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28 oct 2016

Literatura para un Día de Difuntos

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En la cultura tradicional cristiana el día 1 de noviembre se celebra a “Todos los Santos”, o sea, a todos aquellos que no han tenido cabida en el calendario anual. Y el 2 del mismo mes, Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos, se recuerda y se reza por todos aquellos seres humanos que ya finalizaron su vida entre nosotros. Es evidente que en la mente popular se produce una simbiosis entre ambas advocaciones, por lo que el recuerdo de los Santos –también todos ellos fallecidos, cierto es- se mezcla con el de los Muertos en general. 

José Zorrilla, Día de Todos los Santos, HalloweenLa literatura ha tratado repetidamente el tema de la relación vivos-muertos, siempre con cierta prevención por los poderes intangibles que estos últimos se entiende que tienen al estar ya libres de las angustias y miserias humanas y, sin embargo, seguir influyendo en la vida de los vivos a través de su recuerdo. Centrándonos en la literatura española es la obra de teatro “Don Juan Tenorio” del vallisoletano José Zorrilla (versión romántica de la barroca “El burlador de Sevilla” de Tirso de Molina) la que más relación tiene con estas festividades al incluirse en cierto sentido dentro de la acción teatral (muertes del Comendador, muerte de don Luis Mejía, muerte de Dª Inés) la tradición popular de visitar los cementerios en estas jornadas. Por ello, también por costumbre, esta obra se representa, desde el año de su estreno (1844) durante estas festividades de noviembre.
En ambos dramas un descreído vividor, Don Juan Tenorio, aceptará el envite del espíritu del padre de Dª Inés de devolverle la visita que éste le ha hecho la noche de Difuntos. Así pues se presentará esa noche en la casa del Comendador llamando con fuerza a su puerta, que no es otra que la lápida de su sepultura en el Cementerio. Allí se manifestará también el espíritu de Dª Inés por la que don Juan sintió verdadero amor. Por don Gonzalo de Ulloa don Juan conocerá que hay vida más allá de la muerte:

26 oct 2016

"Patria" - Fernando Aramburu

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"Soy tan cobarde como él y como tantos otros que a estas horas, en mi pueblo, estarán diciendo bajito para que no les oigan: esto es una salvajada, un derramamiento inútil de sangre, así no se construye una patria. Pero nadie moverá un dedo. A estas horas ya habrán limpiado la calle con una manguera para que no quede rastro del crimen. Y mañana habrá murmullos en el aire, pero en el fondo todo seguirá igual. La gente acudirá a la siguiente manifestación en favor de ETA, sabiendo que conviene dejarse ver en la manada. Es el tributo que se paga para vivir con tranquilidad en el país de los callados."

Fernando Aramburu presenta en este relato cómo viven realmente los integrantes de una pequeña localidad vasca la violencia terrorista. Es la historia de dos familias enfrentadas por culpa de la injerencia ideológica pese a haber estado antaño muy unidas, es una plasmación cierta -o, al menos, muy verosímil- de lo sucedido en el País Vasco durante los años más duros de la lucha armada. Esas dos familias viven en uno cualquiera de los pueblos de Euskadi, concretamente de la provincia de Gipuzkoa. Allí la presión social es fuerte por lo que es difícil sustraerse a la cotidiana participación en las manifestaciones, concentraciones, quema de contenedores y acciones varias que conforman el día a día de la Lucha. Los jóvenes, en especial varones, se ven impelidos a participar en las diversas ekintzas (acciones) programadas por los dirigentes, los cuales son conscientes, como dice un personaje, de que "ETA debe actuar sin interrupción. No le queda otro remedio. Hace tiempo que ha caído en el automatismo de la actividad ciega. Si no hace daño, no es, no existe, no cumple ninguna función. Este modo mafioso de funcionamiento está por encima de la voluntad de sus integrantes. Ni siquiera sus jefes pueden sustraerse a él. Sí, bien, toman decisiones, pero eso es sólo aparente. En ningún caso pueden no tomarlas porque la máquina del terror, una vez que ha cogido velocidad, no se puede detener. ¿Me entiendes?". (pág. 390)

21 oct 2016

Rosa Montero escribe "La carne"

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La carne, Rosa Montero, editorial Alfaguara
Soledad está preparando una exposición en la BNE sobre "Escritores malditos". Ella tiene un prestigio asentado como comisaría de muestras de este tipo; sin embargo en ésta siente cómo una joven arquitecta, casada felizmente y madre de dos hijos, le disputa sibilinamente el privilegio de comandar el proyecto. Por otro lado Soledad acaba de salir de una relación amorosa con Mario, hombre más joven que ella y felizmente casado que decide dejarla al no querer que su matrimonió se vaya al traste. Soledad le había inoculado el gustillo por el mundo de la Ópera y él la había dejado colgada con las entradas para ver "Tristán e Isolda" de Wagner. Al enterarse Soledad de que Mario irá a escuchar la Ópera junto a su esposa, no encuentra mejor venganza que exhibirse ante él acompañada de un bello ejemplar masculino, un gigoló, contratado para la ocasión en una de las muchas páginas de contactos para adultos que existen por Internet. Aquí comienza "La carne".

A mi la literatura de Rosa Montero siempre me ha atraído si bien había dejado de frecuentarla conformándome con los formidables artículos que periódicamente publica en prensa y con la lectura desordenada de esos ensayos sobre mujeres contenidos en libros como "Historias de mujeres" o "Pasiones". Literariamente sus primeras obras las bebí con delectación. Me refiero a "Crónica del desamor" (1979) "La función Delta" (1981), "Te trataré como una reina" (1983), "Amado Amo" (1988) y "Temblor" (1990). A partir de este título sus novelas empezaron a quedarse relegadas en mi lista de prioridades, aunque leí, lejos ya de su fecha de publicación y con menos emoción, "Bella y Oscura" y "La hija del caníbal". En fin que tenía algo abandonada a esta escritora con cuyas ideas, expuestas a lo largo de su extensa carrera de  articulista, me siento identificado en no pocas ocasiones. Pero estoy muy contento de mi reencuentro con ella a través de "La carne". A continuación diré por qué.

No se puede desvelar mucho de este relato para no chafar la logradisima tensión narrativa que su autora consigue crear en no pocas ocasiones a lo largo de las apenas 170 páginas que tiene en formato digital. Sin embargo sí creo poder decir, sin temor alguno a destripar la historia, que en la novela hay dos planos -el público y el privado- en los que se mueven todos y cada uno de los personajes: Soledad es una prestigiosa experta en arte y por ello ha sido encargada de montar la exposición en la BNE; y, muy de la mano de los 60 años que acaba de cumplir, circula su problemática emocional. Naturalmente estos dos planos se cruzan y entrecruzan en ella de manera sutil y natural. Igual que ella, el coprotagonista de esta historia, Adam, también se mueve en los dos planos: el público derivado de su condición de gigoló y el privado que se verá muy influido y yo diría que hasta invadido por la actividad principal que constituye su profesión.

18 oct 2016

"Ritos funerarios" de Hannah Kent

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Hannah Kent, escritores australianos, Islandia, troje,

"La baðstofa está casi tan despojada como hace años, aunque entre las vigas inclinadas y los puntales de las paredes han clavado pequeños tablones para que sirvan de estantes. En ellos están las cosas normales: vasijas de madera, cuernos de oveja, una pipa, raspas de pescado, mitones y agujas de tejer. Debajo de una de las camas hay un baúl pequeño y pintado. Una zapatilla abandonada que precisa un zurcido. La familiaridad de los objetos cotidianos puede ser reconfortante. Mi saquito blanco con flores secas. La piedra que me dio Mamma antes de marcharse."




El asunto
Una joven mujer, criada siempre de otros, abandonada por su madre a edad temprana, constantemente al borde del límite de su existencia conoce el amor en una ocasión. Esta mujer es Agnes que pierde la cabeza por Natan, un apreciado médico de la zona al que ayuda a hacer sus medicinas y al que seguirá hasta la granja que tiene en un aislado lugar de Islandia. Pese a saber que no es la única, su amor es tal que seguirá con Natan y consentirá todo lo que él haga. Cuando la granja arda y en su interior sean encontrados los cuerpos sin vida de Natan y de Pétur, -un amigo de éste-, ella y la pareja formada por Fridrick y Siga son condenados a muerte por el asesinato de ambos.

Una historia real
La novela es la historia del tiempo que, esperando la aplicación de su condena, pasa Agnes Magnúsdóttir en la granja que tienen el alguacil de la comarca de Vatnsdalur, Jón Jónsson, su mujer Margrét, y sus dos hijas: Lauga y Steina. Durante su estancia allí Agnes conversará largo y tendido con el reverendo segundo Þorvardur Jónsson, 'Totti', estableciéndose entre ambos una curiosa relación.
Este es el asunto histórico,  sobre el que Hannah Kent, tras una laboriosa labor documental, construye el relato. Un relato, pues, sobre un hecho real, con nombres de personajes, la mayoría reales, en un escenario real del que aún, pese a haber transcurrido ya casi 200 años, quedan restos en pie y,  lo que es más relevante, en medio de una Naturaleza hostil que apenas si permite la vida del hombre: Islandia.

10 oct 2016

"Historia de una pasión" ('A quiet passion')

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“Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?
 ¿También tú no eres nadie? 
¡Entonces ya somos dos!
¡No lo digas! Lo pregonarían, ya sabes.
 ¡Qué aburrido ser alguien! 
¡Qué ordinario! Estar diciendo tu nombre,
 como una rana, todo el mes de junio, 
a una charca que te contempla”.


¡Qué maravillosa historia la que este fin de semana he tenido ocasión de ver en el Cine! Me refiero a la última cinta de Terence Davies, 'A quiet passion', medianamente traducida en España por "Historia de una pasión". Y digo que la traducción no es plenamente adecuada porque lo que se nos muestra en pantalla es una pasión, sí: la pasión por la escritura, por la poesía, por la literatura de la poeta norteamericana Emily Dickinson; pero el título en español deja fuera la idea contenida en el adjetivo "quiet", o sea, la de 'tranquila', 'discreta', 'reservada'. Y es que el amor, la atracción y la práctica poética de la Dickinson contuvo siempre dentro de sí esta cualidad de la discreción, de la reserva, del recato, del secreto, del recogimiento y la compostura que en el tiempo que le tocó vivir (1830 a 1886) se antojaban propios de una mujer.

Desde hace años la figura de Emily Dickinson destaca en el campo poético universal como figura excelsa. Su poesía, de la que en vida sólo publicó siete poemas y la mayoría sin firma, es considerada hoy una de las manifestaciones más altas de la lírica naturalista norteamericana. Múltiples son los recitales, exposiciones y publicaciones de sus poemas, desconocidos por el gran público hasta no hace mucho. Terence Davies, guionista y director cinematográfico, amante confeso de la literatura, ha tomado en sus manos la biografía ciertamente dramática de la poeta norteamericana y ha construído un film magnífico.

El director
"Historia de una pasión", Emily Dickinson, Terence Davies (Liverpool, UK, 1945) ha dirigido hasta la fecha siete largometrajes. Los dos primeros, Voces distantes (1988) y El largo día acaba (1992), son películas muy autobiográficas que transcurren en los años cuarenta y cincuenta en Liverpool. La biblia de neón (1995), La casa de la alegría (2000) y Sunset Song (2015), son adaptaciones de novelas de John Kennedy Toole, Edith Wharton y Lewis Grassic Gibbon, respectivamente; The Deep Blue Sea (2011), por su parte, es adaptación de la obra de teatro del dramaturgo británico Terence Rattigan, estrenada en 1952. Finalmente, Historia de una pasión (2016) también tiene como la mayoría de las anteriores raíces literarias. De las siete, el propio Davies, además de director, es guionista.

La película
Estamos ante un biopic muy creativo que parte del final abrupto de la etapa escolar de Emily Dickinson en una selecta escuela de señoritas en la que ella ha destacado por su independencia intelectual, agnosticismo religioso y agudeza mental. Estas cualidades le han deparado momentos tensos con los docentes de la institución por lo que su familia decide sacarla de allí y llevarla a su casa en Amherst (Massachusets) donde nació y donde junto a sus padres y hermanos pasará todos los días de su vida.

7 oct 2016

Pedro Casablanc es "Yo, Feuerbach" en La Abadía

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"Una aproximación a la esencia del teatro y a su sentido en la sociedad, como reflejo de cualquier otra actividad humana en relación con el mundo que le rodea." (Antonio Simón, director de la obra) 
"No hay que perderse esta función, a la que no cuesta augurar un gran éxito. Y muchos premios". (Marcos Ordóñez, El País, 26 / 07 / 2016)

Tankred Dorst, Samuel Viyuela, Teatro La Abadía

Como en alguna otra ocasión en mis entradas sobre obras de teatro actualmente en escena, comienzo por la recomendación final. Sí, en efecto, no hay que perderse esta obra del dramaturgo alemán Tankred Dorst porque es una maravilla. No tanto por el asunto que plantea, -la patética puesta en evidencia de un actor mayor olvidado y fracasado que ansía volver a las tablas porque en definitiva él es el más grande, él es, nada más y nada menos, que Feuerbach-, sino por, y sobre todo, la magistral actuación del actor que la protagoniza, Pedro Casablanc

Cuando el pasado mes de septiembre en la sección que Babelia dedica al teatro firmada por Marcos Ordóñez en quien, como decía Aquél, tengo todas mis complacencias, vamos, que me fio de su criterio un montón, leí que una de las representaciones que este año no podía nadie perderse era "Yo, Feuerbach" obra aupada en el éxito desde su breve representación durante el Grec barcelonés los días 14 a 17 de julio pasados, me dije a mí mismo que no la dejaría pasar. Y así ha sido en efecto: Ayer se estrenó la obra en el Teatro de la Abadía con los mismos actores que en el Grec: Pedro Casablanc en el papel del viejo y fracasado Feuerbach; y Samuel Viyuela González en el del jovencísimo Ayudante de Dirección.

4 oct 2016

"Rosy & John" (Trilogía Verhoeven III). Pierre Lemaitre

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Pierre Lemaitre, Verhoeven, "Rosy and John", Gilbert Bécaud

Los tres mosqueteros eran cuatro; la en principio trilogía "Dos amigas" de Elena Ferrante resultó ser una tetralogía; la trilogía "Los juegos del hambre" tiene hasta ahora cuatro películas; Stephenie Meyer contrató con su editor tres libros, pero fue tal el éxito del primero, "Crepúsculo", que pronto la trilogía pasó a ser de cuatro, de cinco, de ???
El número mágico de tres, base de las trilogías, se abre a cuatro y a más en muchas ocasiones.

 Este es el caso de la trilogía del Comandante Verhoeven escrita por Pierre Lemaitre formada por los títulos de "Irene" (2006), "Álex" (2011) y "Camille" (2015), pero que en 2013 antes de la aparición de la última novela conoció la llegada de un pequeño acompañante, una especie de D'Artagnan narrativo que vino a aumentar la familia. Este pequeño D'Artagnan es "Rosy & John"adaptación al papel de 'Les grands moyens', una novela digital que Lemaitre escribió por entregas en 2011 para smartphone con el mismo personaje. El autor dice en la 'Nota del autor' que acompaña al relato que dada su admiración por "Los tres mosqueteros" de Alejandro Dumas, novela folletinesca publicada por entregas en 1844, no pudo resistirse al desafío consistente en "escribir episodios de no más de tres páginas, el tiempo medio que pasa un parisino en el metro entre dos trasbordos". De esta manera lo que iba para trilogía, -de tres, naturalmente-, pasó a serlo de cuatro, situándose "Rosy & John", dentro de la cronología Verhoeven, entre "Alex" y "Camille".

Resulta, pues, que yo estoy siguiendo a la perfeccción el devenir del Comandante de la Gendarmería francesa. Primero leí "Irene" [leer reseña aquí]; al poco, "Alex" [leer reseña aquí]; ahora, ésta; y no pasando mucho tiempo caerá "Camille" que cierra la serie.

Sinopsis (dada por la editorial)
Jean Garnier es un joven solitario que lo ha perdido todo: su trabajo, tras la muerte misteriosa de su jefe; su novia, en un extraño accidente, y Rosie, su madre y principal apoyo, que ha sido encarcelada. Para dar rienda suelta a su dolor, planea hacer explotar siete obuses, uno por día, en distintos puntos de la geografía francesa.
Después del primer estallido se entrega a la policía. Su única condición para evitar la catástrofe es la liberación de su madre. El comisario Verhoeben se encuentra ante un gran dilema: ¿es Jean un lunático con delirios de grandeza o una verdadera amenaza para todo el país?