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18 jul 2020

Rafael Soler: "El grito"

"Doña Consuelo Gómez Nájera, conocida por su afición a cualquier tipo de lectura y, en especial, su debilidad por las aventuras de Tarzán, propuso un brindis por los jóvenes esposos, deseándoles que juntos alcancen la sabiduría de Sheeta, la pantera, el valor de Numa, el león, y la probada paciencia de Tantor, el elefante" ('El grito', cap. 1º, pág. 44)

La novela lleva como fecha de finalización el mes de noviembre de 1978. La firma un Rafael Soler que por entonces sólo tenía 31 años. Era su primera aparición dentro del mundo formal o más serio de la literatura, y fue todo un éxito pues se alzó con el Premio Primera Bienal Ámbito Literario (novela) de ese mismo año 1978. Las reseñas que aparecieron por entonces sobre ella encomiaban la dificultad de la escritura, su novedad, y la aparición sin duda alguna de un valor seguro dentro del panorama literario español. 

Rafael Soler. Biografía literaria
Hablar a toro pasado es muy fácil, pero sí que veo necesario hacer en este momento un breve recorrido por la biografía literaria de Rafael. Su fulgurante aparición se dio con esta novela publicada en 1979; el año siguiente, 1980, vieron la luz un libro de poemas, "Los sitios interiores", y una colección de relatos titulada "Cuentos de ahora mismo". Hasta 1985, año en que el escritor se sumió en el silencio literario,  tres novelas más aparecerán: "El mirador" y "El corazón del lobo" en 1981, "El sueño de Torba" en 1983 y "Barranco" en 1985. Estas dos últimas serían publicadas por la prestigiosa editorial Cátedra lo que da idea de la relevancia que en ese momento había alcanzado Rafael Soler.

Hasta 2009 no volveremos a tener noticia literaria del autor valenciano. La noticia vendrá de mano de la poesía  y es que como Teo, el protagonista de su primera novela, Rafael Soler se considera y se siente sobre todo poeta. En diez años siete títulos aparecen: “Maneras de volver” (2009), “Las cartas que debía” (2011), “La vida en un puño”[Antología] (2012),“Pie de página” [Antología] (2012), “Ácido almíbar” (2014), “No eres nadie hasta que te disparan” (2016) y “Leer después de quemar” (2019). Es evidente, como se ve, que durante estos veintipico años de silencio público el escritor no dejó de producir obra.

Últimamente el poeta ha retomado su faceta de narrador y ha dado a la luz dos novelas que son todo un éxito: "El último gin-tónic" y "Necesito una isla grande". He disfrutado de la lectura de ambas y he dejado testimonio de ello en sendas reseñas publicadas en la Revista MoonMagazine, una, y en este blog, la otra. [pinchando en los títulos se accede a las reseñas]

"El grito"
Novela experimental, Rafael Soler, Novelas de la transición
La novela llegó a mis manos por gentileza del autor quien desinteresadamente se prestó a colaborar en la celebración del 10º aniversario de mi blog ofreciéndome varios libros. Uno de ellos fue "El grito". La novelita de apenas 150 páginas llamó muchísimo mi atención; tanto que decidí dejarla para mí a fin de conocer cómo fue la irrupción en la Literatura del joven Rafael. Antes de hablar de ella diré que el autor me habló de la existencia de un proyecto editorial para publicar "El grito" junto a "El corazón del lobo" en un volumen titulado "Dos novelas de la transición". Espero y deseo que así sea, pues ambas novelas lo merecen.

Mi comentario
Poco se puede añadir a la inmejorable introducción realizada por Raúl Nieto de la Torre en la edición de la novela que en 2014 publicó la editorial paraguaya Servilibro que yo he manejado. Para entender bien el relato de Rafael Soler es muy conveniente demorarse leyendo, antes o después de haberlo hecho con "El grito", lo que el poeta que es Nieto de la Torre dice de la misma. Yo por mi parte intentaré sólo en esta reseña, aunque venga a apartarme un tanto de la ortodoxia crítica, dar mi opinión libérrima.

No es lo mismo leer este relato cuando yo lo he hecho, o sea, tras haber leído las dos últimas novelas de Rafael que, ¡es seguro!, haberlo hecho en 1979, el momento de su aparición. El microcosmos personal y el macrocosmos contextual de ayer y de hoy no se parecen ni por asomo. En 1978 cuando se firma la novela acababa de aprobarse en España la Constitución que mal que bien nos ha hecho llegar hasta hoy sin peleas cruentas excesivas; hoy está en proceso la adaptación (hay quienes la dicen 'demolición') de ese texto que es visto por algunos como demodé. Igual que en lo socio-político, en lo literario veníamos los españoles buscando desde 1975 una literatura que recuperara la narratividad en un afán por reconquistar lectores perdidos durante años de experimentalismo excesivo. El propósito desembocará en una literatura de compromiso entre la innovación y la tradición. Los recursos formales utilizados por los escritores hispanoamericanos del realismo mágico, la hibridación entre géneros (poesía, novela, teatro, periodismo, cine...), la consolidación definitiva de los procedimientos faulknerianos, la mezcla realidad - irrealidad, etc., no ahogarán ahora la historia relatada que siempre quedará a flote embellecida gracias a estas novedosas técnicas narrativas. Hoy, estas innovaciones no sorprenden a los lectores y los autores las incorporan de manera natural a sus producciones. En el caso de Rafael Soler sus dos últimas novelas dan buena muestra de ello. Pero no sólo las novelas también sus poemarios -en especial los dos últimos- evidencian que en él, por ejemplo, la hibridación de géneros es habitual y casi casi marca de la casa. 

Si comparo estas tres novelas -la primera con las dos últimas- veo que "El grito" es un compendio de innovaciones de todo tipo:
  • la cultura pop impregna todo el relato: el cómic y el Cine aparecen en ese grito del mono-hombre (Teo en la novela) que infantilizado querría salvar a su Jane ignorando que Jane (Carmen en la novela) tiene personalidad propia y decide por sí misma.
  • un deje humorístico, mejor sarcástico, que permite sobrevivir a Teo en el inframundo al que le ha precipitado su fracaso de pareja, su paternidad quebrada y su profesión que detesta.
  • la reflexión sobre el propio quehacer literarioTeodoro Lucas tiene en perspectiva un proyecto novelístico ('la novela ésa del grito de Tarzán') que le permita abandonar su profesión, es una novela que poco a poco vamos intuyendo que es la que tenemos en nuestras manos con lo que también nosotros sus lectores estamos en cierta manera dentro de ella.
  • Confluencia de niveles de realidad, irrealidad e hiperrealidad en que los personajes se mueven, aparecen y/o desaparecen: el hijo David dirigiéndose a sus padres en primera persona, la negación de la realidad que realiza la madre de Teo respecto al suicidio del padre, la ensoñación de Teo respecto a la realidad querida para él y Carmen, etc.
  • Juego de identidades o realidades en la mezcolanza o indistinción autor - personaje: ¿Quién se siente poeta por encima de cualquier cosa: Teo o Rafael Soler?, ¿Quién considera como óptima salida para su afición literaria escribir una novela que desde hace tiempo tiene en mente: Teo o Rafael Soler?
  • Procedimientos narrativos múltiples: Flujo de conciencia, monólogo interior, mezcla de planos discursivos, mezcla de temporalidades narrativas, etc.
  • Innovaciones formales de todo tipo:
    • estructurales: estructura novedosa de la que es totalmente consciente el autor que en un epígrafe especial que precede a todo el relato avisa con un más que evidente sentido del humor y conciencia de la innovación formal: 
      • "Novela o qué; escrita en cinco capítulos y ocho referencias debidamente numeradas, de fácil manejo y probada utilidad para el lector"
    • léxicas: 'latíaconchalapobre'
    • tipográficas: mayúsculas en los enunciados introductores de las referencias e incluso en el cuerpo de alguna de ellas; separación por medio de línea de puntos en algunas secuencias para marcar los diferentes planos de realidad en que se sitúan los intervinientes en ellas; quebrantamiento de la ortodoxia en el uso de los signos de puntuación rompiendo con lo acostumbrado y forzando una lectura activa por parte del lector: 
      • "Entré. Asustada. Tiritando. Pero aquel vinillo fresco. Y la música. Y tú. La primera campanada me cazó por sorpresa, que apenas tuve tiempo de mirarte y comprobar que el año también te abandonaba. Por David. Me dije. Y luego la segunda. También por David. Que aún. Que todavía. Y ya más tranquila." [...]
  • Juegos con la figura del narrador: externo, interno, testigo, narrador-personaje, objetivo, subjetivo, omnisciente, partícipe...
  • Hibridación entre géneros literarios: se muestra de manera evidente a veces introduciendo estrofas poéticas en medio de la narración en prosa y muchas otras el poeta que es Rafael Soler impregna de poesía el texto en prosa creando auténtica prosa poética: 
    • "Y pasa de nuevo la página para no anclarse en recuerdos dolorosos por no ver a padre con las cuadernas rotas y su rosa de los vientos averiada, tambaleándose por el pasillo cuando ya madre inválida y él perdido en la bodega y Teo estremecido, azotado de insomnios y pájaros azules, solo, abandonado en su desván:
      He perdido mis sitios puede ser 
      y quizá la memoria ante también
      entre dos aguas
      a punto de embarcarse para otro continente
      y reconozco"
Estas y otras muchas innovaciones más desbordan "El grito", una novela experimental por demás. A lo largo de los años es evidente que Rafael Soler ha ido depurando y seleccionando en sus novelas estos recursos como puede verse en "El último gin-tónic" y "Necesito una isla grande" novelas en las que aparecen un buen número de procedimientos narrativos ya presentes o esbozados en "El grito"

Fijándonos sólo en la peripecia relatada de esta manera tan singular lo que en síntesis tenemos son diez años de conocimiento y convivencia, siete meses de distanciamiento, un hijo de por medio que separa como una sombra, una serie de desapariciones familiares que enturbian la mente de los miembros de la pareja formada por Teo y Carmen, unos trabajos que no acaban de llenar, amistades que molestan pero que se precisan como agua de mayo, el deseo de cobijarse en ese paraíso lejano que siempre es la infancia y dentro de ella la admiración por ese personaje a medio camino entre el hombre y el simio que con su grito pertinaz logra siempre salvar a la chica. ¿Será así también esta vez?

Los personajes giran todos alrededor de Teo y de Carmen. Por el lado de Teo tenemos a Bru, el compañero del periódico con el que se abrió paso en la profesión; Consuelo Gómez Nájera, su madre, que le inoculó el virus de la lectura a través du su afición por las aventuras de Tarzán; Luciano, cuyo grito en el pajar aún resuena en la cabeza de Teo; el padre de Teo que se pegó un tiro en la boca; Chus, la compañera del periódico que fue la gota que colmó el vaso de las desavenencias conyugales; Margarita, la prostituta con la que Teo se desfoga... Por el lado de Carmen aparecen Pilar, la amiga algo pesada pero necesaria para Carmen; Javier, el compañero del colegio donde ambos trabajan y que le ofrece otro horizonte a Carmen; Sebastián Bellido, el padre de Carmen; la tía Concha, tan vigilante siempre... Y en medio de todo, David, el hijo que ambos pensaron que podría ser la solución y que sin embargo sus problemas provocaron la disolución del vínculo; y junto a David, lógicamente el abogado Thomas T. Hecht cuyo bufete se ocupó del divorcio de esta pareja irredenta.

Todos estos personajes los vemos circular en perfecto desorden por la mente de Teo y de Carmen durante el tiempo que dura esa Nochevieja que inexplicablemente pasarán juntos como una fiesta de despedida de lo viejo -su unión fracasada- y epifanía de lo nuevo a lo que se abren en un final de varias posibilidades, concretamente dos, ofrecidas por el autor: una en la que se deja la puerta abierta a la continuidad de esa relación absurda una vez al año; y la otra en la que por muy fantasiosa que la ficción tarzanesca parezca la solución para ambos pasará por el distanciamiento e ignorancia mutua. Como se ve las innovaciones en la novela "El grito" no quedan circunscritas sólo a lo formal.

Para finalizar
Poetas y novelistas de la transición
Novela experimental como corresponde al momento de su escritura. Una novela haciéndose, una escritura que es la que estamos leyendo o, incluso, la que el propio autor está escribiendo a pachas con el personaje de Teo. Una novela en la que los planos real e irreal se mezclan, se inmiscuyen el uno en el otro. ¿Hasta qué punto es factible esto: reencontrarse durante una nochevieja desatendiendo los consejos de la propia conciencia para sin solución de continuidad volverse a separar tras recordar las geografías humanas de ambos? ¿Será este el comportamiento habitual durante las siguientes Nocheviejas?
Todas estas preguntas y más deja el autor abiertas. Pero quizás la más importante es la que ya el tiempo y la trayectoria vital y literaria de Rafael Soler han resuelto: Sí, allí, en ese año de 1978 había un buen escritor que por encima de todo era y es un poeta pero que no hace ascos a la creación en prosa como demuestra la serie de títulos que de unos años para acá orna su camino. 

Nota: Esta novela de Rafael Soler es un auténtico clásico contemporáneo de nuestra literatura. Por esto la incluyo dentro de los clásicos que estoy leyendo durante este año en la IV edición del Reto 'Nos gustan los clásicos' promovido por Francisco en su blog "Un lector indiscreto"

6 comentarios:

  1. No sabes lo bien que me viene esta reseña para conocer a Rafael Soler. No lo conocía hasta que me tocó en tu sorteo "El corazón del lobo". Ahora sé mucho más lo que puede encerrar esa novela y la verdad es que me gusta mucho todo lo que cuentas. Creo que después de "El cuarto mono corazón..." me encantará leer "El grito". Me parece de lo más interesante.
    Por aquellos años, quien más quien menos, participó de esa vena experimental, unos con más acierto que otros. Recuerdo "Parábola del náufrago" de Miguel Delibes, el único libro del autor que fui incapaz de leer. Hay algún autor más que ahora no recuerdo del que también leí su correspondiente experimento. En breve, leeré a este.
    Un beso.

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  2. Quería poner lógicamente "creo que después de "El corazón del lobo"... ". No sé de dónde ha podido sacar el corrector lo de "el cuarto mono corazón". Perpleja estoy, ja ja.

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    1. Hola, Rosa:
      Efectivamente durante esos años setenta y los primeros de la democracia en España hubo no pocos experimentos literarios. Más incluso en los años que precedieron al final del franquismo, en el denominado tardofranquismo. "Parábola del náufrago" de Delibes como dices es buena prueba de ello; otro del momento sin duda alguna fue "Volverás a Región" de Juan Benet, autor al que desde que tomó esa dirección experimental se me hizo cuesta arriba; también creo recordar ahora "La saga-fuga de J. B." de Torrente Ballester. No obstante como digo en la reseña estas novelas de Rafael Soler suponen una superación del mero experimentalismo combinándolo en medida proporción con la recuperación de la narratividad que en 1975 Eduardo Mendoza alentara con su estupenda "La verdad sobre el caso Savolta".
      Bueno, en definitiva, que pienso que este escritor en estas primeras novelas suyas serán de tu agrado. Ya me dirás.
      Besos

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    2. No he podido con "Volverás a Región" en cambio "La saga-fuga de J. B." me parece una novela maravillosa. Ando siempre pensando en releerla, pero creo que releeré mejor "La verdad sobre el caso Savolta" que es otra maravilla mucho menos extensa.
      Un beso.

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  3. Pues de entrada no me decía mucho, pero tras leerte la verdad es que no me importaría darle una oportunidad =)
    Lo anoto, gracias por la reseña tan completa!

    Besotes

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