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7 abr 2024

Ana Lena Rivera. Lo que callan los muertos

«La vida está hecha para que convivan los niños con los viejos y los jóvenes con los adultos, para contarse cosas unos a otros y hacer un esfuerzo por comprenderse. Los más jóvenes tienen que explicarnos a los viejos todo lo nuevo que hay en el mundo y los viejos tenemos que contarles a los jóvenes las verdades que nunca cambian.»

Ana Lena Rivera, domestic noir,suspense
Lo que callan los muertos es una novela del año 2019, la primera que publicó la escritora Ana Lena Rivera (Oviedo, 1972). Con ella la autora del best-seller  Las herederas de la Singer (pincha en el título para leer su reseña) ganó en 2017 el Premio  de Narrativa Torrente Ballester en lengua castellana. Es asimismo este título el primero de la trilogía que por ahora es la serie Gracia San Sebastián. El oficio del personaje no es muy habitual en la novela negra o de investigación; estamos ante una encargada de investigar fraudes fiscales de contribuyentes a la Seguridad Social, o sea, un ser que se mueve entre dos aguas laborales: la funcionarial y la privada propiamente dicha. 

Sinopsis (tomado de la página web de la propia autora)
Gracia San Sebastián, investigadora de fraudes financieros, vuelve a su ciudad natal, Oviedo, con su marido después de que una gran tragedia golpee sus vidas. Tras varios años trabajando en el distrito financiero de Nueva York para un gran banco de inversión, Gracia se monta por su cuenta como investigadora privada, experta fraudes financieros.
Su primer encargo está relacionado con el cobro de la pensión de un militar que sobrepasa los ciento doce años y del que no hay registros oficiales desde hace más de veinte. El caso pronto se complica con el inesperado suicidio de una maestra de escuela ya jubilada.

Tras haber leído con mucho gusto el arrollador éxito que supuso Las herederas de la Singer para Ana Lena tenía pendiente echar un vistazo a las novelas anteriores que  la novelista escribió. He comenzado, como ya digo, con la primera de la serie y a buen seguro proseguiré con las otras dos. El estilo ameno y entretenido que tanto me agradó en el best seller de 2022 compruebo que es en Ana marca de fábrica desde el principio de su dedicación a la literatura. La novela, bien escrita, se sitúa en Oviedo donde Gracia indaga cómo es posible que un hombre de 112 años siga cobrando la pensión de jubilación. ¿Existe este Matusalén? ¿ Quién está beneficiándose del fraude? ¿Por qué? Todas estas y otras cuestiones se debaten en esta agradable narración. 

Dos indagaciones en apariencia independientes, al menos al principio, son las que se desarrollan: la oficial del fraude a la Seguridad Social y la del suicidio de Sofía, más conocida en el vecindario como la 'Impugnada' por el uso reiterativo que hacía del verbo impugnar a cuantas decisiones se tomaban en su Comunidad de Vecinos. Pese a la aparente distancia entre los dos casos pronto comprobaremos que existen entre ambos muchos nexos de unión, motivo por el que Gracia San Sebastián comienza a sospechar que la muerte de Sofía no ha sido voluntaria. Este asunto es uno de los suspenses del libro. Quien relata es la propia protagonista Gracia San Sebastián.

Por si la actividad profesional fuera poco, a lo largo de la novela vamos enterándonos de aspectos muy interesantes relativos a la vida personal y profesional de la investigadora: Acaba de regresar a España desde los EEUU donde trabajaba, con muy buenos resultados, en un banco de inversión; está casada con Jorge que viaja mucho y al que quiere de verdad, aunque el mazazo que para ambos supuso la muerte de Martín, su hijo de tres años, los mantiene aún en estado de shock sentimental no superado; instalados en Oviedo ella se encuentra a gusto con su nueva dedicación profesional y muy bien arropada familiarmente con su independiente hermana Bárbara, médico de profesión, y su pesadita, pero muy entrañable madre, Adela. A todos estos seres que le hacen la vida agradable habría que añadir a Norah, su amiga farmacéutica; y a Geni, antigua compañera de colegio reencontrada pasados muchos años, que está casada con Rafa, comisario jefe de la policía de Oviedo, y que es amicísima del cotilleo.

El capítulo de personajes se completa por el lado de la investigación del fraude y del suicidio con otra serie de personajes muy bien dibujados: Lucas Ramilo, el dueño de la taberna La Tapilla Sixtina; Pepe Ramilo, padre de Lucas; Carmina, hermana de la Impugnada; Ernesto, sobrino de ambas; Antonio, hermano de Sofía y Carmina, que ha regresado a Oviedo al conocer la muerte de su hermana; Berta Llorente, una vidente con mucha influencia en Carmina; etc.

Son todos personajes muy creíbles, muy cotidianos, muy humanos, que la novelista presenta con el trazo ágil que caracteriza su escritura. La misma agilidad y naturalidad que muestra en la descripción de los ambientes y de los lugares ovetenses por donde se mueven todos ellos. La ciudad de Oviedo aparece como una localidad provinciana, donde todos se conocen, donde pasan pocas cosas, pero las pocas que suceden dejan mucha huella en ella. Así, sin ir más lejos en el detalle, se citan la estatua que la ciudad dedica a Woody Allen o "El culo", la escultura de Eduardo Urculo que aparece frente al teatro Campoamor donde cada otoño se hace entrega de los premios Princesa de Asturias. 

Estamos ante una novela que debe mucho [lo reconoce la mismísima Ana Lena Rivera en algunas de sus entrevistas] al inmenso aprecio que la escritora siente desde siempre por la literatura de Agatha Christie. El mismo ambiente costumbrista, de domestic noir, que caracteriza la narrativa de la escritora inglesa es el que se presenta en Lo que callan los muertos. Y digo de domestic noir no sólo por la naturalidad y el costumbrismo manifiestos, sino por la personalidad de la investigadora, Gracia San Sebastián, una mujer que no es policía ni detective, sino simplemente una persona curiosa por saber y conocer si en verdad lo de la Impugnada se trata de un suicidio o de un asesinato. El personaje de Jessica Fletcher, inspirado en la Miss Marple de Agatha Christie, palpita en la personalidad de Gracia. El guiño a la autora británica es patente en la sospecha de crimen que la protagonista cree ver donde hay suicidio; al ser preguntada por el comisario sobre que a qué se refiere con esta sospecha, ella le contesta («A personas envenenadas en sus casas o algo así, al más puro estilo Agatha Christie»). Una segunda evidencia se da cuando Gracia San Sebastián en un momento dado le dice a Rafa, el comisario ovetense
«Supongo que no te refieres a la típica escena final propia de Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen, donde el culpable confiesa mientras la policía lo graba todo desde el cuarto de al lado e interviene en el último momento.»
Woody Allen y España
Esta alusión a la serie televisiva "Se ha escrito un crimen", que durante doce temporadas (1984-1996) y 264 episodios hizo las delicias de los televidentes, es muestra clara de la adscripción de esta novela al domestic noir. Por si alguien no lo recuerda en Se ha escrito un crimen Jessica Fletcher (protagonizada por la actriz Angela Lansbury), profesora de inglés, empieza a escribir novelas de misterio y, además, a resolver numerosos casos de asesinato, gran parte de ellos ocurridos en Cabot Cove, lugar de residencia de la protagonista. La semejanza con Gloria San Sebastián es más que evidente.

Pienso que la autora tenía desde el inicio la idea de realizar una serie novelística noir. Y lo creo porque al finalizar la lectura de Lo que callan los muertos quedan cabos sueltos respecto a las relaciones entre algunos de los personajes y/o la vida privada de la protagonista. Esto invita y me incita a leer las otras dos novelas de la serie para saber cómo evoluciona la relación de Gloria con su marido Jorge; cuál será el futuro de su hermana Bárbara, de su madre Adela y de su amiga Sarah; etc., etc. 

Conclusión
Lo que callan los muertos se lee con mucho gusto y facilidad. Es el tipo de literatura que sirve para desconectar, para entretener. Es una literatura realista de corte costumbrista. Los personajes viven situaciones cotidianas y en su vida particular deben de enfrentarse a ellas y resolverlas como hace cualquier hijo de vecino; no estamos ante héroes buenísimos ni villanos malísimos, sino ante personas normales que en su día a día han de lidiar y disfrutar en sus casas con hijos y pareja. 

Se me olvidaba decir que en esa cotidianidad en la que se desenvuelven los personajes surge de manera espontánea, tal y como ocurre habitualmente en la vida, el humor. Un humor a la inglesa, o sea, nada soez, un humor fino y blanco. Así por ejemplo la relación vía wasap entre madre e hija, entre Adela y Gloria, dibuja en nuestros labios más de una sonrisa al reconocer y reconocernos en esa situación; otro tanto cabría decir del funcionamiento de la oficina de la vidente Berta Llorente con esa asistente que reclama el pago de la sesión realizada o por realizar.

No se me ocurre mejor manera de cerrar esta reseña que utilizar las mismas palabras que escribí al final de mi escrito sobre Las herederas de la Singer:
«una autora que recomiendo vivamente a cualquiera, que entretiene y enseña tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta. Desde luego no será la única novela que lea de esta escritora asturiana afincada en Madrid.»

8 comentarios:

  1. ¡Hola, Juan Carlos!
    Leí "Lo que callan los muertos" hace cuatro años y realmente la disfruté mucho, concuerdo contigo, una novela con un aire fresco y una trama diferente, divertida y ligera. Me encantó además recorrer Oviedo, la ciudad se suma a los tantos personajes que concurren en esta historia.
    Me gustó la prosa de Ana Lena Rivera y tengo pendiente leer los siguientes dos libros de esta trilogía.
    Gracias por compartir tu opinión con nosotros.
    Un abrazo y feliz semana ;)

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    1. También yo estoy a falta de leer los dos que siguen a este primero de la trilogía Gracia San Sebastián. No te digo que no los leeré, pero sí que los dejaré para momentos en que necesite lecturas que me exijan no demasiado esfuerzo.
      Pasear por Oviedo en compañía de Gracia y su gente me ha encantado.
      Un beso

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  2. El "humor a la inglesa" que tú detectas en esta obra se convierte en un imán para mí. A mí tampoco me atrae lo soez, así que... punto a favor. Por lo demás, tu análisis es tan impecable como atrayente. Hay personas que, dentro del 'noir', están fraguando libros realmente notables. Abrazotes.

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    1. "Domestic noir", Rubén. Vamos que si las novelas tipo Agatha Christie te van, esta serie de Ana Lena Rivera te gustarán. Parece que en los dos últimos libros la novelista ha abandonado el género y ha optado por algo igual de doméstico, pero menos negro (ja, ja...)
      Un abrazo

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  3. He leído los dos primeros libros de la serie de Gracia San Sebastián con mucho agrado. Aún me queda el tercero, así como las herederas de la Singer y La niña del sombrero azul. Todas ellas están en mi lista por supuesto.
    Un beso.

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    1. Como le digo a Rubén las dos últimas (estoy a falta de "La niña del sombrero azul") abandonan el 'noir' y enfilan más directamente por la línea del feminismo sin dejar de lado, al menos "Las herederas de la Singer" el toque costumbrista de color local.
      Besos

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  4. Lo leí en su momento y me enganché a la saga. Me gusta mucho el estilo de la autora, muy fresco, muy ágil, y con ese toquecito de humor que hace que leas con mucho agrado. Tengo pendiente su última novela.
    Besotes!!!

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    1. Pues me encantará leer tu opinión sobre la última cuando la leas, Margari. Quiero leerla, pero hay muchas delante de ella.
      Un beso

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