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7 feb 2021

"Los guardianes", lo último aparecido en España de John Grisham

La trama de Los guardianes se basa en una historia real y tiene que ver con un preso de Texas llamado Joe Bryan. Hace treinta años, Joe fue condenado injustamente por asesinar a su mujer, un crimen espantoso que ocurrió una noche mientras Joe estaba durmiendo en la habitación de un hotel a dos horas de allí. (John Grisham en Nota del autor hablando sobre la novela)

John Grisham, "Los guardianes", exoneración legal, Justicia USA
"Los guardianes"
es ya la séptima novela que leo de este mago del thriller legal o jurídico. Como he leído a alguien por ahí, nunca he aprendido tanto de procedimientos judiciales (¡norteamericanos, claro!) que leyendo al escritor natural de Jonesboro (Arkansas) John Grisham. La verdad es que tras tantas obras de asuntos judiciales, el sistema norteamericano de jueces, fiscales, sheriffs, alcaides de prisiones, abogados de oficio, seguros, etc. aunque al principio me parecía complejo y difícil sin embargo con el paso de las novelas es ya algo con lo que estoy bastante familiarizado. Y es que si hay algo que Grisham no hace es engañar al lector; es más la mayoría de las veces (en esta ocasión también) la anécdota desarrollada en la obra parte de un hecho real que por lo que sea impactó al escritor de alguna manera. Pero vayamos a la novela en sí.

Sinopsis (proporcionada por la propia editorial)
En la pequeña ciudad de Seabrook, Florida, un prometedor abogado llamado Keith Russo fue asesinado a tiros una noche mientras trabajaba hasta tarde en su despacho. El culpable no dejó pistas. No hubo testigos, nadie tenía un motivo. Pero la policía pronto sospechó de Quincy Miller, un joven negro que había sido cliente de Russo. 
Miller fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Durante veintidós años languideció en prisión, manteniendo su inocencia sin que nadie lo escuchara. Desesperado, escribe una carta al Ministerio de los Guardianes, una pequeña organización sin ánimo de lucro liderada por el abogado y sacerdote episcopaliano Cullen Post. Post viaja por el país luchando contra sentencias injustas y defendiendo a clientes olvidados por el sistema. Sin embargo, en el caso de Quincy Miller encuentra obstáculos inesperados. Los asesinos de Keith Russo son personas poderosas y despiadadas, y no quieren que Miller sea exonerado. Mataron a un abogado hace veintidós años, y matarían a otro sin pensarlo dos veces.

Mi comentario
Diré para empezar que de sus 28 novelas de ficción legal, "Los guardianes" es la penúltima que John Grisham ha escrito, concretamente en 2019, aunque en España sea la última aparecida en nuestras librerías, exactamente en 2020 en edición de Plaza Janés y traducida por Nieves Calvino Gutiérrez

Cullen Post es un abogado y sacerdote episcopaliano que tras un primer contacto con la realidad del mundo judicial quedó tan estresado y tan desanimado por lo que vio que decidió dar un portazo y dedicarse a los demás. Lo primero que hizo fue recluirse en el estudio y preparación sacerdotal siendo destinado a una parroquia donde será auxiliar de Luther Hodges, que lo acogió nada más salir del seminario. En el momento del suceso que se relata, -las pesquisas para exonerar a Quincy Miller, un negro americano que lleva injustamente en la cárcel 23 años-, Luther Hodges tiene ya 80 años . 

Cullen Post que ya va por los 48 cuando la novela se inicia forma parte del Ministerio de los Guardianes, un minúsculo grupo de personas (sólo está formado, además de por él, por Vicky, la fundadora, por Mazy, una afroamericana separada madre de cinco criaturas, y por Frankie, otro afroamericano que fue el primer caso favorablemente resuelto por el Ministerio gracias al que abandonó la prisión donde había pasado 14 años sin ser culpable de lo que le imputaban. 

Del caso Quincy Miller no quiero decir mucho pues uno de los alicientes de este tipo de novelas es el suspense sobre lo que pasará y las sorpresas que deparan las investigaciones llevadas a cabo por estos cuatro entregados a los demás sin otra compensación que la satisfacción de haber obrado bien y logrado que se haga justicia. Sólo diré que Quincy Miller fue llevado a prisión acusado de haber asesinado a Keith Russo, el abogado que llevó su divorcio y del que Quincy no quedó nada satisfecho. Le ayudaron bien poco los testimonios de su ex-esposa June que confirmó en todo las pruebas inventadas por la policía para imputarle y condenarle: escopeta en casa, aficionado a la caza, y poseedor de una linterna manchada de sangre hallada en su coche luego extrañamente desaparecida. También la policía parece ser que pagó al compañero de celda de Quincy, Zeke Huffey,  para que declarase que éste le había contado cómo mató al abogado Russo; e incluso los garantes de la ley pagaron con droga y dinero a Carrie, una joven drogadicta, para que dijese que la noche de autos vio a un negro de la complexión y aspecto de Quincy corriendo por el callejón donde ella se encontraba. Todo falso. Todo mentira. Quincy Miller se salvaría de la aguja (pena de muerte con inyección) gracias al único negro que formaba parte del jurado que lo juzgó; gracias a él la pena de muerte se convirtió en cadena perpetua. Y de esto ya hace 23 años. 

Muchas de las cosas que suceden en el relato no me han resultado novedosas al haber leído otras muy semejantes en otros relatos suyos. Por ejemplo, la corrupción de algunos miembros de la policía es asunto frecuente en el universo Grisham; también lo es la indolencia mostrada por no pocos funcionarios judiciales como el juez que le cayó en suerte a Quincy en su primer juicio. Muy habituales en estas narraciones son los profesionales que se venden al mejor postor falseando sus análisis periciales o directamente no efectuándolos como hizo el charlatán Paul Norwood que sin hacer ningún análisis serio de la sangre que se veía en las fotografías realizadas a la linterna desaparecida concluye que es del encausado siendo ésta la prueba de cargo mayor que sirvió para condenarle.

Pero no todo en Grisham es acoso y derribo del sistema judicial norteamericano, no. En sus novelas, y en ésta por supuesto, son más las luces que lanza sobre la Justicia en USA que las sombras. Frente a esos policías corruptos (sheriff Pfitzner relacionado con la mafia del narcotráfico, o el guardián Adam Stone que se lucraba pasando móviles y droga a los presos a cambio de 1000$ semanales) hay una gran mayoría de defensores de la Ley íntegros como el actual sheriff Castle y el fiscal McCutcheon que harán lo debido para que se haga justicia con Quincy. Y lo mismo acaece en el campo de los simples agentes policiales como el asesinado Kenny Taft precisamente por su integridad o su compañero Brave Gilmer que lo acompañaba y será esencial en la consecución de la exoneración. Podría decirse para finalizar que aunque tarde -23 años después- la Justicia norteamericana ha curado sus heridas y que los funcionarios de ahora poco tienen que ver con los del pasado. 

Florida, Miami, Alabama, Tampa, Segregación racial, Racismo
En la novela no es sólo el caso Quincy Miller el que lleva el grupo del Ministerio de los Guardianes. 
Pasamos revista a cada uno de mis otros clientes: Shasta Briley, en el corredor de la muerte en Carolina del Norte, condenada por un incendio provocado que mató a sus tres hijas; Billy Rayburn, en Tennessee, condenado por la discutible evidencia científica de lo que se conoce como «síndrome del niño zarandeado» después de que tropezara y cayera mientras tenía en brazos al bebé de su novia; Duke Russell, que sigue en el corredor de la muerte en Alabama; Curtis Wallace, condenado en Mississippi por el secuestro, la violación y el asesinato de una joven a la que no conocía, y Little Jimmy Flagler, de diecisiete años y con discapacidad mental cuando el estado de Georgia lo encerró de por vida. (Cap. 19)
Seis son los casos que simultáneamente están investigando si bien la novela focaliza sólo en dos: el ya comentado de Quincy Miller y el de Duke Russell a quien condenaron a la pena capital por la violación y asesinato de la joven Emily Broone, delitos que no había cometido. El suceso ocurrió en Verona (Alabama). Chad Falwright fue el fiscal del caso y admitió pruebas poco fiables como vello púbico supuestamente del acusado sin comprobar su ADN o considerar poco importante en un caso de violación la ausencia de semen del acusado en el interior o sobre la víctima. 

La novela precisamente se inicia con la última cena de Duke, reo de muerte, que está a hora y media de ser conducido a la sala donde le inyectarán el líquido letal. De manera, digamos, muy americana, media hora antes del plazo fijado llega a la prisión la orden de concesión del aplazamiento solicitado por el abogado Cullen Post. Las nuevas pruebas aportadas por Cullen y los análisis de ADN que éstos realizan de un vello púbico hallado en la escena del crimen comparándolo con el ADN del principal sospechoso para ellos, Mark Carter, última persona que estuvo con la chica violada y asesinada, hacen que una nueva juez se interese por el caso, algo que molesta especialmente al fiscal del caso Chad Falwright

Todos los ingredientes propios del best seller que ya he señalado en reseñas de otras novelas de John Grisham, especialmente en la que dediqué a dos de ellas, las tituladas "El soborno" y "El último testigo" [acceder a la lectura de esta reseña haciendo clic aquí], pueden encontrarse en "Los Guardianes"
  • Extensa y variopinta galería de personajes: A los ya señalados hasta aquí me gustaría añadir el de Tyler Townsead, el joven abogado de oficio que le tocó a Quincy Miller en su primer juicio. Tyler creyó en su inocencia y luchó por ello con sabiduría y buen hacer pero todo el sistema jurídico-policial estaba contra él. Todo y algo más que no desvelaré y que hizo que tras este primer contacto con el mundo de la abogacía se dedicase a la construcción de centros comerciales. En mi opinión, en él se refleja el mismísimo Grisham que también tras unos años en el ejercicio de la profesión de letrado la abandonaría y se dedicaría por completo a la escritura.
  • Funcionamiento de la sociedad americana real a través del mundo jurídico en el que la historia se realiza:
    • Segregación racial: Quincy Miller, americano de color, es condenado por un  jurado compuesto por blancos y un solo hombre negro. Sólo por ser negros tanto él como Duke Russell son, de mano, sospechosos.
    • Sociedad consumista: No se deja a un lado el capitalismo de la sociedad americana en que todo esto está sucediendo. Así al bufete de abogados que se interesa por el futuro segundo juicio de compensación a Quincy Miller por los años pasados en prisión, le mueve no un interés altruista como a los Guardianes sino exclusivamente el monetario dados los muchos cientos de miles de dólares que el Estado deberá dar a Miller por la injusticia cometida con él. Y ellos, el bufete, se llevará un saneado porcentaje de los mismos.
    • Fraude frecuente: Es el asunto capital que se expone. Fraude en las pruebas, fraude en los testimonios, fraude en todo.
    • Realidad humana de los funcionarios: Especialmente se fijan en los funcionarios de prisiones que deben enfrentarse a una jungla de delincuentes por un sueldo misérrimo de sólo 12 dólares a la hora, lo que hará que muchos se sientan tentados por los dineros que los 'malos' les ofrecen.
Y Grisham en esta novela, al igual que en las anteriores, tira de manual en lo referente al thriller policial clásico: 
  • Corrupción policial
  • Afición por los automóviles. Poca en esta ocasión pues el protagonista tira de un mediocre SUV de la marca Ford. 
  • Pistolería clásica: el viejo Frankie se hace con una Glock de 9 milímetros por lo que pudiera pasar.
  • Alcoholismo: el viejo abogado Glenn Colacurci al tiempo que aconseja a su discípulo Cullen Post bebe y bebe sin descanso. También alguna vez Post hace lo proio.
  • Poco dormir: Es una constante en este tipo de novelas. Estos chicos investigadores duermen poco y están como una rosa.
  • Mucho tabaco en alguno de los convictos: Parece ser que el antitabco ya se ha impuesto en todos los ámbitos, también en el de la novela policial. Sólo fuman los malos o los muy maltratados por la existencia.
  • Algo de sexo y cierto machismo Así el exonerado Quincy Miller al ser preguntado por lo que desea hacer cuando consiga la libertad dice: "Quiero unas costillas, una cerveza y una mujer". O sea quiere tres 'cosas'.
  • Y todo narrado en primera persona por el personaje protagonista, el propio abogado investigador Cullen Post.
Finalizo la reseña con unas cuantas citas textuales que me parecen reveladoras de lo que trata el relato y también del tono que el mismo tiene:

CITAS: 
    • Tengo una buena vida, una mujer guapa y tres hijos adolescentes. No quiero saber nada de esto después de hoy. Buena suerte, pero no quiero volver a verlo. (Tyler Townsead a Cullen Post en cap. 23)
    • Mi abogada adjunta es Susan Ashley Gross, la guerrera del Proyecto Inocencia del Centro de Florida. Susan Ashley estaba conmigo hace siete años, cuando sacamos a Larry Dale Kline de la cárcel de Miami.(cap. 28)
    • Elegimos nuestros casos con sumo cuidado, y una vez que nos comprometemos, investigamos y litigamos con diligencia. Nuestro objetivo es descubrir la verdad y exonerar a nuestros clientes, algo que hemos hecho ya nueve veces en los últimos doce años. (cap. 30)
    • Nolton sonríe y el caso le gusta todavía más. Una banda de narcotraficantes, un cártel mexicano, un sheriff corrupto, el asesinato de un abogado en su escritorio, una condena injusta y ahora un intento de asesinato por encargo a fin de impedir la exoneración. No tienes un caso así todos los días (cap. 33)
John Grisham,Los Guardianes, Nieves Calvino Gutiérrez (traductora)

Como sucede con todas o, al menos, la mayoría de sus novelas, "Los guardianes" de John Grisham es una grata lectura que sirve para llenar de manera entretenida esas horas muertas en que buscamos algo ligero.
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Si quieres conocer la biografía de John Grisham pásate por la reseña que hice de su novela "Un abogado rebelde" donde, además de comentar la novela, hablo de ella.

Otras obras del autor reseñadas en este blog:




34 comentarios:

  1. Hola Juan Carlos, la verdad es que hace un montón de tiempo que no leo nada de Grisham, tuve una etapa en que leí todo lo que había publicado y creo que quede empacado. Esta novela la he visto en varios blogs y la verdad es que no descarto leerla en algún momento porque las historias de Grisham suelen ser muy entretenidas. Estupenda reseña. Un abrazo.

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    1. Quise decir empachada, que es corrector del móvil ha hecho de las suyas.

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    2. Estoy contigo en que tras un empacho de lo que sea lo conveniente es descansar de ello. Yo vuelvo a Grisham cuando quiero cosas ligeras y olvidar lecturas más sesudas. Como me entretiene tanto, me encanta de vez en cuando volver a él porque, como digo en la entrada, Grisham nunca defrauda.
      Un beso

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  2. ¡Hola! Tengo en mente haber leído en el pasado más de una novela de Grisham, porque hubo un tiempo e n el que me sentía muy atraída por todo el tema de jueces, juicios, fiscales, abogados (vamos, lo que viene siendo los thriller jurídicos, como este). Pero de un tiempo a esta parte, si te soy sincera, no me atraen lo suficiente, creo que se me harían un poco áridos (¿o no?) y me atraen mas en pelis o series, ahí sí que no le hago ascos
    Me alegra que lo hayas disfrutado, porque independientemente de si nos guste más o menos el tema, Grisham es de los buenos y siempre lo será
    Un beso!

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    1. Hola, Marian:
      Los thrillers legales o jurídicos cuando lees pocos sí que se te hacen algo áridos, pero cuando ya llevas una serie de ellos entre pecho y espalda y ya estás familiarizado con el vocabulario y los procedimientos legales empiezan a gustarte y valoras la pericia del protagonista (abogado, juez, investigador, fiscal...) por la manera de manejar los plazos, las pruebas, los interrogatorios, etc.
      Muchísimas novelas de Grisham conocen versión cinematográfica. Las pelis de asuntos legales también me gustan.
      Besos

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  3. Mira por dónde, me la regalaron estas navidades y la tengo en lista de espera. He leído unas cuantas novelas de John Grisham y todas me han gustado, aunque incida en algunos estereotipos de la sociedad norteamericana, pero supongo que es lo que hay y describe fielmente el ambiente en el que se desenvuelven sus personajes.
    Me alegro que le hayas dedicado una reseña a Los guardianes, así voy más preparado, je,je.
    Un abrazo.

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    1. Seguro que te gustará, Josep. Yo sólo le pondría una pega: ¿Cómo puede ser el protagonista tan puro, tan íntegro, que no acepta ni un dólar de agradecimiento de aquellos a quienes logra sacar de la cárcel? Es lo que me resulta menos verosímil; quizás por ello, Grisham al abogado protagonista le da también la condición de sacerdote episcopaliano, para intentar ganar en verosimilitud. Ya me dirás cuando la leas si coincides conmigo en esto.
      Cuidate mucho, Josep, incluso -y no es broma- en el Colegio Electoral (un poco de broma sí que es, pero poco)
      Un fuerte abrazo, amigo

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  4. La verdad es que lo poco que he leído de Grisham ("Testamento" y "La confesión") me ha resultado entretenido, pero sus novelas son muy largas y prefiero leer otras cosas, aunque te diré que con esta me has tentado mucho. Igual le doy una oportunidad al best seller.
    Un beso.

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    1. Esta tiene poco más de 400 páginas que se leen a una velocidad de vértigo- En este sentido me ha parecido más ligerita que otras suyas.
      A mí estos best sellers de Grisham me gustan mucho más que los de Dan Brown que, creo, gozan de más adeptos. No sé me resultan más entretenidos y más verosímiles. Los best sellers que suceden en perídodos históricos del pasado, sobre todo los más remotos, no me suelen agradar mucho porque en mi opinión aplican la mentalidad de hoy en los juicios y movimentos d elos personajes sean del siglo II o del XVI. Y eso no me gusta.
      Un beso

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    2. Bueno, a Dan Brown lo jubilé de mi vida con el "Código Da Vinci" y nunca más volví sobre él. Estoy de acuerdo en que Grisham no tiene nada que ver.

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  5. Mira que me gusta en el cine un buen thriller legal o jurídico, pero pocas novelas de este género he leído y de este autor ninguna. Creo que ya es hora de ponerle remedio, que me has dejado con ganas.
    Besotes!!!

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    1. Te voy a contar mi experiencia: A mí la primera o/y segunda novela que leí de él me parecieron algo densas y liosas por eso de no conocer el sistema judicial americano, pero las siguientes ya me agradaron mucho más pues ya estaba sobre aviso respecto de lo que me encontraría. A ver cuál es tu experiencia, Margari
      Un beso

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  6. Hola, Juan Carlos. Me regalaron el libro pero todavía no lo he leído. La verdad que tu reseña me ha animado a leerlo, mil gracias.

    Besos y felices lecturas.

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    1. Ya he visto que fue un libro que se regaló bastante estas pasadas Navidades. Espero que te entretenga.
      Un beso

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  7. Hola. Me pasó con este autor algo que hace tiempo era frecuente. Leía una novela, en este caso fue La tapadera, me gustaba mucho y empezaba a leer todo lo que podía del autor hasta que me empachaba y claro, cuando haces eso, todas te acaban pareciendo iguales, contando lo mismo y llegando al mismo sitio. Ahora tengo más control y no me saturo aunque con Grishan ya llego tarde y me da pereza esto del thriller judicial.
    Besos

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    1. Te entiendo perfectamente, Norah. Yo también procuro dosificarme con los escritores, sus trilogías, sus series, etc. Lo que cuentas me ha pasado con Perez Gellida de quien en poco tiempo leí seis o siete novelas, de manera que quedé harto de su novelísitica; ahora llevo uno o dos años que ni lo toco, pero he de volver a él porque reconozco que es bueno.
      Un beso

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  8. No es lo que más me apetece leer en estos momentos, Juan Carlos. Y eso que estoy segura de que me procuraría unas buenas horas de lectura. Leí al autor hace muchísimos años. Recuerdo que me gustó mucho Tiempo de matar. Es un autor, como bien señalas, para conocer los entresijos del sistema judicial estadounidense, pero también para conocer los claroscuros de esa sociedad.
    Besos

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    1. Si por algo gusta y me gusta la novela negra, el thriller, la novela policíaca o la detectivesca es precisamente por esa muestra que realiza de los claroscuros de la sociedad en la que el suceso se produce. En el caso de Grisham a eso llega el autor a través del análisis de lo jurídico que emana, claro, de la propiedad sociedad.
      Un beso

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  9. He leído dos o tres libros de este autor y solo recuerdo de ellos que me entretuvieron bastante. En una de ellas, no recuerdo cuál, me pareció notar cierto maniqueísmo a la hora de afrontar el tema de los juicios y los delincuentes, pero como no retuve los detalles tampoco puedo ser demasiado taxativa.
    Creo que esta novela podría ser ideal para esos huecos que citas en que solo buscas entretenimiento sin más complicaciones.
    El tema de que salgan demasiados personajes no sé yo si me liará algo, pero me la apunto de todas formas.
    Un besote.

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    1. Verdaderamente es una novela típica de John Grisham. Tienes razón al decir que de los libros suyos que leíste sólo recuerdas que te entretuvieron bastanta. La verdad es que la literatura -al menos un tipo de literatura como ésta- también tiene esa función, la de entretener. Leer nunca debe ser entendido como castigo, pesado trabajo o cosa por el estilo. Entretenerse leyendo, viendo cine, oyendo música, incluso trabajando; si luego, además, la literatura es buena, el cine meritorio, la música excelente y el trabajo importante, pues para que quieres más. Pero ya vale mucho sólo con lo primero, ¿no te parece?
      Besazo

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  10. Mira que me gusta el género, me pones un thriller legal en las manos y no puedo parar de leer, de hecho el autor hace unos años era para mí de obligada lectura, pero de un tiempo a esta aparte lo tengo un tanto abandonado. Tengo que retomar.
    Besos.

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  11. Me gusta el género pero hace tiempo pillé un empacho de novelas de este autor y acabé obviando sus nuevas publicaciones. Este título que nos traes hoy lo ha leído mi costillo porque él si que continúa siendo fiel a Grisham y lo ha disfrutado. Ahora le hemos llevado el libro a mi suegro y está de lleno con él, espero que lo disfrute tanto como su hijo, jeje
    Besos, amigo

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  12. A Manuela y Marina Córdoba en respuesta conjunta:
    Es cierto que a veces nos damos atracón de un autor y luego quedamos hastiados de él. A mí me sucede no sólo con autores, me ocurre o ha ocurrido también con temas; por ejemplo tanta ficción leí ambientada en la Guerra Civil que quedé vacunado de GC para una larga temporada. Pero pasado el tiempo me ha ocurrido como a Manuela que volví a leer novelas de ese asunto y me han seguido agradando. Así que, Manuela, si vuelves a Grisham, seguro que lo volverás a disfrutar; y a ti, Marina, que si tu 'costillo' y tu suegro disfrutan con Grisham tendrás que revisitarlo para poder estar a la altura, ¿no? (ja, ja...)
    Un beso a ambas

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  13. Es un autor que lo empiezo con ganas pero me lio con esos thriller judiciales, en fin...siempre lo miro y a veces me atrevo algunas paginas porque enganche no le falta.
    Me encantan tus contestaciones que con infinita paciencia y sapiencia das a cada lector, estoy viendo que en muchos blog no se los responden y no sabes si te han leido.
    Gracias, un abrazo.

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    1. Sí que es un poco lioso por eso de los procedimientos legales, pero como digo en la reseña a la tercera novela que lees de Grisham ya te haces con lo esencial del funcionamiento de la Justicia en USA y disfrutas mucho más de sus novelas.
      Eres muy amable en el comentario que haces sobre las respuestas que doy a quienes me comentan. Creo que es agradable saber que te han leído y además a veces surgen diálogos muy entretenidos entre los comentaristas. Pero eso sucede rara vez.
      Muchas gracias a ti por pasarte por el blog.
      Besos

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  14. He leído un par de este autor, las primeras que se publicaron en castellano y aunque me resultaron entretenidas me cansé y llevo años sin animarme con un nuevo libro suyo.
    Un beso

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    1. Te entiendo perfectamente. Yo creo que este último título aparecido en España te podría agradar.
      Besos

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  15. Hola Juan Carlos. No sabes la de tiempo que no leo nada del autor. Yo creo que me quedé en EL CLIENTE, primera novela que compré cuando me apunté a Círculo de lectores. Ya ha llovido desde entonces. Esta novela me apetece. Tiene todos los ingredientes que busco en una novela de género. Así que la intención está ahí, pero no sé si podré leerlo. Besos

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    1. ¡Ay, las intenciones fallidas! Es imposible leer todo aquello que nos apetece, pero es evidente que el tiempo es lo que es y que un día sólo tiene 24 horas, ¡ya nos gustaría!, ¿no te parece?
      Un beso, Marisa

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  16. Hola.
    Leo a Grisham desde hace muchísimos años, y me encanta. El primer libro que leí fue "El informe pelícano"(me gusta mucho su adaptación al cine) y ya no pude parar, creo que he leído la mayoría de sus obras. Este aún no lo he leído, lo tengo a la espera porque los Reyes y Papá Noel han sido generosos y tengo lectura acumulada.
    Me gusta mucho la reseña, y me apetece volver ya a perderme entre términos legales, porque como bien dices, gracias a él hemos aprendido mucho del sistema judicial norteamericano.
    Muy feliz jueves.

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    1. Hola, Marigem:
      Es curioso cómo en realidad sabemos más cosas de los USA que de nosotros mismos. Lo digo porque ahora mismo que tengo una avería doméstica mi seguro me dice que no se hace cargo del problema porque según bla bla bla ese siniestro no está cubierto por bla bla bla... Y yo sin saberlo. Ya te digo sé más de recursos judiciales, exoneraciones, jueces corruptos, sheriffs, etc. que de lo de por aquí. En fin, es así.
      Grisham es para mí, y veo que también para ti, entretenimiento del bueno. Te puedo asegurar que con "Los guardianes" vas a disfrutar, ya verás.
      Un beso

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  17. Buen día Juan Carlos.

    Yo creo que al igual que Stephen King este autor escribe en modo cine. Quizás en algún momento veamos este libro reseñado en una pantalla de cine. Tiene todos esos elementos turbios que tanto nos gustan del cine americano. Desde luego la disección qué has hecho de la novela ha sido muy didáctica y casi podría servir como un memorándum de la manera de escribir del autor.

    Por otro lado, me sigue asombrando el sistema judicial estadounidense. No sé si recordarás o has visto la película de Scorsese El lobo de Wall street. La secuencia final es puro reflejo de un sistema tan corrupto. Una secuencia de cierre que vale por 1000 películas.

    Un fuerte abrazo y gracias como siempre por estas reseñas tan ejemplares.

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    1. Uff, claro que recuerdo esa escena final de "El lobo de Wall Street" en la que Leonardo DiCaprio consigue una condena suavizada por haber delatado a todos los que trabajaron con él y para él. Luego del tiempo escaso que pasó en prisión es ídolo de multitudes por su éxito en el negocio de vender lo que sea. Es magistral y terrible para el sistema judicial USA y los valores morales de la sociedad en general.
      Es cierto que Grisham escribe en modo cine, la prueba está en que muchos de sus títulos están en celuloide y con gran éxito.
      Un abrazo, Miguel

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  18. Ahora que te leo, no me he estrenado aún con Grisham. Mi hermana tiene en casa un montón de novelas suyas, porque en Canadá se compraba ediciones de bolsillo muy baratas que leía en el transporte público; pero lenguaje jurídico y además en inglés, creo que es demasiado para mí, así que ahí las tengo todas disponibles pero nunca me he puesto a ello. Tendré que hacerlo un día de estos, pero en español, jajajajaja.

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