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1 abr 2018

"Amor". Manuel Vilas, poeta

Como digo en la reseña que hice de "Ordesa" de Manuel Vilas hará cosa de dos semanas, la poesía es elemento esencial en la obra de este autor aragonés. Él mismo afirma no creer en los límites de género en literatura. Lo he podido comprobar cuando tras leer su exitosa novela he abordado "Amor", su poesía escrita desde 1988 a 2010 y reunida por él mismo.

"Ordesa", poetas aragoneses, Aragón, Literatura, Huesca
Este recopilatorio se estructura en cinco grandes apartado cronológicamente ordenados que van desde lo que él denomina "Primeros poemas (1988-1998)" al último que titula como "Poemas inéditos (2009-2010)". Entre ambos están los tres poemarios publicados durante ese extenso lapso temporal: "El Cielo" (2000), "Resurrección" (2005, XV Premio Jaime Gil de Biedma) y "Calor" (2008, Premio Fray Luis de León). Quedan fuera de los límites de esta compilación Gran Vilas, el libro de poemas que sacó en 2012 con el que consiguió el XXXIII Premio internacional de poesías Ciudad de Melilla; y también, claro es,  El hundimiento, que en 2014 ganó en Málaga el Premio Generación del 27.

Como se ve Manuel Vilas ha ganado no pocos premios poéticos convocados en su mayoría por entidades culturales de tamaño y aspiraciones medianas radicadas en poblaciones y territorios asimismo no muy grandes como Segovia, Melilla, Málaga. Tan sólo el Fray Luis de León le ha sido concedido por una institución de orden mayor como es la Comunidad autónoma de Castilla y León. Este hecho concuerda con el carácter y personalidad del escritor: un hombre normal que habla de lo que les sucede a personas normales como él, con aspiraciones y deseos compatibles con la mayoría de aquellos que militan en la engañosamente denominada 'clase media', un eufemismo con el que , según el poeta, se evita la palabra 'pobre'.


"AMOR"
La razón del título la explica el poeta en la introducción al volumen. Dice: "el amor a todo es la única salida del laberinto"; y añade "tal vez este sentimiento esté emparentado también con la exaltación, con la plenitud, con la euforia, con la libertad". En estas dos frases está contenido todo el sentido último de la poesía de Vilas: sólo el Amor nos salva de la brutalidad y acabamiento constantes que supone la existencia; y dado que conocemos el inexorable final sólo cabe conjurarlo mediante la exaltación y plenitud vitales, mediante el ánimo eufórico y, en definitiva y siempre en positivo, mediante el ejercicio de la plena libertad. 

Es característico del hacer poético del de Barbastro asuntos y elementos como los siguientes:
  • El erotismo vívido, recordado o fantaseado ('Historia de una camarera' en "El Cielo")
  • El alcoholismo como vía de escape y hallazgo  ('El alcohólico' ("Poemas inéditos") o 'Alcoholemia' en "Calor", pero también 'El nadador' en "El Cielo", y tantos y tantos otros.
  • Un objetivismo transmutado en objetualismo que parodia la felicidad concedida a los seres humanos como lenitivo para transitar por el mundo:
    "puse a dormir juntos al Omega y al Patek Philippe,
    besaos hermanos baratos, hermanos en la falsedad,
    en la barata falsedad, ya era hora de que tuviese
    un Philippe Patek, eso pensé
    " ('New York, 8' en "Resurrección")
  • En muchas ocasiones el humor envolviendo a la máxima trascendencia: "Tenéis suerte de tenerme como hermano porque soy el mejor" ('Fraternidad ' en "Resurrección")
  • La música de los 70 y 80 forma parte consustancial de su poesía:
    • 'Los chicos están bien' en "Calor" echa mano del tema de Los Who "The kids are alright" para disolverse junto a esos chicos negros o chinos que sostienen la urbe a cambio de unos salarios miserables y que sin embargo se muestran felices.
ue
  • Lou Reed y la "Velvet Underground" tienen presencia habitual en bastantes de sus poemarios. Así, por ejemplo en el poema 'Carrier' ("Calor") que toca el tema del calentamiento global, tras personificar a los aparatos de Aire Acondicionado de esta marca les adjudica un verso del tema 'Heroin' de la Velvet Underground: "it's my wife and it's my life".

  • La literatura de las más diversas maneras siempre está en el centro de su quehacer poético:

      • el surrealismo lorquiano de 'Poeta en Nueva York' quiero percibirlo en 'Cocaína'("Calor"):
            • "Luz de la ciudad, te bebo desnudo.
              Cuando tenga setenta años,
              ábreme en canal,
              y tira mi corazón a los perros,
              Y tú come con ellos,
              pelea con ellos para que te dejen morder,
              muérdelo como tú sabes,
              perra,
              mi corazón.
              Te quiero.
              "
        • Siempre Francisco de Quevedo con quien comparte nihilismo y desengañada visión de lo que es la vida:
          "Perdona que te humille haciendo recaer
          sobre tu hermosa tapicería,
          sobre tus ruedas, manguitos
          y válvulas que han gloriosamente ardido,
          la miseria de España
          "
          presente en el poema 'HU-4091-L' contenido en "Calor". Confluyen en estos versos el objeto elevado a categoría de persona colocado en el contexto socio-político de España; y ambos dignificados a través de ese intertexto del maravilloso verso amoroso de Quevedo ('médulas que han gloriosamente ardido').
      • El poeta Francisco Brines de la generación del siglo XX conocida como 'Poesía del conocimiento' lo he percibido en el verso "No quiero morir, no quiero irme, todo sucede en mi honor" de 'Fraternidad' ("Calor"). Creo que ahí está en gran medida la idea de "Celebración" del poeta valenciano.
    • Por doquier de su poesía asoma Antonio Machado. Por citar un ejemplo, tomo un verso de uno de los poemas contenidos en el último apartado del poemario. En el poema 'El alcohólico' podemos leer "El que bebe solo, espera beber con Dios un día". Aquí junto a un indudable sentido del humor resuena el poeta de "Campos de Castilla". 
    • Y en el mismo poema anterior en la expresión "somos los santos bebedoreses evidente la alusión intertextual a la breve novela de Josep Roth: "La leyenda del santo bebedor". Es ésta una referencia no sólo literaria sino, en mi opinión, también vital dada la afición etílica de ambos autores, Josep Roth y Manuel Vilas.

    Su poesía
    Si hay algo aparte de los temas y asuntos vistos antes que haga inconfundible la poesía de Manuel Vilas, yo diría que ello es la cotidianidad plasmada en ella. Quizás por esto leyendo sus poemas constantemente venía a mi cabeza "Paterson", la bellísima película de  Jim Jarmusch [leer reseña aquí] que rendía homenaje al poeta estadounidense William Carlos Williams (1883-1963)quien basó su obra en la poetización de la vida diaria, de las pequeñas cosas que forman el discurrir diario del ser humano y que al fin y a la postre todo ello constituye la vida. Contrariamente al posible aburrimiento que algunos podrían atribuir a este propósito, Manuel Vilas lo convierte en un auténtico canto al hecho de vivir. Su poesía es fundamentalmente vitalista, optimista, incluso hasta cuando paradójicamente constata que la felicidad humana se basa muchas veces en el puro acto de consumir o de poseer.

    Esta cotidianidad personal la percibimos en su biografía familiar ('Víctor Vilas' en "Resurrección" o 'El Crematorio' en "Calor"), así como en sus afectos literarios diáfanamente expresados sobre todo en el apartado 'Corazones legendarios' del poemario "Resurrección" con poemas que hablan de obras y autores ('Ezra Pound', 'Michaud', 'Literatura'...) y también en esos primeros poemas que revelan quiénes fueron sus maestros ('Darío', 'Holderlin', 'Catulo'...) y en el poemario "El Cielo" en donde en el apartado 'El nadador' muestra su completa admiración por John Cheever a quien claramente homenajea en las referencias hechas al cuento del autor norteamericano y a la versión cinematográfica que del mismo se hiciera en 1968 protagonizada por un inolvidable Burt Lancaster.

    Es una poesía, como ya he dicho, impregnada de cultura por todas partes. Paradójicamente a veces parece estar hecha a nivel de tierra y como si hacerla no le supusiese al poeta esfuerzo alguno. Pero craso error porque Vilas constantemente está trabajando sus poemas y cuestionándose el quehacer poético:
    "Pensé que mi poesía era imperfecta, también la vida lo ha sido en mí. pero mi poesía sirve a la vida. La vida es buena. Qué bien. Más, quiero más. Mil veces más de todo. Qué bien" ('Alcoholemia' en "Calor")

    Una poesía de las cosas 
    Los asuntos que toca una poesía de la cotidianidad cual es la del escritor aragonés abarcan todo lo que constituye y rodea la vida de las personas comunes, pues en su poética todo es susceptible de poetización.
    [Soy] "un amante que ha amado a hombres y mujeres que no influyen en el río de la historia, que no tienen poder ni riquezas ni prestigio ni astucia ni inteligencia" ('Fraternidad', "Calor")

    ➦ Así las relaciones de pareja a veces fosilizadas en una mera relación en la que el hombre muestra su ineficacia doméstica recluyéndose en un trabajo nada satisfactorio que lo aleja de la casa pero que reporta dinero; o la esforzada vida que se impone a los jóvenes que se ven forzados a vivir en casas populares construidas en páramos recién urbanizados
    "donde les esperan dorados domingos para disfrutar del salón de 19 metros cuadrados, de la cocina de 7, del dormitorio-suite de 10" recluidos allí para abonar "su larga deuda con los hombres viejos" ('Amor mío' en "Calor")
    ➦ Los alegatos denunciando la explotación y los abusos del hombre sobre la mujer:
    "No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades." ('Mujeres' en "Resurrección"
     ➦ El irresistible atractivo de las mujeres que el poeta personifica con frecuencia en las camareras de los hoteles, cafeterías o restaurantes
    "Una blusa a veces. Una camiseta blanca, sencilla, que ciñe el pecho. Mostradores largos o mostradores breves. Al aire finos sijetadores de colores de las mil camareras que ahora están haciendo girar el brazo de la cafetera italiana en los bares de Zaragoza y sacan la lengua en señal de esfuerzo." ('Camareras' en "Resurrección")

     ➦ Su aragonesidad inquebrantable se percibe en no pocos de sus poemas ('Brandeso-Estación' en "El Cielo", 'Alguien habla de su tierra' en "Resurrección" , etc.)
    "¿Es verdad que gimen los Santos a través del trueno?
    Así me lo pareció a mí, una tarde agosto, en el pueblo
    pirenaico de Brandeso-Estación
    ('Brandeso-Estación' en "El Cielo")
    ➦ Su cotidianidad manifiesta en su biografía
    "Que Dios me acoja entre los santos, acabo de cumplir
    los treinta y seis, me gustan las películas de tiros y marcianos,
    me gustan los billetes de diez mil, me gusta no hacer nada,
    me gusta rezar por la vida que he llevado
    y por los días que vendrán, nocheviejas, cumpleaños,
    vacaciones en el mar y la jubilación y una lápida barata
    " ('Treinta y seis' en "El Cielo")
    "Desde hace cuarenta y cuatro años, veo a dios en las ciudades lleno de nubes, de barro caliente, de sol, de odio, de amor, con el rostro de hierro." ('Fraternidad' en "Calor")
    ➦ La atracción que siente por las cosas, por los objetos, que le devuelven -paradójicamente, irónicamente, en forma de parodia- la sensación de aún estar vivo, de disfrutar de la existencia, se percibe en los varios poemas dedicados a vehículos que ha poseído él o su entorno familiar: 'HU-4091-L', 'Mazda 6', 'Audi 100', 'Seat 850'; a autobuses de la ciudad de Zaragoza: 'El 42 y la anestesia'; los lugares, desde los países ('España', 'Portugal') a las ciudades ('Estocolmo', 'Zaragoza', 'Nueva York', Biarritz en 'Biarritz para un pobre', etc.) pasando por los lugares y objetos que hay o discurren por ellas como en el poema sobre el zaragozano bus de la línea 42 que lo conduce a un hospital o el magnífico poema 'MacDonalds' de "Resurrección" del que entresaco por lo definitorios que son sobre su poesía los versos finales:

    "Algo importante está sucediendo
    en este subterráneo del MacDonald's
    de la Plaza de España de Zaragoza,
    pero no sé qué es.
    No lo sé
    De un momento a otro vamos a arañar la felicidad:
    el niño negro, los novios, el muñeco, la nata del suelo, mis botas.
    Botas nuevas, de piel brillante, con la punta afilada en señal de muerte.
    En MacDonald's, allí, allí, estamos.
    Carne abundante por tres euros.
    "

    Final
    El propio escritor habla sobre su libro y recita  uno de sus poemas


    10 comentarios:

    1. hola! cuanto se aprende visitándote! eres todo un lujo para leer, aprender y compartir, gracias! saludosbuhos

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      1. Gracias a vosotras, amigas, que estáis ahí. Os recomiendo escuchar el poema que el mismo Manuel Vilas lee en el video. El final del mismo es muy simpático.
        Un beso

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    2. Qué sería de la salud mental del ser humano sin poesía??? Menos mal que para los que no hemos sido dotados de esa sensibilidad contamos con grandes poetas que nos lo ponen en bandeja.

      Besos 💋💋💋

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      1. ¡Qué sabias palabras las tuyas, Yolanda! Las suscribo completamente.
        Un beso

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    3. Con tus entradas me impregno de matices que desconocía. Me fascina pasarme por aquí, aunque no siempre comento. La poesía, en sus más variadas vertientes, es la capacidad de algunas mentes de buscar la forma rotunda de xpresarse. Me ha encantado este post.

      Un saludo y gracias por compartir tus impresiones, tus conocimientos y tu buen leer.

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      1. Que tú, que hoy publicas un breve pero muy hermoso poema, digas lo que dices sobre esta entrada me llena de satisfacción. Muchísimas gracias por tus palabras, amiga mía. Tu comentario anima a seguir.
        Un beso

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    4. Hola Juan Carlos estoy descubriendo poetas de lo más interesantes contigo. Me ha gustado ese vídeo con el que acompañas tu entrada, un poema para escuchar con todo lo que explica, esa realidad que se vista de verso o de prosa es dura y sí el final me ha hecho sonreír.
      Como te comentaban otros comentaristas, se aprende un montón contigo.
      Besos

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      1. Hola, Conxita:
        Bueno, al menos sirven para algo los posts sobre poetas que hago. Como ya te he dicho otras veces la Poesía cada día me gusta más porque sintetiza lo esencial y huye de la palabrería que tantas veces nos ahoga.
        Se aprende mucho leyéndonos unos a otros, esa es la verdad. Y si yo contribuyo un poquito a ese aprender, pues fenomenal. Yo, cuando leo tus escritos y las reseñas y entradas de otros también aprendo un montón.
        Un beso, amiga

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    5. Leerte me ha abierto lugares en el cerebro que no conocía
      un abrazo desde Miami

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      1. Hola, amiga:
        Qué bueno que mi entrada te haya servido. La poesía -tú lo sabes bien- siempre descubre zonas desconocidas en nosotros mismos.
        A mí me gusta escuchar el recitado que haces de tus propios poemas y creaciones. Demuestras una gran sensibilidad y escribes muy bien, amiga mía; por eso sigo tu blog
        Un abrazo

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    Muchas Gracias por dejar tu Comentario.