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13 jun 2021

Julián Ibáñez: "Sindy, la colegiala". Genuino representante del hard boiled español

«Baja la correa y apunta a la chica con el dedo.
—¡Eres mi mujer, tú! ¡Y hago contigo lo que me da la gana! ¡Te voy a moler a palos! ¡Porque quiero! ¡Porque yo quiero! ¡Vas a aprender, tú!»
(pág. 64)

La miel y el cuchillo, Serie Bellón, Julián Ibáñez García
Hay ocasiones en que se me acumulan lecturas de las que no he realizado reseña. Ese ha sido el caso en esta ocasión. El motivo creo que ha venido dado por mi deseo de avanzar con rapidez en el "Reto Autores de la A a la Z". Es un reto divertido que consiste en completar el abecedario con las iniciales por las que son conocidos los escritores. El problema aparece cuando hay una inicial difícil de cumplimentar porque autores con esa inicial o no están en mis planes de lectura o simplemente no conozco ninguno con ese nombre y me veo obligado a tirar de catálogo y escoger más o menos al azar alguno de ellos.  Es lo que en esta ocasión me ha ocurrido con Julián Ibáñez, autor que conocía sólo de nombre [en la lejana fecha de abril de 2014 citaba su nombre en una entrada que se puede leer aquí], pero del que nada suyo había leído. La I inicial de su apellido me venía al dedillo; así que cuando vi su nombre en una lista de españoles de noir me pareció una buena opción, como así ha sido en efecto.


Julián Ibáñez: "Sindy la colegiala" (#Bellón 2)

El escritor
Nació en Santander en 1940. Estudió interno en el Seminario de jesuitas de Carrión de los Condes. Que un niño estudiase en un Seminario religioso no era inhabitual en la España franquista. Los hijos de labradores y, como en el caso, de Julián, de perdedores como sus padres de la reciente guerra civil que se las veían canutas para poder dar de comer a sus hijos al haber sido apartados de los puestos que ocupaban durante la República. Los padres de Julián Ibáñez eran maestros republicanos y el franquismo laminó a ese gremio, y entregó la enseñanza a las congregaciones religiosas. Pese a esta formación en el seno de los jesuitas, el autor de "Sindy la colegiala" siempre se ha confesado ateo.

Su formación universitaria lo fue en el campo de las Ciencias en la Universidad de Valladolid. Ya en Madrid se formó en la Escuela de Cine en escritura de guiones cinematográficos.
Antes de asentarse en la capital de España trabajando profesionalmente en la industria del Cine como meritorio, ayudante de dirección, y escribiendo guiones, dice de sí mismo cuando es preguntado que se pasó 12 años viajando y viviendo por Europa, ocupado en los más diversos oficios: de vendimiador en Francia, trabajando con visones en Suecia, recolector de patatas en Inglaterra, friegaplatos, etc... 

Empezó a escribir novela negra a partir de 1980. Se engloba dentro de la generación de autores que renovaron el género en España a la muerte de Franco. Sería, pues, compañero de Manuel Vázquez Montalbán, Francisco González Ledesma, Juan Madrid o Andreu Martín


Sinopsis de la novela (proporcionada por la propia editorial)
Bellón está atrapado. Una misteriosa mujer de aspecto aniñado tiene una información que puede condenarle a dormir sobre jergón una larga temporada. Nadie pronuncia la palabra chantaje cuando la mujer niña se limita a hacerle un encargo aparentemente sencillo: que entregue un abultado sobre a una camarera de El Elefante Blanco... Bellón quiere conocer el contenido del sobre. Lo abre y se encuentra. con la Bomba Atómica.
Cuando Bellón está a punto de ser atrapado, la mujer niña le abre la puerta por donde puede escapar. Pero mejor la hubiera dejado cerrada...

Dos sensaciones he tenido según leía esta novela de Julián Ibáñez. La primera, que es deudora del policíaco español de los cincuenta y sesenta del siglo pasado que con tanto éxito de público se difundía en kioskos en esas ediciones características de bolsillo de la editorial Bruguera; la segunda, que en ella es patente el realismo sucio de un Raymond Carver y la denuncia social de por ejemplo Chester Himes, perfectamente combinados con las características de la genuina novela negra norteamericana tipo Raymond Chandler y/o Dashiell Hammett. La novela negra clásica norteamericana tuvo enorme difusión en España a partir de los años 40 con versiones cinematográficas de sus novelas a través de películas como "El sueño eterno" de Howard Hanks.
 
Es una novela cuyo protagonista es claramente un antihéroe. Se trata de un delincuente, de un marginado, de un matasiete, que igual actúa de sicario que chulea mujeres. Nada más comenzar el relato lo vemos acabando de realizar un encargo con resultado de muerte que le habían hecho; a continuación actúa de viajante trasladando mujeres angoleñas desde Portugal hasta Madrid donde las deposita en una pensión para después llevarlas al puticlub El elefante blanco en el que a partir de la noche trabajarán de camareras y de lo que se tercie. Estas mujeres a veces -casi siempre, la verdad sea dicha- son objeto de subasta entre los proxenetas de la zona. Él mismo se encapricha de una que le pide que la compre y ahí, al carecer de suficiente dinero con que pagar, comienzan buena parte de sus problemas. Sea como fuere el caso es que este ser marginal va saliendo con suerte de los aprietos en que se va encontrando.

Una novela de suspense como ésta no admite contar mucho de ella a no ser que se quiera destrozarla y estropear el placer de leerla por uno mismo. Yo no lo haré, por supuesto. Sólo diré que en el relato se hace realidad el dicho bíblico ''No hagas a otro lo que no quieras que te suceda a ti''. Bellón, trapacero y maestro de la doblez y el engaño, sufrirá en sus propias carnes aquello mismo que él, con arte, practica. El sexo que Irene, la bella mujer con aspecto aniñado, le ofrece más el dinero con que lo engatusa harán que su mente no muy clara de habitual dada su adicción a las cervezas de alta graduación y la necesidad que siempre tiene de dinero para quemarlo en las máquinas tragaperras o en el giley (juego antiguo de naipes) en el que de habitual se juega los cuartos este hombre, serán los elementos dinamizadores de la trama.

Erotismo en la novela negra, hard boiled, realismo sucio
"Sindy la colegiala"
de Julián Ibáñez es la primera novela que leo de la serie Bellón escrita por este escritor santanderino de 81 años. Es un genuino representante del hard boiled español. De éste mi primer contacto con él he salido reconciliado con el género, que emerge de su pluma con todas las características del mismo: corrupción policial, bajos fondos de la sociedad, garitos, bares de carretera, puticlubs, pensiones donde no se pregunta, prostitución de calle, chaperos, tráfico de mujeres, sexo, alcohol, juego, erotismo.... Quizás sea el erotismo característica importante en la novela; un erotismo callejero y de clubes de alterne, barriobajero, de menores, hetero y homosexual. Es este erotismo movilizador esencial de los comportamientos de los personajes, en especial del de Florín Bellón.

La novela se lee muy bien y rápido. A veces da la sensación de estar escrita también de manera muy rápida. Es seguro que leeré alguna más de la serie o al menos del autor para ratificarme o no en esta impresión inicial. Es una clara muestra de la evolución experimentada por esas novelas de kiosko de los años 40 y 50 escritas por españoles que firmaban Edward Goodman o Eddy Thorny (Eduardo de Guzmán), Mark Halloran (Jordi Gubern), Peter Debry (Pedro Debrigode), P. Duke (Fidel Prado Duque), Siver Kane (Francisco González Ledesma) o Lou Carrigan (Antonio Vera) por eso de que entre nosotros lo foráneo siempre ha gozado de más prestigio que lo nacional. Al menos así fue hasta los años 70 en que parece que los escritores se quitaron esa pesada carga, ese complejo de inferioridad, que les oprimía. Lo definitivo, al decir de Manuel Blanco Chivite, fue que estos escritores «prácticamente, no descubrieron a los grandes del género hasta después de la muerte de Franco, cuando las traducciones nos [los] volvieron a traer». Se refería Blanco Chivite, naturalmente, a Chandler y Hammett.

La novela se publicó en 2003 con el título de La miel y el cuchillo aunque la edición que yo he manejado -la edición de kindle- aparece con el de Sindy, la colegiala, quizás por, en opinión del editor, tener mayor tirón que el otro. Es la segunda o tercera que tiene por protagonista a Florín Bellón. La serie se compone por ahora de los siguientes títulos: Entre trago y trago (2001); La miel y el cuchillo (2003); El soplón (2000); El viejo muere, la niña vive (2014); Todas las mujeres son peligrosas (2015); Gatas Salvajes (2015); Canino (2016); El matón al que engañaban las mujeres (2017); La catequista (2018); Violentamente pelirroja (2018); Yo fui mercader de mujeres (2019); y La noche se llenó de sirenas (2020).
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14 comentarios:

  1. Me suena muchísimo Florín Bellón. Se ve que he leído algo al respecto y no sé dónde. Tomo nota de esta serie porque además, siendo cántabro el autor, estoy casi obligada, je, je. Aunque creo que empezaré por la primera de la serie.
    Yo estoy rellenando los autores de la A a la Z casi sin darme cuenta. Ahora me van quedando las difíciles y habrá que buscar más. La I ya la tengo con Paula Izquierdo.
    Un beso.

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    1. Con "La falta" de Paula Izquierdo, ¿no? Yo la utilicé el año pasado para esa letra. y me gustó, vaya si me gustó.
      Esta novela de este cántabro naturalmente que la tienes que leer. Esta en concreto sucede toda ella en Madrid. Creo que te gustará porque este Florín Bellón es un hijo de su madre de mucho cuidado. Bueno, es una lectura entretenida que se hace en nadita.
      Un beso

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    2. Sí, con La falta, que leí gracias a tu recomendación. Ya tengo en lista Entre trago y trago, la primera de la serie de Florín Bellón.

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  2. Hombre, yo la verdad es que no reseño todo lo que leo (o al menos leía porque ahora estoy un poco de parón) creo que nos resultaría imposible poder subir todo lo que pasa por nuestras manos y ojos Juan Carlos. Pero si, lo intentamos.
    Pues por el título no me he sentido muy atraída, la verdad es que venía muy segura que era un libro que no era para mí pero tras leerte, ya no estoy tan segura, creo que podría animarme.

    Besos 💋💋💋

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    1. Ja, ja, ja..., Yolanda, me encanta doblegar expectativas. Se lee muy bien, chica. No vas a tardar en leerla nada de nada. ´Me gustará leer tu opinión.
      Un beso

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  3. ¡Hola!
    pues fíjate que a mí me gusta más el título inicial, me da mucha rabia los cambios de títulos (también en las películas)
    Yo sí suelo reseñar todo lo que leo, al menos todo lo que he disfrutado mucho, aunque sí es verdad que a veces me pasa que acabo una novela que aunque no la abandoné, no me ha llegado a emocionar y esas a veces no las reseño, porque no me entran tantas ganas de hablar de ella. Y últimamente para no dejarme ninguna en el tintero, pues tiro de las reseñas 2x1, ya sabes. Aunque también es cierto que creo que yo leo bastante menos que por ejemplo tú y otros blogueros, me disperso mucho con otros hobbies como ver pelis y series que me quitan también mucho tiempo.
    Respecto al libro, que me enrollo..., pues decirte que no conocía el término "hard boiled", me parece que acumula todo lo que me suele atraer para mis lecturas. Conozco al autor, no porque lo haya leído, sino por haber visto alguno de sus libros pululando por la biblio y me dejas con curiosidad
    Genial tu reseña, Juan Carlos
    Un beso

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    1. Hola, Marian:
      Yo procuro reseñar todo o casi todo que leo. No siempre lo hago porque, como bien dices, a veces nada más finalizar una me pongo con otra y así la anterior se me enfría en mi memoria. Por eso echo mano de mis "A pares" que son como tus 2x1. Esta de Julián Ibáñez iba a ir en un "A pares" pero luego según iba hablando de ella me pareció que bien merecía una para ella sola y así poder hablar un poquito más del autor, de la serie Bellón, del hard boiled, etc.
      Siempre que hablas de tu trabajo de bibliotecaria se me hace la boca agua. Qué gozada trabajar entre libros, en silencio, en un ambiente de trabajo, qué bien se debe de leer en los momentos en que los lectores no requieran tus servicios...
      Que tengas una buena semana, Marian.
      Besos

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  4. Pues no me sonaba de nada este autor, así que gracias por el descubrimiento. A ver si encuentro el primero de la serie, que me gusta empezar en orden.
    Besotes!!!

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    1. Retos como el de "Autores de la A a la Z" tienen estas cosas, que provocan descubrimientos más que interesantes.
      Un besazo

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  5. Hola.
    Ha sido nombrar a Montalbán y Juan Madrid y me han entrado ganas de leerla, sé que me gustará y necesito conocer a Florín Bellón.
    Y te doy la razón, lo foráneo en general nos llama más, por eso entiendo ese cambio de nombres en los autores de las novelas de kiosco.
    Muy feliz semana y gracias por la reseña.
    Mil gracias por la reseña.

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    1. Si te gustan Madrid y Montalbán, creo que Ibáñez también lo hará. Es un autor que se lee fácil y entretiene mucho.
      Besos

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  6. No conocía a este autor pero si escribe novela negra me lo apunto para futura lectura.
    Me pasa como a ti, Juan Carlos, se me acumulan las lecturas.
    Un placer siempre pasar por tu casa a leerte.

    Un abrazo enorme.

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  7. Pues el único Ibáñez que me sonaba era el de los tebeos, pero me gusta la novela negra así que me apunto a este autor. Qué te voy a contar de las lecturas de las que no hago reseña; lo raro es que finalmente la haga...

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