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20 feb 2020

María Suré. "Huérfanos de sombra"

Lo que llamó mi atención sobre “Huérfanos de sombra” cuando leí la reseña de Laky en su blog “Libros que hay que leer” o la de Eyra en el suyo (“Cosas mías”) fue que María Suré, su autora, fuese salmantina y que buena parte del relato transcurriera en la salmantina zona de La Alberca, en una localidad inventada, Aldeanegra, aunque próxima a otras bien ciertas: Nuñomoral (ésta ya en Cáceres), El Cabaco, Santiago de la Puebla, etc.

La escritora
María Suré (Salamanca, 1973) estudió Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y actualmente trabaja como Analista y Programadora informática. Apasionada de la lectura desde niña de todo tipo de género, siempre soñó con dar vida a los personajes e historias que surgían de su fértil imaginación. En 2014 decide comenzar a escribir y hacer realidad sus sueños. Su primera novela, “El color del perdón”, se publicó en formato digital y papel en septiembre de 2015. En octubre de 2017 su segunda novela, “Proyecto B.E.L.”, quedó finalista en el 21º Premio de Novela Ciudad de Badajoz, publicándose ese mismo mes. Noviembre de 2019 es la fecha de publicación “Huérfanos de sombra”, su última novela.

Sinopsis de la Novela
La Alberca, Nuñomoral, España vacía
Hannah tiene 86 años y sigue siendo una mujer de armas tomar. Con 7 años subió sola a un tren en Alemania que la alejaría del horror de la guerra pero que la transportó a una vida llena de adversidades donde sobrevivir se convirtió en el reto más difícil. Ahora vive una vida relajada y feliz junto a su hija, pero el pasado vuelve para reabrir viejas cicatrices y recordarle que algunas heridas nunca cerrarán.

Toribio odia su vida, ha pensado más de una vez en acabar con la pesada carga que soporta sobre sus espaldas. Pero un día lluvioso y frío, una joven llama a su puerta para pedirle ayuda y, con ella, la vida irrumpe en su casa por sorpresa, dándole un vuelco a su existencia.

Laura se quedó embarazada demasiado pronto y las circunstancias la llevaron a vivir en Aldeanegra, un pueblo de la provincia de Salamanca sin apenas habitantes, situado en plena Sierra de Francia. Allí pasa sus días con el niño y Toribio, su abuelo, y, contra todo pronóstico, es feliz. Su hijo ha logrado recomponer los pedazos de unas vidas rotas por el destino, pero la frágil unión de esos trozos se resquebraja cuando el pequeño desaparece en extrañas circunstancias.


Mi comentario
Es una historia que aúna dos tramas bien distintas en su origen (las vicisitudes de Hannah iniciadas dentro de la diáspora sufrida por los judíos centroeuropeos ante la persecución nazi antes de y durante la IIª Guerra Mundial, y la vida en Aldeanegra en la época actual, año 2018, de una mujer joven (Laura) que cría a su hijo (Marcos) junto al abuelo del mismo (Toribio) que viene a suplir la ausencia en las funciones de padre de su hijo (Curro). Estas dos líneas temporales así como sus tramas respectivas se desarrollan en contrapunto viniendo a confluir en el momento actual en el caso de la desaparición de una persona, lo que provocará la entrada en escena de la pareja de la Guardia Civil formada por la sargento Cristina Albino y el guardia Anselmo Picarzo quienes en un vertiginoso thriller investigarán el asunto que ha sacudido esta zona de la sierra salmantina. El ritmo narrativo va de menos a más según transcurre la novela. Durante los primeros capítulos, en especial los referidos a la salida de Alemania de una expedición de niños judíos camino de Inglaterra donde se les acogerá para evitarles sufrimientos -¡de guerra, porque sufrimientos muchos de estos niños los conocerán por la explotación a la que muchas familias de acogida los someterán!-, la acción transcurre plácida y morosa. Tal placidez desaparece cuando ambas tramas ya han coincidido en el momento presente y sucede la acción delictiva que se investiga.

María Suré, amén de mostrar vivencias durísimas sufridas por algunos de esos niños judíos alemanes (especialmente Hannah o Janusz) sacados fuera del país para salvarlos de una más que segura muerte y también la suerte corrida por otros más afortunados como su amiga Yona, también judía alemana, acogida por una familia residente en Bilbao, utiliza el relato para poner sobre el tapete toda una serie de asuntos importantes: el amor loco en adolescentes y los embarazos consecuencia del mismo; el terrible poder del dinero capaz de anular cualquier sentimiento; la vida natural y su preservación; la venganza y sus consecuencias; la entrega y el respeto absolutos hacia el otro (Gonzalo por Laura; Quentin y Hannah); la relación padres - hijos (Renata con su madre Hannah; Marcos con su madre Laura; Aurelio Galarza con sus dos hijos, Luis y Simón); la necesaria preservación de la libertad sexual sea cual sea la orientación del individuo en la misma (los abusos de Simón con su empleado Toño), la discriminación de la mujer; etc.

El tratamiento dado a algunos asuntos, por la época en que se sitúan -guerra mundial, reciente posguerra, pleno franquismo...-, por muy sensibilizados que estemos ante los mismos en el momento actual, considero poco pertinente aplicar criterios de hoy para abordarlos. Y pienso que en dos o tres momentos de la historia que se cuenta el anacronismo hace su aparición; así sucede, por ejemplo, cuando en pleno año de 1948 Erika sufre abusos por parte del adulto que amablemente la acogió en su casa, y Hannah, su amiga, "le propuso denunciarlo ante las autoridades por lo que le hacía". Creo que, aparte de que Erika se enfadase con Hannah cuando ésta se lo dijo dado que ella amaba al que muy poco después sería su marido, en 1948 por mucho que fuera Gran Bretaña donde ocurre el suceso, el abuso sexual sobre una adolescente era 'pecata minuta', un asunto muy menor que no preocupaba y no se perseguía a no ser que estuviese impregnado de otros delitos a su alrededor. Y lo mismo diría por inverosímil que una persona en la década de los 50 del siglo pasado se escandalizase al leer en un periódico que un organismo internacional considera bueno y educativo dar un cachete a los niños
"CONVENIENCIA O INCONVENIENCIA DE QUE A LOS NIÑOS LES “ZURREN” EN LA ESCUELA. La O.N.U. autorizó el “cachete” y profesores, alumnos y padres de familia lo aceptan como necesario y pedagógico… si es oportuno."
La verosimilitud en una historia de ficción es esencial y caer en anacronismos para satisfacer a los lectores actuales me parece una especie de engaño poco edificante.

"Huérfanos de sombra", Salamanca, Sierra de Francia
Lo dicho en el párrafo anterior es el pequeño 'pero' que pongo a esta novela que me ha parecido entretenida y que me ha hecho sentir orgulloso de mi cultura autóctona. Muchas cosas en este sentido me han agradado. Así me ha gustado especialmente ver cómo María Suré presenta muchas de las costumbres y tradiciones salmantinas más acendradas (el hornazo -"una empanada a base de embutidos"-, los "dulces tradicionales de la zona elaborados con productos naturales como las perrunillas, amarguillos, almendras garrapiñadas o turrón artesanal", el lunes de aguas, el padre Putas, el lagarto de la iglesia de Santiago de la Puebla, la rana sobre una calavera en la fachada de la Universidad...) y también la alusión a otros detalles que a gran velocidad van convirtiéndose en leyenda pese a su reciente creación como el astronauta en una jamba de la Catedral que hoy día visitan los turistas como si hubiese sido realizado en el pasado. Así mismo me ha encantado que la historia penetre en aspectos conocidos de la historia de la Provincia, pero poco analizados en profundidad, algo así como autocensurados en la conciencia de los salmantinos. Me refiero especialmente al asunto de la explotación del wolframio en Barruecopardo durante el tiempo de la segunda guerra mundial y su exportación al régimen nazi y también aunque más tarde a los aliados, o la existencia de minas de estaño en zonas de la sierra de Francia.

La novela consta de 31 capítulos, muchos de ellos con una cita inicial que sirve de marco referencial e introductorio a lo que en el mismo acontecerá. La novela toma el nombre de uno de los capítulos. Este título es clave para comprender el relato en su totalidad, razón por la que omitiré decir nada sobre su significado. Sí diré que el narrador es un relator externo sabedor de todo y que no hay ruptura temporal en ninguna de las dos líneas narrativas. Hasta que se produce la confluencia de las mismas en el momento actual de 2018 la sucesión capitular es alterna: pasado de Hannah desde 1939 - vida actual en Aldeanegra. Sólo hay un capítulo hacia el final de "Huérfanos de sombra" en que para atar cabos la autora retorna a 1939;  el resto desde el capítulo 17 discurre de manera lineal.

Tras la palabra "FIN" la novelista añade unas 'Reflexiones' que en mi opinión poco o nada añaden a la propia historia. Me parecen más que otra cosa una especie de autorreseña que no acabo de entender. ¿Es que la escritora debe conducir la intelección de sus lectores sin darles la libertad de pensar por ellos mismos, o es que no se fía de sí misma y piensa que si no lo aclara quizás se la malinterprete? No sé, a mí esta manera de querer llevar al público lector del ronzal nunca me ha gustado. Aunque hayan pasado ya casi dos siglos de esto estoy con Mariano José de Larra cuando decía en uno de sus Artículos aquello de "Libertad en literatura, como en las artes, como en la industria, como en el comercio, como en la conciencia. He aquí la divisa de nuestra época, he aquí la nuestra, he aquí la medida con que mediremos". Y esto, naturalmente, incluye la de la libertad en la conciencia interpretativa de los textos leídos. No faltaría más.


25 comentarios:

  1. Ya veo que a los dos nos han embaucado las dos mismas brujitas, es reseñar una novela en sus blogs y ya me tienen buscando en las librerías, esas dos van a ser nuestra ruina, te lo digo, o nos ponemos firmes o acabamos mendigando por la calle, eso sí, muy culturizados 😂😂😂
    "El color del perdón" me encantó y estoy deseando leerla pero aún le toca esperar un poquito porque se me ha acumulado el trabajo 🙄

    Besitos.

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    1. Ja, ja..., qué razón tienes, Yolanda. Me leeré "El color del perdón", aunque no suceda por mi tierra. No hay que ser chauvinista.
      Un beso

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  2. Ese "pero" que comentas en un poco cantoso, pero me alegro de que en general te haya gustado. Yo aun no me he puesto con esta autora, pero si te soy sincera me atrae más su anterior novela. Besos

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    1. Hola, Marina:
      ¿"cantoso"? No sé si el negativo sentido del término va dirigido a la autora o a mí. Creo que no debiera de ser para ninguno de los dos. Y me explico:
      Cuando en la reseña introduzco ese 'pero' lo hago por ver si mi opinión sobre esos pequeños detalles son acertados o no. O sea, me gustaría que se debatiera un poco sobre el concepto de verosimilitud que es lo que por muy ficción que sea se le pide a todos los relatos. Este lo es, pero que una adolescente en 1948 con el historial de penalidades y privaciones que lleva vividos piense que debería denunciar unos abusos sexuales realizados a otra niña que además no está por la labor de hacerlo..., pues me parece como poco creíble. Y lo mismo diría de los cachetes como método educativo en los años 50 cuando en England, por ejemplo, en la década de los 80 -si no más tarde aún- a cualquier profesor que llegaba a un centro educativo se le daba dentro de su material pedagógico el denominado 'belt' con el que reconducir a los posibles alumnos disruptores.
      Son elementos que disuenan, que chirrían un poco, y que sólo entiendo halagan el oído y la inteligencia de lectores jóvenes actuales que desconocen la realidad social que se vivía en tiempos pasados.
      Por esto quiero leer otras novelas suyas para ver si esto ha sido un pequeño descuido o es marca de fábrica, lo que no creo.
      Un beso

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  3. De tu opinión, muy argumentada y sólida, me quedo con que María ha conseguido que sientas orgullo de tu cultura autóctona. Como todo, la historia no es perfecta pero sí muy entretenida; yo la he disfrutado. Te recomiendo que leas de ella El color del perdón, su primera novela. Creo que te sorprenderá.
    Un abrazo

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    1. Pienso hacerlo, pienso hacerlo, porque muchos otros me recomiendan la lectura de "El color del perdón". Y sí, me ha gustado mucho ver mis raíces salmantinas puestas en letras de molde y además bien, quiero decir, muy bien incardinadas dentro de la narración. En cuanto al resto, en general me ha encantado el relato y he de confesar que cada vez me da más apuro señalar el menor 'pero' porque los lectores suelen agarrarse al mismo y me queda muy mala conciencia dado que mi intención nunca es la de echar por tierra nada sino más bien todo lo contrario.
      Besos

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  4. He visto alguna referencia a esta novela en Facebook y en algún blog. Ya la portada es de las que me disuaden totalmente. Lo que cuentas, los niños judíos que escapan de Alemania y son acogidos en Reino Unido, me podría interesar, pero ya estoy un poco harta de la mezcla de Segunda Guerra Mundial (principalmente judíos y Campos de exterminio) con tramas actuales, preferentemente policíacas. No sé si una trama sirve de cebo a la otra (tampoco tengo claro cuál de ellas es el cebo), pero me empieza a parecer oportunista.
    Si a eso añadimos los anacronismos (graves a mi forma de ver) y las explicaciones por parte de la autora para que sepamos lo que tenemos que interpretar, la disuasión es total. Aunque sé que si estuviera ambientada en León iría de cabeza a por ella.
    Un beso.

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    1. Es verdad que últimamente hay proliferación de relatos de niños judíos y sus ciertos sufrimientos que antes y durante la IIª Guerra Mundial pasaron. Lo de que esas tramas lleguen hasta el día de hoy prolongándose en una especie de thriller o búsqueda policíaca ya no sabría decirte. En literatura, como en todo en esta vida, hay momentos en que unos asuntos se erigen sobre otros y lectores y autores se interesan por ellos. A veces en unos y otros puede producirse el cansancio.
      Lo de los anacronismos es ya más opinable como llevo intentando explicar a tirios y troyanos desde que lo he manifestado por escrito. Creo que no se me ha entendido del todo.
      Bueno, amiga, muchas gracias por tu comentario, agudo y profundo como es normal en ti.
      Un beso

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  5. Hola, Juan Carlos.
    Ante todo, quiero darte las gracias por haberte animado a leer mi novela. Tu reseña, en general, me ha gustado y, aunque en un primer momento no pensaba responder porque tu opinión, como la de cualquier otra persona es perfectamente válida y respetable, he cambiado de idea ya que veo que puede afectar negativamente a la novela. Como bien dices, es a lo único a lo que suelen agarrarse los lectores por mucho que todo lo demás sean elogios.
    Suelo documentarme mucho para escribir mis novelas, no digo que no pueda cometer algún error en un momento determinado, todos somos humanos, pero este no es el caso. La noticia de prensa de “los cachetes”, al igual que la que le precede sobre la Conferencia de Ginebra, no son inventadas. Están sacadas de un titular de un periódico de 1954, con lo que no es un anacronismo. Precisamente me pareció curioso cuando la leí por casualidad y por eso decidí incluirla. Si en ese momento una noticia así salía en prensa, es porque como mínimo, era algo que empezaba a crear polémica.
    En cuanto a denunciar ciertos abusos en aquella época, puede que tengas razón, no me siento con criterio suficiente para llevarte la contraria. Asumo que puede no resultar un comentario muy acertado. Lo único que puedo decir a mi favor es que, el que en aquella época no fuera normal ese tipo de denuncias, no quiere decir que alguien no pudiera siquiera pensar en ello o desear hacerlo.
    Hasta aquí todo es cuestión de opiniones, pero lo que me da mucha pena es que te hayas tomado una reflexión propia como un intento de dirigir las ideas de los lectores. De verdad que nunca más lejos de mi intención y no sabes hasta qué punto me ha sorprendido tu insinuación. Después de tantas horas de trabajo conviviendo con esta historia, disfrutando y sufriendo con sus protagonistas, no se puede evitar que te llegue muy dentro y que de alguna manera te escueza tanta injusticia. Mi intención era simplemente expresar mi opinión sobre ello a modo de reflexión, nada más. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Es que por opinar sobre un tema se está induciendo a alguien a pensar de la misma manera? ¿Dónde queda entonces la libertad de expresión? Te invito a que cuelgues la reflexión completa para que la gente pueda leerlo también y según tus propias palabras, darles la libertad de pensar por ellos mismos y no llevar a tus lectores atados del ronzal.

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    1. Hola, María:
      En primer lugar debo disculparme por la incomodidad que algún detalle de mi reseña haya podido causarte. Te entiendo perfectamente y como ya he manifestado en alguna respuesta con estos 'peros' sólo quería poner sobre el tapete la necesaria cuestión de la verosimilitud en los relatos. Nunca ha sido mi intención molestar ni echar por tierra -yo no soy quién para ello, soy un simple lector- una novela.
      De tu novela como digo me ha gustado todo pues lo que considero anacronismo como tú bien demuestras en el caso de los "cachetes" resulta que no lo es. Jamás he dudado de tu documentación, naturalmente. En el caso de la noticia periodística pensé que era difícil de creer en esa época y en un periódico español. Pero no, parece que no. Disculpas mil. En cuanto al asunto abuso es cierto también que los personajes son libres de pensar lo que quieran y Hannah piensa eso sobre el caso Erika, aunque a mí me resulta algo difícil de creer.
      Te quiero decir, María, que yo sólo he pretendido abrir debate sobre ese aspecto del anacronismo y de la necesaria verosimilitud en las narraciones, nada más.
      Sobre lo de la Reflexión final, que queda ya fuera de la propia ficción, ahí ya simplemente te veo como una opinadora más de tu propio relato. Y lo que expreso en mi reseña es mi comentario personal a esa reflexión personal tuya. Yo saco de tus palabras una idea que tú no crees exista en ellas. Y nada más. Ahí acaba todo. Debate, puro debate, enriquecedor en mi opinión, del que no sale nadie ganador ni perdedor. Para mí la literatura es materia opinable y del choque de las mismas opiniones surgen otras nuevas formadas con las primeras más parte de aquellas que al inicio no considerábamos.
      Nunca he pretendido otra cosa con mi reseña sobre esta novela que como me harto de decir por aquí y por allí me ha gustado mucho. ¿En su totalidad? Bueno, no volvamos a lo anterior. Y siempre, siempre, mi finalidad al hacer este blog es la de fomentar la lectura y nunca, nunca, machacar ninguna obra. Procuro no desvelar asuntos y sí poner un puntito de suspense a fin de incentivar en quien me lea el deseo de ir directo a la obra en sí.
      Seguiré leyendo el resto de tus obras. Todos me recomiendan "El color del perdón" y ya la tengo en mi poder para hincarle el diente en cualquier momento. Me gusta como escribes y seguiré haciéndolo no lo dudes. Me da que me voy a hacer adepto tuyo. Por último perdona si sin pretenderlo te has sentido ofendida por mis palabras. Las tuyas, las de tu comentario, naturalmente que no las eliminaré pues creo que este sano choque es positivo para todos.
      Un fuerte abrazo, paisana.

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  6. Hola,
    a mí me encantó la novela al igual que las otras dos que he leído de María y que te animo a que leas, te van a gustar mucho.
    Un beso

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    1. Como le digo directamente a la autora ya tengo en mi casa "El color del perdón". La leeré en cuanto deje de lado dos o tres libros si es que no los engaño y cuelo la novela de María Suré sin que los otros se enteren.
      Muchas gracias, Eyra, por haberme dado a conocer a través de tu reseña la literatura de María.
      Un beso

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  7. Creo que la propia María te ha contestado ya antes, a mí los dos peros no me lo parecen tanto, porque ya te ha comentado lo del titular del periódico. Y ante una violación no ahora, sino siempre lo que dan es ganas de denunciarlo, otra cosa es ante quien, y ese es el pensamiento, denunciar ante las autoridades, o ante los familiares, aunque automáticamente se piense que no van a hacer caso, es algo que ocurre ante estos hechos.
    A mí me gustó plenamente.
    Saludos

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  8. Te agradezco que nos acerques la obra de esta autora que parece de una lectura prometedora.
    Creo que en literatura no todo tiene porqué gustar, que para gustos colores y libros.
    Toda obra de ficción esté o no documentada feacientemente contiene fallos, pues nadie abarca toda la información que hay concerniente a la ambientación. personajes, entorno.
    Tampoco somos viajeros en el tiempo como para no desconocer detalles.
    tu reseña como siempre acertada y justa.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Javier:
      Dos detalles que han chirriado en mi cabeza no echan por tierra una novela bien construida y con una consistente base documental. Como le digo a la autora desconocía ese detalle de la noticia periodística sobre "cachetes" educativos aparecida en los años 50, me parecía difícil que esos comportamientos habituales por entonces fuesen objeto de preocupación. Me equivoqué y agradezco que María me haya sacado de mi error. Y ya. Y vuelvo a decir: qué bien que podamos hablar, debatir, contradecirnos, discrepar, abundar, etc. a partir de un escrito. Señal será de que no nos ha dejado indiferentes. Y María Suré no deja indiferente. Ya me dirás cuando la leas.
      Un fuerte abrazo, amigo

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  9. Hola, Juan Carlos.
    Me gusta tu manera de analizar los libros y sobre todo la parte crítica que no es muy común en las reseñas literarias que leo habitualmente. Quizás algunas personas optan por sencillamente no escribir de una novela que no les haya gustado o a la que tengan que poner algunas pegas. Pero para eso está la crítica literaria y cuya función es muy importante. En cualquier caso el libro parece tener aspectos muy interesantes tanto en sus lineas narrativas como en su contexto geográfico.
    Con respecto a dejar una "posdata" como la que nos cuentas al finalizar el libro me parece que no es de recibo. En el cine me da mucha rabia cuando al finalizar un filme el director tiene que insertar títulos de crédito para explicar lo que no ha sabido hacer mediante las imágenes.
    Un abrazo y enhorabuena por tan ejemplar reseña.

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    1. Hola, Miguel:
      Es cierto que hay quienes jamás hacen una entrada de una novela que no les haya agradado y mucho menos si su autor es actual y próximo. Lo comprendo perfectamente y yo apenas ya si señalo la menor pues he comprobado que tras un pequeño matiz no positivo se desata una oleada de malinterpretaciones que echan por tierra toda la obra, algo que no es mi pretensión. Pero al tiempo hay ocasiones en que me digo que si yo he visto lo que sea de ese modo ¿por qué voy a autocensurarme? Bastante corrección política tenemos hoy en lo cotidiano y público. Mi pretensión sólo es cuando obró así la de abrir un debate amigable sobre esa cuestión con la discrepo: sí, no, quizás, creo que, bueno, yo te diría... Creo que el Cine, la Literatura, el arte en general es una incitación al diálogo y que eso es bueno, positivo y enriquecedor.
      Sobre la "postdata" mi opinión es inamovible. Pienso lo que he señalado. Eso ya no forma parte de la novela y digo lo que me ha parecido, sólo eso.
      Muchas gracias, Miguel por tu comentario y tus palabras
      Un abrazo

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  10. Hola.
    No conocía el libro y por el momento no creo que lo lea, tengo demasiados pendientes, pero gracias por la reseña.
    Por cierto, acabo de encontrar tu blog y me quedo por aquí. Te invito a pasarte por el mio.
    Nos leemos.

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    1. Hola, Carolina:
      Sé bienvenida. Ahora voy a verte.
      Saludos

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  11. ¡Hola Juan Carlos! Veo en los comentarios de arriba que la autora no se ha tomado demasiado bien alguna de tus opiniones. Es los que tiene ser blogueros y hacer reseñas de libros. Nosotros solo damos nuestra opinión, que es muy respetable, al igual que la de cualquiera. Lo que quiero decir poniendo un ejemplo es que la autora está en su derecho de poner al final su propia reflexión explicando lo que quiera, pero a ti eso no tiene porqué gustarte y no pasa nada porque así lo expreses, también estás en tu derecho de contarlocomo gustes. No podemos estar pensando todo el rato en si les gustará a los autores nuestras opiniones sobre sus libros, para eso escribimos reseñas de libros, siempre desde el respeto y la educación, como es tu caso, por supuesto.
    No sé..., no me ha gustado el tono del comentario de la autora a tu opinión, podría haberte dicho las cosas de otra forma.
    El caso es que la novela me resulta atractiva, pero ya no se si me apetece leerla, porque probablemente le saque vamos "peros" como a ti te ha ocurrido
    Besos

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    1. Hola Marian:
      Agradezco infinito tu comentario y coincido completamente con todo lo que dices en él.
      Sobre si leer o no la novela, claro que hay que leerla porque no está nada mal. Dos cosillas que pueden no haberme agradado no echan por tierra en absoluto un trabajo serio como el de mi compatriota de patria chica. Pero sigo manteniendo también que todos tenemos derecho a opinar sobre lo que se publica; luego las opiniones gustan más o menos y ahí se acaba todo, ¿no crees?
      De nuevo, gracias. Un beso grande

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    2. Pues sí, Juan Carlos. Puedo entender que ella no esté de acuerdo con lo que dices, pero tampoco es para que se lo tome así, hay muchas maneras de decir las cosas y podría haberte expresado su opinión sobre tu opinión sin tanto reproche, solo explicándote las cosas y ya...
      Lo de mi indecisión sobre leerla o no leerla no es para nada por las dos o tres cosillas que no te han gustado, son pequeñas cosas que no tienen porqué echar a nadie para atrás a la hora de decidir su lectura. Es por el tono de su contestación, que no me ha gustado y es muy probable que yo también le sacara unos cuantos peros a su obra, o no, ¿quién sabe?
      Besos

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  12. Faltaría más. Siempre digo que los libros se escriben entre escritor y lector. Es más, en cuanto un libro se publica y es leído, deja de ser un poco del escritor y la historia que cuenta pasa a corresponder al lector. Un mismo libro tiene tantas versiones como lectores.
    Veo que en rasgos generales te ha gustado el libro aunque le hayas puesto algún pero. Entiendo que lo que has considerado anacrónico en esta novela ha sido porque no lo has considerado representativo de la época que describe. No le niego atractivo a esta obra pero ahora mismo tengo muchísimo pendiente que suscita más mi interés.
    Besos

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    1. Completamente de acuerdo contigo, Lorena. Así también lo pienso yo.
      La novela te agradaría, pero entiendo que tu lista de pendientes será larga y, sabiendo de tu muy buen gusto lector, de alta calidad.
      Un beso

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