Matthew Pearl, escritor estadounidense nacido hace 44 años, publicó esta novela en 2009, seguramente para aprovechar el tirón que tendría el por entonces ya cercano centenario del nacimiento de Charles Dickens (1812-1870). Pearl se dio a conocer como novelista con la exitosa "El club Dante" (2003), a la que siguió "La sombra de Poe" (2007). Su última obra, aparecida hace ya 8 años, es "Los tecnólogos".
La novela presenta las vicisitudes que pasa el editor americano de Dickens, James Ripley Osgood, tratando de encontrar el final de la novela que el novelista inglés dejó inconclusa al sufrir el derrame cerebral que acabó con su vida en el mes de junio de 1870. Las seis primeras entregas de este relato, El misterio de Edwin Drood, ya habían aparecido y eran consumidas con fruición por parte de los dickensianos del mundo entero, por lo que si alguien lograba dar, en caso de existir, con el resto aún no publicado se cubriría de mérito y dinero.
La historia presenta en contrapunto la muerte de Charles Dickens en Londres y la vida de su hijo Frank en Bengala, la India. Vemos aquí cómo el oficial Frank Dickens desentraña un caso de robo de un cargamento de opio cuyo cultivo y comercialización estaban permitidos por Inglaterra. Este asunto del opio sirve para acceder al asunto de la novela inconclusa, asunto del que nos iremos enterando poco a poco, pero que en síntesis plantea qué final tuvo Edwin Drood, a quien su padre expulsó de casa por su mala vida y conducta.
Al tiempo y en contrapunto temporal con 1870 se nos presenta la campaña de conferencias por USA que Dickens ofreció en 1867 y que al decir de algunos agravaría las dolencias que ya sufría y que en definitiva precipitaría su muerte tres años más tarde. Esta parte del relato es importante para entender el desenlace de la historia y también lo es en sí mismo por servir para presentar la vida norteamericana de aquellos años, en especial la dura competencia existente entre editoriales que llegaban –es el caso de Harpers & Brothers- a delinquir por hacerse con obras y/o relatos de los escritores más afamados del momento. Histórico en efecto es la grandísima repercusión que Dickens tuvo en América y cómo llenaba los teatros con sus lecturas dramatizadas, al igual que lo es el impago de derecho alguno de autor por parte de las editoriales norteamericanas, hecho que el auténtico Dickens denunció en vida en reiteradas ocasiones por lo que adquirió injusta fama de tacaño.
Estos son pues los tres elementos de la novela de Matthew Pearl: el tráfico de opio, la novela inacabada y los sucedidos en Boston y Nueva York con Charles Dickens. Junto a estos tres elementos aparece la historia de amor que nace entre el editor Osgood y su joven y bella asistente Rebecca que viajan a Londres para desentrañar el misterio.
¡¡AVISO!!
No es mi costumbre caer en ello, pero debo advertir que a partir de aquí hay SPOILER. ¡¡Quien avisa no es traidor!!
Los antagonistas de los héroes pertenecen lógicamente al mundo del opio y a los competidores de la industria editorial. El asunto sufre una vuelta de tuerca cuando se comprueba que el misterio de Edwin Drood no era otro sino que frente a lo supuestamente admitido este personaje no habría muerto emparedado sino que con un cambio de nombre él mismo era el dirigente de este submundo de delincuencia. Y la unión con el relato y el propio Dickens es que al igual que otros autores [Poe por ejemplo] en esta novela inacabada Dickens tenía desde hacía tiempo escrito el final que no era otro que el que acabo de exponer por lo que el personaje real retratado en la ficción no podía consentir ser descubierto por lo que pone todo su empeño en evitarlo, algo que no logrará. Pero tampoco el editor logrará ser el único que publique la resolución del misterio porque el fajo de páginas que encontró desaparecerá en el fuego en el que morirán sus perseguidores (Herman y Wakefield). ¿Todo desapareció? No, Osgood previamente había desgajado el último capítulo del resto de páginas. Pero (¡otra sorpresa!) estaba escrito en un código taquigráfico incomprensible para todos los que se dedicaban a la industria editorial por lo que El misterio de Edwin Drood proseguiría sin resolverse, aunque siempre, en un futuro próximo o lejano, cabría la posibilidad de que alguien supiese descifrar esa taquigrafía dickensiana.
Me gustó: La recreación de la época de Dickens así como la información que se alcanza a ver de la literatura de habla inglesa a finales del XIX. También algunas reflexiones sobre la creación literaria
No me gustó: Cómo juega Matthew Pearl con el lector llevándole a creer –respecto al personaje de Herman- que se encuentra ante un auténtico Mefistófeles. Con ello el novelista busca atraerse a ese público de las novelas fantásticas en las que tanto abundan estos personajes demoníacos. Me parece un recurso algo rastrero. Esto y otros detalles inscriben al relato dentro de la categoría best seller, en su nivel más populachero.
No puede ser, si hasta los contras los cuentas de tal manera que incitan a leer 😖 y es que mi "Dickensianismo" 😅 me puede.
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Eres amabilísima, Yolanda. En esta novela desde luego que Charles Dickens vence y Matthew Pearl imitando su manera de proceder insiste en demasía en los tópicos negativos que al autor inglés se le adjudican desde hace ya tiempo.
EliminarUn beso
Me encanta ese autor y este libro lo lei prestado y cuando pude lo compre, muy buena historia!! gracias, esa galera de la portada me disparo todas las ansias de poseerlo.Jijiji.
ResponderEliminarDesde luego el libro se lee con muchísimo gusto pese a esos pocos 'peros' que le pongo en la reseña.
EliminarOtra cosa: No sé a qué galera de la portada te refieres o yo, al menos, no soy capaz de verla (ja, ja...)
Besos
Ostras! Lo que comentas de usar ese recurso para engañar al lector no me ha gustado en absoluto y creo que es de tanta gravedad que me hace descartar su lectura. De este autor leí El club Dante y apenas lo recuerdo, así que no me marcó. Besos
ResponderEliminarHola Marina:
EliminarQuizás el calificativo de 'rastrero' que he utilizado para describir que recurre a lo fantasioso mefistofélico sea algo excesivo (ja, ja...). Me habría bastado con decir que ese tipo de incursión del relato en lo demoníaco no es de mi agrado y punto. No querría eliminar posibles -¡¡y muy buenos!!- lectores como tú.
Un beso, cordobesa
Hace muuuuchos años (2004), leí "El club Dante" y no me quedaron ganas de más. Como dices, best seller en el peor sentido de la palabra.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, la verdad es que no es una obra espectacular, eso desde luego. Pero te diré que a mí durante este `fin de semana pasado me ha venido genial pues me ha servido para evadirme de la realidad que supone por mucho que sea esperada la desaparición de un familiar querido.
EliminarLo que sí es cierto es que entre tú y Marina Córdoba se me están quitando las ganas de poner mis ojos encima de "El club Dante".
Un beso y buen finde, amiga
¡Hola Juan Carlos!! Pues mira, aquí tienes a otra que leyó "El club Dante" hace mucho tiempo y ya ni recuerdo de que iba, pero fíjate que tengo claro que si bien acabé de leerlo, estuve tentada de abandonarlo en contadas ocasiones, vamos que ni fú ni fá..., sin pena ni gloria. Lo único que me atrae de esta novela es el lado Dickens, pero creo que al final no lo leeré, tengo otras muchas lecturas que me atraen más
ResponderEliminarBesos
Hola, Marian:
EliminarEl olvido múltople de "El club Dante" sólo tiene una explicación posible: la publicidad hace que una obra se difunda y sea leída en un momento provocando un rendimiento mercantil a la industria editorial, pero literariamente... cero patatero.
Un beso
Estimado Juan Carlos, te agradezco soberanamente que nos hayas advertido sobre el spoiler que representaría seguir leyendo esta reseña, pues me ha gustado mucho la sinopsis que nos has presentado y tengo intención de leer esta novela. Leí hace años El club Dante y me gustó mucho y eso me inclina a pensar que también disfrutaré de esta obra. Dickens, por otra parte, siempre ha sido santo de mi devoción y siempre me ha atraído su vida y milagros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Josep:
EliminarEn todas las reseñas que hago procuro no destripar mucho de la historia de la novela. Desde el principio del blog quiero invitar a leer, no quitar el deseo de hacerlo. Es por eso que esta vez al darme cuenta de que estaba contando más de lo debido decidí anunciarlo debidamente.
Este escribes entretenido y salvo alguna cosilla que no me gustó creo que se le puede leer si lo que se busca es eso llenar el ocio con una historia curiosa. Hoy además que England deja Europa no está mal saber algo más de su escritor talismán.
Un abrazo
Hola Juan Carlos!! Desconocía este título y a su autor y me has picado mucho la curiosidad por su obra. ¡Gran reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarHola, Ana:
EliminarGracias por tus amables palabras. Como ya digo en algún comentario anterior la obra más famosa de Matthew Pearl es "El club Dante", pero es fácil que "El último Dickens" te guste leerlo. Ya me dirás.
Un beso
Hola Juan Carlos me has hecho reír con aviso Spoiler jajaja, a mi personalmente no me importa mucho saber el final de un libro pero sé que hay personas que se molestan mucho.
ResponderEliminarNo recuerdo haber leído nada del autor pero estoy contigo que a veces ese distraer y que no te haga pensar mucho es lo que le pides a un libro y especialmente si se está en una situación dura como la que comentas de desaparición de un ser querido y es que aunque se sepa, duele.
Un abrazo enorme querido amigo
Así es, querida Conxita. No siempre se puede estar por encima del bien y del mal; hay ocasiones en que la utilidad de los libros no es otra que hacernos olvidar al menos por un tiempo la realidad. Eso este "El último Dickens" lo ha logrado conmigo y eso siempre es de agradecer.
EliminarGracias por tu enorme muestra de afecto.
Un beso
Hola, Juan CArlos. No he leído este libro, pese a que soy seguiddora de Dickens. Sin embargo, sí leí el de Dante que sacó hace unos años. Me pareció bastante entretenido. Parece que el autor tiene predilección por escribir sobre otros escritores, lo cual siempre está bien.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un feliz domingo.
Hola, Rocío:
EliminarEfectivamente parece que al autor le gusta escribir sobre escritores pues al libro sobre Dante y este sobre Dickens viene a unirse otro que tiene sobre Poe. Son no elas entretenidas sin más, pero también sin menos.
Otro abrazo para ti
Es un autor con el que no me he estrenado aún, pero que tengo apuntado =)
ResponderEliminarBesotes