Los asiduos a este blog saben que Francisco Coronel es buen amigo mío al que he dedicado siempre desde aquí unas palabras para cada uno de los libros salidos de su mano. Con éste ya son cuatro los escritos que el nefrólogo doctor Coronel ha dado a la imprenta. Si los tres anteriores fueron en prosa, ahora, en esta cuarta entrega, descubrimos que también Francisco Coronel siente de vez en cuando la llamada de Calíope y de Erató. De las dos musas de la poesía en esta ocasión yo me inclino más por Calíope, musa de la poesía épica, que por Erató, que lo es de la poesía lírica; mi inclinación obedece a que en el poemario que acabo de leer, además de poemas que hablan de sentimientos, hay varios que cuentan, que relatan, sucedidos o experiencias del propio autor.
Es Coronel (no es la primera vez que lo digo) un relator, un contador, un juglar, una persona que, como dijera José Luis Garci en el prólogo que escribió para el primero de sus libros, Las experiencias de un médico para todo, cuenta muy bien («Cuentas muy bien, Francisco, con amenidad de la buena [...] escribes con sencillez, ligereza y esa melancolía leve que no se nota.»). Estas mismas palabras son aplicables a los 32 poemas que incluye en este su último libro. Si hubiera que señalar un tema esencial para todo el poemario yo diría que éste es el del amor. El amor a la mujer, inspirador fundamental para el hombre («Si tienes suerte y encuentras / a la mujer de tu vida / o si eres mujer y encuentras / al hombre que tú querías, / no habrá deleite mayor / ni más alta complacencia / [...]»); también la amistad, que no es otra cosa que una clase de amor y que como el anterior a veces, claro, produce desengaños (soneto titulado 'A alguien que te importa'; asimismo se ve con claridad en el poema que lleva por título 'La amistad y la poesía'); y también el amor a muchas otras cosas como el Cine, el mar, la música... y hasta el mus.
Aunque no se puede decir que la mirada que Francisco echa hacia atrás en algunos de sus poemas sea amor sensu stricto, yo lo incluyo en ello, pues la nostalgia no es otra cosa que el amor que permanece fijado en el recuerdo. El autor se contempla a la altura de sus años y no puede por menos que evocar momentos dichosos del pasado, de su pasado ('Dulce Navidad', 'El amor desde niño'). También reflexiona -y así lo señala en 'Loas a la amistad', el poema que abre el libro- sobre cómo con el paso de los años llega la jubilación, la vejez, y el olvido se cierne sobre la persona; el poeta se pregunta entonces: ¿Quiénes son los de verdad amigos?
«Luego llega la verdady, cuando estás más dolido,las loas a la amistadsólo son loas de olvido»
Opiniones y reflexiones contiene 32 poemas cuyos títulos llevan a modo de subtítulo la sinopsis explicativa de lo que viene a continuación. Algunas de estas sinopsis adoptan la forma de frase proverbial, como por ejemplo cuando bajo el título del poema 18, 'Ser reflexivo', leemos: «No hay que precipitarse en lo que se dice y en lo que se hace, es mejor pensar primero.»
Francisco Coronel, tal como él mismo cuenta en la solapa y en la contraportada del libro, siempre ha dedicado una parte de su actividad de ocio a la escritura poética, escribiendo en su juventud letras de canciones para el repertorio musical de una banda de rock. Tenía facilidad para rimar palabras que acababan en composiciones musicales. Durante los dos últimos años confiesa que ha estado escribiendo de esta manera sus impresiones de la vida en sus momentos más creativos.
Estos 32 poemas confirman su afición. Sus composiciones, efectivamente, parecen canciones, que surgen con enorme libertad creativa y buscan el ritmo, en versos principalmente de arte menor, a través de rimas en general asonantadas. No se atiene con rigidez al canon, si bien hay algún poema como el nº 29. 'Amor de familia', en el que un correcto soneto muestra su habilidad y conocimientos estróficos. La mayoría de sus poemas tienen un adecuado y eficaz tono juglaresco propio de la poesía popularista. Predominan, como es natural en las coplas, las cuartetas de romance, que es la estructura estrófica en la que mejor se desenvuelve; a veces las combina con quintillas o sextinas, algo que, en mi opinión y sólo en alguno de los poemas, hace que el mismo pierda algo de potencial y eficacia comunicativas. Ese neopopularismo que cito muchas veces me ha llevado mentalmente a evocar o recordar el tono de los versos que Muñoz Seca escribiera para su archifamosa "La venganza de don Mendo".
Como ocurre en cualquier poemario hay poesías que me han gustado más y otras que me han gustado menos. Elegir siempre es difícil, pero personalmente, de entre todas ellas, yo destacaría sin duda alguna como mis favoritas las siguientes composiciones: el poema 26. 'Y van pasando los años' y el poema 16. 'La diferencia de géneros'. El primero es el que más me ha agradado tanto por contenido como por continente; del segundo destacaría el puntito de humor con el que Coronel sabe tratar un tema hoy tan controvertido.
Para cerrar quiero señalar que entre los asuntos que el autor trata en este libro aparecen con fuerza, además de los ya señalados, dos que no quiero dejar de mencionar: su preocupación social y política (poemas 'Saludando a España' o 'La gracia de Madrid'); y la religiosidad, ayer y hoy (poemas 'Dulce Navidad' o '¿En qué creer?').
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Del autor y en este mismo blog:
"Las experiencias de un médico para todo"
Así como tengo apuntadas La historia que había que contar y Las experiencias de un médico para todo, éste de poesía y el de música me atraen poco por lo que, como ya hice con "Medicina & Rock 'n Roll", lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso.
Okk. Muy bien
EliminarVaya, esta vez lo desconozco todo del autor. Cuántas firmas me quedan todavía por descubrir. Muchas gracias por ir guiándonos.
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