El viaje por el que he estado ausente de aquí fue a la Argentina. Tras visitar varios lugares de este hermoso país (Iguazú, Calafate, y Ushuaia) finalmente recalé en su capital, Buenos Aires. ¿Qué decir de ella? En primer lugar manifestar mi asombro por la increíble vitalidad que he percibido en sus calles aunque las mismas me hayan parecido algo caóticas. Los coches que inundan sus avenidas son tantos que éstas se quedan chicas para acogerlos; pero a los bonaerenses no parece importarles mucho este hecho: ellos no dejan que la capital cierre los ojos y no hay hora en que la ciudad descanse; por ello dicen con orgullo que Buenos aires nunca duerme.
En la foto se puede percibir la vorágine circulatoria bonaerense en la plaza del Obelisco |
Dejo de lado en esta entrada el relato de la visita a los símbolos ciudadanos y patrióticos que Bs As alberga (el Cabildo, el Congreso, la Catedral, el Obelisco, la Plaza de Mayo, la Avenida 9 de Julio, la malhadada Escuela Mecánica de la Armada de infausto recuerdo...) para fijarme en uno de los aspectos más típicos de esta ciudad argentina, su inmenso amor a los libros. Ya durante mis paseos por la calle Corrientes pude admirar las carteleras de sus teatros que anuncian los nombres de obras serias y/o cómicas interpretadas por los grandes actores de este país (Darío Grandinetti, Ricardo Darín, Antonio Gasalla, Guillermina Valdés, Favio Posca, Tamara Kiper, Pepe Cibrián y muchos
La librería El Ateneo está en Recoleta |
otros nombres más). También en esta misma avenida, pero también en otras muchas otras más, aparecen librerías grandes y pequeñas, muchas de las cuales han ido ocupando locales antes dedicados al cine o al teatro. Este es el caso de la librería Losada que se asienta en el espacio que antes ocupara un cinematógrafo o el de la famosísima y bellísima librería El Ateneo que se abre majestuosa sobre un teatro que abría sus puertas en la calle de Santa Fé en el distrito de Recoleta.
Por si todo este ambiente literario fuese poca cosa ocurrió que durante mi estancia en Buenos Aires estaba teniendo lugar (y lo estará hasta el próximo día 11 de mayo) la 41ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Esta Feria, en opinión de no pocos, es tras la de Bogotá en Colombia la más importante de Latinoamérica. Mi visita a la misma coincidió, gratamente para mí, con la presentación que Arturo Pérez Reverte hacía allí de su úiltima novela, "Hombres buenos". Durante casi una hora y media pude asistir a la animada y gratísima conversación que tuvieron ante casi 900 personas Jorge Fernández Díaz, autor de novela negra con títulos como "El puñal", y el novelista español. Para mí fue muy interesante ver cómo Pérez Reverte defendía un relato tan asentado en España, como es su última novela, a casi 11000 kilómetros de distancia: en la Argentina. Pues bien, lo consiguió y logró conectar con un público fiel que consume sus novelas por millares.
Durante la espera en cola que precedió a la entrada al salón donde los dos novelistas departirían sobre "Hombres buenos" mantuve una animada conversación con Jaime Edgar Cabrera Junco, un joven peruano que la "Casa de la Literatura peruana" había destacado a la Feria. Jaime me transmitió su entusiasmo por la literatura y pude comprobar en él profundos conocimientos literarios. Hablamos sobre Arturo Pérez Reverte, sobre Vargas Llosa, sobre Roncagliolo y otros nombres que fueron surgiendo en nuestra conversación, y nos intercambiamos correos electrónicos y direcciones web.
Ya de vuelta en España he entrado en la magnífica web de Jaime llamada "Lee por gusto" que animo a todos a visitar y de ella he extraído el video completo de la presentación en la ciudad de Buenos Aires de "Hombres buenos". Aquí os la dejo seguro de que la disfrutaréis:
Ya de vuelta en España he entrado en la magnífica web de Jaime llamada "Lee por gusto" que animo a todos a visitar y de ella he extraído el video completo de la presentación en la ciudad de Buenos Aires de "Hombres buenos". Aquí os la dejo seguro de que la disfrutaréis: