hermana Verena, decide volver a casa sin aceptar la proposición de matrimonio del amor de su vida, le dirá a Collin, que no entiende por qué obra así, que que jamás había podido elegir y que ahora por primera vez era feliz al haber deciddio por sí misma; si bien había decidido seguir como siempre. Y al poco Dolly morirá.
 
Charles Matthau
Aunque la historia central, la de la casa sobre el cinamomo, dura sólo una semana, 
el marco en el que la misma se sitúa tiene tres años de duración. Es pasado este tiempo cuando Collin hecho ya un hombre vuelve a visitar  la casa donde revisará la correspondencia de las hermanas en la que encuentra una postal del Dr. Morris Ritz dirigida a Verena en la que éste le felicitaba las Navidades de manera cruel, lo que explicaba el modo ausente con que desde la muerte de Dolly Verena se comportaba. Después Collin irá a ver al peluquero Amos Legrand, a la señora County..., y finalmente al juez que ha envejecido mucho. Van a ver el árbol y la carretera:

“Cogidos del brazo, descendimos hasta la pradera, quemada por el verano y bruñida por septiembre. Una catarata de color se deslizaba por entre las hojas secas y cantarinas. Y entonces quise compartir con el juez lo que Dolly me había dicho: que la pradera era un arpa de hierba, que recopilaba y contaba; un arpa de voces que recordaban una historia. Escuchamos.” (pág. 187).
 Precisamente la novela se abre con las siguientes palabras:
 “¿Cuándo oí hablar por primea vez del arpa de hierba? Bastante antes del otoño ya vivíamos en el cinamomo, así que debió de ser a principios del otoño. Y, naturalmente, fue Dolly quien me lo dijo.  […]
Debió de ser en uno de aquellos días septiembre, mientras nos hallábamos en el bosque recogiendo raíces, cuando Dolly me dijo:-¿Lo oyes? Es el arpa de hierba, que siempre nos cuenta algo nuevo… Lo sabe todo de la gente de la colina, de los que vivieron antes aquí. Y cuando nosotros estemos muertos, también contará nuestra historia.” (pp. 9 y 10)
 En la novela, aparte de la hermosa historia que se cuenta, el estilo, el color, la belleza de los paisajes, la pureza de los sentimientos (amistad, amor, engaño…) estallan por toda la narración. "El arpa de hierba" enlaza con fuerza con toda la genealogía narrativa norteamericana, fundamentalmente del sur, que se inicia en Faulkner; pero también, por la poesía inherente a las descripciones paisajísticas, las "Hojas de Hierba" de Walt Whitman se vislumbran al fondo.

Truman Capote la escribió en 1951 a los 27 años.