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27 may 2020

Fernando Benzo: "Nunca fuimos héroes"

Gabo recuerda aquello que solía decir el Dandy. No son monstruos con cuernos y rabo. Son personas. También se acatarran y les hace reír una película tonta. El Dandy no lo decía para defenderlos. Todo lo contrario. No permitáis que eso os lleve a confusión, les advertía. Matan, secuestran, destruyen. Pero son personas.” (en cap. 14)

Fernando Benzo, Nunca fuimos héroes, editorial Planeta
A Fernando Benzo lo descubrí por casualidad hará poco más de un año en un programa radiofónico en el que hablaba de su novela "Las cenizas de la inocencia", novela que, a raíz de esto, leí y me agradó en extremo [hice reseña de la misma en mi blog]. Al finalizar tan grata lectura me puse a indagar sobre él y apunté algunos de sus títulos que busqué por Internet. Encontré y adquirí en Amazon uno de ellos, "Los náufragos de la Plaza Mayor", una distopía que presentaba un Madrid cuyos habitantes se habían volatilizado, y que también reseñé en este blog. Desde luego, en marzo del año pasado cuando la leí para nada pensaba que un Madrid desierto, sin nadie que discurriese por sus avenidas y calles se haría realidad justamente un año después. Tras leerla me desinflé un poquito pues en calidad "Los náufragos..." está muy por debajo de "Las cenizas..." y busqué lecturas de otros escritores.

Hace cosa de dos o tres meses empecé a ver reseñas positivas por los blogs literarios que frecuento de "Nunca fuimos héroes". Tomé nota del título y me propuse leerlo. Por fin llegó el momento y he de decir, así, sin más, nada más empezar, que me ha gustado, me ha entretenido, me ha ilustrado, me ha enseñado..., en definitiva, he disfrutado mucho con esta última novela de Fernando Benzo.

Gabo, comisario de policía retirado, recibe un día una llamada de su antiguo compañero Sixto Almada, ahora Comisario Jefe de la Comisaría a la que el expolicía es conducido tras haberle partido la cara a un ruso sobón que molestaba a su amiga Dolores. Sixto le avisa de que su fijación desde hace ya 30 años, un terrorista de ETA llamado Harri, ha sido detectado en Madrid. Dada la animadversión que desde siempre Gabo ha tenido a este individuo, Almada le insta a ocuparse de él vigilándole a fin de conocer las intenciones que alberga. Gabo es renuente a la petición arguyendo que él ya está retirado, pero Sixto, buen conocedor del comportamiento humano, deja a su alcance el dossier del antiguo etarra, sabedor de que Gabo no podrá resistir la tentación de cobrarse la deuda, viva desde hace décadas, que mantiene con él.

Gabo se hace el encontradizo con Harri en una sala de billares donde éste mata las horas muertas algunas tardes. Aunque al principio se ignoran mutuamente pronto estos dos solitarios comienzan a jugar partidas y a contarse sus vidas, inventadas o no. Dado que quienes habían detectado la presencia de Harri en Madrid habían sido los de estupefacientes una inspectora de esta Unidad de nombre Estela contacta con Gabo y le propone trabajar  juntos, a lo que el poco empático de Gabo en principio se negará aunque poco a poco y por necesidad, si es que quiere vigilar de verdad al exetarra, accederá.

En esencia esta es la línea argumental de la narración en la que se van intercalando los recuerdos de las épocas profesionales vividas por el comisario retirado desde el lejano tiempo en que un joven Gabo tras salir de la Academia de Policía de la calle Miguel Ángel de Madrid es destinado junto a su compañero Sixto Aldama al País Vasco donde la banda ETA se está haciendo notar con atentados, secuestros y extorsiones. Allí, en San Sebastián vive en un piso franco con otros compañeros que le marcarán profundamente y que siempre tendrá en su memoria: Cata, Javi y el Dandy. Cada uno de ellos con su personalidad, sus manías, sus orígenes a cuestas; particularidades que se manifiestan en sus gustos musicales, sus vicios, sus maneras, y que le sirven al autor para individualizar a cada uno de ellos.

El relato es contado por una tercera persona externa al mismo que lo hace de manera objetiva. En ocasiones este narrador da paso a una segunda persona generalizadora o impersonal que en su amplio campo significativo incluye también al propio personaje del que se está contando algo, en el ejemplo que pongo, Estela: "Era una mujer guapa que parecía empeñada en compensar cualquier posible atractivo con una férrea seriedad y una mirada fría con la que parecía estar advirtiendo de que estaba dispuesta a sacar la pistola y castrarte a la menor estupidez.” (en cap. 4). En general el estilo de escritura destaca por ser limpio, franco, claro, coloquial, fluido, directo… Un estilo caracterizado por la frase corta, a veces de una sola palabra. Una manera de comunicar que resulta muy agradable de leer y que alcanza altura 
Aquella noche hicieron el amor después de más de una semana compartiendo cama sin tocarse. Marina le pidió que lo hicieran sin pena. Y así lo hicieron. Como siempre. Con ansia, con dulzura, con hambre, con sabor a final, y con olor a para siempre. Y sin pena.” (en cap. 8)
Las vicisitudes del tiempo presente, que no se concreta con exactitud pero que sin lugar a dudas discurre en la segunda década de este siglo XXI, le hacen evocar al protagonista sucesos semejantes acaecidos en el pasado: los años de la Guerra Sucia contra ETA en el sur de Francia, las Conversaciones de Argel de 1989, la operación de Bidart en 1992, el secuestro y asesinato del concejal Miguel Angel Blanco en 1997... Estos avances y retrocesos rompiendo la línea temporal dotan al relato de una agilidad y una fluidez que atrapa al lector. 

ETA y la guerrilla colombiana, Drogas y ETA, Terrorismo y Narcotráfico
La relación guerrilla colombiana-ETA es evidente (Ag. EFE, 31/5/2019)
Es en cada una de estas evocaciones que sin caer nunca en lo prolijo Benzo hace entrar al relato en el terreno de lo histórico, de lo sucedido en verdad. Son evocaciones que para nada distraen del asunto ficticio principal, la investigación sobre Harri y sus extrañas conexiones en España con gerifaltes de la droga como Johnny 'el Argentino'Mario Claudio 'el Emperador', e islamistas como Youssef Dabdelkeir 'el Egipcio'. Esta ficción, la de la extraña ligazón entre un exetarra, unos traficantes de droga y el terrorismo yihadista es el núcleo fundamental de la novela. 

Ciertamente arriesgada operación en mi opinión es escribir sobre estos asuntos en España donde un brutal atentado islamista dio al traste con un más que cantado resultado electoral debido a la adscripción, equivocada o intencionada, a unos u otros autores. Este pensamiento constantemente me sobrevolaba durante la lectura pensando que el autor mostraría una definida inclinación por alguna de las tesis enfrentadas en ese momento y que incluso hoy reaparece en algunas ocasiones en el ambiente político. Pero no. Fernando Benzo conduce con mano diestra la narración y sabe evitar tan vidrioso asunto. ¿Cómo? Pues no lo voy a decir porque para eso está esta entretenida novela y el disfrute de descubrir lo que sucede según que se avanza en su lectura.

Salvado ese asunto tan próximo a nuestro momento sociopolítico actual, es en las opiniones que en la novela se vierten sobre los dos principales actores en liza durante esos terribles años de plomo -los terroristas de ETA y los funcionarios de la Policía del Estado-, donde se trasluce el pensamiento del escritor
  • Sobre la Guerra Sucia: “La sospecha perseguiría siempre a aquellos que se dedicaron a la lucha antiterrorista durante aquellos años. Costaba creer que aquello fuese un asunto encapsulado, al que se guiaban y se comían un grupo reducido de políticos y polis al margen de la organización policial.” (en cap. 10, al ser Gabo cuestionado por su participación o no en esas acciones)
  • Sobre la neutral visión del problema: “Nada podía justificar la furia colectiva de aquellas jaurías de jóvenes que dedicaban su tiempo libre a recorrer las calles destruyendo cuanto encontraban en su camino mientras reclamaban la vuelta a un mundo imaginario que consideraban que alguien en algún momento de la historia les había arrebatado.” (en cap. 2, al encontrarse el personaje en Donosti con una escena de kale borroka)
  • Sobre la distorsionada mente terrorista: “Estos tíos viven en una realidad paralela. Cuando mi nuevo amigo terrorista te habla de los problemas que ve en el País Vasco, te pinta un mundo imaginario en el que poco menos que tanques invasores patrullan las calles vigilando a una población cuya calidad de vida no es mucho mejor que en los antiguos guetos judíos, sometidos todos a unas fuerzas represoras del Estado que actúan con un ciego afán exterminador, sin miramientos jurídicos ni humanitarios.” (en cap. 11, comenta Santiso, uno de los interlocutores por parte del Estado en las conversaciones Argel)
Varios asuntos, además del general de la lucha contra ETA, se tocan en esta más que interesante novela. Quizás el principal sea el de la culpa, un sentimiento que acompaña a Gabo desde que vio morir en esa guerra a más de un compañero y sacrificarse a más de una compañera: Cata y Marina son el contrapunto a Estela en los modos de actuación y entrega a la causa, siendo las tres buenas profesionales policiales aunque en tiempos diferentes y con valores de entrega también muy distintos; justamente lo que va de la España de los primeros años 80 a la de hoy día. Muy unido al sentimiento de culpa esta el asunto de la lealtad: 
¿La lealtad? Una minucia como sentimiento, comparada con la culpa. Ese sí que es de los que marcan toda una vida. Uno puede llegar a librarse de la lealtad. Puede ignorarla, traicionarla, reemplazar una por otra, cambiar su objeto y su motivación. Pero la culpa no, la culpa es inamovible.” (en cap. 6)
El tema de los tiempos distintos, de lo que va del ayer al hoy, hace que tenga también mucho interés el asunto de los límites morales, éticos, políticos, en la lucha contraterrorista, más garantista hoy día que lo fuera en el pasado.

Mitos y leyendas vascas, Euskalerria, Olontzero
Julie Vicario-Weber (Cc)
Fuera de lo estrictamente político me ha interesado mucho en este relato las alusiones a la cultura vasca en un sentido claramente valorativo de la misma. Están referidas fundamentalmente al mundo rural como las leyendas sobre la bruja Tontorgorri, el toro rojo Zezengorri, la diosa Mari, el cura y cazador errante Mateo Txistu, el señor de la noche Gaueko, las ‘lamias' (sirenas),  los ‘jentilak' (primeros pobladores de la tierra vasca), el Olentzero:  el único gentil (jentilak) que quedó del exterminio que de ellos hicieron los cristianos. Otras veces lo que aparece son términos euskeras referidos al ámbito familiar y doméstico como 'aita' (padre), 'ama' (madre), 'amona' (abuela), ‘jatorra' (simpático), ‘ximelgorris' (diablos)... Y también, si bien en esta ocasión con un sentido muy crítico, aparecen términos que pretenden crear falsos ideales revolucionarios, un pensamiento mítico-político construido siempre en la constante idea del "ellos" y "nosotros" propia de los nacionalismos irredentos: son vocablos como ‘zutabes' (boletines que la banda distribuía entre los seguidores justificando la acción realizada); ‘talde' (grupo reducido de apoyo a un comando terrorista), ‘muga' (frontera), ‘mugalari' (colaborador de ETA que ayudaba a pasar clandestinamente la frontera), ‘gudari' (soldado vasco), ‘txacurra' (perro. Aplicado a los policías)...

Junto a las referencias a la cultura vasca en "Nunca fuimos héroes" Fernando Benzo deja muestras de su extensa cultura fundamentalmente referida al mundo de la Música y del Cine. Referido a la música he confeccionado una playlist con algunos de los temas que se citan. El mismo Fernando Benzo realizó en "Las cenizas de la inocencia" la playlist de canciones que en ella aparecen; no la he visto en esta ocasión y por ello me he permitido realizarla. Es ésta que coloco a continuación:



Respecto al Cine, otra de las aficiones confesadas del novelista madrileño, muchas imágenes o símiles utilizan a este arte o a alguno de sus personajes o intérpretes como elemento real de comparación. Así por ejemplo la conversación mantenida entre Gabo y el coronel de la Guardia Civil Varela sobre la droga y ETA además de muy interesante contiene en su decurso alusiones y referencias a películas muy conocidas (“El silencio de los corderos" al utilizar metafóricamente el nombre de Hanibal Lecter; “Psicosis” al nombrar a Norman Bates; “El exorcista" al evocar ese giro de cuello inolvidable; etc.). Otra muestra de este culturalismo cinematográfico puede observarse en los símiles que realiza entre la pareja de interrogadores policiales formada por el Dandy y el jefe Toni Pazos y parejas célebres del cinematógrafo (el Gordo y el Flaco,; Spencer Tracy y Katherine Hepburn; o Fred Astaire y Ginger Rogers)

Para finalizar
Pensaba, mientras leía con avidez esta novela, en lo mucho que, en cierto sentido, me recordaba a "Patria" de Fernando Aramburu [leer reseña aquí] por eso de haber convertido en materia de ficción a la banda ETA. Efectivamente ésta puede ser una clara semejanza entre ambas, si bien las diferencias son muchas, entre otras que mientras en Aramburu estamos dentro del propio pueblo vasco que vive la escisión entre etarras y no etarras, la novela de Benzo enfoca el conflicto desde la perspectiva de los policías destinados en el Norte. Se percibe aquí que la interrelación con los locales es pequeña, tan sólo algún ligue ocasional del Dandy o la visita del grupo de policías a algún bar a tomar copas y poco más. Por otra parte también podría considerarse la vida de Harri exiliado en Argelia, en Santo Domingo o en Colombia como la novelización de la vida de algunos etarras cuando acabó para ellos la acción directa, algo que en "Patria" no se aborda.

Evidentemente las diferencias referidas a estilo, intencionalidad, asuntos tocados, etc. son evidentes como corresponde a dos novelistas distintos en formación, en origen, en profesión..., o sea, prácticamente, diferentes en todo. A este respecto cabe señalar que al final de la propia ficción en una Nota del Autor, Fernando Benzo alude a haber estado destinado profesionalmente, durante algún tiempo ya lejano, en el Ministerio del Interior donde conoció de primera mano este tema así como a muchas personas que se enfrentaban directamente a él. Nombra a Pedro Gómez de la Serna con quien coincidió en dicho Ministerio y con quien años después, en 2001 concretamente, decidió "escribir un libro que recorrería las vicisitudes de la lucha policial contra el terrorismo desde los comienzos de la banda hasta aquel momento". Dicho libro no vio la luz por acuerdo de ambos dada la petición de confidencialidad de algunas personas. Con honestidad más que sobrada Fernando confiesa haber tomado algunos episodios policiales recogidos en ese libro nonato con el debido permiso del coautor.


28 comentarios:

  1. ¡Hola Juan Carlos! Que bien que te hayas animado con esta novela..., ya sabes que me gustó también mucho. Comparto contigo todo lo que dices, tu opinión al completo. Me pareció un buen recorrido histórico por el historial etarra contado desde el punto de vista de los de dentro (cómo dices, es una de las diferencias con Patria, novela que también disfruté en su día). Se nota mucho que el autor sabe de lo que habla, que está enterado de los entresijos internos y externos.
    LA novela me removió bastante, me hizo rememorar esos tiempos tan duros vividos de terrorismo en Madrid (en España, pero yo lo viví en Madrid), de tanta brutalidad innecesaria.
    Un beso

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    1. Hola, Marian:
      Creo que novelas como éstas ("Patria" o "Nunca fuimos héroes") son muy necesarias porque la capacidad de olvido es inmensa. Además, los jóvenes ignoran muchas cosas y es preciso contarlas. Además conviene que los relatos sean plurales, quiero decir que no se adoctrine a las nuevas generaciones con un solo mensaje; es preciso que el discurso sea plural a fin de que el receptor pueda crear en su mente, lo más acertadamente posible, la imagen de lo que sucedió.
      A mí "Patria" me encantó. Son distintas, desde luego, pero buenas ambas.
      Besos

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  2. he leído muchas y muy buenas opiniones de esta novela con la atracción y el mosqueo que siempre me produce tanta fama. Ya la tenía apuntada, pero tu reseña la hace adelantar muchos puestos en mi lista. Espero leerla no muy tarde.
    Cuando te iba leyendo iba recordando "Cava dos fosas" de Félix García Hernán, que te recomiendo. Allí se vuelve a 1987 desde la actualidad para tratar el tema de los nostálgicos del régimen, pero también se hace referencia a la guerra sucia.
    Un beso.

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    1. Yo creo que está muy bien. Fernando Benzo escribe con soltura. Las historias que se desarrollan en la novela están bien planteadas y desarrolladas; los personajes tienen todos entidad y el autor resuelve con oficio y muy buenas maneras momentos que podrían considerarse complejos desde el punto de vista socio-político. Pienso por todo ello que es una novela que te gustará, Rosa.
      Tomo nota de l a novela de Félix García Hernán. Gracias.
      Besos

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  3. Me atrae el argumento de la novela, sobre todo por la época en que se desarrolla y los temas que trata. Ya me gustó este autor con Las cenizas de la inocencia y por lo que cuentas, más voy a disfrutar con esta historia.
    Besotes!!!

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    1. Hola, Margari:
      No sé si disfrutarás más que con "Las cenizas..." pero seguro seguro que, al menos, disfrutarás lo mismo. Yo creo que hasta más (ja, ja...)
      Un besazo mañanero

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  4. A mí también me has seducido la historia. Creo que es muy importante que la nueva generación lea estas cosas, nuestra memoria es muy frágil. Tengo algún crío en clase que no sabe quien fue Adolfo Suarez por poner un ejemplo.
    Como siempre muy buena entrada.
    Gracias por compartir
    Un abrazo

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    1. Hola, Marybel:
      Los que sois -y los que lo hemos sido- profesores nos hacemos cruces cuando comprobamos el desconocimiento de nuestros jóvenes sobre la reciente historia de España. No deja de resultar curioso, fruto seguramente de la manipulación política e informativa, que hablen más de la Guerra Civil del año 1936 y no sepan decir nada relevante sobre hechos sucedidos en los 80 ó 90 del siglo pasado en la que terroristas se llevaron por delante a cientos de personas sólo por el hecho de no pensar como ellos. Por eso creo -y veo que tú también- que novelas como ésta son importantes.
      Muchas gracias por tu comentario, amiga
      Un abrazo

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  5. Me alegro de que la hayas disfrutado tanto. Yo comencé a leerlo con ciertas reticencias porque el tema de ETA lo tengo vetado por motivos personales (de hecho me niego a abordar la lectura de Patria), pero esta novela fue un regalo y no quería hacerle un feo a la persona que con toda su ilusión la trajo a casa. Y ahora me alegro, porque es una novela muy buena con la que he revivido viejos miedos, momentos dramáticos que enlutaron a nuestro país y el autor ha sabido dotar de vida a sus personajes, vestirlos de realidad.
    Besos

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    1. Hola:
      No sabía que te hubieses vetado "Patria" por motivos personales. Seguramente la novela de Benzo te sirva para abrirte a la de Aramburu aunque entiendo que pueda removerte por dentro sentimientos que no desees despertar. Si es así, haces bien en no leerla.
      Coincido contigo en lo bien que Fernando Benzo construye sus personajes y los dota de credibilidad, algo al alcance sólo de los buenos escritores.
      Creo que es una novela que conviene difundir a fin de mostrar esa parte tantas veces oculta de quienes combatieron -¡y combaten!- el terrorismo de todos los signos en nuestro país, ¿no opinas igual?
      Un beso

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  6. Me gustó mucho esta novela, me enteré de muchas cosas que no conocí sobre la lucha antiterrorista, además se lee de forma muy ágil.
    Un abrazo

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    1. Se lee magníficamente, Inés, es cierto. Y se aprenden cosas que nunca llegan al conocimiento de los españolitos de a pie. Haber estado trabajando como Benzo en el Ministerio del Interior es una garantía de veracidad por estar al lado de las fuentes y de los protagonistas de esa guerra de la que hoy quedan rescoldos que como se decía -creo que fue Chateaubriand- durante el Romanticismo cualquier golpe de viento fuerte puede volver a incendiar. Por eso hay que explicar bien estas cosas a los jóvenes para que no vuelvan a suceder y ellos no se dejen engañar por cantos de sirena.
      Besos

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  7. Hola Juan Carlos!. La verdad es que estoy leyendo muy buenas críticas de esta novela que no me he atrevido a leer porque el tema me cuesta, tengo en casa Patria desde que se publicó y aún está en espera. Voy a tener que replantearmelo porque parece que me estoy perdiendo muy buenas novelas por esta reticencia mía. Un abrazo.

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    1. Hola, Mar:
      Te diré que te estás perdiendo dos buenas novelas sobre un tema difícil de tratar entre nosotros. Creo que cuando las leas te gustarán. Ya me dirás.
      Besos

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  8. Hace tiempo leí "Patria" y me pareció algo tibio. Sin embargo, "Mejor la ausencia" me gustó mucho. Parece que poco a poco los novelistas pueden tocar este tema y analizar las heridas que nos causó a todos.
    Un abrazo.

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    1. No he leído "Mejor la ausencia" de Edurne Portela que creo está más en la línea de "Patria", o sea, la violencia vivida desde el propio interior del pueblo vasco (las familias, sus miembros). "Nunca fuimos héroes" plantea el tema del terrorismo de ETA más como conflicto profesional dado que está focalizado en policías que lo combaten dentro de su cometido laboral tanto en localidades del Norte como en otros países donde se refugian o refugiaron activistas de la banda. Creo que esto es un dato diferencial e interesante.
      Besos

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  9. Me encantó esta novela, como bien dices tan distinta y a la vez tan complementaria a Patria. Me pareció una novela valiente y necesaria, a lo que se una el ser una lectura tan entretenida como instructiva así que poco más se le puede pedir. Muy recomendable sin duda.
    Besos.

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    1. Creo que Fernando Benzo no tiene la repercusión pública como escritor que merecen sus obras. Pienso que quizás sea debido a su principal actividad profesional y que él, inteligentemente, se guarda bastante de que se relacionen amabas facetas aunque jamás haya ocultado nada.
      Como escritor a mí me encanta. Creo que escribe muy bien y que toca temas sensibles con criterio y la justa delicadeza: ni más ni menos.
      Que cuando finalice este viernes tengas un buen finde, Manuela
      Un beso

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  10. Como siempre, una minuciosa reseña Juan Carlos. Comparto tu opinión sobre este libro que me gustó tantisimo. A mí lo que me llamó mucho la atención fue esa obsesión de Gabo por "su" etarra, me pareció algo insólito. Y luego todo el entramado de los infiltrados. Espeluznante. Me encantó esta novela. Para mí también hay grandisimas diferencias con Patria, aunque la segunda me gustó más que la primera. Con Fernando Benzo estuve hablando cuando vino a promocionar la novela pero no te voy a dejar el enlace porque me has a tildar de pesada jejejeje. Bueno, si te interesa, en el blog anda. Un saludo.

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    1. Hola, Marisa:
      De pesada nada, Marisa. En cuanto acabe de escribir la respuesta a tu comentario para allá que me voy a leerte. Tú no te cortes en dejar enlaces a tu blog o a otras páginas que consideres interesantes. Para mí es una de las cosas buenas que tiene este mundillo: enterarse de asuntos literarios variados que de otra manera nos pasarían desapercibidos.
      Para mí también es mucho mejor "Patria" que "Nunca fuimos héroes". Son muy distintas. Pero la historia de Gabo es muy digna, de un nivel muy interesante. Fernando Benzo, además de un hombre muy educado y amable (le he reseñado dos novelas y las dos veces me ha respondido agradecido) es un muy buen escritor con una personalidad literaria muy clara.
      A mí también el asunto de los infiltrados en la banda me dio a conocer aspectos en los que no había reparado. Sobre todo la dureza en las relaciones personales de los policías que saben que cualquier día son descubiertos y ahí acabará todo. El personaje de Marina es muy creíble al tiempo que sorprende: mujer tierna, dura, arriesgada, sacrificada, entregada, enamorada (?) que al saberse quemada se diluye en la sociedad con otro nombre y personalidad.
      Bueno, Marisa, corro a tu blog a leer la entrevista
      Besos

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  11. No sé si me decidiré. Me cuestan un poco estos temas. Gracias. Un beso.

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  12. Recuerdo haber leído en el blog de Marian su reseña sobre esta novela. Ella también la elogiaba. A priori no es el tipo de lectura que más me llama pero tengo que reconocer que el contexto me interesa y mucho. Así que quién sabe si tal vez me anime.
    Besos

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    1. Es interesante. Si has leído "Patria" de Aramburu ésta puede gustarte al tratar el asunto desde el otro lado, el de los perseguidores.
      Un beso

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  13. Me encanta eso de descubrir a un autor por casualidad y que luego te acabes enganchando a él. Y me has recordado que sigo sin haber leído aún "Patria", en fin...

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    1. Hay tanto sin leer, amiga. No hay tiempo y tantas cosas buenas por ahí que es imposible avarcar todo.
      Un beso

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  14. Me llama mucho la atención, es un género que me encanta y aparte el período que trata me parece súper interesante.

    Besotes

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  15. Hola!
    No conocía al autor, bueno, no conozco a muchos autores españoles para ser sincera. Pero me llamaron dos cosas de su reseña: como conociste al autor, en la entrevista en la radio. Sabes, siempre quise escuchar un programa de radio donde hablen de literatura, lean algún pasaje como lo hicieron con La guerra de los mundos. Nunca lo encontré y pensé que ya no había más.
    Lo otro es lo de la cultura vasca (tuve que preguntarle a mi hermana sobre quienes eran los vascos porque no tengo mucha idea de culturas tan europeas), siempre me atrae los aspectos mitológicos de distintas culturas, cómo ven el mundo en las partes inexplicables y las rellenan con fantasía.
    En fin, gracias por tu opinión!
    Saludos!

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