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30 dic 2022

Sara Mesa: "La familia". Claudia Piñeiro: "Las grietas de Jara" (A pares XXXI)

Como me suele ocurrir cuando se acerca el final del año, apremiado por las fechas comienzo a buscar títulos que me sirvan para completar aquellos retos que en el lejano enero me propuse realizar. En la búsqueda de autores y títulos con letras iniciales poco frecuentes (la 'Ñ' es caso poco menos que imposible) con frecuencia topo con otros muy queridos por mí. Así me ha sucedido con Sara Mesa, autora que siempre me satisface y de cuya novela titulada "La familia" casi todos los resúmenes anuales aparecidos en los suplementos culturales de los principales periódicos no hacen más que decir parabienes. No podía, pues, por menos que leerla. Pero ¿y la 'Ñ' de marras? Afortunadamente recordé que Marisa G. del blog Lecturápolis nos permitía, en el caso de esta grafía tan española, que simplemente la misma estuviese contenida en la palabra. Siendo así, me dije, Claudia Piñeiro puede ser una buena opción; y me puse a cazar una obra suya que no tuviese excesivo número de páginas. Y la encontré.



"La familia" de Sara Mesa

«–Yo no doy rodeos –respondió muy ofendida–. Voy aclarando los datos, explicándolos según van saliendo. Si los pusiera uno detrás de otro, sin más, no se entendería nada. Eso que tú llamas rodeos yo lo llamo la salsa de la historia.»

La familia (editorial Anagrama)

De nuevo viene a mi memoria, tras la lectura de "La familia" de Sara Mesa la frase de Lev Tolstoi en Ana Karenina: «Todas las familias felices se parecen; pero las infelices, cada una lo es a su manera». ¡Qué gran verdad! En esta última novela de la escritora madrileña se nos muestra una peculiar familia, infeliz por supuesto, si bien emboscada en una impostada cara de ejemplaridad familiar y buen hacer respecto a todo:

«En esta familia no hay secretos».

Todos los miembros de este peculiar grupo familiar arrastran una tara, un problema que los lastra y les impide ser normales y auténticos. Liberarse de este peso les costará Dios y ayuda. Forman esta sociedad Padre y Madre -Damián y Laura- y cuatro niños, también llamados por los progenitores el Proyecto. Uno de ellos, Martina, es adoptada. El resto, Rosa, Damián hijo y el pequeño Aquilino, representan distintas versiones del Hijo. Todos ellos han crecido bajo la represión marcada por la disciplina; todos ellos son infelices. La misma escritora preguntada acerca de su novela afirma que «es una novela sobre la infelicidad».

Efectivamente, según avanza la narración, escanciada en 14 relatos, descubrimos que los seis integrantes de esta agrupación viven en la aflicción, en el desamparo, en la infelicidad. Los creadores de este desafortunado Proyecto -Padre y Madre- se diría que viven plácidos en su idea de familia; pero habrá que avanzar en la lectura para definitivamente descubrir si esto es así o estamos ante una mera fachada de cara a ellos mismos y a los demás. En lo que respecta a los hijos, cada uno intentará salir a flote, escapar del pozo en el que una idea rancia y estúpida de familia los ha tenido presos. Como suele suceder es en el hijo mayor -en la novela, Damián- sobre quien recae el peso más duro del llamado Proyecto. Es él quien peor lo lleva, quien más tarde lo superará si es que llega a superarlo. Esta es una de las cualidades que más aprecio de la novelística de Sara Mesa, que nunca deja nada plenamente resuelto, que siempre nos fuerza a la reflexión. Y es que tratándose como se trata en la novela de introspección psicológica, las seguridades nunca abundan. El resto de los hijos, en especial el menor, Aquilino, se buscan a sí mismos y se encuentran o al menos lograrán vivir sus vidas y los problemas que a cualquiera ésta acarrea con independencia suficiente.

La historia la presenta Mesa, como ya he señalado, distribuida en catorce fragmentos desordenados cronológicamente. El foco está puesto continuamente en el constructor de este infausto Proyecto, en Damián padre. Es un hombre que todo lo controla, que tiene todo bien claro, que se refugia en su despacho desde el que aconseja a sus clientes sobre problemáticas jurídicas diversas, que distingue claramente lo que en esta vida corresponde hacer a una mujer (su mujer Laura, sus hijas Rosa y Martina) versus lo que debe guiar la actuación vital de un hombre (él mismo o sus hijos Damián y Aquilino). Los capítulos (con consistencia de auténticos relatos independientes) son como las piezas de un puzle que hay que componer para apreciar a las claras a esta familia [la cita que abre mi comentario sobre "La familia" explica por qué la autora procede de esta manera]. Hasta la última pieza -el relato titulado "La rendijita"- no queda expuesto bien a las claras la tragedia de infelicidad en que crecen o han crecido todos los miembros de este grupo. Un grupo que por las frases puestas en boca de Damián padre se diría que es una familia del Opus Dei
«Piensa que si no tuviéramos hijos incluso estando casados y con todos los papeles en regla, no seríamos una familia, sólo seríamos una pareja, dos personas sin vínculos de sangre, estériles e inútiles. Para fundar una familia hace falta que nazca un hijo. Y cuantos más hijos haya, más vínculos de sangre, más familia»
Jóvenes novelistas españoles, La familia

La familia como proyecto de una pareja que, por eso mismo, son -se creen que lo son, más bien- dueños de las vidas  que han creado -los hijos- es puesto en cuestión por Sara Mesa. Una familia en la que sólo existen obligaciones, prohibiciones, negativas, cadenas... por más que las mismas estén envueltas en suaves y amables palabras no es más que un fracaso, o en todo caso un proyecto equivocado. Cuando descubramos la verdad que se esconde en el Padre sabremos que Damián también en el fondo es víctima, pero eso no debe movernos a compasión hacia él. No, no la merece. Me alineo con los hijos, en especial con Martina en el repudio rotundo que con los años hace de esta familia que más que acogerla cuando fallecieron sus padres biológicos se la arrebataron a otros posibles candidatos (el tío Óscar y su mujer Luisa) que de seguro habrían depositado en ella más amor:
«El tío Óscar sentía, más que pena por ella [por Martina], pena por sí mismo y, sobre todo, pena por su mujer Luisa, que habría acogido a su sobrina con los brazos abiertos si las cosas se hubiesen organizado de otro modo.»

 

Otros libros de Sara Mesa reseñados en "El blog de Juan Carlos"

Un amor 

Cara de pan




 "Las grietas de Jara" de Claudia Piñeiro

«–¿Cuántos años tenés, Pablo?–dice, y a él lo sorprende la pregunta.
-Cuarenta y cinco.
–Tres menos que yo–dice Marta, se queda pensando un rato y luego sigue–: ¿Te parece que todavía estamos a tiempo de dar una vuelta de timón y navegar hacia otro lado?»

novelistas argentinos actuales, Cine y Literatura, Buenos Aires
Una novela corta que encierra dentro de ella una serie de emociones y pulsiones que afloran y van desarrollándose de manera bastante natural. Muchos asuntos: el chantaje, la mentira, la hipocresía, el deseo reprimido, el sexo, el choque generacional, la mujer ayer y hoy, la necesidad de probar antes de que el tiempo nos lleve... Y por encima de todos ellos, conteniéndolos, Buenos Aires. En especial la arquitectura del gran Buenos Aires que festonea las grandes avenidas de la ciudad que cobran protagonismo especial en esta novela de Claudia Piñeiro. Y es que Argentina se contiene en Buenos Aires y Buenos Aires destila argentinidad por sus cuatro costados: la Chacarita, Madero, San Telmo, Avenida de Mayo, Torrego y Corrientes, Recoleta, etc.
 
Un hombre, Pablo Simó, que a los 45 años piensa que quizás ha llegado el momento de reinventarse, que si espera más tiempo ya no habrá lugar para ello. Un arquitecto con un deseo arquitectónico que dibuja desde la primera página, pero ¿logrará llevarlo a cabo? 

Quizás su proyecto de torre de once alturas no sea más que un símbolo de lo que él quisiera realizar en su vida personal. ¿Sí, no? Para saberlo, para ver si finalmente su torre se hará realidad hay que llegar a las últimas páginas de esta novelita, Las grietas de Jara, que se lee divinamente.

Sinopsis
¿Qué precio hay que pagar para dar una vuelta de timón y decidirse a vivir los propios sueños? Aunque Pablo Simó quiere construir la torre de sus sueños, se limita a dibujarla: hace veinte años que trabaja en un estudio de arquitectura que no puede o no quiere dejar. Veinte años son también los que lleva casado con Laura, a quien sólo lo unen la costumbre y una hija típicamente adolescente. Cuando una joven llegue inesperadamente al estudio buscando a Nelson Jara, comenzará a revelarse la trama del secreto en la que Simó está implicado junto a su jefe y una compañera de trabajo. La aparición de la muchacha y las derivaciones de ese hecho del pasado abrirán una grieta en la precaria estabilidad del arquitecto, que verá derrumbarse una a una las certezas que lo sostuvieron hasta el momento.

Es una novela en la que, con ritmo pausado al inicio y acelerado según avanza la trama, asistimos a la evolución del personaje Pablo Simó enfrascado en una vida gris que, por mero azar -la llegada al estudio de una joven llamada Leonor que pregunta por Nelson Jara-, verá realizados varios de sus sueños. Pablo lleva casado con Laura cerca de quince años; ambos son padres de Francisca, una joven adolescente que a Laura le da más que un dolor de cabeza. Como cualquier adolescente Francisca está probando, ensayando, picotea aquí y allá para encontrar lo que le gustaría ser y lo que en verdad es. Los adultos, en especial Laura, no la entienden. Pablo, sí. Y es que Pablo en el fondo no ha dejado aún de ser un adolescente vital: sueña con hacer el amor con Marta Horvat, la compañera del estudio arquitectónico Borla; y lo mismo le suede con la joven veinteañera Leonor cuando se presenta preguntando por Jara.

La novela tiene mucho suspense; es un suspense de naturaleza psicológica. Leonor pregunta por Jara y los tres miembros del estudio se ponen muy nerviosos pues -esto se dice desde la primera página, así que no descubro nada- a Jara lo enterraron en cemento en los pilares del edificio que hacía tres años el estudio estaba construyendo. Jara había ido a quejarse por unas grietas que, decía, habían aparecido en su apartamento por culpa del movimiento de tierras que la constructora dependiente de Borla y asociados estaba realizando frente a su edificio. 

Como tres años atrás Mario Borla encarga a Pablo Simó resolver el asunto. Y ahí comienza la metamorfosis de Simó, una transformación que dará un vuelco a su existencia. Pablo Simó se reinventará gracias a la fuerza que le proporciona conocer a Leonor, el vigor juvenil de su hija Francisca y la pereza que reconoce que existe en su matrimonio con Laura y en su trabajo en el estudio de Mario Borla donde de siempre se le ha ninguneado. Y todo esto esto sucede en Buenos Aires donde los personajes hablan con viveza y los argentinismo colonizan el relato: putear (injuriar o decir palabras mal sonantes), calefón (aparato a través de cuyo serpentín circula el agua a fin de poder ser calentada), remera (camiseta), gil (incauto, simple), placar (armario empotrado, ropero), birome (bolígrafo) y muchas otras más.

Me ha gustado y sorprendido especialmente la manera como la novelista maneja el presente narrado y las salidas de éste hacia el pretérito evocado, mezclándolos con una grandísima naturalidad. Se produce esta transitividad especialmente en las evocaciones recurrentes que el protagonista Pablo Simó efectúa de su antiguo compañero de estudios Tano Barletta, todo lo opuesto a él en el pasado. Tano, en la imaginación de Pablo, es como su conciencia, es el Pepito Grillo que -imagina- le dice y aconseja sobre sus acciones. Es Barletta un personaje que Pablo tiene idealizado en su memoria y que como tantas veces sucede poco tiene que ver con la realidad.

Autores argentinos, Claudia Piñeiro
Nada había leído de la escritora argentina nacida en 1960. Muchas veces he tenido el propósito de ponerme con ella y su libro "Catedrales" pero por H o por B hasta el día de hoy no lo había hecho. Gracias al Reto 'Autores de la A a la Z', un reto que algunos dirán que es una tontuna la he leído y me ha satisfecho mucho. Quizás ahora vuelva ´con más ganas a buscar "Catedrales", novela de 2020 que fue galardonada con el Premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón de 2021. 

La novela Las grietas de Jara también fue merecedora de premios. En 2010 ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, un galardón establecido en 1993 que reconoce la excelencia del trabajo literario de mujeres en idioma español de América Latina y el Caribe. En 2017 la novela fue llevada al cine por el argentino Nicolás Gil Lavedra. Es evidente que me la apunto pues acabo de ver que se encuentra disponible en Netflix. 


29 dic 2022

Tres hermanas. Obra de Anton Chéjov

Las tres hermanas, Tres hermanas, Tío Vania, La Gaviota, El jardín de los cerezos
Calificar el teatro de Anton Chéjov es siempre un gran atrevimiento. ¿Se le puede dar algo menos que la nota máxima? Pienso que no; pero puestos a ello, examinando en mi cabeza las obras del gran autor ruso, me refiero a sus cuatro grandes títulos: Tio Vania, El jardín de los cerezos, La gaviota, y ésta, es evidente -hablo por mí, naturalmente- que "Tres hermanas" o "Las tres hermanas", que de las dos maneras, con artículo y sin él, aparece la obra, es la que menos popularidad ha alcanzado.

¿Quiere esto decir que es una obra deficiente o mala? Para nada. Ponerse a enjuiciar a un gran maestro del drama -quasi reinventor del mismo, como es Chéjov- no es pequeño atrevimiento. Tres hermanas es una magnífica pieza de corte realista naturalista que muestra un fresco de la burguesía rusa de finales del siglo XIX representada en las tres hermanas Prozorov: Masha, Olga e Irina. Las tres están bajo la férula de varones. Olga e Irina están solteras y aspiran a encontrar marido entre alguno de los jóvenes militares del destacamento que ha llegado a la aldea y que acuden a visitarlas a la casa familiar. Sólo Masha parece haber cumplido su destino como mujer al estar casada, pero su marido no es más que un pobre y mediocre maestro que no le sirve para dar ningún salto social y que tampoco la satisface íntimamente.

El lugar en la sociedad que ocupan las mujeres y la posibilidad de realizarse como personas es lo que en el fondo plantea Anton Chéjov. El pesimismo y la desilusión se abate sobre estas tres mujeres cuando ven marchar de la pequeña localidad al destacamento militar sin que ninguna de ellas haya podido hacer realidad su deseo. Así Olga se habrá de conformar con ser directora de la pequeña escuela del lugar, la pequeña Irina tendrá que aceptar el matrimonio con un barón al que ella no ama, y Masha, la mayor, quitarse los pájaros que tiene en la cabeza de romances y aventuras con guapos militares y conformarse con su vida junto al maestro mediocre con quien en matrimonio concertado se casó cuando sólo contaba 18 años.

Juan Pastor, Anton Chéjov, María Pastor
Pero ¿por qué les sucede esto a estas tres hermanas? Pues sencillamente porque mientras vivió el padre ellas tuvieron vida y tono social, pero al morir éste todo pasó por ley a manos del hermano Andréi. Andréi es jugador, está casado con Natasha y tienen hijos. Su necesidad de dinero, por su ludopatía, y la enemistad existente entre su mujer y las hermanas hará que éstas se vean obligadas a abandonar la casa paterna que ahora por ley ya no les pertenece.

Decadencia, pues, de una clase burguesa, empobrecimiento de esta burguesía venida a menos, cambio de época, necesidad de la mujer de buscarse medios propios y honestos de supervivencia fuera del matrimonio... Todo esto y más se plantea en Tres hermanas drama que Anton Chéjov publicó en 1901 y que desde entonces se ha representado en muchas ocasiones. Hoy, de las cuatro obras cimeras del dramaturgo ruso, Las tres hermanas es, quizás, la más actual, al plantear al desnudo la necesidad de la mujer de ganar por sí misma su independencia como persona.

En enero de 2016 la compañía Guindalera la representó en los Teatros del Canal. En el video siguiente María Pastor dialoga con el crítico teatral Emilio Martínez sobre esta puesta en escena. El reparto de Tres hermanas en este montaje teatral estaba formado por Victoria Dal Vera (Olga), María Pastor (Masha), Ariana Martínez (Irina), Raúl Fernández (Andrei), Susana Hernáiz (Natasha), Juan Pastor (Chebutikin) , José Bustos (Tusenbach), José Troncoso (Soliony), José Maya (Kuliguin), Carles Moreu (Vershinin) y Aurora Herrero (Anfisa).


Nota:
Tres hermanas de Anton Chéjov me sirve para añadir un título más al Reto Nos gustan los clásicos que así queda definitivamente completado; también es el escritor que coloco en la grafía 'CH' en el Reto Autores de la A a la Z, reto que con este título y el de Claudia Piñeiro que añadiré pasado mañana queda asimismo felizmente completado.

25 dic 2022

Mis mejores lecturas, películas y espectáculos de 2022

Como llevo haciendo en el blog desde 2015, quiero también este año realizar, de entre la Literatura leída, el Cine visionado y  el Teatro asistido, mi particular ránking. Doy un color a cada una de las tres categorías que señalo en el título: Lecturas, Películas y Espectáculos. Vamos allá.

Lecturas
De entre los cerca de sesenta títulos leídos durante 2022 seleccionar cinco de autores extranjeros y otros cinco de libros escritos en español no es tarea sencilla. Nada más realizar la elección y confeccionar el collage de portadas para colgar caigo en la cuenta de que debería también haber colocado otros títulos de igual e incluso mayor calidad como "El pozo de las luciérnagas" de Luisa Ferro"El ruido de las cosas al caer" de Juan Gabriel Vásquez o "Casi nunca " de Daniel Sada en el apartado de escritos en español; y entre los de literatura extranjera "Quién sabe si mañana seguiremos aquí" de Kim Young-Ha, "Paraíso" de Abdulrazak Gurnah"La anomalíade Hervé Le Tellier. Y es que he de decir que la mayor parte de lo que ha pasado por mis manos me ha gustado. ¿Coincido en algún título con vosotros?

Autores españoles



✔  "Últimos días en Berlín" de Paloma Sánches-Garnica  


✔  "La familia" de Sara Mesa


✔  "Arde este libro" de Fernando Marías


✔  
"Todos estábamos vivos" de Enrique Llamas


✔  "Hoy no quiero matar a nadie" de Boris Quercia


Autores extranjeros
Mejores novelas extranjeras 2022



✔  "La nieta del Sr. Linh" de Philippe Claudel 


✔  "El año del pensamiento mágico" de Joan Didion


✔  "Guerra y Paz" de Lev Tólstoi

✔  "Piedra, papel, tijera" de Máxim Osipov


 ✔  "Lo que el día debe a la noche" de Yasmina Khadra


Películas
"Madres paralelas" de Pedro Almodóvar, "Ámame" de Leonardo Brzeziki, "En un muelle de Normandíade Emmanuel Carrère, y por último "La casa Gucci" de Ridley Scott.



Os diré que aunque mi selección es de sólo cuatro títulos, este 2022 que acaba ha sido un año en el que he visto mucho cine, la mayoría de títulos en streaming a través de plataformas. Aunque las cuatro que he seleccionado las vi en casa, no me cansaré de decir que el lugar donde el cine se convierte en auténtico Cine es la sala oscura dotada de una pantalla y un sonido increíbles.

Teatro y Espectáculos 
Este año las restricciones COVID pasaron a mejor vida. Ha habido que ir con prevención a espectáculos celebrados en recintos cerrados, pero ha sido una auténtica gozada poder disfrutar del teatro o de la música en vivo y en directo. No sé ya si será cosa de la edad, o vete tú a saber, pero el caso es que he acudido a menos espectáculos que el año anterior. Con todo y con eso, de lo poco visto quisiera destacar tres espectáculos que me han parecido sublimes. 


"Villa y Marte" de Ron La la, "Nabucco" de Giuseppe Verdi, y "Principiantes" de Andrés Lima y Juan Cavestany sobre textos de Raymond Carver. 

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Nota: Pinchando en los títulos resaltados en color se puede enlazar con la reseña hecha en el blog.


🎶🎼¡¡Os deseo unas muy Felices Fiestas!!🎼🎶





21 dic 2022

Enrique Llamas. Segunda novela: "Todos estábamos vivos"

«Aquella historia laberíntica, que era la de Diana pero que era la de todos, que era la nuestra, porque nosotros también estuvimos ahí en algún punto. Fuimos algún eslabón de la cadena, probablemente el último, que es quien más sufre, el más sucio, el que más se oxida y el que primero cae. Somos nosotros y son nuestros años, los meses que dieron comienzo a una década de la que no todos saldríamos.»

Todos estábamos vivos, Drogas, Música de los 80
Enrique llamas
(Zamora, 1989) es un periodista que a los 17 años se trasladó a Madrid para estudiar Ciencias de la Información. Desde ese momento reside en la capital de España donde actualmente colabora en diversos medios realizando entrevistas y escribiendo sobre literatura y teatro. La novela "Todos estábamos vivos" aparecida en 2020 es su segunda incursión en la literatura narrativa: la anterior fue "Los Caín" con la que debutó el año 2018. Fue precisamente a raíz de la lectura que hice de la reseña de esta novela publicada por Rosa Berros en su blog que conocí al escritor y me animé a leer algo suyo.

La novela ficcionaliza la entrada de España en la década de los 80, la "década prodigiosa". Concretamente la narración abre con la muerte en accidente el día primero de enero de 1980 de Canito (José Enrique Cano Leal), quien junto a los hermanos Urquijo formó a finales de los 70 el grupo de música TOS. El concierto de homenaje que se hizo en la Escuela de Caminos de Madrid en febrero de ese mismo año es considerado como el punto de partida de la Movida madrileña. 

Y de esto va la novela, de la movida madrileña y de cómo su vorágine se llevó por delante a muchos jóvenes («Alternábamos los funerales de nuestros abuelos con los de nuestros amigos. Cuando nuestro país parecía empezar a arder en el fuego de una pasión nueva, recién estrenada, nosotros nos congelábamos»). La libertad había venido para quedarse y los jóvenes del momento desconocían -lo irían sabiendo a base de golpes y de caídas- el poder adictivo de los estupefacientes. La cultura punk caló en la juventud de todas las clases sociales. La novela centra el foco en dos chicas de clase alta, cuyas madres pertenecieron en su juventud al mundo de la farándula, mucho más abierto a los nuevos aires que soplaban con fuerza. Estas dos chicas (Adela Argol y Diana Belflor) reproducen en su comportamiento el de sus respectivas madres cuando por los años 50, ambas (Adela del Oro y Diana Pavón) competían y se zancadilleaban mutuamente por hacerse con la primacía del estrellato teatral. 

La libertad no sólo trajo inconvenientes como el de la adicción a las drogas duras y el reguero de muertes que se cobró. También trajo una vivencia del sexo más abierta, más libre, menos encorsetada en los parámetros tradicionales del matrimonio burgués heterosexual. Junto a las dos chicas de clase alta ya citadas hay en la novela una pareja de homosexuales que viven su amor con sinceridad y en clave abierta, o sea, sin una fidelidad a prueba de bombas. Es la pareja formada por Ric y Aldo Sampedro. Estos dos chicos son de clase popular y se ganan la vida sobre todo de chaperos o «destaponando tuberías», en el caso de Aldo, a señoras o señores de clase acomodada que así podían satisfacer sus deseos ciertamente muy reprimidos. 

A finales de los 70 e inicios de los 80 se generalizó en España la práctica del sexo entre las parejas jóvenes. El movimiento hippie estadounidense y la popularización de los anticonceptivos contribuyeron decisivamente a ello. Pero en España, muchas de estas parejas jóvenes desconocían los métodos contraceptivos y el amor libre que llevaban a cabo, muchas veces entre vapores alcohólicos u obnubilaciones psicotrópicas, provocaba con frecuencia embarazos no deseados. El aborto, prohibido en España por esas fechas, así como el consumo cada vez más habitual de la píldora anticonceptiva, también son asuntos que se abordan en esta novela. El distinto enfoque dado al sexo por las dos generaciones que aparecen en la novela -la de Adela y Diana, madres, versus la de Adela y Diana, hijas- tienen en el relato un elemento conector: el personaje de la madrina de Adela, la hermana de su padre. Dentro de su generación la madrina es ciertamente una adelantada a su tiempo; es ella la que más se acerca a Adela Algor, la joven burguesa perdida en sus afectos que necesita alguien de quien asirse, Sólo su madrina sabe acercarse a ella e interesarse por sus problemas.
«La madrina reía. Desde siempre, para Adela, era difícil pensar que aquella mujer fuese hermana de su padre. Quince años menor, y tan moderna siempre, con pantalones anchos y camisas blancas.»
De la galería de personajes, además de los nombrados, hay que citar a Teo, el noviete de Adela. Teo es el típico joven de esos años que juega con las drogas, el sexo y la música a pesar de no tener dotes para esto último. Afortunadamente para él saldrá indemne de todos los juegos en los que participa; consciente o inconscientemente deja a su paso un reguero de seres caídos, es un seductor que no sabe el daño que causa a su alrededor.

Los seres de ficción se mueven por un Madrid  real, el Madrid que va de la Nochevieja de 1979 al 9 de febrero de 1980, fecha del concierto homenaje a Canito. Es una ciudad que revienta de música por todos sus poros. Si algo hubo en la Movida fue música. Los grupos musicales surgían como setas, muchos  jóvenes se reunían para formar uno, no importaba mucho saber de música o saber cantar, incluso en la cultura punk del momento desafinar era una buena seña de identidad. Las agrupaciones de jóvenes músicos que se citan en Todos estábamos vivos son reales (Los Elegantes, TOS, Los Secretos, Parálisis Permanente, Enrique Urquijo, Los Pegamoides...). También los locales (La Bobia, El Penta, La Vía Lactea...) donde estos conjuntos de música daban sus conciertos primeros y a los que los jóvenes acudían a beber, escuchar los temas de moda, relacionarse entre ellos y saltar a otra dimensión haciendo interminable la noche con ayuda de sustancias de las que se ignoraban o se negaban sus peligros, son reales. 

La historia inventada discurre, pues, en un contexto y marco reales. Lo que se nos cuenta no ocurrió, pero infinidad de historias semejantes sí sucedieron. La realidad se sobrepone a la invención. Son reales, además de la música, de los garitos, de los grupos de música y el nombre de algunos de sus integrantes, la referencia a la llegada a la capital de jóvenes procedentes del medio rural o ciudades pequeñas próximas a Madrid que para salir adelante se metieron de lleno en el camelleo de las drogas
«El piso era el del Pedro, un amigo de su pueblo que había llegado a Madrid algunos meses antes que él. Eran muchos hermanos y el doble de manos para trabajar una tierra a la que le sobraban bocas y faltaba lluvia. [...] Ric sabía que probablemente el Pedro le ofrecería aquel caballo tan bueno que le habían pasado la noche anterior y que no había probado todavía.»
La vulgarización del uso de las drogas y la falsa percepción de control que el adicto cree tener sobre ellas era/es una evidencia real
«en el bolsillo interior de su chupa guardaba la farlopa para el ensayo. Llevaba otra también, de aquellos polvos tan buenos que le había pasado el fotógrafo de Cascorro. No, no era como ellos. Él no era como aquella gente. Él controlaba.»
También es real la manifestación en libertad de la diversidad sexual que la Movida propició. Al amor libre entre los heterosexuales se une en la novela, el amor homosexual, el travestismo, la prostitución masculina...
«Adela volvió a mirarla de arriba abajo. Se fijó en la nuez de su cuello: un fruto maduro incapaz de ocultar su bulto.»
Y reales son las nuevas manifestaciones culturales como los cómics que proliferaron por aquellos años:
«—Esta es La Piraña Divina. Es de puta madre.
—¿De quién es?
—De Nazario, lo conozco por un amigo mío fotógrafo que vive aquí al lado.
»

Por todo lo dicho hasta aquí, a mí la novela de Enrique Llamas me ha gustado. Pero lo que creo que  hace dar un salto cualitativo a Todos estábamos vivos es la manera elegida por el escritor para presentar una historia, por desgracia, demasiado conocida por lo abundante que fue durante esos años. La estructura dada al relato es una estructura circular, envolvente, laberíntica, que avanza y retrocede, que anticipa y esconde, que aclara y oscurece..., pero que según que pasamos las páginas vamos comprobando cómo todo va encajando, cómo los elementos de un mundo roto, descolocado en las piezas que lo constituyen, conforman un universo reconocible y completamente comprensible. Y esta manera de construir la novela es para mí el mérito principal de esta narración
«Le quedaban a la señorita Adela varias semanas para despertar por última vez cuando tuvo lugar aquella conversación que fue interrumpida por un filón de muerte que casi atropella al Hortelano»

Marcó la Movida un cambio de época que no sólo atañó a la música, al amor, al sexo o al consumo de drogas. El cambio fue total. Las revistas del corazón, representadas aquí en el personaje de la periodista Encarna Arce, iniciaron su época dorada; comenzaron a realizarse los velatorios en las salas anónimas y frías de los llamados tanatorios; el choque generacional padres-hijos también se evidencia con mucha fuerza en este relato; etc.


El título
El novelista Enrique Llamas
La razón del título se desprende sin mucha dificultad de la lectura de la novela. No obstante, Enrique Llamas en «Bonus Track (Una nota del autor)» aclara la procedencia del sintagma. Concretamente, dice 
«entre las muchas inspiraciones de este libro están los poemas de El Ángel (Ángel Álvarez Caballero, 1961-1995). Un poema suyo sugirió la idea del título:
 ¿Recuerdas cuando estábamos todos vivos y vacilábamos de mesa en mesa con los ojos como bolas de billar, desafiando a quien tuviera lo que había que tener para cruzarse en nuestro camino?»
Y prosigue el autor diciendo que los títulos dados a los capítulos los toma asimismo deliberadamente de los homónimos de poemas y canciones de El Ángel. También aclara que el título de la novela debe no poco al poemario de la poeta Olvido García Valdés Y todos estábamos vivos. Concluye el novelista este Bonus Track con una serie de aclaraciones al lector, en mi opinión innecesarias, sobre las inspiraciones de los nombres de algunos personajes o de las denominaciones dadas a las partes en que estructura la novela. 


En conclusión
Una novela que me ha gustado por su contenido y bastante más por su continente. Me parece que Enrique Llamas se maneja con acierto en la presentación de una época. Tomando como punto de partida el fallecimiento de una chica nos va dando, a base de círculos informativos cada vez más alejados o más próximos al hecho con que abre el relato, información puntual y muy fidedigna de lo que fueron esos años, que él comprime en unos escasos meses, para aquellos que se zambulleron en ellos sin ningún miedo, llenos de fe y de ansias de libertad. Cómo estas mismas ansias a muchos los devoraron y otros, que jugaron con fuego, salieron indemnes en propia carne aunque hicieron bien de daño a algunos que con ellos toparon.

La música y los ambientes musicales del momento (los garitos, los baretos, las discotecas...) donde no sólo se escuchaba música y donde se acudía con excesiva frecuencia al servicio es el marco que contiene a todos los protagonistas de ese momento tan peculiar e importante: la Movida madrileña.



Nota
Todos estábamos vivos me ha servido para conocer más sobre los años de la Movida, que por estas fechas o poco antes ha celebrado su 40º aniversario. Además al tocar aspectos de la música española durante esos años, prolíficos en la aparición de grupos, he podido completar la información que también sobre la música de ese momento leí no hace mucho en Medicina & Rock'n Roll, memorias musicales de Francico Coronel, amigo, médico y vocalista en un grupo de la época [leer reseña aquí].

Con la novela de Enrique Llamas  completo la letra Ll del Reto "Autores de la A a la Z" del blog Lecturápolis de mi amiga Serendipia.

19 dic 2022

Películas para ver en el sofá por Navidad (A pares XXX) (continuación)

Como lo prometido es deuda, aquí va la segunda entrega de este Películas para ver en el sofá por Navidad (A pares XXX). Seguramente alguno de vosotros se habrá percatado de que las cinco películas que iban en la entrega anterior malamente casaban, por su número, con el epígrafe 'A pares' que las acompañaba. Sí, sí, así es, pero no hay que preocuparse porque de una tacada ahora mismo remito esta segunda parte compuesta por algunos títulos más que me han agradado lo suficiente como para figurar en este post.

                    (A pares XXX, segunda 1/2)


Comienzo ya a decir algo de cada una de ellas, poca cosa porque son muchas y el tiempo poco. Lo primero será dar el nombre de sus realizadores y la plataforma televisiva por donde las he visto: Esta vez parece que Movistar + se está poniendo las pilas y está pasando por su plataforma títulos de interés. A través de ella he visto Alcarrás de Carla Simón; Ámame de Leonardo BrzezickiCortes peligrosos de Rachel Carey; Una comedia de la Stasi de Leander Haussman; Belfast que firma Kenneth Braghnan; y  Buena suerte, Leo Grande de la australiana Sophie Hyde. Sólo dos títulos de los que aparecen en el collage los vi por otra plataforma:  Blonde de Andrew Dominik que vi por Netflix; y Entre la locura y la razón del norteamericano de ascendencia iraní Farhad Safinia que pasan por Amazon



 ✔  Alcarrás (2022) de Carla Simon es la película que la Academia de Cine española ha enviado a la nominación de mejor película extranjera en los premios Oscar. Ojalá tenga suerte y Hollywood la seleccione para concurrir al premio. Tiene el aval de haber ganado el Oso de Oro en la Berlinale de este año. 

La historia que desarrolla el film es la del cambio de uso de las tierras en el mundo rural. Concretamente, las tierras que la familia de los Solé llevan cultivando desde hace más de 80 años son reclamadas por sus propietarios para instalar en ellas paneles solares. Estamos ante una historia de la España rural (Alcarrás es un pueblecito de la Cataluña profunda) situada en el momento actual, 2022. Es una historia muy de hoy: rentabilizar unas tierras que apenas dan para sobrevivir a quienes las trabajan. Aunque con diferencias y mucha distancia temporal el ruralismo de la cinta me ha hecho recordar durante su visionado a dos películas también de ambiente rural, si bien el paisaje en Alcarrás es más dulce y hermoso; me refiero a Intemperie de Benito Zambrano y Pascual Duarte de Ricardo Franco. 
Viendo Alcarrás, un canto a la tierra, en especial al trabajo tradicional de siglos desarrollado en ella por agricultores que aman su profesión, no he podido por menos que recordar el anterior filme de Carla Simón, Verano 1993 del que guardaba un recuerdo magnífico. A mí, Alcarrás me ha parecido hermosa pero lenta, demasiado identitaria y algo maniquea. Por lo demás el oficio de la directora es evidente.


 ✔  Ámame (2021) de Leonardo Brzezicki está protagonizada por el argentino Leonardo Sbaraglia. La película, que comencé a ver sin saber nada de ella, al principio me pareció circular por el predio del cine LGTBI. Sin embargo según que el metraje avanzaba el personaje de Sbaraglia iba creciendo y enviando informaciones válidas e interesantes al espectador: está separado de su mujer, tiene una hija adolescente con la que vive, frecuenta ambientes y locales homosexuales, etc. Santiago (Leonardo Sbaraglia) está bastante perdido y algo desesperado por ello. Se busca y busca un afecto seguro y verdadero al que acogerse y en el que refugiarse. La promiscuidad que busca y de la que a la vez huye es muestra de su desorientación afectiva. Interesante película. 


  Cortes peligrosos (2021) de Rachel Carey es una comedia irlandesa que a través del humor censura la vida que se desarrolla en un barrio de Dublín donde unas chicas peluqueras que quieren salir adelante concurriendo a participar en un concurso nacional de peluquería ven que sus esfuerzos e ilusiones pueden irse a pique por culpa de unos jóvenes matones que les destrozan el local al tiempo que les exigen dinero para no volver a hacerlo. Ante este comportamiento mafioso sólo cabe anticiparse a ellos y tomar decisiones drásticas. Comedia entretenida a la que no hay que buscar más mensajes ocultos que los escasos que presenta en superficie. Para pasar el rato, sin más.



  Una comedia de la Stasi (2022) de Leander Haussman es una película diferente. La historia se desarrolla en formato de comedia y una presentación expresionista, características ambas que la hacen ingresar en el terreno del absurdo. Estamos ante una película que en mi opinión pretende mostrar la irracional vida que se vivía en la Alemania de Honecker. Por el tema me ha recordado mucho a La vida de los otros del año 2006 que presentaba el descoyuntamiento mental en que se movían los propios agentes de la Stasi siempre en busca de traidores al comunismo.
En esta película Ludger (David Kross), un antiguo agente de la Stasi, con la llegada de la democracia acude a recoger el expediente personal que figuraba en los archivos de la Policía secreta; en él figuran algunos apuntes relativos a su vida sentimental que en el momento presente el personaje principal, felizmente casado, querría olvidar y desde luego no tener que explicar a su mujer. 
Película mediocre que no me llegó a interesar del todo y que desde luego no resiste la comparación con La vida de los otros de Florian Henckel.



   Belfast (2021), película que firma Kenneth Braghnan se inserta claramente en la trayectoria del cine de denuncia social practicado por el director norirlandés en la mayoría de sus cintas. En esta ocasión y en blanco y negro, el color de la memoria, el director realiza una especie de recorrido autobiográfico mostrándonos su niñez en la Belfast de los años 60 donde él creció en medio de las luchas, odios y enfrentamientos, de las dos comunidades allí existentes. Pese a ello el pequeño Buddy vive una niñez feliz al estilo de la de muchos otros niños: sus juegos, sus pillerías, sus primeros enamoramientos, la asistencia al cinematógrafo como distracción fundamental muy querida... Y mientras todo esto acontece en su vida particular el entorno (la barriada, la ciudad, el país...) se va cargando imperceptiblemente de violencia que de latente pasará a no tardar mucho a estallar de manera incontrolada. 
Muy hermoso relato, muy bien realizado, un canto a una época y a un arte: el Cine. Digna de ser vista



   Buena suerte, Leo Grande (2022) de la australiana Sophie Hyde es de todas las películas vistas en casa durante estos últimos cuatro meses del año la que vi primero. Me atrajo de ella fundamentalmente Emma Thompson, la actriz que la protagoniza y a quien admiro profundamente. De la directora del film nada sabía. 
La cinta presenta a una maestra viuda y recién jubilada que a la altura de sus años no ha vivido ninguna aventura sexual. O ahora o nunca, parece decirse a sí misma. Para lograrlo recurre a los servicios de un gigoló que se apoda en la web donde se anuncia como 'Leo Grande'. Se citan en una habitación anónima de un hotel anónimo. Ella sólo buscaba unas sesiones de buen sexo, algo que en vida de su marido jamás obtuvo de él. La gran sorpresa para la tímida, culta y en cierto sentido avergonzada Nancy Stokes es que Leo (Daryl McCormack) es un chico culto, magnífico conversador y excelente instructor sexual. Ambos se gustan y se atraen. Pero ¿logrará ella ir con él más allá de estos encuentros remunerados?

Me gustó la película, en especial la buena actuación de la pareja, auténticos sostenedores de la misma.. Hay humor por momentos en sus diálogos. Quizás al convertirse el personaje de Emma Thompson, en algún momento, en una especie de redentora del joven, el film pierde un poco debido al exceso de didactismo sobre el trabajo sexual en que ambos personajes se enfrascan. Pero no son duraderos esos momentos y en general la cinta discurre con optimismo y agrado por los vericuetos de los deseos insatisfechos, las falsas expectativas, la vergüenza y la atracción mutua. 


   Blonde (2022) de Andrew Dominik es la adaptación a la gran pantalla de la novela de mismo título de la novelista norteamericana Joyce Carol Oates. De esta escritora he leído menos libros de los que debiera, aunque los que han caído en mis manos los he disfrutado mucho. Blonde, aparecido el año 2000, era uno de los que tenía en lista de espera. Se me adelantó el australiano Andrew Dominick con su película en la que realiza una versión cinematográfica de bella factura bastante pegada a la novela de la Oates. Saber que el papel de Marilyn Monroe lo hacía con enorme acierto una bellísima Ana de Armas supuso para mí un acicate más para posponer mi deseo lector y anteponer el visionado del film.

La película utiliza el blanco y negro en combinación con el color. La española Ana de Armas se luce en su interpretación de la actriz estadounidense. tanto que su actuación suena bastante para los próximos premios Oscar. Se ha criticado por parte de muchos espectadores que la película no sea exactamente un biopic de la malograda actriz. Y es que efectivamente no lo es; lo que es Blonde es una simple adaptación de la historia literaria creada por Carol Oates quien, aunque se inspira en episodios reales de la vida de la actriz, re-imagina muchos otros lanzando hipótesis a veces muy atrevidas y hasta en ocasiones poco verosímiles. 

Los espectadores -y yo entre ellos- censuran el que el film haga hincapié sobre todo en los momentos desafortunados de la vida de la Monroe. El director se excede en mostrar maltratos físicos, abusos sexuales, y violencia psicológica; tanto se excede que la película ha recibido por parte de la industria del cine norteamericana la clasificación NC-17 (no recomendada para menores de 17), la más restrictiva de todas ellas. Afortunadamente Andrew Dominick despliega un abanico de diversas maneras de contar con lo que los espectadores vamos sobrellevando la serie de malos momentos por los que pasó la hermosa actriz. Esto es lo mejor que realiza el director, aunque en mi opinión, la excesiva duración de la cinta (2 horas y 46 minutos) haga que una historia tan sugerente sin embargo se haga tediosa y algunos -es lo que me ocurrió a mí- llegásemos a ver la película de manera interrumpida a lo largo de varios días, algo que si soy sincero creo que no debería de hacerse jamás.

Afortunadamente y para bien, Ana de Armas está para salvar el film. Es una Ana de Armas soberbia, bellísima, casi se diría que es la Marilyn Monroe rediviva. El plantel de actores que la acompañan es de alto nivel (Adrian Brody, Bobby Cannavale, Julianne Nicholson, etc.) pero quedan totalmente oscurecidos ante la fuerza con que irrumpe la actriz española de origen cubano. 



   Entre la locura y la razón (2019) del norteamericano de ascendencia iraní Farhad Safinia trata del profesor James Murray (Mel Gibson) que a mediados del siglo XIX comenzó a compilar vocablos para la primera edición del Oxford English Dictionary. Para tan ardua e inconmensurable tarea pide la colaboración de voluntarios que le hagan llegar términos con sus distintos sentidos, su etimología y cosas así. Su gran sorpresa sucede cuando recibe del orden de 10.000 vocablos que le envía un tal Dr William Chester Minor (Sean Penn) que está internado en un Hospital psiquiátrico.

La película me atrajo al principio por el asunto que tocaba. Sin embargo, según que transcurrían sus muchos minutos de metraje, se me fue haciendo algo pesada. A esto uniría el que las historias de los dos personajes principales no me parecieron muy bien trabadas la una con la otra. Hay momentos en que no se acaba de entender bien cómo la realización profesional de cada uno de ellos casa con la vida personal. Estos detalles estropean una buena idea: contar la  pasión por un idioma, por una lengua, sentida por dos hombres. Son estos dos hombres -los dos actores que los ponen en pie- quienes sostienen la película que quienes amamos las palabras logramos ver hasta el último de sus 124 minutos. Pero me embarga la duda de saber si todos los espectadores serán capaces de tal  hazaña. 



Una más para finalizar
Jack London, naturalismo,
Quisiera cerrar este 'A pares XXX' como se suele hacer en los conciertos o actuaciones musicales, o sea, con una propinilla. Quienes sigan este blog y hayan leído alguna de las recomendaciones peliculeras que a lo largo de los años he realizado, sabrán que me atraen muchísimo las adaptaciones cinematográficas de obras literarias. De manera que cuando en cualquier momento leo en la prensa o cazo por internet alguna referencia más o menos elogiosa a alguna de ellas procuro por todos los medios verla. Es lo que me ha ocurrido con esta película que firmó en 2019 el italiano Pietro Marcello

La película Martin Eden es adaptación de la novela homónima del novelista estadounidense Jack London (1876 - 1916). Es claramente una historia autobiográfica del propio autor. Sería una especie de novela de iniciación, pero circunscrita al hecho de hacerse escritor. La película de Pietro Marcello sigue de manera muy cercana la novela de London quien en la ficción se transmuta en un muchacho de pueblo que se hace marinero. En Oakland, al ser acogido por una familia burguesa, se siente atraído por la cultura que ésta tiene. Martin Eden (Luca Marinelli), que se enamora de la hija de la familia, la hermosa y culta Elena Orsini (Jessica Gressy), anhela poder acceder a la élite literaria en la que ve que se mueven los Orsini. Le pide a Elena que lo eduque y le haga apreciar la belleza del arte y de la literatura. Ella al inicio accede, aunque luego se cansa. Sin embargo Martin, de manera autodidacta, persiste en el empeño y  poco a poco logrará que algunos de sus cuentos y de sus novelas -tras muchos fracasos- sean publicados. 

Logra el éxito, pero al alcanzarlo ya no le satisface. Ve que la sociedad burguesa en la que quería integrarse sólo se mueve por el dinero y el individualismo más feroz. Reniega de ella y la ataca militando en movimientos sociales que la ponen en cuestión. Pero tampoco el socialismo consigue tranquilizarlo, pues él entiende que también éste transita por los mismos raíles que la burguesía, a la que quiere derrocar para ocupar su lugar. Su desilusión con el mundo y el amor es total. Sólo queda volver al mar. Para ello dona todos sus bienes a la clase trabajadora y desaparece.

Me gustó mucho esta película que vi en TVE2. Su estética visual es claramente vintage, con un color, vestuario y puesta en escena que recrea convincentemente los primeros años del siglo XX. Es una película claramente política que enjuicia con corrección y acierto la equidistancia y convergencia de los diversos, y en apariencia distantes, planteamientos socio-políticos. Es así una historia que hace viajar del ayer al hoy, del pasado al presente. La actuación del actor que interpreta a Martin Eden es memorable. En mi opinión y gusto, película muy recomendable.


Y ahora sí que ya nada más. Despido aquí esta entrada 'A pares XXX' que ha resultado extensa. Espero que os satisfaga y os sirva para escoger alguno de los títulos y que el mismo os agrade. De nuevo os deseo a todos los amantes del Cine unas muy, muy, Felices Navidades.




Nota
Cierro esta extensa entrada con cierta premura, pues marcho a ver As bestas de Sorogoyen a los cines Verdi (Madrid). No quiero que, como tantas veces me sucede, cuando quiera ir a verla ya no figure en cartelera. Ya os contaré qué tal. En principio voy con muchas ganas e ilusión. Adiós.






15 dic 2022

Películas para ver en el sofá por Navidad (A pares XXX)


Como quien dice ya estamos en Navidades. Además del calendario, el tiempo meteorológico así nos lo anuncia; llueve, no hace ya calor, incluso algunos días hiela y en las alturas hasta nieva o ha nevado sin cuajar. Es época de recluirse en la casa y si se sale de ella es conveniente acudir a lugares resguardados donde huir de la meteorología adversa y entretenernos con un espectáculo agradable y bien hecho. El Cine siempre es una magnífica opción. 

En las salas hay oferta abundante, si bien en estas fechas distribuidoras y exhibidores optan en abundancia por películas familiares o que se consideran preferidas por el público adolescente y juvenil, carente estos días de obligaciones escolares. Por si esto fuera poco, las buenas producciones duran en las salas lo que un caramelo a la puerta de un colegio, o sea, nada; en cuanto te descuidas y quieres ir a ver esa película que tanto deseabas, ¡zas!, ya la han quitado. Sólo queda buscarla en las plataformas televisivas donde permanecen mucho más tiempo. 

Es lo que me ha ocurrido a mí durante este último trimestre del año en que, salvo una o dos producciones, el cine que he visto lo ha sido desde el sofá del salón de casa. Y he visto cosas de todo tipo, muy interesantes algunas, pasables otras, y de nulo interés una o dos. En esta entrada con la que aprovecho para felicitar la Navidad desde mi faceta disfrutadora del cinematógrafo os recomiendo una serie de películas que ahora mismo podéis ver desde casa. Espero que os gusten.


(A pares XXX, primera 1/2)



Comienzo con estas cinco películas. Salvo la que firma Emmanuel Carrère que pasan por Movistar y que es de 2021, el resto son cuatro producciones españolas de este mismo año 2022. Es tal la competencia que actualmente existe entre las plataformas, que es frecuente ver que un mismo título es ofrecido por varias de ellas; naturalmente yo sólo consulto unas pocas y prescindo de las otras dado que ni el bolsillo ni el tiempo dan para más. Pero a lo que voy, que es decir por donde he visto estas cuatro obras españolas y quienes son sus directores: El Crítico la vi en Movistar y está realizada por Juan Zavala y Javier Morales Pérez; Cinco lobitos la vi en Filmin, plataforma que me encanta, y la dirige Alauda Ruiz de Azúa; Voy a pasármelo bien la vi en Amazon y está dirigida por David Serrano; y por último, anteayer mismo vi en Netflix Los renglones torcidos de Dios, película dirigida por Oriol Paulo

Cada una de estas cinco películas daría para una entrada propia. Pero aquí voy a ser de lo más sintético. Todas, cada cual en su estilo,  me gustaron y me atrevo a recomendarlas. 

✔  En un muelle de Normandia de Emmanuel Carrère, la actriz Juliette Binoche se mete en el personaje de una periodista que quiere indagar en la vida y penalidades de las mujeres que trabajan limpiando los cruceros de pasajeros que paran en los muelles de Normandía. La periodista sólo quiere documentarse para escribir su siguiente novela. Todo se precipita  cuando las relaciones afectivas que surgen en el día a día en el trabajo se vienen abajo al descubrirse la verdadera identidad de esa trabajadora tan simpática y solidaria, pero socialmente tan distante, con la problemática de estas mujeres de la limpieza.

✔  El Crítico es un documental presentado en el último festival de San Sebastián a donde el protagonista del mismo, Carlos Boyero, asiste desde hace más de cuarenta años. Carlos Boyero es un crítico temido por actores, directores y productores del mundo del Cine por sus afiladas y contundentes críticas. Representa un mundo de verdad hoy en retirada por culpa de una corrección política que él siempre se ha resistido a seguir. El Crítico es, a través de la persona del salmantino Carlos Boyero, un recorrido por la historia de España y del cine español de los últimos 45 años. Muy interesante.

✔  Cinco lobitos es el estreno cinematográfico de su directora Alauda Ruiz de Azua. La presentó en la Berlinale de este año; en el festival de Málaga obtuvo la Biznaga de Oro; ha tenido desde el día de su estreno una gran aceptación entre el público. Fue propuesta por la Academia del Cine, junto con otras dos películas, para optar a la nominacióin en los premios Oscar a la mejor película extranjera, si bien al final fue el film Alcarrás la elegida.
Cinco lobitos plantea los problemas de una mujer de 35 años que accede a la maternidad por primera vez. Presenta de manera muy fiel las situaciones a las que las madres profesionales de esta edad se enfrentan para compatibilizar ambas realizaciones personales. Muy interesante y muy bien realizada por el plantel de actores, pero fundamentalmente por Laia Costa y Susi Sánchez.

 ✔  Voy a pasármelo bien es una comedia musical realizada por David Serrano que recrea en la ficción el origen del grupo Hombres G. Se desarrolla en dos tiempos, 1989 y treinta años después. Dos adolescentes en 1989 que se gustan y disfrutan con la música de Hombres G no llegan a más por culpa de los amigos de él, David, y la familia de ella, Layla. Las canciones de Hombres G que al decir de su líder David Summer parten de hechos reales van marcando el relato: Sufre mamón, Voy a pasármelo bien, Chico tienes que cuidarte, Te necesito y alguna otra más. 
Película muy amena, de humor blanco, muy entretenida y bien actuada por sus dos principales intérpretes: Raúl Arévalo y Karla Souza

✔  Los renglones torcidos de Dios. Este título referido a la novela que en 1979 publicó con enorme éxito Torcuato Luca de Tena Brunet lo conocía yo desde entonces. Fue publicado por Círculo de Lectores, así creo recordar el volumen que siempre vi en la biblioteca de mi casa familiar; actualmente, al haberse quedado Planeta con el catálogo de la desaparecida editorial, es ella la que la tiene en su fondo bibliográfico.
No había leído la novela pues como tantos españoles sobre mí operaba el prejuicio sobre el nombre y apellido de su autor relacionado por vía paterna con el fundador del diario ABC en 1903, que fue su abuelo Torcuato Luca de Tena y Alvarez Ossorio. El escritor Torcuato Luca de Tena Brunet (1923 - 1999) es hijo de Juan Ignacio Luca de Tena, quien dirigió el periódico entre 1929 y 1936; es también hermano del periodista Guillermo Luca de Tena. El peso de estos apellidos no lo hacían, para mí, merecedor de ser leído.

Creo que mis prejuicios sobre el autor de la historia que se cuenta en la película han pesado también mucho en los demás a la hora de decidirse por fin en España a ponerla en imágenes. De hecho, es curioso observar cómo el nombre del autor de la novela que se adapta es cuidadosamente medio escondido en la promoción del film. Quizás también por esto en las propuestas para los próximos premios Goya sólo haya sido nominada para mejor guión adaptado. En fin, cosas que pasan por estos pagos. Pero vayamos a la peli en cuestión.

Los renglones torcidos de Dios la dirige Oriol Paulo, barcelonés de 1975, con amplia experiencia en la realización de guiones propios y adaptados. En esta ocasión la adaptación de la novela de Luca de Tena la hace junto a Guillen Clua y Lara Sendim. 

La película es un thriller en el que una investigadora privada (Bárbara Lennie) se hace internar en un psiquiátrico a fin de resolver un crimen allí sucedido que había quedado sin solucionar. Si fácil le fue entrar en el hospital simulando una paranoia que no padece, difícil le va a resultar salir al cuestionar el equipo médico del mismo la cordura de ella, Alicia Gould en la ficción. Deriva así el film hacia el subgénero de thriller psicológico pues todo es puesto en duda tanto en la cabeza de la protagonista como en la de los espectadores de la película. 

La puesta en escena, la estructura como se desarrolla la trama, la música que la acompaña subrayando los momentos de tensión, el colorido y la ambientación de época (años 80 del siglo pasado) me gustaron mucho. En cuanto a los actores todos me agradaron en sus movimientos y no tanto en su vocalización. Es un problema grande la manera de vocalizar de algunos actores. En esta ocasión -y no es la primera vez que lo percibo- la manera de hablar de Bárbara Lennie se hace poco menos que ininteligible para el espectador. Tan es así esto que cuando veo alguna película en la que ella o algún otro actor participa, -en especial los argentinos y muchos españoles-, activo en mi televisor los subtítulos para poder enterarme debidamente de lo que, a veces en susurros, sale por sus bocas. Desde aquí lanzaría una llamada a los directores españoles sobre este asunto de la vocalización y la claridad sonora que no es sólo achacable a una nacionalidad o a unos actores en concreto sino extensible a toda la producción española. ¡Por favor, hagan que se entienda debidamente aquello que dicen!

Por ahora nada más. Dejo para una próxima entrada la 2ª 1/2 de este A pares XXX. Pero aprovecho para felicitar, siquiera sea un poquito las próximas fiestas