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11 abr 2014

A la búsqueda de Philip Marlowe mientras espero a la rubia de los ojos negros

La novela policíaca perdió la condición de subliteratura que siempre la había acompañado allá por los años setenta coincidiendo en España con los años finales del franquismo  y, en el resto del mundo, con la preeminencia que desde la segunda mitad de la década de los sesenta comenzó a tener el pensamiento posmodernista que echaba por tierra aquellos valores que durante años, décadas si no siglos, habían permanecido firmes en el mundo occidental y que sirvieron para discernir entre lo válido y sus contrarios. Ese mundo tan coherente inicia su fin durante esos años y las creencias tenidas por inmutables comienzan a cuestionarse y a revisarse.
"Todo Marlowe"
Los siete títulos de las novelas protagonizadas por Philip Marlñowe
En Estados Unidos, durante los años de la Gran Depresión y los posteriores, que desembocarían en la II Guerra Mundial, una serie de escritores crearán una buena serie de relatos de puro entretenimiento en los que se intenta desentrañar una enrevesada trama urdida en torno a algún hecho violento. Destacan  Dashiel Hammett, autor de la mítica "El halcón maltés" en 1930 y Raymond Chandler que seguirá el camino abierto por Hammett y dará a la luz en 1939 al detective Philip Marlowe, auténtico icono de la novela negra, que protagonizará una serie novelística formada por siete títulos aparecidos a lo largo de quince intensos años de publicación. Un año después de "El sueño eterno" apareció "Adiós, muñeca", a la que siguieron "La ventana alta" (1942), "La dama del lago" (1943), "La hermana pequeña" (1949), "El largo adiós" (1954) y "Playback" (1954). En España coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte del escritor la editorial RBA publicó, bajo el título de "Todo Marlowe", en un solo volumen de casi 1400 páginas las siete novelas.

Cine negro
Humphrey Bogart y Lauren Bacall en el "Sueño eterno"
La novela negra tuvo su inmediato correlato cinematográfico pues también desde el principio, el cine fue muy cuestionado por las élites intelectuales como producto cultural de calidad . Así "El sueño eterno" (1939) tuvo en 1946 versión cinematográfica dirigida por Howard Hanks con el mismo título. El personaje del detective realizado por Humphrey Bogart puso rostro definitivo a Marlowe.

A España el título de Hammett, "El halcón maltés", llega en formato popular -novela de kiosko- el año 1932. Los títulos de Chandler lo harán en formato juvenil -libros de la editorial Molino- a partir de 1940. Junto a estos dos autores aparecerán otros en traducciones realizadas por intelectuales españoles, en su mayoría represaliados por haber combatido contra los ganadores de la reciente guerra civil o por haber defendido los valores de la República (E. Macho Quevedo, M. Guasch, E. Riambau, y muchos más). Así entraron en España las historias de investigación de Perry Mason o del detective Donald Lam (personajes de novelas del autor, también norteamericano, Erle Stanley Gardner).


Novelas policíacas de kiosko
Algunos títulos con sus curiosas portadas
A la producción foránea vendrán a unirse con un grandísimo éxito popular novelas escritas por autores españoles que utilizarán seudónimos ingleses:  Edward Goodman o Eddy Thorny   (Eduardo de Guzmán), Mark Halloran (Jordi Gubern), Peter Debry (Pedro Debrigode), P. Duke (Fidel Prado Duque), Siver Kane (Francisco González Ledesma) o Lou Carrigan (Antonio Vera).
Estos autores, aunque procedentes en su mayoría del subgénero 'novelas del oeste', conocen, por su trabajo en ocasiones como traductores pero sobre todo por su gran voracidad lectora directa de los títulos norteamericanos, las claves del género: relatos situados en los bajos fondos de una gran ciudad, corrupción policial cierta o latente, cosmopolitismo y glamour, erotismo, alcohol, tabaco a espuertas, clubes y garitos donde suenan melodías jazzísticas, precisión descriptiva, primera persona narrativa, humor cínico del personaje detective, etc., etc.                                                                    
José Mallorquí es el padre del novelista César Mallorquí
Algún autor hubo, como el recientemente fallecido José Mallorquí, que sin abandonar el género del oeste incorporó al mismo ingredientes propios de la novela negra; así lo hizo en su serie de relatos protagonizados por Juanito "Jíbaro" Vargas y en algunos episodios de su gran creación "El Coyote".

Todos estos novelistas injustamente minusvalorados durante años, prepararon la sensibilidad de los lectores para aventuras de mayor enjundia como las que a partir de la década de los setenta realizarán narradores como Manuel vázquez Montalbán, creador del detective Manolo Carvalho, y ya en los ochenta Andreu Martín, Juan Madrid o Julián Ibáñez quienes, al decir de Manuel Blanco Chivite, -¡no sé si creérmelo!-, "prácticamente, no descubrieron a los grandes del género hasta después de la muerte de Franco, cuando las traducciones nos [los] volvieron a traer".

Será, pues, durante los ochenta y los noventa cuando la novela negra alcance prestigio entre nosotros, y a los Vázquez Montalbán, Andreu Martín o Juan Madrid ya nombrados se unirán autores de reconocido prestigio intelectual como Eduardo Mendoza ("El misterio de la cripta embrujada" [1978], "El laberinto de las aceitunas" [1982]), Lorenzo Silva que en 1998 inicia la serie del teniente Bevilacqua y la sargento Chamorro que ya va por su séptimo título o, ya en el nuevo milenio, José María Guelbenzu y su serie de la juez de instrucción Mariana de Marco que por ahora consta de seis relatos.

Marlowe, Balville, Benjamin BlackA esta efervescencia de lo policíaco y/o detectivesco hay que añadir la excelente acogida por estos lares de los relatos del siciliano Andrea Camilleri, del griego Petros Markaris, de los nórdicos Stieg Larsson o Arnaldur Indridason, y tantos otros. También autores de prestigio como John Balville se transmutan en ocasiones en escritores de género cambiando no sólo de temática y registro sino hasta de nombre, en su caso Benjamin Black. Es este autor quien acaba de dar nueva vida al detective de Raymond Chandler.

Yo, por mi parte, me preparo para enfrentarme al redivivo Philip Marlowe. Es por ello que me he puesto a leer en unos casos y a releer en otros algunas de las siete novelas del "Todo Marlowe". Por ahora lo he hecho con la que inauguró la serie y con la titulada "La dama del lago". Quiero hacerlo también con "El largo adiós" considerada la mejor de todas y que también tuvo versión fílmica dirigida por Robert Altman en 1973. Ya os iré contando.

6 comentarios:

  1. Genial retrospectiva noir, sólo añadiría como guinda lo que están aportando los guionistas de las últimas hornadas de ficción televisiva al género, desde Twin Peaks hasta Nic Pizzolato en True Detective, David Simon en The Wire..

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  2. Efectivamente, Redrum Blues. Yo me he centrado más en el aspecto literario, pero tienes toda la razón.

    Gracias por tu comentario

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  3. Excelente artículo, Juan Carlos. Ya quisieran algunos que publican en los periódicos. Gracias por seguir enseñándonos literatura.

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  4. Gracias a ti por leer y por comentar.

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  5. Gracias por la información. Besos.

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