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31 oct 2018

Obabakoak. Bernardo Atxaga y Calixto Bieito

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Sólo cuatro días ha estado en cartel en el teatro Valle Inclán de Madrid, la magnífica adaptación a las tablas que Calixto Bieito ha hecho de la novela de Bernardo Atxaga Obabakoak, considerada como la obra culmen de la actual narrativa vasca. Conseguí verla hace unos días en un horario imposible –domingo a las doce de la mañana- y pese a esto la impresión de su contemplación aún no me ha abandonado, y creo que me acompañará un tiempo porque lo excelente no se olvida.

La novela
Bernardo Atxaga, seudónimo de José Irazu Garmendia, escribió en 1988 “Obabakoak”, la novela vasca más reconocida de las últimas décadas. En ella nos sumerge en el territorio mítico y literario de OBABA, un espacio semejante al Macondo de García Márquez, el condado de Yoknapatawpha de Faulkner, la Región de Juan Benet o incluso la Comala de Juan Rulfo. Es un territorio imaginativo y poético pues las historias que personajes como el profesor de geografía que recuerda su historia de amor epistolar, la joven maestra que tiene que aprender a combatir la soledad, la relación de un canónigo con un niño perdido en el bosque, o el escritor que descubre un detalle asombroso en la ampliación de una vieja foto de la escuela… se ubican siempre en esa zona intangible donde habita el recuerdo evocador.

Con esta novela, tercera en su producción que por ahora va sólo en Narrativa -Atxaga cultiva también la Poesía, el Ensayo, el Teatro, y es un autor fundamental dentro de la Literatura infantil y juvenil- por los once títulos, ganó muchos premios: el Premio Euskadi en 1988, el Premio Nacional de Narrativa de las Letras Españolas y Premio de la Crítica en 1989, y en ese mismo año de 1989 en tierras francesas fue distinguido por esta novela con el Prix Millepages. La novela ha sido traducida a una veintena de idiomas obteniendo en todos los países éxito entre el público y la crítica.

El director de cine navarro Montxo Armendáriz realizó en 2006 la versión fílmica de la novela.

Dice Calixto Bieito, actual responsable artístico del teatro Arriaga de Bilbao, que la realización de esta adaptación se le ocurrió paseando por Asteasu (localidad natal del autor de la novela) con Bernardo Atxaga. Desde el principio -prosigue- se planteó realizar una versión libre de la novela pero siempre con la intención de llevar a escena el aliento poético que en la novela existe. Y lo logra, vaya si lo logra. Las distintas historias que aparecen suponen todas ellas un retorno a la niñez, ese territorio paradisíaco, lejano y primitivo. Con sorna e ironía comenta el director y adaptador que en ese mundo infantil el nombre de Freud no pertenecía a nuestro vocabulario. Simplemente la infancia era, y es, un universo de fantasías, de visiones, de imágenes en la noche de la memoria ocultos en los rincones más recónditos de nuestro ser.


Compañía del Teatro Arriaga de Bilbao,
Subir este universo a un escenario y no fracasar en el intento está al alcance de muy pocos. Pero Bieito no es cualquiera, tras él hay una larga y exitosa experiencia teatral fabricada y curtida a lomos de innumerables empresas y proyectos escénicos a lo largo y ancho de este mundo: director artístico durante nueve años (1999-2008) del Teatro Romea de Barcelona; creador de versiones arriesgadas y atrevidas de óperas, la última, "Die Soldaten" de B. A. Zimmermann, fue muy polémica y no sólo en nuestro país; director durante dos años (2010-2012) del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León; en 2013 fue nombrado Director Residente del Teatro de Basilea, ciudad donde actualmente reside.

Los premios que ha obtenido son numerosísimos: Premio en 2000 al Mejor Director Teatral otorgado por la Asociación de Directores españoles, Premio en 2003 al mejor artista del Festival teatral de Edimburgo, Premio Tendencias 2008 al creador consolidado, Premio de la Crítica barcelonesa 2009 a la mejor adaptación escénica, Premio de la Cultura Europea en 2009, Premio lírico Campoamor 2010 a la mejor dirección lírica por 'Carmen', Premio Franco Abbiati ese mismo año por la misma ópera, Premio Ciutat de Barcelona en 2013, etc., etc.


Mi impresión sobre "OBABAKOAK"
Ya he manifestado al principio de este post mi sorpresa al ver que sólo se representaría en Madrid durante cuatro días (del 25 al 28 de octubre), y de éstos, uno lo fue en vasco, lengua original del texto y propia de la comunidad autónoma a la que pertenecen los once actores; los otros tres lo fueron en castellano. Me parece muy bien que el Centro Dramático Nacional (CDN) acoja en su seno obras dichas en las diversas lenguas de España. Sin embargo, preparando esta reseña, me ha llamado muchísimo la atención leer que cuando la obra se representó en el Teatre Lliure de Barcelona entre el 25 y 29 de octubre de 2017 -la semana siguiente a su estreno en Bilbao- las cinco funciones que se ejecutaron lo fueran todas en euskera con subtítulos en catalán. Y yo me digo: si los que estaban sobre las tablas y los que estaban en el patio de butacas conocían todos ellos una lengua común ¿por qué esa manera de actuar? ¿No habría sido más equilibrado para llegar a todos los sectores del público hacerla unos días en vasco y otros en castellano? Y más, pienso yo, cuando la misma Compañía TEATRO ARRIAGA ANTZOKIA ofreció en la ciudad de Bilbao tres días (del 18 al 21 de octubre) la función en euskera y (del 23 al 26 de noviembre) en castellano. En fin, qué le vamos a hacer: "¡España y yo somos así, señora!", que decía en una de sus obras Eduardo Marquina, barcelonés por más señas. 
Teatro vasco, teatro en euskera, Calixto Bieito, CDN

Pero dejemos a un lado estas cuestiones y vayamos a lo que interesa: la literatura. En este terreno he de decir que me parece una obra brillante en todos los sentidos. Si sólo me fijo en el texto la profundidad del mismo y los temas que se abordan (infancia, sexo, amor, pasiones inconfesables, esperanza, muerte, deseo, locura, naturaleza, tierra...) hace que asistamos a los parlamentos de los personajes con atención, emoción y ansia de no perdernos ni una palabra de lo que allí se está diciendo porque todo ello es interesante y profundo. Hay mucho de imbricación del hombre con la tierra en ese retorno a la niñez, a esos doce-trece-catorce años que tienen la mayoría de los personajes cuando refieren su historia. Es ese momento vital en que la fuerza de la naturaleza aflora y se impone al que fuera niño mostrándose implacable en sus diversas y misteriosas atracciones: sexo, deseo, amor, miedos, soledad... 

Si lo que hay de seducción irresistible hay que atribuírselo a las mágicas fuerzas que surgen de la tierra (lo telúrico) plasmarlo en escena tenía -pienso yo- no poca dificultad. Y aquí es donde Carlos Bieito demuestra su excepcional buen saber hacer: Dispone  a los once personajes montados y desplazándose en bicicleta por el escenario vacío. De fondo hay una serie de paneles que cambian de ubicación desplazándose en altura y sobre los que se realizan proyecciones bien de aspectos referidos en la obra, bien en ocasiones del propio actor que habla y al que otro o él mismo graba enfocando con una pequeña cámara que, oscilante, muestra el físico del personaje. Como para remarcar la narratividad de la obra del techo penden siete u ocho micrófonos que los actores utilizan en ocasiones para transmitir sus parlamentos o para adoptar el papel de narrador en voz en off. 

La iluminación del escenario es muy interesante. Son las propias luces de las bicis  las que en principio iluminan la escena acompañadas de otra serie de focos cuya ubicación y movilidad provocan que el haz de luz rompa los límites del proscenio saltando al patio de butacas como si los espectadores también formásemos parte de las historias que se nos están contando. Fantástico. Por otra parte la luz contribuye de manera muy lograda a crear esa sensación de irrealidad o de realidad mágica en que se mueve toda la función.


Eneko Sagardoy, Joseba Apaolaza, Ylenia Baglietto, Gurutze Beitia, Ainhoa Etxebarria, Miren Gaztañaga, Iñake Irastorza, Karmele Larrinaga, Itziar Lazkano, Koldo Olabarri, Lander Otaola

Los efectos dramáticos logrados con las luces se realzan aún más con el sonido y la música utilizados. Hay momentos en que la fuerza del sonido (un tren que se acerca impetuoso y que reconocemos por el aumento del volumen sonoro; ese disparo que sorprende por su fuerza a los espectadores; o esa sabia utilización de la música y voces grabadas que  contribuyen a aumentar esa atmósfera de quimera, alucinación o fantasía que rodea a esa tierra de Obaba. 

Y todo lo anterior se haría añicos si no estuviera sustentado en un elenco actoral magnífico. De los once actores no podría señalar ninguno cuya actuación me hubiera parecido siquiera una pizca peor que la de los otros. No, sería un vano ejercicio. Los once son:  Joseba Apaolaza, Ylenia Baglietto, Gurutze Beitia, Ainhoa Etxebarria, Miren Gaztañaga, Iñake Irastorza, Karmele Larrinaga, Itziar Lazkano, Koldo Olabarri, Lander Otaola, y Eneko Sagardoy / Lucía Astigarraga. Confieso que salvo el nombre de Eneko Sagardoy, protagonista de la película "Handía" del director vasco Jon Garaño, el resto eran nuevos para mí. Tuve la suerte -más que suerte, es que me hacía ilusión, vaya- de que en la función matinal del domingo actuara Eneko en vez de Lucía Astigarraga que visto lo visto en los otros diez su actuación debe de ser fantástica también. Los once actores poseen una dicción perfecta, se mueven por escena con naturalidad, su gesticulación y las figuras que componen son muy convincentes.

Los personajes -cuatro de ellos fundamentalmente: el profesor de historia, el niño escritor, la mujer que imagina la llegada del tren, y el personaje víctima de múltiples personalidades -aunque desarrollan historias distintas, sin embargo todas ellas están unidas por desarrollarse en ese territorio mítico e intangible (Obaba) reconocible en esas canciones tradicionales que las madres cantan a sus hijos; canciones en las que les previenen de los peligros de la vida al tiempo que con esa nana los acunan. Es esta nana que avisa del riesgo que tiene quedarse dormido en el bosque porque puede llegar un lagarto y comer el cerebro del dormido, la que da consistencia a un duodécimo personaje que sólo habita en el imaginario popular: el Lagarto, ese dragón milenario algo repulsivo que atemoriza sobre todo a los niños. Es esta canción popular y el diálogo adulto-niño sobre la prevención a pasar la noche en el bosque un hilo que sirve de engarce a todas las historias.
"-No os quedéis dormidos en el bosque. Porque si no vendrá el lagarto y se meterá en vuestra cabeza
-¿Y cómo entrará?
- Por el oído. Y se comerá vuestros sesos y os quedaréis tontos."
Calixto Bieito, Bernardo Atxaga, Realismo mágico

Final
Mucho he disfrutado con esta representación que desde aquí recomiendo a todos. Como habréis deducido no es fácil encontrar la posibilidad de verla pues la gira de la misma desde su estreno hace ya cosa de un año en Bilbao ha sido por localidades muy contadas: Barcelona, Santurce, Vitoria-Gasteiz y San Sebastián en 2017, cuatro días en Madrid en 2018, y por lo que leo por ahí está previsto que en 2019 esta potente producción del Teatro Arriaga tiene prevista una visita a tierras alemanas, concretamente a Stuttgart. Como veis no es fácil atraparla. Le sucede lo que al lagarto que parece impasible pero a la menor, ¡zas!, escapa y se esconde fuera de nuestra vista.


18 oct 2018

Edmund de Waal: "La liebre con ojos de ámbar - Una herencia oculta"

22 comentarios:
Desconocía por completo tanto el título de la obra como el nombre de su autor antes de que una compañera de tertulia literaria los pusiese sobre la mesa como propuesta de lectura. Me puse a leer la novela editada por Acantilado en 2012 sin buscar ninguna información sobre quien la escribió. Ha sido al finalizarla, aún impregnado por la agradable atmósfera que el escritor logra crear en su relato, cuando decidí echar un vistazo por Internet a ver qué se decía de él.


Edmund de Waal, Novela de las cosas, Cerámica
El autor
Al indagar en internet sobre Edmund de Waal vemos que se le considera -él mismo en entrevistas sobre sus libros también lo hace- más como artista cerámico que como escritor. Confiesa que su amor por las piezas de porcelana comenzó a muy temprana edad cuando percibió que con sus manos podía dar forma a cacharros, a objetos, que podía crear. Luego, prosigue, empecé a escribir, pero no me encontré a mí mismo en la escritura hasta que escribí "La liebre con ojos de ámbar". Descubrió entonces que si entraba él a formar parte de la historia ésta cobraba un tono y un color diferentes. Al hacerlo e ir colocando palabra tras palabra se sintió igual que el alfarero que aplica más o menos arcilla según que desee sacar un objeto u otro.

De Waal nace en Nottingham en 1964. Su dedicación principal es la cerámica de porcelana, sobre todo de color blanco, aunque también ha realizado piezas en otros colores. Dice que hasta el momento habrán salido de sus manos más de 100.000 objetos. En cuanto a su obra literaria ésta por el momento está formada por sólo dos títulos: el que aquí me propongo reseñar escrito en 2010 y "El oro blanco" del año 2015 publicado por Seix Barral en 2016.


La liebre con ojos de ámbar - Una herencia oculta 
El autor protagoniza toda una indagación sobre los distintos lugares donde había parado la colección de 'netsuke' (pequeñas piezas de porcelana japonesas) que han llegado a su poder gracias a la herencia que le deja Jiro, el compañero durante más de cuarenta años de su tío abuelo Iggie Ephrussi, que tras muchas vueltas dadas por el mundo se instaló en Tokio (Japón) en 1952 donde fallecería en 1994.

Es esta investigación sobre estas 264 figurillas de porcelana que compnen la colección lo que le sirve de disculpa a Edmund de Waal para hacer la Crónica de la saga familiar de los Ephrussi desde su salida de Odessa (Ucrania) en 1857 hasta el momento en que a él llegan estos 'bibelots'. Es, pues, un viaje por la historia de Europa desde ese momento hasta concretamente 2009 fecha en que culmina la "Coda" que cierra esta obra distribuida en cuatro grandes apartados, uno por cada una de las paradas que tuvo esta colección de miniaturas japonesas en porcelana.

Al ser los Ephrussi una familia judía la obra recala con frecuencia, como no puede ser de otra manera, en esas fases de antisemitismo que tanto daño han hecho a Europa y en general al resto del mundo. Observamos que junto al afán por seguir agrandando el negocio de grano que la familia Ephrussi tenía en Odessa otro motivo importantísimo y no menor para salir de allí era el arrinconamiento en que el imperio ruso tenía a esta etnia a la que sólo permitía realizar actividades mercantiles con cierta libertad en esa zona ucraniana. Todos los males del Imperio se adjudicaban en el imaginario popular ruso a los judíos. En 1859 tendrá lugar el pogromo de Odesa que hará que no pocas familias abandonen la zona buscando asentamientos donde la predisposición en contra de ellas no sea muy grande.

Es así como los Ephrussi llegan a Viena, capital del imperio austrohúngaro; y pocos años más tarde también a París, auténtico centro de Europa. En ambas capitales construirán casas que sean dignas de la riqueza que desde hace tiempo atesoran: el Palacio Ephrussi en la Ringstrasse vienesa y el Hôtel Ephrussi en la parisina rue Monceau. Son las zonas capitalinas donde están instaladas las familias más adineradas de ambas ciudades:
 "Diez edificios más abajo del de los Ephrussi, en el número 61, está la casa de Abraham Camondo; la de su hermano Nissim, en el 63, y la de su hermana Rebecca, en el 60. Los Camondo, como los Ephrussi, financieros judíos, habían llegado a París desde Constantinopla, pasando por Venecia. Junto al parque, en helada magnificencia con sus tesoros japoneses, vivía el banquero Henri Cernuschi, un defensor plutocrático de la Comuna de París, que había venido de Italia. En el número 55 está el Hôtel Cattaui, casa de una familia de banqueros judíos de Egipto. En el 43 está el palacio de Adolphe de Rothschild, comprado a Eugène Péreire y reconstruido con una sala de techo de cristal destinada a alojar la colección de arte renacentista de su dueño. Pero nada se compara con la mansión construida por el magnate chocolatero Émile-Justin Menier" (pág. 25)
He hecho esta larga cita porque me parece muy significativa para entender la gestación de los bellos edificios que aún hoy día constituyen el alma de estas ciudades, y el lujo y elevado nivel cultural que los detentadores de estas inmensas fortunas tenían. Precisamente uno de ellos es Charles Ephrussi quien siendo el tercer hermano de la saga no está muy comprometido con la empresa familiar, ahora ya más en el campo bancario que en otra cosa, y se dedica a viajar por Europa en busca de arte en especial pintura. Charles se hará en París con la propiedad de la 'Gazette', una revista cultural  donde hará crítica de arte; al tiempo será protector de muchos de los jóvenes impresionistas a quienes comprará cuadros cuando la gente respetable de su entorno despreciaba esta tendencia pictórica. Pese a esto cuando estalle el caso Dreyfus y se desate una ola de antisemitismo muchos de sus protegidos (Renoir, Monet y algún otro) renegarán de su amistad por miedo a ser confundidos con él.
"Entre los artistas amigos de Charles, uno de los antidreyfusianos más desatados fue Degas, que dejó de hablarles a él y al judío Pissarro. También Cézanne estaba convencido de que Dreyfus era culpable, y Renoir se hizo enemigo activo de Charles y su «arte judío»." (pág. 90)
Es Charles el primer poseedor de estos bibelots que adquiere en Sichet, un anticuario francés que aprovechó el aperturismo hacia el exterior que emprendió el país nipón a partir de 1859 para traer de allá inmensas cantidades de 'japonaiseries' que se pusieron de moda durante varios años. Es a este anticuario a quien Charles compra esas 264 bellísimas miniaturas. El segundo propietario de las mismas será Viktor, el primo vienés de Charles, a quien éste se las regala por sus esponsales con Emmy. Esta pareja sufrirá en Viena durante la época nazi el brutal hostigamiento que se desató contra los judíos. Viktor es el padre de Iggie, el tío abuelo del escritor. Las historias de Iggie y de sus hermanas Elisabeth y Gisela tienen mucho interés, así como conocer cómo se salvaron las piececillas del expolio nazi y finalmente llegaron a manos de Iggie. Pero para eso se debe de leer el libro que es muy entretenido y en mi opinión está bien escrito.
Dentro de las bondades que aprecio en la obra está la de la propia consideración de qué sea ésta. El conocimiento de las vicisitudes sufridas por las porcelanas le han llegado a su actual propietario por una infinidad de fuentes: el tío abuelo Iggie; la abuela Elizabeth; sus propios padres, Esther y Víctor de Waal; también a través de documentos consultados en archivos y bibliotecas; así como a través de un sinfín de obras literarias que con mayor o menor acercamiento a la realidad citan, se inspiran o introducen como personajes a miembros de la saga Ephrussi. Concretamente el autor hace referencias frecuentes  a Marcel Proust ("Las vidas de mis parientes de Viena quedaron refractadas en libros, como la del parisino Charles en los de Proust. De las novelas surge una y otra vez un desagrado por los Ephrussi", pág. 131) , a Joseph Roth ("Es en la irreprochable banca Efrussi -Roth lo escribe a la manera rusa- donde Trotta deposita su fortuna en 'Radetzkymarsch' [...] En 'Das Spinnennetz' ['La tela de araña'] el propio Ignace Ephrussi aparece retratado como rico joyero: 'alto y enjuto; siempre iba vestido de negro, con un chaleco subido de color negro, por cuya abertura apuntaba sólo la chalina negra, adornada con una perla del tamaño de una avellana'. Su mujer, la bella Frau Efrussi, es 'toda una una señora, judía, pero toda una señora'", pág. 131), a Edmond de Goncourt, Emile Zola..., y a otros autores menos conocidos, al menos por mí, como Jakob Wassermann ("Pips aparece por entonces como protagonista de una novela sumamente exitosa del escritor judío alemán Jakob Wassermann", pág. 124).
Con todo ese cúmulo variopinto y desordenado de informaciones Edmund de Waal confiesa abiertamente las dudas por las que pasa a la hora de dar forma a esta historia:
"Creo que esa historia podría escribirse sola. Un puñado de anécdotas lánguidas bien cosidas, una más sobre el Expreso de Oriente, claro, algún vagabundeo por Praga u otro lugar igualmente fotogénico, unos recortes de Google sobre salas de baile de la Belle Époque. Resultaría un libro nostálgico; y tenue. Y no estoy autorizado" (pág. 15)
No, no lo hará así, sino que se centrará en los que por un tiempo tuvieron en su poder esos 264 bellos objetos. Fueron cuatro y de ahí la división en cuatro partes de la obra.

Una de las cuestiones que a mí se me plantean tras leer el libro es la de su género literario. Es evidente que "Novela" tiene las espaldas muy anchas y todo lo soporta. Pero, ¿verdaderamente es una novela? Creo que al tratarse de unos seres históricos en un tiempo real sin contaminación alguna de personajes ficticios o inventados, Edmund de Waal se posiciona en el ámbito de los textos ensayísticos, académicos, históricos, periodísticos y/o de investigación. Pienso que los cinco adjetivos que acabo de dar sirven adecuadamente para intentar situar en su debido lugar este escrito.

Es una obra que se lee bien, que está bien construida con movimientos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo como corresponde a un ejercicio investigador. Lo que más me ha agradado del mismo es esa ubicación 'in situ' que el autor-indagador imagina cuando aborda un cuadro donde aparece retratado por Renoir, cuando relata la anécdota del cuadro 'Manojo de espárragos' que Charles comprase a Manet, o cuando contempla en la National Gallery de Londres el cuadro 'Les bains de la Grenouillère' que Charles compró a Monet por más de lo que el artista le pedía: "
Hace el calor justo para meterse en el agua, se nos ocurre, pero un poquito de frío para salir. Uno se siente vivo mirando el cuadro" (pág. 68)
Impresionistas en la literatura, Pintura y literatura, Pissarro, Cezanne
También es frecuente que el autor eche mano del presente histórico y/o actual para fijar en el tiempo la escena y ser él el introductor de la misma al estilo de esos narradores televisivos que sin ser vistos muestran la vida de las criaturas animales ignorantes de que sus comportamientos están siendo investigados y analizados. Es lo que me ha sugerido el modo de presentar la vitrina donde Charles situó sus 'netsuke':
Es la primera parada de los netsuke en esta historia. Están cerca de las cajas de laca, cerca de los grandes tapices que trajo de Italia, cerca de la alfombra dorada. Me pregunto si podrá resistirse a salir al pasillo y doblar a la izquierda para contarle a su hermano Ignace lo que acaba de comprar” (57)
Creo que se percibe perfectamente en esta obra la sensibilidad del escritor que no puede por menos que emocionarse -¡y transmitírnoslo!- ante las obras de los pintores que cita. Abundan estos momentos de hiperestesia sobre todo al hablar de los impresionistas (además de los tres ya citados el autor nombra y se demora en Berthe Morisot, Degas, Caillebotte, Pissarro, Sisley y algunos otros). Es un auténtico síndrome de Sthendal el que De Waal logra hacernos sentir.

El esteticismo unido a la erudición caminan de la mano en esta obra. El escritor holandés se extasía ante los cuadros de los impresionistas o habla con pasión de la obra escrita por escritores coetáneos de miembros de la saga Ephrussi, la mayoría lo hicieron -salvo raras excepciones como la de los poetas Laforgue, Paul Valéry o Rainer María Rilke- siempre en tono crítico contra ellos como ya he dicho antes.  Si esto es así en los campos pictórico y literario qué no será cuando De Waal, ceramista por encima de todo, hable de estas piececillas de porcelana. Es en esos momentos cuando su prosa alcanza altas cotas de belleza
"Después del almuerzo abría las puertas correderas de la larga vitrina que ocupaba casi toda una pared de la sala y uno a uno iba sacando los 'netsuke'. La liebre de ojos de ámbar. El muchacho con espada y casco de samurái. Un tigre, todo paletas y patas, volviéndose para rugir. Iggie me pasaba uno, lo mirábamos juntos y luego yo volvía a ponerlo con cuidado entre las docenas de animales y figuras de los estantes de cristal" (pág. 6)
"Tomo uno y le doy vueltas en la mano: lo sopeso en la palma. Es de madera de castaño u olmo, más liviana aún que el marfil […] Los de marfil son de diversos tonos del crema; de hecho, todos los colores, menos blanco. Unos pocos tienen ojos incrustados de ámbar o de asta […] La mayoría están firmados; constancia de ese momento de posesión entre el acabado y el desprendimiento. Hay un 'netsuke' de madera de un hombre sentado que sujeta una calabaza entre los pies. […] Hay otro de un tonelero trabajando con una azuela en un barril a medio hacer. El hombre está sentado dentro, con el ceño fruncido de concentración, y el barril lo enmarca. Es una talla en marfil sobre la talla de la madera. Las dos piezas tratan del acabado de algo sobre el tema de lo inacabado" (pág. 11)
Para finalizar
Este libro me ha recordado a esas grandes obras del pasado siglo XX escritas por autores centroeuropeos como Joseph Roth, Thomas Mann o Stefan Zweig que se pasean con parsimonia y elegante prosa por la Europa burguesa que emergió a finales del XIX en gran parte gracias a la llegada desde el este de numerosas familias judías que escapaban de los pogromos que en Rusia y Ucrania (Oriente europeo) se produjeron, especialmente el del año 1859 en Odessa. Estos judíos llevaban consigo una cultura que les hacía emprender negocios que con trabajo, dedicación y con seguridad ciertos comportamientos usureros conseguían levantar y hacerlos exitosos.

La saga Ephrussi me ha recordado a la novela "Los Buddenbrook" de Thomas Mann leer reseña aquí] si bien en el caso del escritor alemán no estamos ante una familia judía sino protestante. En ambas obras asistimos al ascenso, triunfo y desmoronamiento de una estirpe por culpa de sus propias acciones pero también por las circunstancias socio-políticas del momento. En "La liebre con ojos de ámbar" conocemos las terribles dificultades por las que pasarán tres generaciones de una familia judía acostumbrada a convivir con ese antisemitismo ancestral de las sociedades occidentales en cuyo seno, pese a ello, habían logrado hacerse con enormes fortunas. La envidia de sus coetáneos y la evolución política: pogromos, caída del imperio austrohúngaro, depresión alemana, ascenso del III Reich, despojo de cualquier tipo de bienes, campos de concentración, muerte, y acomodación a las nuevas circunstancias surgidas tras la II guerra mundial, provocarán que en el siglo XXI a los descendientes de estos Efrussi sólo les reste de aquello algunos objetos como estas miniaturas de porcelana, marfil y madera. Pero así como Eneas a su llegada a Cartago lloraba la caída de Troya, en la caída de los Ephrussi se puede decir como él "'Sunt lacrimae rerum'", "Hay lágrimas en las cosas". Y estas cosas, los 'netsuke', esconden en su interior de objetos los sufrimientos vividos por sus antiguos poseedores.

16 oct 2018

Mes de la No Novela y de la Novela Feelgood

8 comentarios:
Hace cosa de dos o tres años que participo en alguno de los Meses Temáticos que propone Laky desde su blog "Libros que hay que leer". Ahora bien hasta ahora sólo lo he hecho en los dedicados a la Novela Negra, al Thriller y a la Novela Histórica; será este año cuando por vez primera me lance a una variedad novelística cuya denominación desconocía: la Novela Feelgood. Laky en el post con el que convoca este "Mes de la Novela Feelgood" da algunos títulos que pueden englobarse bajo esta peculiar denominación. Al mirarlos observo que hay alguno que en su momento me propuse leer y a día de hoy aún no lo he hecho. Buena ocasión, pues, -me he dicho-, para hacerlo. 

La convocatoria se hace para el próximo mes de noviembre y aparece bajo un rótulo más amplio, "Mes de la no-novela y de la novela feelgood". Las bases para participar podéis leerlas pinchando en el título que acabo de escribir. ¡Ah! Muy importante: la definición de lo que sea una novela feelgood también la presenta Laky en el post. Es una denominación que procede de "Serendipia" (Mónica Gutiérrez Artero), escritora y administradora del blog del mismo nombre.  Ella misma tras la definición aporta un extenso listado de títulos que caben dentro de esa denominación. 

En cuanto a la no-novela el acuerdo de qué es ello es grande y aceptado por una extensa mayoría. Laky en su post también nos lo recuerda: "Libros que no pertenezcan al género Novela sino a cualquier otro". Así pues "Relatos, cuentos, ensayos, poesía, biografías, obras de teatro..., todo esto cabe en este mes temático".

Mi intención inicial es hacer al menos una reseña del libro de poemas de Benjamín Prado "Ya no es tarde" que lleva tiempo rondándome por alrededor y también hacer mi particular homenaje a Mónica Gutiérrez Artero ('Serendipia') leyendo su exitoso "La librería del señor Livingstone". Ojalá que estos propósitos los cumpla y logre así culminar el Reto del mes temático de Noviembre.
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Mis libros leídos durante este mes temático:

11 oct 2018

Philip Roth sobrevuela "Asimetría" de Lisa Halliday

20 comentarios:
He leído "Asimetría" de Lisa Halliday movido en principio por el morbo que representaba el hecho de que la autora de 42 años hubiera mantenido una relación con Philip Roth cuando ella trabajaba en la agencia literaria Wylie, responsable de la obra del escritor. Esta relación entre un hombre de 70 años como Roth y una chica joven como Halliday que entonces sólo tenía 27 fue muy sonada y comentada en Nueva York. Más tarde la relación derivó hacia una buena amistad que se mantuvo viva hasta la desaparición física del escritor en junio de este año 2018.


Lisa Halliday, "Asimetría", Philip Roth, relación hombre mayor con mujer joven
"Asimetría", con la que ganó el Whiting Award en 2017, es la primera obra publicada por la escritora Lisa Hallyday que actualmente vive en Milán junto a su esposo y su hija de trece años. Se sabe que el eterno candidato al Nobel leyó la novela antes de que ésta viera la luz.

La novela, que a mí me ha gustado, entretenido y enseñado, se estructura en tres apartados:
  •  I. 'Insensatez', de 101 páginas, en el que Alice una chica de 27 años que trabaja en la agencia literaria que mueve y publica las obras de un famoso escritor, Ezra Blazer, judío y eterno candidato frustrado al Premio Nobel, empieza a relacionarse de una manera muy natural con el novelista. Estamos en 2005. La relación entre ambos no puede ser más asimétrica: ella, toda juventud y belleza; él, al borde la decrepitud por su edad, pero pleno de conocimientos. Ambos se benefician mutuamente de esta relación que llega a ser plena: él toma de ella su juvenil atractivo; ella coge de él su inmensa cultura. En las 101 páginas que dura esta parte vemos cómo avanza la relación de pareja que parte de la libertad absoluta en ambos y va evolucionando hacia ese sentimiento de posesión inherente a cualquier vínculo sentimental entre humanos: a ella le disgusta un tanto el despego de Ezra hacia ella y su inmenso apego a su obra de creación, mientras que él quiere, según que avanzan sus dolencias, que ella lo cuide y atienda sin rechistar. 
  • II. 'Locura'. En esta segunda parte la novela da un giro tremendo que descoloca un tanto al lector. En 108 páginas y contada en primera persona conocemos la historia de Amar, un economista iraquí criado y educado en Estados Unidos que en 2007 es retenido en el aeropuerto de Heathrow al levantar sospechas en los funcionarios de inmigración el viaje que realiza hacia Bagdad en busca de su hermano Sami que va a casarse. 
  • III. 'Los discos de la isla desierta de Ezra Blazer'. Son sólo 21 páginas y en ellas se presenta en forma de flash forward (anticipación) una entrevista realizada por la BBC al Nobel Ezra Blazer sobre sus gustos musicales. Estamos en 2011. Durante la entrevista además de demostrar su inmensa cultura musical el escritor judío tontea con la entrevistadora igual que hiciera al inicio de la novela con la joven Alice. Genio y figura.
Autores que no ganaron el N obel
Creo que la novela es interesante por los asuntos que plantea y que quedan contenidos un tanto en el título de "Asimetría": juventud - vejez y todo lo que una relación asimétrica de este tipo supone, tanto ventajas como inconvenientes, en el apartado "Insensatez"; Oriente - Occidente en el apartado "Locura": la diferente percepción de la vida y sus valores en una y otra cultura, y cómo imponer una manera de comportamiento por la vía de la fuerza está condenado al fracaso; y en el último y breve apartado de la entrevista de la periodista de la BBC al galardonado escritor quizás la asimetría resida en el choque realidad - ficción: en el mundo real Philip Roth, presente, diga lo que diga la autora, tras el personaje de Ezra Blazer, nunca fue distinguido con el Nobel de Literatura aunque se lo mereciese mucho más o al menos igual que algunos de los nombrados en la novela que sí lo obtuvieron (Vargas Llosa, Kertész, Coetzee…), sin embargo en la ficción sí que lo gana.

La breve tercera parte de la novela, construida mediante el esquema pregunta-respuesta propio del género periodístico de la entrevista, constituye un auténtico ejercicio metaliterario en el que se reflexiona sobre la literatura en general y la propia novela que estamos leyendo en particular. ¿Qué otra cosa si no representan esas preguntas que la periodista le dirige a Ezra sobre por qué la posesión, la dominación, aparece siempre en sus novelas? Esta relación dominadora y la dificultad de desprenderse de ella la vemos en la relación Alice-Ezra. Con estas 21 páginas se anudan las otras dos partes marcadas claramente ambas por la cuestión de la guerra, ésta sí que claramente asimétrica por la desproporción de medios de unos y otros, de Occidente contra el integrismo islámico. Aquí la música clásica es también elemento que sirve para marcar la asimetría entre estos dos mundos culturales pues mientras que en Occidente ésta es claro signo de su cultura, en la ortodoxia musulmana la música clásica está proscrita.

Pero también es interesante esta novela por la manera como está escrita. La primera parte utiliza un narrador externo en 3ª persona de manera que así, quizás, Lisa Halliday marque distancia entre ella y Alice, entre Roth y Ezra. La de "Locura", que bien podría entenderse como la novela que está escribiendo la joven Alice (una novela dentro de otra novela), utiliza como ya he dicho la 1ª persona narrativa siendo Amar quien cuenta su injusta retención en la zona internacional de paso del aeropuerto londinense de Heathrow; sin embargo según vamos conociendo la vida de Amar en los Estados Unidos y la del resto de su familia en el Kurdistán irakí la duda se nos aparece. Esto de la lucha preventiva contra el terrorismo es lo que tiene, que a todos nos hace sentir culpables porque en principio todos somos sospechosos por el mero hecho de existir. Terrible. Y la tercera, presentada en forma de entrevista periodística, como ya he dicho antes, es también desde el punto de vista formal nexo de unión entre las dos anteriores.

Philip Roth, Lisa Halliday, Asimetría, Guerra de Irak
Lisa Halliday (Sergio González Valero)
Por otra parte la novela en sus poco más de 240 páginas en la edición ebook que he manejado rebosa de información cultural. Estas alusiones culturalistas, al menos para mí, añaden valor al relato por el mucho placer que me proporciona buscarlas, leerlas o, en el caso de las composiciones musicales, escucharlas. Gracias a ellas me parece acercarme más al sentir de la autora, a sus personajes y, en este caso, sí, no puedo dejar de decirlo, a Philip Roth en el que está claramente inspirado ese judío americano eterno posible Nobel que, por la magia inherente a la creación artística, en esta novela se hace con él.

La música envuelve la práctica totalidad del relato si bien parece existir una cierta especialización musical de manera que en las partes protagonizadas esencialmente por los jóvenes (Alice en la Iª y Amar en la IIª) se alude más a compositores contemporáneos aunque siempre dentro del ámbito del blues o jazz, mientras que las alusiones a la música clásica predominan en el apartado de la entrevista al escritor galardonado con el Nobel. Concretamente en la playlist que he confeccionado y que acompaña a la reseña, los temas a partir del de Ella Logan, "How are Things in Giocca Mora", son parte de los muchos de música jazzística y clásica dados por el personaje de Ezra Baker.



Junto a la música abundan, especialmente en I. 'Insensatez', las referencias a títulos y obras importantes en el campo de la literatura. Ya he dicho que la relación entre la joven admiradora y su idolatrado escritor tiene mucho de relación maestro-discípula. Son varias las ocasiones en que Ezra aconseja o desaconseja títulos a Alice:
"Si quieres saber algo del Holocausto, te diré lo que tienes que leer [le dice Ezra a su amiga Alice]

Se sacó del bolsillo de la camisa una hoja de papel con tres orificios, doblada con cuidado en cuatro partes.
Gitta Sereny, 'Desde aquella oscuridad'
Primo Levi, 'Si esto es un hombre'
Hanna Arendt, 'Eichman en Jerusalén'
-Gracias -dijo Alice."
En otras ocasiones las alusiones literarias las realiza el narrador con el procedimiento de la intertextualidad metaliteraria utilizando la propia literatura como referente real del propio lenguaje literario:
"La luna también parecía más definida y luminosa, de modo que, de pronto, ya no era la luna de Céline ni la de Hemingway ni la de Genet, sino la de Alice, que juró describirla un día como realmente era: la luz que recibía del sol" (pág. 54)
Para finalizar
Pese a ser una novela no muy extensa, sin embargo muchos son  los aspectos que contiene. Aunque sólo sea enumerándolos no quisiera dejar de citar algunos:
    • El tratamiento dado en una y otra cultura al concepto del tiempo futuro, el cual mientras para la familia musulmana de Amar es algo impredecible e inseguro, sin embargo para él y sus amigos estadounidenses existe aún antes de producirse
    •  La importancia que el azar tiene para los orientales frente al muchas veces absurdo cientifismo que nos domina en Occidente
    • En el campo metaliterario es interesante las disquisiciones sobre la poca fiabilidad de la memoria y su equiparación con la propia invención.
    • Entre las varias alusiones culturalistas me ha interesado vivamente la que realiza al poeta norteamericano William Carlos William desconocido por mí hasta que viera la película "Paterson" de Jim Jarmusch que como en su día señalé en este blog me agradó muchísimo [leer reseña aquí].
    • Por último, la propia autora ha confesado los ataques feministas a su novela por no denunciar con rotundidad la relación hombre famoso con mujer joven y hermosa sino si no lo contrario, al menos haberla planteado en términos de objetividad. Quizás por eso, sabedora de la consideración que pudieran dar a su relato algunas de sus lectoras, hay algunos momentos en que el personaje de Alice visibiliza sin remilgos su condición de mujer, algo defendido siempre por los sectores más radicales de este movimiento.

Datos del libro
Autora: LISA HALLIDAY
Título: “Asimetría
Nº de páginas: 320 págs (en papel); 244 págs (en ebook).
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Alfaguara (6 de septiembre de 2018)
Lengua: CASTELLANO
ISBN-13: 978-8420433226
Precio:
En papel: 18,90€
Ebook: 9,49€


8 oct 2018

"Cuadernos del Matemático" cierra

6 comentarios:
La desaparición de la Revista literaria “Cuadernos del Matemático” me ha llenado de tristeza. Conozco personalmente a su director y sé de su inmensa valía. En “El blog de Juan Carlos” a lo largo de estos años he dedicado dos entradas, -una en abril de 2014 [leer aquí] y otra en marzo de 2016 [leer aquí]-, a tan magnífica publicación que ha aparecido, desafortunadamente, por última vez. Reproduzco a continuación el post que he escrito en “Reflexiones”, mi otro blog, comentando esta noticia.


Teatro Federico García Lorca de Getafe, Revistas literarias
Cuando el pasado 17 de septiembre Ezequías Blanco, director durante 30 años de la revista literaria en papel "Cuadernos del Matemático" me envió la convocatoria del 30 aniversario de la Revista a celebrar el 5 de octubre en el Teatro Federico García Lorca de Getafe pensé que estábamos ante una fiesta por haber alcanzado tan señera fecha como afortunadamente otras veces así había sido.

Es hoy, tres días después del evento getafense al que no pude asistir, cuando, al abrir el ordenador, me  topo con otro correo de mi amigo "Zaca" en el que me envía el enlace al video titulado "Cuadernos mágicos" realizado por Rufo Pajares que se pasó durante la Celebración tal y como rezaba el Cartel anunciador. Pero dicho cartel omitía lo más duro: el cierre definitivo de la Revista. La razón de tal omisión era que ya Ezequías la había comunicado en el magnífico número triple (56-58) de Cuadernos. La humildad de Quías y la levedad lectora con que nos movemos hoy día hizo que yo -y seguramente alguno más- no leyera la noticia del óbito. Venía claramente expresada en una nota al pie del editorial que abría el número:

«Por estas y otras buenas razones, con este número especial (56-57-58) de celebración de los 30 años de la publicación, la revista Cuadernos del matemático cierra sus puertas y, como los buenos toreros, se corta la coleta con la alegría de haber vivido mucho y de haber hecho camino al andar junto a vosotros y junto a otros que ya se nos marcharon definitivamente.

Hoy he visto el video de Rufo Pajares y allí todo queda claramente explicitado. Bajo la forma de una ensoñación el director de la publicación con este último número en sus manos dormita y en sus sueños se ve a sí mismo empujando un carro de supermercado que contiene números de la revista, refrescos y papeles escritos. Al principio empuja él sólo pasando frente al edificio del I.B. Matemático Puig Adam donde nació la revista; pronto se le une Matías Muñoz y al pasar frente a la farmacia que regenta Cristóbal López de Manzanara se une al grupo que hace caminar el carrito adornado con carteles que dicen "Poesía necesaria", "El poder de las palabras" y " Cultura es libertad". En su deambular alegre pasan frente a la imprenta Xiana que durante todos estos años se encargó de imprimir la Revista y darle la elegante configuración que desde el principio ha lucido. llegan tras un largo deambular por trochas y caminos a un cruce donde está sentada una mujer a la que preguntan por el camino a Salamanca. Ella les demanda a su vez que le den algo. Ezequías le lleva una cerveza y el último número de la Revista por el que le pide 20€. Ella se ríe cuando le dicen que es el precio de la revista de Poesía: "¿Veinte euros por 'esto'?" El director se enfada algo con ella y le suelta la sarta de verdades que durante estos 30 años quienes la hemos leído hemos podido comprobar en cada uno de sus números:

"¡Por esto, dice! Pero si es una revista en la que han escrito durante treinta años las primeras firmas tanto de aquí como de fuera; los artistas que hacen las ilustraciones y las portadas de exterior son conocidísimos desde aquí hasta Pekín. Pero si es una maravilla, es un milagro laico, es una isla de libertad, un objeto de arte en sí misma."

La mujer, al ver el entusiasmo con el que Ezequías habla de la Revista les dice que lo mejor que puede hacer por ellos es hacerla desaparecer y para significarlo corta el hilo de la madeja que como Parca que es sostiene en sus manos al tiempo que dice:

"Morir para ganar la eternidad"


Las preguntas que se agolpan en nuestra cabeza cuando se produce una desaparición son siempre las mismas y no por eso son menos importantes. Más que reflexionar sobre los motivos de su desaparición que creo, a poco que uno se lo proponga, todos adivinamos, me parece de mayor interés recordar la alegría de su nacimiento, la fuerza con la que Ezequías y los amigos getafenses que comadronearon el parto acometían los números de una revista literaria de creación y además fundamentalmente poética. Desde luego la empresa a todos nos parecía heroíca con inmensas dosis quijotescas. ¿Poesía? ¿En un Instituto de Secundaria? ¿En una localidad como Getafe? ¿Un producto en elegante papel satinado? Pues sí y lo que es mejor es que según fue pasando  el tiempo: primero, los meses, más tarde, los años, luego los eventos conmemorativos... sus lectores veíamos cómo crecía  un producto que se asentaba en los medios culturales del país, un producto de una altura estratosférica que se vendía en centros especializados o comprometidos con la alta cultura. Un producto que desde hoy será de consulta obligada por aficionados y estudiosos de la literatura en las Bibliotecas que se precien de serlo.
Ezequías Blanco, Cuadernos del Matemático, Revistas de Poesía
Desde aquí sólo me queda agradecer el enorme esfuerzo que durante estos treinta años han derrochado los que la han hecho posible: Ezequías, Matías, Cristóbal, Juliana, Angeles, Charo, Mercedes, y tantos, y tantos otros que día a día, mes a mes han trabajado con denuedo para crear esta maravilla que ha sido y ES "Cuadernos del Matemático". Muchas gracias por ello.




4 oct 2018

David Verdejo y su serie de Lee Johnson

13 comentarios:
"No te sientes de espaldas a la puerta", "Alma de cobre", Serie Lee Johnson

Soy lector y también colaboro con frecuencia con la Revista MoonMagazine. Es ahí donde desde hace dos años he ido viendo cómo David de la Torre -que así se llama en verdad David Verdejo- iba dejando caer algunos casos del, creado por él, inspector de la policía neoyorquina Lee Johnson. Tres fueron los casos que leí en la revista que dirige Txaro Cárdenas (sus títulos por orden de aparición son: No mires al suelo”, La chica de Greenwich Village, y La extraña desaparición del Capitán Maxwell) aparecidos los tres en 2016, justamente el año en que vio la luz la primera de las dos  novelas que por ahora integran la Serie Lee Johnson, "Alma de cobre" y dos años más tarde, en enero de 2018, la segunda de la serie, "No te sientes de espaldas a la puerta", curiosamente precuela de la anterior, razón por la que en sus portadas figuran respectivamente los números 2 y 1 a fin de indicar el orden cronológico de lo que allí se narra. 


El autor
David Verdejo es el nombre artístico utilizado por el autor madrileño David de la Torre. A fecha de hoy cinco son las novelas que han salido de sus manos. Sus títulos por orden de aparición son "Woods Lane", "Alma de cobre", "No te sientes de espaldas a la puerta", "El secreto de Pozonegro" y aparecida hace nada, el pasado mes de septiembre, "Henri Désire Landrú".  Todas ellas pertenecen al género negro, tipo de narración que David maneja a la perfección. Las dos que reseño en este post encajan a la perfección dentro de la novela negra clásica tipo Chandler, Hammett o Pizzolatto. Y es que, como dicen varios blogs cuando hablan del autor, David tiene un talento especial para contar historias policíacas con el estilo de los grandes del género. Leerle es penetrar con sorprendente naturalidad en la geografía urbana de Nueva York o Chicago, su dominio de los recursos del género es total y magnífico. Acabo de comprobarlo por mí mismo en estas dos novelas del inspector Lee Johnson.

David Verdejo se formó como autor en distintos talleres literarios, entre ellos el impartido por el Profesor Néstor Belda sobre Técnicas Narrativas. Al final de las dos novelas cortas que acabo de leer confiesa con la humildad que le caracteriza los apoyos recibidos para consolidarse como lo que claramente ya es: un escritor. Así agradece a las revistas  Solo Novela Negra dirigida por Anxo do Rego y a Moon Magazine a cuya cabeza está Txaro Cárdenas "la infinidad -dice textualmente- de  oportunidades que me han dado al publicar estos relatos en sus prestigiosas publicaciones". Abiertamente dice que el origen de Lee Johnson se encuentra en un primer relato titulado "Nadie me despierta”  aparecido en "Sólo Novela Negra" en 2016 y que fue premiado en el concurso “1ª Antología de Relatos Provocados Solo Novela Negra” convocado por la propia revista. Su habilidad a la hora de escribir relatos de tipo hardboiled —como las definía Chandler— le ha granjeado la oportunidad de formar parte de diversas antologías del género.

Los dos años últimos (2016 a 2018) han sido en palabras del propio escritor muy intensos
He creado un personaje que puede formar una buena serie (Lee Johnson) en un entorno complejo como es Nueva York. He dibujado tramas históricas y misterios sobre la muerte de personajes importantes (El Secreto de Pozonegro). Comencé sumergiéndome en la calurosa y obtusa Tejas de la mano de Jimmy (Woods Lane) creando un pueblo lúgubre e inquietante y, finalmente, he novelado las atrocidades del primer asesino en serie de Francia: Henri D. Landru.  (en  el blog "David de la Torre")
Por ello, dice en la entrada de la que tomo la cita anterior, ha decidido tomarse un descanso, un pequeño respiro y recargar las baterías del escritor que es a través de lecturas 'no obligadas' que le lleven lejos. Pero que nadie se asuste porque David de la Torre no se ha quitado de escritor, más bien todo lo contrario: una novela está rondando editoriales y agencias y otra más aún necesita mucho trabajo, señala el autor en ese mismo lugar.
"Henri Desiré Landru", "Woods Lane", "Alma de cobre", "El secreto de Pozonegro"

La serie Lee Johnson
He leído las dos novelas largas que por ahora forman la serie gracias a las reseñas que de ellas hizo mi amiga y excelente lectora Rosa Berros en MoonMagazine [no dejéis de visitar el blog de Rosa "Cuéntame una historia". Es fantástico]. Jamás una recomendación de Rosa me ha salido rana y esta vez, naturalmente, tampoco ha errado. Rosa leyó las dos entregas en su orden de salida, esto es, primero "Alma de cobre", aparecida en 2016 [leer su reseña aquí], y dos años después, este agosto pasado, "No te sientes de espaldas a la puerta", precuela de la anterior [leer su reseña aquí]. Yo decidí hacerlo siguiendo el orden cronológico de la historia de este agente neoyorquino, o sea, primero he leído la aparecida este año y tras ella "Alma de cobre".

Lo primero que diré es que los dos relatos me han gustado mucho, pero si tuviera que decantarme por uno de ellos me inclinaría decididamente por "No te sientes de espaldas a la puerta". Antes de dar mis razones por esta elección hablaré muy sucintamente de la historia que se nos relata en ambas. Y digo muy sucintamente porque si algo caracteriza a la novela negra es el suspense y desvelar cualquier detalle puede echar por tierra el disfrute de su lectura.

En la última entrega publicada de la serie Lee Johnson, conocemos el pasado del agente del Departamento de Policía de Nueva York. Es importante la fecha en que la historia transcurre, año 1972, un año importante en el cine policíaco y de serie B, al ser el año en que verá la luz el film "El Padrino" de Francis F. Coppola. La película se cierne como una amenaza sobre el ambiente mafioso neoyorquino donde la acción de la novela se sitúa. Se nos habla en esta entrega del padre de Lee Johnson, agente de policía a su vez que fue corrompido por los mafiosos a los que debía de perseguir.

En "Alma de cobre" vemos a Lee Johnson siempre enfadado, siempre rudo, siempre escondiendo el pasado paterno que le persigue por donde quiera que va. El expediente mafioso de su padre es conocido por todos los que trabajan con él y eso le lleva a tener comportamientos poco amigables muchas veces con ellos. En esta novela Liberto Johnson, que así se llama Lee, abandonará Nueva York para viajar hasta Chicago donde su compañero Randy Miller -Tintín le puso Lee cuando se lo colocaron como policía en prácticas a quien enseñar el oficio- está entre la vida y la muerte por culpa de una tremenda paliza que ha recibido. En Chicago le acompaña la inspectora María Estévez quien no se arredra ante el mal carácter mostrado a todas horas por el inaguantable Lee. Tintin ha sido víctima de la encarnizada lucha que en Chicago están viviendo tres poderosas familias mafiosas: los Corsso, los Antano y los Gretta. A desvelar el porqué de lo sucedido se dedicará Lee y su compañera.

David de la Torre, Novela negra española, Hardboiled
Como ya he dicho me parece mucho mejor novela la aparecida este año que la de hace dos. Muchas cosa me han agradado en "No te sientes de espaldas a la puerta". Quizás la primera sea el narrador testigo en primera persona utilizado en el relato. Es un narrador, personaje secundario en la historia, que asiste como testigo a todo lo que se nos cuenta. En unas ocasiones ve lo que sucede desde la ventana de un edificio ayudándose de unos prismáticos (tal situación no ha podido por menos que recordarme "La ventana indiscreta" de Alfred Hitchkock), en otras ha de darse prisa para acceder al lugar donde se desarrollará la escena ("Al verla dirigirse al interior del bar con decisión corrí hasta la parte trasera, entré por las cocinas y llegué a la sala a tiempo de sentarme en una mesa apartada.") algo que me ha resultado ciertamente gracioso en varias ocasiones; y en otros momentos simplemente es un personaje actuante más en el entorno de lo que nos relata. Por su parte en "Alma de cobre" la figura del narrador es externa al relato y en 3ª persona. 

En "No te sientes de espaldas a la puerta" se percibe merced a este narrador en 1ª mayor presencia de la metaliteratura. Vemos cómo estamos ante una novela haciéndose en este narrador que constantemente interpela con breves interrogaciones al receptor de su historia (un periodista, un policía, el mismo lector...) a fin de comprobar que el canal de comunicación está abierto. Un narrador que demora algunas informaciones, anticipa otras y que en ocasiones explica el por qué lo hace:
"Sí, amigo, espero que se haya dado cuenta, ¿verdad? Si es así, podría adelantarle los acontecimientos que aceleraron el destino del pobre Lee, pero perdería toda la gracia, ¿a que sí?"
En ambos relatos están presentes las características propias del hardboiled chandleriano:
  • La gran ciudad. Chicago en "Alma de cobre" y Nueva York en "No te sientes..."
"El sonido irreverente de una sirena que cruzaba Lenox Hill a una velocidad vertiginosa, avanzando por la segunda avenida sin que nada la detuviese, aunque a él no pareció importarle y continuó con su labor hasta que el humo del cigarrillo que sostenía entre sus labios le cegó durante unos segundos, obligándole a detenerse. El extremo calor que se pegaba en los grises edificios de Manhattan no ayudaba en aquella ardua tarea. —¿Crees que son horas para limpiar un arma? —Dijo una voz somnolienta que resonó en toda la habitación. Ella intentó enfocar su espalda. Giró sobre sí misma y se revolvió bajo la única sábana que habían compartido tan sólo veinte minutos antes. Frotándose los ojos acurrucó sus codos sobre las rodillas, sintiendo el aire caliente que las aspas del silencioso ventilador situado en el techo provocaban" (en "Alma de cobre")
  • Los bajos fondos. Presentes en ambas 
  • La corrupción policial. Fundamentalmente en la última de las publicadas. 
  • El machismo propio de los personajes de hardboiled ("Lee era mezquino con las mujeres, arrogante y muy chulo", en "No te sientes de espaldas a la puerta"). Sin embargo las mujeres que aparecen junto al borde Lee Johnson son mujeres que no se dejan amilanar, son mujeres empoderadas. María Estévez, Donna o Catherina son personajes que se manejan bien y saben frenar los  destellos machistas.
  • Erotismo. Quizás en comparación con novelas de Chandler como ·El sueño eterno" o "La dama del lago", me ha parecido ver un menor erotismo en los encuentros que el agente Johnson tiene con sus compañeras de profesión. Pero, sin lugar a dudas, lo hay.
  • Gusto por los automóviles. El Chevrolet Chevelle Copo 427 que en homenaje a Little Richard llama "Lucille", el Chevy en que se mueve Lee Johnson,  o su desprecio ante el minúsculo Kia que la agente Estévez ha alquilado revelan esta afición automovilística.
  • Gusto por las armas. La Glock 9w es el arma que se maneja en ambos relatos.
  • Tabaquismo irredento en Lee Johnson
  • Humor. Como es norma en las novelas de Chandler el humor sirve para rebajar la tensión del suspense. Está más presente o yo lo he visto más en "Alma de cobre" que en la otra novela:
    "Lee Johnson continuó mirándola y dudó unos segundos si salir de la sala para coger el primer avión a Nueva York y presentar su renuncia para dedicarse a cultivar champiñones el resto de su existencia"
  • Cierto culturalismo. Es evidente en los temas musicales que como fondo acompaña toda la narración en "Alma de cobre" y que en "No te sientes..." apenas si existe. Por contra en esta segunda novela es el cine de Coppola el que pone la nota cultural en el relato.




Para finalizar este acercamiento a estas dos novelas quiero señalar un recurso narrativo que he visto en "No te sientes..." que me ha gustado bastante. Es el de relatar dos acciones en contrapunto pero entreverándolas en el mismo acto de escritura. Me ha parecido una interesante técnica narrativa que añade un plus al suspense propio del género:
"Lee cogió la caja. Donna cogió la caja. Lee abrió la tapa y la dejó caer contra el suelo. Donna destapó la caja y depositó la tapadera en el alféizar de la ventana, sobre unos expedientes. Lee introdujo los dedos y sacó una fotografía. Donna miró el interior de la caja y observó una fotografía"
En definitiva, dos novelas, una -'Alma de cobre'- de corte más clásico y otra -'No te sientes de espaldas a la puerta'- construida con una técnica narrativa más fluida y variada en la que se percibe el indudable crecer y crecer de esta escritor madrileño de quien pienso leer el resto de sus novelas y relatos. Como él mismo dice estamos ante un escritor y no ante un aficionado a la escritura. Y eso, naturalmente, se nota.

Datos del libro
Autor: DAVID VERDEJO
Título: “Alma de cobre”
Nº de páginas: 162 págs.
Encuadernación: Papel
Editorial: Inventa Editores (2016)
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 978-84-946-746-0-0
Precio:
En papel: 14’25€
Ebook: 0’99€


Datos del libro
Autor: DAVID VERDEJO
Título: “No te sientes de espaldas a la puerta”
Nº de páginas: 120 págs.
Encuadernación: Papel
Editorial: Playa de Ákaba (2018)
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 978-8494822681
Precio:
En papel: 14’25€
Ebook: 0’99€