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30 abr 2015

Mi Buenos Aires querido: 5 días en la capital bonaerense

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El viaje por el que he estado ausente de aquí fue a la Argentina. Tras visitar varios lugares de este hermoso país (Iguazú, Calafate, y Ushuaia) finalmente recalé en su capital, Buenos Aires. ¿Qué decir de ella? En primer lugar manifestar mi asombro por la increíble vitalidad que he percibido en sus calles aunque las mismas me hayan parecido algo caóticas. Los coches que inundan sus avenidas son tantos que éstas se quedan chicas para acogerlos; pero a los bonaerenses no parece importarles mucho este hecho: ellos no dejan que la capital cierre los ojos y no hay hora en que la ciudad descanse; por ello dicen con orgullo que Buenos aires nunca duerme.

Buenos Aires
En la foto se puede percibir la vorágine circulatoria bonaerense en la plaza del Obelisco
Dejo de lado en esta entrada el relato de la visita a los símbolos ciudadanos y patrióticos que Bs As alberga (el Cabildo, el Congreso, la Catedral, el Obelisco, la Plaza de Mayo, la Avenida 9 de Julio, la malhadada Escuela Mecánica de la Armada de infausto recuerdo...) para fijarme en uno de los aspectos más típicos de esta ciudad argentina, su inmenso amor a los libros. Ya durante mis paseos por la calle Corrientes pude admirar las carteleras de sus teatros que anuncian los nombres de obras serias y/o cómicas interpretadas por los grandes actores de este país (Darío Grandinetti, Ricardo Darín, Antonio Gasalla, Guillermina Valdés, Favio Posca, Tamara Kiper, Pepe Cibrián y muchos
Libreria El Ateneo de Buenos Aires
La librería El Ateneo está en Recoleta
otros nombres más). También en esta misma avenida, pero también en otras muchas otras más, aparecen librerías grandes y pequeñas, muchas de las cuales han ido ocupando locales antes dedicados al cine o al teatro. Este es el caso de la librería Losada que se asienta en el espacio que antes ocupara un cinematógrafo o el de la famosísima y bellísima librería El Ateneo que se abre majestuosa sobre un teatro que abría sus puertas en la calle de Santa Fé en el distrito de Recoleta.

Por si todo este ambiente literario fuese poca cosa ocurrió que durante mi estancia en Buenos Aires estaba teniendo lugar (y lo estará hasta el próximo día 11 de mayo) la 41ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Esta Feria, en opinión de no pocos, es tras la de Bogotá en Colombia la más importante de Latinoamérica. Mi visita a la misma coincidió, gratamente para mí, con la presentación que Arturo Pérez Reverte hacía allí de su úiltima novela, "Hombres buenos". Durante casi una hora y media pude asistir a la animada y gratísima conversación que tuvieron ante casi 900 personas Jorge Fernández Díaz, autor de novela negra con títulos como "El puñal", y el novelista español. Para mí fue muy interesante ver cómo Pérez Reverte defendía un relato tan asentado en España, como es su última novela, a casi 11000 kilómetros de distancia: en la Argentina. Pues bien, lo consiguió y logró conectar con un público fiel que consume sus novelas por millares.

Durante la espera en cola que precedió a la entrada al salón donde los dos novelistas departirían sobre "Hombres buenos" mantuve una animada conversación con Jaime Edgar Cabrera Junco, un joven peruano que la "Casa de la Literatura peruana" había destacado a la Feria. Jaime me transmitió su entusiasmo por la literatura y pude comprobar en él profundos conocimientos literarios. Hablamos sobre Arturo Pérez Reverte, sobre Vargas Llosa, sobre Roncagliolo y otros nombres que fueron surgiendo en nuestra conversación, y nos intercambiamos correos electrónicos y direcciones web.
Ya de vuelta en España he entrado en la magnífica web de Jaime llamada "Lee por gusto" que animo a todos a visitar y de ella he extraído el video completo de la presentación en la ciudad de Buenos Aires de "Hombres buenos". Aquí os la dejo seguro de que la disfrutaréis:

12 abr 2015

El Quijote II cumple 400 años en "EmblOgriuM" de abril

6 comentarios:
Caballero de la Blanca Luna, Quijote II, 4º centenario de El Quijote
Este mes, libresco donde los haya, es el adecuado para conmemorar el 4º centenario de la publicación de la "Segunda parte de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha" a pesar de que en realidad la novela no vio la luz hasta el mes de septiembre de ese año 1615. Pero también es verdad que un 23 de abril del año siguiente, 1616, el autor de este relato murió, razón por la cual el mundo en su recuerdo, y también en el de Shakespeare que falleció en idéntica fecha, celebra el Día Internacional del Libro.

Es por lo dicho anteriormente que la colaboración que he escrito y que aparece  en el número 21 de la revista "EmblOgriuM" de este mes va de esto, de los 400 años que hace que se publicó la segunda parte de la novela más importante de la historia. El título que he dado al artículo es el siguiente:


"Emblogrium", revista on line
Podéis acceder a él pinchando en el título anterior. Pero también podéis llegar hasta el mismo pasando tranquilamente las páginas del número de Abril 2015 de "EmblOgriuM" en el que encontraréis artículos sobre literatura, sobre cine, entrevistas, artículos sobre arte, fotografías, artículos sobre ecología, poesías... y otros muchos asuntos más que seguro que os gustarán y os harán pasar un buen rato.

Para finalizar, sólo una cosa más: el editor, RBC, se ha superado a sí mismo en este número al que ha dotado de un diseño novedoso que sorprende por su gusto estético a quien lo lee. ¡¡Disfrutadlo!!



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Postdata.- Este mes me voy de viaje; por ello no podré publicar nuevas entradas en el blog hasta mi regreso, o sea, como muy pronto hasta el día 30 de abril o primeros de mayo. Ya os contaré cuando vuelva. Sed buenos.

8 abr 2015

Santa Teresa y su 500 aniversario (una corrección)

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AVISO PREVIO

Como ya comenté aquí, la revista "EmblOgriuM" del mes de marzo publicó un artículo mío titulado "500 años de Santa Teresa de Jesús" que voy a reproducir a continuación corrigiendo un dato que me parece esencial y que por error apareció en la publicación citada; se refiere al lugar donde fue enterrada la Santa, que no fue otro que la ciudad salmantina de Alba de Tormes y no Ávila, como por equivocación, achacable sólo a mí, se decía allí.


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El artículo en cuestión es el siguiente

Santa Teresa de Jesús
 La vida y la obra de la monja andariega (Ávila, 28 de marzo de 1515) trasciende los límites de
Teresa de Jesús, Bernini, Éxtasis de Santa Teresa
las letras propiamente dichas, pues  aparte de su aportación a la literatura española tanto en prosa como en verso, Teresa de Cepeda y Ahumada, que transformó la orden religiosa de las carmelitas a través de la denominada Reforma del Carmelo, fue tema e inspiración de no pocos creadores de otras artes: escultores como Gregorio Fernández o Bernini que plasmó en piedra el éxtasis de Santa Teresa, y pintores como Velázquez, Rubens o Luca Giordano.

Sin duda sus creaciones literarias y las fundaciones de conventos reformados se retroalimentaron mutuamente: las dificultades a las que la monja abulense se enfrentaba dentro de su Orden le servían de inspiración para sus escritos místicos ("Las moradas", "Camino de perfección") al tiempo que éstos le servían a ella y a sus hermanas en Cristo para perseverar en la obra emprendida a través de la lectura de los textos escritos. Si algo caracteriza la prosa de Teresa de Jesús ello es la claridad y espontaneidad de la misma (La tradición de la Orden teresiana dice que la Santa en el Convento de San José de Ávila preguntó un día a la 'semanera': 
"¿Qué tienen para cenar mis monjas? Respondió la otra: Madre, tengo rábanos y leche. Exclamó la Santa: ¡Dios sea conmigo! ¡Rábanos y leche! tráigame unos huevos, y con esa leche y pan rallado haremos un manjarcillo, y con eso cenaremos".  
Esta manera que tenía de hacerse entender por todas las integrantes de su congregación por poco nivel cultural que tuvieran explica la teresiana frase de que "entre los pucheros anda el Señor".

La ciudad desde la que escribo este artículo, Salamanca (España), tuvo el privilegio de ser sede de una de las fundaciones de conventos reformados[i]. Y, aunque a lo que sigue en su momento no cupiese calificar de suerte o privilegio, en una de las localidades más señeras de esta provincia castellana, Alba de Tormes, entregó la escritora su alma al Señor. A su muerte en 1582 era tal la fama de santa que tenía y el olor de santidad que –decían algunos- emanaba de su cuerpo incorrupto que las autoridades y pueblo en general desearon reliquias suyas. Se produjo un auténtico expolio de sus restos mortales, resultado del cual su cuerpo pasó un año enterrado en su ciudad natal, Ávila, aunque al cabo del mismo volvió al Convento de la Anunciación de Alba donde murió y hoy día reposa; una mano de la santa se venera en Ronda, un brazo y su corazón quedaron también en Alba donde son objeto de devoción, etc. La autora teatral Concha Romero dramatiza maravillosamente en su obra "Un olor a ámbar" (Madrid, edcs. ‘La Avispa’,1983) el despropósito que es descuartizar prácticamente un cuerpo por motivos de fanatismo religioso y político.


Su obra literaria
Para la fundadora de la orden reformada del Carmelo, la literatura tenía una función ancilar dado que lo que a ella le movía era el impulso religioso. Por ello sus creaciones más propiamente literarias no son muy numerosas:

Obra en prosa
 Dejando a un lado las relaciones de conventos y aquellos escritos que tenían como función la de instruir, marcar obligaciones o aconsejar a sus monjitas la manera de visitar, destacan  "El castillo interior" (o "Las moradas"), "Camino de perfección", "Las fundaciones", y "Vida" escrita por ella misma. También cabe calificar de producto literario las más de 400 cartas que dirigió a sus superiores, a su amado confesor San Juan de la Cruz y a las monjas de sus 17 conventos reformados. El idioma y nivel lingüístico en ellas utilizado es el que se considera característico del Renacimiento, el "escribo como hablo" de Juan de Valdés.

Obra en verso
No escribió muchos poemas. Su producción se cifra en una treintena de breves composiciones tomadas la mayoría del acerbo poético popular y transformadas luego por su genio poético hacia el tipo de poesía amorosa 'a lo divino'. De sus poemas voy a destacar, por más conocidos, los siguientes: "Vivo sin vivir en mí", "Ya toda me entregué y di",  "Nada te turbe", "¡Oh hermosura que excedéis!"…

En estas composiciones la santa presenta especialmente las vías o caminos para llegar a la unión del alma con Dios. Fundamentalmente el acierto poético consiste en presentar materia tan abstrusa con una sencillez idiomática nunca vista. Esto es lo que convierte a Santa Teresa en una poeta mística bastante comprensible.
Renacimiento cristiano, Poesía religiosa, Barroco escultórico
Éxtasis de Sta. Teresa (Bernini). Sta. Teresa, Doctora de la Iglesia (Rubens). Éxtasis de Sta Teresa (Josefa de Óbido)



“Vivo sin vivir en mí”

 Vivo sin vivir en mí
 y tan alta vida espero
 que muero porque no muero. 

 Vivo ya fuera de mí, 
después que muero de amor, 
porque vivo en el Señor, 
que me quiso para sí; 
cuando el corazón le di 
puso en mí este letrero: 
Que muero porque no muero. 

Esta divina unión, 
y el amor con que yo vivo, 
hace a mi Dios mi cautivo 
y libre mi corazón; 
y causa en mí tal pasión 
ver a mi Dios prisionero, 
que muero porque no muero. 

¡Ay, qué larga es esta vida! 
¡Qué duros estos destierros, 
esta cárcel y estos hierros 
en que está el alma metida! 
Sólo esperar la salida 
me causa un dolor tan fiero, 
que muero porque no muero. 

Acaba ya de dejarme, 
vida, no me seas molesta; 
porque muriendo, ¿qué resta, 
sino vivir y gozarme? 
No dejes de consolarme, 
muerte, que ansí te requiero: 
que muero porque no muero. 


 ”Nada te turbe” 

Nada te turbe; 
nada te espante; 
todo se pasa; 
Dios no se muda, 
la paciencia 
todo lo alcanza. 
Quien a Dios tiene, 
nada le falta. 
Solo Dios basta.
“Ya toda me entregué y di” 

Ya toda me entregué y di, 
y de tal suerte he trocado, 
que mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado. 

Cuando el dulce Cazador 
me tiró y dejó herida, 
en los brazos del amor 
mi alma quedó rendida; 
y, cobrando nueva vida, 
de tal manera he trocado,
que mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado. 

Hirióme con una flecha 
enherbolada de amor, 
y mi alma quedó hecha 
una con su Criador; 
Ya yo no quiero otro amor, 
pues a mi Dios me he entregado, 
y mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado. 



 “Oh hermosura que excedéis!" 

 ¡Oh hermosura que excedéis 
a todas las hermosuras! 
Sin herir dolor hacéis, 
y sin dolor deshacéis, 
el amor de las criaturas. 

Oh ñudo que así juntáis 
dos cosas tan desiguales, 
no sé por qué os desatáis, 
pues atado fuerza dais 
a tener por bien los males. 

 Juntáis quien no tiene ser 
con el Ser que no se acaba; 
sin acabar acabáis, 
sin tener que amar amáis, 
engrandecéis nuestra nada.

4 abr 2015

Resumen de Lecturas: MARZO

12 comentarios:
La verdad es que al echar la vista atrás, puedo decir que marzo se ha portado: ocho lecturas (una, para ser justos, fue veloz relectura; y otra, la de Petros Markaris, casi casi podría atribuirse a febrero), dos obras de teatro y varias películas. No está mal, al menos para mí que no me marco grandes retos.


De las lecturas, tres ya las he reseñado en este blog: "Pudor" de Santiago Roncagliolo, "La campana de cristal" de Sylvia Plath y "Mansfield Park" de Jane Austen (ésta fue la relectura). Hay otra, la novela de Luis Landero, "El balcón en invierno", que utilicé para hacer algunas reflexiones a propósito  del debate existente desde hace ya algún tiempo sobre el oscuro o difícil porvenir de la novela. Vista ahora, desde la distancia, creo que esa reflexión es más que suficiente como reseña de esta novela-ensayo, reseña que se puede leer aquí.


En definitiva, pues, que ya sólo me queda por hablar de cuatro. Si hago cuenta de que la lectura "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" del neurólogo y antropólogo Oliver Sacks fue objeto de debate y comentario en la tertulia "...más que palabras" del mes de marzo, creo que puedo obviarla pues ya de ella algo quedó dicho en la crónica que en el blog de ese grupo de lectura dejé escrita (verla aquí). Eliminada ésta, ya sólo reseñaré, y muy brevemente, las tres que restan:

La buena reputación

Ignacio Martínez de Pisón, La buena reputación
Su autor, Ignacio Martínez de Pisón, presenta en esta novela la vida de una familia española desde los años 40 hasta 1987. Los lugares donde se sitúa el relato son especialmente la ciudad de Melilla a la que vemos transformarse desde la época del protectorado español de Marruecos hasta el momento en que su antaño importante puerto pierde importancia al haber abierto Marruecos el de Beni Enzar; la otra localidad importante es Málaga a la que administrativamente durante muchos años Melilla perteneció; y por último Zaragoza la ciudad de la que provenía Mercedes, la esposa de Samuel, y a la que volvió en cuanto pudo.

Es, pues  la historia de una familia, con sus virtudes y sus defectos, con sus zonas oscuras, con sus alegrías y penas. Pero como dice al final del relato Daniel, nieto de Samuel: "No era la mejor familia del mundo, pero era su familia". Lo más interesante de esta familia es que está formada por un judío y una gentil. El judío es Samuel, hijo de Elías, quien logra medrar en Melilla merced al apoyo de su suegro, militar y franquista, aunque su sagacidad y su buen saber hacer personal hará posible que no sólo no rompa con la comunidad hebrea de la ciudad sino que en un momento dado contribuya muy activamente y en secreto a sacar de Marruecos a muchos de quienes deseaban emigrar a Israel. La gentil es Mercedes, típica burguesa de provincias que lleva fatal todo lo relacionado con la religión de su marido, al que en cierto sentido desprecia. Las hijas de la pareja, Miriam y Sara, son dos típicas mujeres pequeño-burguesas que una vez echada una canita al aire se recomponen y se reintegran a la seguridad de bodas confortables al menos en apariencia. Por último, los hijos de Miriam, Elías y Daniel, son dos desastres que aprenderán lo que es la vida en sus propias carnes.

La novela se lee muy bien. Está estructurada en cinco partes o Novelas (Samuel, Mercedes, Miriam, Elías y Daniel). En contra de lo esperado por mí ante una presentación de este tipo, la acción sucede de manera lineal; tan sólo la trama se focaliza en cada uno de los personajes que sirve de título a cada una de las cinco partes. El narrador es externo.

Lo más destacable para mí de la obra son las referencias al judaísmo (fiestas, prendas de vestir, elementos del culto, comidas, etc.) que se hacen en el relato, especialmente en el de Samuel. Y lo que menos me ha agradado es la insulsez en que cae la novela en algunos momentos. Con todo una novela digna de ser tenida en cuenta y digna de ser leída.

La nieta del señor Linh

Philippe Claudel, La nieta del señor Linh
Esta novela breve de Philippe Claudel es un regalo para cualquier lector. Todo en ella es destacable: el lenguaje utilizado -¡bellísimo!-; la historia que se relata: un anciano que huye de la guerra de su país y recala en uno accidental donde es asistido por instituciones para refugiados, y en el que aunque no se le trata mal no deja de ser un objeto, un  trabajo para los funcionarios, tan sólo la amistad con otro hombre con quien ni siquiera puede hablar al ser de idiomas distintos le hará la vida soportable, bueno, eso y su nieta, naturalmente; la gradación de la tensión dramática hasta llegar a la resolución final;  el choque de culturas, la occidental y la oriental; la dureza de la vejez; las reflexiones que se cuelan en la narración; etc.

Es una auténtica joya.  En cada página aparecen fragmentos de gran belleza. Valga como ejemplo esta cita: 
"El señor Linh camina. Es un autómata que vacila, avanza lentamente, se tambalea, se deja arrastrar por la muchedumbre cada vez más apresurada y compacta que lo rodea y lo asfixia. [...] Avanza. Tropieza con los años y con la gente, que corre no se sabe adónde, que no para de correr, como si lo propio del hombre fuera correr, correr hacia un gran precipicio sin detenerse jamás"

 Noticias de la Noche

Petros Márkaris, Noticias de la Noche, Kostas Jaritos

Confieso que leí esta novela, -primera de la serie que el autor griego dedica al detective Kostas Jaritos-, movido por la problemática actual de Grecia que a punto estaba por esas fechas (finales de febrero) de celebrar unas cruciales elecciones. Aunque la novela es de 1995, sin embargo ya en ella se dejan ver algunos de los vicios de ese país que, -según se dice-, les han abocado a la situación de bancarrota en la que se encuentran los griegos. Así al tiempo que presenta a la policía a la que pertenece el teniente Jaritos como un cuerpo malpagado en el que muchos de sus funcionarios aceptan -o exigen, según- mordidas para mover los asuntos o moverse ellos mismos, muestra la desigualdad existente desde la entrada en Europa:
 Es uno de esos bloques de pisos nuevos, construidos para los tipos de relaciones públicas, yupis y científicos que chupan de los programas de la CEE. (p. 141)
Esta desigualdad hace que progresar siendo honrado sea más que difícil. Así lo ve el teniente Kostas Jaritos cuando se enfrenta a la hija del jefe de la cadena de TV a la que pertenecía una periodista asesinada. Para Jaritos la desigualdad entre esta niña bien y su hija Katerina es inaceptable:
"La miro y pienso en Katerina. Sea abogada o fiscal en el futuro, va a necesitar como mínimo diez años para labrarse una carrera. Mientras que ésta, a sus veinticinco años, tiene una galería por gentileza de su papi, se las da de lista y, encima, lo engaña" (p.223)
También hay una fuerte denuncia de la xenofobia que el autor, Petros Márkaris, percibe en la sociedad helena. Él, de origen armenio por parte de padre, tiene sobradas razones para pensar tal cosa ya que no obtuvo la cidadanía griega hasta la caída de la Dictadura de los Coroneles en 1974. Por eso el asesinato de dos albaneses con que se inicia el relato no mueve a nadie en la Comisaría de policía. No ocurre lo mismo si la que cae es una afamada periodista griega de una cadena televisiva; entonces la cosa cambia radicalmente:
"Dos albaneses acuchillados sólo interesan a los de la tele, y eso si la masacre resulta fotogénica y produce náuseas a las nueve de la noche, justo cuando la gente se sienta a cenar." (p. 46)
[...]
"—¡Despierta, atontada! ¡Los albaneses con los que trabajas te han contagiado su estupidez!" (p. 274)
Por último en esta novela aparece plenamente caracterizado el protagonista de toda la serie: fumador, separado de su mujer, con una hija a la que ve poco pero para la que desea lo que cualquier padre de clase media baja (estudios, éxito profesional, dinero...), lector de diccionarios, y desengañado de todo lo que hace funcionar a la sociedad ateniense.

Me ha gustado mucho esta novela y me he propuesto leer más de este magnífico autor pues todo en él me gusta, en especial su estilo directo, crítico y desenfadado a la hora de llamar las cosas por su nombre.