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3 ago 2013

"Antes del anochecer": Cine y Literatura.

Este verano he visto Antes del anochecer  [año 2013].Yo no había visto las anteriores dos películas: Antes del amanecer  [año 1995] y Antes del atardecer [año 2004] que junto con ésta forman la trilogía sobre el amor romántico del director estadounidense Richard Linklater. Ni que decir tiene que tras haberla visto me impuse la obligación de ver las dos anteriores, como así hice.
La película me agradó, pese a haberme costado un poco entrar en ella dado el exceso de diálogo que contiene; pero esto que en principio parece defecto es sin embargo una de las características fundamentales de la trilogía. Tanto es así que el film tiene más de obra de teatro que de cualquier otra cosa.
Otra de las señas de identidad de esta película es que mantiene la misma pareja protagonista de las dos anteriores (Celine y Jesse) -normal en una trilogía-; lo que ya no es tan frecuente es que los actores sean también los mismos (Julie Delpy y Ethan Hawke); y mucho menos aún que las tres películas se hayan realizado con una periodicidad exacta de 9 años entre cada una de ellas, como tampoco que la edad real de los actores sea aproximadamente igual que la de los personajes. Esto último es muy interesante pues vemos  -y ésa es una de la intenciones de Richard Linklater- que la evolución del amor a lo largo de veintitantos años también tiene mucho que ver con los cambios personales. Y también que las fronteras realidad-ficción son siempre difusas.
La trilogía puede leerse como el nacimiento del amor -el flechazo- en "Antes del amanecer"; la consolidación del mismo en "Antes del atardecer"; y las dudas, incomprensiones y dificultades que conlleva su mantenimiento en "Antes del anochecer". Los tres films defienden el amor pasión que debe convivir  con las aspiraciones profesionales de ambos -en especial de la mujer- y con los problemas arrastrados de relaciones anteriores (en la segunda y tercera película Jesse, escritor de éxito, tiene un hijo de 5 y 14 años fruto de un matrimonio acaecido ante la falta de señales de Celine tras el primer encuentro amoroso sucedido en Viena). También la convivencia será más difícil habida cuenta la diferencia cultural: Jesse es un norteamericano de Texas, mientras que Celine es una chica parisina muy concienciada con los problemas de la mujer y del deterioro ambiental. Pero, paradójicamente, la utópica feminista  es más inflexible que el práctico norteamericano, el cual siempre cederá y será gracias a él por quien la relación se mantendrá viva.
Se nota una clara evolución entre las tres películas, no sólo a nivel de la historia de amor de la pareja, sino también a nivel cinematográfico. Mientras que en las dos primeras la cámara gira constantemente alrededor de Celine y de Jesse, en "Antes del anochecer", situada en Grecia (las otras dos suceden en Viena y París respectivamente), la cámara deja entrar en su campo otros personajes de distintas edades que dan testimonio de sus respectivas vivencias amorosas. Así vemos a una pareja de jóvenes -al igual que lo fueron ellos- que amándose ahora con furia ya tienen asumido que su amor no durará siempre y en 8 ó 10 años se ven a sí mismos divorciados; vemos a una  pareja de amigos de Celine y Jesse felices viviendo un amor más primitivo, más puramente sexual, sin tanta retórica amorosa; y vemos a dos ancianos viudos recordando él, escritor famoso, y ella, tradicional esposa, los años felicísimos vividos con sus fallecidas parejas a las que  siempre respetaron sus parcelas vitales respectivas, sus roles, y eso les hizo y les hace ahora, al recordarlo, sentirse dichosos. Es, pues, "Antes del anochecer" una película más coral, más redonda.
¿Qué salvará la relación entre los personajes de Julie Delpy y Ethan Hawke? Pues lo que constituye el eje central de los tres relatos: la palabra en forma de diálogo, o sea, la comunicación. Y cuando ésta corre el riesgo de quebrarse, la ficción. Ese es el método empleado en las tres películas por parte de Jesse para evitar que su relación naufrague: cuando Celine no acudió a la cita en Viena, él la vivió y se la justificó a sí mismo en forma de relato, y cuando en "Antes del anochecer" todo parece haberse roto, de nuevo Jesse rescata el amor echando mano de la narración 'vivida' en la que una Celine de 82 años -dice él- se le ha aparecido para decirle que es una pena que..., y Celine acepta escucharla y le pide que le cuente qué es eso que esa viejecita le ha dicho.
La película se completa con un franco humor y una cálida música, aunque en esta tercera entrega no pertenezca a la cosecha de Julie Delpy, algo que sí sucede en “Antes del atardecer” (una muestra de la misma puede escucharse en la página de este blog La música que me gusta escuchar.)
¿Acaba con esta película la historia Celine-Jesse? No sabría decirlo, aunque pudiera ser que sí. Y no lo puedo asegurar porque Linklater finaliza el film con la indefinición y ambigüedad a la que nos tiene acostumbrados. Para descifrar esta incógnita debería haber otra película en la que se nos relatase con palabras lo que no se nos ha dado en imágenes, tal y como sucedió con los finales de las otras dos películas cuyos finales abiertos son desvelados a través del diálogo en las narraciones cinematográficas siguientes.


2 comentarios:

  1. También yo vi la tercera película de la trilogía este verano, pero precisamente porque guardaba un muy agradable recuerdo de las dos anteriores (de hecho, tengo una edición especial del DVD y la banda sonora, a las que acudo de vez en cuando para recordar viejos tiempos, como si fuesen magdalenillas proustianas).
    Descubrí la segunda antes que la primera, casi por casualidad, en un cine de Edimburgo. Con las primeras imágenes me sorprendió la emoción de reconocer la librería Shakespeare de París, en la que tantas horas había pasado, y me dejé invadir ya para el resto de la película por la nostalgia punzante de mis años parisinos.
    Pocos días después estaba viendo la primera entrega, que me pareció entrañable.
    Me ha hecho ilusión descubrir a mi querida pareja luchando por conservar un amor que, como todos los que perduran en la dimensión real de la vida, están condenados a irse limando con el trascurrir de lo cotidiano (contrariamente a los que sobreviven en el terreno de la fantasía, como era el caso en la segunda entrega).
    Solo puedo decir que espero la cuarta para el año 2022.


    Descubrí la segunda antes que la primera, casi por casualidad, en un cine de Edimburgo. Con las primeras imágenes me sorprendió la emoción de reconocer la librería Shakespeare de París, en la que tantas horas había pasado, y me dejé invadir ya para el resto de la película por la nostalgia punzante de mis años parisinos.

    Pocos días después estaba viendo la primera entrega, que me pareció entrañable.

    Me ha hecho illusion descubrir a mi querida pareja luchando por conservar un amor que, como todos los que perduran en la dimensión real de la vida, están condenados a irse limando con el trascurrir de lo cotidiano (por oposición a los que sobreviven en el terreno de la fantasia, como era el caso en la segunda entrega).

    Solo puedo decir que espero la cuarta para el año 2022.

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    1. "beautifulthingsonly" perdona mi retraso en responder a tu comentario. Las vacaciones lejos de la gran ciudad es lo que tienen, estoy sin acceso a internet.
      A mí también me encantaría ver en el 2022 qué tal le va a esta pareja, aunque me los imagino ya cansados, con algún nietito en camino y un poco ya de vuelta de todo; pero ¿seguirán luchando por su amor?, ¿ella seguirá siendo tan exigente?. Desde luego sólo por resolver estos enigmas sería interesante.

      Saludos

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