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17 mar 2016

"Harriet" de Elizabeth Jenkins

Verdad es que el número de escritores que en el mundo han sido alcanza cifras espectaculares. Será por ello que en mi tremenda ignorancia desconocía por completo quién era Elizabeth Jenkins y, naturalmente, jamás había oído hablar de su novela "Harriett", aparecida en 1934 en medio de una gran acogida. 

Elizabeth Jenkins, "Harriet", Círculo de Bloomsbury

La autora
Según la noticia que nos proporciona Alba, la editorial que en 2011 recuperó este título para los lectores de hoy, "Elizabeth Jenkins nació en 1905 en Hitchin (Hertfordshire); su padre fundó la Cardicott School, cerca de Londres, aún hoy en funcionamiento. Estudió literatura en Cambridge y fue profesora en la King Alfred School de Hamsptead. Se relacionó con el Grupo de Bloomsbury, aunque parece que no se llevaba muy bien con Virginia Woolf".
Siempre quiso ser escritora y a ello se dedicó toda su vida, larguísima (murió en 2010), nunca se casó ni tuvo hijos. Publicó doce novelas y doce libros de no ficción, entre ellos la biografía de Jane Austen. Fue una austeniana confesa, que fundó la Jane Austen Society.

Según leemos al final de la novela propiamente dicha, en un epílogo firmado por la crítica literaria Rachel Cooke, Elizabeth Jenkins admiraba la maestría escritora de Virginia Woolf a quien conoció y frecuentó en Tavistock Square (Cambridge) durante meses tras finalizar su formación en Historia y Literatura. Virginia Woolf fascinó a Jenkins por su belleza, "su dignidad, su elegancia y su completa desinhibición", pero sin motivo aparente la autora de "Las olas" la desairó sin ningún miramiento finalizando su último encuentro con "un tono despectivo y burlesco". Este choque entre ambas, debido seguramente al carácter tímido y retraído de Elizabeth, tuvo como consecuencia su alejamiento del grupo de Bloomsbury. Pese a estas diferencias entre ambas, algunos años después de su relación, Jenkins leería en los diarios de Virginia Woolf alusiones positivas a su novela "Virginia Water" (1928) a la que la Woolf calificaba allí de "libro dulce como la miel". Era una valoración positiva, sí, pero también encerraba una crítica dura pues venía a significar la falta de garra que tenía su literatura. La misma Jenkins lo reconoce así cuando en respuesta a la valoración de la escritora de Bloomsbury ella comenta:
"Me temo que ésta ha sido siempre la tónica de mis novelas basadas en la ficción; he necesitado novelar un suceso de la vida real, transcribir una experiencia o una biografía, para subsanar esta deficiencia"
Por esto, como dice Adriana Lozano en su reseña crítica sobre "Harriet" [leerla completa aquí], 'no es de extrañar que, por un lado, Jenkins destruyera todas las copias que encontró de esta primera novela y, por otro, que entre su obra destacaran las biografías, como es el caso de Jane Austen (1938) y Elizabeth the Great (1958), ambas aún utilizadas por especialistas e historiadores; las novelas basadas en hechos reales, como Harriet (1934) y Dr. Gully’s Story (1972), en las que reconstruye crímenes victorianos, y en las  experiencias de la vida diaria, como The Tortoise and the Hare (1954), sobre un matrimonio, en apariencia perfecto, que va desintegrándose poco a poco.'

La novela "Harriet"
Poe, Kafka, Rachel Cooke, Elizabeth Jenkins, "Harriet"
He leído "Harriet" con agrado, aunque reconozco que le falta fuerza, garra, vigor. En un primer momento me recordaba mucho a las novelas sentimentales de Jane Austen, aquellas en las que la principal, -por no decir la única-, preocupación de las mujeres, era encontrar (cazar) marido y tener un buen pasar. La diferencia estriba en que aquí el proceso es el contrario: es un hombre atractivo, Lewis Oman, quien busca cazar a Harriet, poseedora por herencia de una buena cantidad de libras, las cuales, según las leyes de la época, en caso de contraer matrimonio, pasarán a ser administradas por el marido. Hasta aquí el asunto es bastante normal, pero hay un agravante y éste es que Harriet es algo deficiente mental: "tontita" según la terminología del momento en que se sitúa la acción, el año de 1875. Las preocupaciones de Harriet o las diferencias de clase entre su familia y la de Lewis o entre la de los Oman y la criada Clara Smith se asemejan muchísimo a las que se ven en las novelas de Austen.

Luego de la primera impresión arriba descrita, el relato evoluciona hacia la narración de terror próxima a la órbita de un Poe pero también de un Kafka pues asistimos a un gradual proceso de degradación de un ser humano, a una auténtica transformación. Por último entramos en una narración policíaco-judicial que me ha hecho recordar algo los procedimientos judiciales que muestra Víctor Hugo en su novela "Los miserables".

Mérito innegable de esta novela radica en  la presentación crítica de algunos temas como la denuncia de ciertas normas que consideraban a las mujeres como menores de edad que, por ello, debían de ser controladas siempre por sus maridos. También Jenkins critica la poca atención dada por las fuerzas públicas a aquellas denuncias promovidas por mujeres si, además, planteaban asuntos que se consideraban propios de la vida matrimonial. Aunque algo tangencial también es de interés en el relato la fuerza de los lobbies o grupos de presión, aquí representados en los médicos, capaces de modificar sentencias judiciales bien fundamentadas. Asi mismo no deja de ser interesante ver cómo la personalidad, más o menos dura del juez, anunciaba con bastante acierto los derroteros que seguiría la instrucción y resolución de un procedimiento judicial.

"El misterio de Penge", Louis Stauton, No-ficción, Truman Capote
Pero sin lugar a dudas la mayor virtud de esta novela de  Elizabeth Jenkins sería la de anticipar la aparición de la denominada novela de no-ficción en más de 30 años si mantenemos, como decía yo en otro lugar de este blog, que esta tendencia novelística la inauguró Truman Capote con "A sangre fría" [leer reseña completa sobre esa novela aquí]. En el epílogo que sigue al relato, Rachel Cooke ilustra al lector sobre la veracidad de los hechos novelados, veracidad presente en los nombres de los personajes y en las localizaciones donde en realidad sucedieron una serie de hechos en 1877 conocidos como "El misterio de Penge". Como confesaba la propia autora, la novelización de hechos de la vida real le hacía superar la deficiencia que en su día le señalara Virginia Woolf.

Dejando a un lado los asuntos y temas presentados, es ciertamente interesante observar la manera como los presenta, o sea, el estilo utilizado. Estamos ante un relato de corte tradicional cuya estructura es lineal; el narrador, omnisciente; y los personajes aparecen muy bien diseñados, con una clara evolución muy interesante de observar, siendo ellos uno de los principales atractivos de la novela. En cuanto a recursos lingüísticos quizás sea el de la elusión el más sugerente y delicado de los empleados. A través de él nos enteramos con enorme elegancia de no pocas acciones no declaradas expresamente como la relación sexual habida entre personajes, o el gravísimo deterioro físico experimentado por algunos de ellos. Este decir sin decir nada o sugiriendo levemente dota a la novela de una gran belleza. En la historia que se narra a menudo son los mismos personajes quienes toman conciencia de esta sutileza que existe en la vida, de cómo en ella hay actos o sucesos de escasísima duración que aunque pasen inadvertidos tienen una gran importancia:
"Lewis y Elizabeth tenían una creciente sensación de agravio por el hecho de que circunstancias tan nimias, escenas que apenas habían durado unos minutos pudieran utilizarse en su contra de una manera tan solemne"  (pág. 202)
Y este tratamiento sutil, apenas perceptible, de los sucedidos hace que apenas seamos conscientes del lógico final de Harriet víctima de la resbaladiza pendiente moral por la que los hermanos Oman (Patrick y Lewis) y las hermanas Hoppner (Elizabeth y Alice) se dejan caer haciendo de todo el suceso un 'lógico' desenlace. Este desenlace es anunciado con metáforas muy plásticas como cuando vemos a Alice planchando, descosido en retales, el hermoso vestido de seda azul de Harriet que ella tanto le había envidiado siempre.

Círculo de Bloomsbury, Virginia Woolf, Esward Morgan Foster, Katherine Mansfield
Final
En definitiva, "Harriet" de Elizabeth Jenkins, una novela de 336 páginas muy bien presentada por la editorial Alba en su colección 'Rara avis', sirve para poner ante nuestros curiosos ojos lectores un tipo de narrativa europea de la época de entreguerras del siglo XX que ha quedado oscurecida por los fulgores de narradores como Virginia Woolf,  Edward Morgan Forster o Katherine Mansfield por señalar sólo algunos nombres de quienes formaron el Círculo de Bloomsbury.
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NOTA: Esta novela ha sido la lectura que llevábamos para comentar en marzo los amigos de la tertulia literaria "Más que palabras" a la que desafortunadamente en esta ocasión no he podido asistir. Pido a mis amigos tertulianos, en primer lugar, perdón por la ausencia y, aunque no sea lo mismo porque el cara a cara fomenta el intercambio,  a través de esta reseña quiero hacerles llegar algunas de mis opiniones sobre esta obra.

10 comentarios:

  1. Reconozco que cuando la leí, para mí el principal interés de esta novela radicaba sobre todo en ver cómo novelaba el suceso real en el que está basada (un suceso de esos que llenaron titulares en la época victoriana). Disfruté bastante del libro (que no de la historia, obviamente), y de hecho tengo pendiente de leer otro de la autora, "La historia del doctor Gully", también basado en otro caso criminal de las últimas décadas del XIX. Me ha encantado leer tu reseña. ¡Besote!
    MH

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    1. Hola MH:
      Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente como tú yo creo que el principal mérito de este relato es el modo como novela un hecho ocurrido realmente.
      Besos

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  2. Yo no sabìa nada de la aficiòn de esta autora por Jane Austen, una escritora que a mì me gusta mucho. Y aunque haya oìdo sobre E. Jenkins, hasta ahora ninguna reseña me habìa emocionado lo suficiente como para desear leer Harriet.

    Viendo que ya he comprado Los cuentos de POe y LOs Miserables de Victor Hugo, me plantearè leerlos muy pronto para luego apeciar mejor esta novela. Me alegro que haya sido una lectura agradable.

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    1. Hola Arethusa:
      No es mala idea leer a Poe y a Víctor Hugo, pero no es condición necesaria para luego atacar a Elizabeth Jenkins; de hecho en "Harriet" no aparece el terror que logra transmitir Poe con sus narraciones, sino todo lo más el horror de la situación nos hace vislumbrar el terror que quien la sufre habrá vivido. Por ello es por lo que digo que la novela se aproxima a Poe, pero sólo eso, no está Poe en este relato, quizás aquí también la elusión pudo con la novelista.
      Te aseguró que la lectura de "Harriet" te agradará y más gustándote como dices que te gusta Jane Austen.
      Un beso

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  3. Si te sientes mejor, yo tampoco conocía a esta autora, su libro ni la historia real en la que está basado hasta que el año pasado lo descubrí por casualidad.
    No puedo decir que no fuera una lectura agradable (si se me permite usar ese término teniendo en cuenta lo que en ella se narra) pero a mí también me faltó esa fuerza, garra y vigor de la que hablas.
    Un abrazo

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    1. No es la primera vez, Lorena, que coincidimos en nuestras apreciaciones.
      Un fuerte abrazo

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  4. Me resulta intrigante, sobre todo su capacidad de anticipación a la "novela de no-ficción", aunque presente las limitaciones que comentas, que creo tienen que ver con el estilo y la propia personalidad de la autora. En cualquier caso es un título a tener en cuenta, cada vez resulta más chocante esa moral victoriana, según los estándares de hoy, pero hay que reconocer que marcó la vida de millones de personas.
    Saludos!

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    1. Desde luego, Gerardo, la novela no decepciona.
      Saludos

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  5. Leí hace tiempo otra reseña sobre esta novela en la que la ponían bastante bien. No conozco a su autora, pero tras tu reseña y la otra que leí me la apunto en mi lista interminable de pendientes. Espero poder darle una oportunidad pronto. Un saludo!

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    1. Hola Alejandra:
      Muchas gracias por pasarte por aquí. Lo de la lista de libros en espera para ser leídos es cierto que es interminable, pero te diré que cuando le llegue el turno a "Harriet" creo que te gustará bastante.
      Me he dado una vueltecita por tus dos blogs y me han parecido muy interesantes, en especial el titulado "Acabo de leer" que voy a incorporar a mi lista de blogs que sigo.
      Besos

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